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El Rey de los Espectros por Ddai

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Notas del capitulo:

Un día tarde pero le sdejaré caps adelantados de la otra web =P

X

Arkham IV

Conner había salido para enfrentarse a Heretic, corrió hacia él, concentrando toda su habilidad en su cuerpo, lo golpearía hasta dejarlo fuera de combate, con toda honestidad él no sabía porque Tim no había intentado eso desde el principio. Si bien no sería nada fácil derribarlo sin duda, Kon, lo mantendría ocupado al menos diez minutos.

Dick había corrido hacia Black Talon, no usaría sólo los golpes, esta vez se encargaría de usar la luz para cegarlo primero, después de eso lo golpearía hasta acercarlo a los demás, una vez que todos estuvieran juntos podrían mandarlos de vuelta al plano Alfa. Por supuesto era más fácil decirlo que hacerlo, el Talon dos era muy resistente a los daños por lo que le tomaría más tiempo del esperado.

Tim se dirigió a su contra parte, utilizando su Bo para bloquear los golpes de la espada de Talon tres, quien seguía sin emitir sonido alguno, Red Robin se preguntó si sería entonces que no pudiese hablar por alguna otra razón. Sea como sea, ellos debían de adherirse al plan, juntarlos en un solo sitio y en ese momento él habría una grieta lo suficientemente grande para que dieran esos cuatro. Por el momento la parte más complicada la tenían Jason y Damian.

Jason había mirado intensamente a Gray Talon, eso en el pasado parecía funcionar muy bien por lo que lo intentaría esta vez. Talon uno se arrojó hacia él, tal como esperaba, pero tenía garras más largas, de energía solidificada, logrando hacerle varios cortes superficiales, parecía estarlo disfrutando bastante. Talon uno usó sus alas para elevarse un poco y lanzar dagas de energía hacia todas partes, no parecía no importarle si le daba a alguno de sus compañeros, manteniendo las manos abiertas y las alas extendidas.

Red Hood aprovechó ese momento para saltar sobre de él, pretendiendo que esas una o dos dagas que se le incrustaron no dolieron; Cayeron al piso aunque de pie, Jason se las arregló para poder apresarlo por la espalda, manteniendo inmovilizado por unos momentos.

—¿Me extrañaste mucho padre?— Gray Talon se burló, mirando hacia atrás, moviéndose poco a poco para zafar al menos uno de sus brazos del fuerte agarre —No tienes que retenerme, no pienso ir a ningún lado sin tu corazón en mis manos, padre Todd— le susurró, mientas sonreía siniestramente.

Damian saltó hacia ellos, aprovechándose del descuido de Talon uno, atravesándolos a ambos con su espada, haciendo un corte hacia arriba, para asegurarse de que mataría a Talon.

—Espero que vayas al infierno— el niño comentó, tratando de mantenerse calmado, debía de recordar que no se trataba de Grayson, ese era Talon, era un Inferos.

Fueron solo unos minutos, pero esa había sido una de las peleas más intensas de sus cortas vidas. Pudieron reunir a los cuatro espectros al centro del jardín, el único que seguía consciente era red Talon, el doble de Tim, el cual parecía estar muy sonriente, nada preocupado por el destino que les deparaba.

Nightwing y Red Robin se estaban preparando para expulsarlos mientras Damian y Conner se quedaban atrás, junto con Jason, quien estaba sentado en el piso, agarrándose el pecho, la espada de Damian lo había atravesado también y su maldita curación rápida no era tan rápida como algunos pensaban, necesitaría un poco más de energía para sanar. Kon estaba sorprendido, al final Tim no estaba exagerando cuando le seguro que Jason no se podía morir.

Red Talon comenzó a reírse al ver la luz entre blanca y azul que lo rodeaba a él y a sus tres compañeros, esa sería la primera vez que alguien lograba derrotarlos a los cuatro juntos, pero no tenía mucha opción, después de todo ese era su trato con Ace…

—Esto no ha terminado— Red Talon habló por primera vez, sorprendiendo a su homologo —Nos veremos de nuevo, cazadores— y en ese momento él tronó los dedos de su mano izquierda, haciendo que el aire se calentara, una grieta apareció en el piso y ellos cuadro cayeron en ella —No olvidaremos esto— la brecha se cerró después, dejando a ambos cazadores muy asombrados.

—¿Podía abrir portales con esas facilidad?— Dick miró a Tim, porque de lo que él sabía Tim no podía hacerlo, necesitaba concretarse mucho para abrir una grieta tan grande y luego debía de mantenerse concentrado para cerrarla.

—Tendremos que tomar medidas para estas eventualidades— quizás su contraparte había sacrificado alguna otra habilidad, quizás era simplemente más poderoso, sea como sea ya tomaría medidas al respecto apenas rescataran a Bruce.

—Y ni siquiera viste todo lo que ese malnacido puede hacer— Jason murmuró, refiriéndose a Gray Talon, porque él recordaba que ese bastardo era más peligroso, hacía unos momentos sólo estaba jugando con ellos —¿Las putas alas? Son para exhibición— ignoró cuando los demás trataron de corregirle el vocabulario —Me preocupaba más que sacara copias de sí mismo— pasó la última vez y no fue nada agradable.

—¿Copias?—Dick trató de no pensar en ello, un doble de sí mismo era malo ¿Pero varias? No, no, no. Debía de haber una forma de encarcelarlos en algún lado o algo así, sencillamente eran Inferos peligrosos.

—Dejen de perder el tiempo, venimos aquí a rescatar a padre, no a platicar sobre sus dobles— Damian ya estaba caminando hacia uno de los pasillos, no importaba si no sabía hacia dónde tenía que ir, eventualmente encontraría a su padre y lo rescataría.

—Manhunter aún no ha vuelto— Conner comentó mientras miraba por todo el lugar, iba entendiendo porque se les advertía que se mantuvieran alejados de ahí.

—Arkham es grande, pero no creo que se haya perdido— Dick murmuró para sí mismo, sabiendo que los demás lo podrían escuchar perfectamente —Hay que considerar la posibilidad de que ella lo haya visto, tal vez su invisibilidad no funciona con seres como ella— por mucho que deseara equivocarse sabía que la posibilidad de que Ace lo tuviera era grande.

—Tenemos que— las palabras de Tim se vieron interrumpidas por un sonido que provenía de lejos, eran palmadas… No, se trataba de aplausos, una persona aplaudiendo más específicamente.

—Felicidades Cazadores — se trataba de Ace, ella estaba levitando en dirección hacia ellos, aplaudiendo pausadamente. Ella les era vagamente familiar, su cabello oscuro y corto por encima de los hombros, la tez pálida grisácea y los ojos bastante abiertos. Ella vestía en blanco y negro, tenía además un pequeño recogedor en forma de trébol en su cabello.

—¿Dónde tienes a mi padre— Damian se apresuró a ponerse frente a ella, espada en mano, listo para desafiarla como si pensara que podría ganarle. Los mayores no pudieron detenerlo, lo único que podían hacer era esperar y salvarlo en caso de que ella lo atacara.

—Él es mi invitado ahora y lo seguirá siendo— todo a su alrededor estaba cambiando, lo destruido volvía a estar intacto, era como si ni hubieran sostenido una lucha contra los Talon minutos atrás.

—Libéralo— Robin ordenó, sin quitarle la mirada de encima, a él no le importaba hasta dónde tuviera que llegar mientras pudiera tener a su padre de vuelta.

—Entretenme un poco más, Robin, y te dejaré verlo— ella se desvaneció dejando una línea negra justo en donde estaba, era una grieta.

—¡Regresa!— Damian gritó, corriendo hacia la grieta.

—¡Espera, Robin!— Dick corrió hacia él, para alcanzarlo antes de que el niño pasara por la apertura,  no sabían en donde acabaría si lo dejaba entrar por ahí.

—¿Dijo entretener?— Conner le preguntó a Tim, quien estaba más serio que antes.

—Chicos…—Jason ya se encontraba de pie, aunque no estuviera completamente recuperado—Espero que aun tengan un plan para esto— de la grieta estaba saliendo alguien más, un hombre bastante alto y construido, vestido de tonos oscuros y plateados.

Dick apenas había alcanzado a Damian a tiempo para evitar que entrara por la grieta y ahora los dos estaban en el piso, ya que lo había derriba en el proceso.

—¿Quién es ese?—Kon preguntó mientras se ponía delante de Tim, para protegerlo. Sentía que el tipo que estaba entrando significaba un nivel de peligro muy diferente del que estaban acostumbrados.

—Owlman— el hombre se presentó, su voz era bastante baja y grave —El amo de Talon— el sacó una pistola, apuntándole directamente a Damian al rostro, estaba a menos de tres metros del niño y de Nightwing.

El disparo resonó como si fuera un cañón y no una pistola, dejando a Conner, Tim y Jason asustados por el destino de Dick y Damian.

XI

Ace Royal

Detrás de los muros ella se encontraba mirando con atención, no estaba sola, Bruce y J'onn J'onzz también estaban ahí, sentados en cómodos sillones. En el piso estaba sentada una joven de rasgos orientales, Cassandra Cain, a ella la había sorprendido entrando por la parte trasera de Arkham, quizás pensaba “salvar” a Bruce mientras los cazadores estaban distrayéndola, quizás pensaba atacarla por la espalda cuando menos se lo esperara. No le importaba realmente, nadie podía sorprenderla, mucho menos en aquel lugar.

Ella había “nacido” muchas décadas atrás, en un mundo oscuro, frío y vacío. Fue creciendo mientras devoraba a otros seres menores sin cuerpo ni forma.

Un día un gran destello le mostró una grieta en medio del aire, era como si el mundo se estuviera partiendo. Al asomarse conoció un mundo lleno de luz y brillo, con seres parecidos a ella, seres que poseían un cuerpo para tocar, cuerpos cálidos y muy frágiles. Fue entonces que conoció el significado de la palabra “monstruo”.

Se alejó dela grieta y corrió lo más lejos que pudo de ella cuando volvió a su propio mundo oscuro, el cual nunca había recorrido por completo. Supo entonces que no era la única de su tipo que existía pero sin duda era mucho más fuerte que los demás, ningún ser, en su mundo o en mundo de luz, podía rivalizar con sus poderes.

Más grietas fueron apareciendo y muchos como ella salieron hacia el mundo brillante, algunos volvían con más fuerza que antes, otros más débiles y asustados, muchos no volvían a ser vistos. Cuando ella ganó más poder y confianza volvió al mundo brillante, divirtiéndose con todo lo que estuviera en su camino.

Fue en uno de sus viajes por la parte que se conoce como Europa que se topó con un “cazador” por primera vez. Ella era una mujer joven de cabello dorado y ojos verdes, tenía una voz impresionante y era capaz de destruir a los fantasmas y espíritus salidos del mundo oscuro. Ella fue quien la nombro Ace Royal. Pudo haberla matado en ese mismo momento, en cualquiera de las veces que se la topó en realidad, pero no lo hizo porque fue la primera en darle un nombre, en reconocerla como algo más que “ese monstruo”. Así fue como los expedientes de Ace comenzaron a recopilarse.

Después de eso muchos otros cazadores intentaron regresarla al mundo oscuro para siempre, sin lograrlo. Ninguno de ellos podía entender porque no podían, porque ella tenía tanto poder. Un ser poderoso como ella no debería de ser concebido nunca. Sus palabras solo la ofendían y la enfurecían. Ella acabó con todos aquellos que osaron enfrentársele.

Vagar por el mundo había sido aburrido después de algunos años, así que decidió volver a Gotham, la ciudad en la que se hallaba la grieta por la que había pasado originalmente. Al estar de regreso fue testigo de un cambio que no esperaba, la ciudad entera carecía de luz, la oscuridad habitual de su mundo estaba cubriendo el lugar, unificándose con él, por lo que ese sería su hogar, el punto medio entre ambos mundos.

Ese cambio también hizo que las almas de los muertos regresaran en una forma similar en la que muchos seres eran en el mundo oscuro, la gente los llamaba fantasmas, a los que eran así pero no eran “humanos” los llamaron espectros, y los espectros que tenían un cuerpo sólido, como ella, los llamaron Inferos. Leer las lenguas de los humanos tenía su practicidad después de todo.

Pasarían décadas para que ella conociera a Espectros como el Joker, Ivy o a éste último, Owlman… Pero Owlman no era un espectro ni un Inferos, él era un hombre que provenía de otro mundo, otra dimensión según sus propias palabras. Él era especial para ella por una sencilla razón,  Owlman no le temía, a decir verdad parecía bastante fascinado por conocer a un ser como ella; le había dicho que en su mundo existía una chica muy parecida, cuyos poderes eran diferentes pero sin duda era poderosa. Su parecido no estaba únicamente en su poder sino también en su rostro. Por desgracia el señor del crimen nunca le reveló el nombre de esa niña ni en dónde estaba.

Cuando ella volvió a encontrarlo él había crecido y no estaba solo, con él iba un chico que tendría unos catorce o quince años, al cual llamaba Talon, un asesino con poderes formidables y una flexibilidad sin par. Fue cuando ella finalmente le preguntó a Owlman su nombre real.

Thomas Wayne Jr.

Ella estuvo de acuerdo con prestar sus poderes y ayudar de vez en cuando por un poco de entretenimiento, era agradable tener seres a su alrededor que no se sintieran atemorizados de su poder.

Así fue como ayudó a todos los Talon a entrenar sus poderes, fue ella quien le enseñó a Red Talon ese control cobre las grietas con el solo tornar de sus dedos o un simple gesto como una sonrisa o un pestañeo. Fue ella quien le enseñó a Black Talon a controlar el dolor con sus poderes, a regenerarse y usar los espectros a su favor. Fue ella quien le enseñó a Gray Talon a usar la Luz en estado sólido y también semi sólido, así como hacerla viajar dentro de su cuerpo para volverlo un arma letal o hacer copias de sí mismo.

Después conoció a otro hombre que cambió su vida.

Bruce Wayne, Batman, el más afamado cazador del mundo.

Él tampoco le temía y, de algún modo, le recordó a Owlman,  supo entonces que ellos eran, de alguna forma, los lados opuesto del mismo ser o las contra partes del karma.

Diez años atrás ella había estado a punto de romper las barreras entre su mundo, el mundo brillante y otros más porque se sentía deprimida, no había visto a Owlman o a los Talon, se sentía sola, olvidada. Les recordaría a los miserables humanos que ella aún existía.

Entonces llegó Batman, extendiéndole la mano, ofreciéndole su presencia, sin miedo sin segundas intenciones. Claro que buscaba detenerla, pero no quería lastimarla, había leído mucho sobre ella para entender el cómo se sentía. Así fue como la “confinó” en Arkham, visitándola regularmente para asegurarse de que estaba bien.

Un año atrás ella se dio cuenta de que ni siquiera los seres como ella eran eternos, al tener un cuerpo estaba vida y por lo tanto podía morir. Sí, ella moriría pronto, pero antes de eso quería un poco de diversión, una última alegría.

El título de “El Rey de los Espectros” lo tendría alguien más cuando ella muriera, pero eso no era de sus preocupaciones ahora, no lo sería nunca en realidad.

Bruce, Batman, había estado de acuerdo con quedarse con ella un año completo si ella prometía que no lastimaría a nadie y lo estaba cumpliendo, por eso su trato con los Talon, ellos pelearían contra sus contra partes pero no los matarían, tampoco los lastimarían de gravedad. De esa forma los discípulos de Batman sabrían que había seres tanto o más dotados que ellos y que no dudarían en tomar su mundo si se los permitían. Era su ultimo favor para Bruce.

Ahora era turno Owlman de jugar su parte, si él hacía lo que le pedía entonces ella le concedería una parte de sus poderes, como lo habían acordado un año atrás. Él nunca prometió no matar a nadie, sólo entretenerla y llevarla al extremo de la emoción. Ahora Bruce parecía preocupado por sus chicos y ella… Ace Royal estaba sonriendo porque eso era lo más interesante que había visto en décadas.

XII

Owlman

Las alas de Nightwing habían recibido el impacto, pero la energía solidificada había estallado, dejándolos vulnerables a un segundo disparo, Owlman estaba sonriendo, matar a esos niños iba a ser sencillo. Disparó una segunda vez, esperando escuchar sus gritos de dolor y terror.

El segundo disparo había pasado rozando la mejilla de Dick, quien apenas había tenido tiempo de esquivar la bala al momento de girarse, ahora estaba hincado en el suelo, con Damian forcejeando debajo de él para liberarse. Dick estaba muy consciente de que si ese hombre era el “amo” de Talon, quienes eran sus dobles, seguramente sería el doble de Bruce, quien los entrenó y a quien ellos no eran capaces de derrotar en un encuentro de poderes, después de todo era el mejor cazador del mundo, quien podía controlar fantasmas, personas, solidificar la energía y a saber cuántas cosas más que en ese mismo momento no tenía tiempo para recordar.

Conner y Jason habían corrido al mismo tiempo para atacar a Owlman con sus puños, pero ni la habilidad de Red Hood ni el inmenso poder de Kon sirvieron de mucho, apenas lo habían hecho retroceder un par de pasos. Él golpeó a Kon, mandándolo al otro lado del amplio jardín, después le apunto a Jason justo en la frente, quedándose así por varios instantes.

—¡Suéltame!—Damian estaba tratando de zafarse de los brazos de Nightwing, quien no había aflojado su agarre ni un poco sobre el chico —¡Va a matarlo! ¿No te das cuenta? ¡Tenemos que ayudarlo, Grayson!— pero ni el mayor ni Tim parecían estarle prestando atención.

—Adelante—Jason retó al tipo a dispararle, él sabía que no podía morir, pero si ese hombre era el doble de Bruce entonces podría tener el poder para matarlo. Era un riesgo que correría si con eso les daba la oportunidad a los demás de atacarlo o de ponerse a salvo, no lo perdonarían por hacer algo tan estúpido pero ese “detalle” no le quitaba el sueño. Ya se disculparía si volvía como fantasma, de hecho él, Kory y Roy serían un trío espectral bastante cool y podrían dedicarse a fastidiar a Tim, vigilar a Damian, cuidar a Cass, acompañar a Alfred, ayudar a Bruce y hacerle la vida imposible a Dick, por el resto de sus vidas. Incluso podrían volverse una familia de fantasmas cuando todos murieran… Ya estaba divagando, al parecer “Owlman” no se había atrevido a disparar —Pensé que querías matarme— Jason sonrió, únicamente para retar a ese tipo ¿Qué podía decir? Nunca fue el mejor en cuanto a evitar el peligro, él era de los que corría directo hacia ello, no tenía instinto de preservación.

—No voy a dispararte, Jay— y en ese momento su voz sonó casi idéntica a la de Bruce. Sin otra palabra de por medio le dio un puñetazo que lo mandó bastante metros atrás —Vamos niños, mis chicos no tendrán miedo de enfrentarme,  ustedes parecen aterrados— y sonrió, apenas una torcedura de su boca hacía uno de sus costados.

—Plan B547— Tim dijo hacia los demás, esperando que resultara. Le intrigaba que Owlman no le disparara a Jason pero sí a Dick… Quizás podría usar eso a su favor, si vivían lo suficiente.

El plan B547 no era un plan realmente, era un movimiento practicado que requería una coordinación practicante perfecta, la cual no tenían con Damian porque nunca había visto ese movimiento, pero para eso es que se habían preparado el día anterior.

Owlman se quedó de pie, cambiando ligeramente su postura, esperando a ver qué es lo que harían esos niños; si su plan era atacarlo por sorpresa entonces no iba a funcionar y sin duda los mataría esta vez.

Comando uno— La voz de Tim cambió ligeramente, haciendo que Kon y Robin entraran en su dominio, ahora ellos harían exactamente lo que él quisiera. El único problema con ese tipo de movimientos era que él mismo quedaba expuesto a un ataque, ya que su atención se dividiría entre su entorno y sus “peones”.

Ahora era el turno de Jason y Dick para moverse, ambos utilizaron la técnica para expulsar espíritus que Batman les había enseñado, la cual en la que los dos eran muy buenos. Esta consistía en estirar las manos, juntando pulgares e índices, formando una “pica” en el hueco que quedaba entre ambas manos, además de eso debían de gritar, cualquier cosa estaba bien para el caso o solo gritar, con todas sus fuerzas. Realmente gritar no era necesario, era sólo una manera de enfocar su energía para eliminar a los fantasmas. El movimiento en sí mismo mandaba una ola expansiva de energía astral, que combinada con el Haz de Luz Blanca que ambos eran capaces de emitir los fantasmas eran “exorcizados” y regresados al plano Alfa.

Por desgracia Owlman no era un fantasma y eso lo único que logró fue empujarlo no más de un par de metros.

Pero, mientras ellos estaban tratando de exorcizarlo Tim usó a Kon para romper los muros y usarlos para aplastar a Owlman entre ellos, causando un gran estruendo. También usó a Damian, para lanzar las bombas de Luz y las sónicas, justo antes de dejar al tipo apresado entre los muros, así al momento del impacto todo estallaría.

Pensándolo bien, no era un movimiento tan complicado, quizás si lo ensayaban con Damian él niño accediera a obedecer en lugar de correr y tirarse de cabeza.

—¿Eso es todo?— Owlman habló, oculto en la gran nube de polvo que el ataque realizado en su contra levantó —Casi me siento decepcionado—y con un movimiento de su mano el polvo desapareció.

—¿Cómo diablos?—Jason dio un salto hacia atrás, al igual que Dick, ellos eran los que estaban más cerca, no es que le tuvieran miedo exactamente… No, al carajo, claro que esa fría sensación en su espina era miedo.

—No parece herido— Dick observó, buscando alguna vulnerabilidad, sin hallarla.

—Creo que les voy a enseñar cómo se hace este trabajo— los ojos de Owlman brillaron detrás de sus grandes anteojos de búho —Ningún poder tiene sentido si no se utiliza—con un movimiento de su mano hizo que la tierra comenzara a moverse, aunque no era la tierra en sí, era lo que estaba debajo de ella.

Retírense— Tim hizo volver a Kon ya Damian junto a él, utilizando el poder de Kon para elevarlos a los tres, estaban a punto de entrar al infierno.

Una gran horda de fantasmas apareció, eran más de cincuenta, todos ellos de personas que habían muerto ahí hacía más de cincuenta años, podían saberlo por sus vestimentas. También habían espectros, como el de Harley, una mujer que había sido traída del otro plano por el Joker años atrás en ese mismo sitio, También podían ver sombras con alas deformadas y otras con varios brazos.

—Deberías usar tu poder para controlar a los fantasmas, Hood— Dick comentó, mientras se elevaba con sus alas, llevando a Jason con él.

—¿Estás loco? ¡No hay manera de que pudiera controlar a tantos!— sí, lo más que había podido manejar simultáneamente eran diecisiete, de los más apacibles, él no quería tener que usar a los que estaban ahí, las sensaciones que le transmitían eran nauseabundas —¡Es mejor si los mandamos al mismo infierno del que salieron!— sabía que debió llevar su biblia, lo sabía, también el agua bendita, pero no, tenía que hacerle caso a Tim. La verdad es que no hubiese cambiado en nada las cosas, pero cuando menos tendría algo de placebo en tenerlos.

No obstante ellos no pudieron ejecutar ningún plan, Owlman les arrojo plumas, ¡Plumas malditas!, de energía a todos ellos haciéndolos caer.

Combatir contra fantasmas era algo que hacían todo el tiempo, pero en ese momento, sin importar a cuantos desvanecieran o exorcizaran simplemente seguían saliendo más y más, como la cabeza de hidra. Tim tuvo que soltar el control sobre Damian y Kon, dejando que cada quien se defendiera como pudiera, la única forma en la que él pensaba que podía deshacerse de ellos era abriendo una grieta y mandarlos a todos juntos pero… Pero, nada le garantizaba que la grieta no sería aprovechada por Owlman para traer cosas peores y ni él, ni Kon, ni Damian, podían realmente exorcizar, solo destruirlos por un periodo corto de tiempo.

Arkham tenía la propiedad de hacer que los fantasmas se regeneraran casi al instante, por lo que sus esfuerzos eran en vano.

Nightwing y Red Hood sabían que los otros tres estarían en desventaja y que nadie más iría a salvarlos, tenían que apurarse e ir con ellos, su mejor oportunidad era si se quedaban todos juntos.

Los fantasmas repentinamente desparecieron, dejándolos a los cinco confundidos, Tim fue el único en reaccionar a tiempo aunque era tarde.

—Se terminó el juego— Owlman se había percatado que era Tim, el doble de su Red Talon, quien tomaba las decisiones por lo que tenía que eliminarlo primero. Lo había atravesado del costado izquierdo, justo debajo del corazón y lo habría matado si Tim no se hubiera movido en el último momento.

Sin perder el tiempo, Owlman, sacó su garra del cuerpo de Tim, dejándolo caer, le disparó a Conner en el pecho a quemarropa y tomó Damian por el cuello. Su amenaza era clara, si alguno se movía le rompería el cuello al pequeño Robin. No por nada él era el jefe del sindicato del crimen.

Notas finales:

Ya la próxima es el final


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