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Paranormal Possession [Traducción] por Nicto_Nyx

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Notas del capitulo:

¡A leer!

—Hyung, es Halloween.

—Me he dado cuenta, Jongin, gracias —Kyungsoo respondió, ajustando los mandos para subir la temperatura del coche, temblando por el frío aire de otoño que estaba nadando por la cabina. Colocó su mano en el volante, y miró al otro hombre, quien estaba cogiendo su video cámara de su regazo. Por lo torpe que Jongin tendía a ser, le sorprendió que la cosa no se hubiera roto, teniendo en cuenta su tamaño y peso. Pero claro, el brazo de Jongin siempre era firme, capturando cada momento— ¿A dónde quieres llegar... —continuó.

—¡Deberíamos estar llenando nuestras caras con chuches, no saliendo a trabajar en medio de la noche! —Jongin exclamó, lanzando sus manos al aire— Incluso compré una bolsa para hacer truco o trato.

Kyungsoo esperaba esto. Jongin en realidad nunca había sido un gran fan del trabajo que hacían, como si el gran puchero que había tenido la mitad del camino no dijera nada.

—Jongin, tienes veintitrés años. Y si no quieres ir, no tienes porqué hacerlo. No te estoy pidiendo que me grabes, tu pediste el trabajo, ¿recuerdas?

Jongin ignoró sus palabras.

—Este fantasma podría estar aún más... activo porque es Halloween, hyung.

El mayor rodó los ojos.

—Dudo mucho que sepa lo que es Halloween —con una sonrisa tranquilizadora, dio unas palmaditas al hombro de Jongin, manteniendo sus ojos en la carretera— No estés tan preocupado. No ha habido ninguna muerte aquí. La policía sólo recibió llamadas porque unas faldas volaron, y se asustaron porque sentían manos congiéndoles el culo.

—¿Un fantasma pervertido? —Jongin resopló, todas las preocupaciones desapareciendo. Otra misión fácil significaba que tenían que pasar menos tiempo preocupándose por sus vidas. Era raro que el trabajo fuera peligroso, teniendo en cuenta que la mayoría de casos tendían a ser sólo adolescentes que intentan llamar la atención, pero sin importar qué, su trabajo era echar un vistazo. No se les pagaba demasiado, teniendo en cuenta que el cuerpo de policía apenas creía en fantasmas, pero Jongin sabía lo mucho que Kyungsoo se preocupaba por las cosas que hacían, así que no le importaba el pequeño sueldo si eso significaba que podía quedarse al lado de Kyungsoo (y evitar que haga mierdas imprudentes).

—Ahora te estás riendo... —Kyungsoo se estiró en el salpicadero cuando se detuvieron en el semáforo, yendo a buscar una carpeta que había dejado allí— He encontrado algo muy interesante por cierto. Probablemente te asuste —le entregó los archivos a Jongin para que los viera—. Investigué al anterior inquilino de la casa, y es muy probable que él sea el espíritu que está rondando el lugar. Su nombre era, o es, Kai, y era casi como una celebridad en el año 1960. Era famoso por el ballet y estaba en un montón de obras famosas como protagonista. Pero, de repente desapareció de toda publicidad y se retiró a su casa. La gente sospecha que se volvió loco porque nunca dejó entrar a nadie. Vivió solo hasta los veintiséis años y su casa fue incendiada. El fuego fue apagado antes de que pudiera destruir la casa, pero él ya estaba muerto para el momento en que las autoridades lo encontraron. Hubo un caso sin resolver donde se sospechaba que fue un incendio provocado, pero fue abandonado. Kai no tenía familia que se preocupara por él, así que no se molestaron en investigar —explicó.

—Así que... es una bailarina loca que está buscando venganza porque su asesino nunca fue atrapado-¡Hostia puta! —cuando Jongin abrió la carpeta, gritó y la cerró, una fotografía aterrizó en su regazo. Prácticamente lanzó la carpeta al salpicadero como si estuviera envuelto en llamas.

—Sí, esa también fue mi reacción. Pensaba que era una broma —Kyungsoo rió, cogiendo la fotografía de las manos de Jongin y sacudiéndola con una sonrisa divertida— Te pareces a él.

Mientras Kyungsoo se detenía en el camino terregoso, rodeado de oscuros bosques a cada lado, Jongin logró arrebatarle la foto, mirando la vieja y desgastada imagen en blanco y negro. Supuso que era de una fiesta de algún tipo, Kai daba una pequeña sonrisa mientras estaba sentado al lado de una mujer desconocida, vestía con su pelo negro peinado hacia atrás cuidadosamente. Había sólo unas pocas diferencias entre los dos que Jongin podía divisar, sólo si entrecerraba los ojos. La nariz de Jongin era recta y su piel oscura. Kai también parecía un poco mayor que él y más en forma por la postura en la que se encontraba.

Sopló un viento fuerte antes de que el camino terregoso dejara a la vista una triste, antigua y enorme casa, iluminada por los faros del coche de Kyungsoo. El exterior de la casa estaba cubierta de enredaderas que trepaban por la casa hacia el segundo piso con saña. Cualquiera que fuese la pintura que previamente había estado allí, ahora se encontraba desprendida por completo, dejando ver la madera podrida, y una fracción del techo se había derrumbado. Kyungsoo hizo una nota mental para no intentar subir a la tercera planta.

Daba miedo y era espeluznante a los ojos de los demás, pero para Kyungsoo era trabajo.

Aparcó en la maleza que rodeaba la mansión, y Kyungsoo apagó el coche, las luces se apagaron dejándoles en la oscuridad. Jongin gimió, colocó la fotografía de nuevo en el salpicadero, estirando su mano, y sin querer rozó contra la de Kyungsoo, quien estaba intentando coger una linterna de la guantera, haciendo que ambos se sonrojaran y torpemente salieran del coche.

Se aclaró la garganta.

—E-Entonces, ¿cuál es el plan? —Preguntó Jongin, la videocámara ahora estaba en su hombro, se fijó Kyungsoo.

—Si Kai realmente ronda este lugar, y nos las arreglamos para entrar en contacto con él, le diremos que se vaya a la mierda.

—¿Y si no lo hace?

—Entonces lo exorcizamos.

—Así que, básicamente, le diremos que se vaya a la mierda pero en latín.

—Exacto.

Se acercaron a la escalera rota, faltaban algunos escalones, la barandilla se había caído y yacía en la hierba, intercambiaron miradas aprensivas. Rezando para que sus pisadas no la rompieran aún más por su peso, Kyungsoo puso su pie en el primer escalón, extendiendo la otra pierna por encima de la brecha en las escaleras y saltando. Indicó a Jongin que le entregara la videocámara, mientras que observaba al otro hombre hacer lo mismo, aunque un poco torpe. El porche de la casa estaba en buenas condiciones, las malas hierbas se abrían paso a través de las grietas de las tablas del suelo. Las ventanas se mantenían intactas, todas excepto una que estaba rota por una parte, probablemente por niños curiosos con piedras. Miró a la puerta de entrada con un inmenso temor, estaba abierta sólo un poco, el pomo de la puerta oxidada estaba probablemente roto. Encendió su linterna mientras Jongin encendía la visión nocturna en su videocámara, Kyungsoo abrió la puerta, un fuerte crujido emanó de las viejas bisagras. Se quedaron en el umbral por un segundo, asegurándose de que nada iba a volar hacia ellos, antes de entrar al interior.

—Por favor, no nos hagas daño —Jongin susurró mientras seguía a Kyungsoo.

Señales de fuego inmediatamente les dieron la bienvenida, las paredes estaban carbonizadas y hollín se adhería a las tablas del suelo. Era un lugar muy amplio y abierto, probablemente fue bonito en su día, con dos escaleras de caracol que se reunían para ir al segundo piso. Un candelabro roto yacía en el centro, vidrios esparcidos lo rodeaban. Los muebles estaban rotos, marcados con desgarros en el tejido.

—¿Dónde dicen que empezó el incendio? —Preguntó Jongin, esquivando una telaraña.

—Detrás de la casa, así que probablemente no podremos pasar por ese lado. La tercera planta también está fuera de los límites —respondió Kyungsoo, escaneando las paredes con su linterna— No hay mucho que ver. Probablemente se llevaron todas sus cosas de valor después de su muerte, o alguien llegó aquí antes que nosotros y limpió el lugar.

—¿Crees que si insulto su baile saldrá? —bromeó el joven, ganándose una mirada de Kyungsoo.

—¿Estás intentando matarnos? ¿No recuerdas esa vez que-

—Sí, sí, le dije al chico que sus diseños de interiores eran horribles, y me lanzó contra una pared. En mi defensa, Sehun era un fantasma muy malo —Jongin rodó sus ojos, la videocámara y sus piernas tras Kyungsoo mientras comenzaban a acercarse a una puerta a la derecha— ¿De qué otra manera se supone que debemos llamar su atención, entonces?

—Él sabe que estamos aquí —el otro hombre cogió el pomo de la puerta y lo giró, encontrándosela cerrada. Rodó sus ojos, dio un paso atrás y dio una patada a la puerta debilitada, las bisagras se rompieron, exparciendo residuos oxidados por todas partes, pero efectivamente, la puerta se abrió— O no le importa, o está esperando a que hagamos algo estúpido como lo que acabas de sugerir. A la muerte le gusta jugar, ya sabes —ajustando el objetivo de su linterna, Kyungsoo escaneó la habitación, encontrando un viejo piano con teclas rotas, sin asiento y un par de sillas.

—¿Qué hicieron las chicas entonces? ¿Lo sabes? —Dijo Jongin.

Abriendo un pequeño armario en la habitación, Kyungsoo no encontró más que perchas antiguas y caca de rata.

—Leí los informes de la policía. Prácticamente jugaban a retarse entre sí para hacer cosas. Al final, empujaron a una de las chicas en una habitación y la encerraron en ella. Ella sintió que algo le tocaba y gritó, dijo que vio ojos rojos observándola —se encogió de hombros como si fuera información de cada día— Supongo que no le gusta que le molesten o tiene algún tipo de fetiche con las faldas.

—Vale, déjame ir al coche y ponerme mi falda —Jongin murmuró con sarcasmo— Podrían haberse inventado todo eso, hyung. Puede que él ni siquiera esté aquí. Además, no es como si hubiera matado a alguien, no es peligroso.

Kyungsoo le ignoró, inspeccionando las cortinas de espaldas a Jongin.

—Ve y mira en una de las otras habitaciones. Si de verdad no está aquí, no debería ser tan difícil para ti.

Jongin le dio una expresión de fastidio y resopló, girando sobre sus talones y saliendo de la habitación. Sus pasos hicieron eco, y el cámara frunció el ceño mientras se abría paso hasta la oscura escalera utilizando la pantalla de su videocámara para ver, considerando que Kyungsoo no se había molestado en prestarle una linterna. Las escaleras crujieron mientras subía las escaleras, haciendo que sintiera escalofríos en su espalda. No había sentido miedo con Kyungsoo, pero ahora que Jongin se encontraba solo en el segundo piso, se le puso la piel de gallina.

Oh, dios, ¿qué pasa si Kai en realidad estaba allí y en el segundo piso?

—Tal vez es menos probable que me mate porque me parezco a él —Jongin murmuró con miedo, tratando de consolarse a sí mismo de alguna manera. Girando el pasillo a la izquierda una vez estando arriba, se arrastró por el lúgubre pasillo, contemplando la alfombra podrida, papel tapiz desgarrado, y lámparas rotas. Se detuvo frente a una foto enmarcada hecha añicos. Mirando a su alrededor antes de agacharse, apartó los dispersos fragmentos de vidrio que la rodeaban. Dentro del marco de madera había una fotografía de Kai, en medio de una actuación por su postura, las luces del escenario, y el sudor brillando por su silueta.

Jongin dejó escapar un sonido de asombro. Nunca había sido muy fan de las artes escénicas, pero podía apreciarlo, se preguntó cómo era el baile de Kai. Sólo por una sola foto, podía ver porqué Kai había sido famoso en su día.

De repente una puerta se cerró en el pasillo, y Jongin saltó, dejando caer la foto enmarcada en el proceso. Su cuerpo y la cámara giraron para mirar la dicha puerta, sin ver nada fuera de lo normal. Pero aún así, las puertas no se cierran solas.

—¿Kyungsoo? —susurró en un tono esperanzador, arrastrando los pies hacia la puerta cerrada en cuestión. Una parte de él sabía que ni de coña fue Kyungsoo quién cerró la puerta. El otro hombre estaba abajo, probablemente aun buscando en otras habitaciones. Incluso si hubiera intentado subir por las escaleras, Jongin se habría dado cuenta.

Una brisa fría le heló hasta los huesos mientras el hombre se acercaba hacia la puerta cerrada. Probablemente no era una buena señal, pero si Kyungsoo estuviera a su lado, indudablemente instaría a Jongin para que abriera la puerta. Con una mano vacilante, cogió el congelado pomo de la puerta oxidada, encontrándosela sin pestillo mientras giraba el pomo y abría la puerta.

Dentro no había nada que diera miedo, básicamente habia lo mismo que todas las otras habitaciones. A juzgar por el viejo, polvoriento sucio colchón, y el espejo y escritorio colocados contra la pared, Jongin supuso que se trataba de un dormitorio. No era tan grande como se lo imaginaba, probablemente no era el dormitorio principal. En la parte trasera de la habitación, casi perpendicular a la entrada, había otra puerta. Ajustó la videocámara con las manos sudorosas, Jongin cruzó la habitación para abrir esa puerta e inspeccionar lo que se escondía.

Giró el pomo de la puerta, sólo para encontrarla cerrada. Frunciendo el ceño, el hombre gruñó y dio un paso atrás, preparándose para golpearla con el pie como Kyungsoo había hecho antes. Sólo que su espalda se encontró con algo o alguien frío. Pensando que era Kyungsoo, Jongin se giro para encontrarse con una cara diferente, pero muy familiar con amplios y terribles ojos carmesí.

Y gritó.

El sonido resonó por toda la casa, a Kyungsoo se le heló la sangre. Se levantó de golpe de su posición, ya que estaba arrodillado por haber estado mirando algún tipo de tallado en la madera del suelo realizado por un adolescente.

—¡¿Jongin?! —gritó, luchando por coger su linterna y salir de la habitación corriendo. Kyungsoo supo desde el principio que era una mala idea separarse, especialmente cuando era la casa más grande que habían investigado, además, Jongin sólo tenía una maldita videocámara del tamaño de una barra de pan para defenderse.

Sus pasos retumbaban por la escalera, no se preocupó por ser sutil en el momento. Kyungsoo casi tropieza con una tabla del suelo rota, pero no le dio importancia. Pateó puerta por puerta, escaneaba el contenido de cada habitación rápidamente, desesperado por encontrar a su compañero y asegurarse de que estaba bien. Vacío, vacío, vacío, todas las puertas se encontraban desoladadas de humanidad, hasta llegar a la última habitación de la derecha en el pasillo izquierdo. Esta puerta ya estaba un poco abierta.

Con pesadas respiraciones por el esfuerzo de su carrera anterior, Kyungsoo abrió la puerta con un crujido notable, exploró la habitación con una linterna antes de que el haz de luz iluminara una figura sentada, de espaldas a él. Contemplando la gorra negra en su cabeza y la familiar sudadera, Kyungsoo reconoció a Jongin inmediatamente, suspirando mientras se llenaba de alivio porque no parecía estar herido. Por su postura y la videocámara rota a unos pocos centímetros de distancia, supuso que el pobre hombre estaba de luto por su aparato destrozado.

Pero Jongin no se movía y ni siquiera había notado su presencia.

—¿Jongin? —Preguntó Kyungsoo, inclinándose y colocando una mano sobre el hombro del joven.

Casi saltó cuando la mano de Jongin salió disparada y cogió la de Kyungsoo con fuerza, casi dolorosamente con sus uñas clavándose en la piel. Su mano estaba helada, casi congelada, causando que los ojos del pelinegro se agrandaran. Mientras se preparaba para apartar de un tirón su mano, sintiendo que algo no estaba bien, Jongin se giró a mirarlo en un flash, una amplia sonrisa de loco en su cara y sus ojos de un color rojo oscuro que brillaba a la luz de la luna la cual se filtraba desde las ventanas.

Sí, algo andaba mal.

—Error —intervino el no-Jongin, su voz adquirió un tono algo diferente, como si otra persona estuviera utilizando la voz Jongin— prueba otra vez.

Kyungsoo apartó su mano, frunciendo el ceño y observando.

—Devuélvele a Jongin su cuerpo, Kai.

Kai aplaudió, o más bien las manos de Jongin lo hicieron, felizmente, sentado en el suelo con las piernas cruzadas como un niño mientras se giraba para encarar plenamente a Kyungsoo.

—¡Has acertado! Sin embargo, pido disculpas, el premio no es el cuerpo de Jongin —rió antes que su sonrisa cayera tan rápido como había aparecido— Por fin encontré un cuerpo digno de poseer. No voy a renunciar a él. Tu novio fue lo suficientemente estúpido como para ir hacia mi trampa. Es su culpa que esto sucediera, en serio.

Las manos de Kyungsoo se apretaron en puños. Nunca se había tenido que lidiar con una posesión antes. Sabía sobre ello, por supuesto, y sabía que podría suceder en cualquier momento, pero nunca se había visto obligado a enfrentar una cosa así. El investigador comenzó a arrepentirse de tomar un caso como éste. Incluso el caso del asesino en serie que se ahorcó no fue tan complicado como este. Su mente calló esos pensamientos de pánico, pero se había percatado de las palabras de Kai.

—N-No es mi novio —Kyungsoo aclaró, sus mejillas se pusieron de color rosa.

—¿Oh? —Kai parecía verdaderamente sorprendido— Por la forma en la que estaba pensando cuando entraste y te llamaba pensé- Oh, espera, olvídalo, me está diciendo que no diga eso.

—¿Decir qué?

Kai hizo el ademán de mantener sus labios cerrados.

—No voy a entrometerme en esta mierda de amor.

Kyungsoo le dirigió una mirada extraña, pero cambió de tema. No estaban yendo a ninguna parte.

—¿Qué quieres a cambio del cuerpo de Jongin? Te daré cualquier cosa que no implique morir o algo que ponga en peligro la vida —era un gran trato por parte de Kyungsoo, pero no podía sentarse y perder el tiempo. Cuanto más tiempo Kai estuviera en el cuerpo de Jongin, más difícil sería sacarlo.

—Mmm —Kai tarareó, levantándose a sí mismo del suelo y poniéndose en pie con una especie de delicadeza que, definitivamente, no pertenecía a Jongin. Kyungsoo nunca encontró la altura de Jongin amenazante o intimidatoria para nada, pero ahora que Kai estaba en su cuerpo, hizo todo lo posible para no alejarse de la proximidad. Dio un paso atrás, aunque aún así, Kai entraba en su burbuja personal. Un paso hacia adelante, un paso hacia atrás, un paso hacia adelante, un paso hacia atrás, hasta que la espalda de Kyungsoo chocó contra la pared. Las manos de Kai se colocaron contra la pared a cada lado de su cabeza, atrapándolo.— Lo que quiero es bastante fácil de conseguir, en realidad —se lamió los labios, dejando escapar un aliento helado— Te quiero a ti, Kyungsoo. Este cuerpo te quiere muchísimo, joder —murmuró sensualmente, moviendo sus caderas contra las de Kyungsoo, lo que le permitió sentir la erección que tenía.

Los ojos de búho de Kyungsoo, se tornaron increíblemente amplios, y tragó saliva con un ruido ahogado.

—Q-Quieres que te...

—Fóllame —terminó, rozando sus labios contra la suave piel de la mejilla del otro hombre— Las chicas nunca fueron mi fuerte de todas formas —Kai se apartó al encontrarse con la mirada de Kyungsoo— No voy a obligarte ni nada. Pero dejaré el cuerpo de Jongin si lo haces.

—¿Es por eso que sigues aquí? ¿Sólo querías tener sexo una última vez?— Kyungsoo acusó, entrecerrando los ojos con sospecha.

La ira brilló en los ojos de Kai y cogió la mandíbula de Kyungsoo con dureza, aplastando sus mejillas en el proceso y haciendo que el corazón del más bajito latiera de miedo.

—Ni siquiera sugieras algo tan ridículo como eso. Sabes de mí, ¿cierto? ¿De verdad crees que me alojaría en este lugar muerto por una razón tan estúpida? Hubo una razón por la cual mi vida se volvió una mierda y terminó la forma en que lo hizo. No lo sabes y nunca lo sabrás.

—Dímelo —Kyungsoo declaró con confianza— Si me dices lo que ocurrió de verdad, te... d-daré lo que quieres.

Kai parecía debatir la oferta, mordiéndose el labio inferior pensándolo.

—Primero fóllame, y luego te lo diré —apenas le dio tiempo a Kyungsoo para rechazar o responder cuando se inclinó hacia delante emocionado.

—Espera —el más bajito intentó hablar pero sin resultado, mientras los brazos de Kai atrapaban su pequeña cintura, tirando de él más cerca y presionando sus labios en un beso feroz lleno de nada más que pura lujuria. Así no era como Kyungsoo imaginaba su primer beso con Jongin (no es que haya imaginado eso, por supuesto). Sus hombros presionaban la pared ya que Kai lo inmovilizó allí, abriendo sus labios con su lengua mientras sus manos se deslizaban hacia abajo para tocar a tientas el culo del más joven. Kyungsoo se aferró a las mangas de la sudadera de Jongin, sorprendiéndose a sí mismo por el gemido estremecedor que se le escapó mientras Kai movía sus caderas contra las suyas.

Kai rompió el beso para dejar rastro de chupetones y mordiscos por el cuello de Kyungsoo, labios golpeaban contra su piel con un suave sonido, que causó que la frecuencia cardíaca del humano acelerara.

—L-Lo... —hizo una pausa para suspirar de placer— ¿Jongin lo sabe?

La mano de Kai rodeó su mandíbula, dedos deslizándose por su cabello mientras inclinaba la cabeza de Kyungsoo para cogerlo bien.

—¿Saber que estamos haciendo esto? Por supuesto —murmuró, escondiendo una sonrisa en el cruce de cuello y el hombro del otro hombre—. Él quiere esto más que yo. Os estoy haciendo un favor a ambos. No te preocupes, puede sentir todo —sus dedos se deslizaron hacia abajo para quitarle la chaqueta a Kyungsoo como si estuviera en un apuro, deslizándolo por sus hombros antes de coger su propia sudadera y tirar por encima de su cabeza, sacando la gorra de Jongin en el proceso. La piel de gallina cubrían sus pieles expuestas, pero Kai no le prestó atención, tirando de la camiseta de Kyungsoo sin palabras antes de caer de rodillas.

Las mejillas sonrosadas de Kyungsoo se convirtieron en escarlata por completo mientras Kai jugueteaba con el botón de sus pantalones, sus manos se frotaban contra la tienda de campaña en los pantalones del más bajito, tirando de la cremallera hacia abajo con una sonrisa en sus labios. Kai bajó sus pantalones y ropa interior sin perder el ritmo, liberando la semi erécta polla de Kyungsoo al aire frío.

—Mierda —Kai gimió con voz entrecortada— Te quiero en mí, ahora —se desabrochó el cinturón y desabotonó sus pantalones, metió con ganas su mano en su ropa interior, cogiendo su erección y bombeándola mientras atraía a sus labios la longitud de Kyungsoo, deslizándolo en su boca con impaciencia.

El bailarín gimió cuando Kyungsoo dejó escapar un gemido bastante sensual de placer, con su mano en el cabello de Kai, apretó el agarre y comenzó a subir y bajar. Mantenía su estómago apretado, Kyungsoo era incapaz de detener los sonidos que salían de su boca, sus caderas comenzaron a moverse al mismo ritmo mientras veía las lágrimas brotar de los ojos de Kai con esos carnosos labios que se extendían alrededor de su gruesa polla. Se sentía increíblemente bien. Sus pensamientos de lo mal que estaba la situación, se evaporó. Sea como sea, la boca de Jongin o Kai estaba hecha para mamarla, era jodidamente bueno por alguna razón que a Kyungsoo no le importaba saber.

—Oh Dios, ah, Kai —se quejó, golpeando su cabeza contra la pared mientras Kai se apartaba para lamer una gruesa vena por debajo de su polla.

En algún momento, Kai había lubricado sus dedos con saliva, sus pantalones estaban en sus rodillas mientras hacía a tres dedos entrar y salir de su agujero a toda prisa. Cada pulgada de su ser se estremeció de placer, algo que no había sentido en mucho tiempo, haciéndole sentir extasiado.

—J-Jongin... V-Vo-Voy a… —Kyungsoo jadeó, cerrando los ojos y tiró del pelo del otro hombre.

Kai de inmediato liberó su polla con un ruido húmedo, sacando la lengua lascivamente.

—No soy Jongin —le recordó mientras sonreía, deslizando sus dedos con un suspiro erótico y un pulido sonido. Se puso de pie sobre sus piernas entumecidas, cogiendo a Kyungsoo por el brazo y más o menos tirando de él para que se sentara en el montón de chaquetas desechadas. Kyungsoo lo miraba con los ojos muy abiertos, parecía un animal preparado para ser devorado, mientras Kai se arrodillaba, sus rodillas presionando contra el suelo a ambos lados de las piernas de Kyungsoo. Sus manos tiraron de sus nalgas, y Kai detuvo sus movimientos para mirar al humano a los ojos.— No eres virgen, ¿verdad?

Kyungsoo le dio una mirada de incredulidad.

—Me lo suponía —Kai chasqueó la lengua con una expresión divertida mientras sus brazos envolvían los pequeños hombros de Kyungsoo y se levantaba a sí mismo. Cogió la polla de Kyungsoo en sus manos y la colocó en el lugar correcto antes de hundirse.

Las manos de Kyungsoo cogieron las caderas desnudas de Kai como sustento, un gemido estrangulado salió de Kai mientras profundizaba. Estaba más estrecho que la mierda, sabiendo que Kai no se molestó en prepararse a sí mismo en serio. Y de la manera en la que el otro hombre estaba clavando sus uñas en sus hombros, Kyungsoo sabía que iba a tomar un poco de tiempo ajustarse.

Sinceramente, no sabía por qué siquiera se molestaba en ser gentil y amable. Kai básicamente era el huésped de Jongin quien le obligó a hacer una especie de acuerdo corrupto. Pero mientras Kai respiraba en su oreja y lo abrazaba con fuerza, Kyungsoo inclinó la cabeza y besó el cuello de Kai, consiguiendo entre sus cuerpos acariciar su erección.

—Tan lleno —Kai gimió, aunque sospechosamente se parecía más al tono de voz de Jongin, mientras movía sus caderas.

—Puedo... ¿Puedo moverme ahora? —Kyungsoo murmuró en el hombro de Kai.

Kai le dio una confirmación en forma de asentimiento de cabeza, dejando escapar el aliento mientras Kyungsoo comenzaba a mover sus caderas lentamente. Sin intención de molestar, cogió la cintura de Kai para evitar que se moviera, ganándose un quejido y una expresión de descontento del otro hombre. Después de ningún cambio de ritmo en mucho tiempo, Kai resopló y rodó los ojos.

—¿Qué? —preguntó el moreno.

—Esto es muy vainilla —Kai bromeó, secando el sudor de la frente de Kyungsoo con sus dedos, su tacto frío y calmante— No sabía que eras un romántico. ¿Estás teniendo sentimientos por mí?

Kyungsoo frunció sus labios por un rato antes que de repente empujara a Kai contra el suelo, boca arriba, cambiando su posición. Apoyándose en las palmas de sus manos que presionaban el suelo, sus labios se curvaron hacia arriba mientras las piernas de Kai se cerraban alrededor de su cintura, empezó a empujar sin reservas, golpeando sus caderas contra el culo de Kai. La reacción del hombre debajo de él fue instantánea, una oleada de constantes gemidos lascivos y suplicas llenaron la habitación.

—¿Mejor? —Kyungsoo jadeó, moviendo sus caderas mientras buscaba un punto que haría a Kai ver las estrellas. Y por como Kai se sacudía y le apretaba, supo que lo había encontrado. Cogió una de las piernas de Kai, y la colocó por encima de su hombro, sorprendido por lo flexible que era Jongin en realidad. Y si antes había pensado que Kai era vocal, no era nada comparado con los fuertes gritos que estaba dejando escapar ahora. Kyungsoo pudo imaginar que los cuervos que se encontraban en el tejado se habían ido volando, alejándose del sonido.

La cabeza de Kai chocó contra el suelo, con el cuerpo neutralizado por la euforia. Las manos que cogían sus caderas formaron hematomas y la manera en que su sudadera aún se aferraba a su torso y se frotaba contra su espalda era incómodo, pero era todo bloqueado por sentir a Kyungsoo dentro de él, frotando sus estrechas paredes de manera adecuada y golpeando su próstata con cada embestida. Sus ojos escarlata estaban muy abiertos y sus respiraciones eran fugaces mientras el aire parecía golepar sus pulmones.

—¡S-Sí, ah, sí! —gimió— ¡T-Tócame... B-Baekhyun!

Kyungsoo aumentó de velocidad sus movimientos, sabiendo que definitivamente no era su nombre el que Kai gritó. Pero no le tomó importancia ya que sentía al borde del orgasmo. Envolvió su mano alrededor del miembro goteante de Kai, y lo bombeó al compás de sus embestidas.

—¡Mi-Mierda, jo-der! —Kyungsoo dijo con voz entrecortada mientras su orgasmo le golpeaba en olas brutales y sus caderas se estrellaban contra las de Kai. Continuó moviéndose para sobrellevar su orgasmo, viendo como el otro hombre arqueó la espalda mientras se corría, tiras blancas manchaban su sudadera oscura.

A Kyungsoo le importó una mierda que sus brazos cedieran y se desplomara encima de Kai, sudoroso y agotado, sacando su polla. Había silencio entre ellos, excepto por sus jadeantes respiraciones y algunos ruidos mientras Kyungsoo se quitaba los pantalones y los zapatos, que estaban alrededor de sus tobillos. El aire entre ellos era gélido, pero se sentía relajante para el cuerpo agotado de Kyungsoo. Dedos fríos rozaron su columna vertebral, dejando la piel de gallina a su paso, e inclinó su barbilla hacia arriba para mirar a Kai, cuyos ojos estaban cerrados.

—Ah, eso estuvo muy bien —Kai suspiró, batió sus pestañas y abrió los ojos para revelar esa tonalidad impactante.

—¿Ahora vas a decirmelo? —Kyungsoo preguntó, yendo directamente al grano, sin querer reflexionar sobre el hecho de que acababa de tener sexo con un fantasma que poseía el cuerpo de su mejor amigo.

—¿Ni siquiera puedes dejarme disfrutar mis últimos momentos? Qué malo, Kyungsoo —hizo una mueca, frunció los labios antes de mostrar una sonrisa que no pertenecía a Jongin— ¿Qué quieres saber?

—¿Cómo moriste y por qué dejaste de bailar? —el investigador preguntó.— Sé que los informes no son precisos, y tengo curiosidad de por qué gemiste 'Baekhyun' antes —en el momento que ese nombre salió de sus labios, Kyungsoo sintió a Kai tensarse debajo de él, la sonrisa en los labios del otro hombre vaciló y desapareció por completo con sus preguntas.

Hubo una pausa y luego un profundo suspiro.

—Baekhyun era... era un cantante en mis tiempos. Era mayor que yo, pero no era famoso. Tenía un trabajo de media jornada como cantante en un restaurante que frecuentaba. Su voz era fuerte, pero nunca flaqueaba. Lo conocí cuando tenía veintitrés años, mi segundo año en protagonizar el Cascanueces, creo. Da igual, lo conocí cuando nos encontramos fuera del edificio. Nos hicimos amigos y luego amantes. En ese momento, y aún ahora, supongo, no podíamos hacer pública nuestra relación, especialmente por mi posición social. Yo le amaba. Él no tenía nada, así que le dejé vivir conmigo, y le di todo lo que tenía. Baekhyun era... era único. No puedes encontrar a nadie como él. Tres años más tarde, llegué a casa después de un show, y recibí una llamada. Su taxi tuvo un accidente con tres coches más. Ni siquiera tuve la oportunidad de decir adiós. Murió de camino al hospital.—Kai se frotó los ojos y Kyungsoo no podía ver en la oscuridad, pero estaba dispuesto a apostar que habían lágrimas en sus ojos.

—Baekhyun se había convertido en mi todo. Fue mi musa, la razón por la que despertaba cada día. No recuerdo cómo me sentía, lo dejé de recordar. Corté lazos con mi manager, terminé mi contrato, y cerré las puertas de mi casa. Con el tiempo, me di por vencido. Habían demasiados recuerdos en estas paredes, así que les prendí fuego. Y aquí estamos.

—Eso es... totalmente diferente a lo que esperaba —admitió Kyungsoo, bajando la mirada.— Pensamos que alguien había provocado el incendio o algo así. No pensé que te habías...

—¿Suicidado? —Kai se encogió de hombros pateticamente— No es exactamente como imaginé que ocurriera, pero lo hecho, hecho está.

—Entonces, ¿por qué sigues aquí? ¿No deberías estar allí con él?— Kyungsoo hizo un gesto con la barbilla hacia arriba— ¿No crees que su muerte es culpa tuya, verdad?

—Claro que no— respondió Kai— No sé. Sólo quería quedarme un tiempo. Pensé que tal vez volvería si esperaba, supongo.

Un sentimiento triste nubló el corazón de Kyungsoo, y acercó sus dedos rozando la muñeca de Kai de una manera reconfortante. Algo acerca del hombre que esperó una eternidad por su amante estrujó su corazón y la forma en la que Kyungsoo veía a Kai cambió. No era un fantasma loco que quería causar problemas o tomar venganza. Kai simplemente era alguien que se había perdido en el amor.

—Y, ¿por qué querías que te folle?

—Oh, no lo sé. Pensé que eras mono. —Kai resopló— Creo que tengo que devolverte a Jongin.

—Así que eres un puto pervertido —Kyungsoo se burló, apartándose de Kai para sentarse y comenzar a ponerse su ropa. Le tomó un momento a Kai hacer lo mismo, con el ceño fruncido por el semen que manchaba sus muslos, pero sin importarle mientras se deslizaba en la ropa de Jongin, pidiendo disculpas a las maldiciones que llenaban su cabeza a través de Jongin. Sus rodillas temblaban mientras intentaba ponerse de pie, y cogió la chaqueta de Kyungsoo para permanecer en posición vertical.

—Bueno, ha sido divertido, Kyungsoo. Lo siento por romper tu videocámara y tener sexo alucinante contigo —le dio una amplia sonrisa, cero remordimientos en sus ojos.

—Sí, vale —Kyungsoo hizo una mueca.— Vas a marcharte, ¿verdad?

—Vas a exorcizarme o algo si no lo hago —Kai se encogió de hombros— Me aburre estar aquí de todos modos. Ya nadie viene. Oh —le dio una palmadita en el hombro a Kyungsoo antes de inclinarse para susurrarle al oído— Probablemente deberías hablar con Jongin sobre algunas cosas entre vosotros dos.

—¿Qué cosas? —Kyungsoo preguntó sólo para entrar en pánico cuando de pronto Kai cayó en sus brazos, con los ojos cerrados. Se esforzó por mantener al hombre alto en pie, sabiendo que Kai ya se había ido.— Ni siquiera dijo adiós, qué cabrón —murmuró. Sujetó a Jongin torpemente en sus brazos -¿por qué sus piernas tienen que ser tan largas?- Kyungsoo le dio una bofetada, una vez, dos, y una tercera vez, la cual dejó una gran huella roja en la mejilla del otro hombre. Estaba a punto de hacerlo otra vez cuando los ojos de Jongin se abrieron un segundo antes, de vuelta a su color marrón normal.

—¿Hyung? —murmuró, levantando su mano para frotarse los ojos como si hubiera estado dormido. Tomó un momento antes que los ojos de Jongin se ampliaran, y se tambaleara hacia atrás con sus piernas adoloridas, cayendo de culo, y ganándose una mueca de dolor.— Eso... ¿Eso de verdad... —su lengua falló mientras intentaba formar palabras.

—Sí, pasó —Kyungsoo respondió, dejando escapar un suspiro y mirando a Jongin con culpa en los ojos mientras se agachaba para arrodillarse delante del hombre en el suelo.— Mira, lo siento de verdad. Estaba acorralado, y supuse que tu vida valía la pena. Pero puedes dejar de ser mi compañero o demandarme o acusarme de violación, si de verdad no querías, a pesar de que- —detuvo su disculpa incoherente mientras Jongin apretaba con un dedo sus labios. Las orejas de Kyungsoo se pusieron rojas cuando el dedo fue reemplazado por los labios de Jongin juntándolos en un beso suave, que se sentía más como un primer beso que los anteriores dados por Kai.

—Fue increíble —dijo Jongin, arreglando el desordenado pelo de Kyungsoo.— Aunque la próxima vez, no nos metamos con fantasmas que rompan mi videocámara.

 

Notas finales:

Espero que os haya gustado. Voy a subir todas las traducciones que tengo en wattpad :)


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