Minseok siente que el mundo se le cae a pedazos cuando su hermano le da la noticia.
Está saliendo con Jongdae. Su hermano Kim Joonmyeon está saliendo con la persona que le gusta: Jongdae.
Y Minseok ve un rostro enamorado y feliz en la cara de su hermano.
—Parece algo irreal. —Comenta Joonmyeon aun en las nubes—. ¿No te parece?
—Claro que es algo irreal, pero es de verdad y es en serio algo bueno para ti. —contesta Minseok intentando ser lo más sincero posible mientras se derrumba por dentro—. Me alegro mucho por ti.
Hay que seguir sonriendo.
En difícil mantenerse en pie manteniendo la sonrisa por lo que su hermano le cuenta, pero si Jongdae fue quien eligió a Joonmyeon, entonces Minseok no pensaba interferir y sólo les desearía que fueran felices juntos.
Aunque doliera de ésta manera.
—Tengo tarea pendiente. —Minseok buscó una excusa para estar solo—. Voy a estar en mi habitación terminando mi tarea.
Joonmyeon le dejo irse, mientras seguía sonriendo como idiota.
Minseok se encerró en su habitación, encendió la radio y dejó correr sus lágrimas por sus mejillas. La felicidad de su hermano era la perdición para Minseok.
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Luna levanta la vista de su laptop cuando otro idiota se sienta en su misma mesa e intenta hacer el tonto para flirtear con ella.
—No me interesa y déjame sola. —no le dejó hablar, se sentía irritada de que esto sucediera tan frecuentemente.
—Hey, preciosa, cálmate. —dijo el tipo que aún no se iba—. Quería invitarte a un trago.
—Por eso he dicho que no me interesa y que estoy bien sola.
—Solo es un trago, no tienes que ser así de cortante.
—Ella ha dicho claramente que te vayas. —Sehun había aparecido en el momento preciso.
—No te metas en lo que no te importa. —el tipo le estaba respondiendo enojado a Sehun.
—Me importa cuando es a mi novia a quien le estás hablando. —la mirada amenazante de Sehun y sus palabras hicieron que el tipo se fuera refunfuñando cualquier cosa.
—¿De cuándo a acá soy la novia de una extraño? —Luna le habló a Sehun.
Sehun la miro un poco impactado. No esperaba unas “gracias” así.
—Me llamo Sehun. —Decidió tomarlo por otro lado—. Te salvé de un acosador. —se defendió.
—Un acosador que fue espantado por otro acosador. —Luna levantó una ceja—. No estarás esperando que te dé mi nombre.
¿Qué clase de chica es ésta?
—Bueno, ya comprendo, nada de flirtear contigo.
—Lo comprendes muy lento. —Luna empezó a recoger sus cosas—. Me voy, aquí no se puede trabajar en paz.
¡Ufff!, ¡Qué genio!
Sehun regresó a la barra del bar luego de la no tan agradable conversación con la chica del terrible genio.
¿Trabajar en su laptop mientras está en un bar? ¡Qué chica tan rara!
El mismo chico que le había entregado un americano anteriormente fue quien le habló al verlo de nuevo en la barra.
—¿Mala suerte con la chica?— el barman lo había visto intentar llevar alguna conversación con la chica y lo había visto regresar frustrado por su intento fallido de lograr algo con ella.
—Más bien diría que el problema es el mal humor de ella que no permite que la gente se le acerque. —responde Sehun.
—Amigo, no te molestes por lo que te voy a decir pero, no es que el problema sea ella. Más bien es que te falta analizar un poco más a las chicas y saber cómo llegar a ellas.
—¿Analizarlas? —Sehun le prestó más atención.
—Sí. —sin saber cómo expresarse, decidió referirse a casos en específico—. Mira la chica junto a la puerta con el tipo a su lado.
—Bien. —Sehun se giró.
—Ella acepta tomar de la misma bebida que él le ofrece y hasta baila demasiado pegada a él. Ambos quieren sexo esta noche así que no hay mucho que trabajar en esa chica, él la puede llevar a su casa y ella no se opondrá. Incluso ella aceptaría hacerlo en el baño justo ahora si él se lo propone. Es lo que llamas sexo fácil y es para quienes no quieren preocuparse por el “día siguiente” y las palabras para seguir como extraños.
—Sexo casual. —Sehun le sigue la idea, concordando con lo que dice. El barman toca el hombro de Sehun para que se gire y vea hacia donde él está viendo.
—Ahora mira a la chica del otro lado de esta barra. Su cara dice que tuvo un día pesado en su trabajo y sólo necesita un trago para despejarse de algún problema que no ha solucionado o que a lo mejor ya resolvió pero le dio demasiado dolor de cabeza. Ella no piensa aceptar tener sexo por el estrés del día que tuvo.
—No es una opción para tener sexo.
—En realidad, sólo es cuestión de compartir alguna experiencia parecida y congeniar con su estado de ánimo, la invitas a un trago y puedes conversar de cualquier cosa con ella. No debe ser de las que les guste bailar así que con un tema de conversación interesante puede bastar. Antes de finalizar la noche, puede que resulte entre tu cama olvidando el día que tuvo.
—Pero no es la chica que está en mi lista si quiero sexo casual.
—Si lo quieres fácil entonces escoge a la primera chica. Lo único es que ya se habrá acostado con medio continente antes que contigo. Puede ser un punto a favor de la segunda chica. Sólo que requiere un poco más de trabajo.
—¿La segunda no sería el tipo de chica que va a querer seguir viéndote después de la primera noche?
—El sexo con ella también se puede volver casual porque con su vida dedicada a su trabajo no le va a interesar tener una relación seria.
—Mejor categoría y sigue siendo sexo casual. —confirma Sehun.
El barman toma el mentón de Sehun y lo hace girar hacia otra parte.
—Por último tenemos el punto medio. La chica que quiere bailar por diversión pero no busca llamar la atención de nadie en especial porque solo quiere disfrutar de la noche y el momento. Ella no piensa tener sexo esta noche.
—Yo diría que es como la primera chica.
—No. De hecho puede ser más difícil que la segunda.
Sehun deja de verla para mirar al barman.
—En eso sí que no estoy de acuerdo. Ella podría ser igual o mucho más fácil que la primera.
El barman se rio.
—Puede ser la más difícil de conseguir porque es virgen. Quiere perderse entre la multitud y seguirlos para parecerse a ellos, pero no acepta nada de ningún tipo porque aún espera al “indicado”. Puedes intentar tratarla como el chico que esta con la primera, o puedes intentar hablarle como el que ahora se ha acercado a la segunda, pero nada funcionará. Ella no aceptará nada a menos que te crea el indicado. Un examen mental que te hace durante los primeros 5 segundos que le hablas y aun así ella tiene claro que el hombre indicado no lo va a conocer en un bar en una noche como esta. Por eso es mejor descartarla a penas la distingues si buscas sexo.
Sehun siguió viendo al barman un poco incrédulo. Ahora no se cuestionaba sobre la chica bailando sola sino en el barman que le decía eso.
—¿Sabes todo eso con sólo mirarla?
El barman lo miró sorprendido por encontrarse con la mirada de Sehun.
—Bueno, ¿Con quién crees que estás hablando?
Sehun volvió a mirar a la tercera chica en silencio. El barman lo dejó en sus pensamientos mientras servía cocteles a otras dos personas que se habían acercado a la barra.
De pronto vio a la chica que se acercaba a su amiga y de un momento a otro las vio besándose.
Entonces Sehun levantó una ceja.
La tercera chica no era virgen. Era lesbiana. Por eso no conseguiría sexo con ella nunca.
—Muy bien, explícame eso. —Sehun se giró a ver al barman de nuevo.
—Bien, de acuerdo, fuera virgen, lesbiana o un ovni, igual estas fuera de su rango.
Por un momento Sehun se siente ofendido con lo que dice el barman. ¿Lo dijo porque duda de las técnicas de conquista de Sehun? ¡Eso es porque aún no lo conoce!
La tercera chica interrumpe lo que sea que Sehun esté por decir y le habla al barman.
—¡Hoy fue genial, volveremos la otra semana!. —la chica se fue con su novia detrás.
Sehun olvida su enfado al verlas irse. Ella y el barman ya se conocían y muy seguramente sus palabras sobre las otras dos chicas era por el mismo motivo: él ya las conocía de antes.
—Bien, por un momento te creí todo lo que dijiste y ya ha sido suficiente. Será mejor que me vaya a casa. —Sehun se iba bajando de la silla donde estaba pero el barman lo detuvo.
—Espera, no te vayas tan pronto. —el barman se había preocupado de hacerlo enojar.
—¿Por qué debería quedarme? —no estaba enojado, era solo que ya se había dado cuenta de algo—: no habrá sexo con ninguna chica esta noche.
—Aparte de las tres chicas te tenemos a ti. Vienes muy seguramente en tu día libre y sólo quieres algo diferente a tu rutina de la semana, te encantaría sexo casual pero por la hora decides regresar a casa a ver alguna película tomando cerveza en el sofá de tu casa. El sexo casual quedará para la otra semana.
—Puede que vaya a la casa de un amigo. —dice Sehun en parte sorprendido por la deducción del barman al analizarlo con tanta exactitud.
—¿A ver la misma película que podrías ver en tu casa y en tu sofá?
Sehun se queda viéndolo. Aunque es cierto lo que dice, otra vez, no comprende a que viene todo este análisis.
—No entiendo porque estamos hablando sobre mí.
—Tal vez deberías probar algo diferente.
¿Diferente?… estará insinuando que…
—¿Diferente como tú? —era un chiste, Sehun no le interesaban los hombres.
—Bueno, no es precisamente lo que estaba pensando pero… ¿Por qué no?
Sehun se siente shockeado por las palabras que escogió el barman.
¿¡Con un hombre… sexo con un hombre!?
Él, tocando la piel de otro hombre, sintiendo placer por lo que generalmente una mujer podría causarle…
—No. No quiero esto. Ha sido suficiente por esta noche. He bebido mucho.
Sehun deja unos billetes sobre la mesa y se va enojado con la proposición del barman.
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Yifan se está preocupando porque queda poca insulina.
¿En qué momento se acabó tan rápido?
Y Kyungsoo, su hermano, lo ve preocupado porque la insulina no es lo único que se está acabando en la casa.
—Si me dejaras trabajar también, sería menos pesado para ti. —Kyungsoo se hace notar y Yifan se sorprende por la repentina aparición de su hermano.
—Ya te he dicho que…
—Lo único que debo hacer es estudiar. —repite Kyungsoo como si fuera conversación de siempre—. Pero puedo trabajar y estudiar al mismo tiempo, muchos lo han hecho así.
—No vamos a dejar que tus notas bajen por tener un trabajo. Además, la insulina de Victoria no es algo que te corresponda a ti.
—Yifan, no es sólo la insulina lo que se acaba. Hay que comprar comida porque nuestra alacena se está quedando vacía. Las cuentas de luz y agua están por llegar la otra semana.
Yifan no mira a su hermano. Eso también le preocupa y no sabe que decirle.
—Ya fue suficiente con que yo dejara la universidad, no voy a permitir que tú también lo hagas. —decidió responder al final.
Kyungsoo liberó airé totalmente frustrado. Su hermano siempre había sido así de obstinado y no se le podía convencer de lo contrario cuando tomaba una decisión.
—Eres mi hermano, y está bien que quieras tomar la responsabilidad por todo pero a veces no se puede y es necesario aceptar que necesitas de mí para no estar tan sobrecargado de tanta responsabilidad. Yo también quiero ser útil para ti.
—Ya eres lo suficientemente útil manteniendo tu beca en la universidad. Tus notas siempre deben seguir igual de altas.
Era inútil seguir intentado convencer a su hermano que lo dejara trabajar.
Kyungsoo sólo lo dejó allí y se fue a encerrar en su habitación.
Victoria también es consciente de las preocupaciones de Yifan. También sabe lo que siente Kyungsoo porque a ella también no le permite trabajar para cuidar de su salud como si fuera una inválida. Ya ni se toma la molestia de hablar con Yifan para que la deje hacer algo. Yifan es demasiado bueno pero muy obstinado y siempre quiere llevar todo sobre sus hombros.
No es la primera vez que escucha a Yifan y a Kyungsoo hablar sobre lo mismo, y cuando se siente como una inútil prefiere hablar con su mejor amigo: Chanyeol.
—¿Estás bien? —Por la hora, Chanyeol se preocupa de que su amiga le llamara tan tarde.
—Eso debería preguntarte a ti, suenas extraño. —responde ella al oírlo.
—Me ha dado gripe, no he podido salir de mi cama en todo el día.
—Uh, pobre. Cerciórate de tomar mucho líquido y preferiblemente caliente. Yifan suele hacer eso cuando Kyungsoo o yo nos enfermamos.
—Bien, lo tendré en cuenta. —Agradece Chanyeol—. ¿Por qué llamas tan tarde? ¿Sucedió algo malo?
—Aparte de ser la inútil novia de Yifan, pues nada.
—¿Otra vez han discutido por no dejarte trabajar?
—Lo he oído discutir con su hermano. ¡Esto me está volviendo loca, él es demasiado testarudo!.
—¡Y tú amas a ese testarudo!.
—¡Sí, pero a veces me crecen canas verdes por su culpa!.
Chanyeol se atoró mientras se reía. Su amiga lo estaba llamando solo para descargar toda la frustración que toda esta situación le estaba produciendo.
—Bueno, pues toma aire. Deja si puedo hablar con él luego.
—Te lo agradecería. Tal vez funcione. —responde ella un poco más tranquila.
—Funcionará. Ahora ve a dormir que ya es tarde y el no demora en preocuparse porque estas despierta a esta hora.
—Sí. Gracias Yeol.
La llamada terminó con una Victoria más calmada. Ahora iría a dormir al lado de quien más quería en este mundo.
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Luhan apaga las luces y se acuesta en su cama con las cobijas cubriéndolo casi por completo. En la oscuridad, ve brillar las estrellas que había pegado en su techo muchos años atrás.
¿Cómo hacer que Joonmyeon deje a Jongdae?… bueno, enloquecerlo puede ser una buena forma… pero, ¿cómo?… el cerebrito de la clase saliendo con el ex de un chico popular… solo a un estúpido se le ocurre hacer algo así. El cerebrito resultó ser poco brillante.
¡Oh!, ¡Eso es!. El acoso escolar puede funcionar…
Luhan no tenía nada en contra de Joonmyeon, pero si hacerlo enloquecer haría volverlo tan popular como Baekhyun, pues, ¡que comience el juego!.
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El barman se sorprende cuando se piensa ir a su casa y encuentra a Sehun viéndolo sólo a él.
—No esperaba encontrarme contigo tan pronto. No al menos en la misma noche.
Sehun se había ido enojado a su casa pero antes de abrir una de las cervezas de su refrigerador, pensó en las palabras del barman.
Estaba por hacer exactamente lo que él le había dicho que haría.
Tal vez había regresado a buscar al barman por la curiosidad de saber qué hubiera pasado si hubiera aceptado su propuesta.
—En realidad yo tampoco esperaba verte de nuevo. Nunca. —lo acepta en voz alta. De alguna manera regresó a buscarlo.
El barman sonríe. No le ofende que sea tan franco, al contrario, le divierte.
—¿Y bien?, ¿Por qué has regresado?
—No lo sé, esperaba que me ayudaras a descubrirlo. —lo estaba provocando. Sehun se estaba dejando llevar, curioso por hacerlo con otro hombre. El barman lo había sugerido primero y Sehun lo había estado pensando desde que se lo había preguntado.
El barman sonríe de nuevo por su franqueza. Al parecer el chico guapo que estaba parado frente a él, resultó ser bicurioso.
—¿Es una invitación para irme contigo esta noche? —el barman da un paso para quedar más cerca de Sehun y medir sus reacciones.
Sehun no se aparta y parece que las chispas están en el aire con esa cercanía. El tipo de cercanía que no suelen tener dos hombres.
—Creo que sí. —estaba inseguro aun pero el barman de algún modo sabe que no va a salir corriendo de allí. Su inseguridad se debe a ser la primera vez con otro hombre. Inseguridad de no saber exactamente qué hacer. Y la inseguridad y franqueza de Sehun, llamaban la atención de aquél barman—. Aun cuando ni siquiera conozca tu nombre.
El barman vuelve a sonreír y decide ser el primero en besar a Sehun. Nada delicado. Aunque sí bastante ardiente.
Sehun está notablemente inseguro de lo que está sucediendo, casi como si volviera a ser virgen de nuevo, pero no piensa retroceder y corresponde el beso, tomándolo de la cintura como si estuviera marcándolo como suyo. Al menos por esta noche.
Al barman le gusta eso.
—¿Importa cómo nos llamamos? sólo va a ser algo de una noche y no lo recordarás en tres días.
—Me llamo Sehun. Es importante que lo recuerdes porque me gusta oír mi nombre entre gemidos. —él no va con rodeos, Sehun es demasiado franco y el otro chico descubre que esto le fascina de su acompañante para esta noche—. Voy a recordar al primer hombre con el que tendré sexo. Siempre se recuerdan las primeras veces. Sería bueno recordarte con un nombre y no como el sexy barman con el trasero que está haciendo palpitar mi pene.
Un estremecimiento recorrió el cuerpo del barman cuando Sehun se cercioró que sus palabras también se transmitieran con sus acciones al pegarlo a su entrepierna.
Esto también lo estaba calentando demasiado. Y no le molestaría ser recordado así.
El chico volvió a besar a Sehun, no pudiendo aguantar la tensión sexual que se estaba desarrollando en la salida trasera del bar. Una calle cerrada.
Sehun ya estaba empezando a meter mano por atrás, entre sus pantalones, buscando carne que tocar. Era demasiado para su cordura si seguían así en este lugar.
El barman se apartó de Sehun, debían detenerse por ahora si no quería llevarlo dentro del bar y dejarse coger sobre la barra.
Y no era para nada una mala idea tener sexo con Sehun sobre la barra…
Bien, le daría gusto en saber su nombre también.
—Todos me conocen como Lay. Vayamos a otro lugar.