Suena la alarma.
-Ale, ¡es sábado! - se queja Kate.
-Lo siento- la apago. - Soy dama de honor. - Sonrío, las bodas de mujeres de seguro tienen más damas de honor que ninguna otra. Yo soy de Fer de todos modos, creo que Sandra sería más difícil.
-Genial, yo llego más tarde- se queja mientras tapa su cuerpo desnudo. La quedo mirando y casi golpeándome a mí misma me obligo a salir de la cama he ir a bañarme.
En eso llego a vestirme y Kate no está en la cama.
-Oh que bien- sonrío mirándola en una bata cuando voy a la cocina- No tenías que hacer el desayuno.
-Lo sé- dice somnolienta- pero quiero comer contigo, no nos veremos hasta la tarde. – La boda es a las 5pm. así que supongo que llegará a las cuatro, o cuatro y media.
Me emociono y la abrazo. – Te amo.
-Yo también te amo- sonríe ronca y me da un besito. Luego nos sentamos, me mira la ropa. – ¿Te vestirás formal en la tarde?
-Sí, ahora quizá Fer me tenga poniendo sillas o yo que sé. – Cierto que Kate no me vio con el traje puesto… ¡Y yo no la he visto con su vestido! Pongo cara de pervertida.
- ¿Y esa cara? - me mira feo.
-Es que quiero verte con tu vestido- hago un puchero- habrá que esperar.
-Si…- sonríe. - Me pasa lo mismo.
Nos miramos un ratito.
- ¿Llegarás con Gabi y Charlotte?
- ¿Charlotte? - levanta una ceja, pero que buena comunicación de hermanas.
-Tu cuñada. - bromeo.
-Vaya, no me la puedo imaginar. – Dice comiendo. - Es decir, es Gabi…- Me río.
-Pero es linda, adorable, divertida…
-Si… e hiperquinética.
-También- sonrío.
Guardo mis cosas en un bolso, me despido de Kate y voy a mi auto.
Llego a la casa de Fer; es enorme, con un patio hermoso, ya he venido aquí y no dejo de sorprenderme ¡vaya! si quisieran tener hijos de aburrimiento no se mueren.
-¡¡Alejandra por fin!!- llora Fer con cara de trasnochada cuando me estaciono.
- ¿Qué pasó?
- ¡Eh tenido mucho trabajo! Dije que tendría todo… ¡pero joder!… ¡una operación tras otra! - Fernanda es médico, conoció a Sandra unos años después de especializarse, ya se imaginarán el resto.
- ¿Y Angie? - le digo ayudándola con unas sillas. Veo unas sillas ya puestas antes y el patio techado, al menos eso ya lo encargó.
-¡¡No sé!! no la he llamado- se rasca el cabello, hasta esta más largo. Saca su celular algo tiritona, mierda, está muy nerviosa. La detengo con una mano.
-Deja, la llamo. Alcanzaremos tranquila, siéntate y toma algo por favor- me río. – O te pedirán el divorcio hoy.
-¡¡No digas eso!!- lloriquea. - Me muero.
-Está bien perdón, ¿dónde está Sandra?
-Se fue con su hermano hace dos días. Según ella es de mala suerte que la vea, ¿o era ver el vestido? No recuerdo- dice pensativa.
- ¿Y…- bajo la voz- ¿Su mamá? - Sandra está peleada hace mucho con su madre, era ella o Fer. Y bueno eligió a mi amiga… y mi opinión personal es que no se equivocó.
-Nada. -Dice triste. - No la entiendo, vino su hermano menor, la adora. Su padre ya no está y a esa vieja no se le ablanda el corazón.
-Que se joda, tú la haces y harás muy feliz- sentencio un poco enojada, la abrazo y le sobo la espalda, odio a la gente así. Supongo que alguien lo puede comprender, pero no lo acepto.
-Si- sonríe. –Lo prometo.
-Ya enamorada. - Me río- hoy es tú día especial.
- ¡Estoy tan nerviosa! - se tapa la cara, parece una niñita.
-Es normal, supongo… nunca me he casado- bromeo.
-Ya lo harás.
-No.
-No insistiré- me mira- pero sólo lo sé.
-Ajá- digo haciéndome la sorda. Saco mi celular.
- ¿Aló? - escucho una voz somnolienta.
- ¿Aló Angie?... ¡te quedaste dormida verdad perra! - la reto.
- ¡Lo siento! - grita al celular, alejo mi oreja.
- ¿Hmm? ¿Quién es? - escucho a Caro.
- ¡Ya sabía yo malditas calenturientas! - grito al celular. Fer se ríe comiéndose las uñas, le pego un manotón.
-Lo siento- se ríe Angie agitada, la imagino vistiéndose incómoda.
-Ya te espero. - Corto.
- ¿Y?
-Ya viene, estaba con Caro. - Fer se ríe.
-Parejitas nuevas- pone los ojos brillantes. – Es una etapa tan bonita, se vienen mejores. - Dice con cara de enamorada.
- ¿Qué tal si vas a dormir? Digo para que no pases vergüenza en la noche de bodas- bromeo.
-Si pudiera- se ríe- Descuida, soy una bestia grr. - Nos reímos y seguimos acomodando sillas, manteles, velas, comida, servicios. Etc. Por casi una hora.
- ¿Por qué no contrataste gente? - Digo enderezando la espalda.
-Porque pensé que podría sola- dice triste.
-Son casi 150 personas- me espanto. - ¿Cuántas amistades se puede tener?
-Oye, son mi familia, amigas, amigos heteros y gays y demás, primos, gente del hospital, y suma los de Sandra.
-Vaya- me sorprendo.
-Sí, afortunadamente mi familia es bien unida y a nadie lo sorprendió lo mío. Y claro, el que reclama no viene - Dice orgullosa. - Además me ahorro pajes, solo testigos y damas de honor. Todos podrán sentarse donde quieran.
-Cool- digo feliz- Me parece genial, además muchas venimos porque las amamos a las dos.
-Exacto, llevamos ya años con Sandra, compartimos amistades, así que es una estupidez que tengan que poner el cariño por cada una en una balanza y escoger un lado para sentarse.
-Es verdad, estaríamos todos con Sandra- la molesto.
- ¡Oye! ¡Serás perra! – me hace un gancho y con el puño me soba la coronilla.
- ¡Aush! - lloro.
Escuchamos una risa y llega Angie donde estamos.
- ¡Demoraste! - reclamamos.
-Tenía que bañarme… olía a sexo- dice bajito.
-Si yo también - me río.
- ¡Yo no! - lloriquea Fer.
-Hoy podrás- sonrío - ¿Y Noelle?
-Es dama de honor de Sandra, además… creo que está más nerviosa que ella- Se levanta de hombros. – No quiero más desmayos.
Nos reímos y nos disponemos a arreglar lo último. Comestibles y bebestibles que no se echarían a perder, por suerte para lo demás si contrató gente. Porque tiene el living imposible de cosas. Incluso algunos regalos que enviaron por adelantado.
-Luego viene el personal - Dice Fer, mientras almorzamos – Todo es afuera, el clima está más cálido.
-Es verdad. – Apunto.
- ¿Y quién oficiará todo? - pregunta Angie
-Contraté a un tipo del registro civil, me encargué de que fuera muy gay friendly y tiene esposo y todo, así que también lo invité- Dice.
-Que amigable - Me río.
-Mientras más mejor- apunta- me encargué de la comida, Sandra de decorar, yo soy muy práctica para esas cosas.
-Una servilleta para la comida, para llorar y para el baño- Se ríe Angie.
-Exacto.
-Y tengo Dj. Ja ja - se ríe creída- La música cursi sólo va para cuando llegue la novia y luego del pastel.
-Si es que llega- Angie le pega en el hombro.
-Cállate, ¡no tires malas energías! - Le da otro puñetazo.
-Una vez leí una historia de una mujer que se iba a sacar con su novio- me miran – y conoció al amor de su vida ese día y escapó con él. – Sigo comiendo.
Fer me mira llorosa y Angie se esfuerza para no reírse.
-Yo seré cruel, pero tú la destrozaste- mira a Fer que aún no se mueve.
- ¡Mis damas de honor son una mierda! - lloriquea.
-Amiga- sentencio con voz queda. - Esa mujer te ama. ¿Dónde está tu seguridad?
-Con ella- llora- No me deja llamarla, quiere ‘’sorprenderme’’ ¡¿y si no llega?!
-La traemos amarrada- Dice Angie.
-No sean idiotas, si llegará. – me enojo, le envío un mensaje a Noelle.
-Buena idea- me mira Angie recogiendo la loza.
- ‘’Está bien, con ataque de nervios claro ¡Y yo también!’’
-Sandra está bien. - reviso mi celular Fer me lo quita y lo lee como si buscara un mensaje oculto.
- ¡Mi Sandra! - llora más.
-Uy ¿Qué más falta?
-El audio y listo.
-Tu siéntate y tomate algo más- le digo a Fer - Vamos Angie.
-A la orden- dice feliz.
…
-Por fin- nos tiramos a la cama de invitados de Fer.
-Sí, estoy agotada… y aún queda la boda- sonríe Angie agotada al lado - Por suerte no hubo despedida de solteras. – Susurra.
Me río un poco asustada- ¿Te imaginas?
-…Si- dice Angie con tragedia -Adiós a nuestros 3 meses.
Imaginación de Angie.
- ¡Eres una perra mujeriega! - Grita Caro llorosa abofeteándola- Terminamos.
- ¡Pero si no hice nada! - grita Angie con la mejilla enrojecida.
- ¡No me importa! ¡Te odio! - le cierra la puerta en la cara - ¡Vete con tus putas! - se escucha un grito lloroso del apartamento.
Imaginación de Alejandra.
-Lárgate - Dice Kate tocándose la frente sin mirarla, reprimiendo el llanto mientras Ale mira las maletas.
-Pero si no hice nada- susurra Ale apenas con los ojos llorosos.
- ¡Pues ahora eres libre de hacerlo! - Grita. - Lárgate Alejandra no estoy para estupideces.
Ale llora desconsoladamente, sale con sus maletas y la mirada baja.
-Sería mi fin- digo llorosa.
-Si- dice Angie sobándose una mejilla.
- ¿Qué haría Sandra?
Imaginación de ambas
- ¡Se cancela la boda! ¡Se acabó Fernanda! – Grita Sandra llorando.
- ¡Pero si no hice nada! – Grita Fer tirándose las mechas.
-¡¡Si lo hiciste!! Apuesto a que te bailó una puta ¿¡eso querías no!? Lárgate con ellas…- Y Sandra sigue gritando.
-Oush - Decimos a la vez.
-Son terribles.
-Pero mi Kate es tan linda- digo suspirado y pensando en ella.
-Y mi Caro…- Dice Angie con una sonrisa mirando el techo.
- ¿Seremos gobernadas?
-Nah, sólo enamoradas- responde Angie orgullosa.
-Si- sonrío.
- ¡Eh gobernadas! - entra Fer- son las tres, vístanse.
- ¡Joder! - gritamos y vamos a buscar nuestras cosas.
Nos vestimos repartidas por la casa y luego nos juntamos en la habitación de Fer.
-Wow, que guapas somos- sonríe Angie con el cabello más ordenado ella está de azul, yo de negro y Fer con un gris claro.
-Nuestras novias son muy afortunadas- bromeo. En realidad, agradezco cada día tener a Kate conmigo. Lloro por dentro.
-Jah- dice Fer más relajada.
- ¿No te pusiste blanco eh? - la molesto.
-Lo pensé, pero las dos de blanco….
-Unos copitos de nieve- dice Angie abrazándola. Me acercan y nos damos un abrazo grupal.
- ¿Debería salir? - dice Fer luego de que nos separamos.
-No sé, esta es una boda distinta -bromeo.
-Yo digo que inventes algo original, es tu boda- Apunta Angie.
- ¿Qué tal si no se deja ver ninguna hasta la boda? - sugiero.
Me miran.
- ¡Esa es mi dama de honor! - celebra Fer- me gusta. Cuento con ustedes.
-Hecho. – Dice Angie.
Salimos y esperamos a la gente.
-Llegan algunas personas encargadas de comidas, el oficial del registro civil, que era un tipo barbón y un poco barrigón acompañado con un hombre delgado, una pareja bastante graciosa. Los llevamos a donde Fer para que arreglen todo.
Pronto empieza a llegar la gente.
Colocamos a unas 70 personas en su lugar, en realidad era fácil porque cualquiera se sentaba en cualquier lado, menos la primera y segunda fila, que estaban en una lista de Sandra y Fer. Algunos como los familiares y amigos más viejos optaban por la tradición y se colocaban los de Fer en el lado derecho y Sandra en el izquierdo.
-Está casi todo el bar aquí- se ríe Angie.
-Joder si- me río mirando rápido a la entrada por si viene más gente, vuelvo la vista tan rápido que me alegro de que no se me quebrara el cuello. Kate me mira con una sonrisa y a mí se me va la respiración mientras mi corazón palpita como loco.
-Dios mío- digo apenas, caminamos y nos abrazamos dándonos besitos.
-Ah el amor- sonríe Elisa.
-Te vez bellísima- me seco un par lágrimas traviesas viendo su vestido azulado.
-Tú también te vez muy guapa- me dice Kate, me abraza de nuevo. - Cuidado cuando estemos a solas- susurra a mi oído. Me río ruborizada.
-Te amo.
-Y yo a ti. – Nos miramos.
-Oye hace tu trabajo- bromea Gabi acompañada de la jovencita de la otra vez que nos mira con curiosidad. Veo al lado a Angie abrazada a Caro.
Charlotte.
Me junte con Gabi y me dejo vistiéndome en su cuarto, ella fue a la de su hermano. Este día estaba sola así que no me dio tanto nerviosismo, es que creo que su mamá ya sospecha.
En eso toca la puerta.
-Ya estoy vestida- digo acomodándome un poco al cabello. Abre la puerta con una sonrisa y un vestido negro apegado, queda en el umbral mirándome. Me quedo clavada en el suelo recorriendo mis ojos de arriba a abajo por su silueta, siento como la sangre sube a mi rostro.
-Me enamore- dice Gabi haciendo que me ponga peor. ¡Odio ponerme roja en estas situaciones!
-Ah… si- susurro. Se acerca a mí, toca mis manos. Las entrelazo.
-Te amo. - murmura mirándome el rostro.
-Yo…yo- digo un poco complicada. De verdad quiero decirlo, de verdad. Pero me cuesta tanto entregarme completamente, me siento tan cobarde.
-Tranquila- me besa- hoy verás muchas cosas nuevas- sonríe. - Además, te presentaré a mi hermana.
- ¿Cómo es? - pregunto curiosa.
-Ehm, tenemos la misma nariz- dice pensativa- de mi tamaño, cabello negro hasta los hombros. Tiene los ojos más claros…
- ¿Cómo Henry?
-Si- se ríe.
-Me siento un poco ansiosa- le digo con sinceridad.
-Puedes mirar todo lo que quieras, no es gente violenta- Sonríe- salvo cuando peleamos la otra vez, pero es que de verdad esas ameritaban una golpiza.
-Está bien. - me río, en eso recuerdo.
- ¿Nos iremos en taxi?
-Ño- rosa su nariz con la mía- Me conseguí un sensual chofer, así no tenemos que pagar- sonríe malvada. - Fernanda me dijo que vivía un poco a la salida de la ciudad.
Se escucha una bocina.
-Ahí está.
Ya veo que le dijo a alguno de sus compañeros, no es que los odie, pero los detesto. Sobre todo, al castaño que la abraza a veces. Salgo con cara de pocos amigos y veo a…
- ¡Bob! – sonrío.
-Yes- dice del volante de un auto levantando el pulgar- Gabi, me pidió un favor así que… – sale del auto. - Permítanme damas, se ven preciosas– Abre la puerta, le doy las gracias y me siento, Gabi se sienta al lado.
-Oye viejo esto huele a cannabis. - Dice Gabi arrugando la nariz.
-No te quejes, fue sólo una fumadita. – Dice comenzando a manejar. - ¿Dónde vamos?
Gabi le acerca el celular. Silba.
-Bonito barrio.
- ¿Enserio? – pregunta ésta interesada.
-Sí, verdes prados, casas grandes- recita.
-Tú sí que sabes de verde- bromea Gabi, sonrío. – Te revisé el celular Bob, puros pokemons tipo planta ¿enserio? ¿Cómo piensas ganar así?
-Si Misty puede juntar de agua, yo puedo juntar de tipo planta- Dice un poco colorado.
-Tengo unos de tipo fuego geniales- le golpea el hombro.
-Aun así, podría ganarte.
-No puedes- lo apunta Gabi infantilmente.
- ¡¿Qué sabes tú?!- se enoja Bob.
-Sé quién te gusta…- lo mira malvada.
Bob pierde un poco el control de volante.
- ¡Mierda! ¡No lo sabes!
-Psicología… ¿recuerdas? - mira sus uñas. Los miro intrigada.
- ¿Por qué me dices eso? - pregunta Bob algo nervioso mirando a la calle.
-Porque quiero ayudarte- bromea.
-Mentira. - Dice Bob irónico.
-Bueno, lo descubriste. - Se queja. – Egresaré pronto…
-Ya…
-Cuida a mi Charlotte, si se acerca alguien golpéalo, si es mujer también. - Frunce el ceño, la miro con reproche.
-No hago esas cosas, soy pacifista.
-Es una lástima, iba a darte unos datos. - Se cruza de brazos.
-Bien, pero sólo les doy una advertencia y ya. Más aún si son chicas.
-Agrh ¡ok! - se enoja Gabi.
- ¡Oye! ¡Es de mi de quién hablas! - me enojo.
- ¡Pero eres mi bebé! - finge que llora, me ruborizo. Como que bebé…
-Bueno, ahora los datos- dice Bob
-Pastas, rosas rojas, cosas de niña como peluches, helados y dibujos. Es muy cliché.
-Bien- dice concentrado, al parecer lo memoriza.
La miro curiosa, me guiña el ojo y escribe en su celular. Me lo muestra.
‘’Es Vane’’
‘’Que sorpresa’’. Pienso mirándola, Gabi asiente y me acerca su celular de nuevo.
‘’Pd: Te amo *-*’’
Me río.
En eso Bob dobla y nos adentramos a un barrio muy bonito, en donde hay grandes separaciones entre cada casa, estaciona en la quinta.
-Excelente Bob. Muchas gracias- Gabi le besa la mejilla- y suerte, no men no cry. - Canturrea.
-Lo intentaré- dice apretando el volante.
-Gracias Bob, que tengas suerte. - Le digo.
-De nada, cuídate de esa Charlotte, no me da confianza- bromea mientras doy un par de carcajadas.
- ¡Oye! - Le llega un golpe al vidrio.
-Salimos y vemos muchos autos, y algunas personas con unos sobre blancos.
- ¡Mierda las invitaciones! - se espanta Gabi.
-No jodas. - La miro.
-Es broma- Saca uno igual de su bolso. - Si soy responsable en el fondo.
-En el fondo…- la molesto, se ríe.
-Vamos, se ve bonito todo esto y mi cuñada está en la puerta. - Veo a lo lejos a la mujer de pelo castaño, esa debe ser Alejandra; está acompañada de una más alta de cabello negro.
Más adelante hay 3 mujeres, una rubia de cabello corto, una mujer de cabello castaño oscuro largo y otra pelinegra con el pelo hasta los hombros. Gabi la ve y pone el índice en sus labios. Se acerca.
-Sí, esa es mi hermana, ahora ve el amor en toda su expresión- dice mirando a la entrada donde se quedaron dos quietas y luego como si fuese en cámara lenta se abrazan con las de la entrada.
-Qué bonito- me sorprendo.
-Sii, vamos a molestarlas. - Dice feliz.
Cuando nos acercamos aun la que es su hermana se está mirando con Alejandra, Alejandra tiene un aspecto tierno, ella me da la sensación de ser de las que nunca se enojan.
-Oye hace tu trabajo. -Dice Gabi interrumpiendo su momento especial, la miro con reproche y las observo de nuevo. Ellas desvían su atención, pero aun así siguen abrazadas.
-Wauh, Chicas- apunta Alejandra. – Se ven hermosas.
-Gracias- susurro un poco sonrojada. En eso se gira la hermana de Gabi y me sorprendo, no mentía, se parecen mucho con Henry, aunque ella tiene unas cuantas pecas que adornan su nariz, que es recta, como la de Gabi. Sonrío.
-Oh vaya- me mira. Nos saluda
Me mira sorprendida, mira a su hermana y se acerca un poco
- ¿Cómo la aguantas?
-Eh…- ni yo sé.
- ¡Oye! no le digas cositas malas de mi- lloriquea Gabi. - ¡Deberías tirarme flores! ¡Alábame!
-Bueno… eeehm se levanta temprano… y eso. - Termina burlona. Ale se ríe, le besa la mejilla y luego abraza a Gabi.
Carraspea.
-Esta preciosa dama que tenemos aquí tiene un rostro adorable, una personalidad que no te aburrirá y buenas intenciones. – Termina. Me río -además da buenos derechazos y como vez, está muy bien cuidada. - Bromea haciendo curvas con sus manos.
- ¡Eso sí! - lloriquea abrazando a Ale. - Me gustas más que mi hermana.
-Ya me andarás pidiendo favores. - Se enoja está.
Gabriela.
Beso a Kate en la mejilla mientras me mira con reproche, se jode, yo sé que soy su hermana favorita, me avisa que se sentará en la tercera fila y se va con sus amigas, Ale se queda con Angie que ya empezó a recibir invitaciones de otras personas.
- ¡Pssst! - me dice Ale antes de que avancemos con Charlotte. - ¿Cómo les fue con el regalo?
-Fui con Vane, mi mejor amiga, no con ella… se muere - Me mira frunciendo el ceño, Ale sonríe.
-Déjalo en el living si quieres, se lo recomendaré a Fer. - Pone expresión malvada, le devuelvo la mirada.
-Allá vamos.
-Está bien, que lo pasen bien chicas- Nos guiña el ojo, Charlotte sonríe y avanza.
- ¿Te quedarás con nosotras? - me pregunta.
- ¡Espera! - cierto que viven juntas- ¡no se pongan a follar! Traumaran a Char.
-Tsk- toma, me pasa una llave. ¡No puedo creer que la ninfómana me pase su departamento para poder hacerlo con mi hermana! - Mi departamento tiene todo lo necesario para que duerman y yo que sé- me mira traviesa.
-Oki, te amo calenturienta. - Se ríe sonrojada y yo me adelanto.
- ¡Oye! - Gimotea Char.
-Lo siento amor mío, ahora vamos- digo feliz. - Además no será necesario que nos quedemos en mi casa.
- ¿Ah no?
-Nop, Ale me presto la suya, ella ahora vive con mi hermana.
-Genial…- me mira un poco y enrojece. - Y… ¿qué le compraste a las novias? ¿Por qué no me dijiste? Pude haberte acompañado y ayudado a pagarlo… ya sabes.
-Es que…- como le digo. - Te lo diré cuando cumplas veinte.
-Dímelo ahora. - Entrecierra los ojos.
-Les regale… cositas para adultos.
- ¿Para adultos? – ¡Dios mío Charlotte!
-Si eeem, ya sabes…
-No.- ¡Ay santa madre de la lesbianidad!
-Juguetes…- miro su entrepierna, se pone de todos colores.
- ¡Se van a enojar!
- ¡Noo! Ale es la mejor amiga de una de las novias, ella me aconsejó.
-Dios, ¡Gabriela! ¡Tú de verdad no sientes vergüenza!
-Me da vergüencita quedarme cuando te cambias de ropa. - Le digo sonrojada ¡De verdad me da cosita, aunque la moleste!
-Bueno… entonces, supongo que ya no importa- toma mi mano y nos vamos a nuestro lugar. Me siento feliz y aprieto su mano con una sonrisa de oreja a oreja.
Alejandra.
-Que linda parejita- sonríe Angie.
-Si… espero que no se les haga difícil
-Ah esa edad…- dice un poco insegura.
-Sí, Gabi estará bien creo, pero a Charlotte… aún le cuesta.
-Pobrecita.
Cambio el tema. - ¿Quién va a ver si la novia está con ataque?
- ¿Cuál de las dos novias? - bromea.
-La que nos tocó, la más llorona- me río.
-Ve tú…- me guiña el ojo.
-Ok- de todos modos, ella impone más que yo en la entrada.
Entro a la casa de Fer y toco su puerta.
-Pasa- escucho aireado. Abro la puerta y la veo ahí desesperada caminando de un lado a otro.
-Aún no nace, tranquila.
-No seas idiota- se ríe nerviosa. - Mira la hora, ¡carajos! ya son un cuarto para las cinco. - Se agarra el cabello.
Ahora es cuando debo ser una buena dama de honor.
¡PAFF!
-Aish, mi cara idiota- llora Fer, aun así, no se acaricia la mejilla.
-Vamos, relájate, Ya conoces a Sandra seguro estará muriendo, no necesitamos a dos.
-Tienes razón- respira profundo.
- ¿Con quién está Sandra ahora?
-Su hermano, una prima, Noelle y su mejor amiga, una colega del hospital y otras enfermeras más.
-Mierda, todo un séquito.
-Y mira lo que me conseguí yo- bromea apuntándome.
-Somos las mejores mujer. - Sonrío orgullosa de mi trabajo.
-Lo sé, y sé que algún día estaré yo golpeándote a ti.
-Ya quisieras.
-Claro que quiero- Me abraza. - ¿Vamos?
Ahora es cuando me pongo un poco nerviosa por Fer.
-Vamos. - Trago saliva.
Salimos y algunas le aplauden y le silban. Se ríe nerviosa.
-Ves, las tienes locas. - Me río.
-Espero tener loca a mi futura esposa. No me acompañó a comprar el traje…
-Te ves sexy, tienes buena figura. - La miro coqueta.
-Ay Ale ¡no ahora que me voy a casar! - finge que se sonroja.
-Diré ¡Yo me opongo! – digo traviesa.
-No sé quién te mataría primero, mi prometida, o tú novia- se ríe.
-La tuya, probablemente, la mía me remata. - Nos reímos, llega Angie sonriente y abraza a Fer.
-Todo listo, la novia ya llegó.
-Ay mamá- lloriquea Fer. Llega un hombre de barba y lentes, con los mismos ojos azules que mi amiga y con el cabello casi blanco.
- ¡Papá! - grita corriendo hacia él.
- ¡Que emocionante! - dice Angie con los ojos brillantes.
-Si- veo a Kate al fondo y le tiro un beso.
- ¿No nos podremos sentar con nuestras novias o sí? - pregunto.
-Eh…
Vuelve Fer emocionada.
-No perras ustedes se quedan acá. - Nos reprende. - Además son necesarias junto con Javier.
- ¿Por qué? - digo perdida.
-Para que ninguna de las novias se desmaye. – Sonreímos.
- ¿Y tú elegiste dos damas de honor? - Digo pensativa.
-Claro que sí, imagínate lleno esto de lesbianas- ríe nerviosa. - Además hasta ahora lo hacen estupendamente.
- ¿Y Sandra?
-Creo que tiene más, unas 6 o 7.
-Wow…
-Pasivas- bromea Angie. - Apuesto a que andarán todas del mismo color… -Nos reímos. Hasta que Fer saca unas mini rosas blancas y nos la coloca en el traje.
La quedamos mirando.
-Sí… algo tenían que usar en común.
- ¡Me apuñalaste una! - Llora Angie.
-Sácatela después de la boda.
-Era broma.
En eso se escucha la música.
-Madre mía. - Susurra Fer. Me hago a un lado con Angie y miramos como por inercia todos hacia atrás.