Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi pareja perfecta 2 por Brit

[Reviews - 158]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Atención! les habla la policia

okno.

Pero para las fans de Chris y Noelle, les entrego un:

¡Capítulo sólo de Noelline c: !

 

 

Noelle

Domingo.

Como hizo honor a su palabra y no me ha hablado imagino que no querrá venir. Almuerzo mirando TV mi celular vibra y sigo mirando el programa, ¡hazte la difícil Noelle!

Me acerco luego de 10 minutos.

Angie: Que hay Noelle, ¿te paso a buscar?

No voy a decir que estoy decepcionada, ya me lo esperaba.

Noelle: amiga no me malcríes.

Angie: pero es que si se te cruza un insecto te desmayas, Caro te manda saludos. (Además así no llenamos de autos el patio)

Noelle: Dile que igual para ella

Angie: Soy tu mejor amiga, ¿no hay corazones para mí?

Noelle: No.

Angie: te tiraré la piscina.

Noelle: <3

Angie: Así me gusta.

Estúpida. Me río

Sigo comiendo, y suena de nuevo, debió ser Angie. Voy a servirme más, no debería comer en el sofá, pero ya que.

Lo aprovecho de revisar algo aburrida mientras tomo jugo, recién son las 1, así guardo hambre para la tarde.

Christine E.: No me dijiste la hora ni nada, no te daré el placer de no verme.

Se me cae jugo por el mentón, me limpio y veo su foto al parecer en la nieve.

Noelle: Aaah a las cinco. Te demorarás como 20 minutos de dónde vives.

Christine E.: Voy a buscarte a las 16:40

¡Mierda!

Noelle: Ya me vienen a buscar…

Christine E.: ¿Te dije que tenías opción?

¿Esta mujer no acepta un ‘’no’’ como respuesta?

Resoplo un poco nerviosa.

 

Noelle: Angie…

Angie: Noelle…

Noelle: No me vengas a buscar

Angie: ¿Te pasó algo?

Noelle: No es que… iré con una amiga del trabajo.  

Angie: No sabía que tuvieses una amiga del trabajo además de Gabi.

¡Dios! ¡Si va Gabi me molestará!

Noelle: Bueno, ya sabes que soy simpaticona.

Angie: ¡Pero siempre me cuentas todo!

Aish ya empezó.

Noelle: ¡Se me olvidó! ¡¿Está bien?!

Angie: Vamos a conversar muy seriamente de nuestra amistad.

Noelle: ¡Tú no me contabas cuando te acostabas con Caro hasta que las encontré desnudas en la mañana!

Angie: … nos vemos allá.

Noelle win.

 

Cambio de contacto.

Noelle: Te espero afuera de mi edificio…

Christine E.: Claro que lo harás.

Noelle: Argh.

Christine E.: Aprovecha de explicarme a donde me llevarás.

Noelle: Es una especie de junta en la casa de unas amigas, tienen un lindo patio, normalmente bebimos y comemos, así que cada una lleva algo (yo llevaré cervezas) son mujeres agradables.

A diferencia de ti.

Christine E.: Hmm suena interesante, supongo que te ayudaré con las cervezas. 

Noelle: Genial

Christine E.: ¿Son todas lesbianas verdad?

Noelle: Si, ¿te molesta?

Christine E.: si te aguanto a ti, ya no me molesta nada.

Noelle: …

Ayer en la noche no te sentí muy hetero precisamente. Me ruborizo, quizás sean ideas mías y no iba a besarme, a lo mejor tenía una pestaña en la cara.

¡Sí! ¡Eso pasó!

Salgo de mi edificio a las 16:45

¡Tenía que asegurarme de que corté el gas y apague las luces!

Veo el auto rojo de Christine.

- ¿Estas son horas de llegar?

-Es que…

- ¡No hay excusas! La hora de llegada se respeta.

-Es sólo una junta de amigas Chris- digo despreocupada.

-No me digas Chris.

-Tenemos que comprar cervezas.

-Ni modo, ya llegamos tarde.

-Tranquila. - Me enojo sentándome al lado. - Relájate, de eso se trata.

-No es así como me educaron- se queja manejando.

-Pues yo te estoy educando de nuevo- bromeo creída.

-Tú no me vas a educar a mí.

-Agrh ¡te odio! - me quejo. - Todos podemos aprender de otra persona.

-Pero de ti no.- Dice burlona.

¡Entiendo tu juego! ¡No me harás enojar maldita!

- ¿Cuál compramos? - pregunta en el súper en una actitud como si le perteneciera todo.

-Esta- saco las de siempre, si elijo otra no faltará la que reclame.

- ¿Tantas? - mira el carro. - No sabía que tenías problemas con el alcohol

- ¡No son sólo para mí! ¡Las demás beben bastante! ¡¿Y acaso tú no bebes?! - ¡Estúpidas Elisa, Angie, Kate y quizá Fer! ¡Y también las demás!

-Claro que sí, sólo te tomaba el pelo- se levanta de hombros. - ¿Y qué llevan de comer?

-Carne, cosas saladas.

- ¿Pero a ti no te complica eso?

 -Me llevan especiales- digo feliz.

-Interesante. ¿Tus amigas se parecen a ti?

-No.- Sentencio, no soy tan centrada como Fer, ni tan sincera como Angie, ni tan paciente como Ale, ni tan callada como Kate, ni tan sociable como Gabi…

Lloro, ellas son mejores.

- ¡Todas somos agradables! - digo renovada.

-No, tú no – me molesta. Me vuelvo a deprimir, toca mi cabello y empuja el carro.

La miro asombrada, o me consoló o me pegó un chicle en el pelo.

Me toco la cabeza dudosa, me ruborizo… no hay chicle.

 

Subimos al auto de nuevo.

- ¡No tenías que hacerlo! - me quejo. ¿En qué momento deslizó la tarjeta? ¡Ah sí! cuando leía un mensaje de Angie insultándome por ser impuntual. Creo que el 40% de mis mensajes son de ella retándome.

-Tranquila, ya me lo pagarás.

-Qué miedo- digo cruzándome de brazos, me mira enojada.

La miro interrogante. ¿Ahora qué?

- ¿Dónde vive tu amiga?

-Son mis amigas, viven juntas- digo mostrándole mi GPS con los ojos brillantes.

-Eres muy cursi.

- ¡Es que es hermoso! - gimoteo. Empieza a conducir ignorándome.

-Oh, bonito barrio- dice mirando las casas y patios.

-Ajá, a mis amigas les gusta la tranquilidad, más ahora que tendrán a la pequeña Sam.- Oh pequeña Sam, ¡tu tía Noelle te llevará a ver pingüinos!

-Aah, ya veo, ¿Cuánto tiene?

-8 meses. – Digo emocionada.

-Noelle deja de ser una llorica, atraerás murciélagos- me toma el pelo.

- ¿Aún puedo abofetearte sabes?

-Tus amigas descubrirán tu verdadera identidad… ¿Ahí? -Apunta la casa de Fer, ¡carajos hay 5 autos!

- ¿Alcanzaras? - le pregunto con duda.

-Nos haremos el espacio- bromea.

-No vayas a hacer algo malvado- me quejo.

-Tsk, tenía un clavo estupendo. - La miro de reojo conteniendo la risotada, me imagino la cara de Ale, ya que, por desgracia, su auto es el último que estacionó.

-Compórtate- río de mala gana.

-Te reíste, significa que tienes un lado malvado. – Dice muy ufana deteniéndose al lado.

-Eres una pésima influencia- digo saliendo y quedando en altura de sorpresa.

- ¿Cómo es que no te vi? - me quejo abrazando a Angie.

-Porque eres una mala mejor amiga ¿No me vas a presentar a tu amiga del trabajo?

Christine levanta una ceja con duda.

-A si, Christine esta es Angie, es mi mejor amiga. Angie, esta es Christine - Rodeo los ojos cuando Angie sonríe orgullosa saludándola como si tuviera el mejor título honorífico. Amiga que no te vigila posesivamente no es tu amiga.

Vamos por el patio saludando a unas cuantas, por suerte, a diferencia de Angie; Alejandra y Fer me dejan ser libre. Alejandra es de esas que te hace sentir un ser necesario en el mundo, sonrío recordando cuando nos conocimos. Espero que no lo haya contado… de todos modos no es un recuerdo negativo.

Luego Caro, Elisa, Kate y Sandra, Christine sonríe interesada. Le hace un par de preguntas, la verdad es que es muy buena relacionándose con gente extraña, supongo que estará acostumbrada, es decir, su familia debe tener bastantes ‘’amigos’’ y todo eso siendo adinerados.  Al final conversa con Fer, supongo que tienen más a fin porque tienen la misma profesión y la cara de ambas es como si hablaran de algo muy entretenido. Las dejo solas, me preocupé de gusto.

- ¿Y quién es ella? - olvidé que Sandra es una maldita molestosa.

-Nadie- me quejo bebiendo cerveza.

- ¿Y porque te sonrojas?

-No me sonrojo, ¡cállate Sandra! - me la bebo de un sorbo. Ale se ríe bajito y la miro horrible, se asusta y abraza a Kate que sigue como si nada.

-Es linda- sonríe mirándome como para que le cuente más.

- ¿¡Así es como tratas a la madrina de tu hija!?- piedad. – Es del trabajo- me quejo.

-Ah está bien, Gabi llegará más tarde. ¿Deben conocerse no?

¡¡Noooo!!

-Algo así- carraspeo.

Me dejan tranquila un rato hasta que Ale se sienta a mi lado y saca una cerveza.

- ¿Es la que me contaste en el corte de luz? - bebe un sorbo.

-Si.

- ¿Y cómo es que se llevan bien?

-Humm es que, la ayudé en un par de cosas, luego me invitó a ver animalitos- Ale me mira sorprendida- y somos eem conocidas que se llevan mejor.

-Ah me alegro, así no peligra tu trabajo - Sonríe. ¡Aaaw Ale! Eres una ternura- ¿Angie sabe? - suelta un par de carcajadas

-Estás loca- me río con ella – La hubiese amenazado del principio por tratarme mal.

-Es verdad- asiente. Veo a Christine caminando hacia mí, toma una cerveza y se sienta a mi lado.

- ¿Cómo lo estás pasando? - pregunta Ale.

- Estupendamente, gracias- sonríe abriéndola- Fer es muy interesante y está muy bonito todo. -Echa una mirada al fondo, sonrío, Fer tiene allá todos los animales acuáticos posibles en adornos.

-Es verdad- dice orgullosa Ale, sonrío.

-Si quieres vamos a ver – le susurro cuando Ale se pone a mirar a Kate.

-Después- cuchichea Christine haciéndome reír.

Luego antes de comer, llegó Gabi y Charlotte. ¡Gabi estuvo mirándome con una cara que odié! La ignoré toda la tarde, eso no le impedía moverme las cejas ¡Maldita! .Así que me puse a caminar con una cerveza.

- ¿Estás bien? - pregunta Christine apareciendo.

-Si, sólo paseaba - Digo mirando las diversas esculturas de diferentes materiales, adornos y fuentes de agua.

-Mira- dice apuntando un pingüino de madera con uno más pequeño.

- ¡No lo había visto! - me sorprendo, es verdad Fer hizo una especie de mini zoo con todos los regalos de boda y adornos que tenían. Es lindo pasear por aquí, es muy relajante para caminar.

-Pero que pésima amiga- bromea sacando una cámara.

- ¿Vas a todos lados con ella verdad?

-Nunca se sabe cuándo se puede sacar una buena foto- dice aprovechando de fotografiar a una foca tallada con madera oscura - Que bonito todo esto- dice sorprendida.

-Mira tú haciendo cumplidos.

-Oye dame un respiro - Pone cara malvada- tus amigas también lo son- mueve las cejas como si me haría enojar.

-Obvio – digo feliz, mis amigas son hermosas.

-Sobre todo la de cabello oscuro y ojos amarillos.  

- ¿¡Kate!? ¡Esta con Ale! - me quejo enojada.

-Es sólo una apreciación.

-No te atrevas - Entrecierro los ojos.

- ¿Estás celosa?

-No. –‘’Estupidadesgraciadaviborahijadetuput…’’

-Si lo estás- se ríe. – Ya sabía que te gustaba. – Sigue sacando fotos a diestra y siniestra.

-No sueñes, y no te metas ahí.

- ¿Estás loca? - Levanta una ceja- sólo dije que era linda, como cientos de personas lo son y tú también lo eres. - Se acerca.

-Ya lo sé- digo tratando de ser creída. Primera vez que le escucho un cumplido hacia mi persona.

-Pero ella no me seguiría el juego ni por un segundo- se levanta de hombros- En cambio tú siempre estás pendiente de todo lo que hago, te enojas, te irritas y me golpeas.

-Te pego porque dices estupideces- me quejo sin mirarla. Siento sus ojos sobre mí y me pone nerviosa – Y no me importa lo que hagas.

-Claro que te importa- se acerca creída guardándose la cámara expertamente - No fue suficiente con verme de lunes a viernes, ni tampoco el sábado de esta semana, sino que también el domingo. ¿Qué harás el próximo fin de semana? ¿Llorar? - Mira mis ojos en busca de debilidad.

-Que desagradable. – Murmuro. Noto que está oscureciendo. –Puedo vivir sin ti- le respondo.

- ¿Y a quién mirarás con odio todas las mañanas?

-Sería bueno no sentir odio una mañana, me darán úlceras si sigo así.

Me mira horrible.

-Era broma Chris- me doy un golpecito en el brazo.

-No me digas Chris- se enoja y se devuelve a la casa.

 

Horas después

-Nos vemos mañana- me quejo evitando la palabra cuando detuvo su auto, trato de abrir la puerta para arrancar notado que tiene seguro, son cómo las 11pm y mañana debemos trabajar.

- ¿Cómo se dice? - me mira Christine burlona.

-Gracias Chris.

-No me digas Chris - Me mira feo, trato de salir de nuevo.

- ¿Me vas a dejar ir o no?

Christine me observa enojada, toma la parte de atrás de mi cabeza y me acerca a ella besándome. Huelo su aroma mientras sigo el movimiento de sus labios, se separa y la miro perpleja con el estómago cosquilleante y las mejillas rojas.

-Ahora puedes largarte- Se escucha como quita el seguro y no me dice nada más. Aprieto los labios y frunzo el ceño. Cuando entro a mi casa y me siento en el sofá se me escapan un par de lágrimas, es tan complicada y ahora me sale con esto.

       Bueno no voy a hacer como si fuera una víctima, a eso le llamo besar. Suspiro.

 

 

Martes.

Debo decir que ayer lunes llegue y me la tope y ni un hola me dijo. Supongo que está arrepentida, es que como se le ocurre hacer eso; pienso sonrojada escribiendo, sigo con mi trabajo hasta el almuerzo cuando noto a un tipo de traje elegante tocando la puerta y entrando como si no fuera la primera vez.  Bueno, no es algo raro, Christine es importante, es sólo que ahora me produce una especie de malestar en las vísceras.

-Hmm- Digo en voz baja, supongo que todo esto ya se terminó, ¿La ayudé no?

 

Jueves

-Noelle estás algo seria ¿ocurrió algo? - me pregunta Gabi del almuerzo.

-No.- Susurro comiendo.

Me mira no creyéndome ni lo más mínimo.

-Este hospital está algo silencioso- comenta, supongo que hace alusión a que no nos hemos gritado ni nada.

-Mejor así, ¿es un hospital no? - Digo seria, rodea los ojos.

 

Luego de almorzar, me dispongo a trabajar, concentrarme y antes de que vaya a decir el nombre de mi paciente, entra Christine. La quedo mirando.

-A que vienes ¿estoy despedida? - creo que a la larga sería mejor.

-Mira tú lista. - La miro dudosa.

- ¿Qué mierda haces sacando hora conmigo? eres pesada pero más bien necesitas un psicólogo.  Ve al lado- me siento.

Apoya las palmas de sus manos en mi mesa quedando muy cerca, me mira seria y yo la miro enojada.

- ¿Estás enojada?

-No.- La miro con odio.

- ¿Qué ocurre? no recuerdo haber hecho algo que te molestara- levanta una ceja y enrojezco.

-Déjame- digo a punto de llorar.

Da vuelta el mesón invadiendo mi espacio personal, la miro con el ceño fruncido y un par de lágrimas saliendo.

-No entiendo por qué lloras- se inclina. - Eres tú la que no se me acerca.

 - ¿Y que querías que hiciera? ¡Ni siquiera sé lo que pasa por tu cabeza! - exclamo mirándola, me mira sería – me ignoraste casi toda la semana- digo enojada.

- ¡Pero si después de eso era lógico que tú te acercaras! - reclama un poco ruborizada. Se ve bien… lloro más. - Que voy a saber yo, si te gustó o no que te besara.

Le aparto la mirada avergonzada.

-Noelle. – deja salir enojada.

-Me voy- espeto con todas las ganas de salir corriendo, en su lugar camino a la puerta. Me ataja del sweater.

-No seas infantil. – Dice aburrida mientras trato de escapar.

-No soy infantil, ¡tú estás jugando conmigo! - Gimoteo. – Sabes que soy un ser humano sensible y me haces esto. - ¡Por qué tenías que besarme así!

Me gira y me mira extrañada. - ¿Por qué juego contigo?

-Por qué me tratas mal, luego me besas, después me ignoras y te ves con tipos extraños. - Dejo salir llorosa ¡Al menos que me desilusione ya! Así no sufro.

-Tan adulta y tan cobarde. - Le pego en la mejilla enojada y me cruzo de brazos.

- ¡Ahh! - se queja con la cara ladeada- basta, deja de hacer eso de una vez.

-Te lo mereces –lloro.

-El tipo de anteayer…- empieza, tomo atención sólo dándole una mirada y vuelvo a bajar la cabeza, se sorprende.

-Te gusto ¡estás celosa! No te culpo. - dice orgullosa, levanto la mano de nuevo y pone un brazo antes de que le pegue. - Noelle- se queja- es un pretendiente.

-¡¡Largo de aquí!!- grito, voy a llorar, voy a llorar.

- ¡No es el primero, es normal que eso pase! - me toma de los hombros, hago un puchero. - Ya sabes, supongo que quieren más el dinero que a mí, o quien sabe – Se levanta de hombros, me mira esperando a que le diga algo para molestarla, pero ni de eso tengo ánimo.

- ¿Estás viva? - me zamarrea.

-Si. - Me quejo. - ¿Y qué quieres que te diga? Bien por ti.

Me pega una bofetada, en lugar de enojarme más me recargo a la altura de su cuello con la mejilla adolorida, para mi sorpresa suspira y me abraza.

- ¿Qué haces? Tú nunca me abrazas así. - dejo salir.

-Y tú nunca te dejas abrazar así.

La miro llorosa, está con esa cara que en vez de ser desagradable muestra una expresión serena. Observa mis ojos y la miro sin saber muy bien que esperar.

- ¿No vas a besarme? - susurra.

Me acerco mientras baja la mirada y nuestros labios se unen, son tan suaves, muevo los míos sintiendo como me corresponde y me abraza acercándome, acaricio su cabello mientras hago más presión con mi boca, abriéndola más y recibiendo más de esa pesada.

Justo cuando toda nuestra atención está en sentirnos la puerta se abre.

-Oye vieja, quería…- Gabi abre la boca cómicamente al vernos abrazadas con la boca muy cerca. – ¡Oh carajos! ¡Yo nunca estuve aquí! - dice yéndose rápido.

-Tsk- se queja.

-No le hagas nada- susurro sintiendo su abrazo.

-Tendrás que hacer méritos. - Empieza a caminar lentamente conmigo.

-No más -me quejo mientras me empuja a mi mesón y me apoyo juntando más su cuerpo conmigo.

-Tenemos unos 20 minutos- susurra y me da un besito en el cuello que eriza mi cuerpo.

-Oye para dónde vas- suspiro atrayéndola, me vuelve a besar y empieza a cargarse en mí.

10 minutos después.

Se separa mirándome los labios.

-No te confundas- aclaro, su mirada sube a mis ojos- aún creo que eres una pesada- Sonríe alejándose, ordena su ropa y pone esa expresión manipuladora. Carraspea.

-Entonces te tengo un trato. - Me mira de reojo.

- ¿Si? - esto ya me da miedo.

-No es raro para mí recibir visitas e invitaciones a cenar de interesados, muchos son hijos de amigos de mis padres. – me mira creída mientras arrugo el ceño. –Por tu cara puedo adivinar que no te hace ninguna gracia. Bien puedo perfectamente no aceptar a nadie.

Acerca su nariz a la mía.  –Pero con una condición.

Ya veo que me pida esclavitud o algo así.

- ¿Cuál? – digo desconfiada.

-Tendrás que pasar al menos un día conmigo a la semana. El que yo quiera.

- ¿Por qué no me pides una cita y ya? - bromeo.

-No voy a darte ese placer… ¿Entonces es un sí?

Me sonrojo, ¿En qué momento se supone que terminamos así?

-E- está bien.

-Perfecto. - Me da un beso que recibo sin ningún tipo de resistencia.  Se va y quedo frente a mi mesón mirando como estúpida. Me pego suavemente y sigo con lo que estaba.

¿Qué diablos acaba de pasar?

Termino mi trabajo y me preparo para arrancar, como adivinando mi plan, Gabi entra y cierra la puerta.

-Ni lo pienses. - Dice con una sonrisita.

Miro al mesón colorada.

-No dirás… ¿puedo explicarlo? - bromea situándose al lado mío y mirándome burlona.

-No puedo explicarlo. - Dejo salir- ni a mí me lo he explicado.

-Al más puro estilo Noelle. – Asiente feliz

-No me molestes- me quejo- ni sé que pasó

-Te gusta la pesada, ricachona que te molesta y golpeas.

Por alguna razón todas esas palabras suponen un peso tremendo para mí. La miro muy aproblemada, Gabi sonríe comprensiva.

-Descuida soy una tumba, pero te tomaré el pelo- besa mi mejilla y se va. – ¡Esto no ha terminado!

 

 

Viernes

Christine

- ¡No entiendo como no quieres! ¡Cualquier persona aceptaría! - grito.

- ¡Pero yo no soy cualquier persona! - me grita- quiero algo normal- me mira con esos ojos cafés tan rebeldes y desafiantes.

No entiendo como no quiere ir al restaurant más caro de la ciudad ¡pensé que si invertía más dinero se daría cuenta que me gustaba!

Me toco el entrecejo, cuanta paciencia contigo Noelle.

- ¿Y qué es para ti normal?

-Sentarnos tranquilas a comer en un verde paisaje, o en un lugar tranquilo, conversar - dice soñadora, arrugo el ceño- No estar en un lugar lujoso en donde hay que cuidar la etiqueta y probablemente sepan quién eres, que voy a conocer de ti ¡¿cómo sujetas un tenedor?!

-No te haría mal- le digo con la pura intención de molestar. 

Y ahí, es cuando me arde la mejilla.

La miro enojada, ¡si yo quiero que este viernes en la tarde esté conmigo, estará conmigo! además. Un trato es un trato.

La empujo a mi auto, antes de que se escape mientras abro la puerta la lanzo con lo que puedo.

Me siento y pongo en marcha el auto mientras me grita.

- ¡No iré! - se enoja.

- ¡Bieeeeeen! – me quejo, ¡no la entiendo! - ¡Haremos lo que tú quieras!

-Pero si no quieres no tiene sentido- se cruza de brazos.

-No hagas maña- digo con acidez. - ¿a dónde vamos? - más le vale decir algo decente.

- ¡Que tal un picnic en un parque! - dice emocionada.

- ¡NO! - grito- ¡no estaré sentada con el pasto picándome el trasero con niñatos corriendo por aquí y allá!

-Agrh- se queja.

‘’Somos tan diferentes’’

Creo que ambas pensamos lo mismo.

- ¡Ya se! - dice Noelle de nuevo emocionada, no entiendo cómo me grita enojada y luego sonríe como si le regalaran un dulce.

-A ver- digo sin ninguna fe.

- ¡Cocíname!

-Expláyate- me gusta la idea, me gusta cocinar. Suena bien.

-Compremos algo en un supermercado, vamos a mi apartamento, cocina algo para nosotras- dice feliz. - Dijiste que te gustaba cocinar...- me mira con los ojos brillantes.

-Eso es bastante simple- ¡Cómo voy a impresionarla y dejarla loca por mí con eso!

-Pues es la única forma de conquistarme- dice creída. - Puedes meterte los billetes por donde te guste más.

Esto no me había pasado antes, mientras más dinero y petulante te demuestres, más te respetan y adoran. Pero con Noelle es distinto, mientras más creída soy, puedo esperar una bofetada más fuerte.

Paramos en un supermercado, compro unas cuantas cosas, supongo que no espera que le diga que cocinaré, que niñata.

Entro a su apartamento, la verdad es bastante normalito, lo justo y necesario sin tantos lujos, aun así, representa bien la forma de ser de Noelle. Veo unos cuadros con animales.

-Entonces, ¿con que me sorprenderás? - dice feliz descorchando una botella de vino.

-No te lo diré- digo pesada.

-Oh una sorpresa, estupendo- sonríe sirviendo en dos copas, sonrío mirándola. Mis conocidos me vieran…

- ¿Qué ves? – se ruboriza, la miro confiada como siempre que puedo hacer lo que yo quiera.

- ¿Te pongo nerviosa? - susurro acercándome.

 -No.- Dice desviando la vista, la abrazo por la espalda y siento su perfecto trasero.

- ¿Segura? - susurro con los labios hormigueantes por besarla. Toca mis brazos, se gira y me mira, acaricio su mejilla y la beso.

Me corresponde y por muchos minutos dejamos las peleas de lado; después de todo la mocosa nos interrumpió. Cuando me alejo abre los ojos y me sigue mirando así, de esa manera tan distinta, como nunca antes me han mirado. 

-Déjame sorprenderte – bromeo, sonríe y me deja el espacio libre.

-Impresióname. - Toma una copa- si lo haces mal siempre hay snacks.

-Te decepcionarías -asiento.

 -No realmente, si te sale mal sabría que quizá no eres la mejor cocinera- dice sentándose en el sofá- aprendería algo nuevo de ti- mira su copa. - Comeremos de todas formas.

- ¿O sea que no importa si lo hago mal? – frunzo el ceño.

-Nop- me sonríe. Pestañeo un par de veces extrañada. 

Que inusual… Estoy acostumbrada a un mundo en donde todo lo que haces es observado y evaluado. Siempre me he esforzado al máximo y ahora me dice que, ¿si lo hago bien o mal no importa? ¿porque es parte de mí persona? Ladeo la cabeza extrañada y empiezo a sacar, ordenar y lavar cosas que compramos.

-Huele estupendo. - Dice acercándose.

-Si te atreves a abrir las ollas te daré con la cuchara de palo. – la amenazo.

-No lo iba a hacer- hace un puchero.

- Aunque es algo simple - digo mirando las ollas- es comida vegana después de todo, al menos tu salsa- le doy un codazo suave.

-Que considerada- sonríe devolviéndomelo.

- ¿Y qué es? - veo que no aguanta la curiosidad.

-Un risotto de champiñones – no se me ocurrió otra cosa. Es rápido, rico y puedo usar agregados. – Y te agregué filetes de berenjena, noté que te gustaron la semana pasada.

-Suena exquisito y huele a vino blanco- dice soñadora.

-Tiene- sonrío- eso estoy esperando, que evapore.

-Oh excelente.

-La ensalada tiene nueces, espero que no seas alérgica.

-No soy alérgica a algo que conozca- dice orgullosa.

Nos sentamos luego de unos minutos la miro de reojo.

-Wooooh- dice probando- está delicioso... ¡No fallaste! - se queja.

- ¿Querías que lo hiciera? - levanto una ceja, me sigue odiando en el fondo.

-Nah, ya sabía que eras una señorita perfección, disciplina y no sé qué más.

-Lo sé- sonrío.

- ¿No eres mala en algo? – me mira curiosa.

¿Querrá conocer mis debilidades o qué? la miro desconfiada, nadie me ha hecho esas preguntas, al menos con buena intención.

-No voy a apuñalarte por la espalda con un ‘’soy un asco en matemáticas’’- ironiza. -Aunque yo si lo soy- sonríe comiendo.

-Bueno… nunca me gustó estudiar historia. - Digo un poco cortada.  

 

 

Noelle

-Oh vaya genial- no me lo imaginé… pienso mirándola. Me levanto de hombros y sigo comiendo, ¡fue muy acertada la idea de que cocine!

- ¿Vas a comerte todo eso? - me mira dudosa levantando una ceja.

-No pienso desperdiciar ¡y menos algo tan exquisito! - me quejo.

-Eres lo que cocinas- dice solemne, me río.

-No. - La molesto.

- ¿Y cómo cocinas tú? - me mira creída.

-Ya terminé- digo feliz tomando mis cosas y dejándolas en el lavaplatos.

- ¿No me vas a responder verdad?

-Qué bonita se ve la noche – Me siento en el sofá sirviéndome vino feliz.

-Noelle…

-Oh escucho una voz… no sé quién es- recito al aire bebiendo un sorbo. Se levanta enojada y se sienta al lado. La miro creída hasta que se me acerca y me da un beso corto.  Miro su boca y su cara sorprendida, no sé porque aún me sorprenden sus besos, debe ser por la costumbre de insultarnos. Dejo la copa en la mesa tranquilamente hasta que la beso, me responde de inmediato. No hay tiempo para molestarnos y odiarnos cuando estamos así y me gusta mucho, la acerco un poco más a mi abrazándola del cuello y acariciando su cabello, Christine respira algo agitada cuando meto mi lengua y me atrae de la espalda baja juntando su lengua con la mía. Siento como me acaricia suavemente y suspiro en su boca, se separa un poco y me acerco más. Entonces es cuando comienza a acariciar mi mejilla delicadamente. Esto es tan distinto a cuando nos damos bofetones…

En eso se separa y la miro un poco emocionada por sus caricias.

-Esto es un poco… - Dice con la misma cara que yo.

-Sí, eso pensé.

Nos miramos algo ruborizadas, quita la mano de mi rostro.

-No tenías que dejar de hacer eso- murmuro.

- ¿Te gusta que te haga cariño? – sonríe. Me sorprende no ver una cara petulante alabándose a sí misma. Es como si fuese otra Christine, o una parte distinta más bien.

-Si- enrojezco mirándola atenta mientras me mira a los ojos, me abraza del cuello y me acerca a ella acariciándome la mejilla mientras me recuesto en su hombro.

Cierro los ojos.

-Gracias por cocinarme- sonrío cómoda- la verdad es que yo no salgo de lo común.

-De nada- susurra – ¿una comida común para una mujer común? - Aish, ya se puso Christine.

-No me hagas golpearte- me quejo.

-Pensé que dejarías de hacerlo…

-Cuando me dejes de joder.

-Lo siento, la costumbre- sonríe acercándome más. La abrazo, no sé por qué hago esto, pero si me lo saca en cara me avergonzaré. Aun así, se siente bien el calor de su cuerpo.

- ¿Cuánto durará el trato? - pregunto curiosa.

-No pensé en eso – dice mirándome. -Es como cuando te dije que la señora criaba a sus tres hijos sola, se me ocurrió en el momento – dice mientras me separo y abro la boca indignada.

-Eres una…

-Era necesario.

- ¿¡Eres capaz de mentir para tener el hospital!? - me enojo completamente indignada ¡No sé qué le vi!

-No lo veas de esa manera- se incorpora- sólo fue una bromita.

- ¿¡Cómo la del paciente!?

-Eeh, algo así…

Me pongo de pie

- ¡Me golpeé la cabeza cuando ese maldito murciélago me asusto! ¡Eso fue lo que pasó! -Saco como conclusión.

-No seas idiota te alcance a atrapar – Me mira con la ceja alzada. - Además no lo pasaste tan mal esa vez.

- No, claro que no lo pasé mal, ¡pero me mentiste! – le aclaro, se pone de pie sorprendida e irritada.

-No lo haré de nuevo ¡Dios! ¡sólo fueron mentiritas inocentes!

-No quiero que TÚ me mientas- dejo salir. Su mirada se relaja y aprieta los labios.

-Bien…- mira sus pies, esto es nuevo. Frunzo el ceño extrañada

-Te ves tierna.

-No te atrevas a decirme así- Se queda en silencio. Toco su mano deseando más proximidad y ella la entrelaza, sube su mirada y sonríe un poco cohibida.

Yo sólo puedo mirarla.

Saca su celular

-Debería irme, ya sabes… es tarde.

-Ah sí…- sinceramente no quiero que se vaya, me gustaría que me abrazara así de nuevo… pero sería un poco desubicado, apenas nos conocemos. Suspiro.

Me toca la mejilla de nuevo, la miro y me besa.

-Exigiré mi salida la otra semana- me guiña el ojo y va a la puerta, me siento en el sofá con una sonrisa. 

 

 

Notas finales:

Espero sus comentarios, sean simpáticas :'c la escritora anda sensible :'c 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).