Capitulo X. Rituales magicos
Era una noche oscura. Las estrellas del cielo parecía que estaban a cientos de kilómetros de la tierra y era casi nulo el rastro de ellas, además de eso, la poca luz que proporcionaba la chimenea se estaba volviendo inexistente, esto debido a que los trozos de madera con la que se había prendido ya se habían consumido, solo quedaban simples brazas; pero esto parecía no importarle a Severus Tobías Snape, que estaba perdido en sus pensamientos.
El pobre hombre aún tenía muy presente la conversación que tuvo con Albus Dumbledore cuando le informo que el señor tenebroso acechaba el castillo, mientras le explicaba la situación al mayor fue testigo como los ojos del anciano se iban abriendo cada vez más, en un parpadeo lo vio mandar a llamar a Hagrid solo para confirmar lo ocurrido.
Severus al recordar esto, aún no podría creer lo estúpido que era el semigigante de no reportarle esto al director apenas ocurrió el primer ataque tan idiota, como es posible que mejor Draco, que es un niño de once años se dio cuenta de la gravedad del asunto más rápido que Hagrid. ¡Merlín! Que se puede esperar de un Gryffindor.
Decir que Dumbledore estaba furioso cuando se enteró de esto, es minimizar la situación, ya que en cada palabra del hombre su magia está reaccionando haciendo que algunos artículos de la habitación se movieran o rompieran incluso los retratos de los directores prefirieron irse a otro cuadro que seguir estando ahí; por eso en ese momento, Severus espero que el viejo hombre maldijera al guardabosques por su falta de criterio y sentido común, pero eso no paso, apenas termino de hablar Hagrid, Albus tomo un puño de polvos flu y se dirigió al ministerio de magia. El maestro de pociones hubiera pagado por ver que hacia Cornelius para apasiguar a Dumbledore, una sonrisa traviesa cruzo en los labios de Snape ante el recuerdo.
El ex mortifago aprovecho la salida del director para regresar a su casa en busca de tranquilidad, pero desde que llego no a podido despegar sus pensamientos de lo ocurrido, asi que no era de estrañar que ignorara la copa de whisky de fuego que reposaba en sus manos, las llamas de la chimenea o todo lo que ocurría a su alrededor, incluyendo a su joven amante que estaba unas habitaciones más para allá.
Un suspiro salió de sus labios entre el retorno del Lord Oscuro y los misterios que esconde Harry Potter, no sé qué se esperar Detuvo el hilo de sus reflexiones tras beber un poco de su whisky. Sabía que este año no sería fácil, esto gracias al regreso de Harry Potter al mundo mágico, pero no esperaba que fuera de tal magnitud, analizó un poco tras el ingreso del niño a Hogwarts, ocurren cosas a su alrededor que uno no se espera, comenzando con el hecho de que muestra conocimientos superiores a cualquier alumno; algo inverosímil para un niño criado por muggles. ¿Qué estas ocultando Harry?, ¿De dónde o cómo es que sabes tanto? Tengo que descubrirlo.
Detuvo un poco sus pensamientos sobre Harry y se enfocó en él otro que le daba problemas En cuanto al Lord, es un hecho que quiere asesinar a Harry. El calamar gigante, el trol y el accidente en el partido de quidditch; son muestras claras que está buscando su muerte… Ah me temo que esconderle la piedra solo va retroceder su llegada pero sé que encontrara la forma de volver, maldición…
Pero sus deprimentes pensamientos se vieron interrumpidos drásticamente cuando unas suaves manos que se posaban en su estómago y el cuerpo de un hombre se recargaba en su espalda, abrazándolo de esa manera tan íntima.
— ¡Ven a la cama! Está fría sin ti— le dijo el menor de los varones, aun abrazándolo desde atrás.
Severus con lentitud para no romper el abrazo volteo a ver al joven, quien le regalo una suave sonrisa, aunque eso no amedrento el mar de problemas que se escondían en sus pozos negros, de hecho, quiso explicarle como se sentía pero sus palabras murieron antes de salir por dedo índice de su acompañante.
— Lo sé, pero en este momento no podemos hacer nada contra él, será mejor descansar— le dijo serio, luego con supuesta tristeza continuo hablando —Si no pensare que en vez de venir a verme a mí, visniste a ver a la chimenea que no te separas de su lado— le dijo lo último en tono de reproche sacándole una sonrisa a Severus, lo que hizo que el menor siguiera hablando aunque esta vez con más coquetería—Si lo que buscas es calor, yo te puedo calentar más que ella— esas palabras fueron acompañadas con el jalón de la túnica del profesor para que sus labios quedaran a unos milímetros separados del otro, terminado de hablar se separó del mayor y con un sexy andar regreso a la habitación principal.
Severus sonrió con altanería ante las palabras de su amante y sin esperar más, lo siguió a la habitación que compartían, para disfrutar de una perfecta noche de lujuria. Olvidándose así de todos los problemas que le rodeaban.
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A la mañana siguiente cuando todos los alumnos de Hogwarts, se encaminaban al gran comedor se toparon con la sorpresa de que había aurores en el interior del castillo, desde las torres hasta las profundidades de las mazmorras revisando las instalaciones. Y no solo eso, para asombro de los chicos cuando salieron para dirigirse a los invernaderos descubrieron que también merodeaban los cielos y otros tantos custodiaban los alrededores del bosque prohibido, algo de lo que se enteraron los alumnos de tercer año cuando estaban tomando clases de criaturas mágicas.
El hecho de que hubiera aurores dentro del castillo bajo la supervisión de Amalia Bones, genero muchas intrigas y especulaciones en los estudiantes, después de todo, era de dominio público que la mujer era la jefa del Departamento de regulación de la Ley mágica así que intuían que algo grande estaba pasando en el castillo.
Algunos Slytherin además de otros alumnos de diferentes casas, se imaginaban que todo ese alboroto era porque al que en su momento sus padres llamaron “Señor” se encontraba rondando en el castillo; los jóvenes hijos de mortífagos esperaban que este no retornara, ya que habían escuchado por lo menos una vez como sus padres se arrepentían de eso y en algunos casos, fueron testigos de cómo sus progenitores llegaron mal heridos por los castigos de ese ser. El lord oscuro no era visto con buenos ojos por parte de los hijos de sus seguidores, bueno la mayoría, ya que el hombre aún tenía fieles seguidores dentro de ellos; pero llegado el momento que el señor tenebroso regresara, todos, absolutamente todos, eran conscientes de que si retornaba tendrían que inclinarse ante él, aunque en el caso de algunos solo fuera acto de sobrevivencia.
Otro grupo de alumnos, pensaba que el ministerio de magia se estaba tratando de congraciar con la comunidad de magos, llevando protección extra al colegio, ya que después de que se publicara su falta de apoyo con la aparición de Voldemort en Hogwarts el profeta no ha parado de publicar sobre el mal funcionamiento Cornelius Oswald Fudge así como el hecho, de que los magos británicos pedían su renuncia. De ahí, que creyeran que eran solos patadas de ahogado, para limpiar un poco su nombre.
Otros tantos, creían que los aurores estaban investigando el castillo ya que imaginaban que el Lord oscuro pudo haber dejado algún objeto o maldición en el colegio; aunque este pensamiento era bueno, no era viable ya que después de la captura de Quirrell los profesores con varias aurores, rompedores de maldiciones y algunos inefables ya habían revisado eso. Pero como todos los alumnos se encontraban en cuarentana es por eso que nunca vieron hacer eso, hasta ese momento.
Esas eran las teorías más realistas que habían formulado los alumnos, ya que las demás que existían por demás inverosímil.
Pero para la frustración de muchos, ninguna de sus hipótesis se pudo corroborar al 100%, debido a que ninguno de los aurores se prestó a los interrogatorios de los menores y dado su insistencia, el Director Albus Dumbledore termino informando que solo se estaban tomando precauciones, sin dar más detalles y pidió de manera amable pero amenazante que no interrumpieran el trabajo de los aurores. Hubo algunos inconformes después de eso, pero todos se tuvieron que resignar al ver la mirada de seriedad del anciano, que pronosticaba horribles castigos.
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En los alrededores del bosque y de manera oculta, un ente miraba el trabajo de los aurores de manera minuciosa buscando sus puntos débiles para ingresar al castillo.
—Así que el viejo estúpido no es tan idiota, tendre que buscar otra forma para retomar a mi gloria— fue las palabras que brotaron de la boca de Lord Voldemort, antes de retirarse de ahí.
Así que cual digno Slytherin detuvo su ataque, para planear mejor su estrategia, poder recobrar su cuerpo y apoderarse del mundo mágico.
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Los siguientes días Severus Snape se puso el firme propósito de descubrir el secreto que escondía su nuevo ahijado pero para frustración del hombre cada vez que intentaba entrar en su mente algo o alguien lo impedía, era como si todo el universo complotara en su contra, sus años como agente doble, le decían que no eran simple casualidades, incluso le hizo pensar que el heredero de los Potter era el que estaba causando las distracciones, pero un niño de su edad no podría hacer eso, ¿verdad?
Por otro lado, Harry Potter, había tenido que hacer uso de todos sus conocimientos como sobreviviente de guerra para evitar que Severus Snape ingresara a su mente, aunque eso no le quitaba el sueño, de hecho, lo emocionaba. La adrenalina de jugar al gato y al ratón con el profesor Snape era por demás excitante; y quizás, si el chico se hubiera puesto a medir los pros y contras, realizar planes o rutas de escape, como buen Slytherin se hubiera dado cuenta que lo que deseaba hacer era una reverenda tontería. Pero bueno, el ex chico dorado seguía siendo un niño, o mejor dicho, un preadolescente, y aun cuando su mentalidad fuera de un hombre mayor de veintitantos, eso no quitaba el hecho que su cuerpo aun no terminaba de crecer y que su psique tenía que madurar a su propio ritmo, así que Harry Potter tenía que sufrir todos los cambios propios de la adolescencia, las dudas e inseguridades, la rebeldía, los arrebatos de ira, los complejos de autoimagen y esas rabias de autosuficiencia; otra vez. Y esta vez, sería peor porque ahora era más que consciente de la guerra silenciosa que vivía junto con el hecho de saber que ocurría lo estaba volviendo arrogante.
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Mientras esa lucha de poder se estaba realizando entre Severus Snape y Harry Potter, de ese mismo modo iban trascurriendo los días, los aurores se fueron después de casi una semana de arduas investigaciones de los alrededores y no ver nada sospechoso, aunque aun así cubrieron el castillo con encantamiento de diversas clases para reforzar nuevamente las protecciones del colegio. De hecho, a estas alturas ya eran inquebrantables, tenían encantamientos para descubrir multijugos, hechizos y pociones de camuflajes, trasladares no autorizados así como para rastrear la firma mágica de los magos no autorizados, lo que si no pensaron fueron protecciones para animagos no registrados o verificar la firma mágica de todos los presentes de ahí que Peter Pettigrew caminara como rata cómodamente en Hogwarts.
Con el paso de los días no solo la monotonía regreso a Hogwarts sino también el día de los enamorados, ese día en particular, Draco Malfoy recibió un espléndido arreglo de narcisos junto con otras flores exóticas, cuando el pelirrubio vio como las pobres lechuzas le dejaban el arreglo floral, no pudo estar más que sorprendido y satisfecho por el magnífico presente — ¡Gracias Harry! Están hermosas— le agradeció dándole un beso en su mejilla y rápido abrazo, ya que después de todo estaban en el gran Comedor y tenían que guardar apariencias.
—De nada hermoso y eso no es todo — le dijo con un toque de misterio, a lo que el otro lo miro dudoso —Cierra los ojos y extiende tu mano— con una sonrisa en los labios el joven Malfoy hizo lo pedido, sintiendo como Harry le tomaba con delicadeza esta y le colocaba una pulsera —Listo puedes abrirlo— le indico al terminar.
— ¡Por Salazar! Esta increíble— exclamo Draco al ver las preciosas piedras de la pulsera.
—Ahora sí, oficialmente ya estas comprometido conmigo— le dijo con seriedad Harry.
Al escuchar su exclamación todos sus amigos abrieran grande los ojos e incluso la boca sorprendidos ante lo dicho, aunque no tanto como el aludido, quien miraba con adoración la joya y al escuchar las palabras volteo rápido el cuello y lo miro estupefacto, aunque a los segundos recobro la compostura.
—Perdón— pronuncio el ojiplata manteniéndose estoico cual sangre pura.
—Tienes en tus manos una reliquia familiar, de las que están destinadas por generaciones para nuestras parejas— le empezó a explicar al ver el miedo y la conmoción en los ojos de mercurio sujeto su mano entre las suyas —Sé que aún no sabes que sientes por mí y no, no te estoy presionando — le levanto el rostro para que sus ojos se conectaran —Te di esa pulsera por que cuenta con varios hechizos de protección, quiero que estés bien y a salvo. No te quiero perder— le dijo acariciando su mejilla y en su mente lo completo no otra vez, no lo soportaría.
De hecho, Harry había buscado en la reliquias de la familia cual era la que tenía mayores encantamientos, pero aun así el sentía que le hacían falta por lo que busco encantamientos que aumentaran las protecciones por lo que busco ruinas que le brindaran ese resguardo; en sí, la pulsera iba a ser su regalo de navidad, pero aún no dominaba bien los conjuros con ruinas, no pudo entregárselo en esa fecha. Harry se sintió más tranquilo al ver la joya en su amado, siendo que ahora estaba protegido y es que después de lo del accidente de la escoba, el miedo de perderlo regreso siendo más latente a cada día, de ahí en proporcionarle un artículo para cuidarlo todo el tiempo. Ahora solo tenía que hacer que Draco no huyera de ese compromiso.
Draco miro la pulsera y mordió un poco su labio nervioso —Harry, yo…
—No digas más— le dijo deteniendo sus palabras juntando sus frentes —Déjate la pulsera hoy. Deja que la magia de las protecciones se identifique con tu magia y mañana si quieres te la quitas— sabía que con ese corto periodo de tiempo las protecciones se activarían en el rubio, Draco movió la cabeza aceptando lo dicho junto un suave balbuceo afirmativo al ver la desesperación de los ojos de Harry por cuidarlo —Cuando estés listo y quieras ser mi novio, solo tienes que ponértela y lo sabré— le dijo tomando su mano y se la beso con dulzura —De esa forma estas comprometido conmigo de darme una respuesta.
El acto de entregar una joya era una vieja tradición entre magos sangre puras para comprometerse entre ellos. Además era una muy buena forma para presionar bajita la mano y recibir una respuesta positiva, después de todo, le estaban dando una reliquia familiar; una reliquia y la carga emocional de eso pesaba mucho y pocos podían librarse de ese compromiso social. Si era una forma casi infalible de comprometerse con la persona que querías, siempre y cuando pudieras engatusarla para ponérsela.
Algo que por supuesto sabia el heredero de los Malfoy, de ahí que le reprochara por embaucar lo de esa manera —Eres un tonto— dándole un golpe en el pecho para después voltear al otro lado con el rostro abochornado.
Harry le sonrió enternecido por el gesto para luego susurrarle en su oído —Pero soy tu tonto— antes de besarle su mejilla y abrazarlo por detrás.
Después de eso se escuchó el aplauso de sus compañeros, quienes habían visto todo en primera fila aunque solo lo vieron, ya que Harry había puesto un hechizo “Muffliato” sobre ellos para darle privacidad a su conversación, aunque eso no evito que todos los demás vieran lo cursi de las acciones y todos ellos pensaran que ahora si era oficial y Draco Malfoy era el novio de Harry Potter.
Después de esa demostración de afecto en el gran comedor los admiradores tanto de Harry como de Draco desistieron dar sus chocolates o presentes a cualquiera de los dos, ya que era más que obvio por lo menos para sus ojos que se querían, dado que eran serpientes todos especularon que si intentaran algo su pareja lo freiría a maldiciones, así que prefirieron no arriesgar el pellejo, sabia decisión porque eso no estaba apartado de realidad.
Una vez Harry se quitó el peso de hacer el regalo de Draco de San Valentín, retomo sus actividades para vencer al Lord oscuro, así que esa misma noche salió de la sala común de Slytherin con dirección a la cámara de los secretos para seguir fortaleciendo su relación con el basilisco, más ahora, que acepto ser su familiar.
Esta vez para prevenir ser descubierto por cualquier ser: llámese fantasma, cuadro o Pevees; Harry realizo todo el recorrido a la cámara con la capa de invisibilidad puesta. Al ingresar al hogar del basilisco lo primero que hizo fue llamar al reptil ~Hola, amigo ¿Dónde estás?~
El ruido de la cámara abriéndose se escuchó y con eso dio paso a que el imponente basilisco apareciera, Harry ya lo esperaba con los ojos cerrados ~Pensé que ya no regresarías joven maestro~ le comento con cierto reproche.
~Hubo algunos inconvenientes amigo que me impidieron venir antes~ le dijo acariciando un poco sus escamas, ventajas de percibir las presencias mágicas.
El reptil se apaciguó un poco con su tacto ~He de suponer que esos inconvenientes fueron los causantes de que los nacimientos del castillo se agitaran y se sintiera la débil magia de otros de los descendientes de mi amo~ analizo los acontecimientos pasados.
~Así es amigo~ le dijo Harry sin sorprenderse de su capacidad de análisis ~Por cierto amigo, ¿Cuál es tu nombre? ~ cuestiono al darse cuenta que desconocía ese detalle.
El basilisco levanto su rostro de donde el mago lo acariciara como si estuviera recordando ~No lo sé~ dijo al fin luego de unos momentos de silencio, regresando a su postura anterior para que lo siguiera tocando el menor ~Mi viejo maestro me dejo siendo un crio y el otro mago que me despertó tiempo atrás, nunca se tomó la molestia de darme un nombre~ dijo con cierto resentimiento, ya que ahora que lo pensaba su anterior amo solo lo uso y lo encerró, sin complacencias como si no tuviera valor alguno.
Al escuchar eso, el viajero del tiempo solo pudo sentir empatía por el animal, el mejor que nadie entendía que era ser visto solo como una simple arma a la que puedes desechar; así que sin pensarlo mucho lo abrazo, algo casi imposible por su diferencia de tamaños pero pudo hacer el contacto, luego de unos minutos de silencio, exclamo separándose un poco de él ~Bueno eso se puede arreglar, yo te daré un nombre~ y luego de pensarlo un poco, con solemnidad pronuncio ~Te llamare Salazar, en honor a tu creador, ¿Qué dices amigo, te gusta? ~
La serpiente vio al pequeño mago que lo acompañaba, sin creer lo que escuchaba, sin creer cual era el nombre que le estaba dando ~Salazar, Salazar~ volvió a repetir el reptil como si quisiera saborear cada sílaba del nombre y se familiarizara con la sensación de que ese nombre lo representaba a él ~Si, Salazar, me llamo Salazar~ comento encantado.
~Un gusto Salazar, soy Harry Potter y si aún me lo permites seremos familiares~ expreso en ojiverde.
~Esa es la idea joven maestro, ¿cómo piensa hacerlo?~ cuestiono Salazar.
~Dado el poder mágico que tienes primero tu magia y la mía, se deben de conocer y aceptar~ explico el mago ~Esto se realizara mediante un viejo ritual…~ dicho eso, Harry le explico a la serpiente que tendrían que ir liberando su magia lentamente para que ninguno lo sintiera como amenaza y que el ritual se hace mediante un hechizo que debe ser recitado mientas sueltan su magia, además por la cantidad de magia tendrían que hacer eso varias veces.
Una vez explicado el plan y viendo que aún era buena hora, Harry empezó con ello, que más que otra cosa parecía un cantico escrito en latín pero cantado en lengua pársel, mientras la magia de ambos seres formaba aros de colores que empezaron separados y con cada nota que cantaba Harry, lentamente comenzaban a interactuar entre ellas, como si se estuvieran conociendo. Así se llevó a cabo el primer ritual.
Ese mismo rito, ese mismo canto fue interpretado noche tras noche por el joven viajero del tiempo durante el mes de febrero; tiempo en que Salazar se sintió cómodo con él y se dio cuenta que el joven mago realmente deseaba que la unión entre ellos fuera de iguales, una verdadera relación de familiares y no de sometimiento, como le había pasado con sus anteriores amos.
Siendo la primera muestra de que su magia lo estaba aceptando que en medio del cántico Harry abrió los ojos por deseo de la misma magia, para sorpresa del viajero del tiempo no murió a causa de los ojos del reptil, sino que pudo ver como la danza de sus magias era más uniforme y los colores entre ellos estaban empezando a tener un color en conjunto, de hecho cuando Harry noto eso, también vio como Salazar recitaba el hechizo junto con él.
Aunque ese ritual tuvo que suspenderse cuando iniciando el mes de marzo en el talón de anuncios de la casa de Slytherin, se recordaba que el viernes 20 se realizaría la velada de bienvenida de la renovación de la magia, por lo que todos los alumnos desde primer hasta séptimo año tendrían que asistir a los ensayos para el evento, se pedía que durante esas fechas se abstuvieran de consumir pociones, amuletos o cualquier elemento mágico que pudiera afectar su magia; esto debido a lo sagrado de la ceremonia y que era un ritual de purificación.
Harry junto al resto del Olimpo llegaron entusiasmados al primer día de ensayo de la ceremonia de bienvenida de la renovación de la magia, llegando ahí, fueron separados los novatos de los grupos mayores, ya que estos últimos solo tenían que recordar y coordinarse para la ceremonia, mientras que los niños de primer año debían saber todo respecto al ritual que iban a realizar. El profesor Severus Snape comenzó indicándoles la importancia del ritual y cómo era que se iba a realizar, les explico que este se realizaba en el patio central del colegio donde un viejo árbol de moras, ahí, primero se purificaría el entorno llevando copas con fuego mágico, después sus compañeros de cursos superiores les explicarían por que se hacía en un árbol de moras, justo cuando la luna se encontrara en lo alto del árbol empezarían con las danzas y canticos de bienvenida.
Una vez les dio la reseña general de cómo sería el culto de acción de gracias y de renovación de magia, Severus repartió copas de cristal, las cuales tenían grabados de ruinas antiguas y empezó hablar a los menores —En este momento quiero que se olviden del estúpido movimiento de varita para realizar el hechizo “incendio”, de hecho, no vamos a requerir su varita en este momento— ante esas palabras los chicos guardaron sus varitas mágicas —El fuego mágico que se requiere para este ritual de bienvenida, no es cualquier fuego, no es el que destruye, sino uno que cuida, que protege, que guía e ilumina ese es el fuego sagrado, el fuego de la vida. Ahora quiero que recuerden y tengan presente, que les produce esos sentimientos de protección, luz y guía extiendan sus manos sobre la copa dejando fluir su magia mientras visualizan en su cabeza esa llama. De preferencia háganlo con los ojos cerrados así será más fácil, vamos inténtelo.
Los niños emocionados por la nueva forma de hacer fuego, comenzaron a hacer lo que el profesor les indico, dado que Harry Potter tenia mayor control de magia, gracias a su tiempo de meditación; fue cuestión de minutos para que el chico lograra prender su copa con el fuego sagrado, logrando una llama de un tamaño considerable, en un color azul con matices blancos y de color morado.
—Bien hecho, señor Potter— le reconoció el profesor Snape —Ahora mantenga viva la llama mientras memoriza esto— entregándole un pergamino con la alabanza para el ritual.
Mantener la llama al mismo tiempo que hacían otra cosa sin duda fue la parte más difícil para los jóvenes magos y ahora entendían porque el profesor Snape les estaba enseñando a realizarlo con tanto tiempo de anticipación.
Al salir del primer ensayo —El canto de bienvenida de la magia esta hermoso— comento el ojiverde.
—Sí, lo es— le dieron la razón sus compañeros con la cabeza aunque solo Draco lo hizo en voz alta.
—De hecho, se cree que el cantico de bienvenida, son solo párrafos de la canción que cantan los árboles que cantan, valga la redundancia— les informo Theodore quien aún traía el himno en mano como si esa fuera la prueba tangible de que la historia que creía su mamá es cierta.
Ninguno de los niños refuto nada, porque cuando la cantaron ellos sintieron como la misma magia les hablaba, haciendo que vibrara todo su ser. Y cada vez más emocionados por participar, porque aunque eran sangre puras tradicionalistas por su edad y que no controlaban su magia no les era permitido participar. Y esta vez, para todos seria su primera vez que tuvieran ese contacto con la madre magia.
Y así fueron esos los siguientes días de preparación, donde no solo aprendieron a realizar y mantener el fuego sagrado, sino que además el hombre les mostro como se realizaban las danzas antiguas, la forma apropiada de pronunciar y cantar el cantico de bienvenida.
Para el día 20 de ese mes, todos los alumnos de Slytherin al 10 para las 10 se encontraban vistiendo túnicas blancas elaboradas con manta, los chicos iban formados por grados llevando en sus manos sus copas de fuego de vida. Enfrente de ellos los iba guiando a paso lento y ceremonial el profesor Snape, de esa forma llegaron al árbol de mora que se encontraba en el castillo, ahí, había algunos alumnos de Ravenclaw, unos cuantos tejones junto a unos contados gryffindor, además de algunos profesores y fantasmas, quienes también vestían túnicas blancas al estilo de los griegos antiguos.
En completo silencio y en muto acuerdo, uno por uno de los presentes fueron dejando su fuego sagrado a la base del árbol, de manera respetuosa; las penumbras de la noche se fueron disipando con las llamas mágicas juntos, las cuales danzaban a una misma sintonía y es que apenas todas las llamas se unieron, una suave brisa nació en la base del árbol que hizo que la intensidad de todas las llamas se intensificaran, comenzando a moverse en un suave contoneo.
El profesor Snape ya les había avisado de eso, pero aun así cuando Harry Potter vio la belleza de las llamas bailando al mismo ritmo se quedó maravillado, conteniendo con trabajo su exclamación de asombro.
Hecho eso, los menores se fueron sentando alrededor del árbol formando una media luna en torno a él, que fue la señal para que los perfectos de Slytherin de quinto a séptimo año, se pusieran de pie colocándose a un costado del árbol, donde empezaron a narrar e interpretar la leyenda de los enamorados, la historia decía que el árbol de la mora, hace millones de años era una mujer fuerte y enérgica, cuya personalidad era muy llamativa por su forma de ser impetuosa, ella siempre tenía fuerzas para seguir adelante, sin importar lo que pudiera suceder. La bella mujer no se conforma con lo común y se encontraba en continua búsqueda de conocimiento, siempre apasionada por encontrar cosas nuevas y sumergirse en caminos no trillados. Por esta manera de ser, todos los que la conocían pensaban que era una persona iluminada. Esa fue la razón por la que un caballero, con rasgos varoniles marcados y una voz de ensueño se fijó en ella, la historia relataba como el hombre lucho por enamorarla tratándola como a una verdadera reina y como respuesta a sus coqueteos, recibió de ella toda su dulzura y sensualidad. Con el paso de los años ellos se volvieron compañeros y amantes, ella fue la dulce y divertida madre para los hijos de ambos, pero la ambición y los celos de los hombres los separaron, llevándolos por cambios distintos, la lejanía marchito su alma, volviéndolos estatuas vivientes que enraizaron en la tierra volviéndolos árboles; ella se volvió un árbol de moras y él un árbol que canta. La diosa de la vida: la magia misma, al conmoverse por la pena de los enamorados, les concedió que cada inicio de primavera, cuando la magia de la vida se renueva, ellos pudieran estar juntos y retomar esos votos de amor eterno.
Dicho esto la voz del joven seso y sus compañeros que interpretaban sus palabras cual profesionistas de arte dramático sin pronunciar palabras se quedaron quietos, momento en el que la luna del solsticio se encontraba en lo alto del cielo, por lo que los que se encontraban sentados se pusieron de pie y comenzaron con el ritual de bienvenida. Unos alumnos comenzaron a tocar instrumentos, las mujeres hicieron un círculo alrededor del árbol, moviéndose al ritmo de la música, danza que fue imitada por los demás asistentes que a su vez cantaban el cantico de la madre tierra.
In tempus chaos, (En el caos del tiempo)
Tenebrarum, (En la oscuridad tenebrosa,)
Turbines gloriosa mater peperit. (El torbellino dio a luz a la Madre gloriosa)
Iam sciunt quanti excitavit vitae
(Despertó ya consciente del gran valor de la vida)
Nulla est enim venuste Magna Caecilio vulnera nigra
(El oscuro vacío era para la Gran Madre una herida)
Mater sensit sola. Non habebat. (La Madre sola se sentía. A nadie tenía)
Mater desperatorum nati sunt parvuli. (La Madre sufría, pero más hijos nacían)
Omnes filii sunt diversa, (Todos los hijos eran distintos)
Quidam et alia terra volans, (Unos terrestres y otros voladores,)
Magna et parva, (Unos grandes y otros pequeños)
Quaedam reptilia et natantibus. (Algunos reptiles y los nadadores)
Sed forma perfecta, (Pero cada forma era perfecto)
Unusquisque spiritus finis, (Cada espíritu acabado)
Vir forma transtulerunt. (Cada uno era un modelo digno de ser copiado)
Mater erat cupidus. (La Madre era afanosa)
Terra plena magis. (La Tierra cada vez más populosa)
Omnes aves, pisces et animalia eius prolem,
(Todos, aves, peces y animales, eran su descendencia)
Hoc tempore nullum matrem suam absentiam sustinere.
(Y esta vez la Madre nunca habría de padecer su ausencia)
Singula iuxta genus suum pristinum situm,
(Cada especie viviría cerca de su lugar originario,)
Et alii cum ingenti tempus. (Y compartiría con los demás aquel vasto escenario).
Et mater; Et si conversus justus a.
(Con la Madre permanecerían; de Ella no se alejarían)
Et filii terrae (A los Hijos de la Tierra)
Dona manent in ipsa mater,
(la Madre concedió los dones precisos para sobrevivir,)
Et constituit eis communicare gaudium
(Y luego decidió otorgarles la alegría de compartir)
Et donationis, et voluptas, (Y el don del placer,)
Quo honore frui matre mendacemque improba finget.
(Por el cual se honra a la Madre con el goce de yacer.)
Doctus eris mater cum muneribus honorare.
(Los dones aprendidos estarán cuando a la Madre honrarán).
Apenas la primera estrofa fue cantada pequeñas luces comenzaron a surgir del árbol, nuevas hadas se estaban formando, que no dudaron en unirse a la celebración de la vida. Si mirabas desde la ventana como lo hizo Albus Dumbledore, percibías una lluvia de luces de colores que se movían en perfecta sincronía, ya que al canto de las hadas, la magia de los presentes se fue manifestando que a percepción del anciano era como ver la aurora boreal del polo norte. Lo que le hizo darse cuenta de cuantas cosas bellas se estaban perdiendo muchos alumnos, por no saber incluir a los nacidos de muggles de manera correcta; habría que hacer algunas reformas al curriculum de materias que impartían.
Mientras los magos elevaban su canto a la madre tierra, sentían que a cada palabra su magia se unía a la sinfonía del universo, lo que hizo, que la primavera se empezara a manifestar; las flores comenzaron a florecer, las criaturas que vivían en el bosque prohibido se unieron a su júbilo, justamente donde los árboles cantaban ahí la magia de la madre naturaleza era más que potente.
Ya para las seis de la mañana culminaron el ritual repitiendo varias veces “Doctus eris mater cum muneribus honorare” hasta que el fuego sagrado se consumió y las hadas se marcharon.
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En la madrugada del 21 y 22 de marzo Harry Potter fue a ver a Salazar a la cámara de los secretos, la serpiente apenas lo vio soltó su magia, ya que el joven mago aun iba en sintonía con la madre naturaleza, o sea la magia misma, lo que hizo que en ese momento sus magias se acoplaran perfectamente y el ritual de unión, fuera más largo y terminara ya en la madrugada.
Cuando regreso a su habitación, solo llego a tumbarse a su cama, ya que el ritual fue por demás cansado y se sentía fatigado mágicamente. Lo que hizo que Draco Malfoy se percatara que la mayor parte de la noche no estuvo durmiendo y se encontraba fuera de la habitación, por la ropa de calle que vestía. Eso sin duda genero la curiosidad del niño así que las noches siguientes se propuso vigilar a su compañero de cuarto y dos días después su espera le dio frutos.
— ¿A dónde vas? — detuvo con sus palabras al moreno.
Lo que hizo que su acompañante brincara del susto —Draco— pronuncio asombrado, — ¿Qué haces despierto?
Draco alzo la ceja al escucharlo —Yo pregunte primero y si no me dices, te voy a acusar con el profesor Snape— amenazo al ver, que el ojiverde se quería salir por la tangente.
—Yo… solo voy a caminar un poco. No podía dormir— intento justificarse.
Pero obviamente Draco no le creyó y se lo hizo ver con sus palabras — ¿Y tampoco pudiste dormir hace dos noches? Porque si es así, ya has de ir a que traten ese insomnio.
Touche le respondió en su mente —Bien, me descubriste— admitió su derrota y al ver que los ojos platas pedían más que eso agrego —Ando merodeando el castillo.
La cara de autosuficiencia de Draco era más que notoria —Muéstrame que has descubierto.
Harry abrió la boca para protestar pero mato la idea porque sabía que Draco no lo dejaría ir así sin más así, que con la capa de invisibilidad los cubrió a ambos y salieron a merodear el castillo, durante el paseo Harry le enseño algunos pasillos secretos y donde se encontraban las cocinas, donde incluso recibieron de parte de los elfos un trozo de pastel y leche caliente.
Hecho esto ambos regresaron a su sala común creyendo que su aventura no había sido descubierta, solo que al entrar a su habitación al encender la luz, se encontraron con los rostros serios y enojados de Lucius Malfoy y Severus Snape, el susto que llevo Harry ante la impresión de ver a los adultos en su habitación fue tal, que sus barreras mentales se volvieron inexistentes, momento que aprovechó el profesor Snape para indagar en su mente viendo el recuerdo de un Draco Malfoy que protegía con su cuerpo a un Harry Potter, ambos de veintitantos años, cuando quiso indagar más de eso el viajero del tiempo lo expulsó de su mente.
Mierda exclamo en su mente al verse descubierto.