Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi pareja perfecta 2 por Brit

[Reviews - 158]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, se viene un cap muy especial, espero que les guste *-* 

Estacionó en casa, veo más autos, y entro al hall, la música suena suave, hay mesas con comida y tragos, mozos, y a mis padres conversando con unas cuantas personas, los mismos viejos de siempre, pienso con desagrado. Noto a mi madre mirándome por el rabillo del ojo, ese arqueo de ceja me deja clara la indignación por no estar vestida adecuadamente.

-Christine, ¡¿dónde andabas?! – saluda mamá, viene con un tipo y un idiota más joven. Creo que salimos un par de veces hace años. Un asco.

-Por ahí- digo con seriedad ignorando las sonrisas de sus acompañantes. Mamá debe estarme odiando por dentro.

-Has crecido mucho Christine, eres toda una dama, sacaste lo mejor de tus padres- Escucho un cumplido del tipo.

-Gracias. – como si necesitara que me recuerden mi belleza.

- ¡Hija! - veo a papá con una copa. Abraza del hombro al idiota más joven.

-Veo que has crecido Enrique, y egresaste hace poco.

-Será un buen arquitecto- sonríe su padre. – Cómo toda la familia.

-Si- sonríe petulante.

Me quiero ir.

- ¿Y a ti como te ha ido? -sonríe él con suficiencia.

-Excelente. – Digo con acidez yendo a la mesa por una copa.

- ¡Christine eso fue descortés! – me reprende mi madre.

- ¿Cuál es el motivo de la celebración? – la ignoro

-Inaugurarán varias alas en el hospital, tu padre acaba de firmar el proyecto, con ambos.

-Nepotismo- comento bebiendo un sorbo.

-Creía que te llevabas bien con él- mi madre levanta una ceja.

-Sólo fue un desecho como todos los anteriores. – Me miro las uñas.  

-No puedo creer tu actitud.

-Espero que esta junta no tenga nada que ver con ofrecer mi vagina a ese tipo.

- ¡Christine basta! - se enoja – sería un buen partido para ti.

-No está a mi altura- creo que tengo un reflujo de sólo pensarlo.

- ¿Y quién lo está? - me escruta el rostro y la miro a los ojos. - ¿Estás conociendo a alguien?

-No. – Digo dejando la copa en la mesa. – Iré a tomar aire.

-Está bien, llega para el brindis.

-Ajá.

Cierro la puerta, inhalo el olor del pasto recién regado. Ya me aburrí, no sé ni porque vine, algo me falta… hago un puchero contra mi voluntad.

- ¿Te sientes bien? – escucho a mi lado- si quieres puedo llamar...

-Soy médico ¿recuerdas? – miro los autos.

-Ah claro. – Sonríe bebiendo. -Me preguntaba si quieres salir a cenar.

-Tengo mucho trabajo- miento.

-Está bien. – Dice en silencio.  

En eso se reúne la gente y papá habla, sonrío, mi madre sonríe y todos sonreímos. Me atrevería a decir que lo primero que se aprende aquí es a sonreír.

Veo la hora y ya es muy tarde, Noelle debe estar durmiendo.

En eso recuerdo a mamá ‘’ ¿estás conociendo a alguien’’ frunzo los labios y saco mi celular.

 

A la mañana siguiente

Noelle

Me despierto un poco enojada por los toques rudos a mi puerta. Me aparto un mechón de la cara con molestia. Abro la puerta y veo a Christine, pestañeo y noto su estilo casual, nunca la había visto con un abrigo normal y un jeans y zapatillas.

- ¿Quién eres? – pregunto pasándome la mano por los ojos.

- Vístete, quiero que salgamos.

- ¿Sabes? Deberías tomar clases para pedir salidas. – Me enojo- Eres jodidamente autoritaria.

- ¿Quieres salir conmigo? - pregunta con voz monótona y sin emoción.

-No. – sonrío. Me empuja hacia ella de la puerta.

- Vístete o te vas en pijama.

- ¡Aaaagrh! - renuncio a mi sábado de tranquilidad- está bien, deja arreglarme un poco.

Me hago a un lado y pasa mirándome como si hubiese ganado un debate particularmente difícil.

- ¿Cómo te fue ayer? -  pregunto. Me mira seria, aprieta los labios

-Sólo eran negocios.

-Ahm- me levanto de hombros y entro al baño.

Cuando salgo la veo mirando por la ventana.

-Demoras un infierno- escucho.

- ¡Así soy! -reclamo- y que tienes planeado para torturarme. -Ironizo.

Se acaricia el mentón…

-Estaba pensando…

-Milagro- murmuro.

-Cállate no me interrumpas. – Frunzo el ceño a punto de echarla de mi hogar.

-Quería que saliéramos de una forma diferente- mueve los pies- así como salen los de tu clase.

- ¿Los de mi clase? – ah ya veo…- ¿quieres disfrutar de una cita de clase media? – me mira y sonríe malignamente.

- ¿Quién hablo de una cita? – enrojezco de golpe.

- ¡Es una expresión! - carraspeo roja- una salida de compañeras de trabajo.

-Claro- sonríe moviendo las cejas, se acerca un paso y me aparto otro.

-Entonces- hablo antes de que haga algo. – Hay que hacer unos ajustes. – Me mira dudosa, ladea su cabeza.

 

30 minutos después.

- ¡Me niego rotundamente! es un suicidio- grita enojada.

-Bueno con esa cantidad de dinero salimos todos los días. – me enojo.

-Entonces la tarjeta.

-No, iremos con esta cantidad. No vamos a un hotel 5 estrellas Chris- digo irritada.

- ¡No me digas Chris! - me grita. Le pego una bofetada, ya lo estaba echando de menos.

- ¡Iremos con el dinero suficiente para comprar algo si nos da hambre, sed y el transporte! FIN – sentencio.

-Pero tengo un auto- me mira enojada.

-Iremos a pie.

-Tú sabrás- se enoja. -Mira la hora de su celular.

-Sácate ese reloj. Te van a asaltar- me quejo.

-Maldita sea.

-Más vale prevenir que curar. Y no saques tan seguido tu celular, iremos a caminar al parque.

-Buuuh- se queja sacándose el reloj. Toma los billetes que le dije y se los guarda. -No nos alcanzará para almorzar.

-No comeremos en restaurant caros, Iremos al mall a comer con todo el mundo.

-Hmm. – Dice aguantándose un reclamo de seguro. -Vamos.

Fue un poco cómico tomar transporte público, Christine no sabía que hacer así que me encargue yo de pagar.

-Está muy lleno- se queja en el parque.

-Deja de pelear, disfruta la frescura del día, además la gente está feliz, ¿no te llena eso de energía positiva?

-… ¿Fumaste algo?

-Agrh, sentémonos. – Busco una sombra y me recuesto en la hierba.  Ella mira con desagrado y se sienta; me mira expectante.

- ¿Nunca habías tomado un autobús?

-Tenemos chofer -murmura.

- ¿Nunca has ido a parques?

-Tenemos uno en el barrio, pero sólo podemos entrar nosotros. - Mira a unos niñitos jugar.

-Acá puede venir cualquiera- sonrío, me mira.

-Humm

-Señoritas quieren algo- escucho, Christine pega un salto.

-No gracias- me apuro, él va a donde otras personas.

- Dime que ese no acaba de invadir mi espacio personal.

-Está vendiendo artesanías, no desesperes. - Ruedo los ojos. – Mejor dime que te dio por bajar a esos lugares- bromeo.

-No sé, tengo curiosidad. Además… tú te criaste aquí- mira la hierba.

- ¿Tienes interés en la clase media o en mí? - sonrío.

Se pone de pie.

-Vamos, quiero un helado- y se adelanta sola. Me río burlona y la sigo, esto es demasiado inusual…

-Mejor almorcemos, me fuiste a molestar casi al mediodía. - sugiero.

-Y estabas durmiendo, que poco productiva – dice entrando al mall.

-Se llama descansar- le doy un empujoncito.

-Para eso está la noche- me da otro.

-Es sábado, no hay reglas- le doy otro.

-Por suerte tu jefa vino a vigilarte- sonríe abiertamente, me ruborizo.

-Nadie te lo pidió.

-Aja- me mira burlona. - ¿Qué quieres comer?

-Vamos por algo de chatarra. 

….

 

-Esto sabe muy bien- Dice luego de darle una mordida a una hamburguesa. -Aunque podrían dar servicios, no les cuesta nada. -Revisa entre las papas y empanadillas. -y todos comparten la salsa- ve unos frasquitos.

-Te verías estúpida comiéndote una hamburguesa con tenedor y cuchillo, anda ensúciate los dedos. – Bromeo, por suerte para mi había soya. - ¿Nunca habías salido así?

Pensaba que cualquier persona comía estas cosas de vez en cuando.

-Sí, pero distintas, en restaurants con mis padres. Me daban mi propio aderezo, y servicios- dice feliz dándole otra mordida, la quedo mirando, su abrigo con gorrito, su jeans y zapatillas casuales hasta para ella, me da algo de ternura que no reconoceré- ¿Por qué ese aspecto? - pregunto sin aguantarme, es decir, siempre usa zapatos o tacones lustrosos, pantalones de tela, blusas, no así…

-Lo saqué de ti, pensé que así no llamaría la atención.

-Te refieres a la ropa, o a que yo no llamo la atención- me mira.

-A ti. - se ríe cruel y toma un poco de bebida. - ¿Luego que haces con lo que sobra?

-Lo tiras a la basura, menos la bandeja.

- ¿Todos al mismo contenedor? - mira a una señora botar unas cosas de su bandeja y colocarla limpia arriba junto a otras.

-Eh si… - ¿Qué no es obvio?

-Oooh- dice como si nada. Levanto una ceja

-Oh esto no cambia en ningún estrato social- dice Christine con su helado- es delicioso.

-Pareces niñata…  Ahora que recuerdo eres menor que yo. – Nunca me había puesto a pensar eso.

-Oh por favor, no abuses de mi – ironiza.

- ¡Cállate! ni que fuera a hacerlo- le aclaro con las mejillas rojas.

- ¿Te pongo nerviosa? - me mira el rostro atenta.

-No.- dejo de mirarla, me da vergüenza que me mire fijo.

 

 

Alejandra

-Cómo te atreves a llegar tarde- le reprochó a Gabi.

- ¡Pero sólo fueron 5 minutos! - reclama.

- Si bueno…

- ¿Qué ocurre? – me mira el rostro.

-Es que, quería que me ayudaras con algo.

- ¿Qué cosa? Aaah, pronto estarán de aniversario- sonríe, lo sé porque es 3 meses antes que el de Char y yo.

-Tu sabes- digo feliz entrando con ella. – Es por eso que quiero que sea muy especial.

-Ah pues, le gustan los libros, lo que sea azul, ¡dale un perrito!

- ¿Y eso que tiene que ver? – me sorprendo.

-No sé… se me vino a la cabeza, el precio de ser una genio. – Dice orgullosa, la miro y levanto una ceja.

-Bueno, tenía otra cosa en mente. - Le susurro al oído mi súper plan.  

- ¡NO! – grita emocionada, la quedan mirando y yo sonrío. – ¡Que estamos esperando! - dice tomándome del brazo y caminando feliz.

Luego de mi carísima compra fuimos a comer.

- ¿Tienes algo más que hacer hoy? – pregunta Gabi

-No realmente, Kate salió con sus amigas.  

-Quizá esté por aquí. – Dice mirando a los lados emocionada.

- ¿Y Charlotte? - pregunto.

-Salió con su hermanita y Andi, su mejor amiga. - Hace un puchero.

-Vamos, podrás vivir una tarde sin ella- le doy ánimo. 

-No me lo recuerdes, ahora que tienes tu compra- su rostro se ilumina- bebamos un algo- mueve las cejas coqueta.

-Está bien, pero sólo 2 cervezas.

-Dobla eso hermana- me apunta desafiante. -4 y es mi última oferta.

-3- bromeo.

-Mala cuñada. – Se pone de pie con energía. Sonrío

-Me gusta esta Gabi

-Lo sé- dice feliz- a mí también me gusta.

 

 

Noelle.

- ¿Cuánto nos queda? - pregunto sentada en una banca disfrutando de mi helado. Christine revisa los billetes.

-Nada.

-Eso es bastante- me enojo- no hemos ido a lugares particularmente caros. Almorzar es algo que debíamos hacer.

Christine levanta una ceja. Mira hacia el frente, un par de tipos nos miran con interés y pone una cara de desprecio absoluto, tanto que el mensaje se entendió perfectamente, ‘’ni siquiera lo intenten’’ conversan entre ellos y caminan.

-Al menos cuando demuestras riquezas, asustas a la chusma. – Comenta desinteresadamente.

-Hoy también somos chusmas- Digo más preocupada de dónde ir. - ¡Ya sé!

Me mira.

-No es muy caro, es divertido y a ti te gusta la nieve.

Sonríe coquetamente y arrugo el ceño.

- ¿Cuánto tiempo estuviste viendo mi foto de WhatsApp? – me mira fijo.

-Deja de creerte la gran cosa. – Me pongo de pie antes que note el ardor de mis mejillas.

Entonces toma mi mano y la miro sorprendida, no soy de las que demuestran mucho cuando salen de su zona de confort. Las entrelaza, mi mano obedece.

-Entonces- dice caminando.

-Es… es… cerca- miro la vereda completamente ruborizada con el corazón palpitante. - Y barato- susurro.  Ella camina como si nada y sólo le hablo para decirle que doble en una cuadra o algo así. No me es ajeno que a veces llamemos la atención, pero Christine con la ropa que sea emana poder y seguridad, tanto que esa es la menor de mis preocupaciones.

- Patinaje- mira sorprendida, suelta mi mano suavemente.

-Si- asiento, sin que lo note acaricio mi mano con la otra.

-Noelle

- ¡Sí! - pego un salto.

- ¿Estás bien? – sonríe, la miro avergonzada pero su mirada por milagro que suene, no se parece a la de siempre. Sonrío algo tímida.

- ¿Cuál es tu plan de esto? – me pregunta aun mirándome mientras veo mis pies.

-Creo que es divertido, no es muy caro, y podré verte caer. – la molesto.

….

- ¿Tu sabes patinar? – pregunta colocándose los patines a mi lado.

-No mucho, pero puedo evitar caerme- ya pasé esa horrible etapa. 

-Hmm- los mira y les da un golpecito. - Los míos son mejores.

- ¿¡Sabes patinar!?- maldita sea. Por qué es tan… ¿genial?

-Claro- me guiña el ojo, se desliza con gracilidad y elegancia – La miro indignada y llego hasta ella como puedo.

-Estas muy tiesa- me observa. -Deslígate del miedo a caer. 

-Genial, ¿hay algo que no sepas hacer?

-Tocar el acordeón- me mira burlona.

-Que rebuscado. – Empiezo a patinar, Christine me ataja a donde voy.

-Qué significa esto Edwards- la reprendo con voz profesional.

-Estaba pensando… es como nosotras.

La miro con duda, avanzo y ella me ataja, o se desliza a mi lado. Me río mientras trato de alejarme, hasta que pierdo un poco el equilibrio y me abraza de la cintura y vamos de lado.

-Ves, no puedes contra mí. -se ríe, me besa la sien y avanza mientras la miro sorprendida, eso fue demasiado lindo.

 

2 horas después.

- ¡Que divertido! - sonríe Christine- si hubiese tenido mi tarjeta hubiese reservado el lugar sólo para nosotras.

-Egoísta- digo con el estómago lleno de mariposas.

-Hasta me volvió a dar hambre, pero no creo que nos alcance.

Me río

-Alcanza perfectamente, vamos a un puesto normal.

- ¿Normal? - susurra viendo un carrito

-Ya he comido aquí- me levanto de hombros recibiendo dos hot dogs.

-Están muy baratos- dice cuando caminamos, se detiene y susurra- ¿Estás segura que no murió ningún perro en el proceso?

-No, y no digas esas cosas- me espanto. -Además es el único que tiene opción vegana.

-Eso es lo que tú crees…

-Chris, déjame ser feliz. -levanta los hombros y come.

-No sé si es el hambre, pero esta bueno. – escucho con orgullo.

-Cállate y admítelo. – Digo creída.  Se ríe y se sienta.

-Ven, no me gusta comer de pie.

Mientras como bastante hambrienta la verdad, miro el paisaje, otras personas comiendo, parejas a lo lejos, y perros jugando, detecto un movimiento a mi lado y me quedo mirando a Christine mientras me da una pequeña lamida en la comisura de la boca.

-… ¿Q…? ¿qué? ¿tenía salsa? - Carraspeo un poco ida, aún siento su cercanía maldita sea.

-No.- Dice tranquilamente masticando lo que le queda, se pone de pie.

-Ya sigamos que quiero ver más- saca la cámara.

-Oye, nada de lujos, ¿recuerdas?

-Todo el mundo tiene cámara- me mira feo- está sólo vale más que sus casas, pero ¿y qué? – Me guiña el ojo y fotografía a unos perros jugando.  Niego con la cabeza.

Caminamos una media hora.

- ¡No doy más! - se queja Christine en una pequeña plaza, ve una bandera gay y gente fuera del bar al que solemos ir con mis amigas - ¿Qué es eso? – saca una foto.

-Un bar para mujeres- la miro dudosa- ¿nunca has ido a algo así?

- Eh, acá no.- La miro con duda. – No tiene importancia.

- ¿Quieres entrar? – sugiero.

-No tenemos dinero- se enoja.

- ¡Christine! – la reprendo- queda como para un par de cervezas.

- No puedo creerlo- se espanta.

-Ricachona…

- Oye, si me quieres, debes aceptar el paquete completo.

- ¡¿Qué te hace pensar que te quiero?! - salto colorada

-Por favor, ¡tú me adoras!

- ¡Maldita egocéntrica!

- Ya te dije, paquete completo- se cruza de brazos. Hago un ruido de indignación y me alejo unos pasos, siento a Christine tomando la cintura y abrazándome.

-Oye…

- Ni pienses en alejarte de mí- se carcajea bajito y me abraza.

-Eres autoritaria y pesada- me giro. – Y no respetas mi espacio personal.

-Entonces no respetes el mío. – me dice sin soltarme

- Yo no soy así…

-Bésame – sonríe. La abrazo del cuello y nos acercamos, suspiro con la sensación de sus labios y Christine se acerca haciendo más íntimo nuestro contacto.  Sonreímos entre besos, hasta que simplemente nos quedamos abrazadas besándonos frente a un bar gay.

-Vaya, Vaya… - Christine se aleja un poco y me mira levantando una ceja con molestia. No hace falta ni mirar para saber quién es. - Es increíble el odio que se tienen ustedes ¿Eh, pillinas?

- ¿Qué haces acá Gabi? - me giro y me sorprendo al ver a Ale con una mirada de burla. Me ruborizo. – Sólo… le mostraba… estos barrios – Christine me suelta y las mira como si fueran un programa aburrido de televisión.

-Que acomedida- bromea Ale.

-Uy ¿y le das besitos de clase media? - Gabi mueve las cejas. Christine suelta un par de carcajadas.

-Iremos a beber un poco, caminamos mucho ¿se unen? – Camina Ale.

Miro a Christine, ella asiente.

-Sí, está bien- sonrío. En eso siento que me toma la mano.

Christine.

-Entonces… quiero 3 días feriados a la semana, 4 horas al día de trabajo, y humm…

- ¿De qué rayos hablas? - miro a Gabriela con molestia.

-Eso vale mi silencio- me apunta, levanto una ceja. – ¡O todo el hospital sabrá que te mueres por una empleada!

- ¡No me muero por una empleada! – le digo con enojo.  

- ¡No eres sincera Edwards! ¡Se mujer y reconócelo!

- ¡No tengo nada que reconocer!

- ¿Entonces no te importa que ponga esto en el tablero de anuncios? -muestra una foto en donde salimos besándonos. Enserio, la odio, ¿de verdad tiene una novia?

- ¡Eres una…!

-Una mujer que te vio tomándole la manito a su amiga – dice con los ojos brillantes. - ¿Posesiva eh?

- Me desagradas profundamente – la miro seria. Sonrío- ¿me mandas la foto?

- Está bien. – Gabriela se pone a revisar su celular.

- ¿Siguen vivas? – Nos mira Alejandra llegando del baño.

- Es difícil de soportar, pero si – Ale se ríe y abraza por el hombro a Gabi – mi cuñadita es especial.

La quedo mirando, que mujer más…. ¿Será budista?

-Ya- dice Noelle llegando con unos vasos y una chica con cervezas.

- ¿Tan pocas? -pregunta Gabi. La quedamos mirando. – Es broma jajaja ni que fuera alcohólica jajaja…

-… Oh tal vez si…- dice acariciándose el mentón con sabiduría. Niego con la cabeza, doy por perdida la cordura de esa chica, aunque… como que me agrada un poco.  

La verdad lo pasé de maravilla, Noelle me tocaba la mano bajo la mesa así que estuve de muy buen humor todo el rato. Alejandra es tranquila, agradable, así que se puede pasar una tarde amena con ella, por otro lado, Gabriela debe de tener una musculatura desarrollada en toda la boca carajos.

    Me doy la nota mental de un gran día, quizá no fue una salida de lujo donde tenía mi propia atención para cada una de mis necesidades, pero nunca me había sentido tan bien acompaña, y porque no decirlo, (me ruborizo internamente) tan feliz. Me gustaría besarla de nuevo, la miro y me sonrío mientras llega del baño y me besa la mejilla. Se siente tan bien ser besada por Noelle.

Cuando nos vamos exploto.

-No quiero caminar más.

-Camina- dice Noelle adelantándose.

-Puedo llamar a mi chofer- me cruzo de brazos.

-No seas niñata- me mira feo, levanto una ceja ofendida- nosotros cuando estamos así no podemos llamar a nuestro chofer- apunta.

-Ya capté, sufren. – voy detrás. - ¿pagamos un taxi?

-No nos queda dinero- Dice despreocupada. La miro horrible y voy a un cajero.

- ¡No tenías que traer una tarjeta! ¿en qué quedamos?

-Era por si acaso…

- ¿Por si acaso te dolían los pies? – me molesta. La miro seria.

- ¿Vendrás conmigo? – interrumpe su monologo sobre los traicioneros y mentirosos y me mira con atención.

- ¿No estaré en peligro verdad? – se ruboriza.

-Lo más probable es que sí.

-Hmmm – me mira y sonrío sugestiva.

 

Media hora después.

Entramos besándonos como locas a mi apartamento, quise abrir la puerta y su cara estaba muy cerca, no nos dimos ni cuenta y estábamos besándonos como enajenadas.

-Chris cuidado- jadea chocando, me impaciento y levanto su cuerpo para llevarla a mi habitación, malditos muebles que estorban.

- ¿Podrías ser más romántica no crees? – se queja. Sin embargo no está moviendo las piernas enojada como otras veces. La tiro a la cama y me pongo encima.

-Es que te necesito- suspiro mirándola a los ojos, Noelle se acerca rápido y seguimos con los besos efusivos. Siento su lengua me muevo un poco, su cuerpo se siente tan bien, suspiro oyendo un ruidito antes de besarle el cuello.

-Noelle- dejo salir entre la respiración rápida y el olor de su cuerpo. - Quiero hacerte el amor – Eh, ¿en qué momento dije eso? la miro sin dejar de moverme, me impacienta la ropa. Junto nuestros labios y nos quedamos quietas, sintiéndonos.

 

Noelle

Siento sus deliciosos labios de pesada y cuando se separa y me mira así, siento cosquillas en mi estómago, acaricio su mejilla y me sigue mirando fijo. Su mirada es tan fuerte y hoy por primera vez soy capaz de sostenérsela.

La acerco y la beso, Christine por milagro que parezca, me sigue mansamente, antes de que volvamos a perder el control deslizo mi boca por su mejilla dándole pequeños besos y llego a su oreja.

-Házmelo Christine. – Siento ese ínfimo movimiento de su cuerpo estremeciéndose. Ni siquiera me siento rara por decirle eso a mí archienemiga. Noto una caricia en el cabello y me sorprendo, no sé porque todo lo lindo que hace me impacta así, me hace sentir especial y eso me pone muy sensible.

-No llores -junta su frente con la mía.

-Lo siento- dejo salir sintiendo suaves caricias por el estómago. Suspiro… -Christine…

- ¿Hm?

-Te quiero… - Se detiene un instante y luego continúa.

Besa suavemente mi cuello, cuando jadeo escucho un delicado tono de voz

-Yo también te quiero Noelle- Me da un besito detrás de la oreja

Es curioso como no hay incomodidad, esto sería imposible para nosotras normalmente, pero ahora siento mis emociones a flor de piel y Christine las recibe como vienen. Levanto mis brazos cuando siento que me quita la polera, quito la suya y siento su cabello rosar en mis hombros cuando besa entre mis pechos.   

- ¿Has hecho esto antes? - susurro. No sé nada de su vida privada.

- Si… hace mucho. – Susurra, me da un beso, la abrazo. Siento como me acaricia la entrepierna por sobre la ropa, me es tan difícil no gemir, estoy muy sensible.

-Siento tu calor Noelle- jadea desabrochándome el jeans.  Me los baja y me siento un poco cohibida, es que… nunca me había visto así… le desabrocho el suyo mientras me besa el cuello, siento como me ayuda con su cadera.

Me ruborizo viendo su ropa interior. Trago saliva.

-Te gusta lo que ves- levanta una ceja sugestiva.

-Si… - La abrazo y acaricio su espalda. Me desabrocha la ropa interior y me quita el sujetador. La miro expectante.

-Ya sabía yo que las tenías lindas- bromea.

-Cállate Chris- enrojezco. Se ríe y me besa con intensidad, su venganza por eso es estimularme sobre la ropa interior.

-Que mojada estás- suspira sonriente junto a mi oreja. Se quita su sujetador, parpadeo colorada. Me sonríe y cuando me quita lo poco de prenda que me quedaba la miro.

-Ah- cierro los ojos sintiendo como se abre paso dentro de mí, junta su frente con la mía mientras me acaricia, cuando abro los ojos y veo su fuerte mirada atenta.

-Christine- gimoteo mientras se mueve, ella pierde el control y con su pierna abre más mi rodilla, me devora el cuello mientras yo voy sintiendo como mi piel se pega a la suya, los latidos rápidos de mi corazón y las caricias de su boca.

La abrazo de la cintura cuando no puedo contenerme más, entreabro la boca y dejo salir sonidos que ni siquiera capto bien.

-Espera- ruego luego de minutos, siento mi sudor y el calor que emanan nuestros cuerpos. Christine respira agitada. -Voy a…

-Hazlo -me interrumpe con voz fogosa, en eso hunde con más fuerza sus dedos en mí y me presiona un poco.

- ¡AH! - dejo salir.

-Noelle- jadea besándome la mejilla. Siento todo mi cuerpo incrementando mis sensaciones, besa mis senos mientras los levanto, rindiéndome. La aprieto hacia mí suelto un gritito sin contenerme. Cuando caigo a la cama noto el sudor sobre mí, no puedo abrir los ojos. Necesito el cuerpo de Christine, cuando me abraza coloco mi rostro en su hombro y siento como me acaricia mientras calmo mi respiración.

Suspiro.

Me recuesto en la cama y nos besamos. Acaricio su mejilla mientras desliza sus dedos por mi cabello.

- ¿Eso es señal de que no me volverás a golpear? -Escucho, suelto una risita, es verdad, debe ser raro para ella que le acaricie la mejilla así después de tanto golpe.

-Lo intentaré… pero no prometo nada- le aclaro dándole un besito- es que sabes cómo hacerme enojar.

-Tu mirada de profundo enojo no me la puedo perder. – dice de repente

-Podría gustarte otra expresión … una que no torture mi sistema nervioso- me quejo.  Se apoya de ambos codos rodeando mi cuerpo y me mira coqueta.

-Ahora conocí una que me gustó mucho – me sonrojo- me gustaría verla mucho más.

- ¿A sí?… - digo apenas

-Si- susurra besándome el cuello.

-Pero Chris… - suspiro con los ojos cerrados acariciando su cuerpo - Dame un minuto.

- …No.

 

Christine

Me río junto con Noelle mientras rueda por la cama y se escapa de mí, cuando logro atraparla me abraza y nos besamos, al separarnos sonrío levemente mirándola.

-Oye… - me interrumpe.

- ¿Hum?

-Llevas un buen rato mirándome… - murmura.

- No pude evitarlo- sigo mirándola a los ojos.

-Sólo admite lo que sientes por mi…

-Noelle…

- ¿Si?

-Me simpatizas… un poco. – Su rostro emocionado cambia a uno de indignación y se gira sobre mi dándome golpecitos mientras me río.

- ¡Eres una sinvergüenza insensible! – queda sobre mí, la abrazo y acaricio sus caderas.

- Aun así te gusto – me burlo feliz.

- ¡Ni sé que paso! – sin embargo su agarre hacia mí es más fuerte.

- Te lo explicaré, yo pretendía arruinarte, tu pretendías dejarme un ojo morado y de repente me acosaste y pues, no soy de fierro…

- ¿De dónde sacaste eso? - se ríe, me da un besito- lo último digo...

- ¡¿Querías dejarme un ojo morado?!- me espanto

-No... – hago una mueca de sonrisa- los dos.

-Oye- me pongo sobre ella- aquí la que molesta soy yo.

-Eso no fue… ay… -se estremece- nada.

-Ya verás- muerdo su cuello. Huele tan bien, su piel es suave, y su rostro tan tierno, carajos, es que hasta enojada golpeándome me gusta. Creo que esto empezó cuando la observaba y empecé a ser permisiva con ella, mira que dejarme golpear. – Me gustas mucho -digo haciéndole cariño.

Escucho un ruidito, la miro con una ceja levantada, Noelle me mira llorosa.

-Oye calma las emociones. – Enserio, cuando la crearon a alguien se le derramo el recipiente con ‘’sensibilidad’’

-Es que… - hace un puchero. Me recuesto al lado y la atraigo a mí. Coloca su rostro en mi cuello y le hago cariño.

- ¿Podemos quedarnos así?

-Todo lo que quieras. -Susurro antes de recibir su beso. 

10 am

Christine

Despierto de estómago con el pelo desparramado en toda la cara, siento el calor y olor de Noelle al lado mío, ella está de lado mirando al lado opuesto a mí. Que se cree…   

Me acerco lentamente y la acerco con un brazo. Beso su hombro somnolienta, me mira, sonríe y abre un poco los ojos. Abre la boca para decir algo y la miro expectante.

-Idiota- susurra girándose a mí y abrazándome. Me besa el pecho y sonríe volviendo a dormir mientras yo estoy en shock.

-Oye- la zarandeo- ¿quién te crees que eres?

-Noelle- susurra.

-Argh ya lo sé.  Menuda forma de saludar- murmuro dolida.

Abre los ojos y me queda mirando.

-Es que me despertaste.

-Pero es que estabas lejos. –Me sonrojo. - ¡Buenas noches! -idiota. Me vuelvo a quedar de estómago.

Me pincha detrás del hombro con un dedo.

-Es de día Chris- canturrea.

-No me digas Chris.

- ¿Cómo podré darte un beso de buenos días si no me dejas ver tu cara?

-No lo quiero. -Si lo quiero.

- … No me obligues a golpearte.

- ¡Oye! – levanto el torso enojada- compartimos un momento especial ¿y me quieres golpear? -Hasta que veo sus ojitos brillantes acercándose y dejando un besito que aún siento en mis labios.

-Hola – mueve las cejas coquetas.

-Hola- me ruborizo. Renuevo mi orgullo- ¡así que te arrepientes de insultarme!

-Sólo cállate y abrázame- susurra acercándose.

Ahhh, a esto me refería…

- ¿Tienes que hacer hoy? - susurra acariciando mi cintura.

-Nada- salidas canceladas. - ¿Y tú?

-Nada, creo. – Me besa.

-Nada entonces- bromeo con los ojos cerrados mientras su boca roza con la mía. - ¿Nos bañamos juntas?

-No… no sé…

- ¿Sientes vergüenza de tu cuerpo? – la molesto.

-Siento vergüenza de quedarme mirando el tuyo- se ríe bajito

-Que calenturienta.

-Cállate -me aprieta hacia ella. Me acerco a su vez y empiezo a jugar con su cuello mientras se ríe. 

 

Notas finales:

El amor, el amor (8)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).