Cuando se subió al auto y empezó a conducir aun no sabía a donde quería llegar, o si quería llegar a algún lado, lo único que pasaba por su mente era el alejarse de Steve lo más rápido posible, porque está muy seguro de que si no lo hacía rápido simplemente no lo haría nunca, aun amada demasiado a ese sujeto y cualquier palabra que le fuera dicho cualquier estúpida escusa sin sentido para el fuera sido más que suficiente pero, ¿él se merecía eso? una excusa sin sentido y una vida de engaños, la respuesta era fácil y por eso se había marchado, no lo merecía, el había dado todo y más, no merecía menos que eso.
Después de evaluar sus opciones se dio cuenta que lo más sensato que podía hacer era quedarse con su abuela María mientras tenía él bebe, él no sabía nada referente al asunto y temía hacer una idiotez que le constara la vida de su hijo y de paso la de él. La idea no le agradaba del todo porque, aunque la mujer era con quien había pasado la mayoría de su vida, y la amaba, ella aun no había que él tenía una pareja masculina, rogaba al cielo para que no se lo tomara mal, parqueo su auto frente a la vieja y hogareña casa de campo, bajo de él para después tocar con timidez la puerta, minutos después una mujer de edad avanzada y cabellos blancos abrió.
-Tony… --- dice María mientras sonríe ancho y sincero --- mi niño que alegría verte --- al instante la mujer abraza con efusividad al moreno, el cual le corresponde sin pensarlo encorvándose un poco para quedar a su altura. entierra su rostro en el cuello de la mujer y aspirando su aroma tan familiar, café y cigarrillo, antes ese olor no le fuera gustado, pero ahora le resultaba exquisitamente familiar y nostálgico.
-María, perdóname por no a ver venido antes --- dice Tony y abraza con más fuerza el pequeño cuerpo entre sus brazos, hasta ese momento no se había dado cuanta cuanto la había extrañado.
-Tony, cariño que te pasa --- dice María al sentir una repentina humedad en su hombro.
-perdonadme, por, por no haber venido --- vuelve a decir Tony entre sollozos, no sabe por dónde esperar a decirle a María todo lo que le estaba pasando.
-hay cariño no te preocupes por eso, ven entremos y me dices que es lo que está sucediendo --- Tony un poco más relajado se aleja lentamente de la mujer y comienza a caminar con en ella al interior de la casa, no había cambia en nada desde que él se había ido --- ¿me dirás lo que sucede? --- dice María mientras sonríe y toma una de las manos de Tony entre las suyas para acariciarla, una vez están sentados ambos en un sofá, Tony mira su mano entre las de la mujer y sonríe María siempre lo consolaba de esa manera, lleno su pecho con valor y asentó con la cabeza.
-tenía una pareja, Abu… --- María sonríe al escuchar que Tony la llama de esa manera hace mucho que no lo hacía --- vivíamos juntos, pero… hace unos meses me di cuenta que me engañaba con alguien.
-Tony cuanto lo siento --- Tony pasa saliva y respira profundo es hora de decir toda la verdad así que reúne todo el valor que le queda en el cuerpo.
- yo… estoy, estoy esperando un hijo de él --- María abre sus ojos con sorpresa, no se imaginaba que su nieto fuera de esos extraños casos que poco a poco se iban escuchando hacia unos meses atrás. Para ese momento Tony ya había vuelto a romper en llanto y solo esperaba que María digiera algo.
-durante los años que viviste conmigo --- dice María con calma y despacio --- siempre espere a que me lo digieras, pero nunca lo hiciste, eso me hacía preguntarme si acaso te había dado motivo para no confiar en mí y me dijeras que eras gay.
-no, no, no Abu, claro que confió en ti, yo solo tenía miedo… ¿ya lo sabias? --- María asiente con la cabeza --- ¿acaso es muy evidente?... ¿estas enojadas?
-no y no, estoy un poco triste porque nunca quise que pasaras por algo así, pero me alegra que hayas venido a mí, bueno y también me sorprende que fueras el que muerde la almohada --- la mujer sonríe y abraza de nuevo a Tony por un corto tiempo para poder seguir hablando. Tony ríe un poco por el comentario de su abuela.
-yo tampoco creí serlo
-ósea que “tu compañero de piso” resulto ser no solo tu compañero--- Tony baja la cabeza, apenado por haberle mentido a María y asiente.
-sí, fue él, aun es él y creo que siempre será él la persona que amo.
-tenemos que hacer algo con esas lagrimas Tony no son buenas para la criatura --- Tony asiente con la cabeza y respira profundo para relajarse --- cuantos meses tienes.
-tres y medio --- la cabeza de María aun daba vueltas “ahora los hombres se embarazan, a Dios mío que tiempos los que vivimos”
- ¿quieres contarme como paso todo?
-supongo que como a todos les ha pasado, él se puso encima de mí y después me metió su…
- ¡Tony! --- María para el discurso de su nieto y siente como los colores le suben a la cara mientras niega con la cabeza era verdad que a pesar de su edad era una mujer de mente abierta, pero no quiera escuchar como su nieto era tomado por otro hombre --- tu definitivamente no cambias, sabes que no me refiero a eso --- Tony ríe débilmente y seca sus mejillas con el dorso de su mano.
-lo conocí en el trabajo, estaba exponiendo unos de mis cuadros cuando el llego y se mostró interesado, me acerque y le pregunte qué era lo que le llamaba la atención y comenzamos a hablar con facilidad como si nos conociéramos de años, fue bastante extraño, nunca me había sentido tan cómodo hablando con un total desconocido, después él me dijo que saliéramos a tomar un café y bueno lo demás ya te lo imaginas… con el tiempo lo deje meterse bajo mi piel, me deje amarlo como no sabía que era capaz de hacerlo, yo en verdad, pensé que me amaba, él me hizo creer que lo hacía.
-es un idiota por lo valorarte y no pienses lo contrario.
-creo que el idiota soy yo, estoy seguro de que, si Steve atraviesa esa puerta diciéndome que vuelva con él, que no todo se ha terminado, caería de a sus pies, rendido… soy muy débil con él Abu, y él lo sabe, deje que llegara muy adentro en mí y ahora no sé cómo sacármelo.
-para eso estoy yo, yo te ayudare… que te parece si vamos a acomodar sus cosas en tu vieja habitación, esta tal cual como cuando te fuiste, quería que si algún día volvías te sintieras en casa.
-mi casa, mi hogar, mi familia… eres tu --- dice Tony mientras besa la frente de la mujer, se pone de pie junto con María y se dirigen a su habitación que quedaba en el segundo piso --- no traje muchas cosas de todas maneras.
-bienvenido --- dice la mujer mientras sube las escaleras junto con Tony.
-nunca debí haberme ido --- Tony pasa su brazo por los hombros de la mujer, la aprieta a su cuerpo mientras besa su cabello y inhala el olor del shampoo de María, tantos años y aún usaba el mismo, ese aroma le recordó su infancia, el tiempo en que jugar en el lodo era su prioridad, hacia tanto ya que no se sentía así tranquilo, seguro, amado, en casa.
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Steve no sabía cuántas horas lleva intentando que Tony tomara el puto teléfono la cosa era que había fracasado vilmente cada vez. Trato de tranquilizarse respirando profundo, pero esto no resultaba, en realidad nada resultaba, nunca pensó que se sentiría así por la partida del moreno y más cuando el mismo había pensado en abandonarlo más adelante, quizás lo único que le dolía era su ego, el haber sido descubierto por algún tipo de descuido y abandonado antes de que él lo hiciera… mierda a quien intentaba engañar le dolía en el alma la partida de Tony porque aun lo quería, no como antes, no con ese mismo fuego, pero lo quería y le era jodidamente difícil mirar su lado de la cama vacío y frio, sin mencionar que se sentía como el rey de la mierda por no haber pensado en el daño que le estaba siendo a Tony con sus engaños y mentiras, había destrozado a una persona que lo único que hizo desde que lo conoció fue amarlo, en que momento todo se le salió de las manos, en que momento, sus ojos empezaron a seguir a Peggy cuando nunca en su vida una mujer lo había cautivado, en que maldito momento se permitió meterse entre sus piernas… en que maldito momento se permitió quererla. El sonido del timbre de su puerta lo saco de sus pensamientos.
- ¿Tony? --- dice Steve mientras corre para abrir la puerta.
-lo siento sé que no debo estar aquí, pero no contestabas mis llamadas y me preocupe --- dice Peggy cuando Steve abre la puerta, Steve suelta el aire que ha estado conteniendo y se hace a un lado para que la mujer entre --- ¿él no está?
-no… --- dice el rubio y comienza a caminar hacia uno de sus sofás para sentarse en uno de ellos con pesadez.
- ¿estás bien? --- pregunta la castaña.
-no lo sé Peggy… --- el rubio medita en si debe contarle a Peggy todo lo que está pasando o no--- Tony se fue, y todo ha estado muy raro --- una sonrisa fugaz cruza el rostro de Margaret.
-no quiero se cruel, pero… ¿no es mejor así? Con él lejos tenemos toda la libertad que hemos querido.
-no Peggy, no está bien, tengo que encontrarlo, yo, tengo que hablar con él… Dios tengo que volverlo a verlo, tengo que… --- “preguntarle si en verdad ese niño es mío” Steve sentía que toda su existencia le pesaba, ni siquiera sabía que le diría Tony si lo volvía a ver ¿Qué todo eso estaba en su imaginación? ¿le mentiría otra vez? --- no es un buen momento Peggy, por favor déjame solo, tengo que pensar.
- cuando arregles las cosas con él me llamas --- dice Peggy y sale al instante del departamentito para dejar bien claro su desacuerdo. Steve por su lado se acuesta bocarriba en el sofá sin prestarle mucha importancia a la pequeña discusión que acaba de tener con la castaña, recordó que con Tony nunca había tenido una pelea y que siempre lo recibía con una sonrisa y no con reclamos y ceños fruncidos como en ocasiones lo hacia ella, sacudió su cabeza, ya no tenia caso pensar en eso. estiro su mano, cogió el teléfono que está en la mesa frente a él y marco rápidamente un número.
-Steve… --- dice el hombre al otro lado de la línea y ríe un poco sin gracia --- ¿a que debo tu sorpresiva llamada?
-necesito encontrar a alguien, rápido --- dice el rubio con evidente cansancio.
-sabes estoy muy ocupado en estos momentos, sin mencionar que no me interesa mucho hacerte un favor después de que desapareciste por años.
-me debes un favor Nick, o ¿no recuerdas? así que no me vengas con estupideces.
-… está bien, pero después de esto no te deberé nada.
-necesito que uses tus recursos y encuentres a Tony --- una carcajada se escucha al otro lado de la línea.
- ¿se escapó tu princesa?
-solo hazlo
-no me hables así Rogers…te llamare cuanto tenga la información, hasta entonces --- dicho eso el sujeto colgó. Steve dejo que el teléfono se resbala despreocupadamente de sus manos, el sonido que este hizo al tocar el suelo lo extraño, frunció el ceño y miro hacia donde se supone había caído el teléfono, lo que vio le envió una punzada de dolor y culpa al pecho.
El teléfono había caído sobre las llaves de Tony, su mano tembló un poco cuando la estiro y las recogió, miro con detalle el llavero de estas y recordó el momento en que se lo había regalado a Tony mientras lo invitaba a vivir con él, la sonrisa que el moreno le brindo es ese momento fue tan sincera y emocionada que aún estaba marcada a fuego en su memoria. Sonrió inconscientemente, Cerro sus ojos con fuerza y volvió a acostarse en el sofá, ese lugar se sentía terriblemente solo y frio.
Minutos después su teléfono sonó, eso lo hizo sobresaltarse un poco.
-hola
-está en la casa de su abuela, no fue difícil de saberlo, es la única pariente viva que tiene.
-dame la dirección.