Draco despertaba como cualquier otro dia o al menos eso quería pensar, pues al otro lado de la cama encontraba el cabello que siempre había odiado, no pudo sentir más que repulsión al compartir la cama con un wesley.
ya no podía remediar lo ocurrido la noche anterior y mucho menos recuperar su orgullo inquebrantable, volteo la mirada hacia el rostro del pelirrojo que se encontraba dormido, sentía como su estómago se revolvía a cada imagen que venía a su mente del acto cometido la noche anterior.
se negaba aceptar que había disfrutado tener relaciones con Ron, ¿cómo había sido que un Malfoy, un sangre pura se acostara con un wesley?.
Draco tomó sus pantalones que se encontraban justo en la silla a lado de Ron, torpemente se los puso y dio un vistazo de nuevo a pelirrojo que dormía como un oso, el rubio sólo quería matarlo mientras dormía.
-Maldición- dijo en un tono demasiado enérgico, mientras mordía su mano para evitar llorar en ese momento, el instante pudo percatarse que a un lado de la cama se encontraba su playera rasgada por la brutalidad usada para quitarla.
Tomó todas sus cosas y bajó rápidamente al bar donde se encontraba Leo, quien no pudo resistir mirarlo, el rubio se veía más lindo de lo común parecía que su piel brillaba y su movimiento de caderas no era normal, realmente Draco no se sentía bien le dolía cada parte de su cuerpo.
-Parece te destrozaron el trasero anoche- mencionó con burla el cantinero que se encontraba como siempre detrás de la barra limpiando sus tarros.
-!!cállate idiota, o quieres pelea!- replicó Malfoy, quien cada vez se acercaba más al Cantinero con intención de ponerlo en su lugar, una vez cerca de Leo lo de golpeo con tanta fuerza en la mejilla derecha y este soltó el tarro que se encontraba limpiando, provocando un gran estruendo.
-cierra la boca- señaló con una expresión de furia el rubio, tomó la silla de su lado tirándola en un arranque de furia para finalmente salir con un azotando la puerta.
--ASÍ LO QUISO EL DESTINO--
En el castillo de hogwarts se encontraba Harry quien estaba sentado justo en el gran comedor, sostenía una carta sin redactar parecía divagar entre sus pensamientos su mirada estaba perdida entre la confusión.
-¿Qué es lo que pasa Harry? hay algo que te preocupa- dijo Lupin quien estaba justo detrás del pelinegro, tomó su hombro en muestra de que estaba con el, ojiverde solo pudo mirarlo con un poco de confusión.
-No es nada Remus- dijo en tono desganado y a la vez soltando un gran suspiro que sorprendió a Lupin, pues ver de esa manera al gran Harry Potter le preocupaba.
-Ya se estás escribiendo una carta de amor a la chica que te gusta- bromeo para poder subirle los ánimos, Harry se puso rojo como un tomate, intentó ocultar su cara con su mano, pero era imposible, no podía escapar de los ojos de un lobo.
-No es eso es una carta de disculpas para Malfoy, veras el dia de ayer me lo encontré en el lago negro, parecía preocupado por el juicio que le esperaba, no pude resistirme al ver esa cara tan triste que tenía y le ofrecí mi ayuda para salir del gran aprieto que está ahora, pero al parecer no fue así- dijo con nerviosismo el pelinegro sin dejar ver la vergüenza que esto le provocaba.
Los dos se quedaron callados ante la situación, Lupin estaba analizando la situación antes de contestar sobre la confesión de Harry, se había quedado perplejo pues increíble Harry Potter le pidiera disculpas a su enemigo de casi toda la vida.
-Dejame afirmar si escuche bien estás escribiendo una carta de disculpa para Draco, estás bien de la cabeza- mencionó Lupin quien con con un dedo le daba golpecitos en la frente a cual el pelinegro dio una cara de desagrado.
-Basta Remus, no es tan malo sabes que no puedo quedarme sin hacer nada, no es buen momento para Malfoy está pasando por mucho so..- Lupin interrumpió al ojiverde dejándolo con la palabra en la boca.
-¿Hueles eso?- el pelinegro movió la cabeza en negación -sígueme- los dos se levantaron de la mesa, Harry dejó la carta y siguió a Lupin.
Saliendo del gran comedor se encontraron con un Malfoy que salía de la chimenea con los cabellos alborotados y ropa inapropiada, los dos hicieron una cara de asombro pero Lupin parecía estar concentrado en el olor que desprendía el rubio.
-Potter, eres un maldito como te atreves a mandar a wesley para vengarte por no adaptar tu ayuda eres de lo peor- parecía muy molesto y el ojiverde sólo ponía una cara de confusión.
-A qué te refieres Malfoy, no he visto a Ron desde que terminó la guerra- dijo el pelinegro tomando sé el cabello y a la vez volteando a ver a Remus que no le quitaba la mirada de encima Draco.
-Esto no se va quedar así, pagarás por haber destrozado mi orgullo- levantó la mano y señaló a Harry, dirigiéndose de nuevo a la chimenea tomando los polvos que lo llevarían de nuevo a su casa.
-se acabo, ese tonto no recibirá de mi parte esa carta de disculpas- Lupin miro al pelinegro y este le devolvió la mirada y después de unos segundos este se echó a reír.
-Remus este no es un buen momento para reír- Harry se enfureció y se frotó las cien de manera muy fuerte, se desplomó sobre el suelo y se quedó ahí de cuclillas.
- Lo siento, lo siento pero creo que yo estaría igual de enojado si me quitaran la virginidad y eso que no soy un Omega- dijo en tono de burla, lo que el pelinegro sólo pudo abrir los ojos por el asombro.
-que quieres dar a entender?- volteó la mirada de tal forma que se encontraran de frente a frente.
-si, Draco ha perdido su virginidad y no exactamente con una bruja, tiene el olor de Ron penetrado en su piel- le extendió la mano al chico que se encontraba inmóvil en el suelo -Al principio pensé que el olor provenía de Ron pero me equivoqué, vamos Harry levántate-
Harry no podía pensar que Ron fuera capaz de hacer tal cosa, sabía que el pelirrojo jamás concurrió a la venganza y menos si Hermione le demostraba sus sentimientos cada vez que podía.
-Hola, esta Harry en este mundo- movió su mano frente la mirada del chico para asegurarse que estaba bien, miro esos grandes ojos verdes y pudo percatarse de la mirada que proyectaba parecían desconecta.
-si estoy bien, lo siento- el chico parpadeó y zangoloteo la cabeza para dar la impresión de que se estaba recuperando, se puso de pie con un gran salto y miró por un momento a remus y este le indicó que volvieran.
--ASÍ LO QUISO EL DESTINO--
En el bar más raro de todo el callejón diagon se encontraba Ron que después de tal acto ocurrido anoche se encontraba deshecho físicamente, entreabrió los ojos ya que le lastimaba la luz que entraba de la habitación alojada en la parte derecha de la habitación. Se impulsó para poder sentarse en la cama y admirar tal desorden que había quedado en la habitación.
llevó su mano su cabello para poder calmar aquellos inquietantes cabellos, faltaba Draco el cual debía de estar a su lado, pero no le dio mucha importancia y se levantó para bajar en boxers a preguntar si Leo había visto al escurridizo huron.
-Leo has visto al hurón pasar por aquí- pregunto el pelirrojo que estaba bajando las escaleras en sin que nada le cubriera solo en pequeña prenda que llevaba en sus partes nobles.
-Te dejaron solito Ron, creo que si fuera el hurón yo igual te dejaría, solo de ver como caminaba el muy ingenuo le daría pena ajena- respondió el cantinero que sostenía una bolsa de hielo en su mejilla y a la vez se sobaba con esta para evitar la inflamación.-Ese idiota me ha dado un puñetazo- dijo con tono enojado.
El rubio se echó a reír sin control, tomando su estómago -Quien te manda a burlarte de los demás por su poca experiencia en el sexo, toma en cuenta que Malfoy no es un omega o almenos eso quiero pensar- bajó rápidamente los escalones par posarse al lado de Leo, le arrebató la bolsa de hilo para ver el enorme moretón que te había provocado el golpe del rubio -Te duele- dijo en burla a lo cual leo solo pudo voltear los ojos ante tal estupida pregunta, el pelirrojo conjuro un hechizo que hizo aparecer una pomada especial.
-Para ser un pésimo mago, no eres nada desagradable- bromeó de nuevo el cantinero que solo de terminar la frase Ron salió corriendo hacia su habitación para tomar su ropa y salí a la calle.-A dónde vas- preguntó de forma muy desganada y el pelirrojo volteo a ver a su payaso personal.
-No es obvio a cazar hurones- al término de esas palabras, siguió su camino, había cosas que se le dificulta admitir a Ron sabía que cometió un error y si se enteraba Harry perdería su amistad, aunque en el fondo lo envidiaba ya que solo consiguió llegar ahí por él y por Hermione.