Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Resentimiento, amor o obsesión? (XiuBaek) por GabyXiumin

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Que tengan una agradable lectura :D

Notas del capitulo:

Sean bienvenidos ;D

#Pov - BaekHyun#

Eres la persona que más odio en este mundo, Kim...

No puedes hacerte una idea de cuánto te detesto. Quiero verte muerto. Es más, quiero ser yo mismo quién te mate. Quién te destruya. Quién te humille hasta el último segundo de tu patética y miserable vida.

Porque eres odioso. Un estúpido, mañoso que no hace más que pavonearse allá donde va. Un creído policía principiante... Que me trae loco.

Sí, Kim, me tienes obsesionado. No hago otra cosa que pensar en ti, en tu cuerpo, en tu boca, en tu voz sensual, en las ganas que tengo de hacerlo contigo.

Cada vez que te veo siento cómo el deseo me invade. Pierdo el control. ¿Desde cuándo un miembro de los Byun pierde el control? Pues, por lo visto, desde ahora, porque no eres consciente de cuánto he de reprimirme para no violarte cuando me topo contigo en los pasillos.

Me has hecho pasar las noches más... Humillantes de mi vida; mis manos, papel, mi excitación y yo. Ah, y tú imagen en mi mente, claro.

Por eso quiero herirte. Porque te odio, no te soporto... Y porque te deseo. Quiero hacerte daño, mucho daño. Pero, ¿cómo? No tengo por dónde atraparte.

En el fondo soy consciente de que tu fama es algo merecida... Pero tú encerraste a mi hermano en ésa maldita celda, ¡él es un miembro de los Byun! Tiene derecho a hacer lo que deseé, y pagarás por haberlo encerrado, maldito.

Sólo me quedan dos cursos en esté lugar, después seguiré los pasos de mi hermano mayor y acabaré contigo.

Me pondré al servicio de aquél corrupto a quién no has podido vencer, de aquél que te lo ha quitado, cada miembro de tú familia, todo por querer meter tus manos en sus asuntos.

Y yo haré lo mismo. Te quitaré a tus amigos. Te arrebataré lo que más te importa, sus últimos momentos con vida sólo serán inventos en la televisión.

Pero, ¿qué hago hasta entonces? No puedo limitarme a insultarte cuando te veo. No puedo enfrentarme a ti porque debo admitirlo, quizás me ganarías.

He oído cómo te has librado sólo con tus puños de; "los peores delincuentes". Las diversas ocasiones en las que te ha tocado enfrentarlos.

No soy estúpido, ahora no te retaré; primero me volveré un profesional con título, luego te ganare con inteligencia y manejes de corrupción que ya verás.

Entonces no tendrás nada que hacer contra mí, te haré mío, saciaré mi deseo y te mataré al instante.

Puedes ser muy reconocido por los más altos rangos, Kim, pero eres muy débil... Has perdido demasiado y eso da muchos puntos a mi favor, muchos.

Oigo un ruido que interrumpe mis pensamientos. Son las dos de la madrugada, no debería haber nadie por aquí... Bueno, técnicamente yo tampoco debería, pero, ¿acaso a mí me importan las normas realmente?

Estoy sentado en el suelo, apoyado en la pared de este pasillo. Me levanto y prendo aún nivel bajo mi linterna, apuntó con ella allí dónde oigo los pasos y... Te veo. Eres tú, Kim.

¿Qué haces aquí a estas horas? Me miras sorprendido, seguro que no esperabas encontrarme aquí. No dices nada, estás ahí, quieto, mirándome. Puedo ver odio en tu mirada, seguro que tú también puedes verlo en la mía.

Me acerco a ti lentamente, pensando qué haré cuando te alcance, podría hacer realidad mi deseo ahora. Destruirte... No hay nadie alrededor, estamos sólos. Nadie lo sabrá.

Pero, ¿cómo destrozarte? ¿En una pelea, quizás? No... Eso no basta. Recorro tú cuerpo con mi mirada, llevas una camisa blanca y unos jeans negros, tus cabellos están revueltos, como siempre. Llevas los botones mal abrochados... torpe.

— ¿Qué quieres, Byun? — Preguntas al darte cuenta de cómo te examinó.

— ¿Qué quiero? — Repito. — Digamos que... Con humillarte y acabar contigo tendría suficiente. — Contesté con sinceridad.

— Vaya, siento no poder ayudarte en eso. — Dices con un brilló intenso en tu mirada que delata tu rabia.

No sé por qué, pero me gusta... Esos ojos me encienden.

— Yo creo que sí, Kim. — Y dicho esto, reduzco al máximo la distancia que había entre nosotros dos y uno mis labios con los tuyos a la vez que te atraigo a mi cuerpo abrazándote por la cintura.

Intentas deshacerte de mí, sin responder al beso. Yo lo ignoro y presiono mis labios contra los tuyos, pidiendo entrada a tu boca. Sigues negándote, en un vano intentó de huir de mis brazos, de mis labios, de esta lengua que desea batirse en duelo con la tuya. Entonces lo hago. Muerdo ligeramente tu labio inferior, a la vez que aprieto aún más mis manos en tu cintura.

Por fin abandonas tus intentos de deshacerte de mí y... Abres tu boca, metiendo tu lengua en la mía. Genial. Te he atrapado. Te tengo, Kim.

Con tu mano agarras mi nuca, con fuerza, atrayéndome aún más a ti. Sabes bien, Kim, delicioso... Pero si crees que me conformaré con este simple beso, te equivocas.

Deslizó mi mano debajo de tu camisa, siento tu ardiente piel. Me quema... Me gusta. Es suave, quiero sentirla más, besarla, probarla. Sinceramente, sobra la ropa.

Te quitó la camisa con rapidez y la tiró al suelo, ahora te noto, retiró mis labios de los tuyos y los dirijo a tu hombro, dónde deposito pequeños besos que se transforman en leves mordiscos, dando paso a mi lengua, la cual recorre todo tu pecho. Saboreo tus pezones, mordisqueándolos, haciendo que liberes algún gruñido que me confirma tu deseo.

¿En serio es esta mi manera de destruirte? La verdad... Ahora eso es lo que menos me importa.

Entonces, me tomás por la cintura y me llevas dentro de una sala. ¿Desde cuándo hay una sala por aquí? Un momento... No es ninguna sala.

¿Una habitación? Una cama grande, dos mesitas, y una iluminación suave... ¿No será la sala de los comandantes? Había oído hablar de ella, pero jamás la había encontrado.

Privilegios de ser un sobrevalorado, ¿no? Bah, ¿qué mas da? Tengo otras cosas en las que concentrarme... Como en la excitación de MinSeok, por ejemplo.

¿Dije MinSeok? Suena bien...

Me tiras sobre la cama, quedando tú encima besándome hambrientamente. Con mis manos acaricio tu espalda desnuda, desviándome hacia el final de ésta, dónde encuentro unos molestos pantalones, definitivamente sobran.

Toda la ropa sobra y veo que lo has notado pues te estás deshaciendo de mi ropa con muchas ganas... Una vez ambos tenemos el torso descubierto, desabrocho tu pantalón y lo bajo hasta donde puedo, tus rodillas.

Mierda... Más ropa que quitar, aunque he de decir que esos boxers negros te quedan de maravilla... Pero no me dejan probar lo que hay debajo, así que fuera.

Bajo tus boxers y veo lo que tantas ganas tengo de degustar. Estás muy bien dotado... Si sabe tan bien como aparenta, voy a disfrutar como nunca, MinSeok.

Cambiamos nuestra posición de manera que quedo sentado enfrente de ti, que estás tumbado, esperando que calme tu miembro, no te hago esperar, pues yo también lo deseo.

Me agacho y lo meto en mi boca, primero succionándolo, luego lamiéndolo como si de un helado o una golosina se tratase,mientras tú gimes de placer.

Apuesto a que quieres más, ¿aumentó el ritmo? ¿Te llevo al cielo, MinSeok? ¿Te hago sentir el mayor placer que jamás sentirás? No, no... Quiero destruirte, no he olvidado mi objetivo... Aunque a este paso, no sé por cuánto podré conservar mi cordura.

Hazte ilusiones, cree en mí, imagina que siento algo por ti, deséame, enamórate de mí... Y mira cómo te dejo aquí tirado en cuanto sacie mis instintos y mi sed de venganza. Deléitame con tus llantos, con tu desolación... Déjame ver cómo te sientes usado, despreciado, engañado, maltratado, desilusionado... Deja que vea como sufres por mi culpa.

Dejando a parte mis pensamientos, empiezo a mordisquear suavemente tu sexo. ¿Cómo te sientes? En la gloria, ¿verdad? Yo también...

Tus gemidos aumentan de volumen, ya no estás tumbado, sino sentado con tus manos en mi nuca, empujando mi cabeza hacia ti, haciendo que introduzca más tu miembro en mi boca.

"¡Me vengo, no aguanto...!" Te oigo decir.

¿Crees que me apartaré? De eso nada... Quiero probarte, quiero degustarte, saber cómo sabes... Mi boca espera impaciente tu semen, adelanté, ¿a qué esperas? Suéltalo.

Ahí está, explotas en mi boca, derramando el cálido líquido en mí, lo saboreo... Exquisito, simplemente delicioso... Pruébalo tú también. Te beso, pasándote tu propio néctar, haciendo que lo pruebes y te deleites con él.

El beso se torna apasionado, incluso algo violento, ya no hay fluido que intercambiar, sólo nuestra saliva que se mezcla rápidamente, así como nuestras lenguas se enredan en una lucha por el dominio.

Entonces, notó un sabor distinto. ¿Sangre? Sí, no hay duda. Pero, ¿de quién? Es difícil saberlo ahora, no sé ni distinguir tus labios de los míos.

Siento mi miembro apretarse bajo mis boxers... No soy de hielo, y hace rato que está muy contento, necesita cariño... MinSeok, tú turno.

Captas la idea y retiras enseguida la prenda que obstruía mi gran excitación. Llevas tus manos a ella y comienzas a masajearla hábilmente. Vaya, MinSeok... ¿Tú también te sientes solo? Frotas mi sexo siguiendo un ritmo suave que va volviéndose frenético a los pocos segundos. Consigues arrancar notables gemidos de mi boca, realmente me estás dando más placer del que imaginaba, maldito...

Inconscientemente, te pido más entre gemidos, pues lo necesito. ¿A qué esperas? Llévatelo a la boca, pruébame. Y como si leyeras mi mente, lo haces. Eres increíble... Y era yo el que pretendía enseñarte, dominarte... Cambió de planes. Lo succionas, muerdes, lames, besas... Me encanta. No pares. No te detengas ahora. Estoy por venirme...

"¡Aaaaaaaah...!", Jadeo. Veo cómo tomas mi descarga y, como he hecho yo antes, me besas haciendo que la pruebe.

Mientras nos besamos, te tiras encima mío haciendo que nuestros miembros choquen, dejando tus manos posadas en mi trasero, presionándolo y masajeándolo como puedes. Disfrutas. Disfruto. Rompes el beso y llevas tu boca a mi cuello mientras yo revuelvo tus cabellos, más de lo que ya están... Y lo cierto es que cuánto más revueltos, más sexi te ves.

De repente, siento un pinchazo. Estás metiendo tu dedo en mi entrada... Sin previo aviso. Me gusta, me gusta mucho. Me haces gozar, tú... Un simple y odioso novato... Me estás dando un placer indescriptible.

¿Qué tienes? ¿Qué te hace especial? Ya lo pensaré luego... Estás retirando tu dedo. ¿Por qué? ¿Cómo te atreves a privarme de ese placer? Entonces siento tu boca sobre la mía, parece que intentas parar mis pensamientos, y lo consigues... Me pierdo en tu lengua, en tu boca que me embriaga.

Aprietas tus manos en mi entrepierna, sorprendiéndome. Quedas sentado en mis muslos con tus manos en mi pecho. Entonces lames tus labios y los llevas a mi cuello, donde dejas salir esa lengua tan ardiente que me vuelve loco y lo recorres con ella. Bajas hasta mi ombligo, donde depositas suaves besos.

Levantas tu cabeza y te acercas a mi oído izquierdo, dónde me susurras sensualmente: "Date la vuelta".

¿Es eso una orden? ¡¿Quién te crees que eres?! "El chico que te va a dar el placer más exquisito que jamás sentirás, BaekHyun"... Me dice una voz interior.

Malditas voces, ya debo haberme vuelto loco... Y todo por tu culpa, Kim MinSeok.

De repente, siento cómo me das tú la vuelta, aprovechando mi distracción. Vas metiendo tu lengua, haciéndome disfrutar como nunca. La sacas, y puedo notar cómo algo más grande se va introduciendo en mí... Duele.

Te vas adentrando poco a poco, leves jadeos salen de tu boca mientras que de la mía salen grandes gemidos de dolor y placer. En la que parece ser la última arremetida, introduces todo tu miembro. Ahora sólo siento placer. Un placer inmenso, uno que no había sentido antes, jamás. Es increíble. Pero no te quedes tan quieto, haz algo, muévete, incrementa aún más si es que se puede el gozo que siento en estos momentos.

¿Acaso estás esperando a que me acostumbre a la invasión? Ya lo he hecho.

"Más..." Digo inconscientemente, dándote a entender que puedes seguir.

Entonces, comienzas a moverte dentro de mí. Ahora ambos gemimos, el placer es enorme, reboso de gusto... ¿Es esto un orgasmo? No creo que haya nada más placentero que lo que me estás haciendo sentir, MinSeok.

Mientras besas mi nuca, haciendo que note tu aliento y sienta un leve escalofrío, empiezas a entrar y salir de mí, excitándome aún más. Me encanta, de pronto siento un fluido cálido dentro... Tú semen de nuevo, MinSeok, sólo que esta vez lo recibe otra parte de mi cuerpo.

En ese momento, ambos gemimos sonoramente, nuestra respiración es agitada, sudamos, gozamos. Entonces retiras tu miembro y me doy la vuelta. Me sitúo encima de ti y vuelvo a besarte.

Este beso más que apasionado es violento, enfrentamos nuestras lenguas en una batalla por el dominio en la que todo vale. Nos mordemos, deleitándonos así con nuestra sangre, que ambos probamos, sin saber a cuál de los dos pertenece.

Clavo mis uñas en tu pecho, arañándote. Finalmente hemos dejado la delicadez a un lado. Estoy seguro de que tus dedos están dejando marca en mi nuca, pues estás apretando más de lo que imaginaba. Me haces daño, pero me gusta, me pone, me excita.

Dándonos cuenta de que nuestros miembros vuelven a estar excesivamente alegres, hacemos chocar nuestras caderas, frotando nuestros sexos, saciando su particular deseo, mientras nuestra lucha bucal sigue en pie. Leves jadeos que son ahogados por el beso, este beso que no tiene fin, no hay tregua, todo vale.

Y así seguimos hasta que nuestros cuerpos caen rendidos, uno sobre el otro. Siento tu respiración agitada, que se calma al cabo de un rato, igual que la mía. Apoyo mi cabeza en tu pecho, mientras siento cómo nos arropas y me abrazas por la cintura.

— Te quiero. — Dices.

¿Qué? ¿He oído bien? Lo conseguí... Te has enamorado de mí... ¿O ya lo estabas? Da lo mismo... El caso es que ahora puedo destruirte.

Sólo he de levantarme, mirarte con odio, decirte cuatro palabras hirientes y marcharme, así te destrozaré, sin duda.

Pero, ¿por qué no lo hago? Hay algo que me impide abandonarte... ¿Caí en mi propia trampa? Sí.

Me siento bien contigo, en tus brazos... Pero no dejo de odiarte, me has hecho preso de ti. Con mi venganza sólo he conseguido aumentar mi dependencia y mi deseo por ti.

Te quiero y te odio, ¿es eso posible?

— Yo te odio. — Te digo, siento cómo tu corazón se acelera un poco. — Pero, a la vez, te quiero. — Confieso.

— Yo también te odio. — Dices, ¿qué has dicho? Se siente algo extraño. — Menudo plan... ¿Qué hacemos? — Preguntas.

— Seguir viéndonos aquí cada noche, ¿no? — Pregunto como si fuera lo más obvio.

— Perfecto. — Respondes con tranquilidad, entonces... ¿Te conformas sólo con sexo? — Pero, por más que te odie, tú eres mío, porque te quiero más que a nadie. — Agregas apresando con fuerza mi cintura.

— Lo mismo digo, MinSeok. — Llevas tu mano a mi cabeza y acaricias mi pelo. — Pero jamás perdonaré que encerraras a mi hermano... Debías hacer la vista aun lado, como todos. — Solté con recelo.

— Y yo nunca me arrepentiré de haberlo hecho, si estás en este lugar, ¿porque ayudarías a la corrupción? — Soltó como si sus pensamientos fueran muy obvios.

— Tampoco perdonare que rechazaras mi amistad cuando te la ofrecí... — Asegure con más recelo.

— Tampoco me arrepiento... — Aseguraste dejándome apreciar una hermosa sonrisa. — La cara de enfado y indignación que pusiste en aquel momento era... Indescriptiblemente sexi. — No puedo evitar sonreír tras tú comentario.

Acerco mis labios a los tuyos y nos fundimos en un tórrido beso.

Quizás no haya salido tan mal mi plan, el objetivo no se cumplió... Pero no estoy nada decepcionado con el resultado.

#Fin - pov - BaekHyun#
Notas finales:

Espero poder leer sus comentarios luego :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).