Por un instante creyó estar alucinando, paranoico..Quizá su odio por ellos le habían hecho crear esa imagen mental, pero no..Bobby lo despertaba del trance con sus ladridos, ahí sobre su sofá, con sus pies arriba y tapando a medias su cuerpo desnudo con uno de los cojines, había un CatBoy.
Silencio fue lo que perduró entre ellos por varios minutos, el joven (Que aparentemente no llegaba a los 20) tenía unas orejas felinas parecían ser suaves, una cola muy esponjosa color chocolate..Se le hacía bastante familiar en realidad, su tez era blanca como la leche y sus ojos verdes...Tenían demasiada coincidencia. En su rostro se notaba el miedo y la timidez, predominaba la vergüenza. Spencer fue quien rompió el silencio.
"¿De donde has salido tú?." Su voz fue suave, puesto que aún no llegaba a asimilar nada, pero pronto su mal humor estuvo de vuelta, su ceño se frunció y los ladridos de Bobby no le estaban ayudando. "¡¿Quien diablos eres y como entraste aquí?!"
Exclamó con fuerza, tanta que incluso el cachorro se callo, la criatura en el sofá se cubrió como pudo con el cojín, más aterrado que antes, Spencer daba demasiado miedo antes, ahora mucho más que podía verle de frente y ambos estaban demasiado expuestos, pero al pelinegro parecía no afectarle.
"T-Tú...Me has dejado entrar..." Susurró con su voz entrecortada. Spencer miró a su alrededor.
"¿Qué?.."
Y de pronto todo se hizo más claro, el dichoso gato no estaba, ese color en sus orejas y cola..Su tono de ojos, aquella expresión de miedo y... Su repentino terror a los truenos y relámpagos. Acababan de surcar el cielo y el chico en el sofá se acurrucó lo mejor posible.
"Eres el gato." Concluyó. Él levantó la mirada y asintió.
Spencer no sabía como reaccionar a esto, pronto abandonó la sala y se fue a vestir hecho un manojo de preguntas y quería las respuestas, pero la situación era tensa, él estaba desnudo y al menos podría prestarle ropa con la intención de así más cómodo pudiera explicarle esa estúpida situación.
Volvió con una camisa puesta y sus jeans, su torso bien tonificado y sus músculos marcados ya no estaban a la vista del chico-gato. Por su parte sintió un par de prendas impactar contra su rostro, Spencer se las había arrojado así que inmediatamente se las puso y se sentó con más cortesía en el sofá.
Spencer espero un par de minutos fuera, después entró, seguido de Bobby quien amistosamente ahora se paseaba por la sala sin ladrar siquiera. El pelinegro se sentó en el sofá, mirando fijamente al intimidado intruso.
"Entonces, ¿qué diablos eres?." Directo al punto, él se tensó, pero bajando su cabeza comenzó a hablar.
"Soy un...Prototipo de Pet." Spencer alzó una ceja.
"¿Una falla?." Interrumpió, el chico le miró un poco dolido por su comentario, pero asintió.
"Si...Se puede decir que soy una falla de la compañía...Bueno sucede que mi condición actual se debe a que no me funcioné correctamente con las hormonas del gatito, ni él con las mías por lo tanto aveces sufrimos desniveles y ..Ocurre el cambio.." Su voz sonaba tranquila, pero se notaba que ni él mismo sabía bien que ocurría.
"Entonces..¿Aveces eras gato y otras humano?." Dedujo el pelinegro.
"Así es.."
"Otra pregunta. ¿Tú puedes escogerlo o ocurre de la nada?." El felino se comenzaba a sentir un poco incomodo, Spencer era más inteligente de lo que se esperaba.
"Ocurre de la nada, aveces por mis cambios de humor, o cuando me dan mis ataques de pánico.." Sus manos se movían con vergüenza, Spencer concluyó otra cosa.
"¿Cómo los truenos y relámpagos?." El otro se estaba quedando en blanco por tantos aciertos. Sólo asintió un par de veces. "¿Eres el único así?."
"Hasta ahora creo que si.."
"¿Donde te encontró Katherine?." inmediatamente las orejas del chico se pusieron en alerta, aquel nombre le sonaba muy dulce, puesto que ella había sido su salvadora.
"Bueno yo estaba...Hace unos días me habían desechado.." Escuchó una suave risa se Spencer, pero intentó ignorarla. "Y..Vagué por la calle, en eso los perros me atacaban o me perseguían entre otras personas..Estaba cansado y hambriento, tenía mu forma felina así que me metí a una caja que había en un callejón para descansar...Nunca creí que la señorita Katherine fuera a vivir cerca y se le ocurriera tirar la basura.."
"Osea fue sólo una coincidencia desagradable."
Otra vez asintió, las palabras de Spencer le hacían sentir muy mal, estaba bien que fuera un fenómeno, pero él era extremadamente cruel cuando se ponía sincero, en el transcurso de la historia Spencer no sintió remordimiento ni pena por el chico-gato. Es más le estaba desagradando, en si ya odiaba a los de su clase. Así que optó por ponerse de pie y tomar su móvil.
"Llamaré a Katherine. " El chico lo miró con temor. "Acepté tener un gato por semanas, no a una cosa rara que muta cuando caen truenos, no eres de mi agrado y probablemente Bobby te destruya, le diré que venga por ti."
"¡No!" Exclamó el chico, se puso de pie y ahora veía que era lo bastante más bajo que Spencer. " No hace falta..Yo me iré ahora.."
Spencer se lo pensó por un rato, lo miró directamente y sin filtro, examinaba su cuerpo, era delgado y ..Tenía cierta contextura y rasgos femeninos, no era para nada feo si se lo preguntaban, se veía adorable...Que diablos estaba pensando,comenzó a negar con su cabeza y finalmente bufó.
"Entones vete ya."
El felino asintió decepcionado, no se esperaba ese tipo de reacción, aparentemente le había tocado una persona más que cerrada. Spencer mencionó mientras lo llevaba a la salida que no era necesario que le devolviera la ropa. (la cual sólo era una camiseta manga larga y un jeans ya gastado) puesto que nunca lo usaba.
Afuera llovía aún con más intensidad que antes..El felino estaba temerosos, odiaba sentir el frío y fue lo primero que sacudió su cuerpo apenas salió, dio un ultimo suspiro y se giró hacía Spencer con una pequeña sonrisa en sus labios.
"Muchas gracias por todo." Sinceras y amables palabras, Spencer no dijo nada, ni se dio el tiempo de ver hacía donde se dirigía cuando entro de nuevo a su casa.
Eso había sido demasiado extraño, no se esperaba una situación así, pero ya estaba olvidado..Esperaba. Se fue hasta el sofá y se recostó en este con las piernas en el descansa brazos, Bobby poco a poco se acercó a su costado y se sentó, se una u otra manera se sentía observado, así que miró a su cachorro y al parecer la paranoía le estaba afectando porque imaginaba que Bobby lo miraba acusadoramente.
"¿Qué?." Le preguntó al perro, este claramente no hizo ni un solo gesto. "¿Crees que fui muy cruel?." El perro sólo se agachó. " Venga Bobby, a ti no te gustan los gatos, a mi tampoco. Estamos bien los dos solos y.."
Su celular comenzó a timbrar, observó el nombre del contacto y se trataba de Katherine. Bufó y sin más se dedicó a contestar.
"¿Diga?."
"¡Spency!." Chilló la otra. "Te llamo para saber del pequeño, ¿está bien?."
"Creí que me llamabas para algo más importante." Estaba a punto de colgar pero la otra lo anticipó.
"Si me cuelgas, te cuelgo yo, pero del pene." Spencer sintió un escalofrió recorrer su cuerpo, la siempre sutil y suave Kat. "¿Entonces?.."
"El gato..." ¿Qué iba a decir ahora?. "El gato está bien." Era pésimo mintiendo.
"Por favor dime que Bobby no se lo cenó.."
"Claro que no." Aún que hubiese sido buena excusa..." Está por ahí."
"¡Bien!, no lo trates mal, pronto iré por él, aliméntalo y no lo dejes salir." Uhg..." Ah y Spencer.."
"¿Ahora qué?."
"Si lo dañas te mato." Y cortó la llamada.
Su tono al final fue de asesino serial, Spencer sentía su vida correr peligro ahora, su perro seguía en la misma posición y finalmente logró bajar el móvil de su oído después de un rato.
Cerró sus ojos y se dedicó a pensar en una nueva excusa para Kat cuando fuese a recoger al minino, en ello..El sueño lo inundo por completo..
El pequeño felino caminaba por las calles, cada vez estaba más oscuro y el agua ya había superado sus tobillos, era muy peligroso para alguien como él andar por las calles sin protección alguna. Tenía frío, y estornudaba a cada instante, su nariz estaba tan roja como sus mejillas y no tenía donde resguardarse.
Se paró en un semáforo a esperar el cruce cuando pasó un bus tan rápido que lo dejó más mojado de lo que ya estaba, vio como las personas de dentro reían con burla, ,sólo se mordió el labio inferior y siguió caminando, se sacudía de vez en cuando y ya no podía más...El frió era devastador, y cuando vio el relámpago...Supo que venía el trueno.
Corrió a buscar refugió y lo encontró en un parque cercano, los toboganes de los niños estaban vacíos y ahí podría protegerse al menos, el ruido lo aturdía y desesperaba, se abrazaba a si mismo en busca de cobijo, pero le resultaba imposible.
Creyó estar alucinando cuando escuchó ladridos, lo peor sería que ahora los caninos le hubiesen encontrado..Así que más asustado se encogió en su sitio, esperando lo peor...Pero..
"Joder Bobby, donde te estas metiendo.." Aquella voz se le hizo conocida. "¡Venga Bobby es imposible que este ahí."
Se escuchó la correa del perro caer al piso y los incesantes gritos de Spencer tras de él, el felino se impaciento para salir de su escondite, pero Bobby ya se había metido dentro del tobogán y con todos esos ánimos de cachorro hizo caer a la fuerza al felino, quien a esas alturas ya estaba un poco más seco, abajo Spencer los observaba con sorpresa.
"Con que tu olfato ya es lo bastante acertado.."Decía hacía su perro, evitó cualquier contacto con el felino, pero finalmente bufó y le extendió el paraguas. "Eres un problema, ¿sabes?."
"S-Si..." Tomó el paraguas entre sus manos, con torpeza pero logró cubrirse.
"Vamos a casa."
No creía lo que escuchaba, pero cuando vio a Spencer caminar de vuelta no tardó en seguirlo, Bobby a su lado, los tres llegarían más que húmedos a casa, pero no importaba. Spencer apenas despertó de su siesta fu influenciado por los ladridos de Bobby al querer salir a 'pasear'' y su repentino odio a los truenos y relámpagos.
Se podía decir que...Estuvo un tanto preocupado.
"Te vas a quedar conmigo las semanas que le prometí a Kat." Comenzó mientras se detenía en el cruce de la calle, el minino lo escuchaba muy atento. "Después será su problema donde termines, ¿de acuerdo gato?."
"S-Si...Muchas gracias." Exclamó el otro, mentiría si dijera que no se sentía feliz por ello, a pesar de que el otro lo tratara con tanta indiferencia.
"Ahora dime cual es tú nombre, será incomodo gritarte 'gato' cada vez que quiera algo de ti." El semáforo ya estaba en verde, así que ambos cruzaron, Bobby delante dirigiendo la marcha.
"Bueno yo..Siempre fui una experimento, por lo tanto se referían a mi como un numero yo no..Tengo nombre." Spencer se le quedó viendo con sorpresa, ¿tan miserable podría ser la vida de este chico?.
"Bien pues..." Pensó un par de minutos, ya estaban cerca de casa, cada vez más cerca. "Te llamarás Travis."
"¿Travis?." Preguntó el otro con sorpresa, era la primera vez que alguien le daba un nombre y él viniendo al mundo con el objetivo de ser una mascota (cosa que no consiguió) se sentía dichoso. "Me gusta."
"Más te vale, Travis."
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