Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

OktoberDrabbles por DraculaN666

[Reviews - 31]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Adivineeeeen quién pudo al fin terminar.


Síp, yo mera. Sé que esto era para el 31, pero bueno... fueron días muy locos. Cumpleaños, pedas, comidas, resaca, trabajo, desvelos, odiar al mundo. Lo normal. Pero cumplí y aquí está. 15 capítulillos.


Joder, creí que no lo iba a lograr, pero sí se pudo, sí se pudo.


Muchas gracias a los que leyeron y dejaron comentario, a los que sólo leyeron, a los que dieron follow, fav, kudos, agregar a favoritos. Todo dependiendo de la plataforma.


Fue un viaje muy bonito y muy locochón. Me dejó un buen sabor de boca y amiguitas nuevas. Pero, sobre todo, complació a mi Bro... o eso creo porque anda muy desesperada.


¡Pinshi bro, te pinshis amo con locurra! Ve lo que hago por ti aunque me dejas a bajo todo el tiempo. Y lo que es peor, me pones en lista de espera :'(


Pero bueno, lo último:


Kageyama x Hinata: se supone que era platónico por el Pequeño Gigante, lo di a entender... pero Kags no coopera con la pinshi causa pues. Así lo amo <3

1


La cuestión es, que no es justo. Así de simple. No es justa su situación.


Kageyama Tobio considera, después mucho pensar en ello, a lo cual ya hay que darle mérito porque es un chico que no se para a pensar ni siquiera cinco segundo las cosas. Él es puro instinto. Dispara y luego pregunta. O ni siquiera pregunta, ya que andamos, un chico difícil. Pero, volviendo al punto, ha pensado que no es justo. Tiene talento, altura, sabe jugar muy bien, casi todo lo puede lograr porque vive, respira y come voleibol.


Y aún así a veces parece no ser suficiente. Por mucho que sea el chico genio, siempre hay alguien que lo pisotea un poco. Siempre hay alguien un escalón arriba. Y eso a veces parece un inmenso abismo. Le frustra, aunque le ayude a crecer, le frustra encontrarse tan abajo en la escala alimenticia. Por eso en los partidos cuando alguien, algún armador quiere lucirse, él debe hacer algo porque cómo-carajos-va-a-permitir-eso.


Entonces, cuando al fin se siente en control de algo, se da cuenta que… pues no, la verdad no. Porque siempre creyó que él sería el ideal de Hinata. ¿No lo habían prometido? Estar juntos en todos los escenarios hasta lograr superarse y aún después de eso.


Alguien no puede hacerte esa promesa y luego ir por la vida hablando de otro con esa admiración, con ese puto brillo en los ojos como si fueras la fanática número uno.


¿Cómo un desconocido Pequeño Gigante viene a creerse más que él? Cuando ni siquiera saben quién es o qué ha sido de su vida.


El Pequeño Gigante esto, el Pequeño Gigante lo otro le tiene hasta las pelotas.


Hinata sólo debería decir Kageyama esto y Kageyama lo otro. Hinata no debería decir el nombre de nadie más nunca, mucho menos en su presencia.


No es justo con todo lo que se ha esforzado para estar a la altura de Hinata, todo lo que ha hecho por él. ¿Qué ha hecho ese tal Diminuto Gigante? ¿Qué? ¡¿QUÉ?!


—Kageyama ha estado de mal humor —es Yamaguchi en hacer primero la observación en voz alta, aunque todos ya lo habían notado.


—Eso parece —responde Tsukishima, encogiéndose de hombros sin darle importancia porque, uno: no es su problema. Y dos: no le importa aunque lo fuera.


Y todos saben también que el problema o es Hinata o es sobre Hinata. No hay otra explicación lógica. Y como el propio pelirrojo parece muy confundido con la actitud de su armador, debe ser algo referente al pequeño sin que este se diera cuenta.


Ni cómo ayudarles.


2


Quizás llegan a un punto de inflexión cuando, una tarde después de la práctica y con todo el mundo de camino a su casa, Kageyama estampa el pequeño cuerpo de su compañero contra una de las paredes traseras del gimnasio. Está oscuro, frío, tétrico y no hay ni un alma cerca.


Hinata cree que, por la cara de Kageyama, su cadáver será enterrado en los terrenos del colegio. Tiembla un poco ante el pensamiento, la mirada del otro y algo también por el frío.


—¿Ka-Kageyama-kun? —susurra intentando buscarle humor a la situación. Lo cual es un error cuando las manos que retienen sus brazos ejercen más presión y ahora sí que tiene algo de miedo.


Se miran a los ojos largo rato. No lo parece, que Tobio ha buscado, abochornado a morir pero sin otra alternativa, consuelo en Suga a su situación, le ha expuesto su sentir porque le da esa confianza y porque siente que si no lo habla va a estallar y la verdad es que está a punto de hacerlo. Suga amablemente le dijo que debería hablar al respecto con Hinata para encontrar respuesta pero no ve cómo ese cabeza de chorlito le ayudará con su situación y eso le está enojando más.


—No es justo —dice al fin en voz alta su primer pensamiento. Porque no lo es ¡maldita sea! No-es-justo.


—¿Qué…?


—No es justo, he hecho todo por ti, todo —interrumpe Kageyama porque siente que si no suelta todo de un tirón terminará por no decir nada—, hago tu voluntad casi todo el tiempo, busco cómo hacer mejor las cosas para ti, entonces… ¿por qué?


Su respiración está agitada, el enojo bulle en su interior. Pero hay una parte racional dentro de él –que nadie conoce, por supuesto, y nadie creería que está ahí- le dice que desquitarse con Hinata, que parece igual o más confundido que él, empeoraría más las cosas.


—¿Por qué, qué? —Pregunta Hinata lo más calmado que puede, como si se enfrentara a un cachorrito asustado y no a un adolescente que le saca una cabeza de alto y está a punto de destrozarle los brazos con su agarre.


—Sólo dices “el Pequeño Gigante esto, el Pequeño Gigante lo otro, ¡seré como el Pequeño Gigante!” ¿Qué ha hecho él por ti? —la imitación de la voz de Hinata es tan absurda que más que hacerlo sentir ofendido, debe tragarse la carcajada, sabiendo que aquello es una charla importante y decisiva.


—Kageyama —comienza de nuevo Hinata, la voz con un timbre entretenido—, ¿estás celoso?


En su mente hay todo un dialogo listo lleno de burlas y sarcasmos. Espera el inminente: ¡Yo no estoy celoso idiota!. Lo espera porque es terreno seguro al que aferrarse. Pero no estaba listo para lo que seguía.


—¡Me están matando los celos, joder! —grita Kageyama en un arranque de sinceridad que a él mismo le impacta.


El silencio es un poco abrumador y Tobio siente que ha sido suficiente humillación para una vida.


Suelta lentamente los brazos de Hinata, sus nudillos blancos y algo agarrotados por el fuerte agarre. Una disculpa atorada en su garganta porque ahí ya debe hacer marcas pero Hinata no ha dicho nada al respecto. Es abrumador porque viendo el rostro del más pequeño ni siquiera hay un poco de reproche. Hay mucha sorpresa y shock y un adorable sonrojo con el que no puede lidiar así que prepara su huida.


—Ha hecho muchas cosas —responde Hinata, deteniendo a Kageyama tomando una de sus manos, sin mucha fuerza, dejándole la opción de huir si realmente quiere eso. Y la verdad quiere huir con más ganas al escuchar esa respuesta, pero no quiere dejar ir el calor de esa mano sobre la suya—. Cosas muy importantes, pero si quieres una respuesta rápida, me hizo amar el voleibol y, lo más importante, Kageyama-kun —lo último cargado con un poco de humor—, te pude conocer a ti.


El crack que hizo su cuello al girar tan rápido debió escucharse hasta en la montaña donde vive Hinata, pero a pesar del tono divertido, el rostro de Shouyou está rojo como una cereza, su mirada perdida en el suelo y su mano aferrada a la suya es todo lo que necesita para sentirse más en control. Más como él mismo y menos como el gatito furioso que ha sido las últimas semanas.


No duda en dar media vuelta por completo y aferrar el pequeño cuerpo entre sus manos, besando los rosados labios sin advertencia alguna, mordisqueando un poco antes de adentrarse a ese calor que le pertenece a él y sólo a él en cada escenario del mundo, haya o no haya voleibol de por medio, porque ahora él mismo sería capaz de decir el “Pequeño Gigante esto” el “Pequeño Gigante aquello”.


Porque, gracias a él, tenía a su propio Pequeño Gigante entre sus brazos, aferrado a su cuerpo y devolviendo el torpe beso como si no hubiera un mañana.

Notas finales:

¿Reviews?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).