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Daddy issues por -oOYUKI-NII-Oo

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Título: " Daddy Issues"

∞ Autor:YUKI-NII.

∞ Género: Hurt/Confort; Romance

Rating M

∞ N/ASpiderMan ni Deadpool me pertenecen, esto no es más que un hobby, todo es creación de Stan Lee y MARVEL.

∞ Resumen: Y entonces Tom Holland contesta al fin a Ryan Reynolds en Twitter y todo se descontrola.

∞ Advertencia: Insinuaciones sexuales y bisexuales.

Pack yourself a toothbrush dear
Pack yourself a favorite blouse
Take a withdrawal slip
Take all of your savings out
'Cause if we don't leave this town
We might never make it out
I was not born to drown
Baby come on

The Lumineers- Sleep on the floor

:.:.:.:.::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::.:.:.:.:.

Stage 0 (parte 2)

.:.:.:.:.::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::.:.:.:.:.

 

Tom no quería ser esta vez el primero en hablar, en abrir su boca y solo soltar las incipientes ideas que navegaban por su mente, dejándose arrastrar por el momento, por las emociones y después no poder detenerse, como un grifo de agua rota, lleno de fugas y sin remedio.

No quería confesar cosas como “cuando me has escrito algo bonito lo leo como 20 veces” porque siente que ha mostrado demasiada debilidad en los últimos meses como para agregar una nueva cosa vergonzosa a su historial de amores no correspondidos o prohibidos. Pero la realidad de todo esto. La verdad, es que Tom lo ha hecho, no por haberse sentido deprimido y auto flagelarse, sino porque ahí había un confort que nunca lo había abandonado.

Las palabras hechas letras son como la magia que puede combatir un sectusempra, un hechizo sin voz que cura al alma y la llena de calor.

Y Tom es así, muy complejo, como el millar de estrellas que componen a una constelación, piensa mucho sobre una situación, sobre un problema, su mente fría, son como ramas de un enorme árbol enraizado fuertemente, desplegando las infinitas posibilidades del mismo, haciendo un laberinto especial en donde la llave de salida a últimas fechas ha sido Ryan.

Ryan que le mira fijamente a los ojos, y le está tratando con cuidado, como si él fuese el componente más volátil de la tabla periódica y que si comete un error, Tom se le escurrirá entre los dedos.

Tom no puede asegurarle que no tenga miedo, o que se quedará ahí, porque el mismo no tiene idea de lo que está haciendo, y siente que se ha escondido en algún rincón de su corazón para no tener que enfrentar algo que parece un rompimiento ante eso que no pudo ser, pero al mismo tiempo tiene esperanza, con la chaqueta de Ryan rozándole los muslos desnudos y la barba del canadiense con destellos de luz de un sol que se está ocultando lentamente frente a ellos.

El ocaso ha llegado y Tom quiere decir tanto. Sin embargo, es Ryan el que abre sus labios para hacerlo primero.

—Lo siento —. Ryan dice despacito, casi en un susurro, con su cabeza girando hacia la izquierda y sus manos laxas sobre las piernas, como si no supiera que hacer con ellas.

Tom se dobla un poco sobre si mismo, porque es patético y hay algo humillante dentro de la disculpa. Puede sentir la voz de Haz al fondo de su cabeza siempre advirtiendo, llevando todo con más cuidado, aprieta los labios y Ryan le imita, inclinándose hacia enfrente. Están sentados entre las piedras del pequeño peñasco, ahí, donde las olas rompen y le dan la privacidad necesaria para pasar desapercibidos por ojos extraños y lentes de cámaras.

—¿Tom? — Ryan llama, alza una mano para ponerle sobre la espalda del muchacho, pero esta vacila, se detiene a solo unos centímetros y cae.

Ryan siente que no tiene derecho a tocarlo, cuando Tom esta anhelando el contacto, una señal, que le indique que esa frase, que eso que ha dicho no es el final al que ahora se le ha puesto voz para volverse algo real.

Se mantienen cerca, tanto como pueden, pero están asustados, sus mejillas se están coloreando por el bronceado y sus labios resecando con la brisa marina, Tom da una respiración profunda cuando Ryan le llama por segunda ocasión.

—No quiero una disculpa. No necesito una disculpa —. Tom contesta, flexionando las piernas, pasa sus brazos alrededor de ellas, su pecho pegado a sus muslos y deja caer su frente entre sus rodillas, se esconde, porque ahora quiere alejarse de ese dolor que le mantienen fijo sobre la roca, con una firmeza casi enfermiza que le revuelve el estómago.

Pero tiene que soportarlo, ha llegado desde lejos por esto. Por una buena charla, para cerrar el círculo. Para decir lo que siente. Y que, en verdad, no hay culpa alguna en las acciones de Ryan, esto ha sido algo de dos, ambos cediendo, pidiendo, siendo egoístas y dañándose en el proceso, no hay un inocente ni un acusado, porque esto es de ambos, y ambos tienen que repararlo.

—Tengo que hacerlo baby boy —. Dice Ryan, aun inclinado, buscándole el rostro a Tom, levanta un brazo, y su mano va directamente al cabello del menor, es suave y está más largo desde su último encuentro. Tom huele a sol, a luz y un poco a recelo. Tom levanta su cabeza ante el gesto, sus ojos cristalinos como si aguantara las ganas de llorar por puro orgullo, y se ve tan indefenso. Bambi corriendo asustado en el bosque después del disparo del cazador hacia su mamá y a Ryan se le encoge el corazón, pero se le expande la determinación —. Soy un desastre Tom, y no de esos buenos que traen cosas mejores, sino de esos que las destruyen. Tengo una familia hermosa, Blake es tan perfecta que a veces siento que no la merezco, y las niñas, ellas son como la razón entera por la que existo. Pero mírame, actuando como un idiota contigo, teniéndote aquí, así, como si te doliera mi sola presencia porque creí que era fácil no involucrarse, que esto no llegaría a ser algo muy grande, que nadie saldría herido, que íbamos por un buen camino, porque de alguna manera me hacías sentir más vivo, con la sangre siempre agolpándose en mi cabeza, la adrenalina llenándome, como una droga a la cual me volví adicto, y entonces comencé a desearte, a ser egoísta y descuidar a las cosas que me rodeaban, como un adolescente experimentando su primer amor, todo hormonal y a las rápidas como si el tiempo se le fuera entre los dedos.

<No te mereces esto Tom. No te mereces un hombre miserable que no tiene idea de que hacer o de cuál es el siguiente paso. Yo he dejado a Blake, y ella lo sabía, que iba a ocurrir incluso antes que yo, Tom, —, y Ryan quita su mano de la cabeza de ese niño que tiene la boca abierta y está negando en automático, demasiado sobrepasado por la declaración, se hecha hacia un lado, sus piernas bajando de su posición, y tomando el brazo de Ryan como si fuera a caerse —. No, ni siquiera lo pienses —. Ryan dice despacio, adivinándole las intenciones — No ha sido culpa tuya, yo he tomado una decisión y tu no me has obligado hacer absolutamente nada. Elegirte a ti, es algo que yo quería. Y quisiera decir que no nos enamoremos aun, que no nos conocemos lo suficiente porque en realidad estoy un poco asustado de que todo haya pasado tan rápido, lo siento. Pero lo digo en serio cuando digo que me gustas. Me gustas Tom, más de lo que siquiera puedes imaginar —. Ryan lo dice, dejando caer su mano sobre la que Tom tienen enredada en su brazo —. Al principio —, dice despacio, — todo era mitad preocupación, y mitad emoción, sin embargo, al final se convirtió en ensayo y error.

Ryan mira a Tom, Tom que está respirando rápido, como si estuviese en medio de una maratón, pero que presiona más fuerte sus dedos sobre la piel clara de Reynolds, se muerde el labio y cierra los ojos con cuidado, sacudiéndose entero.

—¿Qué has dicho? — Tom pregunta, su voz quebrándose en las ultimas letras. Ryan ahora le sostiene completamente, ambos girados el uno hacia el otro —Ryan, ¿Qué has dicho? — Repite de nuevo, su voz siendo un hilillo delgado que podría romperse, tensa como la cuerda de una guitarra.

Ryan le mira fijamente, porque ha tenido una diarrea verbal bastante florida, como para saber que es exactamente lo que debe de repetirle. Pero no hace falta porque entonces Tom le suelta, y se sienta recto, tan alto como es y se aclara la garganta, nervioso y tembloroso.

Casi como su audición a ser Spiderman.

Peter es valiente, piensa, con la escena de él sintiendo como todo el mundo caída sobre él en forma de concreto y el villano se le escapaba entre las manos, porque era demasiado ingenuo, y sin experiencia, porque confiaba que no debería haber un daño colateral, pero siempre lo hay. No importa que cosa hagas, buenas o malas, siempre habrá una consecuencia. La tercera ley de Newton actuado por reacción automática. Tom también es valiente, lo suficiente como para abrir de nuevos sus ojos y encontrarse con las cejas juntas de Ryan y su rostro de confusión y temor.

—Lo lamento, yo también lo lamento. Nunca tuve intenciones ocultas, pero simplemente paso. Yo tampoco creía llegar hasta aquí, joder, mierda ni siquiera lo imagine —. Ryan sonríe cuando le escucha maldecir, como si de pronto descubrir una nueva fase de él fuera motivo de alegría en medio de todo ese torbellino de emociones y situaciones —. La has dejado — Jadea de pronto, recordando las palabras de Haz de tener cuidado en convertirse en un rompedor de hogares.

—Seguiremos juntos, no como pareja, pero seguiremos juntos — Ryan responde —. Nuestras hijas son pequeñas y la necesitan, además Blake fue una buena amiga mucho antes que mi esposa, así que ella permanecerá ahí, en la casa, tendrá su propia habitación y el divorcio se hará de forma oficial cuando Ines sea más grande. Yo no la estoy engañando, y no pretendo hacerlo tampoco contigo. Pero debes de saberlo como es que funcionara el sistema entre nosotros, Blake me pidió ser explícito sobre ello para ti. Ella viajará a New Jersey una temporada y se llevará a las niñas, necesita su espacio y tiempo de igual forma para adecuarse a todo lo que vendrá. Pero no Tom, ella no te odia — Ryan lo dice suavecito, ambas manos viajando hasta el rostro de Tom, posándose sobre sus mejillas —. Yo pensé que lo tenía todo, todo Tom —le susurra, su rostro a solo centímetros del menor, su cuerpo completamente girado hacia él —Pero me equivoqué. Ahora mismo acabo de darme cuenta cómo el universo entero, mi universo, cabe perfectamente entre las palmas de mi mano

Tom da una respiración profunda, porque hay demasiadas cosas que procesar, y quedan tantas cosas por hablar, pero el sol se ha ido y la marea comienza a subir lentamente entre las piedras, el sonido del agua rompiendo en olas. Pone sus manos calientes sobre las de Ryan y cierra los ojos, porque le pican, y la garganta se le cierra, porque siente que el pecho puede explotarle, y no encuentra forma alguna de decírselo a Ryan, que todo lo que siente, que todo lo que es, que la mierda de los últimos meses, que el beso con Andrew, que cada lagrima, que cada grito y seguir huyendo y huyendo, ha valido la pena y si ahora está en el lugar correcto con la persona correcta.

Esto no se trata del destino, no hay almas gemelas, y definitivamente ninguna canción de fondo esta sonando para darle más sentimentalismo a cada una de las acciones que ambos están haciendo. Pro no las necesitan, no cuando su se encuentran, cuando Ryan se inclina y Tom lo siente, el aliento mismo de la vida nacer desde el centro de Reynolds y pasar a él cuando sus labios se tocan.

Y se siente tan correcto, tan perfecto.

No más hoteles de Londres, ni mensajes a escondidas, ahora mismo son solo ellos dos. Tom y Ryan

Tom toma una de las manos de Ryan y las lleva directo hasta su pecho, el sonido de los tambores africanos al ritmo de una sola canción.

—Todo lo que no te pude decir alguna vez, está aquí —. Tom lo dice con cuidado, exponiéndose, abriéndose y quedando vulnerable ante Ryan, que solo hace que su mirada se ablande, su cuerpo entero derritiéndose por ese niño, que parece tener siempre las palabras perfectas para que él siga cayendo profundamente dentro de ese abismo, que, aunque no quiere llamar amor, es lo más parecido que tiene.

“Porque lo estas idiota, está enamorado de este niño hasta la medula y ahora ya no hay regreso atrás, así que tómalo, tómalo fuertemente y no le dejes ir, porque más vale que le digas que si, a que le digas que no, por miedo y te arrepientas toda la vida”

Porque esa declaración de Tom no era una solo una frase. Era real. Poco a poco Tom encendía sus días, poco a poco dándole esperanza a sus propios demonios.

Y algo como eso, algo así de grande, no iba soltarlo fácilmente.

Para Tom no es la primera vez que sube a una motocicleta con alguien quien le invita a dar un paseo rápido, con destinos no definidos, pero con Ryan todo es diferente, siempre lo es.

Él le hace sentir rebelde y libre. Le hace rozar con la punta de los dedos el cielo y tener la necesidad de estar gritando mientras el viento romper contra la chaqueta de cuero que el mismo Reynolds le ha dado, porque una camisa sin mangas no es la ropa correcta para ir por las carreteras de los Ángeles, a 90 km/hr. Le ha pasado también un casco, que le llega un poco grande, pero que se ha encargado de ajustar con pequeños seguros reforzados. Tom aprieta el agarre que hay sobre las caderas de Ryan, con su cabeza hacia un lado, recargada sobre la ancha espalda.

Huele a Paco Robban, sal y adrenalina. Huele a Ryan, a promesas de un futuro, y mucho miedo.

Tom mira las luces del alumbrado público como manchas borrosas que van quedando atrás, las altas palmeras arqueándose y formando el camino. Siente un poco de arena por dentro de sus convers, y los brazos le arden un poco ante la falta de protector solar que ahora roza contra el cuero.

Y a pesar de todo ello, Tom jamás se ha sentido más a gusto o seguro en años, como lo está ahora, viajando solo con su billetera, la tarjeta del hotel y su celular.

—Todo bien allá atrás baby boy? —. Ryan pregunta en uno de los semáforos, alineándose con un Mustang negro y un Malibu fiesta lleno de chicas en vestidos pequeños y música de los 90`s. Las Spice girls cantando Wanna be a toda potencia.

Tom asiente con su cabeza aun pegada a la enorme espalda. Porque después de todo, fue él quien se levantó primero de esas rocas y estiro su mano hacia Ryan

—Escapemos, vámonos, lejos, por un día, solo tú y yo.

Tom lo dijo, tan brillante, sonriente, el sol entero en su mirada, Ryan le vio desde abajo, aun en su postura sobre las rocas, de piernas entre cruzadas y chaqueta sobre los hombros, su mirada se afilo, su lengua salió un poco de su boca y dio un gran silbido.

—Nunca he sido secuestrado por un niño.

—No soy un niño, y esto no es un secuestro si hay una clara aceptación de tu parte.

—Y un niño listo —, dice solo para molestar, pero Tom ni siquiera se inmuta ante ello, porque su mano ha sido tomada y sus dedos se entrelazan —,bien, baby boy, mueve ese hermoso trasero y larguémonos de aquí. Tengo el tanque lleno, y unas enormes ganas de tenerte con solo mi chaqueta de cuero sobre tu cuerpo.

Tom sonríe de medio lado, echando su cabello hacia atrás y halándole

—Y yo estoy aquí para cumplir tus deseos Daddy.

El semáforo cambia a verde y Ryan acelera un poco más, Tom le acaricia el vientre marcado mientras es consciente de la erección apretada en los jeans de Reynolds, pero no dice nada. No habla sobre cómo caerá de rodillas en cuanto lleguen a un lugar solitario, y abrirá su boca para comérselo de un solo bocado. No habla sobre llegar a la farmacia y comprar crema corporal, como lubricante, ni las ganas de enredar sus piernas en las caderas de él, y no lo hace por el simple hecho de que hay una promesa implícita de ser solo ellos dos, por las avenidas de Los Ángeles, al fin juntos.

No más mentiras

No más aislamientos

Solo su mera existencia y eso, eso es todo lo que Tom necesita para ser de nuevo libre, tomar todas sus piezas rotas y pegarlas con paciencia y delicadeza, entre los fuertes brazos de Ryan.

Y aunque el viento y los cascos no les dejen hablar, hay una vedad única sobre la Harley en ese momento.

Tom y Ryan se aman, y ya han perdido demasiado el tiempo, y hay que hacer algo sobre ello.

 

 

And when we looked outside
Couldn't even see the sky
How do you pay the rent
Is it your parents
Or is hard work dear
Holding the atmosphere
I don't…

 

 


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