Charlotte.
Nos despedimos y nos sentamos atrás con Gabi en el auto de Alejandra, Kate de copiloto.
-Kate ¿no viniste en tu auto? - pregunta Gabi
-No, Elisa nos fue a buscar a Caro y a mí, decidimos llevar el regalo en su camioneta.
-Ah por eso ¿Ale sabías que es ilegal conducir con alcohol en la sangre?
-Oh cierto, pero me siento bien. - Dice saliendo de la casa de Fer. - Mientras no nos pillen.
-Si quieres conduzco yo.
- ¡No! - Dice Kate.
- ¡Pero si tú me enseñaste a conducir! - la veo reclamar en la penumbra, de verdad, pareciera que no pierde nada de energía durante el día; siempre está radiante, me quedo mirándola.
Cuando me despego me percato de que están discutiendo de nuevo.
…
- ¡No vomitaste!
- ¡Pero casi!
- ¡Aun así tengo mi licencia! - se defiende Gabi.
-Disimulaste ser normal- Se queja Kate.
…
Veo a Ale conducir tranquilamente y con una sonrisita.
-Chicas…- dice- ¿siempre han sido así?
-Sí- asienten Gabi sonriendo y Kate seria.
-Que lindas- suspira.
-Ale…- empieza Gabi- ¿Eres masoquista? - dejo salir una risita.
-Nah, Kate es un encanto. - Dice creída esperando a que cambie de color un semáforo. – Estar contigo es masoquismo.
… Gabi me mira en busca de apoyo moral.
-A mí me gusta tu forma de ser- reconozco.
-Siempre hay alguien- bromea Ale.
-Yo te amo- suspira Gabi, recuesto mi cabeza en su hombro y tomo su mano. Se apoya en mi sonriente. Kate nos mira, sonríe y mira a adelante.
Cuando llegamos subimos por el ascensor, Kate y Ale se despiden con un ‘’nos vemos mañana’’ y nosotras seguimos al siguiente.
-Este es el de Ale- sonríe Gabi.
Entramos a un depto. Están casi todos los muebles, pensé que lo dejaría más vacío. Sólo faltan unos sofás, y en su dormitorio el armario.
-Bueno, yo me voy al baño- Sonríe sacando ropa de su bolso, y deja la mía que está al lado.
-Está bien. - Me cambio y toco la puerta del baño para lavarme los dientes.
Abre Gabi que ya estaba lavándose los suyos, escupe la espuma.
-Así que viniste a espiarme- gimotea.
-Sueña.
-Bueno si, lo sueño- bromea, se seca la boca. -Te espero- susurra.
-Ok. - Digo apenas.
Voy a la habitación principal y veo a Gabi sentada mirando su celular, me acuesto al lado.
- ¿Con quién hablas? - pregunto sólo por curiosidad.
-Con una admiradora secreta…- dice concentrada.
- ¡¿Qué?!- me ignora.
…
-Gabriela ¡escúchame!
Sigue como si nada. Me enojo y le quito el celular.
Vanessa: ¡Cuéntame todo!
Gabi: Fue hermoso, lo pase de maravilla, ahora dormiré. ¡Mañana te cuento! ¡Te amo!
Vanessa: Oka, ¡Yo también te amo! ¡Hablamos perra!
-Agrh- se lo entrego. –Estúpida. - Se ríe de buena gana la desgraciada. Me ruborizo.
- ¡Buenas noches! - me enojo y me tapo hasta la cabeza. Aun riéndose apaga la luz y se acuesta al lado.
-Oye celosita- suspira abrazándome.
- ¡No! - digo avergonzada. -Mentirosa.
- ¿Acaso querías que fuera verdad?
- ¡Por supuesto que no! - digo asesina tratando de sacar su mano.
Me abraza y besa mi mejilla.
-No te enojes, es que te pones tan linda celosa. – Susurra.
-No me gusta estar celosa. - Digo poniéndome de espalda en la cama.
-Sólo fue una broma…- me da un besito. – Nunca más -dice acariciando mi nariz con la suya.
-Más te vale- digo dándole un besito. Nuestros besitos se transforman en un beso más apasionado, abrazo su cintura y la acerco más…
-Tendrás que hacer méritos- sonrío.
-Todos los que quieras- dice poniéndose sobre mí.
Siento su mano acariciar mi estómago bajo mi pijama y meto mi lengua haciendo que haga un ruidito de resignación y me bese más intensamente. Acaricia mi vientre… me encanta que lo haga, no va más allá, pero me produce un sinfín de sensaciones. Luego de un rato cuando sé que está tratando de controlarse, porque se despega y me da besitos cortos, me giro y me pongo sobre ella, cuando hago esto siempre me sigue en todo lo que hago, estoy segura que a lo que teme es a pasarse conmigo.
Pero hoy quiero más.
Sonreímos entre besos. Acaricio sus piernas y me devuelvo a su boca pasando delicadamente la mano por su entrepierna, la veo fugazmente en la penumbra con los ojos cerrados y la boca entre abierta.
Me pregunto si estará pensando o simplemente dejándose llevar.
Me separo sólo para besar su cuello, me aprieta hacia ella y sin pensarlos acaricio su estómago bajo su pijama y la subo mucho hasta tocar uno de sus senos, enrojezco, pero continúo besándola, ella gime y no me dice nada, lo aprieto y levanta el pecho hacia mí, noto como se endurece su pezón y sin pensarlo bajo hacía él comenzando a chupar, noto cuan caliente esta su cuerpo, el mío no se queda atrás, deseo más proximidad y rozo mi entrepierna con la suya haciendo un poco de presión. Se siente tan bien que la miro un poco deseosa con los brazos a cada lado de su cabeza y sin parar de moverme, maldita sea, estar sin ropa interior no ayuda mucho.
-Charlotte- suspira Gabi, Abre los ojos- no aguanto más.
-Si…- Es verdad, siendo sincera ya mojé el pijama. - Yo tampoco.
En eso se sienta en la cama y quedo sentada sobre sus piernas, empieza a desabotonarme. La miro nerviosa de que me vea desnuda.
- ¿Tienes miedo? - murmura Gabi al nivel de mi estómago.
-No- digo sincerándome- pero si estoy nerviosa… muy nerviosa ¿Tú te sentiste así? - necesitaba preguntárselo…
-No.- se ríe contagiándome. - Pero ahora sí lo estoy. – me mira y dejándome semidesnuda, me abraza y besa el centro de mi pecho.
-Te amo Charlotte- dice escuchando mis latidos.
-Y yo a ti- susurro dejando salir una lágrima.
En eso me acaricia la mejilla y me sonríe y me guiña el ojo levantando sus brazos. Sonrío y la dejo semidesnuda también a ella.
Creo que ya no puedo estar más roja.
Se recuesta en la cama conmigo y nos quedamos de lado dándonos besitos.
Gabriela.
Una bromita para aligerar el ambiente.
-Tienes cara de pervertida – Bromeo acariciándole uno de sus pechos.
-Eres tú la que me está manoseando- dice bajito más preocupada de mi cuello.
-Es que están tan lindos y eres tan linda- No Gabi no cry.
Charlotte sigue concentrada en mi cuello y me acaricia la zona lumbar, en eso desliza suavemente su mano a la mitad de mi trasero.
Como decía mi amor tiene potencial.
Me lo quito rápido y Charlotte abre los ojos de golpe mirándome mientras me pongo sobre ella y le bajo el pantalón del pijama.
Se sorprende cuando le estoy acariciando una parte que jamás antes me había atrevido a tocar. Suspira y se tensa cuando llego a la entrada de su vagina y hago presión
-Tranquila- digo un poco fuera de mí- esto te dolerá sólo un poquito.
Caro.
-Vaya, ya sabía yo que no tenías sueño- respiro agitada al lado de Angie mientras descansamos un ratito luego de haberlo hecho.
Nos dignamos en ir a buscar a Juan que ya está en el living durmiendo luego de haber comido con mi bella Antonieta.
-No fue mucho incentivo para dormir que empieces a bailar moviendo las caderas mientras te sacabas el vestido.
-Debiste ver tu cara- me río recordándolo.
-Es que eres coqueta natural- Me abraza hacia ella.
-Lo sé, no puedes resistirme a mí.
-No… egocéntrica.
- ¿Tú no lo eres? o sea, menudo cuerpazo.
-Nop a diferencia de ti, soy una humilde mujer que disfruta su trabajo. - Recita con solemnidad mientras me da rápidos besitos en el cuello. No me extraña que le guste, si tiene medallas hasta de preparatoria por deportes.
-Muy de lesbiana por cierto. – Le tomo el pelo. Angie es preparadora física. - ¿Y, por cierto, donde conociste a las chicas?
-Bueno, Fer antes iba luego de trabajar, nos hicimos amigas ahí y las chicas vinieron después. - Juguetea en mi estómago.
-Hmm, ¿y no se te insinúan muchas mujeres?
Pone cara pensativa.
-Cuando les gustan las mujeres y entran son algo coquetas, pero luego la mitad no vuelve y de la otra mitad, algunas se follan entre ellas... además no me gusta que me interrumpan de todos modos.
Más te vale.
-Suenas como a seria. - Le digo.
Me mira juguetona.
-Pero si yo soy una mujer seria.
-Veamos si mantienes esa seriedad -la molesto bajando por las sábanas.
…
-Ay no ya no- suspira.
Charlotte.
- ¡¿Sólo un poquito!?- digo con un par de lágrimas traviesas asomándose en mis ojos.
-Lo siento, la calentura- se disculpa Gabi aún dentro de mí. –Quizá debí haber metido sólo un dedo...
- ¡Ya sabía yo que me saldrías con algo así aún en estos momentos!
- ¡Pero es que te amo! no soy de piedra.
-Buen…Ah- me quejo cuando mueve los dedos dentro de mí.
- ¿Pero te gusta verdad? - susurra libidinosa en mi oreja lamiéndome el lóbulo.
-Sí, un poco- susurro molestándola. La verdad es que se siente muy bien donde se mueve, aunque un poco raro en la entrada, aún me duele un poco.
-Ya verás mocosa- finge que se enoja y baja.
- ¡Oye para dónde vas!... Oh…- suspiro, mis comisuras se elevan un poco mientras continúa en lo que estaba.
Luego de un ratito me da un lametón sin sacar sus dedos para luego hablarme.
- ¿Entonces me salgo? - dice agitada.
-No, quédate ahí- jadeo entreabriendo apenas los ojos sintiendo escalofríos placenteros.
Fer.
Ha sido una noche fantástica y claro, estamos empezando, hay que cerrar la gran velada con noche de oro.
-Ah Sandra te amo- digo cuando acaba y se relaja en el colchón.
-Y yo a ti, eres tan buena esposa mía- dice con una sonrisa radiante. Me río orgullosa de mi misma. En eso recuerdo el regalo que Gabi me había pedido que abriera esta noche.
-Espera un poco- digo mirando la bolsa en la mesita cerca de la puerta.
-Ajá- dice con los ojos cerrados.
Abro la bolsita y me río bajito viendo su interior.
¡Por suerte compró lubricante! Pienso pasándolo por un juguete.
Me siento en el colchón.
-Sandra no abras los ojos. – Pido separando sus piernas.
-Eh… ¡Oye! Qué… aush- suspira.
- ¿Lo saco?
-Ehm no… me acostumbraré.
-Eres una pervertida- me río. Veo unos botones, aprieto el ‘’1’’ curiosa.
- ¡Aah! - pega un gritito cuando comienza a vibrar.
Sonrío malvadamente viendo los demás números.
5 am.
Alejandra.
Despierto de lado con un brazo y una pierna congelados, el que no está en contacto con el cuerpo de Kate.
-Oye- susurro, la muevo un poquito.
- ¿Hm? - dice apenas y me mira con los ojos entrecerrados.
- ¿Vamos a la cama? -Nos miró desnudas en el sillón con la ropa dios sabe dónde tirada.
- ¿Tienes frio? - se sienta.
-Si ¿Tú no?
-No… me tapaste tú- sonríe adormilada, me da un besito y nos vamos a acostar.
7 am
Gabriela
-Gabriela, estoy cansada. – susurra Charlotte, de todos modos me acerca con una pierna más a ella ¡Te contradices!
-Sólo un poco más – suplico agitada moviéndome sobre ella; se escucha el respaldo de la cama, Charlotte hace una mueca mientras gime.
-Oh diablos, te amo-. Digo mientras trago saliva y me aprieto más a ella ¡Soñaba tanto con esto! Estoy muy sudada, ya corrimos todas las sábanas y frazadas para que no nos molestarán, siento su calor contra el mío y esa carita de pervertida que no había visto ¡Ah felicidad! No eh podido parar. Y, además, su cuerpo es tan bonito; esa capita de sudor que lo baña es demasiado sensual a la vista.
Empieza a lamerme el cuello.
-Ah que rico -me quejo sin parar. Me muerde.
-Espera… no me sueltes- Digo apenas sintiendo el orgasmo venir. – ¡Ah! ¡Charlotte! – lloro en la cumbre de la felicidad.
-Ah…- Me suelta. - Aush- digo nos reímos bajito.
-Lo siento me emocioné- suspira.
Ella se sigue riendo mientras me sobo el cuello.
-Ya, durmamos, siento que corrí una maratón. – Sonríe.
-Mañana la veremos- digo con los brazos adoloridos.
Nos quedamos respirando cada vez más lento.
-Gabi…
- ¿Si? - beso lo que sea de su cuerpo que tengo cerca con los ojos cerrados ¡Yo te amo enterita!
-Tengo frio, se me secó el sudor.
Doy una carcajada y bostezo tapándonos.
- ¡Oh milagro! - Me molesta. – Así que te cansas.
-Chistosita- le doy un besito. - Te amo, fue maravilloso. - Hago un puchero.
-Lo fue- me toma la mano y abre sus ojitos azules mirándome a los ojos- te amo.
¡Qué hermosa visión! ¡Qué bello lo que acabo de oír! Sonrío y la abrazo acercándola a mí mientras conciliamos el sueño rápidamente.
11 am
Alejandra:
Carajos, tengo que ir a mi antiguo hogar a buscar unas cosas para el desayuno, espero que no estén desnudas en el sillón. Por desgracia los apartamentos tienen el tamaño justo así que no caben dos neveras y guardamos embutidos ahí, además de bebidas y algunos licores.
Abro la puerta despacio echando una mirada rápida, y no.
-Uff- suspiro
-Tranqui, no iba a exponer a mi amor- se ríe Gabi saliendo del baño en pijama.
-Sí, bueno… Conociéndote- bromeo. - ¿Desayunarán con nosotras?
-Charlotte me mandará al carajo si la despierto. - Dice mirando hacia la puerta a un montoncito bajo la cama.
-Qué le hiciste- bromeo.
-Nada- se sonroja.
…
…
-Quizá te deba un par de sábanas- murmura.
-No…- digo.
-Si- asiente- bueno no estoy segura de sí fue mucho, poco o nada, no revisé. De todos modos, cabe la posibilidad… ya sabes. - dice bajito.
Se estira un poco, se ve adolorida.
-Calenturienta. - La molesto preparándoles unos sándwiches, total Kate aún está durmiendo.
- ¡No me arrepiento de nada vieja! - Me apunta desafiante.
-Está bien- ruedo los ojos- no te preocupes por las sábanas, entiendo la situación.
- ¡Adóptame! - llora.
-Idiota- me río, les dejo el desayuno en platos.
-Tomen, hay té, café y demás en ese cajón. - Voy a la puerta.
-Eres muy maternal Ale- me toma el pelo.
-Si claro. – Ironizo arrancando de ahí.
Bajo al séptimo, preparo todo y voy a ver a Kate, me siento en la cama y observo su rostro, sus pequitas y su expresión serena… sus labios rojizos.
Ay me va a dar algo, sonrío sintiendo cosquillitas.
Abre los ojos, me pilla mirándola y frunce el ceño. Me ignora y se estira.
- ¿Me estabas espiando mientras estoy indefensa?
-Es que te amo en secreto no tan secreto- digo mirándola bajo las sabanas.
Sonríe.
-Yo también, pero es secreto. – me recuesto al lado y me abraza.
- ¿Fuiste arriba?
-Si, a buscar algunas cosas…- Le doy un besito. – Por suerte se fueron al dormitorio- suelto un par carcajadas.
-Viniendo de Gabi, se agradece- bromea.
-Sí- sonrío.
En eso le suena el estómago.
- ¿Vamos a comer? - muevo las cejas.
Cosas que eh aprendido de Kate:
*Nada de comida en la cama.
*Nada de ropa en los sillones; fue épica la mirada que me dio cuando deje una blusa tirada.
*Si puede evitarlo, no cocina.
-Sii- dice levantándose y poniéndose pijama. – No mires tanto- se sonroja.
-Es que… eres tan bonita- digo ruborizada al ser pillada.
Gabriela.
Dejo a Charlotte descansar, es de las que te responde de la peor forma si la despiertas. Lo sé porque una vez se quedó en mi casa y esa vez de un empujón que me dio caí de la cama.
No debí morderle la oreja…
Me recuesto al lado, hablo con Vane, le cuento todo lo de ayer. Me manda una foto con un par de esposas que se compró y me río. Charlotte se mueve y me mira con las cejas muy juntas, en lugar de darme el monumental golpe estira la boca sonrojada. La miro feliz y ni que fuera tonta me acerco rápido y le doy un besito.
-Ahahaha- exclamo alcanzando la iluminación. - ¿Cómo dormiste?
-Bien. Gracias por no despertarme… me duele todo. - Dice haciendo una mueca.
-Si, a mí también. Pero es un dolor feliz.
Charlotte sonríe y se sienta tapándose con las sábanas.
-Aush – se queja.
-Es por ahora no más- muevo las pestañas coqueta. ¡Qué linda espalda!
- ¿Qué te hace pensar que habrá más? - me mira traviesa. Sonrío enamorada de esa expresión
- ¿Ah no? - me acerco y se ríe. Me doy un impulso sobre ella y siento su cuerpo desnudo bajo mi ropa. ¡Le doy un ataque de besitos!
- ¡Basta! ¡Gabi! -Se ríe. Me detengo.
Lloriquea con una sonrisa- me duele todo.
-Tendremos que mejorar el estado físico. – Coloco una expresión sugerente.
-Bueno. - Pone la misma, la miro sorprendida con las cejas alzadas.
-Era broma, hoy no.
-Oh- me quejo. - ¡Pero eso significa que mañana si!
-Es muy pronto – me sigue, en eso resopla- No me están quedando excusas.
La miro un poco escrutadora ¿Qué haremos cuando no le queden? ¿Y Cuándo empiecen a preguntar?
- ¿Tu familia es homofóbica verdad? - suspiro.
-Si- dice mirando hacia un lado, me abraza. - Ni yo lo sabía.
-Eso significa que están sospechando.
-No sé por qué. Es sólo mamá, Salió una pareja de hombres en la tv y dijo que era enfermo.
-Aish- hago una mueca, y eso que las mujeres tradicionales son más permisivas con los hombres y viceversa. - ¿Y tú papá?
-Mi padre habla poco, ni siquiera asintió ni negó, es como si estuviera muerto en vida. - Pongo cara desagradable, mis papás siempre tienen tema de conversación. –Mi hermana sólo quedó ahí sin entender. – Se queja, se ve que odia eso y ha contenido varias cosas.
-Ojalá no se le pegue. - Apunto.
-Eso espero.
-A ti no se te pegó- sonrío dándole esperanzas.
-Si… No sé qué pasará si lo saben. - Me mira. - ¿Qué pasa si me prohíben verte? ¿O si me dejan de pagar la universidad? ¿O si me empiezan a buscar citas? - Pone expresión desagradable. – odiaría que decidan por mí.
Me encanta ese carácter orgulloso que se le asoma, me da más seguridad a mí también.
Pienso un rato besándole el cuello.
-Qué tal si alargas la duda…- sugiero pensativa.
- ¿Qué?
-La clásica- digo imaginándomela- No quieres relaciones porque tienes mucho que estudiar, eres una mujer seria. Casi asexuada.
-Qué diablos es eso.
-Y si te preguntan- continúo- lo niegas y finges un poco de malestar. - Bromeo, algunas personas lo encontrarán cobarde, pero yo sé cuánto le importa a Charlotte su carrera. El problema es…
-Pero…- me mira. - Cuando se enteren, y lo van a hacer…. Lo tomarán mucho peor. Aunque al menos no tendrán poder económico sobre ti, es una idea- me levanto de hombros, eso haría yo, pero a mí ya no me queda nada, egreso a fin de año.
-No es malo, pero hay un problema.
- ¿Qué? - La miro.
- ¿Y cuándo te veo a ti? - su expresión es triste, se me parte el corazón.
-Tendremos que vernos menos… -Traga saliva.
-No quiero- sus ojos se ponen llorosos. Y no me extraña, la molesto siempre que puedo. Tendré que sobrecargar mi celular de dinero para molestarla.
-Un par de días a la semana no es malo- susurro… es horrible. - Nos extrañaremos más ¿no crees?
- ¿Y si sólo les digo y ya? - dice llorosa, seguro que pensó lo mismo que yo.
Ahora es cuando tengo que ser la madura de la relación o yo que sé. Igual no me gusta.
-No, piensa en tu futuro... Si lo haces puede que pierdas más, además yo siempre estaré para ti.
-Suena como a término y eso que ni yo sé. - me mira un poco asustada.
-Ni siquiera lo pienses- me quejo. - Hay Gabi para rato- le guiño el ojo. Coloca una cara más confiada, me acerco a besarla.
-Sólo tenemos que tener paciencia.
-Te amo- murmura.
-Y yo a ti.
Nos suena la tripa.
-Se fue el romanticismo- bromeo. Se ríe.
En eso se me ocurre algo.
- ¿No te molesta si comemos en la cama?
-No, mejor. - Se recuesta mientras voy a buscar los platos malvada.
¡Así se viste después! ¡Muahahahaha!