Tras el intento de asesinato de parte del malvado petrolero contra su novio el famoso Lightning McQueen, Sally volvió a ponerse su traje favorito y trajo al presente ese brillante carisma que en el pasado le otorgo tantos éxitos.
Ataviada con ese traje chanel, con una sonrisa llena de confianza en sus propias capacidades, la señorita Carrera dejo su pacifico hogar para poner entre las rejas al psicópata que por poco le quita a su amor.
-Te agradezco por esto Caroline- dijo Sally abrazando a la castaña- no hay problema Sally, además es horrible lo que intentaron hacer con Lightning- la rubia asintió mientras lagrimas caían por sus ojos- si lo sé- ambas amigas se sonrieron- pero eso hará que llegue la maestra- Carrera asintió sintiendo un deseo de venganza que solo podría ser apagado con la pena máxima.
-buenas tardes señoritas- en la pantalla apareció el abogado de Lewis Hamilton quien le sonreía a la rubia- soy Derek James- la rubia se sonrojo ante la dorada mirada del británico- un placer, soy Sally Carrera abogada de Lightning McQueen- encantado señorita. Soy el abogado de Lewis Hamilton- Sally giro la cabeza encontrándose sola- su amiga acabo de retirarse- dijo Derek son una gran sonrisa, al parecer había encontrado una aliada- o entonces en otra ocasión se la presento James- el pelirrojo frunció el señor- por favor no me diga usted, llámeme Derek- la americana asintió sonriendo aunque teniendo ciertas dudas en su cabeza- bueno Derek, entonces tú también llámame Sally- por supuesto Sally- el británico sonrió encantado mientras la rubia se miraba confundida aunque aún con el deseo de venganza.
No es justo, Lightning allá en casa y yo coqueteando, son pareja; Sin embargo Carrera no sabía que dentro de poco estaría maldiciendo a su ahora novio, claro pero eso aún no es real...
Mientras tanto en Radiador Springs el mencionado corredor se encontraba mirando al techo, aburrido pues su mejor amigo se encontraba de misión junto a su también colega y novia.-tal vez haya algo bueno en televisión- el rubio miro fastidiado a su rival- Bernoulli esta en todos lados- gruño apagando el aparato sin percatarse de la palabras de su rival, pero si lo hubiera hecho tal vez no habría sufrido tanto y el preludio no sería de dolor
Francesco ama a una persona inocente y hermosa, con ojos azules, que no me busca por mi fama, solo por ser Francesco…
Desde que termino el Prix Francesco no ha dejado de pensar en ese hermoso americano, que contrario a lo que estaba acostumbrado no le alababa, ni coqueteaba y eso nunca le había pasado, pero por alguna razón le encantaba.
-ya pronto estarás conmigo amore- sonrió el castaño imaginándose al rubio a su lado, sonriéndole- Francesco cuidado- el castaño estaba tan perdido en sus pensamientos que no escucho la advertencia de Giuseppe y termino estrellándose contra la barra de contención- que- el campeón estaba aún aturdido cuando a su lado llego su jefe de mecánicos- Francesco cuantos dedos vez- tres- dijo Bernoulli saliendo del vehículo- vamos a casa- así ambos hombres salieron de la pista dejando el auto de formula al cuidado de Sal.
Constanza Bernoulli se encontraba en su más grande pasión: su jardín, quien después de su hijo era lo que más amaba en su vida, la castaña sonrió cuando vio a su hijo y levantándose le acerco a ambos hombres- que ocurrió, hijo estas bien- pregunto al ver a Francesco con algunos moretones- estoy bien mama, solo que me distraje- la mujer no muy convencida asintió acompañándolos al interior de la propiedad, ya luego hablaría con su hijo- desean jugo de mora- pregunto la señora mientras ambos hombres asentían- quien será aquel que ronda los sueños de mi hijo- la castaña sonrió- ha de ser alguien muy especial, para que entorpezca a Francesco de esta manera- y cuánta razón tiene la señora, pues dentro de poco conocería a esa persona, su yerno.
Sally sonreía mirando al pelirrojo quien de alguna u otra manera la convenció de venir a Inglaterra para hacer más rápido el proceso junto con los otros abogados, aunque eso ya se solucionó y Axelrod estaba pagando junto a sus secuaces en la prisión de máxima seguridad en Gran Bretaña.
-Me gustaría que fueras conmigo a cenar, conozco un restaurante italiano extraordinario- Derek sonrió a Sally, quien cariñosa le devolvió el gesto- me encantaría de verdad- ambos se besaron sin darse cuenta que fueron vistos por una pareja igualmente de novios que fue a tener una cita en Hide Park.
-No puede ser- Mate y Holly miraban a la otra pareja- McQueen no se merece esto- ambos castaños se miraron- debemos decirle no- pregunto el americano a su linda novia- creo que es mejor esperar a ver si ella le dice- tienes razón Holly- ambos se sonrieron y Mate aun con cierto pesar siguió caminando feliz.
Tras pasar dos semanas en Inglaterra, Sally con gran pesar tuvo que regresar a su hogar, pero Derek no la dejo marchar, no sin antes sacarle la promesa de romper con el corredor- lo prometo Derek- el pelirrojo sonrió- entonces en 6 días te llamare- la rubia sonrió besando los labios del británico- por supuesto- lo que la chica no sabía es que no la llamaría, sería algo mejor…
-Hola Sally- la rubia sonrió al ver el tierno gesto de su novio: irla a buscar al aeropuerto* diablos, esto será más difícil* claro como terminas con alguien que te ha acompañado por 3 años, que trajo de nuevo a la vida un pueblo fantasma solo porque era tu sueño, que te ha apoyado y jamás defraudado- hola Lightning- Carrera no beso la mejilla como acostumbraba sino solo le hizo un gesto con la mano, que le quito la sonrisa al corredor* acaso hice algo mal*
No por supuesto que no, al contrario fuiste el mejor novio para ella…
-entonces es amor, mama- pregunto Francesco mirando a la mujer que la vida le dio- si hijo- el castaño sonrió imaginándose al americano en miles de situaciones- búscalo hijo- el corredor miro a su madre y sonrió- lo buscare y lo traeré madre- la castaña asintió- al fin será feliz, Vittorio- la mujer observo el retrato del difunto marido- nuestro Francesco, por fin tendrá a alguien que lo ame como nosotros nos amamos…
Por supuesto que así seria, pero antes tendrían que enfrentar miles de obstáculos, bueno no tantos…
-Que seas feliz Sally- fueron la palabras del rubio antes de salir de la alcoba, donde su novia, bueno ex novia se encontraba con Derek- te dije que sería fácil muñeca- el pelirrojo beso la mejilla de su novia mientras Sally sentía un presentimiento.* Acaso hice mal, en apresurar las cosas*
No querida, yo te lo dijo, hiciste lo correcto
Lightning empezó a llorar con fuerza, abrazando sus rodillas- porque nadie me ama- el chico se acostó en la roca mientras lágrimas de dolor caían por sus ojos.
Tal vez te suene extraño, pero no para McQueen, quien siempre se había sentido a gusto en el exterior.
-que hice mal- el corredor empezó a dormirse bajo el dulce arrullo de la luna- me siento mal. Acaso nadie nunca me amara…
Mientras Lightning sollozaba hasta quedarse dormido, Francesco iba en camino pensando en su rubio…