Capítulo VI. Sobresaltos en el juego de quidditch
La aparición del troll en Hogwarts trajo diferentes cosas: una noche de brujas llena de terror, una alumna de primero noqueada por el mazo de este y su mayor contribución, que la diferencia de puntos entre las cuatro casas se dispararan; generalmente entre ellos existía una discrepancia desde 5 hasta 30 puntos a lo máximo, por lo que cada juego de quidditch era vital, ya que ahí era donde una casa se despegaba de otra. Pero en este caso era diferente, aún no se había jugado ni siquiera el primer partido de la temporada cuando la diferencia entre la primera casa y la última casa era de más de 100 puntos, siendo que Slytherin estaba a la cabeza con 284 puntos, seguida de Ravenclaw con 227 y Hufflepuff con 219, siendo el último lugar Gryffindor con 173.
Esa era la razón por la que el ánimo de los alumnos se estuviera calentando en el gran comedor antes del juego, sin duda una gran presión para cada jugador que se disputaría ese día. Esa era la principal razón por la que Draco Malfoy no podía pasar alimentos.
—No tienes nada de qué preocuparte— le susurro Harry al oído, lo que sin duda atrajo la atención del rubio—Eres el mejor cazador del equipo— le reconocío besando su mano y luego con la seguridad de alguien que ha vivido muchos años le dijo —Estoy seguro que ganaremos por tus anotaciones.
Esas simples palabras reforzaron la confianza del ojiplata, que con una sonrisa de autosuficiencia le respondio —Soy un Malfoy, soy la perfección en persona y es obvio que ganaremos gracias a mi.
Harry sonrio divertido al escucharle decir eso —Cierto, ahora don perfecto come por que si te desmayas no te voy a rescatar— le dijo en un tono burlón.
Como respuesta a sus palabras solo optuvo los ojos medio cerrados del rubio en un gesto de supuesto enojo para sin más comenzar a comer y disfrutar de sus alimentos, ya más seguro de que todo saldría bien; este hecho dejo asombrados al resto de los miembros del Olimpo, ya que no creían lo que veían, agradeciendo en silencio que el joven Potter fuera capaz de domesticar y supiera que hacer cuando los estados de ánimo de Draco estaban a flor de piel.
Terminado el desayuno los jugadores de Slytherin se dirigieron a los vestidores de su casa, donde Marcus Flint se encargo de diriguirles un discurso motivador para destrozar a sus enemigos, además les recordo algunas tácticas que les serian utiles así como los nombres de los jugadores que deberian de tener marca personal de los golpeadores, esto con el fin de asegurar la victoria.
Cuando el sol se posaba en lo alto, los vitoreos de los alumnos de Hogwarts se hicieron escuchar lo que fue el indicador que el juego estaba por comenzar, así que ambas escuadras se dirigieron al campo de juego donde la profesora Hooch ya los estaba esperando con su uniforme de árbitro y escoba en mano.
—Quiero un juego limpo y sin problemas, montad vuestras escobas y…— el sonido de un silbato se escucho entre los presentes —¡A jugar!
Al sonido del silbato quince personas se elevaron en sus respectivas escobas y la voz del comentorista se adueño del estadio —Y la quaffle esta en el aire la atrapa de inmediato Angelica Johnson jugadora de Gryffindor… la cual por cierto es una excelente cazadora además de una mujer muy bella…
—¡Jordan! — se escucho la reprención de la profesora McGonagall.
La risa nerviosa del comentarista retumbo en el campo —Angelica Johnson realiza un pase hacia Alicia Spinnet, el gran descubrimiento de Oliver Wood, ya que el año pasado se encontraba calentando las bancas con las reservas… nuevamente la señorita Johnson con la quaffle… pero oh, no Slytherin a cogido la pelota, fue recuperada por el capitan Marcus Flint, quien vuela como un águila, esta a punto de tirar, pero es interceptado el tiro por una excelente jugada del capitan Wood, por lo que este enfrentamiento de capitanes se lo llevo Oliver Wood y gracias a eso nuevamente la quaffle en manos de gryffindor, ahora de las de la cazadora Katie Bell, quien esta siendo rodeada por Marcus Flint y Draco Malfoy, quien por cierto junto a Harry Potter son los jugadores más jóvenes que han volado este campo desde hace cien años… ah volviendo al juego, la quaffle en poder de Slytherin gracias a Adrian Pucey, quien rápidamente se dirige a los postes de gol, pero fue bloqueado su paso por la bludger que envió Fred o George Weasley, no distingo cual de los dos desde aquí… Sin duda una bonita jugada de parte del golpeador de Gryffindor, Johnson otra vez en posesión de la quaffle y allá va, esquiva una blugder esta cerca de los postes de gol… vamos Agelica tira… pero oh, maldición, el guardian Bletchley se lanza con presición y atrapa la quaffle.
—Señor Jordan, modere sus palabras y recuerde que debe ser imparcial— le recordo la jefa de su casa, que aunque no lo dijera en voz alta estaba molesta que el tiro de Angelica no entrara.
—La bludger esta pasado entre las manos de los cazadores de Slytherin en un ataque combinado, en este momento está en poderio del joven Malfoy, quien acaba de burlar con una gran jugada la defensa de Angelica Johnson y se dispone a realizar un tiro a los arcos que custodia Wood, la intorrogante es ¿hará un tiro directo o se la pasara a sus compañeros? Parece que se dispone a tirar, Oliver se lanza… pero ¿cómo hizo eso? Malfoy acaba de realizarle una increíble finta al capitán de Gryffindor logrando meter el primer tanto de este juego, por lo que ahora el marcador es 10 a 0 a favor de los hijos de Salalazar Slytherin.
Los gritos de júbilo de los alumnos de los Slytherin resonaron a lo ancho de la cancha, opacando las quejas y silbidos de inconformidad de los Gryffindor al ver que estaban perdiendo.
En lo que encima de la cancha, Harry Potter asechaba el lugar en busca de la preciada pelotita dorada, que aún no daba ni el menor rastro de su existencia, aunque como si con esos pensamientos fuera invocada un destello dorado se observo cerca del panel de los profesores, por lo que sin dudarlo Harry fue en pos de ella, ya que el moreno estaba decidido a terminar ese juego a la brevedad posible ya que no quería darle oportunidad a Quirrill de arruinar ese día. Se había preparado para ese partido con hechizos de protección pero no quería comprobar la eficacia de ellos, así que entre más rápido terminara mucho mejor.
Harry vio como la pelota se quedo suspendida unos segundos cerca del profesor Dumbledore pero apenas el ojiverde se acerco esta emprendio el vuelo cerca de una de las banderas, así que rápidamente cambio la direccion de su escoba, lo que hizo que los maestros se vieran despeinados y más de uno huyera al ver la proximidad del buscador. Cuando Harry se acerco nuevamente a donde estaba la snitch esta se dirigio como proyectil hacia la base del campo, seguida muy de cerca de Harry y el buscador de los leones, que al ver que el pasto estaba cada vez más cerca de él detuvo su vuelo, cosa que no detuvo al moreno ya que con una hábil maneobra alcanzo a zigzaguear, esquivando el choque y retomar la persecución de esa escurridiza snitch, que ahora retomaba su camino hacia el centro del campo volando en línea recta.
Al ver que la snitch volaba hacia arriba, Harry acelero en su escoba lo que le dio ventaja sobre su contricante y le permitio tomar la escurridiza pelotita a mitad del campo. Asi que a la profesora Hocch no le quedo otra que pitar el final del encuentro mientras los Slytherin vitoreaban a sus jugadores.
—Luego de una impresionante maniobra, Harry Potter acaba de atrapar la snitch, dandole la victoria a Slytherin con un marcador a favor de 180 contra 10 de gryffindor— indico el comentarista como fin del juego.
Los jugadores de Slytherin le aplaudieron complacidos a su buscador, festejando así su trabajo solo que Draco no se conformo con eso, apróximandose a su acosador predilecto para felicitarlo y presumirle la anotación que realizo, pero en eso, cuando Draco estaba a unos cuantos metros de Harry, sin que lo quiera venir, su escoba se empezo a mover de manera violenta, lo que hizo que diera un giro de 360 grados y colgara de ella.
—¡DRACO!— grito asustado el viajero del tiempo al ver como el heredero Malfoy era presa de un encantamiento, que bien sabía estaba destinado para acabar con él y que por error el rubio lo intercepto.
El grito de Draco de Harry fue acompañado por uno igual de parte de Narcisa Malfoy que con terror miraba como su pequeño se aferraba a la escoba que de la nada se había vuelto loca. Lucius y Severus trataron de detener el movimiento al igual que el viejo director, solo que al lanzar los contrahechizos al mismo tiempo hizo que la escoba se pausara de manera abrupta, siendo imposible para el menor seguir sosteniendose de ella y cayó.
El estadio se quedo mudo ante la repentina caída mientras algunos contuvieron el aliento, otros gritaron de terror sin poder contener el miedo y otros pocos ya estaban pensando que hechizo lanzar para salvar al joven; por unos segundos el estadio era un completo caos hasta que:
—Te tengo— exclamó Harry al cachar al joven en sus brazos, mostrando ahí, sus dotes con la escoba ya que a pesar del abruto choque que tuvo con el peso extra del rubio mantuvo la estabilidad de su escoba.
Cuando Draco fue atrapado por Harry Potter el alma volvió al cuerpo de más de una persona, mientras que el estadio se llenaba de aplausos, vitoreando al joven héroe.
Draco por su parte, solo cerro los ojos muerto de miedo jamás había vivido algo así por lo que al sentir el golpe de su cuerpo chocando con Harry se quedó pasmado, fue hasta escucho la voz del chico que reacciono, abriendo rápidamente sus parpados —Harry— dijo su nombre sin creer que era él en un leve susurro —¡Harry! — pronuncio nuevamente su nombre asustado, aferrandose a su cuerpo presa del miedo.
Harry afianzo sus pienas en su escoba y como pudo acomodo a Draco en esta, sin deshacer el necesitado abrazo, cuando lo sento en la escoba le acaricio la espalda lentamente así como paulatinamente su escoba comenzaba a descender de manera vertical para no desestabilizarse ni desestabilizar al rubio.
Cuando Harry toco piso ya estaba siendo rodeado por varias personas, entre ellas los padres del rubio, el jefe de su casa, el director con la profesora McGonagall así como sus compañeros de equipo.
—Draco, mi amor— le llamo Narcissa Malfoy a su hijo, al ver que este aún estaba escondido en los brazos de su salvador.
—Mamá— respondió en un murmullo el rubio al llamado de su progenitora, soltando en ese momento a su héroe —Gracias Harry— le agradecio en un balbuceo junto con un suave beso en su mejilla, antes de ir a los brazos de su madre.
Apenas llego Draco a los brazos de su madre, Narcissa Malfoy se encargo de inspeccionar minusiosamente el estado físico de su hijo acto que también realizaba su esposo aunque de forma más discreta.
—Lady Malfoy lo mejor sera que lleve al joven Draco con la enfermera para que lo revise apropiadamente— propuso el director al percibir la preocupacion de ambos padres, quienes no esperaron que lo repitieran y llevaron a su heredero a revisar junto al padrino de este, que dicho sea de paso ya había mandado a todas sus serpientes a su sala común para no hacer un espéctaculo del suseso.
Albus vio como la familia Malfoy se retiraba junto a su profesor de pociones notando, que el joven héroe aun no se bajaba de su escoba —Señor Potter— le llamó un tanto divertido al ver la cara de fascinación que tenía por el beso recibido.
Y es que aunque Harry se la vivia dandole muestras de afecto al rubio, Draco nunca lo había besado o buscado algun acercamiento con él, de hecho solo las recibía. Harry Potter era consciente de sus caricias eran bien recibidas por el heredero Malfoy por el leve sonrojo de sus mejillas y el dulce brillo de sus ojos, aunque a pesar de eso, Harry soñaba con que su amor fuera recíproco y que el menor mostrara interes en él, de ahí, que se sujetara la mejilla que le habían besado, ya que ese beso fue mágico ante sus ojos y una muestra clara que iba en buen camino para tener el amor de Draco. Quizas por esa misma razón, solo miro por inercia al viejo director sin prestarle atención realmente.
—Se que no hay mayor recompensa para un héroe que las muestras de afecto de sus amados, pero aun así, es prudente reconocer su hazaña premiando a Slytherin con 30 puntos por su gallardía— fueron estas palabras del director, que hizo que Harry saliera de su letargo y se bajara de su escoba, ya que fue consciente de las palabras burlonas del hombre.
—Ah, si, gracias director— respondio el moreno por inercia, sin darle mayor importancia a los puntos, ya que para el lo importante era que Draco estuviera bien —Si no tiene más que decirme me retiro— le dijo ya más serio ya que queria verificar como se encontraba Draco.
Albus asintio con una suave sonrisa —Adelante muchacho… ah la juventud— suspiro— Aún recuerdo lo que es estar enamorado y temer por el bienestar de alguien más.
Aunque Harry ya no escucho las remembranzas del anciano ya que estaba más apurado por llegar pronto a la enfermeria, sino fuera por que los slytherin no corren ni perden el glamur, Harry hace ya mucho tiempo que hubiera llegado a la enfermeria. Solo que el destino no jugaba a su favor y retrasaba el momento de ver al dueño de sus desvelos; ya que cuando iba a abrir la puerta de la enfermeria, esta se abrio gracias a Hermione Granger salía, quien apenas lo vio se le lanzo encima de él en un efusivo abrazo sin darle tiempo a nada — ¡Oh, Harry! Muchas gracias por salvarme— exclamó mientras lo abrazaba.
Harry se sorprendío por eso, de hecho, le hizo recordar viejos momentos, cuando sus brazos eran su único consuelo. Justo cuando la iba estrechar y aferrarla a su cuerpo la cordura se hizo patente, diciendole que esa niña no era su vieja amiga y que lo mejor para ella era guardar distancia. Un suspiro se escapo de sus labios y por esa milesimas de segundos se permitio disfrutar de ese contacto, aunque a pesar de eso, no respondio el gesto manteniendose ecuanime en sus brazos, a pesar de sentir el piquete de las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos, no hizo nada.
Fue esa falta de respuesta que hizo que Granger se separara de él —Yo… lo siento— le dijo apenada.
—Olvidalo— respondio Harry restandole importancia, negandose a mirarla ya que aún se sentía perdido en los dolorosos recuerdos.
Se alejo de ella, en busca de calma retomando su camino hacia la enfermería para ver a su dragón, pero cuando estaba al lado de la chica, aún tenia presente todo lo que ella significo en su vida pasada, asi que hizo algo por esta sin ser tan obvio.
—Los 4 acuerdos de Miguel Ruíz, es un gran libro a pesar de ser extranjero, quizas ahí encuentres las respuestas a tus preguntas— dicho esto ingreso a ver a la habitación.
Al ingresar Harry se topo con que los señores Malfoy junto al profesor Snape estaban rodeando la camilla de Draco, quien aún tenía cara de malestar por el amargo sabor de la poción que madame Pomfrey le dio, de hecho la mujer aún tenía el frasco de la poción en sus manos.
Luego del mal sabor de boca Draco abrio los ojos, solo para ver a —Harry— pronunció alegre de ver que el chico haya ido a verle a la enfermería, momento en que la enfermera dejo a la familia sola.
Fue la voz del menor lo que hizo que los adultos se percataran que había alguien más en el lugar, al sentir las miradas de estos, Harry se sintio un tanto nervioso por lo que hablo un tanto inseguro —Perdón, no quise interrumpir. Solo quiero saber ¿cómo esta Draco?
Al escuchar eso, Narcissa se acerco al recién llegado —Pasa cariño— le dijo tocando su hombro y llevando al niño junto a su hijo —De hecho, gracias a ti mi pequeño dragón esta bien.
Harry solto un suspiro que no sabia que contenia cuando escucho eso y vio que su amor era mimado por su padre, quien se encontraba sentado junto a él abrazandolo y frotandole su espalda cariñosamente —Me alegro que estes bien— le dijo a Draco, quien le respondio con una sonrisa.
—Joven Potter— le llamo Lucius, lo que hizo que Harry despegara sus ojos del ojiplata —No tengo con que pagar ni palabras para agradecerte que hayas salvado la vida de mi vástago, de hecho, —dicho esto detuvo sus caricias y se levanto dando seriedad a su discurso —La familia Malfoy tiene una deuda de vida con usted, por eso permitame ofrecerle la lealtad y apoyo incondicional de mi familia.
Este acto dejo desconsertado a Harry pero aun así agradecio el gesto —Me siento honrado con su ofrecimiento y ¿Sí me permite sincerarme con usted?— le pregunto a Lucius, el cual movio la cabeza para darle a entender al menor que prosiguiera —No hay nada que agradecer, ya que tengo un profundo aprecio por su hijo— dijo esto mirando con una sonrisa al menor de los rubios, para despues acariciar su mejilla con el dorso de la mano. Ante esto Draco inclino el rostro a la mano que le hacia mimos, muestra clara que los estaba disfrutando.
Lucius se quedo impactado con el significado de esas palabras y no es que lo hayan sorprendido, ya que sabía del apego que tenia Harry Potter con su hijo, Severus lo tenia al corriente de esto; lo que no espero es presenciar como su pequeño dragón no se mostraba indiferencia ante los coqueteos del otro y que este, fuera tan descarado y lo hiciera en su cara. Para aumentar su frustración su esposa solto una risita divertida al verlo, lo que solo le indico que ella aprobaba eso, así que para su salud mental y mantener su vida sexual activa más le valía aceptarlo. Más ahora que tenía el serio presentimiento, que si queria mantener el apellido Malfoy tenia que buscar otro heredero, por que como iban las cosas Draco ayudaría a revivir el Potter.
Sobra decir que Lucius Abraxas Malfoy se sentia por demás derrotado, lo que aumentaba su desgracia era conocer al niño que le estaba robando a su bebé y no poder hacer nada al respecto, porque su bebé quería ser robado. Su único consuelo es que ese bribonsuelo era lo suficiente aguerrido para defender y proteger a su pequeño, después de todo, lo había salvado de un calamar gigante, de un horrible troll (palabras textuales de su hijo) y ahora de caer de unos 40 metros de una escoba de carreras, si su bebé estaba en buenas manos, así que solo suspiro y se unío a la conversación que tenía su esposa con los menores.
Luego de un par de minutos cuando Lucius y Narcissa Malfoy estuvieron seguros que su pequeño ya estaba bien, se retiraron de la escuela con el único objetivo de obtener la cabeza del mago o magos que hicieron la escoba de su hijo para aniquilarlos.
Mientras que Draco y Harry se dirigieron al nido de las serpientes donde los aplausos y ovaciones se escucharon por todas las mazmorras, contagiados por los ánimos ambos niños se unieron a la fiesta, bueno, luego de un merecido baño.
Cuando la fiesta termino, Harry y Draco se fueron a su respectiva alcoba para descansar de ese emotivo día, en el momento en el que se iba a sacar su ropa Harry sintio como un suave mano se posaba en su hombro
—Dra… — empezo a hablar el moreno pero la voz de Draco hizo que sus pablabras murieran antes de tiempo.
—Yo quiero agradecerte por todas las veces que me has salvado y protegido…
Al escuchar y ver tan vulnerable al ojiplata, Harry detuvo sus palabras colocando su dedo indice en sus labios para luego estrecharlo en un abrazo y sin detener el contacto se confeso ante él —No tienes nada que agradecerme, el cuidarte y protegerte es algo que hago con gusto y ¿sabes por qué? — Draco nego con la cabeza lo que hizo reir a Harry —¿En serio no sabes por qué? — pregunto un tanto divertido ya que pensaba que sus razones eran más que obvias.
—No— le respondio con una sonrisa pícara el joven Malfoy, ansioso por escuchar la razón.
—Vaya y yo creí que mis palabras cursis, los chocolates, las flores, los miles de besos y caricas eran suficientemente claros para mostrar que me gustas, pero creo que me equivoque— le dijo con sarcasmo, pero uno divertido ya que sonreía y lo decia sin malicia —Entonces debo de ser más claro— se separo un poco del intimo abrazo pero sin deshacerlo —Me gusta, tu Draco Malfoy me gustas y mucho, por eso hago todas esas cosas. Por que tu me gustas— remarcó esas palabras, acariciando su mejilla donde segundos después deposito un beso, muy cerca de sus labios.
Draco se sonrojo por ese acto —Harry yo…
Pero fue silenciado nuevamente por el dedo de Harry en sus labios —Shh, no tienes que responder nada, se que no sabes que sientes pero yo me encargare de enamorarte y esperare paciente hasta que ese día llegue.— expreso con calma retomando sus caricias en su rostro —En este momento, lo único que tienes que hacer es dejarte querer, creeme hare todo mi esfuerzo para que esta vez si seas conciente de que me gustas y te estoy cortejando.
Al escuchar lo último solo se rió divertido, negando con la cabeza ante las insinuaciones de Harry.
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A la mañana siguiente con los ánimos renovados, el grupo del Olimpo, el cuál por cierto ya era más grande, ya que ahora eran todos los alumnos de primero de Slytherin quienes lo conformaban, ahora Tracey Davis era Ariadna, ya que era una mujer entregada, Millicent, por su parte era Penélope siendo que era la más fiel y hasta cierto punto, recatada. Daphne Greengrass, la otra chica hermosa del grupo era Helena, ya que a pesar de su edad generaba conflictos entre sus compañeros por sus atenciones. Ahora todos ellos iban a visitar al guardabosque a su casa. Bueno, de hecho, al principio solo iba a ir Harry y Draco, pero sus guardaespaldas silenciosamente les dijeron que se irian sin ellos, siendo que estos se sentian culpable por no estar con Draco cuando paso lo del troll, así que ahora no los dejarian solos ni a sol ni a sombra. Esto hizo, que todos los demás también se entusiasmaran por acompañarlos más cuando Draco les dijo que el semigigante les estaba platicando las leyendas del bosque prohibido.
—¿Estas seguro qué Hagrid no tendra problema en recibirnos? — pregunto Draco, ya que pensaba que era muy descortes de su parte llegar todos juntos sin invitación o anunciarse previamente.
—Claro que no, a él le gusta que lo visitemos— le respondio Harry sonriendo despues de todo iba tomando la mano de Draco para que este no se resvalara (según él), aunque todos sus amigos sabian que era la escusa para tomarse las manos y fortalecer el rumor que eran novios.
—Creo que será divertido— comento Blaise mientras caminaban —Se imaginan ¿Cuántas criaturas mágicas a de conocer?
—¿o cuántas cosas habra visto? — acompleto Millicent —Tal vez hasta el nacimiento de un pegaso— aventuro con un deje de entusiasmo.
El grito de emoción de las mujeres del grupo se hizo escuchar.
—Será emocionante si conoce el lugar donde los árboles cantan— expreso un tanto exeptico Theodore.
—¡Sigues con eso!— se quejo Pansy —Es solo una tonta leyenda que las madres cuentan a sus hijos.
Theodore miro con desapruebo a la chica, después de todo, la que le conto la leyenda si fue su mamá y realmente se sintio ofendido con sus palabras, ya que su mamá si creía en esa vieja leyenda.
—He calma, chicos— apaciguó las aguas Harry —Por que no mejor le preguntamos a Hagrid y que nos saque de las dudas.
Unos más renuentes que otros, pero todos aceptaron las palabras de Harry ansiosos por llegar y descifrar todos los secretos que el semigigante tenía por contar.