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BORDERZ por la-recagaste-jose

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Notas del capitulo:

Avisar que tenía mucho sueño mientras escribía (siempre tengo sueño)

"Está bien si tu corazón late más rápido, si mariposas vuelan en tu estómago, también cuando un dolor estruja tu pecho y sientes lágrimas salir, pues esas son las maneras mas infalibles de darte cuenta que estás vivo"

El día pasó con calma después de la plática que había llevado con Erwin en la mañana, después de la explicación dada por el rubio se tranquilizó y realmente, al terminar de escuchar su breve historia y posterior disculpa pasó a ser indiferente, finalmente, iría a conocer al mocoso de Erwin, no porque tuviera muchas ansías, no porque quería molestarlo —tal vez sí era por eso—, más bien era para no estar solo en casa un viernes por la noche, lo que realmente no le molestaba, pero su ocio era gigante, no tenía pasatiempos, ni pesca, ni ver series, ni películas, ni ir al cine, tampoco alguna pareja estable con la que podría pasar los fines de semana, en su tiempo libre, lo que hacía era leer y hacer ejercicio. Leía porque lo llevaba fuera de su realidad, de su rutina que lo ahogaba diariamente, siempre se sumergía en un libro acompañado de un café cargado o un té y un cigarro, era relajante, y hacía ejercicio para soltar el estrés y los nervios, algo que ya era conocido por todos sus compañeros de trabajo era que tenía poca paciencia, lo que terminaba siempre en ira, le ayudaba a liberar el enojo y así no terminar en una pelea de puños como pasaba cuando era más joven, en el colegio y la universidad, cuando aún no descubría que hacer ejercicio era la mejor manera de descargar la frustración. Pero, esa noche, no quería leer ni estar en soledad, quería embriagarse, quería escapar de su realidad como en los libros pero con un efecto más entretenido. Esbozó una sonrisa de lado al recordar cómo Erwin cedía a todo lo que el siempre pedía o de una manera más práctica de decir, ordenaba.

— No es eso, Levi, no es que no quiera que lo conozcas. — contestó Erwin dándose masajes en la cien con una mano después de que Levi llegó a su oficina reclamando que no lo había invitado y que le había mentido a la Hanji.

—¿Entonces que es, cejas?— preguntó, inclinándose hacia atrás en el asiento de cuero que se encontraba frontal al escritorio del rubio.

Erwin suspiró y escogió bien sus palabras —Porque lo vas a asustar. —había dicho, Levi se aguantó una risa y continuó —Qué mierda Erwin, no soy un monstruo. 
Erwin rió suavemente y lo miró entretenido —No eres un monstruo, lamento si te ofendí, pero debes de admitir que sí, intimidas a la gente y no quiero se sienta incómodo, por eso invité solamente a Hanji hoy, pero tengo la intención de presentártelo después, de que salgamos los cuatro otro día. — explicó de manera pasiva.

—Si tu mocoso es tan susceptible a sentirse intimidado, deberías cuidarlo de esa maldita loca, lo podría violar cuando vayas al baño.

Ambos rieron, Levi tenía un punto y también sabía que su amigo lo tenia, a veces podía asustar a las personas o simplemente intimidarlas, lo que se veía expresado en cómo se comportaban con él después. Erwin ya sabía lo emocionada que estaba su amiga y para ser honesto, la broma no le pareció muy alejada de la realidad.

—Entonces, qué dices ¿Nos juntamos otro día?

—No— contestó cortante —Envíame la dirección del lugar que haya escogido la cuatro ojos. Erwin respiró hondo ya rendido, no quería insistir a Levi y tampoco quería llevarle la contraria, no estaba de humor para eso.

— Bien, yo te aviso.

—Eso espero cejas.

Y así cerraron su conversación, no volvieron a hablar durante el resto del día, nada más aparte de el mensaje que le había llegado a Levi donde indicaba la dirección del lugar y en ese minuto que iba en camino al pub, uno que avisaba que ya habían llegado y que lo estaban esperando.

Se estacionó en el estacionamiento privado del local, tenía fachada moderna y elegante, con Karaoke, una barra y muchas luces brillantes que iluminaba, la pista de baile, la gente en las afueras se aglomeraba para poder entrar a los clubes nocturnos de aquella parte bohemia del centro, comenzó a sonar un pitido que indicaba la llegada de un nuevo mensaje, Levi sacó su celular del bolsillo de su saco y vio la pantalla bloqueada, era un mensaje de Hanji, pero decidió ignorarlo y volvió a guardar el celular en su saco pero aquel timbre se hizo repetitivo, mensaje tras mensaje, el azabache chasqueó la lengua con molestia y se detuvo antes de llegar a la zona de las mesas.

Hanji Zoe: Dios
enviado a las 9:45

Hanji Zoe: DIOS 
enviado a las 9:45

Hanji Zoe: TIENES QUE VERLO, ME LO PODRÍA COMER. 
enviado a las 9:46

Hanji Zoe: Tiene los ojos más hermosos de la tierra y su piel es súper suave, sus cachetes son tan estirables, debes tocar su piel. 
enviado a las 9:47

Hanji Zoe: es un precioso y tostado rollito de canela, de esos que no te dejan satisfecha y tienes que comer más, literal, Levi, debes verlo. LLEGA RÁPIDO. 
enviado a las 9:48

>>Maldita estúpida<< pensó, siguió caminando y divisó a sus dos amigos sentados solos, en una de las mesas de la esquina, donde se podía conversar mejor sin que la música molestara mucho, habían dos asientos vacíos. Hanji sonrió al verlo y saludó efusiva, Erwin asintió y le invitó a sentarse al lado de la silla vacía que se encontraba a su lado.

— Debes parar de enviarme tanta mierda cuatro ojos. — dijo mientras se sentaba, ella le ignoró y se dirigió a Erwin, que se encontraba nervioso pero intentaba no demostrarlo, sin embargo, por la forma en la que sus hombros se tensaban y se aflojaba la corbata se delataba.

— Te tienes que casar con el, yo seré la madrina y cuidaré a sus hijos ¡Ah! Y también...— Erwin casi se ahogó con su bebida por el comentario.

—Ni si quiera lo conozco, probablemente llevas hablando con el menos de 15 minutos y tienes la boda planeada, tonta. — comentó Levi para dar un trago al escocés en las rocas que se encontraba ya servido, sus amigos lo conocían bien, un hombre que no cambiaba mucho sus gustos así que ya sabían que pedirle cuando llegaba atrasado al bar. Hanji hizo un puchero e infló los mofletes, Levi continuó — ¿Y dónde está?

Erwin estiro el cuello mirando en dirección al baño de hombres. — Fue recién al baño, no se debe de demorar.

Levi asintió y bajó la vista hacia su celular, había recibido un mensaje, y si era Hanji de nuevo enviándole emoticones mientras estaba sentada justo frente a él, estiraría su mano y le tiraría un mechón de cabello, pero no era de ella esta vez.

Mikasa: Hoy saldré, llegaré al rededor de las 2 AM en taxi. Nos vemos luego.
enviado a las 10:00

Niña tonta, murmuró, qué se creía al salir sin pedir permiso, acaso se creerá mayor de edad para salir sin preguntarle. Lo pensó "mayor de edad", la muchacha ya era efectivamente mayor de edad, prácticamente podía estar en un pub de la misma calle que él y no habría problema, pero, de todas maneras, su departamento, sus reglas, y entre ellas está avisar con anticipación que va a salir, se imaginaba a su madre regañándolo porque desconocía el paradero de su prima y se castigó a sí mismo al pensar de nuevo en su madre, ya era un adulto hecho y derecho y sin embargo aún recibía regaños de su madre, que el a estas alturas al darse cuenta de que era una mujer incorregible decidió ignorar, nadie podía lidiar con su madre, ni si quiera su padre que quién sabe si estaba muerto o vivo en algún lugar lejano evitando el ser una figura paterna decente, ni su tío, Kenny Ackerman, padre de Mikasa, hermano de Kuchel, lo odiaba, odiaba a ese hombre, todo de él le molestaba y se compadecía de Mikasa pues ella tenía que soportarlo, porque a diferencia de su padre, Kenny sí había estado parcialmente presente en la crianza de la chica, pues el trabajo y los viajes alejados del hogar no daban para más.

—Levi, te presento a Eren— Erwin se dirigió a Levi, que rápidamente se despabiló y elevó la mirada, volviendo inmediatamente a un estado distraído al encontrarse con aquellos grandes ojos de un color verde Aqua que lo miraban con un brillo especial, en un segundo, se había parado para saludarlo sin dejar de mirar las orbes del muchacho.

—Levi, un gusto— dijo rápido el azabache y casi mecánico, estirando la mano para saludar, el contrario la estrechó educadamente, y el azabache vio sus manos, eran dedos largos, manos delicadas, más que las de Mikasa, pensó, como de una mujer, una piel morena, levemente bronceada que podía jurar que brillaba, estaba cálida, volvió su vista su rostro, sus pestañas se movían coquetas de arriba hacia abajo en cada pestañeo, eran largas y curvas, con unas cejas tupidas y bien delineadas, una nariz respingada y delgada, e inconscientemente su mirada viajó a los labios del menor, unos labios carnosos y pequeños, rosáceos e hidratados.

—El gusto es mío, señor Levi— escuchó su voz y eso fue su perdición, era armoniosa y suave, tenía un deje educado y le pareció de un niño, inocente y frágil. Se mantuvieron así por unos largos segundos en los que Levi se trasladaba en cada rasgo exótico del rostro del moreno, donde lo pudo ver como era, de manera muy compleja y simple, como un ser perfecto. 
>>Hermoso<< pensó inconsciente, volviendo a ser atrapado por las orbes del menor. No escuchó la música de fondo, no sintió cuando Hanji le pateó con poca fuerza la pierna para que soltara al niño y tampoco prestó atención a la mirada incómoda de ambos amigos, que viajaban desde el castaño al azabache cuando pudo notar un leve, leve e imperceptible sonrojo de parte del castaño, pues no solamente el mayor parecía quitarle la mirada de encima, si no que Eren, estaba haciendo lo mismo que el contrario, estudiando sus rasgos —que le parecían muy familiares—, desviándose de sus alargados ojos verde oliva a su perfecta nariz, sus pómulos y como si de inercia se tratara no pudo evitar llevar su vista a los labios delgados del contrario, le pareció atractivo, era pálido pero no parecía un muerto, la mano del otro estaba fría y su voz la encontró en extremo varonil, al igual que cada uno de las facciones del adulto. Eren, así sintió el calor subir a sus mejillas, desviando la vista y separando la mano, dejando la de Levi en el aire y se dejó caer en la silla, confundido, no volvió a ver a Levo, peo si su silueta sentarse luego de él y maldijo internamente al pensar que hasta su silueta era atractiva, a simple vista se veía musculoso, no en extremo, pero si bien formado, con hombros anchos, y un torso marcado, o al menos eso pudo notar por medio de las miradas discretas que le dirigió.

—¿Qué quieres estudiar, Eren?— preguntó Hanji entusiasmada, pasando por alto —por mientras— la química que había sentido entre ambos, desviando a Erwin que miraba extrañado a su amigo y luego de un momento así lo hizo, en su mente maquinaba que no le soltaba la mano al menor debido a que ya debía de estar ebrio, y si no eso, un poco entonado o confundido, tal vez desfasado.

Eren por un momento titubeó, no por no saber qué contestar, sino porque aún estaba distraído, los ojos de Levi lo distraían, y mucho. Levi, incluso se dio el gusto de saborear el nombre del contrario en su mente, "¿Frances?" Se preguntaba y recordó que efectivamente, Levi era de origen Francés como había comentado su pareja un tiempo atrás. Inmediatamente se sintió culpable por encontrar en demasía atractivo y atrayente al amigo de la persona con la que compartía lo que se podía llamar un "romance".

—Diseño y Fotografía, señorita Hanji— contestó finalmente con una sonrisa, a la que Erwin al verla no pudo evitar sentir calidez y el azabache, sintió un retorcijón en el estómago, como si se hubiera dado vuelta y algo le estrujara el pecho, volviendo a repetir lo que estaba mentalmente diciendo desde que lo vio. >>Hermoso<<

—¡Todo un artista! — Hanji sonrió emocionada, mirado con aprobación al rubio. —Deja las formalidades, llámame Hanji solamente.

Y así continuó por una hora y media, donde Hanji hablaba casi únicamente con el castaño, preguntándole sobre su vida, y después de conversar con ella un rato, Eren se vio en mayor confianza y también preguntó sobre la vida de la mujer, Erwin reía de los comentarios de Hanji y hablaba poco, pero se mantenía concentrado en Eren, cuyos ojos se encontraban con los oliva de aquel hombre, eran miradas fugaces, a veces por el rabillo del ojo, mientras que Levi se limitó a verlo en silencio como hablaba, cómo movía los labios, su tono de voz, sus ademanes y hasta cómo comía, estaba fascinado con el moreno, pero intentaba de que pasara de la manera más discreta posible, decidió no hablarle y no preguntarle nada, lo que el menor agradeció inconscientemente para así no ponerse nervioso, se mantuvo callado durante la comida y respondía con pocas palabras si alguien le preguntaba algo, como Hanji e Erwin, porque Eren no le habló en ningún momento.

—Eren, ya es hora. — dijo Erwin acercándose a Eren y enseñándole su reloj.

—¡¿Que?! ¿Ya se van? ¿Por qué? Pero si ni si quiera alcanzamos a cantar Bohemian Rapsody ¿O no, Erwin? — preguntaba Hanji con un puchero, Levi rodó los ojos por la actitud que tomaba su compañera y sintió una leve incomodidad en el pecho, parecida a la angustia pero no igual de intensa, debía admitir.

—Mis padres me dieron permiso hasta las 12 solamente, Hanji-san— se excusó y fue cuando Levi recordó, que Eren era un mocoso de 17 años casi recién cumplidos, aunque pareciera de 16, no le había dado demasiada importancia en todo este momento en el que admiro la belleza de él en silencio, pero se dio asco a sí mismo por verlo de esa manera, y también reprochó a Erwin por estar en una relación con alguien tan joven, pensó también que podía estar exagerando, tal vez la edad no es tan importante. 

—Les dije que saldría con Mikasa y... — hablaba el menor hacia el rubio pero se vio interrumpido por Levi.

—¿Mikasa? — preguntó, dirigiendo su mirada a Erwin que posó su vista en Levi y luego Eren. Se debían de conocer, es decir, ¿Cuantas Mikasas pueden haber en Berlín? Ese era un nombre japonés e incluso bastante extraño parece ser tenerlo allá. 

—Sí, es amiga de Eren. — Erwin atrapado, contestó, la castaña, que ya con varias copas encima no entendía muy bien que pasaba se abstuvo de comentar y le dio un último sorbo a aquel trago de muchos colores rosados y rojos, bastante extravagante, igual que su personalidad.

—¿Conocen a Mikasa? — preguntó confundido, ¿Los amigos de Erwin conocían a Mikasa? ¿Le contarían a Mikasa su relación con un hombre mayor? Si es que era así podía contar con los dedos de ambas manos las horas de vida que le quedaban, no quería ni imaginar a Mikasa reaccionando ante la sorpresa de que estaba en una relación y lo multiplicó por mil si se enteraba de que era con un hombre, y lo multiplicó por dos mil si se enteraba de que era un hombre mayor.

—Ella es mi prima y se está quedando en mi casa, parece que se te olvidó comentar eso, Erwin. — soltó Levi, dirigiendo su típica mirada de irritación al rubio, entonces ¿Mikasa conocía quien era la pareja de Erwin?

—No les quise contar porque sabía que Eren se pondría nervioso por conocerlos y quería que él tuviera la libertad de contarle a Mikasa, cuando él quisiera— explicó mientras miraba a Eren, que rompió el contacto visual con su pareja incómodo y desvío la vista a sus manos que las masajeaba nervioso por sentir la mirada del adulto.

—Me perdí, guapetones, entonces ¿Por qué Mikasa no se debe enterar? — preguntó Hanji, ya con voz de ebria y mordiendo la pajilla de su vaso sin líquido, provocando en Eren una risita, la cual apagó rápido cubriendo su boca delicado con una sola mano. "No", pensó Levi, quería escuchar su risa sin ataduras y ver cómo sus dientes decoraban sus labios, esas margaritas que se hundían en sus mejillas, ese inusual rasgo que en ese poco rato le había encantado "No te cubras".

—Mikasa es muy sobre protectora con Eren, y ... tú sabes, me gustaría mantenerme vivo— bromeó Erwin. ¿La mocosa? ¿Sobre Protectora? Se extrañó y sintió culpable de inmediato, porque para que la asiática se comporte así debe de ser una persona muy importante para ella, si se interesara un poco en la vida de su prima hubiera conocido a Eren antes.

—¡Usted es el primo!— Eren volvió a reír y se acordó de todos los comentarios de Mikasa sobre su primo, no hablaba mucho sobre su familia pero de vez en cuanto comentada sobre él, que le gustaba leer, que tenía TOC, sobre su obsesión con la limpieza y el orden, me contaba que cuando era adolescente era un prostituto, que siempre llevaba chicas a la casa y que no se extrañaría que a sus 28 años tuviera un serio caso de herpes o sífilis, que era una persona que olía a cedro con un deje de tabaco y cuando era fin de semana no se separaba de su vaso de whisky o brandy, también le gustaba molestarlo diciéndole que era un gato estreñido, un enojón, un maniático, también Eren sabía sobre la afición por los libros de Levi e incluso se acordaba de sus libros favoritos como "El Gran Gatsby", "AL Faro", "Fuenteovejuna" y "Cien años de soledad", los cuales también eran los libros favoritos de Eren. Le dio nostalgia recordar cuando recién había conocido a Mikasa y le hablaba sobre su primo, nunca le había querido decir el nombre y no sabía el por qué, pero Eren nunca insistió debido a los problemas familiares en los que la asiática siempre estaba sumergida, al principio encontraba por la manera de la que hablaba sobre el como un chico mal hablado, engreído, que se creía superior, pero poco a poco, fue agarrándole interés y se vio a él mismo muchas veces en qué estaba su familiar, a lo que la chica después de un tiempo se limitó a contestar con un "no sé" que llegaba a decepcionar de cierta manera al castaño. Eren sabía más de Levi que un "Es muy reservado y tiene poca paciencia" que había recivido de Erwin cuando había preguntado por el, y ahora que Eren lo analizaba, haciendo conexiones, tal vez Levi era la razón por la cual ella de un año para otro demostró sus ganas y ambiciones por convertirse en una abogada penal y trabajar en aquella empresa, Sina Corp, Mikasa se debía de sentir inspirada por él, tal vez hasta lo admiraba.

— ¿Mikasa habla sobre mi?— preguntó extrañado Levi, aprovechando de mantener contacto visual con el menor.

— Al Faro— habló Eren, aún pensando en todo lo que en realidad sabía sobre el enigmático Rivaille "Levi" Ackerman. El azabache lo observó inquisitivo, pensando a qué se refería.

— Ese es tu libro favorito, Al Faro— Aclaró de manera parcial, mientras, Hanji nuevamente seguía discretamente los movimientos de ambos al igual que sus miradas — También es mi libro favorito— continuó temeroso y con la voz cortada, casi tartamudeando.

>>tierno<< Pensó el azabache, iba a hablarle, pero fue interrumpido por Erwin aclarándose la garganta, dirigió su mirada al rubio y pudo ver cómo pasaba su brazo a la espalda de Eren, sin parecer sobreprotector, ni meloso, solamente fue para que el castaño le prestara atención.

— Debemos irnos. — Dijo el rubio, y miró a Hanji y a Levi. La castaña se levantó y entusiasta abrazó a Eren, se acercó a Erwin y le dio un abrazo afectuoso, acercándose al oído del mayor y susurrando una palabra "suerte", los otros presentes ni siquiera se dieron cuenta de eso pues estaban sumergido en su propio mundo, en un mundo compartido. Levi solamente hizo un ademán de despedida, asintiendo con la cabeza y elevando un poco su copa de whisky.

— Hasta pronto, señor Levi. — se dirigió Eren al azabache que lo miraba a los ojos, con una voz suave y acaramelada.

— Ojalá podamos discutir sobre libros después, Eren — Levantó la voz Rivaille, antes de que se retiraran, con Erwin aún con la mano en la espalda media de Eren, el que solamente giró la cabeza para verle de reojo y mostrarle una sonrisa sincera y un pestañeo coqueto, para después, irse del lugar, con el mayor a su lado en todo momento. 
Levi los vio partir, perderse entre la gente y solamente pudo ver la gran puerta transparente de entrada al local abrirse y luego cerrarse, ver a Erwin al lado de Eren provocó que sus neuronas de sentido común reaccionaran, había estado pensando de esa manera sobre el chico, sobre el amigo de Mikasa y más importante, sobre el alegado novio de su mejor amigo, se sintió como mierda, porque solamente al ver a Erwin tocar levemente con su mano la espalda de Erwin al final de la cena hizo que se diera cuenta que estuvo deseándolo toda la cena, no antes, cuando se tuvo que haber dado cuenta y haber parado de mirarlo de esa manera y de pensar sobre el. Se maldijo en su mente y se sintió como una gran mierda, lo que estaba pasando bien seguido desde que entró a ese pub hace un hora y algo atrás, devolvió su mirada a su trago y bebió todo el contenido del vaso.

— Intenso— dijo Hanji, que lo miraba examinadora.

— ¿Parezco chiste que me miras tanto, idiota?

Hanji rió y se apoyó en el espaldar de su silla. — A decir verdad, sí.

— Qué mierda quieres decir con eso — preguntó Levi que le había captado la atención aquel tono más serio y poco normal que había adoptado su amiga, ella se encogió de hombros y fingió demencia ante la pregunta, y rápidamente cambió de postura, a la normal en la que siempre andaba, aquella exaltada, entretenida y dinámica, inclinándose hacia delante y acercando su rostro al de Levi, como si quisiera decir algo que nadie más debería escuchar.

—Te dije que era lindo.— Levi rodó los ojos, fingiendo que no le importaba hablar sobre el adolescente.

—No es la gran cosa. — soltó Rivaille .

—¿Estás demente? El chico es un diez, yo le daría un once, porque no es un adolescente diez, ni actor porno diez, era un actor de cine o modelo diez, así de diez es ese diez— exclamaba Hanji orgullosa de sus ocurrencias.

—Es nada más un mocoso simplón, no sé qué mierda le ve Erwin. — Dijo con un gusto resentido en la voz que empleó.

—¡JÁ! Esa no te la cree ni el Papa, Levi, conociéndote, digo que estás celoso. — hablaba entretenida la Hanji, con inflexión jocosa y levantando una ceja.

—¿Qué mierda hablas, cuatro ojos? Que pienses que me gusta Erwin y que estoy celoso de Eren es otra razón válida para que seas encerrada en un loquero, inepta— sostuvo hastiado de lo que había dicho su alegada amiga ¿Qué tan tonta puede ser?, pensaba Rivaille, porque, que le gustara Erwin, que le atrayera o que simplemente le encontrara atractivo, estaba a mil años luz de la realidad y eso era un hecho desde que se conocieron en la escuela de leyes junto a Hanji años atrás.

—No me refería a Eren. — Habló Hanji con tono presumido, desviando la vista.

—¿Tu madre te dejó caer de cabeza cuando eras bebé o simplemente naciste estúpida? 
Rivaille se defendió, se excusaba en su mente diciendo que no le importaba Eren, que lo acababa de conocer, que era un tonto niño perdido y necesitado de cariño, rebelde en cierta manera y por eso mantenía relaciones con Erwin, se excusaba una y otra vez, molesto consigo mismo e intentando de convencerse. Hanji se carcajeó ante la ingeniosidad de su amigo para inventar cada vez mejores y mejores insultos.

—Me dejaron caer, pero el doctor dijo que estaría bien.

—Claramente se equivocó.

            ~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

Eren que normalmente le gustaba mantener una conversación extensa con Erwin cada vez que lo iba a dejar a su casa en auto, vociferando sobre su día, sus amigos, qué había aprendido en clases, sobre cómo le estaba yendo en sus exámenes, le mostraba las fotos que había sacado durante el día  con esa cámara moderna y súper equipada que le habían regalado sus padres para sus cumpleaños,  relataba sus casi diarias peleas con un compañero de clase, Jean, incluso a veces se enojaba de la nada por recordar al nombrado "cara de caballo", le preguntaba sobre su trabajo y cómo había estado, incluso preguntaba cuándo se volverían a ver, pero esta vez, estaba en silencio, callado desde que entró al automóvil del rubio y con la mirada fija en la ventana, se le veía más distraído que de costumbre y su silencio provocó en Erwin un pánico pasivo debido a la anormalidad del comportamiento.

—¿Estas enojado porque no te conté que Levi es primo de Mikasa? —Preguntó calmado y haciéndose inferior, frenó el auto en el disco pare cercano a la casa de Eren y continuó, el barrio donde vivía era tranquilo y bien acomodado, bastante seguro, así que aunque aún no fuera pasada la media noche, no había casi nadie fuera de sus casas, el silencio era predominante incluso siendo un viernes por la noche, seguramente todas las familias estaban en sus casas compartiendo y el pensar eso provocó un agudo dolor en su pecho, imaginarse el regresar a casa y encontrarla vacía, separarse de Eren...

El castaño volvió de sus pensamientos para contestarle a Erwin, parecía no poder sacarse aún de la cabeza a aquel enigmático hombre que era Rivaille Ackerman.

—Bueno, en realidad no, pero no me gusta que me oculten cosas así que por favor no lo hagas de nuevo. —pidió Eren y al terminar de hablar le dirigió una sonrisa tímida y apagada a Erwin, lo que le bastó al mayor para volver a la calma.

—No lo haré nunca más, lo prometo — aseguró el rubio y se estacionó en la casa de vecina a la del castaño, ya era costumbre buscar y dejar al castaño ahí  para que sus padres que ya lo conocían a él y a su auto, no lo vieran saliendo con él.

—Te creo.

Erwin con un poco de nervios que no le gustaría admitir se inclinó hacia el asiento del copiloto, hasta chocar suavemente ambas frentes y posar su mano encima de la de Eren, pero al no encontrarla su gran palma cayó en el muslo del contrario, el que al sentir tan contacto provocó que el calor llegara a sus mejillas al igual que un sonrojo, podían sentir sus respiraciones y el menor recordó que se había sonrojado con el tacto de Rivaille, se sintió instantáneamente culpable por pensar en el azabache estando en esa posición con Erwin así que, cerró la cercanía que había puesto el rubio, rozando sus labios con los del mayor, lo que el contrario correspondió y sintió alegría, fue un beso casto, corto y superficial, era uno de los pocos besos que había dado Eren, porque sí, su primer beso había sido de Erwin. Se separaron a la brevedad y el mayor retrocedió y le sonrió, sacando su mano del muslo del otro.

—Hasta luego, Eren. — Se despidió mientras veía como un acelerado castaño se soltaba del cinturón de seguridad y se bajaba del auto apresurado, como si escapara.

—Te enviaré un mensaje ¿Vale?— dijo antes de cerrar la puerta, poniendo su mochila al hombro y caminando rápido hasta la entrada de su casa. Erwin esperó a que entrara seguro a su hogar y dio media vuelta, ahora camino a su casa, podría volver al pub, donde lo más probable era que aún estuviera Hanji y Levi, pero se sentía cansado por el día  y quería aprovechar que sábado era su día libre y darse el lujo de dormir hasta tarde. Sonrío mientras pensaba en el castaño y por el nerviosismo que provocaba en Eren solamente un beso, definitivamente no era lo que todo el mundo pensaría de un chiquillo de su edad siendo así de atractivo, pero Eren era opuesto a toda norma, era especial y su determinación podía impactar a cualquier persona. Se sintió aliviado por la actitud calmada que había tenido Levi al conocerlo, que Hanji no lo hubiera asustado y que su otro amigo no lo hubiera intimidado, lo tomó como un excelente comienzo. O eso pensaba él.

Notas finales:

Holas, acá yo actualizando súper tarde o súper temprano, no sabría decir. Sobre las actualizaciones no puedo confirmar fechas especíicas porque antes tengo que organizar bien mis tiempos, aunque lo más probable es que sea los fines de semana. Todos los capítulos no serán igual de largos y lo más probable es que varíe eso según mi inspiración, por eso mismo cualquier omentario, ideas y críticas constructivas serán bien recibidas. 

Gracias por leer y ojalá hayan disfrutado.


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