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MALOS ENTENDIDOS por reydelosPK2

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Pesca – pesca

Si bien pasaron los dos años requeridos por médicos sin fronteras para poder postularse nuevamente a la beca. Si bien se dedicó a trabajar como voluntario y estudiar como burro. Se dio tiempo de ver a su persona especial.

Naruto estaba preparado para todo. Para un regaño por parte de Sasuke, para que se le prohíba el ingreso a ese departamento. En fin para varias situaciones complejas. Pero para lo que no estaba preparado era para no encontrar a Sasuke donde lo había dejado. Desde ese día la idea de ponerle un GPS, le pareció idónea.

-¡¿Qué quiere tocando a mi puerta a estas horas de la madrugada?!- Pregunto un hombre extraño mayor y de mal humor. Uno que de la nada resultaba  ser el actual dueño de ese departamento. Eran las dos de la madrugada.

-Disculpe… ¿Se encuentra Sasuke Uchiha?-Pregunto tímidamente y algo preocupado.

-No conozco a ningún Sasuke Uchiha- le azoto la puerta en la cara.

Naruto se quedó paralizado. ¿Se equivocó de departamento? Se cuestionó. Pero no. Era el mismo edificio, el mismo departamento, pero no estaba Sasuke. 

Quizás el moreno le jugaba una mala pasada y ese era otro de sus raros amigos. Como perrito faldero decidió dormir en el pasillo y esperar a que Sasuke saliera o él se cerciorara con el casero de que ese tipo si era el verdadero dueño del departamento que Sasuke alguna vez moro.

“Quiero vivir en este departamento…”

Recordó esas palabras provenientes del moreno, según el casero le informaba que Sasuke no vivía en ese departamento desde hacía más de un año.

-Quizás no estaba en venta… - susurro pues recordó que Sasuke deseaba sacar una línea de crédito para comprar ese departamento, pero a lo que el recordaba esos eran departamentos en alquiler.

Tomo sus dos maletas. Llamarlo por el celular era tentativo pero… Sasuke no era de los que respondía rápido. De hecho hacia meses que no respondía a ninguno de sus mensajes.   

Después de horas y hablar con el casero se marchó. Sasuke simplemente abandono el departamento hacía más de un año.

Con las maletas en mano regreso a casa de sus padres y miro aterrado esa casona de grandes dimensiones y patio abierto destruida. Antes de siquiera tocar la morada de sus padres corrió a las ruinas de la casa Uchiha y se paró donde suponía estaba la pared falsa recubierta por la enredadera que usaba para trepar hasta el cuarto de Sasuke.

-Esto es una broma de mal gusto…- repuso tomando un puñado de escombros diminutos en su mano derecha apretándolo con fuerza. Era una mala broma. Una pésima broma. Primero Sasuke no vivía en el departamento y ahora esto.

-¡Naruto!-Grito Kushina al ver a su hijo en las ruinas de la vivienda Uchiha.

-Mamá- giro a verla y ella corría a su lado para abrazarlo. Esta feliz de ver a su hijo nuevamente.

Naruto la acogió en sus brazos. Por fracción de segundos olvido su tristeza y sonrió calurosamente a su dulce y atolondrada madre.

-¡Te extrañe tanto!-susurro besando su mejilla.

-yo también mamá- fue sincero. Pero sus ojos se posaron en las ruinas de lo que fue la morada Uchiha. Y es que aún no lo podía creer. Según Sasuke le contaba su padre construyó esa casa con sus propias manos para su madre. Para pedir su mano.

Era cierto que tenía sus roces con Fugaku desde la boda fallida de Sasuke y Sakura, pero esto… esto era tan extraño.

-Ese loco solo se marchó y mando un equipo de demolición. No dejaba de maldecirte por tocar a su hijo… Es un exagerado.

-Aaah…- repuso dudoso. ¿Tanto lo odiaba Fugaku?.

-Pero eso no importa. Si quieres puedes traer a Sasuke-kun a nuestro hogar, serán bienvenidos siempre-dijo Kushina mientras Minato se acercaba a ambos y los abrazaba.

Según pasaban el día charlando y poniéndose al día con sus padres, Naruto no podía evitar recordar el pasado en aquella casa ahora destruida. Simplemente pasaban los fantasmas del recuerdo corriendo por ese jardín destruido…

-¡Naruto!-Gritaba Sasuke arrojándole el cuaderno de deberes de Itachi, en una acción desesperada pues su hermano mayor lo había pillado y ya corría las gradas y forzaba esa puerta para entrar en la habitación del menor.   

-¡Lo tengo!- decía Naruto atrapando el cuaderno y poniéndose a correr a toda velocidad a esconderlo a su habitación.

-Naruto- Llamaba su madre y el rubio dejaba de ver las ruinas de la casa Uchiha y lentamente a su joven yo desvanecerse, al igual que el Sasuke del ventanal que trataba de frenar a Itachi en su búsqueda de sus cuadernos.

-Trate de mantenerla de la misma forma en la que la dejaste- dijo su madre mostrándole su habitación.

-Gracias mamá. Desempacare y bajo a almorzar- concluyo poniendo sus maletas sobre la cama.

-eres un desastre de ser humano- reclamaba un Sasuke de catorce años inspeccionando su habitación, encontrando cosas que no esperaba encontrar: revistas XXX- de verdad eres un enfermo mental- concluyo Sasuke. Mientras Naruto trataba de arrebatarle la revista que Kiba le presto.

-¡deja de hurgar mis cosas!-Reclamaba Naruto recuperando al revista. Mientras Sasuke volvía a meter sus manos al cajón de ropa interior del rubio para saber que más escondía Naruto en esos cajones- ¡Sasuke!-Renegaba Naruto. ¿Quién le daba derecho al moreno a hurguetear cada rincón de su habitación?

-¡Estos calzoncillos están sucios!-concluía Sasuke botándolos al cesto de ropa sucia. Naruto casi se infartaba. Incluso Sasuke llegó a acercarlos a su nariz para olerlos pues no parecían sucios, pero si estaban mal lavados.

Los colores se le subieron al rostro a Naruto, pues había una explicación para esas revistas y esos calzoncillos mal lavados: Naruto se hizo una paja y lavo su ropa interior para no ser avergonzado por su madre.

Quizás no sentiría tanta vergüenza de esa situación de no ser por un  pequeño detalle: cuando se hizo la paja mirando la revista y a quien imagino por segundos fue a Sasuke regañándolo… lo peor es que con oír su voz se éxito.

-Debo inspeccionar- regaño Sasuke mirando asesinamente a Naruto pues terminaba de atacar cabos sueltos y deducir que Naruto dejaba de ser un niño. Suspiro- no me quedare en este cuarto si esta desordenado… es malo para mi salud- dijo minimizando la vergüenza que también sentía al concluir que había olido los calzoncillos eyaculados de Naruto.   

-Sasuke…-Llamo al aire

…….

En Francia

Sasuke miro su calendario. Era 22 de diciembre. Naruto debía estar de regreso en Japón. Miro de mala gana el aeropuerto. Su vuelo se retrasó por la tormenta. Esperaba alguna salida, pero todos fueron suspendidos y pasados a reserva.

Maldijo su suerte. Estaba en Francia… tardaría 11 horas sin hacer escala alguna para llegar a Tokio, dos horas para llegar a su pueblo, en total 13 horas sin tomar en cuenta los retrasos de transbordo, taxis y espera del tren. Sin mencionar el maravilloso clima… parecía que el cielo se caería.  

Miro las barritas de señal. No tenía ni una minúscula barrita.

Se volvió a sentar aburrido y siguió contemplando las ventanas empapadas por la tormenta.

Yahiko le miro y sin decir nada se sentó a su lado. Elevo una tasa de capuchino, en gesto de invitarle. No es que el antipático de su novio fuera una grata compañía, pero debía admitirlo que se veía extrañamente bello en esa gabardina negra con bordes azules. También que su cara seria tenía ese toque de misterio, al igual que sus ojos. Sin mencionar que Fugaku le pago bien por tratar adecuadamente  a su hijo, a ver si este se enamoraba. Lástima que fue un fracaso. Ambos lo supieron, todos lo sabían… no eran para nada una pareja. No existía química y si la había simplemente era ignorada por Sasuke.

Sasuke le miro de mala gana y la acepto. Era su “novio” de todos modos. Rechazarle la invitación no era bueno. De seguro le iría con el chisme a su padre y lo trasladarían de destino a Estado Unidos - New Jersey. Aun debía cumplir tres años para liberarse del contrato.

De mala gana recordó cómo demonios quedaron en esa situación.

-Eso fue bajo papá-Sasuke entro a la oficina del presidente y para recriminarle a su padre sus acciones- tú… ¡TÚ!- su tú no hallaba palabras para reclamarle lo que había hecho. Lo había engañado para que terminara trabajando en las empresas Uchiha. Le dio un golpe a traición en su orgullo. ¿Tan incompetente lo creía?

-Hice lo que tenía que hacer para que endereces tu vida- ambos se miraron fijamente. Fugaku jamás vio a Sasuke tan resentido y decidido y esa agitación que jamás le agrado.

-¡Me largo!- concluyo arrojándole unos folios. Apenas pasaban cinco meses desde que empezó a trabajar en las empresas Uchiha cuando se percato de que su padre era el presidente. No es que fuera difícil, pero las empresas eran grandes y trabajaban cerca de 1500 personas, y él estaba en la parte de convenios y negociaciones con los extranjeros… de no ser por los rumores y una comparación de apellidos jamás se hubiera enterado.

Fugaku pese a sentirse un poco culpable, le basto notar ese anillo, en el dedo anular de su hijo para reforzar su posición y hacer cumplir su autoridad sin duda.  

-No puedes- afirmo Fugaku con la misma severidad de siempre

-Solo mírame ¡que me voy!- dijo saliendo de la elegante oficina de su padre. Fugaku suspiro pesadamente antes de llamar a seguridad.

Sasuke se quedó perplejo. Esto debía ser una tonta broma. Se dijo en recepción de la penitenciaria, donde sus cosas le eran arrebatadas. Si dejo su inhalador en la pelea con los de seguridad de la empresas Uchiha y sentía la molestia en su pecho, mantuvo la calma, donde comenzó a perderla fue cuando le arrebataron el anillo que Naruto le dio en símbolo de ese matrimonio fingido, en la cárcel no se eran permitidas prendas que no fueran el uniforme de prisión y sus zapatos. Comenzó a practicar su respiración de relajación, debía calmarse, supuso que lo recuperaría al aclarar su situación, no tenía planeado tener un tonto ataque de asma. Pero valla que tuvo que esforzarse y controlarse… su pecho bombeaba ferozmente pues comenzaba a recibir menos oxígeno, sin mencionar uno que otro golpe que recibió de los guardias cuando les insulto. Se sentó encogido tratando de respirar solo por la nariz de forma normar y no acelerada. Miro a sus padres desde las rejas y estos reclamaban por el mal trato que recibía. A su vez el oficial recriminaba a Fugaku y sus contradicciones. Bueno el hombre lo mando a apresar y ahora exigía que lo liberaran. Al final si no lo liberaron fue por mero capricho del oficial de la penitenciaria. Que la cárcel no era el juguete de nadie.

-Incumplimiento de contrato- rio mirando las rejas cerrarse en su cara. Lo metieron preso de verdad, por incumplimiento de contrato… por culpa de su padre tenía antecedentes penales a nivel profesional y civil. Era un kasuya… bueno eso era exagerar, pero así se sentía. ¿Qué empresa lo contrataría si tenía ese tipo de antecedentes?

Su respiración agitada preocupo a Mikoto. Sasuke se estaba estresando mucho. Y la noche en prisión no era del todo cálida, y los golpes que recibió por escandaloso al resistirse a entregar ese anillo no eran con exactitud caricias.

Fueron 48 horas de retención. Pues aparentemente aparecía una  nueva clausula en el contrato que firmo. Una donde se adelantaba el monto de 500 dólares mensuales en compensación de sus beneficios por antigüedad. Pues tras los dos años de antigüedad se le debían pagar algún beneficio y para ano acumular montos estos eran pagados desde el primer mes de trabajo.

Sasuke no ganaba los 3000 dólares, ganaba 2500. Y al abandonar el trabajo antes de cumplir con el contrato era como si robara 2500 dólares. Eh allí la causa civil y la penal para encerrarlo en la cárcel por tres meses o 48 horas si se retiraban los cargos.

Se miraron serios los cuatro, pues las 48 horas de retención se la paso con ligeros ataques. Itachi también acudía y reprendió a su padre por sus acciones. Esto sería candente y lo fue. Toda la noche se pasaron gritando. Sasuke gritaba sus derechos y el ser mayor de edad para hacer lo que se le diera la regalada gana, pero no era muy convincente pues todas sus quejas siempre entrecortadas por esos ataques que ponían los nervios de punta a los presentes que se debatían en ir al hospital o seguir discutiendo.

Fugaku le reclamaba sus derechos de padre y la incapacidad de Sasuke para estar solo al verlo cada vez peor, insistía en ir a la farmacia pero Sasuke replicaba que no lo necesitaba y que si no tenía su inhalador era su culpa. La mesa con la cena fue destruida cuando Fugaku lanzo su vajilla al suelo de la rabia: “!Muérase entonces!” concluyo ante la firme e insistente negativa de ir a la farmacia a comprar un inhalador y otros medicamentos para mejorar su salud.

Para colmo lo que empezó como simples ataque concluyo en un gran taque y ninguno tenía un inhalador en mano.

De la prisión a la residencia, de la residencia al hospital. Así la pasaron esa noche.

Fugaku no dejaba de caminar formando círculos en el suelo por la desesperación. Jamás vio a Sasuke tan furioso y un ataque sin ser tratado inmediatamente era aterrador. Sasuke no podía respirar. Solo trataba de calmarse sin éxito. Lentamente la desesperación lo cegaba pues el oxígeno era nulo.

Sasuke sentía como si alguien se parara sobre su pecho. Como si alguien lo asfixiará. Ya no lo aguantaba más. Simplemente cayó al suelo y arañaba su garganta cuando sobre el suelo miro aquel filo del cuchillo que cayó de la mesa. Necesitaba respirara y su familia parecía solo paralizados suplicándole calma hasta que llegara la ambulancia. En un momento de locura, solo tomo el cuchillo y corto su garganta. Necesitaba aire sea como sea… Necesitaba aire.  Una traqueotomía improvisada le pareció mejor a nada, a lo menos esta en teoría dejaría que el aire entrase en sus pulmones con más facilidad. Un error atroz. Todos quedaron perplejos y es que fueron segundos en los que Sasuke sin miedo y asco se clavó el cuchillo en el cuello.

Le miraron sedado con un collar para inmovilizarle los movimientos del cuello y así acelerar la cicatrización de la sutura y la curación de los tejidos en la tráquea.

En su cara una mascarilla de oxígeno. Y toda la familia parada sin decir palabra alguna. Solo Fugaku seguía caminando angustiado, desesperado y con el sentimiento de culpa a mil por hora, de suicidarse lo haría pero no podía hacerlo hasta ver a Sasuke fuera de peligro.

-Felicidades- dijo Itachi aun colérico por lo ocurrido- Ahora si se quedara en casa…-concluyo y Fugaku empuño más las manos. Lo que menos necesitaba era que su hijo mayor le tirara en cara sus errores.

El medico apareció y dio el diagnostico. Dos meses con baja médica y una semana en observación. Podía darlo de alta al día siguiente, pero Mikoto decidió la semana de observación.

Después del incidente simplemente se sentaron a hablar en familia con los ánimos más calmados.

-Soy mayor de edad y es mi vida. Creo que tengo derecho de caminarla por mi cuenta- leía Itachi que hacía de intérprete de Sasuke que veloz mente escribía.

-Es verdad. Es tu vida- dijo Fugaku- pero también eres nuestro hijo. No crees que fue cruel dejar a tu madre angustiada por siete años. No nos visitaste ni una maldita vez- Recrimino Fugaku.
Sasuke miro a sus padres y rápidamente escribía en el cuaderno, arrancaba la hoja y se la daba a Itachi.

-Ok. En parte esa fue mi culpa, pero ustedes eran demasiado controladores-Repuso. Entonces fue cuando Mikoto decidió interferir

-La verdadera razón de que cortaras relación con nosotros no fue que tu padre sea controlador…- agacho la cabeza- Fue tu homosexualidad y el amor que sentías por Naruto ¿Cierto?- Mikoto daba en el clavo y todos lo supieron al ver a Sasuke rojo como un tomate. Y es que era su madre y una mujer observadora que suponía de cierta forma la tracción que se tenían ambos jóvenes antes de que estuvieran juntos como pareja- Quizás también por nuestra sobre protección, pero incluso llegaste a ausentarte las fechas navideñas, tus vacaciones… Naruto-kun solía espiar tu habitación con sus binoculares esperando a que tu regresaras. Solía entrar a tu cuarto y robar algunas de tus pertenencias.

Según su esposa hablaba Fugaku se tensaba. Ese truhan ¿hacia todo eso?. Ciertamente con el pasar de los años la poca estima que sentía por el amigo de infancia de Sasuke se iba al abismo, pero bueno… supuso que sería lo mismo con cada novio de su hijo que tuviera su hijo, pues  dejaba de verlo como varón y de forma inconsciente lo miraba como una mujercita a la que debía cuidar.

Suspiro pesadamente.

-Mikoto- llamo Fugaku. No deseaba que su esposa quedara como la villana, bastaba y sobraba él.

-No Fugaku. Esta vez quiero ser yo quien lo diga- dijo- Sasuke no te quiero perder. No quiero que vuelvas a dejarnos sin saber nada de ti. Me aterra que Naruto se valla al extranjero y tú lo sigas y después ¿qué?… ni una carta. Nada… somos tus padres no unos desconocidos a los que puedas pasar de página y olvidar el resto de tu vida.

Sasuke miro fijamente a su madre, supuso que si tenía razón. El también era un bruto en sus acciones. No consideraba mucho a las personas que tenía a su alrededor. A los que se preocupaban por el e increíblemente se amoldaban a su personalidad solitaria y regañona.

-ok-escribió derrotado- me quedare en la empresa y en casa hasta que Naruto regrese y luego ya veremos qué pasa- concluyo de leer Itachi y todos parecieron acceder.

Como era de esperarse Mikoto tenía la última palabra en una pelea seria. Y todos aceptaban lo que ella decía. Por algo era la adorada madre y la amada esposa.

Después de ese incidente el vivir con sus padres en la ciudad no fue difícil, ni sencillo. Fue acoplarse a la rutina de desayunar con ellos. Irse a trabajar. Regresar de noche y dormir. Los fines de semana mirar donde largarse… en toda su vida como independiente solían invadir su departamento, ahora era el quien invadía los departamentos de sus amigos por escaparse del control paternal.

-y…- reía Suigetsu-¿Cómo está el hijito de mami?- le pellizcaba los cachetes

-Ya cállate idiota- se quejaba Sasuke mientras acomodaba el departamento del albino que feliz se tiraba sobre su cama y miraba televisión. Tener  a Sasuke los fines de semana en su casa no era molesto, se ahorraba en limpieza.

De verdad si no fuera porque le gustaban las mujeres no dudaría en meterse con Sasuke. Era apuesto, rico, ordenado por un lado por el otro: era renegón fanático de la limpieza… suspiro… quizás lo pensaría un poco.

Otra tonta discusión fue lo que termino atándolo a novios ficticios.

-No estarás confundiendo el amor fraternal con el amor de pareja- cuestiono Itachi

-No. Amo al idiota de Naruto- repuso Sasuke molesto. Ahora su hermano de unía al plan siniestro de su padre de controlar su vida.

-No me lo tomes a mal, es solo que…- hizo una pausa- fueron amigos, crecieron juntos… Él es menor que tú. Por más que lo piensa y ahora que veo la distancia entre ambos y si sumamos los dos años de la beca… serás el idiota que vistió santos espetando al soldado que de seguro se metió con las enfermeras.

-Es lo que siempre le digo- repuso Fugaku. Desde que Sasuke vivía con sus padres era norma cenar mínimamente una vez por semana como familia y allí todos atacaban al menor, pues el mayor estaba feliz mente casado y seguía una rutina de padre morosos y esposo fiel, no había de donde fastidiarles en cambio a Sasuke… Tenía muchos cabos sueltos.

-Yo no creo que Naruto-kun valla a  hacerte infiel. Pero aun es joven y hay muchas muchachitas que se arrojan a los brazos de los médicos- concluyo Mikoto- la carne suele ser débil.

“Familia. Querida y tétrica familia…” concluyo Sasuke analizándolos uno a uno. No le extraño que el también fuera una persona frívola y mezquina. Era el legado Uchiha. Suspiro resignado.

Desde entonces tanto su padre, su madre y hermano se ponían a buscarle candidatos. Con los cuales tenia viajes de negocios. Siempre fue claro: no estaba interesado. Y mostrar un anillo que se tuvo que comprar pues cuando fue a recoger el suyo a la prisión los guardias lo dieron por perdido y se quedó sin el anillo que Naruto le regalo.

Su mente dejo de divagar y miro como comenzaban a llamar a los pasajeros del vuelo 526. Miro a Yahiko su novio y compañero de trabajo y se encaminaron a la zona de abordaje.

-Fue un viaje interesante- repuso Yahiko tomando su café

-si pero lo que paso en Paris se queda en Paris- repuso Sasuke frio y tajante. Yahiko miro la zona de abordaje.

-Pero si no pasó nada en Paris…-Dijo en tono de queja. Pues el esperaba que en la ciudad del amor pasaran una noche romántica e íntima. Pero Sasuke lo arrastro hasta un concierto de rock y luego se fueron al hospital pues Sasuke alegaba sentirse mal por tanto humo de cigarrillo.

Esa fue su única cita en Paris.

Abordaron el avión y Sasuke fingió dormir las 11 horas de vuelo.  No sería ni el primer ni único “novio” que terminara la relación por comprender que el Uchiha no deseaba nada con ellos. Mientras su padre y su hermano se dedicaban a buscar más gays en línea para presentárselo.

Sasuke apenas arribo, camino con Yahiko a la salida B del aeropuerto y allí pillo a Suigetsu, el cual solo corrió a abrazarlo y decir en tono burlón: ¡Cariño no me dejes solo otra vez!

Yahiko se despidió creyéndole la pareja amorosa de Sasuke. Ahora comprendía el mensaje de Itachi: es solo para probar si es amor o capricho.

Al verlos Yahiko supuso que si era amor verdadero. Pero lo dudo cunado Suigetsu dijo:

-¡Mi departamento parece zona de guerra. Ve a ordenarlo y prepárame el almuerzo!

Naruto miraba confuso donde ir y buscar a Sasuke. En su trabajo se dijo y fue a las empresas Hyuga pero Sasuke no trabajaba en ella desde hacía dos años. Si no era su casa, ese departamento y su trabajo ¿Dónde debía buscarlo?

Sintió que estaba de cacería en busca del Ultimo Uchiha.

De la nada recibió un mensaje de Suigetsu:

“Ven a mi departamento. Le haremos una fiesta de bienvenida”

Naruto arqueo la ceja. Acaso le harían una fiesta de bienvenida… pero el mensaje decía “Le” no “Te”

De la nada sus dudas fueron despejadas al ver una foto de Sasuke llegando del aeropuerto. Era de apenas una hora atrás.

Debajo de la foto la dirección de su departamento.

Naruto sonrió. Al verlo.

Sin dudarlo tomo un taxi y acudió a ese departamento. Pero termino sombrío mirando a los extraños amigos de Sasuke allí parados festejando y a la razón del festejo ausente.

-Y… ¿Sasuke?-pregunto Naruto mirando en todas las direcciones

-el viejo de su padre lo llamo y se tuvo que ir a las empresas Uchiha- Naruto miro incrédulo a los presentes

-¿No lo sabias?, Sasuke trabaja para su padre- Dijo Karin de mala gana. Naruto palideció, y se alejó del grupo. Solo se animó a pedir el número de celular de Sasuke y descubrió que cambio de número y quizás por ello dejo de recibir mensajes del moreno.

Miro molesto la ciudad. En dos años todo cambiaba. No quiso pensar cómo serían los otros dos años si ganaba la beca. Definitivamente si ganaba la beca se llevaría a Sasuke con él.

Miro las empresas Uchiha. Era grandes edificaciones. Cuatro edificios en un gran manzano. Imponente como jamás las imagino. Siempre supo que los Uchiha eran ricos, su familia también era rica, pero esto era exagerar.

-Visitante, empelado o socio- pregunto el de seguridad

-visitante-Dijo Naruto extendiendo su célula de identidad.

Mientras que sus datos eran recopilados y le era signado un credencial con su foto el guardia realizaba sus preguntas rutinarias.

-a quien viene a ver. ¿Sector y asunto?-Pregunto serio

-Sasuke Uchiha…- dijo sin saber en qué sector trabajaba su denominado esposo. Sobre el asunto… ¿qué le diría?: bien para matarlo a besos y hacerle el amor apasionadamente sobre su escritorio, en el piso o donde lo pillara- es un asunto personal- repuso

-Sasuke Uchiha-Repuso el guardia reconociendo al hijo menor del dueño y presidente, y recordado como este salía con sus padre y su hermano mayor que se acoplaba a la empresa como gerente general- lo siento el acaba de salir hace solo diez minutos. No marco hora de llegada. Dudo que llegue por el día de hoy

Naruto empuño levemente las manos.

-ok. Sera posible que me pueda dar su número de teléfono… su dirección- suplico

-Lo siento- dijo el guardia pues tenía prohibido dar esos datos de los dueños y sus familiares- está prohibido

Naruto suspiro pesadamente

-Ok. Sera que le pueda dar un encargo- recurrió al último recurso que le quedaba- dígale que lo esperare en el hotel Konoha

-Si. Si lo veo se lo diré.

-Gracias- dijo Naruto retirándose. No lo comprendía parecía que alguien deseaba que no lo encontrara. Disfrutaba viéndolo sufrir buscando a su esposo.

De la nada miro esas puertas de vidrio abrirse y salió del lujosos edificio. Camino a la avenida esperando coger un taxi para ir a ese hotel. Después de tres días no supo nada de Sasuke. No regreso a la empresa, ni se comunicó con él.

Naruto partió a su pueblo natal. Para despedirse de sus padres, pues debía ir y rendir el examen para las becas. Después seguiría la búsqueda de Sasuke.

Le pareció algo ridículo. Siempre le pisaba los talones y cuando creía dar con Sasuke este ya no estaba allí. Parecía el tonto juego de pesca - pesca.

Como siempre fue mucha la presión del examen. Creyó no lograrlo y no lo sabría hasta que salieran los resultados. Solo entrego su hoja de respuestas y salió del aula. Camino en dirección de la salida, seguro sus padres lo esperarían afuera. De seguro lo recibirían con un cálido abrazo. Pero lo que el realmente deseaba era ver a Sasuke esperándolo y…

Se froto los ojos al verlo senado en una banca del jardín de la universidad saludándolo como si nada pasara. Como si se vieran todos los malditos dias.

Naruto camino molesto en su dirección. Es que lo buscaba como loco y este no tuvo la decencia de llamarlo y decirle que cambio de número. En esos dos malditos años, no le dijo que ya no trabajaba para los Hyuga, que se mudó, que trabajaba para su padre… no le decía nada de su vida. Solo respondía con empanjes ridículos a sus mensajes ridículos. Solo se quejaba de trivialidades cuando hablaban, mas no le contaba esas cosas. Naruto estaba furiosos. Deseaba reclamarle tanto. Pero al estar frente a Sasuke y verlo sonreír y besarlo castamente. Su enfado se disipó

-Pesca- repuso Sasuke soltándolo para correr a su movilidad al sentir el vibrar de su celular- Voy tarde a la junta. Te espero en el pueblo. ¡Tu mamá te hace una gran fiesta!

Naruto se quedó parado, perplejo y muy confuso.

-¿qué somos un par de  idiotas?-Se cuestionó negando con la cabeza. Supuso que Sasuke estaba ocupado con su trabajo, supuso que hizo un esfuerzo sobre humano por ir a verlo. Supuso tantas cosas y decidió otras y entre ellas la más importante: se lo llevaría consigo, esta vez no lo dejaría a su capricho.

Sasuke aceleraba y metía su movilidad en el estacionamiento. Estaba nerviosos. Dio gracias al cielo que se puso zafar de Naruto en cada ocasión que este casi le pilla:

Cuando Suigetsu le dijo que Naruto venía a su fiesta de bienvenida. No dudo en tomar sus cosas y largarse con la excusa de su trabajo.

Cuando se asomó a la ventana de su oficina, le vio llegar y de inmediato bajo por el ascensor a juntarse con su padre y hermano que se iban a casa para festejar que Itachi también se unía a la empresa familiar. Al verlos juntos el guardia decidió darlos de baja el resto del día.

La razón de la huida era simple para Sasuke: Hasta la fecha no pillaba un anillo que se asemejara al que el rubio le compro. Tampoco sabía cómo rayos le explicaría lo de los novios que Suigetsu público en su página de Facebook y que de seguro tarde o temprano Naruto llegaría a ver. Y que decir sobre que se iba a Francia dentro de dos semanas a seguir su trabajo pendiente. Sus dedos rozaron su cuello… si también como explicaría esa cicatriz.

Apenas si se dio el valor de ir a verlo el día del examen. Besarlo y darse a la fuga. Habían tantas cosas en las que ponerse al día y tenía miedo, pues si él tenía que explicar tantas cosas… cuantas no tendría que explicar Naruto.  Dos años eran eso: dos años.


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