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El azabache caminaba a paso alegre junto con su compañero por el gran parque de Japón, sintiendo esa brisa cálida chocar contra su cuerpo debido al tiempo y hora que era. Gohan en el fondo se sentía mal, ya que Bardock, técnicamente, le había pedido que distrajese a Trunks ya que secuestrarían a su padre hasta que su corporación les pagara. Asi de simple y patético sonaba todo. La fila era larga para comprar un simple helado, tanto que se le había cruzado por la cabeza el regresar y hacer otra cosa, pero el impulso era callado por un sentimiento que, técnicamente, había florecido en su corazón al momento de conocer a Trunks. Era, ese tipo de persona que no critica a nadie por como luce, siempre le caerás bien, si o si, claro hasta que le hicieras algo, allí si desconfiaría de ti
-Oye Gohan ¿Qué tanto piensas? Vete eligiendo el sabor de tu helado antes de que lleguemos, solo faltan dos. –Dijo Trunks sacando levemente de sus pensamientos a Gohan para observar mejor a Trunks y darse cuenta de las palabras de Trunks, eran los siguientes a elegir y de tanta variedad no sabía cuál de todos los sabores o si le llegara a gustar uno diferente.
Finalmente el turno de ambos había pasado, Trunks había pedido uno doble de chocolate y vainilla mientras que Gohan uno simple de caramelo. Rápidamente ambos se habían adentrado más al parque, disfrutando de los primeros aires helados que pasaban por la zona azotando con delicadeza los arboles haciendo que los pájaros cantasen. Trunks opto por sentarse en una de las bancas de madera con barrotes de color negro que decoraban la rotonda con una fuente grande en medio y un cisne el cual tiraba agua en cúpulas. Gohan se sentó a la par de Trunks para ambos degustar del helado en silencio.
-Sabes…. Me encanta pasar tiempo contigo Gohan. Desde siempre hemos sido amigos ¿Lo recuerdas? –Pregunto el pelilla con el cono en mano mientras miraba a Gohan.
-Claro. –Afirmo Gohan asintiendo con la cabeza. Un primer día de clases para el pelilla, cuando Bardock y Bulma se llevaban bien y estos trabajaban por un mismo propósito. Ambos se habían hecho amigos casi de inmediato, enfrentándose contra el mundo, pero no se les era necesario, ya que tenían amigos y gente la cual se llevaban con ellos.
-Son…. Buenos momentos, me alegro que mi padre me haya dejado venir contigo, Gohan. –El azabache volvió a la realidad, una muy cruda para su gusto el hecho de que Bardock tuviera secuestrado a Vegeta y que al suave, Gohan sea cómplice de ello, no le gustaría hacerle a su amigo.
-T-tienes razón. –Tartamudeo nervioso Gohan mientras miraba al suelo todavía con su helado en manos. Ambos terminaron de comer el helado para que la noche cayese sobre ellos, un mantel de estrellas y fondo negro se desplego arriba de estos, los faroles se encendieron al igual que los de la fuente, creando diversos colores en el agua. Trunks empezó asacar unos cuantos temas de conversación que tal vez a Gohan le interesasen. El mayor solo miraba con algo de nostalgia como su amigo conversaba con una amplia sonrisa, sin saber lo que estaba pasando afuera de ellos.
Una idea se cursó por su mente que tal vez… solo tal vez, arreglaría algo con ellos. Si Trunks se distraía con algo, una pareja o cosas por el estilo, se olvidaría poco a poco de su padre, al igual que tuviera una figura para sustentarlo en caso de querer llorar. Su corazón se aceleró al imaginarse a él y a Trunks como pareja, era un sueño que había anhelado desde hace un par de meses atrás, cuando Trunks había roto con su novia y los brazos de Gohan se atendieron a el, acurrucándolo cual niño en su pecho par aquí dejase de llorar. Desde ese día, se había jurado que él, sería la persona que lo hiciese feliz, no una mujer, no otro hombre. El.
La mirada de Trunks se cruzó con la mirada algo melancólica con una sonrisa de Gohan, los ojos azules de Trunks se habían quedado unidos en los orbes oscuros de Gohan. Este rio tiernamente haciendo que Trunks se sonrojara y desviara levemente la mirada.
-¿D-de que te ríes? –pregunto Trunks sonrojado.
-Jeje, tienes un poco de helado a la par de tu labio. –Respondió sin esperar respuesta por parte de Trunks, tomando el mentón de este para acercarlo suavemente hasta quedar a escasos centímetros de Trunks, con la punta de su lengua empezó a lamer lentamente su mejilla, dejando a Trunks totalmente en shock, con cada escasa lamida que daba Gohan, un escalofrió se colaba por su espalda hasta llegar a lo más bajo.
Gohan se separó lentamente de Trunks, viendo con sumo detenimiento el resort sonrojado de Trunks, al igual que sus orbes azules se habían dilatado hermosamente. Rio un poco al mismo tiempo que una sonrisa se dibujaba en sus labios separándose del todo de Trunks.
-¿Po-por qué-que hiciste, eso? –Pregunto nervioso Trunks mientras miraba la sonrisa de Gohan.
-¿Eh? ¿De qué hablas? Yo no he hecho nada. –Respondió Gohan guiñándole levemente le ojo. Rápidamente se levantó de la banca para extenderle la mano a Trunks. –Vámonos, te llevare a tu casa. –Dijo Gohan con la misma sonrisa de siempre. Trunks tan solo asintió con la cabeza, tomando con firmeza la mano de Gohan para ambos irse del parque hacia la casa de Trunks.
+++Pov Vegeta+++
No sabía qué hora era, si ya habríamos pasado un día o no solo sabía que vivo estaba y este hombre llamado “Kakaroto” estaba siempre en la misma habitación mía. El hecho de que mis manos estuvieran libres me daba un poco más de confort a mi zona, pero rápidamente era callado por el hecho de que las 24 horas del día vendado de ojos no me dejaban del todo tranquilo. Me había logrado quedar dormido, no supe cómo o cuando, pero mi cuerpo lo había logrado y de maravilla, no me sentía totalmente salvado, pero era reconfortante. Escuche las leves páginas de un libro pasar de hoja en hoja, deduje inmediatamente que mi secuestrador estaba leyendo alguna clase de libro, ya que de vez en cuando dejaba salir suspiros, asombro y alegría con alguna pequeña sonrisa. Sentí que su cuerpo se levantó, mi cuerpo se tensó levemente, mi cabeza por instinto se bajó con la vista al suelo, pero sus pasos no eran al medio de la habitación, si no que afuera, abrió la puerta y se marchó.
Aproveche los leves minutos para levantarme de la silla y quitarme por leves segundos los vendajes. La luz del techo color amarillo me cegó totalmente, forzándome a parpadear rápidamente. Camine con dificultad por el dolor del golpe que recibí hace horas…. Tal vez días atrás, revise los muebles pero todas las gavetas estaban cerradas, había algo que me llamo la atención, la habitación era un sótano por las paredes rocosas y las vigas de madera que se cruzaban por ellas y el tejado, un colchón inflable negro estirado en el suelo con el libro encima de este y una sábana blanca que lo cubría. Había también una silla y una mesa de escritorio, encima de este un arma, no sé qué calibre, ni qué modelo, pero estaba cargada. Mi cuerpo se paralizo observando con asombro aquella arma en mis manos para ser interrumpido por los pasos de alguien bajara las escaleras.
-Mierda. –Susurre dejado el arma en su lugar para tomar la venda de mi bolsillo y colocármela la manera más parecida posible.
La puerta se abrió, los pasos de aquel hombre volvieron a escucharse por la habitación, trague fuerte rogándole a kamisama que no se diese cuenta de lo que había hecho. Pero fue en vano, dejo lo que aprecia una mochila encima del escritorio para posteriormente emitir un sonido de pregunta para tomar lo que supongo era el arma en sus manos.
-No la había dejado tan al borde, casi se cae. –Dijo el hombre con esa voz masculina que salía con suavidad entre sus labios. Sus talones se giraron y sus pasos se acercaron a mí para quedar enfrente mío, trague saliva fuertemente, esto era malo.
-¿Acaso tú, te quitaste la venda en mi ausencia y tomaste el arma? –Me pregunto tan firmemente que parecía asesinarme. No pude hablar, me quede paralizado mirando hacia abajo, el siendo del arma recargar sonó en la habitación, creando un eco en mis oídos al mismo tiempo que mi cuerpo se estremeció y juraba verme muerto. –Te lo preguntare una vez mas ¿Tú te quitaste la venda y viste este cuarto? –Me pregunta, trague saliva fuertemente y afirme.
-Si. –Dijo en un susurro. –Si yo… me quite la venda. –Afirme un poco más alto que la última vez, el sondeo el alarma otra vez se escuchó en la habitación la parecer, retirando la carga.
-Solo tenías que decir eso, Vegeta ¿Ves que no es tan difícil? –Me dijo, claramente pude escuchar como su risa resonó suavemente en la habitación para volver a girar sobre sus talones ya avanzar hacia el frente.
Su mochila se abrió, sacando un envoltorio de aluminio y algún contenedor con jugo. -¿Quieres comer? –Me pregunto, yo tan solo afirme con mi cabeza, los pasos de él se acercaron nuevamente, moviendo con algo de brusquedad la silla para ponerla viéndome a mí. Desenvolvió la comida y me la puso entre labios suavemente. –Anda, come. Me avisas cuando no quieras o quieras jugo. No sé cuál te gusta, por eso traje de naranja, supongo que a todo el mundo le gusta. –Me explico. Su voz era tan dulce y tan tierna que me daba ganas de vomitar arcoíris, se suponía que en un secuestro se torturaba y esas cosas, ¿Por qué él no lo hacía? ¿Por qué se comportaba tan bueno con migo?
-¿Por qué? –Solté en un suspiro melancólico, sintiendo la amenazada del nudo en mi garganta y unas lágrimas que querrían salir de mis ojos.
-¿Eh? –Se preguntó el hombre retirando el sándwich de mi boca.
-¿Por qué eres, tan bueno conmigo? ¿Eh? Yo no… *snif, te he hecho nada *snif* -Sollozaba suavemente, sintiendo como mi venda se mojaba por las lágrimas. -¿¡Porque yo tuve que estar aquí?! ¡Eh! Tengo una esposa y un hijo…. Necesitan de mí. ¿Qué no lo entiendes? –Le pregunte, pero no escuche respuesta.
-No es mi decisión. –Soltó finalmente con seriedad. –Yo solo sigo órdenes, es todo. No decido quien esta y quién no. Escucha, me dijeron que te mantuviera vivo hasta que ese dinero caiga, tu familia le debe mucho a la mía, y no creas que se quedara al olvido con una tasita de té y un abrazo. –Su voz cambio de tierna a seria y fría, sorprendiéndome un poco.
-Me lo imagine. –Dije irónico mientras extendía mis manos al frente mío, sintiendo por breves segundos parte de su cuerpo que al parecer, estaba bien formado y musculado. Me dio el sándwich y una caja de jugo, la caja la deje entre mis piernas mientras tomaba bocados de al comida. -¿Q-que pasara con mi familia? –Pregunte.
-No lo sé, pero según mi jefe, eres lo único que ocupamos Vegeta. –Me dijo tomándome del mentón para subirlo, supongo que para verme mejor. Un escalofrío recorrió por mi columna sintiendo su mirada encima mío mirándome de pies a cabeza muy probablemente, rio tiernamente de nuevo, acercándome a él para darme un beso casto en los labios el cual ni negué, ni correspondí, solo lo deje. -¿Ves? Ya empiezas a cooperar, Vegeta. Si sigues asi nos haceos buenos amigos. –Rio nuevamente, soltándome el mentón.
-Tsk… ¿Contigo? ¡Insecto! -Me atreví a decirle, pero recibí en vez de un golpe una carcajada por parte de él.
-Me encantas, Vegeta. –Confeso finalmente, haciéndome asombrar por lo que me había dicho. Había terminado de comer y tomar el jugo, Goku tomo las cosas de mis manos, dejándolas supongo que en el escritorio. Escuche también el sonido de un lazo tensarse levemente en sus manos, mi cuerpo se tensó nuevamente, intente levantarme de la silla para alejarme, ya que tenía una idea de cómo era la habitación, pero rápidamente tomo de los hombro si me dejo nuevamente en la silla. –Oh, vamos Vegeta, ¿pero si estabas bien? ¿Qué sucede? –Me pregunto al oído haciéndome girar levemente mi cabeza evitando que su cálido aliento chocara contra mi cuello para no sacar un suspiro. Hato nuevamente mis manos a la silla, dejándome inmóvil y vendado en esta, la silla se arrastró a un extremo mientras soltaba un suspiro y se recostaba sobre el colchón inflable para seguir leyendo.
-Necesito salir de aquí. –Pensé para imaginarme como lo haría y cuando seria mi oportunidad.
CONTINUARA….