3: So, I found this waterfall… (SakuHai)
A veces Hyde solía comportarse un tanto extraño. Bueno, todo en él era extraño, pero como el batero estaba acostumbrado a sus mañas pocas cosas solían llamar su atención.
Sin embargo las veces que solía desaparecer por largas horas con su croquera y lápices a quién sabe dónde siempre despertaban su curiosidad.
¿Dónde iría? ¿Estaría solo? ¿Por qué nunca decía nada? Muchas preguntas lo asaltaban. Sin embargo cuando las horas pasaban y veía a Hyde volver sonriente y con esa aura de tranquilidad, prefería dejarlas a un lado. Que él estuviese tranquilo y feliz le dejaba en claro que lo que hiciese le hacía bien, respetaría su espacio y no husmearía innecesariamente.
Aquella mañana de domingo Hyde madrugó, una verdadera sorpresa para el batero que acostumbraba a esperar que su pareja despertara casi al mediodía para desayunar. Mientras bebían sus tazas de café y hablaban de todo y nada, el vocalista interrumpió la charla a la mitad:
-Iré a vestirme y cuando termines, quiero que salgas conmigo- miró con una sonrisa fresca a su pareja.
-¿A dónde?-
-Sin preguntas, saldremos a caminar- se levantó.
Aunque una parte de sí estuviese desconcertada por la proposición la otra se encontraba entusiasmada, el misterio que solía ponerle a las cosas lo engatusaban.
Salieron del apartamento con rumbo incierto, rumbo que a mitad de la caminata se había vuelto desconocido para él, como si una nueva parte de la ciudad hubiese emergido. Siguió los pasos de su amante sin cuestionar. Mientras observaba la vegetación que aparecía a su alrededor se percató de que Hyde había tomado la mochila que suele llevar consigo siempre que desaparece por horas, entonces dedujo que la croquera y el estuche de lápices estarían dentro:
-¿Vas a mostrarme algo?-
Hyde se volteó mirándolo con una sonrisa divertida y volvió la vista al camino:
-Hace unas semanas salí a buscar un lugar donde pudiese encontrar algo que me gustase, y casi sin querer terminé adentrándome en este pequeño bosque. Decidí caminar un poco más adentro por si encontraba algo…- el vocalista se detuvo en seco haciendo frenar al batero- Y entonces encontré esta cascada- admiraron el paisaje frente a ellos.
El lugar era la entrada a un templo que parecía no ser frecuentado por tan escondido que estaba. Frente a la entrada se hallaba una fuente de piedra con agua cristalina que caía en cascada y era rodeada por unos cuantos arbustos repletos de flores de diversos colores:
-El aire fresco y el ambiente hacen este lugar perfecto - sacó de la mochila su croquera extendiéndosela al batero- Y cuando llegué aquí el otro día… automáticamente pensé en ti- sonrió.
Al abrirla se encontró con un dibujo del hermoso paisaje y en una esquina una pequeña dedicatoria para él.
Hyde era especial incluso para demostrar su amor.
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5: This is without a doubt the stupidest plan you’ve ever had. Of course I’m in. (ShoAki)
Habían pautado que cuando llegasen al lugar lo primero que harían sería ir a explorar el lugar. Tamon y Aki morían de ganas por caminar sobre la nieve, en tanto Kuruto solo maldecía porque el frío le cortaba la piel:
-A veces siento que son solo niños- se quejó el líder que ya no soportaba todo el barullo que hacían sus compañeros. Suspiró.
-¡Llegamos!- Tamon y Aki gritaron al unísono.
Literalmente actuaban como niños:
-Tamo-chan, vas a hacer que desaparezca en la nieve- Nao intentaba controlarlos como podía, aunque eso no diferenciaba mucho de cualquier otro día.
Mientras Aki intentaba huir del batero que a toda costa quería enterrarlo bajo el manto blanco y Nao lo socorría, Shohei le pasaba abrigos al otro guitarrista para que dejara de quejarse por el frío:
-¡Quiero entrar al hotel!- gritó molesto.
-Vamos, yo también quiero- contestó Tamon por fin soltando al vocalista- Ya me dio hambre-
-A mí también- Nao los siguió.
Shohei se acercó a Aki que yacía boca arriba tirado sobre la nieve y lo miró impasible:
-¿Estás bien?-
-¿Qué crees?- el otro tenía exactamente la misma expresión.
-Vamos al hotel a comer algo-
Le extendió la mano al más bajo para ayudarlo a levantarse, y una vez de pie se quedó quieto sin dejar de sujetarlo:
-¿Qué?-
-Antes de entrar, tengo una idea- Shohei se estremeció.
Aki solía tener ideas, muchas ideas de todo tipo. Ideas malas, ideas buenas, ideas locas, ideas tontas… pero definitivamente las tontas eran las que solían predominar.
Mirando al más alto con una sonrisa de oreja a oreja que no denotaba nada bueno le comentó aquello que se le había cruzado por la cabeza. Una idea fugaz que vaya a saber uno sabe por qué se le antojó divertida:
-Esta es sin lugar a duda la idea más estúpida que has tenido…- masculló- Por supuesto estoy dentro- Aki rió satisfecho.
Miraron a los costados procurando que no hubiese nadie cerca que pudiese prestarles atención en ese momento, y cuando estuvieron realmente seguros de que nadie los vería, se tiraron al suelo boca arriba para hacer ángeles en la nieve mientras reían como idiotas.
Ser adultos responsables no era tan divertido como ser niños.