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La promesa por GabySM

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Notas del fanfic:

Te recomiendo escuchar la canción mientras lees.

Todos los derechos a Furudate y I.G Studios. 

Notas del capitulo:

Les recomiendo leerlo mientras escuchan la canción.

 

Derechos a Furudate y I.G Studios.

Yo te prometo yo, seré quién cuide tus sueños, y cuando estés despierta el que te ayude a tenerlos.


-Hola, Kuroo. Hago este vídeo debido a que tengo muchas cosas que decirte.-

El rubio inhala y exhala antes de proseguir.

-Veras, esto te lo dedico en especial debido a que te casas. Hay muchas cosas que hasta ahora no te he dicho, como el gran amigo que has sido conmigo, o de lo mucho que me ayudó tu partida a la universidad para crecer como persona.-

Sé le escapó una pequeña risa nerviosa.

-Esto es difícil de expresar, pero daré mi mejor esfuerzo. Kuroo Tetsurou, tus eres la persona más importante en mi vida. Tienes el asombroso poder de hacerme alguien capaz de cualquier cosa, con tan solo una palmada en el hombro y unas palabras de consuelo mientras tienes tu inspiradora sonrisa el rostro me levantas el ánimo. Te amo demasiado y aun así no sé cómo devolverte todos esos favores, a veces creo que soy el peor amigo del mundo.-

Un silencio se hizo de nuevo presente. Ya no sabía que más decir, le costaba demasiado liberar todo su dolor frente a la cámara. Ya que este era un objeto inerte que difícilmente podría darle consuelo, pero al menos tenía la fe de que sus palabras no saldrían de las cuatro paredes de la habitación.

Pequeñas lágrimas corrían por sus rojas mejillas.

-¡No entiendo!, como un hombre tan bueno y carismático como tu ha elegido a una tipa tan poca cosa. No niego que sea bonita, pero, ¿qué tiene de especial como para que te hayas casado?-

Hizo una pequeña pausa antes de seguir para controlar el llanto.

-Yo tengo también la culpa, nunca te dije nada por el temor al rechazo. Si lo hubiera hecho tal vez estaríamos casados los dos ahora...-

Ya que no tenía más que decir, se levantó y presionó el botón para cortar la grabación.

Yo te prometo una luna desnuda que sea testigo de nuestra locura. Que al final de nuestros días nos va a sobrar una sombra, que no cortaré más flores solo por adornar otras. Que confundirás tus manos con las mías.

-¡Kenma!-

Una voz familiar se escuchaba tras la puerta, Kenma corrió a abrir y recibirlo como correspondía.

-Hola Kuro.- Saludó con ánimo, no lo había visto hace varios días.-Pasa y toma un té conmigo.-

-No veo el inconveniente.- Sonrió el mayor.

Ambos fueron donde una pequeña mesita con un florero de vidrio adornado con una rama de cerezo, y una tetera de porcelana. Kenma sacó la tetera y se la llevo.

-Voy a echarle agua. No tardó mucho.-

El mayor asintió mientras se sentaba. La fragancia proveniente de las hierbas ya se podía oler.

Kenma volvió con la tetera y su computadora portátil bajo el brazo. Los dos tomaban la bebida caliente acompañado del tecleo del aparato.

-Oye Kenma, ¿has tenido buena clientela?- Kuroo rompió el silencio.

-No me ha ido tan mal, pero podría irme mejor.- Bebió un sorbo de te.-¿Cómo ha estado tu matrimonio?- Pregunto con indiferencia.

-Todo ha marchado normal, Kiyoko está tratando de tomar las cosas de forma normal.- revolvió un poco el té antes de seguir hablando.-A propósito de matrimonio, ¿Tienes listo el vídeo de la boda?-

El pelirrubio casi se atraganta con el té. Estaba distraído.

-Oh, ¿el vídeo?, claro que lo tengo.-

-¿Puedo verlo?, la verdad es que tanto Kiyoko como yo estábamos ansiosos por verlos y me gustaría darle un vistazo.-

-Por supuesto.-

El menor se levantó y buscó entre la repisa de cds el dichoso vídeo, se encontraba alejado de los demás en un rincón. Ya con el disco en mano, se lo entregó a Kuroo y se lo paso.

-Ponlo en el reproductor. Yo mientras voy a lavar la loza.- Dijo señalándole una televisión y un reproductor de cds.

Prefería no volver a ver ese vídeo. Le hacía mal.

Yo te prometo amor que eres lo más bonito que he visto en mi vida.

Yo podría prometerte el mundo, tu prométeme una madrugada, pa' cantarte por compa y segundo mientras tú me bailas como Lady Gaga.


Aun recordaba la tristeza y alegría al ver a Kuroo vestido con smoking y a su novia con un largo y blanco vestido, siendo bendecidos por el sacerdote.

Bokuto sermoneaba a su amigo y a la chica, Hinata aplaudía de forma entusiasta, Yaku y Kai miraban con orgullo a la pareja, y Kenma solo sostenía su cámara y grababa mientras se tragaba el sufrimiento. Las risas y las caras alegres solo ayudaban a deprimirlo más. Al terminar la ceremonia, Kenma se encerró en su departamento y lloró en el hombro de Akaashi toda la noche. Sólo él podía darle el pésame.

Sabía que sí veía esa grabación de nuevo, no sería capaz de aguantar las ganas de llorar, pero no de emoción.

Te prometo amor que solamente yo tengo en mi mente pedirte una noche, porque no necesitaré más que un muelle de San blas sonando en nuestro coche.

Si me das la oportunidad corazón, de que nos besemos a solas, tu vida será una canción When a Men loves a Woman.


Cuando ya tenía todos los platos limpios, se dirigió a ver si el vídeo ya había finalizado, para su suerte si. El pelinegro miraba la pantalla en negro con una sonrisa pero con una mirada extraña, como de incertidumbre.

-Me gustó mucho el vídeo, pero tengo una duda.-

Kenma trató de evitar la mirada haciendo creer que revisaba su celular.

-¿Cuál?- Preguntó de forma inexpresiva.

-¿Por qué casi todas las tomas son mías y de Kiyoko?-

-Bueno, es su boda.- Respondió en tono indiferente. Quería evitar todo tema referente a la esa tipa y el matrimonio.

-Entiendo lo que quieres decir, pero hay demasiadas tomas de nosotros.-

Acto seguido, tomo el control del reproductor y retrocedió el vídeo. La película comenzaba con planos del templo y los invitados, pero después de eso todas las tomas eran un zoom que enfocaban los rostros novio y la novia. Recién ahora Kenma se daba cuenta, no recordaba nada de lo que había grabado ese día, ni siquiera se fijó bien en lo que editaba, solo ponía los vídeos sin verlos con mucho detalle. Las caras serenas y la felicidad que desprendían ambos le hacían daño con lentitud.

Sin querer afrontarlo y buscando huir con rapidez de las explicaciones, corrió y se encerró en el cuarto más cercano que encontró. Se quedó solo con el silencio haciéndole compañía. Kuroo trató de hacer que abriera la puerta, estaba preocupado y a la vez desconcertado del cambio de humor tan repentino, sin embargo no logró nada. Se despidió a detrás del gran trozo de madera que los separaba y abandonó el lugar.

Kenma comenzó a llorar en silencio.

“Ojalad nunca me hubiera enamorado de ti.”

Yo te prometo que yo, jamás te haré una promesa que no pretenda cumplir, jamás me iré a la francesa.

Yo te prometo una luna desnuda que sea testigo de nuestra locura. Que al final de nuestros días nos va a sobrar una sombra, que no cortaré más flores solo por adornar otras. Que confundirás tus manos con las mías. 

Yo te prometo amor que eres lo más bonito que he visto en mi vida.

-Fui un cobarde y no pude enfrentarlo.- 

Akaashi escuchó con atención, puso la mano sobre su hombro y le dio su más sincera opinión. Odiaba el tener que verlo con el corazón desgarrado.

-Creó que ya es hora de superarlo Kenma. No puedes vivir toda tu vida con ese sentimiento.-

El mencionado tenía la mirada cabizbaja, su amigo tenía la razón, pero a la vez se le hacía duro el enfrentarse a la realidad.

-Es fácil decirlo pero no es fácil hacerlo.- Respondió.

-Lo sé, pero si te atreves a dar ese paso podrás librarte de todos tus problemas.-

Kenma le dio una pequeña sonrisa. A pesar de no estar muy decidido, pensaba dar el paso hacia adelante

-¿Sugieres algo?-

-Dile lo que sientes sin esperar su aceptación. Es la única forma. Ya que así vas a librar de tu conciencia ése sentimiento. -

-Capto la idea. Lo haré.- Dijo con más confianza.

-pero por favor, no te arrastres por él, ya no vale la pena estar esperándolo. No te hace bien. Es tu amigo y todo, pero recuerda que es causante de que estés acá.-

El rubio asintió con la cabeza tragando saliva y sintiendo como su corazón comenzó a acelerarse.  

-Me alegra ver tu iniciativa.- Concluyó el moreno.

-Akaashi.-

-¿Si Kenma?

-Eres un gran amigo.- Seguido de esto, se acercó a él para darle un abrazo.

-De nada Kenma, no me gusta que estés triste.- Le respondió en voz baja.

Yo podría prometerte el mundo, tu prométeme una madrugada, pa' cantarte por compa y segundo mientras tú me bailas como Lady Gaga.

Te prometo amor que solamente yo tengo en mi mente pedirte una noche, porque no necesitaré mas que un muelle de San Blas sonando en nuestro coche.

Un intenso dolor en el estómago lo acechaba en ése instante, los nervios y el miedo se iban incrementando a cada metro que recorría el radiotaxi. Por un lado sabía que le dolería, pero por el otro sabía qué después daría tranquilidad a su corazón.

Tragó saliva y le dio una mirada al paisaje que corría en la ventana. La ciudad estaba hermosa esa noche.

Si me das la oportunidad corazón, de que nos besemos a solas, tu vida será una canción When a Men loves a Woman.


Tocó la puerta de la casa, Kuroo salió y lo miró con sorpresa.

-¿Qué haces aquí Kenma?- dijo el pelinegro con las pupilas dilatadas.

-Dime, ¿esta Kiyoko acá?- Preguntó el menor.

-Salió al supermercado, ¿por qué p...-

Antes de que pudiera terminar, Kenma prendió la música de su celular y saco unas hojas, que contaban la historia a Kuroo. Cada pensamiento y experiencia de él estaban reflejados en esas hojas de papel. Fotos de pequeños, de adolescentes, de grandes que estaban acompañadas con el testimonio de Kenma, cuyas palabras estaban cargadas de sinceridad.

 

Porque cuando un hombre ama a una mujer, lo sabe desde el minuto en que la ve. Y no importa si algo falla o de la mano de quien valla, si se ríe o si se calla. 

 

Porque cuando un hombre ama a una mujer, es como si le empezara a parecer que lleva tiempo dormido pensando que estaba vivo. 


Sin esperar alguna respuesta, cogió sus cosas y se fue. Ya no había nada más que decir o hacer.

Sintió unos pasos corriendo tras de él, volteo y vio a Kuroo, este lo tomó del brazo.

-Espera Kenma, no te vayas todavía.-

Antes de poder zafarse de su agarre o responderle, pudo sentir el agridulce beso de sus venenosos labios. Ese beso que tanto había anhelado la mayor parte de su vida, ahora estaba ocurriendo, pero la mágia fue corta. Tras un silencio y mirada incómoda, el mayor se fue si decir nada.

Un dolor en el pecho del menor se sintió, algo se había roto. Había caido otra vez.

Yo te prometo contigo envejecer.

 

Notas finales:

Hola, espero que perdonen mi ausencia en este lugar, la pereza y el colegio me ha dado con todo.

Se preguntaran algunas personas él porque borré mi fanfic de los cambiaformas, y la respuesta es, porque quiero darles un mejor contenido. Mi fanfic tenía muchos errores de ortografía, coherencia y ritmo. Quiero cambiar varias cosas para entregarles contenido de calidad y ser buena con ustedes, además que lo subiré con el capítulo que les debo.

Un beso grande.


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