Era mediodia, la Hokage lo había llamado con urgencia a su oficina
-Rock Lee -Dijo con semblante serio la rubia, tenía las manos entrelazadas a la altura de los labios
El pelinegro esperaba paciente lo que su Hokage tenía que decirle
-He aceptado una solicitud de Matrimonio para ti
-Que? - pregunto angustiado el pelinegro
-Lo que oíste Lee, sabes muy bien cuáles son las reglas, han estado llegando muchas solicitudes de matrimonio para ti, al no tener familia queda en mi la responsabilidad de aceptar quien sera tu futuro esposo y elegido la mejor opcion
-Pero Tsunade-sama yo aún no quiero casarme - dijo triste con la mirada gacha
-Vas a cumplir 17 no es así? Es hora de que te cases
-Tsunade-sama por favor - se arrodilló frente a ella - se lo suplico aún no quiero casarme
Lee sabía muy bien cuál iba a ser su destino cuando descubrieran que era un Doncel, las leyes de su aldea decian que un Doncel podía ser pedido en matrimonio aún cuando fuera menor de edad y sus padres o tutor debía acepar obligatoriamente una de las propuestas. Como él no tenia familia, su tutor legal era su Hokage por lo tanto debía de ser ella quien aceptara las propuestas.
-Ya no puedo hacer eso Lee, he enviado la respuesta aceptando una propuesta y obligatoriamente tendrás que casarte
Esa era la triste realidad que sufrían los Donceles dentro de las aldeas, aún si no quisiera a su futuro esposo debía de aceptar pasar toda su vida con él aún cuando no lo llegara amar.
Rock Lee no había conocido al verdadero amor, aún era muy joven y sin embargo no iba a poder hacerlo. Se iba a casar con un hombre al que no amaba.
El pelinegro derraba lágrimas, porque la vida era tan injusto con él, porque las cosas eran tan crueles
-Animate, he aceptado la mejor de las propuestas que han llegado
-Por favor Hokage-sama -le suplicaba llorando
-Lee, el hombre con el que te vas a casar es un hombre poderoso en su aldea, no es cualquier persona, su estatus está por sobre todos los demás
-Quien Es? -dijo apretando los puños y levantando la mirada para ver directamente a la rubia
-El Kazekage de Suna, Sabaku No Gaara
Lee no lo aceptaba, se negaba rotundamente, porque tenía que ser con él, porque con ese demonio que una vez trato de matarlo y casi hace que se trunque su sueño de volverse un ninja
-No puedes negarte - decía dolida la rubia, el chico frente a ella era un muchacho bondadoso y ella lo sabía muy bien, Lee era uno de los seres más bellos sobre la tierra, no solo por su bondad, también por su corazón, Lee era tan bueno, amable, carismático, siempre lleno de ánimo y nunca había sido egoísta con nadie, verlo llorar de esa manera le partía el alma pero ella era la máxima autoriada y como Hokage debía hacer respetar la Ley.
-No trates de escapar, ninjas de ANBU te vigilarán, si logras escapar será considerado como una deslealtad de tu parte y serás exiliado sin oportunidad de volver a la aldea y obviamente dejarás de ser un ninja de Konoha.
-No...
-Tienes todo el día para despedirte, ANBU de Suna vendrán está noche por ti para llevarte a la aldea de la arena, dentro de un mes será tu boda
Lee salió corriendo de la oficina de la rubia. No podía desobedecer aquella orden de su Hokage, pero tampoco quería casarse con Gaara.
Sólo tenía un día para despedirse de todos y Gai no se encontraba en la aldea, debía de hacer algo para impedir su traslado a Suna.
-Naruto...
El rubio era el amigo de Gaara, él era el único que podía hacer cambiar de opinión al pelirrojo.
Lo buscó por toda la aldea, lo encontró camino al Ichiraku
-Hola Cejotas! -Saludo muy alegre el rubio
-Naruto debes de ayudarme- le pidió desesperado el pelinegro
-Oye Cejotas que sucede? - le preguntó al darse cuenta que Lee estaba Llorando
-Es Gaara... Él a solicitado que me casé con él, tu eres el único que puede hablar con él y decirle que
-No puedo - lo interrumpió apenado- ya he hablado con él
-Que?
-Gaara ya me había dicho que iba a solicitarle como esposo
-Yo no quiero casarme
-Se lo dije, y aún sabiendo que no lo amas él no iba dar marcha atras
En ese instante se le calló el mundo a Lee, si Naruto no pudo convencerlo nadie más lo haría. No tenía más opcion que casarse
-Lo siento Lee, se que no amas a Gaara
Lee no dijo nada, con las esperanzas rotas y totalmente vencido se fue a su departamento a llorar su desgracia.
En la soledad de su casa lloró todo lo que pudo llorar, ni siquiera estaba Neji para consolarlo, la castaña y su maestro habían ido a una misión y volverían dentro de una semana, estaba solo y nadie iba ayudarlo, no podía escapar.
No supo cuanto tiempo lloró y tampoco supo en que momento se quedó dormido. Cuando despertó sólo faltaba una hora para la media noche.
Estaba a oscuras, no había ingerido alimento y tampoco tenía hambre.
Camino hacia su habitación, se dirigió al baño y cuando encendió la luz vio su reflejo en el espejo, tenía los ojos rojos de tanto haber llorado y el semblante más triste que nunca antes había visto.
Se lavó la cara, se secó las pocas lágrimas que se confundieron con el agua y regresó a su habitación a empacar sus cosas, ya no había tiempo de nada, sólo la muerte iba a poder sacarlo de la situación en la que estaba pero aún así no optó por esa opción.
Ya había estado en situaciones complicadas antes y siempre habia salido victorioso, esa era un mas, sólo debía de ser fuerte y enfrentarlo como el ninja de Konoha que era.
Empacó sus cosas sin ningún apuro, colocó su mochila sobre el hombro y le dio una última mirada a su habitación, era la última vez que iba a estar ahí. Vio la foto de su equipo en la mesita de noche, camino hasta ella y la cogió entre sus manos. Sus mejores amigos y su sensei estaban plasmados ahí. Quito la foto del marco y la guardo en un bolsillo de su chaleco y finalmente salió.
Caminó hasta la entrada de la aldea y en cada paso que daba recordaba momentos vividos en aquel lugar, al llegar divisó a su Hokage al lado de unos ANBU de Suna , por lo visto lo habían esperado.
-Lee - hablo la rubia - Nos veremos el día de tu boda
-Si
-es mejor que te vayas acostumbrando a tu nuevo hogar, además vas a poder ver los preparativos de tu boda
El pelinegro estaba cabizbajo, no le emocionaba para nada tener que irse
-Tsunade-sama
-que sucede?
-Podría despedirme que Gai y de Tenten
-Por supuesto, pero no es necesario, estarán presentes el día de tu boda
Lee sólo asintió con la cabeza y empezó a caminar fuera de la aldea
-Lee!!!
Escucho la voz de Naruto gritar su nombre, se giró y lo vio llegar corriendo
-Cejotas... - dijo Naruto tratando de recobrar el aliento
-Adiós Naruto
-Lamento mucho no haber podido ayudarte
-No importa, de todos modos muchas gracias
-oye Cejotas, Gaara ya no es el mismo de antes, él a cambiado mucho... Él en verdad te quiere
Lee Volvió hacia su camino
-Espero que puedas asistir a mi boda
Naruto vio alejarse a un Lee muy abatido.
Los ANBU iban escoltando a Lee, el futuro esposo del Kazekage de Suna.
****
Habían pasado 2 días desde que partió de Konoha, estaba por llegar a Suna, ya podía divisar a los hermanos de Gaara en la entrada de la aldea.
-Bienvenido Lee
La rubia le dio la bienvenida a Suna, Kankuro sólo la seguía
-Temari-san, Kankuro-san - dijo haciendo una reverencia
-Oh Vamos Lee, ya deja las formalidades, vas a casarte con Gaara no? Vamos hacer familia
Dijo en un tono amigable el castaño.
-Gaara volverá está noche
Ni siquiera había esperado su llegada para darle la bienvenida, que clase de futuro esposo era.
Lee sabía que aunque Gaara había cambiado mucho, que aunque se hubiera convertido en Kazekage y su aldea lo "Quisiera y respetara" dentro de él seguía aquel demonio de arena que hace años intento acabar con él, eso le aterraba en lo más profundo de su alma. El pelirrojo aún seguía siendo muy frío y tan serio, parecía no tener sentimientos. Sabía que Gaara no tuvo una niñez feliz y tampoco una familia ideal y era lo único que compartían en común, ninguno de los dos había sido feliz.
****
Se instaló en la habitación que le habían asignado, era un lugar amplio y muy cómodo, tenía una cama muy grande y una vista increible de la ciudad por su ventana. Tenía que acostumbrarse a ciertos lujos, no se iba a casar con cualquier persona.
Terminó de acomodar sus cosas en su nueva habitación, había pedido hacerlo solo, no necesitaba ayuda para hacerlo, después de todo nunca nadie se había ofrecido acomodar sus cosas. Aunque no eran necesarias, habían equipado la habitación con todo lo necesario, inclusive ropa, no la misma ropa que siempre usaba, pero si del mismo color, todas las prendas eran verdes. Pero él aún prefería utilizar su expam de látex.
Se acostó sobre la cama y una suave brisa entraba por la ventana acariciando su tranquilidad, estando en la tranquilidad de su cuarto recordó la última vez que habló con Gaara
FLASH BACK*
Se habia despertado casi a la media noche y por algún motivo se sintió incomodo en su propio cuarto, alguien estaba ahí.
De la oscuridad salió el demonio de cabello rojo al que tanto miedo le tenía
-Gaara... - susurró
-Hola Lee
-Que haces aqui?
-vine a verte
Se quedaron en silencio por un largo rato, Lee estaba por moverse de su cama
-Yo no haría eso si fuera tú
Gaara lo amenazó al predecir las acciones del pelinegro, aún así Lee trato de huir de su propia habitación pero pronto sintió la arena apretar todo su cuerpo. En esos instantes sintió un miedo puro, esa sensación de la arena alrededor de su cuerpo era la misma que hace años en los exámenes chunin cuando le rompió una pierna y un brazo. Por miedo a su propia vida se quedó inmóvil a merced de lo que quisiera hacerle Gaara.
El pelirrojo dio unos pasos más y se acercó a Lee
-No tienes porque huir, no voy hacerte daño
-Vete de mi casa
-No, antes tengo algo que decirte
-que es lo que quieres de mi?
Lo tomo del menton y lo miro fijamente
-Te quiero a ti
Sintió un escalofrío recorrer su espalda
-Quiero todo de ti - dijo acariciando una de las mejillas del menor - te deseo Lee... Te quiero sólo para mí
Lee no dijo nada, no podía articular palabra
-Durante muchos años te he deseado, sé que tarde o temprano serás mío
En los ojos de Gaara se reflejaba el deseo y las ganas de poseer a Lee
-No voy a dejar que nadie más te posea, me alegra que Neji haya muerto asi no tendria que matarlo y cargar con su muerte en mi conciencia
Eso que dijo lo terminó de rebalsar en miedo, quería huir, trato de hacerlo pero la arena lo apretó un poco más
-fuiste el primero que cruzó mi barrera y me hiciste sentir algo que nunca nadie me había hecho sentir... Deseo... Por eso intente matarte, para que nadie más pudiera sentir deseo por ti, pero con el tiempo me enamoré de ti, me gusta todo de ti y ya no puedo seguir negándolo, tendrás que amarme aunque no quieras y me darás la familia que tanto quiero
Lee se negó rotundamente y sus lágrimas empezaron a salir debido al miedo
-lo harás Lee... - apreto sus mejillas con una mano y le dijo amenazante- Me amarás aunque sea a la fuerza
Luego de eso loo empujo hacia la cama y lo besó de una manera tan salvaje que hizo sangrar los labios de Lee, y no solo eso, también le marcó la piel para que todos supieran que ya tenía dueño.
FIN DE Flash BACK***
se había quedado dormido, cuando despertó ya era de noche y lo sabía porque podía ver a la luna resplandeciente desde su ventana
-Por fin has despertado
Escucho la voz de Gaara desde la oscuridad, exactamente como hace años
-Gaara
Sintió un dejavu en ese instante.
-Me alegra que hayas llegado, me alegra volver a verte
Lee trato en seco, el ambiente estaba tenso
-Sucede algo?
El pelinegro negó con la cabeza
-Me gustaría que dieramos un paseo, hay algo que quiero mostrarte
Acepto la invitación de su futuro esposo y lo acompañó al lugar que quería mostrarle, era una torre desde donde se podía ver absolutamente toda la ciudad y el horizonte del desierto, la luz de la luna y la brisa del viento hicieron del paisaje algo magnífico, Lee estaba maravillado con lo que veía, la aldea de Suna era realmente hermosa.
-Es increíble - susurró para si mismo pero sus palabras fueron audibles para los oídos del pelirrojo
-Me alegra que te gustara
Lee voltio a mirarlo, estaba parado a un lado suyo
- lamento lo que dije la ultima vez que nos vimos, no sabia que estaba pasandome, no quería que te asustaras de mi ... Lo siento, sé que no quieres casarte conmigo, pero aún así yo... No podía perderte, tenía miedo de que alguien más se quedara contigo
Rock Lee sólo escuchaba atento
- Lee sabes lo que siento por ti, al unico al que quiero eres tú
-Gaara, porque me has traído aquí?
-Quiero que esto sea algo especial para ti
-No entiendo - estaba confundido, no sabía a qué se refería exactamente el pelirrojo
De pronto lo vio sacando una pequeña cajita, al abrirla se dio cuenta de que se trataba
-casate conmigo Rock Lee
-Yo...
-No te sientas obligado aceptarme si no lo quieres, podrás regresar a Konoha si así lo deseas o puedes permanecer para siempre conmigo
Rock Lee lo pensó bien, sabía lo difícil que era para Gaara hablar de sentimientos y sin embargo le ha confesado su amor, sería muy egoísta de su parte rechazar lo que Gaara estaba sintiendo por él, nadie se había portado con él de esa manera, no podía negarse.
Pero por otro lado estaba él, aún no quería casarse, no amaba a Gaara y no estaba seguro si en algún momento podría llegar amarlo.
Debía de tomar una decisión, pero su corazón tan gentil no le permitía hacerle daño a Gaara, no podía hacerlo no podía lastimar así sus sentimientos, sabía lo duro que ha sido la vida con el pelirrojo no quería seguir resquebrajandolo más
-está bien, acepto - le dijo con una pequeña sonrisa y unas lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas
Gaara le colocó el anillo a Lee y seco sus lágrimas con delicadeza
Se acercó a él lo tomo suavemente de la cintura y lo besó. Un suave y dulce beso los envolvio, Lee se dejó llevar por el momento, rodeo el cuello de Gaara con su brazos y profundizó más el beso. Se sentía tan bien en los brazos de Gaara, como no pudo darse cuenta antes de lo que sentía por él, se dejó segar por su miedo y no acepto que Gaara en verdad había cambiado, quería hacer bien las cosas.
Estaba decidido a darle una oportunidad al pelirrojo.
Con el paisaje de Suna rodeándolos se dejó envolver por ese bello sentimiento que estaba creciendo en su corazón.
Empezaron a necesitar aire y se vieron obligados a separarse, sólo un par de centímetros sin cortar el abrazo, se miraron fijamente y se volvieron abrazar
Gaara le susurró muy suave en el oído a Lee unas palabras que jamás iban a borrarse de la memoria del pelinegro
-Gracias Lee...