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Lost Soul por Dobe001

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Notas del capitulo:

Hola~
Bien, este es un nuevo fanfic que se me ocurrió hace un buen tiempo. 
Lo sé, tengo otro fic en proceso, pero no pude resistirme a subir este. 
Y esta vez es un Harry x Draco. Si, con Harry de seme, aunque puede que me de la loca y en algún momento Draco tenga su oportunidad (?) Pueden decidir eso ustedes~

Declairme: Harry Potter pertenece a J. K. Rowling, lo único que me pertenece es la trama de este fic y uno que otro personaje inventado. 

Las advertencias las iré poniendo conforme salgan los capítulos y cuando lo crea necesario~   

Como siempre, gracias a mí querida editora, ya oficial, Teme-sama (Pueden quejarse con ella cuando algo no les guste, ella tiene la culpa que escriba y algunas veces me vaya a la mierda(?))

Bien, sin más el capitulo.  

La batalla era menor a lo que habían esperado, si había mortifagos pero el Señor Tenebroso ya no estaba ahí, lo que hacía las cosas mucho más fáciles. Dumbledore observó alrededor, los miembros de la Orden, que habían ido con él, atacaban y defendían bastante bien, incluso las nuevas adquisiciones.

 

 -¡Los encontré!- el grito llamó la atención del Director y se acercó donde se encontraba el hombre que dio el aviso, frente a él estaban los tres cuerpos tendidos. Jerom Abbadelli y Ethan Blake, tomaban el pulso de los tres, mientras Dumbledore los protegía. -Este tiene pulso- anunció Ethan, sosteniendo al joven, los dos voltearon al otro hombre, pero este negó con la cabeza- El único que sobrevivió, fue él- contestó, observando al Director, quien frunció el ceño- ¡Llévense a los tres! ¡Rápido!- ordenó y los hombres obedecieron.

 

 El joven recostado se movió ligeramente antes de abrir los ojos con cansancio, el techo oscuro de madera le dio la bienvenida, desde hace tres semanas lo hacía. Un dolor punzante en su cabeza le obligó a cerrar los ojos, nuevamente.


-Veo que despertaste- comentó una voz, logrando que el chico observara al Directo, sentado en un sillón a unos metros de la cama, tenía en sus manos una carta y le observaba con una sonrisa amable-¿Cómo te sientes?- por respuesta, el joven desvió la mirada a la ventana; Dumbledore emitió un suspiro, desde que lo habían traído el chico no había pronunciado palabra ni comido nada, por suerte tomaba las pociones para curarse, después de insistirle demasiado, pero nada más- Severus vendrá unos días a la Orden- comunicó, pero el chico parecía inmutable, esperaba de corazón que el profesor lo ayudara- Sé que duele, Draco, pero debes tratar de salir adelante. Por ellos- tras decir eso, el hombre se levantó y se fue, dejando al chico solo.

¿Salir adelante? Que fácil sonaba eso. ¿Cómo se suponía que podía seguir adelante cuando las dos personas que más amaba habían muerto?

 

 -¡Draco, no! ¡Él no!-

 

El grito de la mujer lo despertó de golpe; sobresaltado y agitado, se sentó en la cama, observando la habitación, cerca de la ventana, Severus Snape le veía con rostro serio. Sin medir palabra alguna, el hombre se acercó y levantó la bandeja sobre la mesa de luz para luego colocarla sobre el regazo del más joven, que se veía más tranquilo- Come- ordenó, clavando sus ojos negros en los grises del otro, dándole a entender con la mirada que no tenía más opción, Draco entendió el mensaje, desvió su vista al plato de sopa y el vaso de agua, lentamente tomo la cuchara y comió; el nudo en su garganta le dificultó el tragar, haciéndole fruncir el ceño, evidentemente no le iba a ser fácil terminar esa comida. Después de lo que le pareció una eternidad, logró comer todo, sólo entonces Snape se acercó nuevamente y quitó la bandeja, colocándola en su sitio original- Lo siento mucho, Draco- susurró el hombre, colocando una mano en el cabello rubio mientras los ojos grises se cristalizaban.

 Severus se fue a los dos días después de eso, tenía que seguir como espía de la Orden y Draco se sentía terrible, se sentía débil, dolido y tenia rabia, mucha rabia que no podía desquitar. Sabía que estaba en la Orden del Fénix, pero lo único que había visto hasta ahora eran esas cuatro paredes, el baño dentro de la habitación y a Dumbledore, también estaba el duende que le traía la comida y era bien antipático, en resumen, parecía que estaba más en una cárcel que donde “estaría a salvo” según el Director. Emitió un suspiro y se levantó de la cama con algo de dificultad, no estaba curado del todo pero podía moverse libremente, así con pasos lentos se dirigió al baño y una vez allí, se desvistió despacio y sin más entro a la ducha.

Después de un rato, cerró la canilla y colocando una toalla en su cuerpo salió de la misma, tomó el pomo de la puerta del baño cuando sintió su antebrazo izquierdo punzar lo que le dejó estático, lentamente levantó el brazo y observó, la marca tenebrosa estaba activa lo que provocó que retrocediera unos pasos para luego tropezar y caer, no podía quitar su mirada de la marca, las imágenes pasaban en su cabeza como ráfagas y hacían que le faltara el aire.

 

 -Es la última vez que me decepcionas, Lucius-

 

 La voz del Señor Tenebroso resonó en su mente y la imagen de la maldición asesina, golpeando en el pecho de su padre para luego dejarle caer inmóvil en el duro suelo, lo golpeó, el aire faltaba, sentía un nudo en la garganta que le obstruía la voz

 

-¡No!-

 El grito desgarrador de su madre, el dolor, podía recordarlo tan bien; su padre, ya no le sonreiría ni le pasaría la mano por el cabello como una caricia dejando ver que estaba orgulloso de él, nunca más. ¿Cuándo pasó por última vez? ¿Cuándo su padre había sentido orgullo de él? Seguramente antes de que el Lord reviviera. La varita de Voldemort apuntándole, el miedo de ser el siguiente, las lágrimas.

 

-¡Draco, no! ¡Él no!-

La súplica de su madre, la risa burlona del Señor Tenebroso y la punta de la varita cambiando de dirección; lo último que escucharía de ella al verle caer atravesada por el mismo rayo y ahí está, de nuevo el dolor, su madre, su bella madre, nunca más volvería a sentir el calor de sus abrazos, ni el beso en la frente La marca volvió a punzar sacándole de los recuerdos y sintió asco, asco de sí mismo por traer esa cosa en el brazo, el asco y el nudo le revolvieron el estómago, logrando que vomitara, sentía su cuerpo temblar, las lágrimas. Se odió, se odió por ser tan débil y cobarde, por haber dejado morir así a sus padres, por haberle servido a ese y como si la marca lo disfrutará volvió a punzar, volviendo a recordar, volviendo a sentir algo que ya no quería.
 Se levantó y abrió un cajón, de ahí sacó una máquina de afeitar al estilo Muggle, la observó un momento y sin más la acercó a su antebrazo, donde hizo presión y la piel cedió cortándose, el dolor apagó las punzadas y lo sintió tan bien, que volvió a hacerlo, la sangre salía, el dolor era insoportable pero se sentía libre. Pronto todo su antebrazo izquierdo estaba cortado, la sangre hacía un charco en el baño y tenía una vista directa a su carne, ya no había marca y eso lo hacía feliz, ridículamente feliz, pronto se sintió débil. Apoyado contra la pared y desangrándose se dio cuenta de una cosa, la felicidad se fue, los recuerdos volvieron y con ello ira, una rabia tan intensa que antes de perder la consciencia llegó una conclusión, mataría a Lord Voldemort costara lo que costara, lo mataría.

 

Sus ojos se volvieron a abrir se sentía débil y la luz molestaba, trató de llevar su brazo a sus ojos para cubrirse pero no pudo, extrañado trató de moverse de alguna forma pero simplemente estaba inmóvil, “Petrificus” pensó a la vez que se sentía frustrado, encima que no podía salir de la bendita habitación no lo dejaban moverse, unos gritos lo sacaron de sus pensamientos y frunció el ceño disgustado ¿Quién estaba gritando? No podía entender qué decían pero parecía una voz femenina la que lo hacía, la puerta entonces se abrió, dejando ver a Dumbledore a la vez que los gritos se detenían de golpe- Veo que al fin despertaste- comentó el hombre y no tenía que usar Legeremancia para saber lo que el chico pensaba, bastaba con verlo a los ojos- Estás petrificado por miedo a que intentaras suicidarte de nuevo- explicó el hombre mientras daba unos pasos al frente y con un movimiento de varita deshizo el hechizo- ¿Suicidio? Yo no intenté suicidarme- fue lo primero que salió de la boca de Draco a la vez que se incorporaba en la cama, entonces lo notó, su brazo izquierdo estaba vendado. Rápidamente sacó la venda de su brazo, ignorando lo que fuera que dijo Dumbledore y encontró que su antebrazo carecía de piel en una buena parte, aunque se notaba que la herida estaba cerrada, era más bien, una mancha roja en su brazo, una muy grande mancha roja.

-Entonces ¿Por qué terminaste así?- el rubio salió de sus pensamientos ante la pregunta- La marca- contestó y el Director frunció el ceño- ¿Querías borrar la marca?- preguntó y el más joven asintió con la cabeza, Dumbledore imitó el gesto, pensativo. -Me gustaría saber, Draco- habló el Director- ¿Qué vas a hacer de ahora en más?- ante la pregunta el joven Malfoy adoptó una pose más rígida y observó los ojos del hombre frente a él, lo que provocó en el mayor un mal presentimiento- Quiero matar a Lord Voldemort-.

Notas finales:

¡Lo sé!
Es corto, pero como bien sale arriba, es un prólogo xD
Debo aclarar que esta historia transcurre en Harry Potter y la Orden del Fenix, si, Umbridge nos deleitara con su presencia (?
Nada mas por ahora, espero que les haya gustado nwn
Gracias por leer y se agradece los reviews~ 


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