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Para tener una buena vida 2.0 por liaran_chan

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Notas del capitulo:

hola amigos amantes del yaoi.

Aquí les dejo otro capitulo pero antes unas aclaraciones el capitulo fue logrado de manera más rápida gracias a la ayuda de mi amiga Nekozawa, quien amablemente me dio los capítulos de mi primera versión que recopilo, así que nuevamente te doy las gracias por tu ayuda a recuperarlos, eres un amor.

Y como todos ya saben además el capitulo se logro por que mi beta Jeny tiene paciencia para corregir mis horrores ortográficos y sin más, espero les guste el capitulo

 

Capitulo V.  Venciendo al Troll

 

 Harry Potter había vivido muchos años como león, eso no era un secreto, tampoco lo era que el  actuar impulsivamente y sacrificarse heroicamente era lo que esperaban de él; ya que nadie le enseño a planear, premeditar sus acciones o como aprovechar los recursos que tenía a su favor. Se podría decir que todo lo que sabía de ese tema era mirando la conducta de su novio en los pocos instantes en los que tenían contacto, pero esto no era suficiente. Y Harry lo sabía. Sabía que ese obstáculo sería su tumba si no aprendía a lidiar con él y vencerlo.

 

Pero como todo vicio no es solo saber que existe, sino combatirlo día a día hasta que se aprende a sobrellevarlo en tu vida sin que te afecte. Así que no era de extrañarse de su vieja conducta grynffindoresca fuera la causante de que en este momento cuando el joven viajero del tiempo intentaba conciliar el sueño se estuviera reprochando el no prevenir que su apoyo hacia Neville podría ser mal interpretada no solo por este sino por todas las personas que se percataron de esta ayuda, revelando que él está coqueteando con el león. Lo que sumado al hecho que para todos el heredero Malfoy era su novio, las cosas terminarían con que Draco es el oficial y el otro es el amante.

 

Esto es una mierda fue el “dulce” pensamiento que llego a Harry, luego de por fin entender el trasfondo en las palabras de Nott de poner en su lugar a Longbottom, ¿ahora qué voy hacer? Se preguntó internamente mientras cubría su rostro frustrado. Y como si Salazar Slytherin escuchara su plegaría, en ese preciso instante Draco Malfoy se giró en la cama, dado el silencio de la noche y la paz de la habitación el movimiento fue más que perceptible para su acompañante, quien al verlo dormir tan plácidamente, con ese rostro de ángel, recordó porque hacia todo eso, él era el tesoro del que se quería adueñar, lo único que realmente le importaba. De lo demás podría desprenderse, menos de su compañía en su vida.

 

Por lo que prometió a si mismo que haría hasta lo imposible para que Draco siguiera teniendo noches tranquilas como esa, sin importarle nada más. —Lo siento Neville, pero por mi dragón hago lo que sea— le pidió disculpas en  voz baja, siendo la única testigo de esto, la luna que se reflejaba en el lago que era el fondo de su techo.

 

Una solitaria lágrima salió de sus ojos, ya que decirle adiós a la única persona que realmente lo sostuvo en los momentos difíciles era toda una tortura, más cuando a su cabeza le llegaron los dolorosos recuerdos de su vida pasada no, no pienses en eso se reprendió mentalmente, cuando los viejos fantasmas le asechaban recuerda en este momento todo está bien, ella está… ahh  termino gritando en su cabeza, para bloquear sus recuerdos de golpe.

 

Cansado de esto se colocó en posición de yoga para meditar para calmar sus pensamientos, su magia y su estado de ánimo. Luego de tranquilizar su ser, Harry opto por dejarle claro a Neville que de él solo tendría su amistad si eso le bastaba podrían seguir como estaban, sino perdería un amigo, esperaba que el menor tomara la mejor decisión, ya que realmente le dolería decirle adiós.

 

Había pasado casi una semana, cuando el destino se encargó de que Longbottom y Harry pudieran hablar sin la presencia de terceros. Era una tarde tranquila de un miércoles, los novatos de Slytherin se encontraban todos juntos haciendo su tarea de astronomía en una mesa de la biblioteca, solo que de los libros que tenían no obtuvieron suficiente información para completar el ensayo que les pidieron con la cantidad de centímetros requeridos.

 

Así que Harry como todo un caballero y para quedar bien con Draco fue por más material de trabajo. Los libros de astronomía se encontraban en uno de los últimos libreros y para fastidio del viajero del tiempo estos se encontraban clasificados por constelaciones, siendo los de más abajo los que necesitaban, así que hincado empezó a buscar en los nombres de los lomos alguno o algunos que le podrían servir. 

 

Las complicaciones llegaron cuando este aún se encontraba postrado en el piso, se escuchó como alguien se resbalaba, sorprendido por el ruido levanto el rostro solo para ver cómo alguien caía casi sobre él, con un rápido movimiento alcanzo a cacharlo en brazos. Emitiendo un gemido lastimero por el golpe al atraparlo.

 

— ¿Estas bien? — cuestiono al chico que atrapo, ya que se notaba que temblaba en sus brazos, lentamente lo fue bajando notando en ese momento que había rescatado a Neville Longbottom. Lo que le hizo recordar que el chico había tenido una caída en la biblioteca en su primer año por no alcanzar un libro, jamás pensó que en esta vida iba a cambiar eso.

 

Harry pensaba eso, en lo que Neville se ruborizaba al ver a su salvador  —Ahh… si, gracias— le dijo con un susurro lleno de nerviosismo.

 

Harry asintió con la cabeza ante su muestra de gratitud, giro el rostro para ver qué era lo buscaba, al encontrar al culpable lo bajo con un “wingardium leviosa”levitándolo hasta su mano y sin más se lo entrego al chico.

 

—Gracias— le volvió a agradecer Neville en un susurro, apresando el libro entre sus manos.

 

—Ni lo menciones— fue la seca respuesta del ojiverde, quien esperaba que literalmente no lo hiciera, porque si se enteraba de esto, Draco lo iba a freír en maldiciones por estar revoloteando sobre el león.

 

Sin decir más Harry tomo dos libros de la parte inferior que según recordaba tenían mucha información de constelaciones y esperaba le ayudaran con su tarea, para sin más abandonar el pasillo. Pero la suave voz de su acompañante lo detuvo, aunque a pesar de eso, no lo vio a la cara solo se esperó dejando que el otro hablara en su espalda.

 

—Antes de que te vallas, quiero decirte que tu…— comenzó a decir en un arrebato de valor Longbottom.

 

Solo que Harry no lo dejo terminar —No lo digas, no confundas tu gratitud con otra cosa— le corto de tajo dando la vuelta para verlo —Solo estas confundido— le dijo con seguridad y en una voz que dejaba claro que no lo contradijera. —Si quieres que sigamos teniendo esta rara amistad te recomiendo que pienses bien lo que vas a decir, porque de mí no obtendrás nada diferente a lo que te he dado—le sentencio.

 

Neville miro esas gemas verdes dándose cuenta que si no aceptaba eso, todo terminaría. Así que con todo su cuerpo le dijo un sí silencioso  y con miedo le hizo la pregunta que lo atormentaba — ¿Solo dime por qué… por qué me ayudas?

 

—Porque eres el único Gryffindor que vale la pena conocer—le dijo sereno y al ver la cara de duda aclaro —Granger solo es una come libros insufrible que no tiene voz propia, solo repite lo que lee sin razonarlo, las demás niñas, son solo un par de gemelas que no saben pensar por separado y  la otra es una vieja chismosa. En cuanto a tus compañeros varones son solo un piro maniático, un idiota que sigue a los demás y otro que vive acomplejado bajo la sombra de sus hermanos–. Pronuncio despectivamente luego relajo un poco su rostro para continuar — En cambio a tu, eres un mago de sangre pura con un gran nivel mágico…

 

Solo que la voz de Neville le interrumpió—Eso no es… — quiso rebatir el niño regordete.

 

 —No eres un squib, tu falta de confianza en tus habilidades es lo que limita tu magia. — le regalo una suave sonrisa antes de aconsejarle —Llegaras tan alto como te permitas volar, piénsalo– Esas fueran las últimas palabras que le dio Harry antes de regresar con su dragón.

 

Neville se había quedado pasmado ante lo dicho por su “amigo” y no fue hasta que una mano se posó en su hombro cuando reaccionó, después de pegar un brinco –Harry tiene razón, no confundas su amistad. Yo también creo que eres un gran mago– fue lo que le dijo Nott con calma mientras con algo de rudeza le pegaba un libro en el pecho para que lo leyera, hecho eso también lo dejo solo.

 

Neville lo vio salir confundido y tomo el libro que le dio: “Formas para lucha contra tus dementores internos y potencializar tu magia”. Neville agradeció en silencio a esos dos ángeles que le regresaron la fe en él.

 

Cuando Theodore Nott regreso con sus amigos, se topó con que Draco le estaba pidiendo punto y seña a Harry para averiguar el porqué de su tardanza; lo que sin duda hizo reír bajito al castaño.

 

—Cálmate Draco, nadie te va a quitar a tu Harry— le dijo tranquilo mientras se sentaba, lo que hizo que los aludidos se sonrojaban débilmente.

 

—En eso Theo tiene razón, ya todos en la escuela saben que es tuyo— apoyo Pansy, lo que le dio más confianza a Harry besándole la mejilla de Draco como confirmando sus palabras.  —Me he encargado de difundir eso— termino de decir divertida.

 

Eso último hizo reír a toda la mesa, lo que ocasiono que la bibliotecaria con una mirada asesina los mandara a guardar silencio.  

 

+++++++++++++++

 

Luego de esa tarde las cosas se tranquilizaron, Harry sintió que nuevamente tenía el control de su tablero de ajedrez, de hecho, con esa última jugada con Neville, este tardaría menos en “coronarse*” tomando el puesto que le pertenece; caballo, ya que él se encargaría de guiar a su caballería y moverse en ambos bandos.

 

Dado que las cosas eran paz y calma, Harry y Draco decidieron jugar una broma a unos alumnos de Hufflepuff para ponerle adrenalina a sus vidas, así que hicieron sus pies de gelatina y que se les agrandara su lengua, mientras estos utilizaban las escaleras, lo que hizo toda una trifulca. Con el fin de librarse del castigo se escabulleron entre los pastillos del castillo sin fijarse realmente hacia donde se dirigían.

 

Luego de un rato de emprender la graciosa huida, se detuvieron a recuperar el aire perdido  — ¿Crees qué nos hayan visto? — pregunto con un poco de esfuerzo el ojiplata.

 

—No,  estaban más ocupados en no matarse en las escaleras —le dijo divertido Harry, soltando una carcajada al recordar sus caras de espanto.

 

Risa que fue secundada por su acompañante, risas que fueron las causantes de que su ubicación dejara de ser un secreto  — ¿Quién anda ahí? Estoy ansioso por encontrarlos. Darles su merecido por romper el toque de queda y estar en un lugar prohibido. —  amenazaba el conserje malicioso mientras se encaminaba a donde se había escuchado las risas.

 

—Aquí nos va a encontrar, tenemos que escondernos— analizó Draco, pero antes de que pudiera decir o hacer más, ya era sujetado de la mano por Harry quien buscaba una puerta o sitio donde ocultarse.

 

Luego de una observación minuciosa Harry se encontró una puerta, que sin duda podría servirles para esconderse, después de un “alohomora” salieron de la vista de Filch. Solo que en el lugar donde estaban se le hacía extrañamente familiar al ojiverde; aunque bueno para alguien que anteriormente había vivido en ese castillo eso nunca era nuevo, lo que si era nuevo era el sentimiento de incertidumbre que esa habitación le generaba.

 

Y no fue hasta que un temeroso –Harry– broto de los labios de Draco, quien al mismo tiempo le enseñaba asustado a Fluffy, el cerbero de Hagrid, que el moreno entendió la reacción de su cuerpo.

 

Con la varita en la mano, Harry  le lanzo un hechizo para que la bestia siguiera durmiendo y poder escapar de ahí airosos, hecho esto en cuestión de segundos, Potter, se aferró de la mano de Draco para salir de ese lugar y dirigirse como alma que busca el diablo hacia la seguridad de las mazmorras.

 

Pero apenas cruzaron la puerta de la sala común cuando fueron interceptados por Antony Lauhjalot, el que por cierto no lucia muy feliz  —Buenas noches, hasta que se dignan en regresar. Unos minutos más y hubiera tenido que informar al profesor Snape que no se encontraban en la sala común.

 

Harry y Draco tragaron saliva con eso, ya que sabian que cualquier error y el profesor los retiraría del equipo de quidditch, se los había dejado muy claro cuando les dio su autorizacion para acudir a las audiciones, que no les pasaría ninguna tontería más.

 

—Por favor, no le digas— pidió Draco con ojitos tiernos.

 

—Si, por favor… nosotros solo…— intento explicar Harry pero su elocuencia no le ayudo y menos cuando el joven levanto su mano, para pedir que se callaran.

 

Antony solto un suspiro —Solo por esta vez no le dire, pero a la siguiente no sere tan benébolo— los menores respiraron tranquilos y se miraron felices —Así que para su próxima cita les pido que cuiden el tiempo, ya que estas no son horas para que niños de su edad esten fuera de la cama, de hecho, ni para andar de novios, pero en fin. Nada de llegar después del toque de queda a la sala común, ¿Les quedo claro?

 

—Si, señor— respondieron juntos con un lindo sonrojo para correr a su habitación antes de que el chico los siguiera sermoniando o cambiara de opinion.

 

++++++++++++++++++++

 

Unos vientos fríos fue la señal de que el otoño estaba en su apogeo, eso y que todo el castillo estaba adornado con decoraciones alusivas a la noche de brujas. Aunque a Harry nunca le gusto festejar esa fecha porque fue cuando Voldemort aniquilo a su familia, en esa ocasión se dejó llevar por el ímpetu de sus compañeros y disfrutar de los mangares de ese día; solo que los alumnos no eran los únicos que se dejaban guiar por la emoción del Halloween, ya que Peeves también lo estaba haciendo o ese era su pretexto para jugar bromas a todos los que se topara en su camino.

 

Siendo una de sus víctimas el grupo de niños pertenecientes al Olimpo, a quienes por cierto bañó, con una mezcla de huevos echados a perder, pociones fallidas y quien sabe que menjurjes más, ya que eso se veía y olía asqueroso. Para mala suerte del quisquilloso y pulcro heredero Malfoy a él fue al que más le callo la mezcla, en un intento de quitársela, sacudió sus manos de la asquerosidad ensuciando de paso más a Harry.

 

—Gracias, sabía que me querias— expreso con sarcasmo Harry al verse ensuciado con esa porqueria.

 

Draco lo miro indignado y con unos ojos de que más le valia quedarse callado por que le daria razones para quejarse, lo que hizo que el ojiverde tragara saliva, siguiendo cual perro fiel al rubio rumbo  a su habitación a desacerse de lo que les callo encima.

 

Mientras ellos regresaban a su sala común para limpiarse, su grupo de amigos fueron auxiliados por Antony Lauhjalot y Ethan Ashworth, otro de los perfectos de la casa de Slytherin, quienes les lanzaron un hechizo para retirarles el aroma a caño que les quedo impregnado además de informarles que Peeves recibiría su castigo por esa afrenta, de las manos del barón sanginario. Una dulce venganza.

 

Por su parte Harry se lanzo un hechizo de limpieza en ropa y cuerpo además de otro para quitar los residuos de mezcla que aún estaban en su cabello, en lo que esperaba que Draco saliera del cuarto de aseo, apenas salio, corrio al baño a lavarse y retirarse esa porquería mal oliente que tenia impregnada horriblemente en su nariz.

 

Luego de unos minutos Harry Potter ya se encontraba bañado y arreglado para regresar al gran comedor y disfrutar el banquete de halloween, solo que para que salieran rumbo al comedor primero tenia que esperar a que Draco sintiera que cumplía con sus estándares de pulcritud.

 

—Diablos, todavía tengo esa porqueria en el cabello… ahh me tendre que bañar de nuevo— expreso un tanto histérico el albino, mientras miraba con determinación sus cabellos rubios.

 

—Draco calmate, ya no tienes nada— afirmo Harry para que el chico se tranquilizara, pero al ver que eso no ayudaba, le confeso galante —De hecho, creo que luces más hermoso que otros días.

 

—¿Lo dices enserio? — le cuestiono dudoso, sin dejar de analizar mechones de su cabello.

 

—Por supuesto, jamás te mentiria con algo asi— respondió con calma, le robo el cabello que sujetaba para olerlo —mmm de hecho tu cabello luce y huele estupendo— expreso con unos ojos soñadores, que terminaron de convencer a Draco.

 

Satisfechos con su apariencia los niños se encaminaron al gran comedor y justo cuando pasaron por los baños que se encontraban en las mazmorras escucharon un gran estruendo acompañado con el grito de una niña, mientras veian como la pared del baño de las niñas era despedazada desde la mitad, lo que hizo que ambos niños pudieran ver un gran troll de las montañas.

 

Un troll que parecía queria eliminar a la niña, cuando Harry vio que Hermione se quedo petrificada de miedo en espera de ser golpeada, convoco un “wingardium leviosa” para levitarle su maso, salvando la vida de la chica y revelando su presencia y la de Draco al monstruo.

 

—Harry viene hacia nosotros— le dijo asustado el rubio abrazando su brazo en busca de protección.

 

—Tranquilo dragón, no dejare que te lastime— le consolo y sin decir más, le lanzo un “Petrificus totalus” al feo troll que se les aproximaba, quien al recibir el choque mágico del hechizo, callo cual tabla para atrás.

 

Un golpe seco se escucho en todas las mazmorras mientras Harry solo abrazaba y acariciaba la espalda de Draco para calmarlo —¿Te sientes mejor? — le cuestiono, acariciando su mejilla que aún se veía pálida por el susto.

 

—Si— le dijo en un pequeño murmullo que el ojiverde apenas escucho, por el ruido que se escuchaba aproximandose , lo que hizo que Draco se resguardara en la espalda de Harry, quien apuntaba con su varita a donde venía el sonido.

 

Ambos niños respiraron tranquilos cuando vieron que los cuasantes del ruido era la profesora McGonagalll acompañada del profesor Quirrell y el jefe de su casa, quien apenas los vio fue a examinarlos —¿Se encuentran bien?

 

— Si— pronunciaron en un murmullo.

 

—¿En que estabas pensando?  Por todos los cielos, tenéis suerte que no los haya matado. ¿Por qué no estaban en sus dormitorios?— les regaño por su imprudencia sin dejar de le respondieran.

 

Hecho que molesto al jefe de su casa —Si me permite hablar profesora McGonagall, tengo el presentimiento que el señor Potter y el joven Malfoy solo se encontraban en el lugar menos adecuado en el momento menos oportuno, ya que me notificaron mis perfectos que ellos no estaban en el gran comedor cuando se sucito lo del troll, debido a una broma de Peeves— los niños asintieron ante las palabras del profesor Snape.

 

Algo que por cierto no era dificil de creer, ya que estaban en el pasillo principal que conducia las mazmorras con el gran comedor, lo que tambien explica por que no se toparon con las demás serpientes, siendo que Severus los mando por pasillos alternos que casi nadie conocia para que estuvieran más seguros y no se toparan con el trol que estaba en su zona.

 

—Bueno… en ese caso ¿Nos podrían explicar que paso aquí? — comenzó vacilante la profesora al preguntar.

 

—Cuando ibamos al gran comedor al pasar por aquí se escucho un gran estruendo junto al grito de una niña…— empezo a explicar Harry pero la subdirectora lo interrumpio.

 

—¿Escucharon el grito de una niña y aun así se quedaron a ver? — les reprendió.

 

—Claro que no, que cree que somos de Gryffindor o ¿qué? — le dijo indignado Draco.

 

El profesor Snape escondio una sonrisa socarrona ante eso, Harry retomo la palabra para que su ex jefa de casa no le bajara puntos por el desacato de su dragón —Como le decia se escucho el grito de la niña y volaron los trozos de esa barda— señalando el lugar—apenas los esquivamos vimos como iba atacar a Granger con un mazo, así que lo levite, lo que hizo que nos viera, cuando se dirigio hacia nosotros le lanzamos un “Petrificus totalus” y eso fue lo que pasó.

 

McGonagall se puso pálida al escuchar lo que le pasó a su alumna y fue a buscarla al baño, encontrandola con un golpe en la cabeza produccido por la caída del mazo, de ahí, que la menor estuviera inconsciente, la profesora la levito y la traía tras ella, para luego mirar al pelinegro —Señor Potter por su descuido al levitar el mazo dejo inconsciente a la señorita Granger.

 

Harry cargado de sarcasmo le respondio —Disculpe usted profesora, pero aún no he aprendido a sostener dos encantamientos al mismo tiempo.

 

—Minerva creo que tu comentario esta fuera de lugar, por que si no fuera por mis alumnos esta chica estaría muerta— le reprendió y con toda la sisaña del mundo le dijo —Pero si quieres culpar a alguien, podrías comenzar con todos los alumnos de tu casa ya que nadie se dio cuenta que no estaba en el gran comedor, lo bueno es que tu casa es en la que más hay compañerismo ¿no?

 

La mujer se sonrojo ante esas palabras y con toda la dignidad posible llevo a su alumna a la enfermería, dejando a los otros dos profesores con los alumnos.

 

—Estoy orgulloso por lo que hicieron, pocos alumnos de primer año pueden salir invictos en un enfrentamiento con un troll de las montañas, así que premio a Slytherin con 50 puntos por su asaña. El profesor Dumbledore estara informado de esto. — los menores sonrieron gustosos mientras sentian como los reconfortaba el hombre al colocar sus manos en sus hombros —Quirrell, en lo que acompaño a los niños a la sala común, haste cargo del troll.

 

Sin esperar respuesta Snape comenzo a caminar junto a sus dos estudiantes, apenas cruzaron la sala común fueron recibidos por los abrazos de sus amigos y la cara de alivio de los demás estudiantes al ver que sus ovejas perdidas regresaban a casa en una pieza.

 

—Atención— llamo Severus a sus alumnos, quienes de inmediato guardaron silencio y lo voltearon a ver — Gracias a que somos un frente unido, hoy Slytherin se puede vanagloriar de que es la mejor casa de todas, festejemos nuestra victoria— con un movimiento de mano, las mesas de la sala común se llenaron de alimentos —Pero antes de los alimentos entonemos nuestro himno— les indico, despues de todo esa era su forma de festejar. En lo al  mismo tiempo las notas y partitura se dibujaban entre ellos, lo que dio inicio a que todos cantaran con gozo y alegría el himno.

 

A la mañana siguiente los contadores de puntos mostraban con orgullo los cincuenta puntos que había logrado Harry por detener el troll y la deshonra de Gryffindor al perder la misma cantidad de puntos por su falta de lealtad hacia Granger. Lo que hizo que los ánimos por el partido de quidditch que estaba por comenzar se encendieran.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

*Es una jugada dentro del tablero de ajedrez donde un peón llega hasta la última línea del tablero enemigo y el peón puede transformándose en cualquier pieza que desee, excepto el rey.

Espero que sea de su agrado y nos seguimos leyendo


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