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Estudiantes por lululisara96

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Un horrible ruido me despertó de golpe, parecía que los vecinos de abajo estaban de reformas. ¿Quién hace eso un domingo a las 8 de la mañana? Creo que hoy será un largo día...

Intenté volver a tomar el sueño, pero me resultó imposible. Así que me levanté y fui hacia el baño.

- ¿Pe-pero esto que es? Tengo unas ojeras que parece que no ha dormido en días aigoo… - Me toqué las ojeras como si eso hiciera que fueran a desaparecer. Opté por lavarme bien la cara y ponerme un poco de corrector para disimularlas y finalmente peinarme, hoy parecía que mi pelo no estaba tan mal.

Salí silenciosamente de la habitación pensando que Sandeul aún estaba dormido pero su habitación estaba abierta y su cama vacía así que deduje que no. En la puerta de frigorífico había una nota pegada con un imán:

“Buenos días Jinyoung, supongo que a ti también te despertará pronto esa agradable reforma de los vecinos de abajo. Como agradecimiento por el kimchi y la cena de ayer, he ido a comprar el desayuno así que ni se te ocurra preparar nada. Sandeul”.

Este chico es un encanto. La mañana y la tarde pasaron rápidas, desayunamos y comimos juntos y nos dedicamos a limpiar y arreglar la casa. También salimos para mirar el metro que debíamos tomar cada uno para llegar a nuestras respectivas facultades y a comprar comida para llenar nuestra despensa y nevera vacías por el momento.

- Yaaaaah que cansado estoy, hicimos demasiadas cosas y me muero de hambre. – Sandeul se tiró en el sofá mientras se tocaba su barriguita haciendo pucheritos.

Su cara se veía adorable lo que me hizo reír ante la situación. - Pero si te comiste un helado antes de entrar al metro y a la vuelta una bolsa de gusanitos, eres todo un comilón. – Le dije bromeando y me tumbé en el otro sofá.

- Bueno mucho tardaste en darte cuenta de eso. – Carcajeó y al intentar rodar en el sofá se cayó quedando boca abajo en el suelo. – Auch, también descubrirás lo torpe que puedo llegar a ser. –Este chico siempre sonreía pasara lo que pasara, el día que no lo haga empezaré a preocuparme.

Yo solo continuaba riéndome por todo lo que estaba haciendo este adorable chico. – Ay, pasar contigo los días será mucho más divertido, ¿quieres que pidamos algo para cenar?

Pegó un brinco y se dirigió corriendo a la cocina sin ni siquiera responderme, llamó a saber dónde y en 15 minutos ya estaba la comida en casa. Cenamos mientras veíamos la televisión y nos fuimos pronto a dormir, mañana era el gran día.

Mi alarma sonó más pronto de lo que me gustaría. Los nervios no me dejaron dormir tan pronto como habría querido. Estuve bastante tiempo pensando en qué pasaría el primer día de clase, habría demasiada gente nueva, seguro que muchos se conocían y como ya dije no se me daba muy bien hacer amistades. Bueno con Sandeul fue diferente, pero dudo que todo el mundo sea como él. Realmente tenía miedo.

Al pasar frente a la puerta abierta de la habitación de Sandeul, escuché su alarma, pero este ni se inmutó. Ni siquiera se levantó a apagarla. Apagué su alarma y empecé a empujarlo para despertarlo.

- Vamos Sandeul, levanta o llegarás tarde.

- Venga mami solo 5 minutitos más. – Este solo murmuraba mientras se tapaba la cara con las sábanas.

- ¿Estás seguro? – Comencé a andar hacia la cocina. – Me comeré todo el desayuno si no llegas a tiempo. – Iba alzando la voz a medida que avanzaba para que este pudiera escucharla bien. Seguro que no se negaría a un desayuno.

- Ah espera, ya me levanto, ¡no te lo comas sin mi Jinyoung! – Vino corriendo pensando que se quedaría sin comer.

- Tranquilo tranquilo, anda ve a ducharme y mientras lo preparo, prometo no comer nada hasta que llegues. – Levanté la mano haciendo la promesa para poder convencerlo y este asintió dudoso dirigiéndose después al baño.

Preparé un poco arroz y sopa de verduras, lo que no me llevó mucho tiempo. Pero como lo veía muy poquito puse un poco de kimchi para que nos llenara más. También me encantaba cocinar.

Después de desayunar fui a ducharme y vestirme. Escogí unos pantalones negros un tanto ajustados y una camiseta de manga corta la cual me remetí por delante, me puse mis zapatillas y cogí mi mochila para finalmente dirigirme al encuentro con Sandeul. Él llevaba unos pantalones vaqueros oscuros rasgados por las rodillas y una llamativa camiseta amarilla con la cara de un pato.

Nos separamos en el metro y por fin llegué a la puerta de mi enorme universidad. Como llegué con tiempo pude buscar tranquilamente las aulas que me tocarían para las materias de hoy, por suerte todas estaban cerca. Entre en la de mi primera asignatura, solo había tres chicas, que parecía que ya habían hecho amistad, y un chico. Fui directo a la fila pegada a las ventanas y me senté en una de las bancas de en medio, delante del chico.

Poco a poco empezaron a llegar muchos más alumnos y sentí como un chico se sentaba a mi lado.

- ¡Hola! Me llamo Lee Ho Won, pero puedes llamarme Hoya. – El chico me mostró una sonrisa y me ofreció su mano para estrecharla.

- Hola, me llamo Jung Jin Young, pero si me llamas Jinyoung está bien, un placer. – Ambos sonreímos tras el saludo. Parecía alguien amable.

Las primeras clases hasta la hora del almuerzo fueron bien. Hoya y yo fuimos a la cafetería al igual que todos los alumnos para comer algo. Yo cogí un sándwich vegetal y una soda y él un bocadillo. Ambos nos fuimos fuera y nos sentamos en una zona que tenía césped ya que el interior de la cafetería estaba complemente lleno.

- ¿Has visto todas esas chicas que hay en nuestra clase? No imaginaba que habría tantas y encima la mayoría son realmente bonitas. – Yo seguía comiendo mi sándwich mientras el comentaba todas esas cosas bonitas sobre las chicas de clase. - ¿No te parece?

- Esto…sí claro, la verdad no me fijé mucho en ellas, pensaba en otras cosas. – Intenté desviar el tema con otro, pero él no parecía dejarlo pasar.

- Ah ya veo, ya tienes novia ¿verdad? – Me daba pequeños empujoncitos con el codo en el brazo.

- N…no, no tengo novia, solo que ahora mismo no tengo interés en una…- ¿Por qué se empeñaba en seguir con el tema? Era algo sobre lo que no quiero hablar, ya me dio muchos problemas en el instituto.

- Lo siento, parece que ese tema te incomoda un poco. – Hizo una pequeña reverencia para disculparse, pero lo evité.

- No, no te preocupes de verdad. – Le mostré mi sonrisa más amable, no quería que se disculpara por algo como eso, aquí el raro era yo y no él.

El resto de las clases fueron igual, sin ningún problema y con algún trabajo en grupo para conocernos entre nosotros por ser el primer día. Llegué a casa y parecía que Sandeul acababa de llegar. Él ya estaba vestido para ir a trabajar, yo me cambié en segundos y salimos de casa.

- ¿Quieres que cuando salga vaya a la librería y volvamos juntos? Me pilla de camino. – Le pregunté mientras este se arreglaba su flequillo y ponía caras raras frente al espejo del ascensor.

- ¿Pensabas dejarme volver a casa solito? ¿Y si me violan o algo? – Intentó hacer uno de sus adorables pucheritos, pero empezó con su risa, la cual acabó por contagiarme.

Todo el camino al trabajo fue una risa con Sandeul, siempre estaba bromeando. Lo dejé en la librería y fui directo a la tienda de música, hacia mi paraíso.

No entró mucha gente en la tienda esa tarde, vino una chica de pelo largo y rubio a comprar un violín, un chico a comprar cuerdas de guitarra y un niño pequeño acompañado de su madre para mirar clarinetes.

- ¿Qué estás haciendo? Se te ve muy concentrado. – Sentí una voz cerca de mi oído y me sobresalté ya que no la esperaba.

- Oh Dong Woo, ya que no viene mucha gente ahora estaba aprovechando para componer algo, pero si no puedo no importa. – Empecé a guardar las cosas, pero una mano me detuvo.

- Para nada me importa, puedes seguir haciéndolo. – Me dijo sonriente volviendo a poner mis cosas sobre la mesa. – Y por favor, llámame Cnu.

La tarde fue tranquila, por lo que pude pasarla componiendo bajo el consentimiento de Cnu. Últimamente estaba muy inspirado y no podía dejarlo pasar. Pienso que este trabajo me ayudará bastante en esto, me sentía muy relajado cuando estaba ahí.

Cuando acabé, llegué a donde trabajada Sandeul y este ya me esperaba en la puerta. Ambos no dirigimos a casa mientras nos contábamos que tal había ido el primer día de trabajo. Por suerte, todo fue bien.

El resto de la semana pasó sin ningún problema, las cosas en clase iban bien, el grupo de amigos se hizo mayor y en el trabajo se estaba tan a gusto como siempre. De hecho, Cnu me pedía que le enseñara mis composiciones y me ayudaba cuando lo necesitaba.

Por fin llegó el viernes por la noche después del trabajo. Fui de nuevo a esperar a Sandeul a la puerta de su trabajo y en el camino a casa compramos algo para comer. Desde que habíamos terminado la cena Sandeul no paraba de recibir mensajes y tener cara larga. Me preocupé, era la primera vez que lo veía así.

- Sandeul, ¿qué te pasa? No estás tan sonriente como de costumbre. – Me senté a su lado mientras pasaba un brazo por sus hombros.

- Sí…bueno, mis compañeros de clase me invitaron a salir de fiesta. Yo no acostumbro a beber fuera de casa y sin embargo quiero ir a pasar el rato. Pero me sentiría incómodo. ¿Y si no quieren volver a salir conmigo por esto? – Este agachaba la cabeza como si se sintiera culpable por no ir, no podía ver a mi sonriente compañero tan decaído.

- No te preocupes, seguro que no hay problema en eso, explícales la situación y seguro que la entienden. Yo te apoyo ¿sí? – Le mostré una amplia sonrisa para que no se preocupara y se sintiera mejor.

Rápidamente les contó lo que pasaba y ellos entendieron bien por lo que el problema quedó solucionado. Una idea se me ocurrió. - ¿Quieres beber sin salir de casa cierto? – Este asintió sin dudarlo un segundo. – Pues espera, no tardo.

Sin darle tiempo a que dijera nada cogí mi monedero y salí corriendo escaleras abajo. Sabía que a dos minutos del piso había una tienda de 24 horas que tenía soju. Compré unas cuantas botellas y volví a casa. Sandeul seguía en shock cuando llegué, como si nada hubiera pasado.

- Bien, nunca celebramos el empezar una carrera y a vivir juntos, ¿qué tal si aprovechamos y lo hacemos hoy? – Le mostré las botellas con una sonrisa un tanto jadeante por lo que había corrido.

- Jinyoung, creo que a veces piensas más de noche que de día. – Había vuelto a ser él, soltó una de sus escandalosas risas y, como siempre, empezamos ambos a reír.

Fui a la cocina a por dos vasos y empezamos la noche. A decir verdad, yo tampoco estaba acostumbrado a beber y eso se pudo comprobar porque después de solo una botella y poco de la otra ya estábamos más contentos de lo normal. Si normalmente el día con él ya era todo risas, pues estando así lo era aún más. Diría que eso estaba bien pero cuando estoy así cuento cosas que no debería o al menos no tan pronto. Pero sorprendentemente no solo fui yo el que contó algo…

- Ay Sandeul, estos días te conté muchas cosas sobre mí, pero hay una importante que no te dije. Tenía miedo de que quisieras dejar de vivir conmigo. No sé qué me pasa contigo, pero puedo ser realmente yo, sin miedo a lo que piensen de mí o me puedan recriminar. Además confió mucho en ti, aunque solo nos conozcamos de una simple semana. – Me sentía nervioso, sabía perfectamente lo que acabaría contándole, pero siento que él será una persona importante para mí.

- No voy a engañarte, yo estoy igual. Estar contigo siempre es cómodo y yo he convivido con varias personas, pero te prometo que ninguna como tú. Digas lo que digas no me iré. – Noté como me miró a los ojos buscando eso que quería decirle, su sonrisa me hizo no aguantar más. Por favor que alguien me saque una foto de su sonrisa a tamaño gigante y la ponga en el techo de mi habitación, es demasiado hermosa.

- Bueno es que…yo…yo soy gay…- Observé como la cara de Sandeul cambiaba por momento, de una radiante sonrisa se pasó a una cara totalmente seria y de repente se puso a reír tan escandalosamente como siempre. A REIR. No sabía cómo reaccionar a eso.

- Tonto…eso no hacía falta que me lo dijeras, ya lo había notado por mí mismo. – Volvió a sonreír y me daba pequeños codazos en el brazo. -  Además, yo también lo soy por lo que no voy a salir corriendo ni nada. – Y tras decir eso volvió a llenarse el vaso y a seguir bebiendo con total normalidad.

ESPERA. ¿QUÉ? ¿LO HABÍA NOTADO? ¿SANDEUL TAMBIÉN ERA GAY? Paren el mundo, me bajo aquí. No sé si era porque estaba medio borracho o qué, pero sin darme cuenta me vi agarrando los mofletes de Sandeul con las dos manos y mi rostro demasiado cerca del suyo. Sentí sus cálidas manos sobre las mías y pensaba que las quitaría de sus rechonchos mofletes, pero solo nos quedamos así, mirándonos durante unos largos segundo sin decir ni una sola palabra. Ni siquiera el ambiente se notaba tenso. Pero lo solté y rápidamente fui hacia el baño.

Aquí me enjuagué la cara con agua fría, debía asimilar lo que acababa de pasar. Sabía desde que lo vi que ese chico me atraía, solo debía recordar la cara que se me quedó cuando nos encontramos por primera vez. Pero jamás pensé que él fuera gay. Aunque bueno, al fin y al cabo, eso no era malo. Ahora podríamos vivir mejor sabiendo como es el otro. O bueno, eso esperaba. Tras unos minutos en el baño, fui de nuevo al salón junto a Sandeul.

- Jinyoung volviste, tardabas tanto que ya pensaba que te había tragado el váter. – Sus mejillas estaban totalmente sonrojadas, que deduje que sería por la cantidad de alcohol que había bebido. – Toma, te rellené el vaso de nuevo. – Me ofreció mi vaso lleno hasta arriba con una de sus matadoras sonrisas, y claro no pude negarme a beber otro, y luego otro, y otro…


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