—NamJoon, amor…buenos días. —Las mañanas de Jin siempre eran muy agradables, siempre que despertaba veía la gran sonrisa de su pareja y recibía caricias suaves en sus desordenados cabellos.
¿Por qué te gusto tanto?
Después de tomar desayuno y lavar los trastos sucios, cada fin de semana de ocio, el mayor de ambos se encargaba de mimar y consentir a su chico, diciéndole cuánto lo amaba, hablar de sus expectativas para el futuro, algunos días hablar de los posibles hijos que podrían tener ya que Jin había hecho los papeles de adopción.
NamJoon sólo le sonreía y besaba en el rostro, asintiendo a todo lo que su rubio novio le decía y pedía.
—…Y podríamos mudarnos de este departamento, comprar una casa, ¡Incluso tener un perro! Estoy seguro que a los niños les encantaría un pequeño animalito para jugar, aunque los gatos tampoco me desagradan. —Seguía hablando el rubio animadamente mientras la televisión seguía encendida a altas horas de la noche, la programación ya había acabado pero ninguno de los dos quería ir a dormir aún.
¿Por qué me elegiste a mí?
Ambos chicos se encontraban caminando por la calle, observando vitrinas y demás decorados del nuevo centro comercial, se veían felices, animados y sobre todo, enamorados.
—¡Jin hyung! —Una voz se escuchó a lo lejos y ambos se giraron a ver a uno de los grandes amigos de NamJoon, HoSeok. — Hace mucho tiempo que no nos vemos, ¿Cómo has estado?
—Muy bien, hoy desperté de buenas y bueno, tenía curiosidad por este nuevo centro comercial, se ve entretenido, sobre todo por las nuevas tiendas que hay. —HoSeok sonrió más animado al escucharle y ambos se fueron hablando por un buen rato, mientras NamJoon sólo sonreía y acariciaba los hombros de su novio suavemente, asintiendo de vez en cuando a lo que ambos decían.
—Hyung tengo que irme, TaeHyung me está esperando en casa. Es agradable verte sonreír de nuevo…—HoSeok mordió su labial inferior con fuerza cuando abrazó a su mayor, y se quedaron un par de segundos así hasta que el castaño susurró un “adiós” muy tenue y salió corriendo.
—¿Sonreír de nuevo…? —Jin se encogió de hombros, a veces su amigo era extraño pero lo quería tal y como era. — ¿Por qué crees que haya dicho eso, amor?
NamJoon volvió a sonreír y se encogió de hombros, guiándole esta vez hacia la salida del centro comercial, ya era hora de volver a casa y no quería que algo malo le pasar a su Jin por estar tan tarde en la noche caminando en la calle.
¿Por qué me amas?
—Hey hyung, haremos una reunión con todos, como en los viejos tiempos, ¿Irás, verdad? —JiMin, el novio del primo de Jin era una verdadera ternura, así que rápidamente aceptó la invitación. Hace un par de meses que los siete no volvían a estar juntos.
Cuando Jin llegó a la casa luego de que su jornada en la escuela de canto terminara y NamJoon lo recibió con un sonoro beso en los labios y un abrazo apretado, de esos que te hacen volver a la vida luego de un largo día.
—No te emociones, mañana tengo trabajo. —Ambos rieron y se fueron a cenar algo ligero antes de ir a dormir. — Por cierto, JiMin nos invitó a una reunión, hace mucho que no nos juntamos todos. Ya ni recuerdo porqué dejamos de hacerlo, siempre fuimos tan unidos…
Si de verdad me amabas…
—¡Y Tae se cayó sólo por estar mirándole el trasero a HoSeok! —Se burló JunKook y todos estallaron en carcajadas ante las anécdotas de los hermanos Kim, JunKook y TaeHyun, y la única víctima era HoSeok.
—Chicos, debemos juntarnos mas seguido, hace mucho que no lo hacíamos. —Todos quedaron de acuerdo por la petición del mayor del grupo y rieron alegremente. — Realmente los hemos extrañado.
—¿Hemos? —Preguntó YoonGi mientras abrazaba a su novio cariñosamente.
—NamJoon estaba muy emocionado por venir.
Luego de esa frase la habitación quedó en silencio, uno muy incómodo y denso. HoSeok desvió la mirada y TaeHyun le abrazó por los hombros, JiMin soltó un suspiro y tomó la mano de su chico fuertemente. JunKook sólo bajó la mirada y trató de sonreír luego.
—Estamos seguros que…si quería venir, y todos sabemos que está aquí con nosotros de alguna u otra forma, hyung. —Las palabras de JunKook descolocaron al rubio y por un momento sintió una tremenda opresión en el pecho.
…Si de verdad me amabas…
—Todos nos preocupamos por ti desde el accidente, hace mucho que no te juntabas con nosotros y constantemente llorabas. Sabemos que entre todos fuiste el más afectado, pero…creo que es hora de que lo dejes ir. —Esta vez habló HoSeok, con la voz ronca, reteniendo el llanto.
—¿Eso qué…quiere decir? ¿De qué están hablando? —Todos tragaron fuertemente y fue YoonGi quien se levantó y tomó por los hombros al rubio mayor.
—Jin…NamJoon está muerto, déjalo descansar, déjalo ser libre.
…Si de verdad me amabas, me hubieses llevado contigo.
Jin lloró desconsoladamente ese día, todos se quedaron junto a su rubio mayor y “madre” del grupo, algunos sabían del shock post-traumático luego de aquel robo, el día donde NamJoon protegió la vida de Jin, perdiendo la suya en el acto.
Una sola bala fue lo que bastó para destruir seis corazones y dejar el alma de Jin en soledad.
¿Sabes? Si de verdad me amabas…sé que lo hubieses hecho mil veces si era necesario, porque yo también hubiese hecho lo mismo por ti.
Por esto mismo, te dejo ser libre, NamJoon. Gracias por amarme.