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¡Me estoy volviendo loco! .:Ayakane:. por PsychopathPinkGirl

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Notas del capitulo:

Les dije que lo reescribiria (?)

Habían pasado semanas desde que recibió la noticia, Ken Kaneki, el nuevo miembro del Arbol Aogiri, sería su compañero de habitación de ahora en adelante, claramente la noticia no fue muy grata para el menor de los Kirishima, sobre todo cuando ese hombre fue quien se atrevió a retarlo y romperle la mitad de sus huesos. Ahora pondrían a dormir en su misma habitación a ese jodido desquiciado (en palabras de Ayato), solo le quedaba rezar para que no se le ocurriera matarlo mientras dormía, aunque para ser sinceros, desde que Kaneki se había instalado en su habitación, Ayato sufría de insomnio haciendo que fuera era un milagro que pudiera dormir de vez en cuando.

Este era uno de esos días donde ni siquiera tenía ganas de pelear con Kaneki como siempre lo hacían, no todos los dias eran golpes; las ofensas, humillaciones, gritos, vulgaridades eran más que suficientes en ocasiones para expresar el odio que ambos chicos se tenían, aunque algo inquietaba a Ayato y es que de un tiempo para acá había comenzado a ver de manera...¿romántica? o algo similar a Kaneki, aunque Ayato trataba de convencerse a si mismo que aunque el albino le pareciera muy atractivo no lo hacia homosexual, era una idea que había descartado desde que lo pensó por primera vez pero aun así no podía evitar ver lo apuesto que era el híbrido. Se sentía enfermo porque su mente le sugiriera tales cosas.

12:00 a.m y Ayato apenas llegaba a su habitación pues se había quedado entrenando hasta tarde con su escuadrón, el cual veía como una bola de ineptos buenos para nada pues ese día pudo pelear contra 5 sin dificultad alguna, aunque cualquiera pensaría que es divertido ver a un chico de 15 ganándole a 5 hombres, para el Kirishima menor no era para nada divertido, si seguian así el CCG les haría pedazos y claro que eso no era una opción. Bufó cerrando la puerta tras de él y dirigió su vista a la habitación, olía a bien y esta estaba perfectamente ordenada, al parecer Kaneki habia limpiado nuevamente. Miró hacía la cama de su compañero el cual ni siquiera se dignó a levantar la cabeza del libro que leía para ver al Kirishima menor.

  — Limpiaste. — Se limitó a decir Ayato tirandose a su cama en cuanto la tuvo a unos escaso centimetros de él, Kaneki susurró una respuesta afirmativa antes de que la habitación cayera nuevamente en el silencio, no era  incómodo, se podría decir que era uno bastante  relajante, no escuchar gritos por un día era bueno. Ayato desvío su mirada a su cajón de ropa interior que estaba cerrado pues lo había dejado abierto en la mañana. Frunció el ceño y se levantó para poder abrirlo; en cuanto lo hiz se encontró con que toda su ropa interior estaba perfectamente acomodada. — ...¡¿QUÉ CARAJO HACES METIENDO TUS MANOTAS EN MI ROPA INTERIOR?! — Gritó despidiéndose de la quietud y la paz.

— Estaba desordenada. — Respondió Kaneki tratando de mantener la calma y no ponerse agresivo también,  solo por un dia quería estar en paz.

  — ¡ERA MI DESORDEN ORDENADO! — Gritó Ayato de vuelta pero de un momento a otro palideció, tomó todos sus boxers y los sacó rápidamente sin importar donde y como cayeran. —  ¿Dónde? ¿Dónde estan? — Se preguntaba a si mismo repetidas veces sin ver rastro de sus bebés.

— ¿Buscaba esto, Kirishima-kun? — Ayato giró su rostro rápidamente en dirección a Kaneki. — Estas revistas son para mayores de edad, usted tiene 15 años, no puede ver este tipo de cosas, esta mal y por esa razón yo las conservare, después de todo  soy un adulto apto para poder ver mujeres desnudas. — Kaneki sostenía 4 revistas pornográficas en una de sus manos a la vez que dejaba su libro de lado.— Ya veo que era lo que metía al baño sigilosamente y porque se tardaba tanto. — Agrego, su inexpresivo rostro cambio a uno divertido o mas bien burlón.

  — Tú...hijo de puta... — Gruño— ¡devuélvelas! ¡son mias!

— No lo creo, no esta bien que un niño vea de estas cosas.

— Uno...

—  Oh ¿Vas a contar?

— Dos...

— Lo hago por su bien Kirishima-kun, no queremos que usted se convierta en un pervertido ¿O sí?

  — ¡Tres! — Gritó antes de saltar sobre Kaneki, lo golpearía, por supuesto que lo haría incluso lo mataría de la manera más lenta y agonizante. Lo primero que hizo al caer sobre él fue golpear su mejilla, Ken, en respuesta a esto, levantó su pierna dando un rodillazo al estómago de Ayato.

—...Maldito — Ayato plantó otro golpe en el rostro del albino, este ultimo, cansado de los gritos y peleas diarias de su compañero por tonterías, tomó sus dos brazos y giró hasta quedar esta vez sobre el de menor edad, el cual se movía trando de liberarse del fuerte agarre del híbrido.

  — Kirishima-kun, le pido que se calme — Murmuró Kaneki lo suficientemente cerca como para que la respiración de ambos chocara, el de arriba no parecía ni inmutarse por la cercanía de ambos cuerpos, por otro lado el chico de abajo estaba que se moría. Un mínimo movimiento y sus labios se tocarían, su respiración se había acelerado y se reprochaba mentalmente el porque se sentía así, era claro que estuviera nervioso, no cualquier hombre le gustaria besar a otro pero...su pecho se sentía extraño pues sabía que eso no era nerviosismo — Hoy no quiero pelear ¿Qué tal si olvidamos el tema? —El albino se levantó para tomar las revistas y entregárselas a Ayato que aún permanecía en el suelo.

  —  Como sea. — Gruñó el ghoul menor antes de levantarse y sacudir su ropa.— Iré a tomar una ducha. —avisó. — Ni se te ocurra meterte al baño, con eso de que te gusta meter las manotas y ver en lugares donde no debes. —Ken rodó los ojos fastidiado.

Casi una hora después Ayato salió del cuarto de baño con una pijama color azul y el cabello humedo secandolocon una toalla. Kaneki aun se encontraba leyendo un libro que Ayato no podia descifrar porque:

1. No sabia leer

2. Los dibujos de la portada no le ayudaban en pensar de que se trataba

Por supuesto no le preguntaría al híbrido, pero se le hacía curioso que este se la pasara leyendo ese libro pues tenía más y siempre era ese, quizás estaba loco o guardaba porno ahí, quien sabe. 
Se metió bajo sus cobijas tratando de olvidar al hombre con el que compartía habitación, lo mejor era dormir de una buena vez o estaría muerto en el entrenamiento que tendría a las 8:00 am.

  — ¿Desea que apague la luz, Kirishima-kun? — escucho la voz de Kaneki, Ayato asintio ya adormilado—  Bien — dejo su libro a un lado y se levanto para apagar la luz, miro de reojo a Ayato y no negaria que el niño era adorable cuando no fruncia el ceño—  eh...¿que? — susurro, no era comun pensar que ayato era lindo, pero bueno, no importaba, solo era un pensamiento cualquiera, rio a lo bajo antes de apagar a la luz y volver a su cama, prendiendo la lámpara que tenia en su mesa de noche para retomar su lectura. Pudo escuchar como la respiracion del apodado conejo se relajaba y ver como poco a poco el cuerpo de su compañero permanecio inmovil, al menos ya no habria gritos hasta el dia de mañana.

2:00 a.m

Kaneki continuaba leyendo aunque hace casi 20 minutos había terminado aquel libro que prácticamente se sabía de memoria y ahora leía desde el principio nuevamente, el nombre de este era El huevo de la cabra negra, amaba ese libro y la razón era que se sentía identificado, años atras solamente le había fascinado aquella oscura historia pero ahora es como si leyera su situación el como su vida cambió de una noche a otra gracias a una mujer, quizás eso era lo que le fascinaba tanto. 

Su lectura fue interrumpida por la suave y adormilada voz de Ayato, miro en dirección al anterior mencionado pensando que se había despertado pero no pudo evitar reír al notar que Ayato hablaba dormido, era la primera vez que veia eso desde que se alojo en aquel cuarto, suponia que era porque por fin habia conciliado el sueño de manera correcta o simplemente el siempre se dormia antes o al mismo tiempo.
Dejo su libro a un lado y se acerco a paso lento al chico dormido, se arrodillo junto a su cama, se divertiria un rato.

— ¿Pasa algo Ayato? — pregunto con una sonrisa ladina.

— el...el...el brocoli...— Susurro, la respuesta hizo que Kaneki ladeara el rostro.

— ¿Que brocoli? — Se atrevio a preguntar.

— ...Sabe a mierda...— El albino tuvo que tapar su boca con una de sus manos para no reir, el saber que Ayato estaba comiendo brocoli en su sueño le daba mucha gracia.

—   Ayato, somos ghouls, toda la comida humana nos sabe a mierda

— No me contradigas parche cabron...— Respondió ayato abrazando con fuerza su almohada.

Kaneki siguió platicando un largo rato con el chico dormido, escuchando cada una de sus suaves y en ocasiones graciosas respuestas. Después de terminar de hablar con el sobre que eran mejores, si los perros o gatos, una duda cruzó por su cabeza, ciertamente Ayato era más sincero en estos momentos ya que no mentía en ninguna de sus respuestas o eso al menos pensaba por lo que decidió preguntar.

— ¿Que opinas de mi, Ayato-kun? — El mencionado balbuceo unas palabras. — ¿Disculpa? No te he entendido...

— ¿De ti, quien...? — Hablo está vez más alto pero con el mismo tono dormido.

— Parche, Ken Kaneki.

— Lo odio. — respondió sin titubear, Kaneki  río a lo bajo ante la respuesta,  estaba a punto de hablar cuando la voz de Ayato le interrumpió.— Es un bueno...bueno...bueno para nada...pero es guapo...muy guapo. — Kaneki palidecio gracias a las palabras y extrañamente rojas mejillas de Ayato— El maldito es sexy...

Kaneki no se atrevió a decir nada, simplemente se levantó y alejo de la cama de Ayato para acostarse en la suya, apagando la lampara de su mesita de noche.

— Mañana pediré un cambio de habitación. — Susurro el apodado parchado, no sabía que pensar de las palabras de Ayato, lo único que quería hacer era cambiarse de cuarto antes de una violación por parte del chico de azul.

7:00 a.m

Sus ojos se abrieron lentamente ante los molestos rayos de sol que cruzaban por aquella estúpidamente pequeña ventana que había en la habitación, tallo sus ojos para poder aclarar su vista pero lo que vio casi le hace gritar del susto, Kaneki, le miraba fijamente, sus ojos estaban rojos y había unas horrendas ojeras bajo estos en realidad parecía que un muerto le estaba viendo, hasta una mosca de posó en su nariz y el hizo caso omiso a esto.

— ¿Que carajos contigo? — Pregunto de mala gana. — No me veas así cabron...¿Porque me ves así?

— Tengo miedo de lo que puedas intentar en la noche, no pude cerrar mis ojos en ningún momento...

— Definitivo, te haz vuelto loco. — Ayato se apresuró a levantarse para ir a ducharse mientras que Kaneki miraba cada paso de él.

— Parece que si...

 

Notas finales:

No puedo creer que sigan con la pelea del Hidekane y Ayakane...solo les puedo decir que no me metan, matense entre ustedes, yo solo vine a publicar.


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