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Mi pareja perfecta 2 por Brit

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Notas del capitulo:

Espero que les guste el capítulo de hoy, atentas/os a la nota final pls.

Besitos!

 

Me quedo mirándolos, el ambiente se puede cortar con un cuchillo. Gabi y Cris muestran sonrisas idénticas, pero a mí no me entra eso en el cerebro, sólo veo al papá de Kate mirándome con la misma cara que yo y a su madre tapándose la boca entreabierta.

Carraspeo- quería… preguntar antes- miro mis pies y levanto la cabeza. - Kate los ama mucho y…  sé que es importante para ella contar con el apoyo de ustedes y su aprobación- en eso siento los nervios apoderarse de mi- eso si me dice que si – mis ojos se ponen vidriosos, me muero si me dice que no.

-Ale…- me mira su mamá, en eso me sorprende abrazándome fuerte mientras estoy tiesa por la impresión, me siento tan acogida en sus brazos después de haber tomado esta decisión que se me escapa una lágrima y descanso mi rostro en su hombro, cuando veo sus ojos ella ya ha derramado varias.

Nos separamos y se limpia los ojos con su mano.

-Mi bebé se va a casar…

Nos quedamos mirando con su padre y lo miro con firmeza; es decir, quiera o no, se lo voy a pedir igual, pero sé que Kate valoraría mucho si él está de acuerdo. Y yo sólo quiero que ella sea feliz.

-Ven aquí – dice asombrándome más y abrazándome tan fuerte que choco con él. – Ya sabía que no me ibas a decepcionar- susurra. – Así que haremos esto en grande. -Se acerca a su esposa.

-Que hay Cristian- saludo al mellizo de Gabi.

Él se acerca y me abraza.

-Bienvenida a la familia, aunque ya lo eras, pero en fin- dice solemne- ya era hora. - Me guiña el ojo y me río más relajada negando con la cabeza mientras va a sentarse ahora él sobre las piernas de Gabi.

- ¿Tú sabías verdad? – La mira su papá.

- ¡Por favor! ¡Soy Gabriela Junior! - todos hacemos un enorme esfuerzo por no poner los ojos en blanco. 

Entonces sus padres me sientan y se ponen al frente de mí, me asaltan los nervios otra vez.

- ¿Cuándo se lo pedirás? – me pregunta su madre con la voz baja como si Kate estuviese tras la puerta.

-Cuando cumplamos 4 años- sonrío.

-Haremos una cena.

-Pero que no sospeche. – Acoto nerviosa.

-Tranquila, lo raro sería que no hiciéramos cenas- me dice su mamá – Ustedes disimulen bien- mira a Gabi y a Cristian.

- ¡Somos una tumba! - Dicen a la vez.

-No le digan a Leo- sugiere Gabi- ese no sabe guardar un secreto.

-Tiene razón, es muy cercano a Kate, se pondrá nervioso y se le saldrá- opina su padre.

-Nunca pensé que este día llegaría…- dice de repente-… la llevaré al altar- mira sus manos, mi futura suegra le da unos golpecitos en la espalda.

-Tranquilo, está en buenas manos. – Él me observa con esa cara de ‘’me agradas, pero te estoy vigilando’’

 -Aún tengo mi escopeta Alejandra, ya sabes.

-Lo tengo muy presente. -Demasiado.

- ¿Y dónde celebrarán la boda?

Quedo con tragedia. Tendría que arrendar algo…

- ¡Puedo sugerir el campo de mi hermana! - Salta mi futuro suegro.

-Sí, es hermoso- asiento.

-Carajos necesito verme elegante. – Este está muy motivado, pienso.

-Aún no le pregunto… - Mis manos tiemblan.

-Ale, Kate te ama. – Me mira Gabi. – Soy su hermana, se lo que digo. - Me ruborizo.

-Si bueno lo sé, es una pregunta importante…

-Tú tranquila. Ya tienes nuestra aprobación- escucho. Sonrío feliz, demasiado feliz.

Si llego a formar una familia con Kate me gustaría que sea parecida a esta.

Aunque no con tantos hijos…

 

 

Esa misma tarde.

 

Noelle.

-Angie…- suspiro entrando a su casa y viéndola recostada abrazada a su perro. Sus ojos están algo rojos y su rostro inexpresivo. Resoplo, como es que pasó esto. Me mira y se sienta, entrecierra los ojos mirando al piso, con profunda tristeza hace un pequeño ruido, la abrazo con todo lo que puedo, siento su tibieza, me duele tanto que esté triste… Ale ya me contó el motivo, y ni ella ni yo creemos eso ni por un segundo. Angie no es ninguna desgraciada, es como una princesa azul.

-Ya…- la acaricio mientras llora. – Esto se arreglará.

-No se arreglará- dice apenas- no puede ser….

-Si no se arregla es porque es una imbécil. - Caro, te quiero. Pero no sabes lo que te pierdes.

-Ven, recostémonos, tenemos que hablar.

-Pero…

-Aún no te perdono que no me hayas llamado.

-Supiste por…

-Si. - La corto acomodando la almohada y dejando a Angie cerca de mi pecho. – Fue Ale.

-Deben creer que soy una desgraciada…- me permito soltar un ruido de incredulidad.

-Claro que no, nadie que te conozca se creería eso.

-Te amo- dice llorosa.

-Yo también te amo- la abrazo – Se supone que tú eres la invencible y yo la llorona. – Se ríe un poco.

-Pero amo a Caro, esto es un tremendo error, y nunca me lo va a perdonar.

-A ver, cuéntame todo de un principio.

- (…) y entonces cuando le pedí que me creyera, dijo que ya había visto suficiente, y se fue. – Digo sin poder aguantar las lágrimas. - Y la entiendo maldita sea.

-Estúpida Ingrid, no escogió otro momento para decidirse- espeto enojada- yo te dije que era una imbécil y que tuvieras cuidado.

-Ya, me quedó claro. – Me responde- hace años que no pasaba nada, creí que ya estaba en el recuerdo.

- ¿A ti no te produce nada verdad? – le pregunto con temor.

- ¡No, claro que no! Yo amo a Caro, no puedo seguir así, ¡y que diablos! extraño a su gata también- se sincera triste, sonrío mientras acaricio su cabello.

-Caro es celosísima… va a ser difícil.

-No quiero que me tenga algún tipo de resentimiento…- me mira con una mirada un poco infantil.

- Aun así, va a tener que creerte más si quiere que funcionen Angie… por lo que me has contado, a veces se pasa.

Angie mira a la nada, se ve tan devastada, creo que tendré que hacer algo, parece una mierda del destino contra ella, pero siendo sincera, lo veía venir. Esa perra reprimida de Ingrid siempre la quiso, y ahora que Angie estaba feliz se le ocurre declararse.

 

Kate

-Ya Caro – Me enojo, la tengo aferrada mientras llora atrozmente. Sé que es normal, pero lleva unas 2 horas sin parar.

-Pero es que Kate ¡Me engañó! – dice con soltando unos hipidos. - ¡Como pudo ser capaz de algo así!

Boto aire.

- ¿Estás segura?

-Yo la vi – gimotea. Le paso un pañuelo.

- Joder -suspiro. - ¿Y qué harás?

No debí haber preguntado eso, Caro vuelve a deshacerse en lágrimas.

- ¡No sé qué voy a hacer!

Esto no va a funcionar…

Tocan la puerta con fuerza, dejo a Caro tirada y atiendo. Veo a Elisa con cara de mil demonios.

-Ayúdame.

-Condenada hija de puta- rezonga.

 La miro feo.

- ¡¿Qué?! Tú más que nadie…- le doy una mirada de advertencia. -Lo siento- mira sus pies.

Va donde Caro y la abraza.

-Pequeña yo te dije…

- ¡No voy a ser como tú! – se queja Caro antes de que hable.

-Ya que… - la mira con seriedad- ¡ahora dime que pasó!

-Bueno… -Nos mira- iba entrando y las vi en el sillón.

- ¿Qué? ¿Así besuqueándose? – Miro a Elisa feo por su poca delicadeza. A quien engaño yo tampoco soy la mejor…

-No sé- llora. - Angie estaba con los ojos cerrados algo sonriente y esa perra se separó y me miro con esa cara de… de… ¡puta sorprendida!

-Puta sorprendida- repite Elisa con burla, Caro la mira feo.

- ¿Y qué paso después? -pregunta.

-Fui a la habitación y guardé unas cosas en mi maleta, a Anto y me vine… - suspira- por suerte no vendí el departamento de inmediato.

- Digna- apoya Elisa.

-Espera… ¿dijiste ojos cerrados? – la miro, Caro me mira algo indignada.

-Pues sí… entre y estaba, así como cuando te duermes en el sillón y la otra como si la fuese a despertar.

-Que cursi… - se ríe Elisa.

-Cállate, ¡la que despierta a Angie así se supone que era yo! - Y sigue llorando

Me quedo pensativa.

- ¿Angie no te dijo nada?

-Hmm, cuando guardaba mis cosas, dijo que pensaba que era yo…

- ¿Y si realmente fue así? – acoto.

-….

- ¿Kate lo dices porque es la amiga de tu novia? – miro a Elisa indignada. - ¿¡Qué!? – Me responde- tu sabes cómo son todas estas perras…- Caro la mira- ¡Una fiel es una aguja en un pajar!

-Cállate no tiene nada que ver con que sea amiga de Ale – Me enojo.

- ¿Acaso sabes lo que está haciendo ella en este momento?

-Ale no sería capaz- me cruzo de brazos. -Y sinceramente creo que Angie tampoco, si lo que ella está diciendo es verdad debe estar tan herida como tú, no la dejaste ni hablar.

- ¡Tú tampoco! - Salta Caro. – Ya sabes cuándo…

-Lo mío fue distinto, Jessica no estaba durmiendo en un sillón precisamente. – Miro a la ventana enojada, ya sabía que saldría esto. -Además Angie no está de fiesta en este momento para tu información.

- ¿Qué sabes?... – me mira con los ojos hinchados y enrojecidos. La miro dubitativa, quizá no debí decir eso.

- ¡Oye soy tu amiga! – exclama Caro. Aprieto los labios.

-Está triste, probablemente con Noelle… ¿Es obvio no?

-Suena como si la mala fuera yo- se queja.

- ¿Tiene que estar feliz para que te sientas bien? - le pregunto ácidamente. Elisa agranda los ojos.

- ¡Yo no digo eso!

-Sólo digo que si esto es un mal entendido… vas a sufrir Caro.

- ¿Y si no lo es? -preguntan ambas a la vez.

- ¿Hablen? - ¿O es muy tonto lo que estoy diciendo?

- Bueno, pero en una semana- bufa Caro- que sufra.

-Que infantil- Elisa le desordena el pelo. - ¿Tú también sufrirías no?

- ¡Elisa ponte de mi lado! – la mira indignada. -Rubia.

- ¡No me discrimines enana! - empiezan a desordenarse el pelo y a insultarse.  Las miro y rodeo los ojos.  ¿Qué estará haciendo Ale?

No es que esté preocupada ahora que salió el tema de la infidelidad. Juro que no.

-Aló- llamo del baño de Caro.

-Oh A-amor… - escucho a Ale nerviosa- ¡Hola!

- ¿Estás bien? -levanto una ceja amenazadoramente.

- ¡Si, si! - qué diablos….

- ¿En qué estás? – Ok ya siento mal las vísceras.

-En nada malo lo juro – Escucho.

- ¿En- qué- estás? – vuelvo a preguntar atropelladamente, más te vale ser sincera Alejandra.  En eso escucho a lo lejos un ‘’Vuelve a la cama’’ con la voz de Gabi.

- ¡Cierra el pico! – escucho unas risas luego del grito de Ale. – Amor estoy en casa de tus padres.

Escucho una pelea (a juzgar por el sonido) y luego la voz de la ganadora.

- ¡Hermanita!

-Gabriela- Digo sin animo.

- ¡Oye esa no es la forma de saludar a tu hermana favorita! – Pongo los ojos en blanco- ¿puedes venir? Nuestros padres organizaron una cena y yo me traje a Ale, como tú no estabas…

-Ah bien- me relajo. -Voy para allá

- ¡Nos vemos! Te paso a la gobernada. – Sonrío a regañadientes oyendo cómo pasa el celular de mano en mano.

- ¡Amor!  No le creas, no soy gobernada. – Podría imaginar a Ale haciendo un puchero ahora mismo.

-Está bien- gobernada… -llegaré en media hora. -Me ruborizo- Te amo.

-Yo también te amo, mucho, mucho. – Sonrío al escuchar unos ruiditos de burla de los mellizos, como pude desconfiar de mi Ale.

 

 

Alejandra

-Gracias- le digo a Gabi.

-De nada vieja, pero deberías aprender a mentir.

-No le digas eso a mí futura nuera- se queja su padre. – Ni siquiera lo intentes- me amenaza yendo a la cocina.

- Aprovecharé de llamar a mi amor- toma su celular y sale al patio.

 

Kate

Llego y huelo un muy rico olor, ahora que recuerdo hace tiempo no venía, aspiro el agradable aroma de la carne al horno de mi madre y ese olor a ponche del que se jacta papá.

Nada más al entrar por el patio trasero mi padre me levanta con un monumental abrazo.

- ¿Qué ocurre? -lo miro dudosa- ¿Mamá está embarazada?

- ¡Oh por dios no! – se asusta. -Es sólo que…- veo sus ojos brillantes- te extrañe mucho.

-Oh papá, lo siento, yo también te extrañé.

- ¿Con tan buena compañía? - me guiña el ojo, me sonrojo un poco- no le digas que dije eso.

-No- digo con una risita.

Mamá me abraza, se seca un par de lágrimas y yo la miro extrañada ¿Será la edad que los vuelve emocionales?

-Hey, Kat – me abraza Cristian. 

Ok esto es raro, sé que me quiere, pero no es para tanto.

- ¿Qué rayos ocurre aquí?

-Nada, te amo- gimotea Cristian- insensible.

-Lo… ¿lo siento?

- ¡Hum! -Entra a la casa sentido.

- ¡Hermanita! - sonríe Gabi del sillón, me besa el rostro. Ale está al lado con un vaso de algo, me sonríe y se pone de pie, nos abrazamos. Me da un besito, y nos sentamos de la mano.

- ¿Cómo está Caro?

- Pésimo.

- Me imagino- bebe un sorbo. Y yo agarro el vaso que me alcanza papá.

- ¿Qué le pasó? - pregunta Gabi.

Nos quedamos mirando.

-Terminó con Angie- digo.

- ¿¡QUÉ!?  - se atora con vino. – ¡Pero si esas eran siamesas!

- Para que veas- comenta Ale sentida. La miro con reproche.

-Se solucionará- bebo un sorbo – Espero.

-Sí, yo también. - Tocan la puerta y Gabi pega un salto para abrirla, de seguro es Charlotte, no podemos reprimir la carcajada.

 

Horas después.

 -Carajos -escucho sobre mí a Ale jadear mientras acaricio su húmeda entrepierna.

- ¡Shhh! - la hago callar, nos quedamos a dormir aquí, pero nos pusimos cariñosas. Nos besamos mientras nos vamos quitando la ropa.

-Yo digo que fue el vino- dice con una risita entrando en mí, demonios yo estoy igual.

- Ahhh… probablemente por eso somos 5- comento, Ale se ríe.

Hacemos un esfuerzo enorme para que la cama no suene.

 

 

Christine.

-Me lo pasé muy bien- sonrío, la verdad es que, a pesar de la compañía y la conversación sobre negocios; fue una buena comida.

-Podríamos hacerlo más seguido – sugiere Enrique sonriente.

Recuerdo la cara de papá.

-Claro- digo no muy segura, él se inclina y giro el rostro, el beso al lado de mi boca termina cerca de mi oreja y sonrío falsamente, tuvimos nuestro momento hace años, pero se puede joder si cree que me dejaré besar. Él sonríe

-Nos vemos

-Nos vemos. – Voy a mi auto.

Resoplo con molestia en el volante, ¿Cómo rayos le voy a hacer? Podría recibir el hospital, darle una patada en el trasero a Enrique y a mi padre y vivir en mi imperio del terror, como dice Noelle.

-Carajos- murmuro, si ella se entera de esto que tengo con mi padre y Enrique, de seguro se enojará mucho, sobre todo si él se inclina así.

Tarde o temprano tendré que besar a ese hijo de puta. Golpeo mi cabeza pensativa.

Bien, trazo un plan. No lo dejaré hasta el mes a menos que sea estrictamente necesario. Y claro… que no me descubran, no es mi novia…. Pienso con tristeza…. Me siento mal, un poco por Noelle, otro por la idiotez que tengo que hacer para cumplir uno de mis sueños. Me siento entre la espada y la pared.

Como por obra de magia mi celular suena.

- ¿Aló?

- ¿Estás ocupada? - escucho la tímida voz de Noelle, sonrío.

-No, claro que no- siento los ojos vidriosos, creo que estoy algo estresada. - ¿Dónde estás?

-Recién salí de la casa de mi amiga.

-Quédate ahí, te voy a buscar. - Salgo rápido, es algo tarde para que Noelle esté sola.

Minutos después.

- ¡Venías condenadamente rápido! – me mira impresionada.

-La costumbre- miento. – Sube.

Se sienta a mi lado y me mira expectante, sonreímos a la vez y me inclino a besarla. Acaricio su cabello y sonrío entre besos, me separo un poco para no dejar de sentirla.

- ¿Te vienes conmigo verdad?

-Qué raro que me preguntes eso- me mira.

-Sólo quería ser más permisiva- digo sentida, pongo a andar el auto.

-No es para que te enojes.

- ¿Comiste? – la ignoro.

-Ahora que recuerdo no.  ¿Y tú? – me mira expectante, frunzo los labios.

-Tampoco, aprovecharé al llegar.

-Está bien- dice pendiente del celular.

 

Noelle

 - ¿Se te pasó el hambre? – noto que come poco… ¿estará a dieta?

-Oh, un poco. – Me sonríe- ¿Cómo estaba tu amiga?

-Devastada, fue todo un mal entendido…- le cuento la historia.

- ¿De verdad lo fue? - me mira no muy convencida.

-Yo le creo.

-No me extraña- me sonríe burlona.

- ¡Es mi mejor amiga! ¡La conozco! – Reclamo, como se atreve, mi Angie es inocente.

-Si tú lo dices… - bebe un sorbo de té- será difícil demostrarlo para tu amiga.

-Si… maldita puta- me quejo pensando en Ingrid.

-Creo que es tal Ingrid es la que salvaría el asunto.  

-No lo hará, no apareció más. – Me quejo comiendo, ¡olvidaba lo hambrienta que estaba! – Odio a esas tipas que se aprovechan de la situación sin pensar en los demás. – revelo contrariada, levanto la cabeza y noto a Christine pendiente de mí. - ¿Qué?

- Sólo te miraba- se levanta de hombros. - ¿Dormimos?

-Dormir. – le aclaro.

-Claro- sonríe lujuriosa.

- ¡Oye no me mires así!

- ¿Prefieres el sillón?

- ¿Me estás manipulando? - ¡No puedo creerlo!

-Hablamos de dormir

-No lo parece.

-Estás con la perversión en tu mente, me indigna.

- ¡Claro que no! – Se ríe y levanta sus cosas. Termino y me preparo para dormir hasta que…

-No traje pijama. – Caigo en la cuenta.

-Lástima- dice Christine con ironía quitándose la ropa. Miro rápidamente a otro lado.

Espero un poco y me giro, me mira con pijama desde su armario y luego camina hacia mí. Trago saliva.

-Tendrás que dormir en ropa interior… - dice con maldad.

-Préstame un pijama- me enojo- seguro tienes miles.

-Sólo tengo uno. – Curva las cejas triste. La quedo mirando y ella sonríe- está bien- abre un cajón enorme, saca uno verde- toma.

-... – la observo con obviedad. ¡Que se gire!

-Bieeeen- se voltea- ya te conozco entera- murmura.

- ¡Cállate! – siento el calor agolparse en mi rostro.

Me acuesto y Christine apaga las luces.

-Buenas noches Chris. – la molesto del lado derecho de la cama.

-Ven y abrázame – dice suavemente, me acerco y la acuno en mi pecho. - ¿Así?

-Si – desliza su mejilla en mí, sonrío.

 

Al día siguiente.

Despierto con mi brazo entumecido y con Christine durmiendo plácidamente en mi pecho. Observo su rostro, sus finas facciones, parece una princesa… una muy pesada. Me agacho un poco y le doy un besito.  Sus labios se curvan sólo un poco…

-Dame otro- dice ronca.

-No. – Se gira lentamente y busca mi boca, la aparto.

-No. – Me río, Chris sonríe y me besa el cuello.

-Aush- suspiro por la sensación- es temprano.

-Entonces bésame- abre un poco sus ojos, se ven más verdes con la luz de la mañana, bajo mi vista a sus labios y ella hace lo mismo, se acerca y acaricio su desordenado cabello. Siento sus manos en mi estómago, sus dedos hacen círculos por el hasta llegar a mi vientre y producirme cosquillitas. No me quedo atrás y acaricio su zona lumbar, ‘’está apretada’’ pienso pervertidamente, ¿Cómo se sentirá el trasero de Christine?

Bajo lentamente mi mano y le acaricio. ¡Rayos! ¡Qué emoción! Nada como tocarle el trasero a alguien que te podría despedir.

-Noelle- susurra. -Cómo te atreves.

-Tú siempre me lo tocas. – Miro hacia arriba desafiante.

-Está redondito, me da curiosidad- se carcajea bajito. Sonrío y recibo sus besos.

-Me gusta cómo te ves sin maquillaje- con él también se ve linda- eso sí, te ves menor- bromeo.

- ¿Oh enserio? – sube su mano a mis senos. - ¿Te gustan menores?

- ¡Para nada! - me río y cierro los ojos- solía fijarme en mayores.

-Exacto, solías. Ya nunca más- me muerde el cuello con suavidad, me mira atenta.

- ¿Me estás controlando? -Bromeo.

-Me alegra que entendieras el mensaje- sonríe pesada.

- ¿Y tú? – la miro con curiosidad, siempre evita esos temas. Me mira seria.

-No me importaba mucho, aunque creo que tenían mi misma edad.

- ¿Quiénes?

-Personas- levanta una ceja.

-No se me hubiese ocurrido ¡Oye! – me baja el pijama.

-No me hables de eso cuando estoy a punto de follarte- masculla rasguñándome suavemente.

-No he aceptado – Comento con el pijama en los talones. Christine me los termina de sacar con sus pies.

- ¿Entonces qué esperas? – acaricia suavemente mi vagina sobre mi ropa interior.

Si presiona un poquito no me enojo.

-Ahhh- relajo los ojos, maldita sea Edwards, flaqueas mi autocontrol.  Observo su rostro excitado y la beso, rápidamente llego a sus senos y se los aprieto con suavidad para luego pasar mi palma por sus pezones. Ella se quita el pijama y me sube el mío, besa mis pechos y me rindo.

La deseo.

 

 

Kate.

Abro apenas los ojos, estoy en el rincón tapada completamente, me duele un poco la vagina, ayer nos pasamos. Nuestra ropa esta desperdigada por mi cabecera, la cama y de seguro que lo demás en el piso. Ale duerme boca abajo, deja ver su espalda completa al aire mientras lo demás está escondido; creo que esa frazada que le cubre el trasero se ve bien, le sacaría una foto… que pervertida me he vuelto.

- ¡Chicas! – Gabi toca fuerte, entra de golpe.

¡Maldita sea! Ale no cerró la puerta.

Hablando de Ale, se despierta por el ruido, ve a Gabi y pega un salto, de seguro sintió su cuerpo al aire. Lo peor es que con ese salto corrió la frazada que la cubría debajo.

-Oye no te muevas o me mostrarás más que las nalgas- Gabi se tapa con 3 dedos separados. En eso aparece Charlotte; abre los ojos de par en par y Gabi se los cubre, sólo dejando ver una cara roja.

- ¡Estúpida y sensual Ale! – exclama Gabi. Levanto rápidamente la frazada y la tapo.

-Con un demonio. - Se queja golpeando su cara con la almohada. - ¡¿Qué no sabes tocar?! – exclama ruborizada.

- ¡Si toqué la puerta! – quita sus manos de los ojos de Charlotte que mira al suelo colorada. – Bueno un poco- acota al ver mi mirada- pero es que ¡chicas, son las 8am! Supongo que tienen que trabajar.

- ¡¿QUÉ?! - salta Ale.

- ¡Espera no! - ¡Cómo si hiciera falta que siga mostrando su lindo trasero! -Miren a la puerta ¡Y ciérrenla demonios!

-Eres egoísta con las pompis de Ale – se ríe la idiota de mi hermana recibiendo un manotón fuerte de Charlotte en el hombro. - Es broma amor – sonríe acercándose y haciéndole mimos en dirección a la pared.

-No alcanzaremos a bañarnos- Frunzo los labios con molestia.

-Conejas. – Escucho de la puerta.

-Es el vino- se ríe Ale vistiéndose rápido.

-Si… nos pasó igual… ¡Aush! – No puedo evitar reírme, Ale me acerca la ropa y se pone entre las chicas que miran la pared y yo, la miro risueña.

- ¿Qué? ya basta con una exhibición- dice aún ruborizada.

-Pfff ya conozco a Kate- dice Gabi de la nada. – Un poco de esto, otro poco de aquello. - se ríe. – Nos bañábamos juntas.

Ale y al parecer Charlotte (por la mirada de Gabi) abren más los ojos.

-Es mentira- digo aburrida- bueno, teníamos 5 y 11 años.

-Me hizo enjabonarla- Escucho decir a Gabi con tono de víctima.

-Eso es mentira mocosa- reclamo terminando de ponerse la blusa. Más bien yo tuve que ayudarla a ella.

- ¿Cómo que mocosa? - se giran- voy para los 30- mira el suelo con pena. - No nos enojamos si nos llevan al trabajo- sonríe cambiando su expresión completamente.

-Así que por eso viniste – sonríe Ale.

- ¡Exacto! Aunque en el trabajo recordaremos tu trasero- Charlotte suelta una carcajada. - ¡Las esperamos! – Salen de la habitación.

Miro al suelo percatándome de algo.

-Ya estoy sobre los 30 – suspiro.

-Es la mejor edad- dice Ale pendiente de ordenarse el cabello, miro al piso apenada. Ale se agacha frente a mí.

-Eres la mujer más hermosa del mundo- me besa la mano y me mira preocupada- Yo te voy pisando los talones.

-Si…- sonrío, es verdad, tiene un año menos.

-Te amo tanto como a la Kate de 40 o 50.- Me mira con cara de cachorrita. 

-Ni lo menciones- bromeo, aunque admito que me causo algo en el pecho. Se separa para salir de la habitación y siento frías las manos.

-Espera Ale- hoy me siento particularmente sensible. -Abrázame.

Ale me acerca a ella con sus brazos, reposa su mejilla cerca de mi oreja y suspiro.

-Estaremos asquerosas en la tarde- digo bajito. Se ríe con el mismo tono.

-Pero huelo un poco a ti- escucho, sonrío y me recargo en su hombro.  Nos quedamos así un rato

En unos 5 minutos se oye la bocina.

-Que rayos… - Dice Ale. -Mira el mueble y no ve las llaves. - Que rápida.

-Maldita Gabi- tomo la mochila- vamos.

 

Llegamos al trabajo horriblemente justo. Saludamos a la rápida y nos sentamos aireadas.

…Me molesta todo, necesito una ducha y mi rostro irritado lo acusa.

Argh sólo a mis padres se les ocurre hacer una cena en día de semana, aprieto los dientes, aunque estaban bastante cariñosos…

-Bonita cara- bromea Ale sentándose en el asiento de Peter. La miro con ‘’odio’’

-Gracias.

-Era broma, no te enojes- pone su palma en mi pierna. -Perdona- hace un puchero.

-Ay no pidas perdón- no seas tan linda que ando sensible maldita sea- es que, quiero una ducha. -Acaricio mi rostro con una mano y me apoyo del codo malhumorada, miro a Ale- ¿A qué se debe esta agradable visita?

-A que te amo- me mira coqueta, sonrío- y tengo hambre, ¿vamos?

-No quiero comer acá- digo sin mirarla, cierro las ventanas en la pantalla- ¡¿Qué me ves?! -enrojezco.

- ¿Estás sensible?

- ¡No!

- Ay ven aquí- me acerca a ella y frunzo el ceño en su pecho. - ¿A dónde quieres ir a comer?

Ay mi ale, que satisface mis caprichos, te amo, reconozco que tengo mi genio.

-Quiero comer algo poco saludable- gimoteo.

Me aprieta- Entonces vamos a comer chatarra. - Me besa la frente. Me salgo de mi asiento para sentarme en sus piernas.

-Aún tenemos tiempo. - La abrazo. Ale se ríe bajito me acerca y nos besamos.

-Te amo- digo con la cara en su cuello.

-Y yo a ti.

… estamos así unos minutos

-Hueles a algo distinto- dice Ale

- ¿A ti? - sonrío.

-Me gusta.

-Posesiva. – Me pongo de pie - ya, vamos a comer o perderé a mi novia.

-No te puedes permitir eso- escucho su voz cargada de egocentrismo.

-Claro que no.- La miro, hoy ando especialmente dependiente de esta mujer, y tener su olor no ayuda.

 

Almorzando

-Entonces- digo atorándome con papas fritas- ¿qué harás hoy?

-Primero bañarme- dice Ale- luego iré a ver a Angie, antes que cometa una locura- bromea.

- ¿Te preocupa mucho verdad?

-Kate, sé que suena a culpable y que en la mayoría de los casos lo es… pero Angie ama a la pesada de tu amiga- sonrío a regañadientes- cómo sea, no es una mentirosa, si le dijo incluso a Noelle que no fue su culpa, es porque no fue su culpa- dice con voz queda.

-Me sorprende la confianza que se tienen- comento viendo la determinación en la mirada de Ale.

-Es porque ustedes son lo mejor que nos pudo pasar en la vida- me mira y levanta las cejas.

Ay mamá, no voy a llorar, no voy a llorar.

-Hmmm. 

-Cómo sea- sigue- además nadie puede ser tan imbécil para engañar a su novia en donde viven. ¿No crees? -comenta desinteresada.

La miro asesinamente.

- ¿Qué significa eso?

- ¿Eh que significa que? – me mira perdida.

Tan despistada mi amor.

-No hagas esos comentarios- demando. Me mira curiosa, luego reprime una risita.

-Pero me refería al sentido común, no es que yo… sea una máquina de conquistar nenas- mueve las cejas.

-No te atrevas.

-Kate ya sabes que cada fibra de mi cuerpo te adora y te respeta- dice con tono suave mientras la miro enfurruñada. -Además conquistarte no fue fácil.

-Claro que no- digo orgullosa. – Al principio no confiaba mucho en ti.

-No me extraña- come un poco- Yo no sabía muy bien como acercarme- se levanta de hombros- creo que las circunstancias ayudaron

-Si. – sonrío.

-Nos quedan como 20 minutos.

-Yo ya terminé- carajos soy una cerda- ¿vamos?

-vamos.

- ¿Sabes? - digo caminando- hoy quiero bañarme contigo.

-Qué bueno- se ríe.

-Nada de ‘’que bueno’’ – reclamo.

-Está bien. – cruzamos la calle. -Pero no me distraigas.

- ¿Te distraigo? - la miro traviesa.

-Ya me estás distrayendo- me mira igual.

Me mueve las cejas en el ascensor, me río y apunto a la cámara moviendo las cejas.

-Deberíamos llenar la tina- comento.

-Pensé que sería una ducha.

-Con burbujas y cosas así- sigo.

-Kate…

-Sí, eso haré. – camino a mi escritorio.

 

 

Notas finales:

Hola, aquí dire lo mismo que en wattpad, no tengo más capítulos adelantados del fic, no significa que deje de escribir ni nada XD pero es que tengo las últimas pruebas, trabajos y disertaciones :/ así que estaré ocupada hasta el 14 de diciembre y de seguro eso retrasara mi eficiencia a la hora de actualizar.

Pido disculpas de antemano como humilde escritora y lectora que también he sido. Trataré de hacer lo posible para estar al día, es sólo que si no actualizo, ya saben la razón.

Besos! que tengan un feliz fin de semana!


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