Solo le quedaba poner unas cuantas flores. Unas flores que no tenía hechas y que le iban a robar mucho de su escaso tiempo. Adiós a la tarde con mi hijo, lo siento cielito. Se disculpó mentalmente y empezó a trabajar con las dichosas flores para ponerlas en pastel de ahora seis pisos, pedido de la estúpida novia que no quería un jodido pastel de cinco pisos porque era impar.
Después de pasarse prácticamente tres horas haciendo cuarenta flores porque no había forma de saber si esa loca mujer cambiaba de idea y debía hacer más pisos. Ahora solo le faltaba pintar las florecillas y empezaría a preparar la comida para mañana.
— Perfecto, simplemente perfecto — suspiró al ver que no le quedaba el colorante que quería usar y tampoco tenía los necesarios para hacer el color.
Cada vez más cabreado con esa estúpida mujer se dirigió al interfono que había en la cocina y sin dudar llamó al salón, la respuesta tardó tan solo unos segundos.
— Baekhyun hay un gran problema.
— ¡No me digas que se ha caído la tarta!
— No jodido idiota, eso sería una catástrofe, me he quedado sin colorante para pintar las flores.
— Me habías asustado...¿porque no compras más?
— Claro, no había pensado en eso, pero dime listo, ¿que hay abierto un domingo a las siete de la tarde?
— Cierto ¿el restaurante ese usaba el mismo colorante?
— Si .
— Enviaré a Kris y sube a ver a tu hijo, lleva llorando una hora por ti.
— ¡Joder! — rápidamente se sacó el delantal y subió al ascensor para llegar al tercer piso donde estaban todas las habitaciones, al llegar a esa planta se dirigió a una puerta blanca con manchitas azules que eran las pequeñas palmas del dueño de la habitación. Suspirando abrió la puerta temiendo ver detrás de aquella el rostro lloroso de su niño, era su perdición — Ji Sung…¡Oh! no llores — inmediatamente después de oírlo el pequeño lloró aún más.
El mayor se acercó al pequeño para abrazarlo e intentar secarle las pequeñas lágrimas que caían de sus ojos, le mataba ver a su hijo llorar, tenía cinco años lo único que debía hacer era sonreír y enseñar sus dientecillos.
— ¡Papi es malo! — dijo el niño mientras se restregaba sus ojitos sin dejar de llorar — Dijiste que iríamos al parque — Kyungsoo suspiró, ¿qué podía hacer para que Ji Sung dejase de llorar? Decirle que irían más tarde no iba a funcionar, él no tenía tiempo, debía pintar las flores y ponerse con la comida, es más, ya se iba despidiendo de sus horas de sueño.
Mordiéndose el labio sin saber aún que hacer la voz de Baekhyun se escuchó por el interfono.
— Kyungsoo, Kris acaba de llamar para decir que no se acuerda que color querías y que fueras tú al restaurante ya que se irá a otro lado, así que date prisa.
No valía la pena contestarle pero le había dado una idea con la cual se despejarían su hijo y él, aunque tuviera que soportar la molesta presencia de otro ser.
— Ji Sung — dijo para llamar la atención del pequeño — papi irá al restaurante que te gusta ¿quieres venir con papi? Y compraremos un helado ¿si? — Estaba jugando sucio y lo sabía pero él mimaba demasiado a su hijo después de todo era lo único que tenía.
Ji Sung se colgó del cuello de su padre para que lo levantara y se fueran juntos. Kyungsoo lo abrazó con fuerza mientras le daba besitos. — Eres lo más bonito que hay en el mundo y quien te diga algo diferente, mentirá — le dijo Kyungsoo pero Ji Sung se escondió en su cuello. A veces podía ser muy tímido.
Por suerte el restaurante estaba relativamente cerca, así que sin soltar al pequeño dio un paseo hasta llegar allí. Cuando llegó sentó al pequeño en una silla y esperó a que lo atendieran
— ¡Oh! Pero si es el pequeño Ji Sung — exclamó el camarero mientras se acercaba con una sonrisa — ¿Que quieres hoy? — le preguntó sin sacar la sonrisa de sus labios pero el pequeño no contestó, es más, apretó los labios negándose a hablar. Kyungsoo suspiró mientras se sentaba al lado de su hijo y el pequeño se acabó sentando encima de él.
— Supongo que con un brownie con helado se conformará — dijo Kyungsoo mientras abrazaba a su pequeño y sonreía a la vez que esté al escuchar lo que comería porque a Ji Sung le encantaba el brownie y más con helado y en ese sitio lo hacían muy bien, no tanto como el que hacía su papi pero le gustaba mucho, aunque nunca diría en voz alta que el helado de aquí le gustaba más que el que hacía su papi.
— Entonces una copa de brownie con helado para Ji Sung y para Kyungsoo supongo que le traeremos al cocinero — le sonrió Minseok, era increíble pero él siempre estaba con una sonrisa.
— Supones bien y si me lo traes con los colorantes seré feliz — le respondió Kyungsoo con una sonrisa y Minseok asintió antes de irse. Pero el pequeño era celoso y le dió un pequeño beso a su papi — Ey cosita ¿porque besas a papi?
— Porque las sonrisas de papi son solo mías, así que no puedes sonreír a nadie más, cada vez que lo hagas te daré un beso — le contestó Ji Sung con las manitas en la cara de Kyungsoo mientras ponía morritos.
— Entonces sonreiré aún más para que me des muchos besitos — dijo Kyungsoo riéndose mientras Ji Sung negaba y se enganchaba a él. Kyungsoo iba a seguir molestando a Ji Sung hasta que notó que había una sombra así que borró su sonrisa inmediatamente.
— Y aquí está el brownie con helado — dijo esa persona con una sonrisa que estropeaba su rostro y a Kyungsoo le sacaba un bufido, porque estaba muy claro que a Kyungsoo no le caía bien Chanyeol y le molestaba de sobremanera pedirle un favor a ese hombre — Ji Sung — llamó la atención del niño — ¿Me prestas a tu papi un segundo? — le preguntó a lo que el niño inmediatamente negó soltando la cuchara que tenía en la mano y enganchandose aún más a su padre, porque a Ji Sung le gustaban los helados que hacía el hombre y eso no significaba que le gustará Chanyeol. Chanyeol sólo se rió sentándose en la silla, no le importaba que ninguno de los dos le quisiese en ese momento, quizá en un futuro conseguiría conquistarlos — ¿Y bien? ¿Que colorante quieres? — preguntó Chanyeol sin sacar su sonrisa, quizá lo que predominaba en ese lugar es que todos tenían una sonrisa en la cara.
— Los que tengas de la gama azul — contestó Kyungsoo intentando no reírse al ver como Ji Sung se manchaba la cara con helado pero al parecer falló miserablemente ya que se le escapó una sonrisa en la que el alto se fijó enseguida.
— ¿De verdad acabo de ver una sonrisa de tu parte? — preguntó Chanyeol mirándolo fijamente, Chanyeol deseaba que esa sonrisa fuera para él pero sabía que no era así — Ji Sung, eres muy afortunado de tener un papi tan guapo. Bien iré a por los colorantes, que aproveche. — diciendo eso se levantó y antes de irse de nuevo a la cocina les revolvió el pelo a los dos, sabiendo que los dos pelinegros se enfadarían.
Y así fue, Kyungsoo tuvo que sujetar al pequeño torbellino antes de que se lanzara encima de Chanyeol para arrearle con la cuchara por tocar su pelo y tocar el de papi además de decirle guapo.
— Ji Sung o paras o me como tu copa — amenazó Kyungsoo y enseguida el pequeño empezó a comer como si no hubiese pasado nada, porque estaba claro, él era muy serio con su comida y no dejaba que los otros se la comieran, ni siquiera papi.