Ese día no lo había visto, el alivio que sentía era inmenso, desde aquel día en que regreso y pasó aquello con Gaara, tenía miedo de sólo escuchar su nombre, ese muchacho lo había estado siguiendo todos los días, debía que correr para evitar que el pelirrojo lo atrapase, pero a la finales siempre lo atrapaba como aquella tarde
FLASH BACK*
Era hora del receso, iba bajar por algo de comer. Estaba al pie de la escalera, se quedó inmóvil cuando lo vio fijar su mirada en la suya y empezó a correr cuando lo vio pisar el primer escalón.
No debía de levantar sospechas. No sabía que hacer o a donde ir, se adentró a la biblioteca, no había mucha gente pero el lugar era enorme, era un buen lugar para esconderse.
Iba caminando sin hacer ruido, estaba seguro que el pelirrojo no lo encontraría ahí.
—Menos mal no me vio
Dejo salir todo el aire de sus pulmones, se sentía más tranquilo.
De pronto alguien lo atrapo por detrás y le cubrió la boca. Luchaba por liberarse, pataleaba y trataba de gritar pero la fuerza con la que lo tenían era impresionante
—Cálmate... No voy hacerte nada
Le susurró al oído, era él, Gaara
—estas colmando mi paciencia Rock Lee
Cuando le dijo eso se quedó quieto, ya no luchaba, había visto lo que pasaba cuando Gaara perdía la paciencia, la otra vez casi asesina a un muchacho a golpes.
—Muy bien...
Se calmó y dejo de luchar, Gaara al sentirlo más tranquilo dejo de cubrirle la boca.
—Porque has huido así de mí
—No sé de qué hablas
—en cuanto me has visto has salido corriendo
Lee no dijo nada, era verdad, empezó a sentir más fuerte el abrazo de Gaara. Lo tenía abrazado por detrás y no iba a soltarlo
Se sentaron detrás de uno de los estantes de libros que estaba muy apartado del público.
Gaara tenía la espalda pegada a la pared mientras rodeaba con sus brazos y piernas a Lee y este estaba sentado entre las piernas del mayor
No se dijeron nada, Lee no se movía porque cada vez que lo hacía Gaara apretaba más el abrazo.
Estuvieron así por todo lo que duró el receso, Gaara se había quedado dormido con Rock Lee entre brazos. Cuando sonó el timbre que indicaba el final del receso Gaara despertó.
—No quiero soltarte—le susurró Gaara al oído mientras depositaba un suave beso en el cuello del pelinegro.
—Por favor debes de dejarme ir, no puedo quedarme aquí contigo
A las finales Gaara terminó dejándolo ir pero no sin antes robarle otro beso.
FIN DEL FLASH BACK*
A la salida lo vio salir con sus hermanos, siempre venía un auto a recogerlos, era de una familia bien posicionada, paso evitando su mirada y corrió hasta donde estaba Gai.
No dejaba de pensar en cuan raro podía ser el pelirrojo, no sabía porque lo molestaba a él, sólo lo había ayudado una vez.
—Lee sucede algo?
Escucho la voz de su padre que iba manejando el auto
—no
Siempre solía contarle todo a Gai pero esta vez no se sentía bien de contarle lo que estaba pasando.
—Seguro?
No podía hacerlo, por primera vez le ocultaba la verdad a su papá
—está todo bien
****
Mientras tanto en el auto de los Sabaku estaba todo tranquilo.
Gaara miraba el camino por la ventana y se dibujó en su rostro una pequeña sonrisa, la acción no fue pasada por alto por sus hermanos.
—Estas muy feliz hoy- Hablo con interés su Kankuro
—se debe a alguien en especial?
Gaara giró su mirada y planto sus ojos aqua en los de su hermana
—eso no te interesa
—eso quiere decir que se debe a alguien
—claro que se debe a alguien, así que de eso se trataba por eso has estado distraído todos estos días
—Ya cállense, no quiero seguir escuchándolos - sentenció con frialdad el pelirrojo, sus hermanos habían colmado su paciencia
Luego de aquella conversación el camino a casa fue muy tenso.
A Gaara no le gustaba que se metieran con sus asuntos, eran sólo de él, además no entendía el interés que habían puesto sus hermanos, desde cuanto le importaba lo que le sucediera a Gaara, siempre lo habían ignorado y al igual que todos le tenían miedo. Solamente Rock Lee no sentía miedo de él.
****
Lo había pensado mucho, sabía que hacer lo que tenía planeado posiblemente asustaría a Lee, pero no podía evitarlo, tenía que hacerlo para dejarle muy en claro al pelinegro a quien le pertenecía, quien era su dueño.
Esa misma tarde lo iba hacer.
Espero muy paciente la hora de salida, había estado vigilando a Lee toda la tarde, ya sabía cuáles eran sus horarios. El lugar iba a ser la enfermería, ahí lo había conocido.
Por alguna extraña razón, la suerte estaba de su lado, todo iba conforme a lo establecido.
La enfermera se había ido, al igual que asuma y Rock Lee aún seguía en el colegio.
Se estaba aproximando, venía caminando tranquilamente por el pasillo, podía oír sus pasos, faltaba muy poco, los segundos se contaban omniscientes en su cabeza hasta que la cuenta regresiva llegó a uno lo atrapó.
Cubrió la boca de Lee con un pañuelo empapado en cloroformo, el pequeño luego de unos segundos quedó dormido. Lo cargo en sus brazos y se encerró junto con él en la enfermería, lo acostó en una de las camillas y espero hasta que despertara.
Su respiración era tan clamada, sus facciones eran tan delicadas, sus labios eran tan suaves que no pudo evitar robarle un beso mientras estaba dormido.
Sus labios eran dulces, bajo hasta su cuello y empezó a repartir suaves besos mientras aspiraba su delicioso aroma.
No sabía si iba a poder contenerse a tal tentación, ese mocoso era simplemente hermoso.
Desabrochó su camisa mientras iba bajando por su pecho, Lee dejo escapar un par de gemidos, eso hizo que Gaara empezará a excitarse. Se decidió a quitarle toda la ropa, no había otra opción, lo iba hacer suyo.
Le quito los pantalones junto con la ropa interior, todo su cuerpo le pertenecía, jamás olvidaría esa imagen de Lee completamente desnudo con la mejillas sonrojadas.
Separo sus piernas, se posicionó entre ellas y estaba listo para prepararlo y entrar en él.
Pero algo lo detuvo
—Qué estoy haciendo?
En su mente se reprodujo las imágenes de Lee cuando curó sus manos con tanto cariño y dedicación, el pelinegro fue el único que se había portado bien con él, le había ayudado y se acercó a él sin temor. Si hacia eso ahora, iba acabar con todos esos lindos recuerdos y obviamente él no quería eso.
Se detuvo y aunque estaba excitado no podía abusar así del menor. No se lo merecía.
Calmó su mente y su cuerpo, vistió al menor nuevamente y se acostó a un lado suyo abrazándolo como si fuera un osito de felpa.
Acariciaba su delicado rostro, sus suaves cabellos. No había duda de que Lee era el ser más lindo con el que se había topado.
La noche empezó a caer y la enfermería se fue haciendo cada vez más oscura, una leve luz se asomaba por la ventana y con los últimos rayos de sol Rock Lee despertó
Sus ojitos se abrieron lentamente y sin tener noción del tiempo se levantó, estaba solo o eso creía
—Qué sucedió?- decía mientras se tocaba la cabeza
—te sientes bien ?
Escucho la voz de Gaara, estaba aún lado de la camilla.
El pelirrojo salió de la camilla antes de que Lee despertara y para no perder ningún segundo de su sueño le siguió observando desde una silla que estaba al lado de la camilla.
—Que hago aquí?
—te desmayaste
Lee se quedó en silencio y recordó que no se había desmayado, sino que fue alguien quien lo puso a dormir
—Eso no fue cierto!
A Gaara se le escapo una leve risa
—lo siento Lee
Ambos se quedaron en silencio, fue un momento incómodo
—Porqué siempre estás siguiendo me?
—Porque no quiero perderte
—perderme?
Lee no entendía, cuando es que empezó paso a ser pertenencia del pelirrojo.
—Me gustas, ya te lo había dicho antes
Rock Lee se avergonzó por la confesión
—porque yo? No tengo nada de especial
—eres especial para mí y quiero cuidarte, no quiero hacerte daño y tampoco quiero que me temas
Lee lo observó con detenimiento, el muchacho frente a él estaba siendo sincero. El podía saber cuándo alguien le estaba mintiendo y Gaara estaba diciendo la verdad, si el muchacho le decía lo que sentía él debía de hacer lo mismo y ser sincero también
—Gaara, yo...
—No digas nada, se lo que vas a decir
—Lo lamento - dijo apenado el menor
—Está bien, no he sido muy bueno contigo, pensé que lo que estaba haciendo estaba bien pero sólo te he asustado
Había escuchado que Gaara nunca tuvo amigos, entendía su comportamiento ya que nunca antes alguien se había acercado a él no sabía cómo debía de comportarse con alguien. Se sintió mal, tampoco había colaborado mucho.
—Podemos ser amigos
Gaara se sorprendió, no esperaba que Lee dijera algo como eso
—Si es que quieres....
Gaara sintió un inmenso deseo que abrazarlo, pensó que Lee iba a cortar todo tipo de lazos con él pero fue al contrario.
Lo abrazó con todas las fuerzas que tuvo
—no puedo respirar
El abrazo del pelirrojo era muy fuerte, las fuerzas de Gaara eran impresionantes
Se separó de él y lo besó, le gustaba hacer eso.
—Gaara det..
No pudo terminar porque Gaara lo volvió a besar, lo besaba insistentemente, suaves y cortos besos repetitivos, Lee correspondió, no supo porque lo hizo pero correspondió, trato de seguir los labios de Gaara.
Se sentía bien ser besado de esa manera.
Pero empezó a sentir que el aire no le era suficiente y necesitaba más, corto el beso y recuperó la respiración.
—Ya es muy tarde - hablo muy apenado por la cercanía del muchacho - mi papá debe de estar muy preocupado
Sintió su cuerpo chocar contra la camilla y vio algo en la mirada de Gaara que lo asusto, estaba encima suyo
—Que sucede?
La respiración de Gaara era agitada
—Gaara
El menor debajo de él empezó asustarse, debía de controlarse pero era casi imposible.
Lo volvió a besar pero esta vez con más fiereza, con más fuerza. Separó las piernas de Lee y se posicionó entre ellas, sin previo aviso empezó a embestirlo por encima de la ropa.
No, era imposible controlarse.
Sus manos empezaron a explorar nuevamente la piel debajo de la camisa del pelinegro.
—No... No
Gaara dio unas leves mordidas en su cuello.
—Agh...
Lee se mordió los labios, que le pasaba, su cuerpo se sentía muy raro.
—BASTA!
Lo empujo con sus manos, Gaara tenía las mejillas sonrojadas de igual manera y su respiración lo delataba, estaba muy excitado.
—Lo siento Lee
Lo abrazó escondiendo su rostro entre el cuello de Lee
—No puedo controlarme cuando estoy contigo.
Lee correspondió dio al abrazo, si trataba de escapar las cosas le irían mal, era mejor tratar de controlar al pelirrojo.
—Debemos irnos
Gaara empezó a calmarse, poco a poco entre los brazos de Lee que le daba suaves palmadas en la espalda y acariciaba su cabello.
—Porque eres tan lindo conmigo?
—no te gusta que sea así?
No dijo nada y dejo que Lee siguiera mimándolo.
Sintió sueño, con las caricias de Lee se fue quedando dormido.
El pelinegro sabía que faltaba poco para que Gaara se quedará dormido, una vez que lo hiciera aprovecharía para salir de ahí.
Gaara se quedó completamente dormido y Lee salió debajo de él, lo acomodó mejor en la camilla. Antes de irse lo observó, Gaara era bastante atractivo. Aprovecho y acarició ese kanji dibujado en su frente
—Lee...
Escucho susurrar entre sueños al pelirrojo.
—Descansa - le susurró al oído y le dio un beso en la frente.
Salió cerrando muy despacio la puerta para que el pelirrojo no despertara, una vez afuera corrió hasta su casa.
****
En la sala, un hombre de cabellos negros y cejas pobladas no dejaba de caminar de un lado a otro.
—Cálmate, Lee está bien, debe de estar en casa de un amigo y se olvidó avisar
Trataba de calmarlo un hombre de cabello azul que estaba igual de asustado y angustiado
—Lee no es así
La puerta se abrió y dejo ver la figura de un pequeño niño
—Lee se puede saber dónde estabas!!!
—Lo siento papá! Lo siento! Lo siento!
—Porque llegas tan tarde!! Debiste de llegar hace 3 horas
—me distraje en... el centro
—con quien estabas? - pregunto más calmado el mayor - estuve muy preocupado pensando que algo malo te había pasado
—estoy bien, estaba con un amigo
—Con cuál?
—es nuevo en la escuela
—Lee no vuelvas hacer algo así, si vas a estar fuera por lo menos llama a tu padre - le habló el otro hombre que estaba en la sala
—lo siento Kisame
—No importa, está bien, sólo no lo vuelvas hacer
Kisame era el "amigo" de Gai, aunque Lee sabía que había algo más entre ellos.
—ve a cambiarte para que cenemos
Lee subió a su habitación, deslizó su espalda detrás de la puerta hasta quedar sentado en el suelo.
Cubrió su cara con ambas manos avergonzado por lo que había pasado durante la tarde. Se sentía muy raro al recordar los besos de Gaara.
Sabía que las cosas no iban a ser normales después de eso.