Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi pareja perfecta 2 por Brit

[Reviews - 158]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola mis amores! gracias por los comentarios c: una como escritora pervertida se motiva mucho cuando los recibe :D y me gusta saber lo que piensan o///o

 

 

 

 

Gabi.

- ¡No pares! - ruega con los ojos cerrados, me deleito con su cuerpo sudado, su olor, su sabor en mi boca.

-No- jadeo entrando más, beso sus senos y me acerca de la nuca elevando su torso y entreabriendo la boca. Inhala entrecortadamente y cae rendida a la cama como si fuese en cámara lenta.

-Extrañaba esto- sonríe sin abrir los ojos abrazándome y buscando mi cuerpo.

-Dos semanas es mucho para nosotras- bromeo saliendo y sintiendo mi mano inundada de su humedad. La verdad es que mi amor ha desarrollado su potencial estos años; aunque aún no le digo que les regale a Fer y Sandra en su boda exactamente, su esencia permanece con ella y enrojece tan rápido como cuando tenía 17.

Se ríe respirando profundo y su sonrisa se congela cuando me ve lamer mi mano con una carita de pervertida.

-Gabi…- susurra mientras yo continuo sin dudar mirándola provocadora. Se eleva apoyándose de sus codos y me besa.

 

Charlotte  

Sabe que eso me provoca y no se detiene, mi cuerpo se dispone de nuevo y me apoyo para ver su cuerpo. Es tan bonita, creo que ya no le ganaré en el tamaño de los senos, aunque realmente no me molesta. Me inclino y los beso mientras me pongo sobre ella sintiendo su cuerpo rozar el mío. La noto sudada, mirándome con esos ojitos tan tiernos que tiene, su cabello castaño pegado en el cuello, clavícula y sobre el colchón.

-Te amo- repito. Se lo llevo diciendo desde que empezamos. Gabriela pasa el pulgar bajo mis ojos.

-No llores.

-No lloro. – Bromeo llorosa. Me sonríe y nos damos un besito. La observo desafiante y hago que se giré, mira apenas hacia mí con una sonrisa y me inclino besando su mejilla y acariciando su cuerpo, bajo de a poco y la acaricio.

-Charlotte- suspira entreabriendo la boca con una de sus mejillas pegada al colchón, la beso hasta llegar a su espalda baja, coloco mi palma bajo su vientre y levanto su trasero.  Jadea sintiendo mi respiración cerca de su vagina y apoya la frente hacia abajo apoyándose con los brazos. Escucho sus ruiditos cuando siente mi lengua. Esto es tan pervertido que me humedece, no le voy a reconocer que me puse a ver pornografía pensando en ella, me da vergüenza hasta reconocérmelo a mí misma.

Comienzo a besarla y cuando empieza a gemir más alto luego de minutos me detengo y subo dejándola con ganas de más. Eleva su trasero sensualmente para más proximidad y recargo la parte superior de mi cuerpo en ella con una media sonrisa que se me asoma. Siento su respiración agitada y con mi rodilla separo más sus piernas, entro muy despacio en su interior viendo como la palma de sus manos acarician el colchón y gime con la boca pegada en la cama mientras muerdo su oreja y hundo 3 dedos en su interior.

 

Al día siguiente.

Casi llegamos tarde, por suerte Gabi vive cerca de aquí, así que llego a la universidad. Veo a Andrea esperándome. Sonrío y nos abrazamos.

- ¿Cómo amaneciste? - Pregunta inocentemente y enrojezco, cierto que no sabe nada de lo que ocurrió, así que le cuento todo durante las clases, al menos todo lo que recuerdo, con estos años, la puedo considerar mi mejor amiga.

-Mierda, Char cuanto lo siento- me abraza. - ¿Y Gabi?

Quiere acompañarme, pero eso no cambiará las cosas.

- ¿Y qué pasará con tu carrera? - me mira apesadumbrada.

-Bueno, Gabriela me dijo que ella podía ayudarme, total viviremos juntas de todos modos- enrojezco evitando mirarla. –Pero que luego le compre los sillones- Andrea se ríe.

-Te ves ilusionada- me mira coqueta.

-Si bueno, con verla un par de veces es muy poco. Y mis padres no estarán de acuerdo nunca así que…

-La elegiste a ella- termina.

-Sí, estoy muy agradecida de todo lo que me han dado, pero ella…

- ¿Con ella te sientes feliz? ¿Comprendida? ¿Satisfecha? – dice con los ojos brillantes. Me río.

-Sé que puedo vivir sin ellos. – Digo con dureza, es decir… ¿quién puede extrañar a un hombre que no habla y a una madre que reclama por todo lo que ve? Ya no la soporto y ella no es nadie para imponerme un estilo de vida. - Los quiero… supongo, pero Gabi… suspiro.

-Que romántico. - Dice mirándome atenta.

-Cursi- la molesto.

-Si lo admito. ¿Y tú hermana?

-Eso me preocupa. - Trago saliva- no quiero que la alejen de mí, siento que la estoy traicionando dejándola sola, ¿y si mis padres se ponen más estrictos con ella?… para que no sea como yo—Digo con pesar. Sólo tiene 13 años, para mi sigue siendo una niña.

-Ya quisiera tener una hija como tú- me abraza. - Eres linda, inteligente y de buenos sentimientos. Dóname un óvulo, anda. No te cobro pensión.

Me río.

-Y el apellido tampoco.

-Mala madre- se enoja. - Cómo sea… ¿cuándo irás a tu casa?

-Esperaré unos días…

-Sí, mejor.

-Pero no quiero que venga Gabi y le hagan daño… de alguna forma, que la insulten. – Y a pesar de eso insiste…

-Pero se sentirá más tranquila… puedo entenderla, es decir… por lo menos te tiene cerca.

-Si… Yo también me ofrecí a acompañarla.

-Vaya, van enserio. - me da un golpecito juguetón con el codo. – Eso me deja más tranquila como tu mejor amiga. Es decir… han tenido que aguantar tanto. No sabré yo que tuve que verte deprimida después de que egresó- Se recarga en mi hombro.

-Si…- me recargo en su cabeza.

- ¿Dónde trabaja?

-En un hospital, está junto a una amiga. La conocí en la Boda de sus amigas.

-Qué bueno así no se aburre. - Mira la hora en el celular – tenemos que volver, ya no queda nada… que horrible que tengamos que venir sólo hoy y el viernes.

-Si- sonrío. – paciencia, ya saldremos.

-Tenemos que trabajar en el mismo lugar- hace un puchero.

-Claro, si no nos contratan a las dos ellos se lo pierden. - Bromeo mientras nos ponemos de pie y vamos a la sala.

 

 

 

Alejandra.

Hoy me toca terminar la jornada sola, Kate se fue antes porque tenía que ir a buscar a Henry al colegio. Trabajo con tanto ánimo como si fuese domingo y verano. Bueno da igual, así aprovechan estar juntos.

Mientras guardo mis cosas.

-Te ves apurada- me mira Nicole. - ¿Va todo bien?

-Eh si, si, gracias- me rasco el cuello. - ¿Y tú? ¿Cómo te va?

-Ah, lo de siempre. – Levanta los hombros. – No te eh visto en los lugares del ambiente- bromea.

-Eh estado casera- es cierto, generalmente es Fer la que organizaba todo, pero Sandra está esperando un bebé así que estamos todas caseras… Ironías de la vida, no me la imagino como mamá, pero de seguro lo hará excelente. – Quizá algún día vaya ¿Cómo ha estado todo?

Desde la pelea no fui como en 6 meses, luego me daba un poco de incomodidad y ahora, salimos con Kate a veces con amigas o vemos a su familia. Lo positivo es que de las pocas oportunidades que hemos ido a beber Jessica ya no nos molesta.

-Humm, diría que igual, su pelea aún es comentada- bromea, sonrío avergonzada- No sabía que eras tan buena.

-No me siento orgullosa- murmuro. La perra se lo merecía, pero si puedo evitar pelear lo hago. A menos que toquen a mi Kate.

-Descuida- me toca el hombro. – Te he dejado bien parada.

-Gracias, de verdad- sonrío. Recuerdo que me tengo que ir.

-De nada. –dice. Le doy un abrazo rápido y bajo al estacionamiento.

Entro y encuentro a Kate ayudando a Henry con unos cuadernos.

- ¡Tía Ale!

- ¡Hola! - Lo abrazo- ¿Cómo estuvo la escuela?

-Bien, pero me complican…- piensa un rato- las figuras geométricas.

-Oh. Imagíname viendo a Kate y tienes el corazón- digo coqueta. Kate levanta una ceja.

-Pero la profesora no dijo eso…

-Alejandra no lo confundas.

-Oh, bueno ¡Pero de todos modos me late el cucharón! - Lo cargo y se ríe, le doy un besito a Kate en la mejilla mientras vamos al sillón. Su expresión me divierte.

-Debe terminar su tarea. - Me mira seria.

-Pero si acaba de salir del colegio, lo vas a estresar, a esta edad sólo necesita jugar.

-Necesita aprender.

- ¿Tú que prefieres? - lo miro segura de lo que dirá.

- ¡Jugar! - dice mirándome con ojos de cachorrito. Ay… se parece a Kate.

- ¡Mira ese rostro! - lloro- ¿Podemos jugar?

- ¿Siii? – la miramos con los ojos brillantes.

-Argh está bien- Se cruza de brazos.

-Perdona a Kate- bromeo- Es que es de cabeza cuadrada. ¿Ves? ¡Ahí tienes! un cuadrado. –Me río y me llega un trapo en la cara.  Henry se ríe.

Así que nos vamos al notebook y jugamos.

Luego.

-Vengan a comer- dice Kate.

-Ah, sí. - Mierda, me ganó. Estos niños de hoy.

Me acerco a mi amor mientras Henry está el baño y la beso.

Me abraza y seguimos así hasta que se separa un poco interrogante.

-Llegaste tarde. - Dice dándome besitos en el cuello.

-Es que conversaba con Nicole.

-Ah sí…

Me van a matar.

-Sólo fueron unos 15 minutos. En la oficina, a la salida, al frente de todos. -Asiente.

-Lo prometo- hago un puchero.

-Lo sé. Me gusta que no sepas mentir. - Me da otro besito.

-Por supuesto que puedo. - Digo orgullosa.

-A ver…

-Hoy compre dos bebidas. - Compre una.

- ¡Jajajaja! - ¡¡Por qué me da risa!!

-Ves. - me mira entretenida.

-No se vale- digo aun con la risa pegada. – Te amo. - miro sus ojitos alegres. ¡Aaaaw mi amoooorrr!

-Yo también.  – y acaricio su cara con la mía. Pronto escucho unos pasos, veo a Henry mirándonos sonriente.

-Que enamoradas están- dice sentándose ordenadito. Cuesta creer que tenga relación alguna con Gabriela.

-Qué lindo- lo piropeo.  Me siento al frente.

- ¿Tía no te lavaste las manos? - me mira sorprendido.

-No- aush. Que sea él quien me enseñe modales y no yo…- Ya voy.

Kate se ríe.

-No sabía que estabas tan preocupado de la higiene- lo mira mientras me lavo las manos flojamente en el lavaplatos. Él pone cara de asustado.

-Es que… te salen bichos de las manos, se comen tu carne y luego tus huesos se ven y te viene a buscar la policía - Mira a todos lados como si buscara bichos. - Me dijeron que una vez se llevaron a un niño de mi edad.

Nos miramos, Kate con el ceño fruncido y yo algo dudosa, nos sentamos.

- ¿Quién te dijo eso?

-Gabi- nos mira más blanco de lo que es.

Miro a Kate que esta con una mano entre las cejas para no arrugarlo más. Aguanto la risa, es que me la imagino contándole la historia… de todos modos se merece un zape. Como al parecer mi amada se está aguantando las ganas de ir a ver a Gabi y tirarle las orejas miro a Henry que a su vez nos observa atentamente algo curioso.

-Mira… en realidad no es tan así- digo complicada. - Es decir si hay bichitos, que no se ven a simple vista, pero no se comen tu carne… te los agarras de algún lado, y de tus manos pueden ir a la comida si no te las lavas, tragártelos y enfermarte ¿entiendes? - ¿Así está bien o no?

-Si… ¿Y porque no se ven?

-Porque somos muy gigantes y los bichitos demasiado pequeños… hay cosas para verlos.

- ¿Qué cosas?

-Pues, microscopios, tienen lentes que hacen que esos bichitos se veas más grandes

- ¿Lentes? ¿Cómo una lupa?

-Si algo así –sonrío mientras Kate me mira.

-Increíble. - Dice, mira a mi amor.

- ¿Estás de acuerdo? - acaricio su brazo.  

-Ah...si bien explicado- Dice tomando una cuchara- De todos modos sabes que Gabi es molestosa, no le creas mucho.

-Si- dice tomando la cuchara también comenzando a comer.

Sonrío negando con la cabeza.

Luego Henry terminó su tarea y nos pusimos a descansar en el sillón, a conversar. Hasta que ya era hora de dormir.

- ¿Ya no te gusta que te lean? - pregunto curiosa

-No, soy un niño grande- sonríe orgulloso. - Aunque no tengo mucho sueño ¿Tía Ale? ¿Desde el primer momento que viste a mi hermana te enamoraste?

Quedo de piedra, no le voy a decir que me magreaba en el auto de Nicole con ella, menos frente a Kate. Ella me mira algo burlona… algo así como un ‘’sale de esta tú sola’’

-Ahm bueno- me rasco el cuello- la verdad es que la miraba un poquito porque me parecía interesante…  pero después cuando nos empezamos a conocer sentí cositas por ella- Me ruborizo.

- ¿Qué cositas? - me mira curioso Henry.

- ¿Me mirabas? - veo a Kate igual de interesada.

Mierda….

 

Gabriela.

Ceno con Charlotte después de una tarde abrazaditas dándonos besitos

-Que bien cocinas, es una suerte. - Digo terminando el estofado.

-No quiero que me intoxiques. – Bromea.

-Te amo- suspiro.

-Lo sé. - Estúpida, sensual y molestosa Charlotte.

-Por cierto, no es lo único que me sorprende- La miro escrutadora, Charlotte enrojece y me ignora.

-No me ignores.

Me sigue ignorando.

- ¿Cómo es que te nació hacer eso ayer? - enserio me sorprendió, pero yo sólo me dejé querer.

-Ayer hice muchas cosas- dice ruborizada sin mirarme.

-Ya sabes de lo que hablo.

- ¿Acaso no te gustó? - me mira entrecerrando los ojos- no pareciera.

Me ruborizo.

- ¿Bromeas? - me rio- ¡Me gusto! ¡Me encantó! ¡Me fascino! ¡Hazlo de nuevo! - la apunto.

-Estamos comiendo- dice roja sin mirarme.

-Sí, eso hiciste- bromeo.

-Gabi…- se ríe.

- ¿Estabas viendo cositas sucias? - pestañeo rápidamente.

-No.- No me mira.

-Dime la verdad.

Me ignora.

- ¡Charlotte Lisette!

- ¡Ay no me digas así! - me mira feo.

-Es que me encanta- digo suspirando. - Ya reconócelo, miraste cochinadas, no sé qué diría la Charlotte de 17- le tomo el pelo.

-Se desmayaría- bromea dignamente. - Bueno, está bien, si vi. Tengo necesidades y punto.

-Me encanta cuando te pones así y tomas el control- la miro enamorada, es tan perfecta. – ¡Hazme tuya! - Pido con pose de ‘’entregada’’.

-Ya eres mía- Levanta su plato.

- ¡Eso me hizo sentir cositas! - Exclamo en mi mundo. Mi novia al más puro estilo Charlotte me ignora olímpicamente y limpia sus cosas.

Esto no se va a quedar así. Vuelo con el poder del amor (mentira, camino) y la abrazo por la cintura.

-Casi se me cayó un plato – se queja.

- ¡Bañémonos juntas para que se me caiga el jabón! – vocifero, me recargo en su espalda.

-Usas jabón líquido.

- ¡Pues, botaré el jabón líquido! - recito haciéndole cariño con mi rostro.

Sonríe y sigue limpiando.

- ¡Te ves tan linda cuando lavas la losa, también cuando comes, cuando sales del baño con el cabello húmedo, cuando despiertas, cuando te acuestas, cuando estudias, cuando escribes, cuando hablas, cuando respiras…! - inhalo mucho aire y finalizo. -Además tu cuerpo se siente rico. - La aprieto más. Noto que da el agua para enjuagar.

- Hiperquinética. - Se gira. Me acerca de la cintura plantándome un beso apasionado.

Ay, se me paró el clítoris. ¡Quien fuera tu ropa interior para tocarte la…!

No le voy a decir eso…

En eso se separa, me acaricia con su bella nariz y me mira dudosa.

-Quien fuera…- balbuceo.

-Estás loca…- comenta con una risita y sigue con lo suyo.

-Por ti. - Digo feliz.

-A mí me gusta cuando lees, he quedado pegada mirándote…- Me quedo plantada detrás de ella escuchándola. - También te ves linda cuando no paras de hablar y estas inspirada…- me ruborizo más- También cuando arrugas la nariz y sales con algo infantil… - Veo sus orejas rojas- y cuando… lo estamos haciendo.

Cada célula de mi cuerpo la ama.

Fin.

 

Alejandra.

Trago saliva viendo a mi novia y a mi cuñado interrogantes.  Decido responderle primero a Henry porque me da menos vergüenza.

-Cositas como que quería besarla, estar siempre con ella, la extrañaba mucho y sobre todo… pensaba siempre en ella, aunque no me lo propusiera.

Ahora a Kate.

-Y si te miraba, pero por curiosidad. Pero no te creas tanto- digo orgullosa- Sólo me sorprendiste cuando te vi por primera vez, te mire en el almuerzo y note tu físico- enrojezco- y te miraba leyendo cuando conversaba con el resto.

-Creo que una vez te noté mirándome- Me mira coqueta- pero no quise pensar nada.

-Mejor, no estaba muy segura del porque lo hacía.

- ¿Y cómo es que terminaste extrañándola Tía Ale? - Me pregunta Henry bajo las frazadas

-Emmm- cierto, cuando empezamos a fingir que éramos novias- cuando la empecé a acompañar a varios lugares, porque Leo no podía y yo tenía tiempo libre- Nos miramos con Kate, sé que lo recuerda por su expresión – y sin querer lo disfrutaba mucho más que, que… con otras cosas planeadas- Kate deja salir una risita- prefería quedarme leyendo con ella y ver sus expresiones. - Henry se ríe.

-Mi hermana es linda y seria. - Dice feliz – Papá y mamá dicen que el verdadero trabajo fue cuando nacieron Cris y Gabi. Kate no hacía ruido, Leo entendía cuando no debía hacer algo, pero los mellizos captaban todo lo contrario. – Bosteza.

-No me extraña- me río. Esa Gabi es un desmadre y Cris la apoya en todo. – Debes dormir pequeñín.

-Ya creceré – dice esperanzado.

-Exacto y serás un gran hombre adulto, pero para eso…- lo molesto- Tienes que dormir.

-Mamá dice algo así…- sonríe cerrando los ojos.

-Es que las madres son sabias- me río acariciándole el cabello. Me pongo de pie y me estiro. –Nosotras también debemos…

-Si- me sonríe Kate con una mirada diferente- Espérame- Asiento y me voy a lavar los dientes, cuando me acuesto, en unos minutos siento a Kate meterse bajo la cama y abrazarme. Sonrío con los ojos cerrados y acaricio su mano.

-Buenas noches amor- digo girando la cabeza y dándole un besito.

-Buenas noches.

Cerramos los ojos, cuando estoy sintiendo que el sueño me lleva escucho a Kate.

-…Ale.

- ¿Hum? - Digo apenas.

-Serías una buena mamá…

Me despierto de golpe y miro a la penumbra con los ojos muy abiertos. Kate me abraza más y me quedo callada acariciando su mano sin articular ninguna palabra.

 

 

Al día siguiente

Gabriela

Despierto como siempre más temprano de lo normal, el hospital donde trabajo me queda prácticamente a pie, por eso elegí vivir acá. Además, me sale más barato.

Veo la espalda de Charlotte, ella es un poco más bronceada que yo, maldita familia de cadáveres. La abrazo apegándome a su cuerpo, ay que rico.

-Amor, ya es hora… - digo bajito.

- ¿Hmmm?

- ¿No vas a clase?

-No…- susurra.

- ¡Que injusto! - exclamo ¡yo me quiero quedar acostadita con ella y sentir la perfección de su cuerpo desnudo! ¿¡Es mucho pedir!?

-Gabriela…

-Si- digo dándole un besito en la espalda.

-No grites.

-Oh, está bien. – Lloro - ¿Te bañas conmigo?

-No.

-Aish. -Me voy a bañar ‘’enojada’’ salgo y el aire huele a café. Veo la cocina a Charlotte cocinando.

- ¡Te despertaste! - la miro con los ojos emocionados, si pudieran poner forma de corazón lo harían.

-Que esperabas- dice sonrojada- no te veré hasta las cuatro.

- ¡Pensaré todo el día en ti, es más les contaré yo mi vida a mis pacientes! - digo enamorada

-Te echaran- se ríe bajito- vístete, te espero.

Voy corriendo, creo que me puse el sujetador como calcetín pero que importa. Le doy un besito apretado a la vuelta.

-Por cierto- dice algo incómoda cuando empezamos a comer- Iré hoy.

- ¿Te han llamado?

-Sólo mamá. La madrugada que llegué, pero estaba apagado- se sonroja. A cierto, no desaprovechamos la oportunidad de hacer el amor.

-No me arrepiento de nada- decimos al mismo tiempo. Me sonrojo.

-Hehehehe- Río como estúpida.

-Si no quieres ir…- empieza algo complicada.

-Dije que lo haría y lo voy a hacer, ¡qué pasa si te encierra en tu cuarto! ¡Tendrás que soltar tu cabello para que yo suba por la ventana! - aventuro.

-Que Rapunzel- rueda los ojos. - Está bien, sólo no te pongas a pelear.

-Si te levanta la mano lo haré. - La apunto- eso está fuera de discusión.

Entrecierra los ojos.

-No es que me peguen y eso, pero no sé, supongo que llevarte sonará como una declaración de guerra. - Dice pensativa.

-Es bueno que sepan que no estás sola y con quien estás. Además, no tengo pinta de delincuente.

Charlotte sonríe y me mira juguetonamente para molestarme, le devuelvo la mirada.

-No te atrevas a sugerir eso. - Muevo las pestañas coqueta, llegaré a las 16:30 así que como a las 17:00 y algo estaríamos allá…  Y sólo son preocupaciones higiénicas, pero- carraspeo profesionalmente- ¿has usado la misma ropa interior estos dos días?

-Nop, me compré unos- enrojece.

-Ya sabía yo que no los conocía…

-No mires mi ropa interior.

-Hasta olían a nuevos…

- ¡No huelas mi ropa interior! - se sorprende enojada.

-Ah te la creíste. -Me río- Bueno si la olí y qué. – me cruzo de brazos.

- ¡Viejo verde!

- ¡No me arrepiento de nada vieja! - la apunto y me pongo de pie.

-Tú eres la vieja aquí.

- ¡Bésame!

- ¡No! - mira a la pared indignada. Me coloco detrás de ella y comienzo a besar parte de su rostro que veo libre a pesar que no me deja. Se tapa la cara y beso su cuello, se ríe, saca sus manos y beso la comisura de sus labios. Cuando me alejo toma mi rostro y me besa, la cosa se pone candente cuando metemos la lengua a la vez, ella se pone de pie y me aprisiona contra el refrigerador.

-Tienes que trabajar- suspira besando mi cuello, siento una mordida y cierro los ojos.

-Ay, no. – Jadeo- porque eres tan sexy. – Pobre Gabriela.

-Lo llevo en la sangre- bromea. - Debes irte. - Baja la mano a mi trasero y sonrío feliz. – Y me iré a dormir.

-Ya verás cómo es la vida profesional.

-No me mates el día.

 

Me voy a mi trabajo, subo al quinto piso mientras saludo a toda la gente, en ese lugar se ubica psicología, terapia ocupacional, medicina familiar y obstetricia. Veo a mi sensual nueva amiga, que hice cuando empecé a trabajar, una estupenda coincidencia debo decir. La abrazo por detrás. Algunas personas sonríen, otros nos miran con curiosidad.

- ¡Que hay Noelle! te creció el trasero- digo seriamente luego de que me separo.

- ¡Cállate no digas eso aquí! - dice avergonzada. Se recoge un mechón castaño claro. - ¿Qué tienes en el cuello?

- ¿Cuál cuello?

- ¿Tienes más cuellos? - se ríe.

-El del útero. - Digo sorprendida.

-Muy lista, pero no veo que lo estés mostrando ¡Y no me cambies el tema!

-Lo que pasa es que quieres husmear mi útero. - Hago un puchero.

-No estúpida- se acerca y me dice secretamente- tienes marcada una mordidita.

Me sorprendo, entro a la consulta que me corresponde y miro.

- ¡Charlotte! -digo enojadamente enamorada y húmeda. 

-¡Ah!- dice Noelle con los ojos brillantes, la miro con hastío, ya empezó…- Es tan hermoso lo de ustedes, tan jóvenes, tan enamoradas…

-Ya no llores.

-No lloro- me apunta. Salimos y vemos llegar a 3 docs, dos de medicina familiar y una que no sé de qué piso, pero que se pasea como si esto fuese su casa y no tuviera nada que hacer.

- (…) y entonces la rete, parecía que era torpe y tonta por naturaleza (…) - dice una con cara desagradable. El amigo y la amiga ríen.

-Otra enfermera menos- suspiro.

-Esa perra no me agrada. - Dice Noelle con asco- Cree que por tener dinero puede tratar a la gente como le plazca.

Debo decir que estoy de acuerdo, yo no soy millonaria y tampoco me muero de hambre, pero independiente de eso trato a todos con el mismo respeto.

A menos que me jodan.

 

-Es verdad, mientras no venga acá a molestar está bien. - Lo positivo es que no trabajamos en lo mismo. Noelle es terapeuta ocupacional, así que almorzamos juntas y esas cosas, tenemos unas amigas enfermeras. Pero ese grupito de ahí, es mejor tenerlo de lejos y de todos modos ni nos miran.  Lo peor es que esa perra de en medio; Christine, es hija del dueño del hospital y cree que todos acá debemos en pocas palabras, lamerle el culo. Como soy nueva, no he tenido que hacerlo, ¡Y yo sólo lamo a mi Charlotte! Noelle la mira con odio y por suerte no ha tenido problemas, me imagino porque se ignoran mutuamente.

 

Atiendo a unas personas, debo decir que, aunque los primeros días me harte por el horario y la monotonía, me gusta escucharlos y ayudar a la gente. Además, no tengo problemas en establecer una relación agradable; no me gusta que la gente se sienta sola.

A la hora de almorzar, Noelle me espera con una amiga que trabaja en lo mismo que ella, es simpática. Aunque se ría fuerte.

-… ¡Tenías que limpiar justo cuando estoy pasando yo! - escuchamos una llamada de atención. Oh no, es esa perra de nuevo insultando esta vez a personal de aseo. Noelle aprieta los puños, yo personalmente, sé cuánto le ha costado llegar donde está y cuanto odia las desigualdades.

-Acuérdate de tu sueldo- le digo al oído.

-Si…- mira sus pies.

Pasa con la cabeza agachada avergonzada como si fuese ella quien insulto a la señora que limpiaba el suelo.

 

 

Noelle.

Me voy a sentar y paso la comida como si no tuviese sabor, es decir, me da lástima por la señora y asco por mí, por no hacer nada; pero aún estoy terminando de pagar el departamento. Sabré yo como mi padre se esforzó por criarme, a pesar de no tener lujos, consiguiendo trabajos como el de la señora de hace poco. Bajo la cabeza sintiendo que avergüenzo a mi progenitor, que en paz descanse.

-No es culpa tuya Noelle. - Dice Gabi sin mirarme.

-Que injusto que otros tengan más oportunidades- dejo salir, Gabi me mira y sabe que tengo razón. Me acaricia el cabello.

-Pero has llegado lejos. – Me dice, me gusta ese tono de Gabi; como lo dice tan segura que te deja contenta contigo misma, esa característica sólo viene con ella. Me recargo en su cuello.

-Uy coquetas- molesta una amiga. Ese es el problema con las heteros, ven dos mujeres o dos hombres homos y los emparejan como si no tuvieran gustos apartes del pene o la vagina.

-No campeona- se ríe Gabi mientras yo me incorporo y la miro con reproche, es decir ¡La pareja de Gabi y Charlotte me encanta!

- ¡Mi Gabi está enamorada! - Digo emocionada.

- ¿Y tú? Que tal- me mira mi compañera.

-Nada. - me levanto de hombros- soy del tipo que prefiere estar sola que mal acompañada. –A pesar de que tengo muchas amigas y no me siento sola.

-Yo creo que te está esperando ahí en algún lugar- apunta al horizonte.

-En otro país- me río.

-Yo también lo creo- dice Gabi- Se lleva el bonus de tu trasero- me molesta y le doy un manotón. Nos reímos las 3. No es que yo tenga un trasero enorme, pero esta paradito y bien hecho. (Me siento orgullosa la verdad)

Escuchamos un ‘’shhh…’’ del trío de hijitos de papi. Veo a la perra esa mirándome con desaprobación, le devuelvo la mirada como si tuviera ladillas.

-Vieja controla el carácter- me dice una amiga, miro de nuevo al fondo, me da una mirada de puro desprecio y sigue lo suyo.

-Me da igual- me enojo, creo hasta que estoy dispuesta a que me echen, no sin antes tirarle una bandeja con comida si eso pasara.

-Que ruda. - Bromea Gabi levantándose.

 

Gabriela

Luego de almorzar seguimos con nuestro trabajo, por suerte Noelle no atrajo mierda de esa tipa. A las 16.30 tomo mis cosas y me despido rápido. Llego a mi apartamento y Charlotte sentada en la cama esperándome.

- ¿No llevas tu mochila? - pregunto dudosa, ¿Dónde guardará sus bellos calzones y demás?

-Tengo una maleta-. Se levanta de hombros, la noto algo pálida.

-Si quieres podemos esperar- me siento al lado

-No…  es algo que debo hacer de todas formas.

- ¡Hablas como toda una adulta! - le doy unos golpecitos en la espalda.

-Soy una adulta- dice orgullosa.

-No, tú eres mi bebé- la abrazo.

-Eso no ayuda para hoy.

-Tu puedes- la miro seria, me devuelve la mirada y asiente. 

 

 

 

 

Notas finales:

¡Vamos chicas uds pueden! T_T 

Pd: les recuerdo que no todas las parejas saldrán en cada cap. 

¡Besos!

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).