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MALOS ENTENDIDOS por reydelosPK2

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Motín Primera parte

Sasuke pudo verlo sentado sobre la cama del hotel. Naruto solo tenía la cabeza agachas y no emitía sonido alguno. Simplemente jugaba con sus dedos y su anillo. Una que otra vez se mordía los labios y lanzaba sus piros largos.

Sasuke sintió la tensión matándolo. Que le costaba al rubio decir cualquier cosa. Maldiciones, gritarle mil cosas… hacer uno de sus berrinches. Por qué demonios se quedaba estático sobre la cama. Sasuke sentía que se volvía loco por no saber que tenía el rubio en la cabeza. Eso era lo malo de no estar juntos. Las personas cambian, lo quieran o no. Ayer no es lo mismo que hoy.

-Es algo tarde…-Sasuke le animo a romper el silencio y tomar su chamara para así tomar su portafolio y salir del cuarto. Jamas vio a Naruto de esa forma y no deseaba verlo así… le daba miedo que tomara una decisión y lo abandonar

Ciertamente se volvió muy blando esos dos años. Pero estaba cansado, cansado para muchas cosas y una de ellas era pelear. Por lo mismo se acercó a la cama donde su portafolio radicaba tumbado al lado de una de las patas de la cama. Pasó al lado de Naruto cuidadoso y temeroso, tomo el portafolio y salió del cuarto. Naruto no le dijo nada. Simplemente guardo silencio y le dejo marchar.

Solo en ese cuarto. Confirmando que Sasuke ya no estaba cerca solo se sacó el anillo y lo lanzo lo más lejos que pudo. Estaba  tan furiosos que temía herir a Sasuke con sus palabras o acciones, quizás por eso simplemente se quedó callado y escucho todo el relato. Desde el engaño de Fugaku, el incidente de la cárcel, la traqueotomía, la mudanza, el derrumbe de la casona Uchiha, los novios de Sasuke…

Bonito año nuevo que le toco pasar.

Cerró los ojos hundiendo sus dedos en sus cabellos. No sabía que hacer. Si se marchaba dos años para cumplir con su beca Quizás perdería a Sasuke para siempre, pero llevárselo él, Sasuke no era un niño, si de verdad desease irse se iría, pero aun seguía en las empresas Uchiha, seguía viviendo con su familia… no lo comprendía… Eso era un retroceso.

De verdad Sasuke podía ser un pesado y un terco, pero su padre ganaba en terquedad y de alguna forma Sasuke terminaba bailando al son que Fugaku ponía. No se llevaría a Sasuke si este no se lo pedía, pero quizás al regresar encontraría a Sasuke casado con alguna mujer o con una relación seria por insistencia de Fugaku.

Aquí el problema no era la familia de Sasuke, pues cuando este se mostraba determinado se salía con la suya. Quizás con la empresa no le sería fácil, pero vivir con sus padres… Jamas se imaginó a Sasuke de esa manera.

Sasuke tomo el primer taxi que pillo y dentro de la movilidad miro su celular.  Tenía más de vente llamadas perdidas de la casa de sus padres. Era la noche de año nuevo, de seguro lo esperaban para la cena…

Se rasco la cabeza. Suigetsu tenía razón, les estaba dando demasiado poder a sus padres. Claro que de tratarse de Suigetsu el estaría más que feliz de verse así de sobreprotegido. Rio… que extraña era la vida. Unos desean lo que otros no quieren. Miro la luna llena en lo alto del cielo.

Ese día todo fue un completo fastidio.

Flash back

Mediante mensajes se citaba con Naruto, pero como era de esperar la primera reunión fue el inicio de la tensión.

El 31 de diciembre Kushina realizo la fiesta para festejar que Naruto aprobó el examen, gano la beca y también dar la bienvenida al año nuevo. Esa noche Sasuke se quedó en lo que alguna vez fue su hogar. Parado mirando todos sus recuerdos de infancia. Todas las diabluras que cometió con Naruto… todo simplemente se desvanecía como un aviso de catástrofe. Como si todo ese pasado no hubiese existido nunca. Simplemente la nostalgia lo dejo paralizado sobre esas ruinas por más de dos horas.

Naruto dentro de su hogar se cansó de esperar a Sasuke, simplemente decidió ir a por él y traerlo a su hogar a festejar a su lado que gano la beca. Después de todo era su esposo y lo quería a su lado en las buenas y en las malas.

Cuando abrió la puerta de la morada de sus padres lo descubrió. Lo vio parado sobre los escombros del lugar que fue su hogar de infancia. Pudo sentir su melancolía… se sorprendió pues pese a la distancia y al proceder de Sasuke de aparecer y desaparecer, estaban más unidos que nunca. Sus corazones gritaban el dolor de los recuerdos que parecían desvanecer al ver esas ruinas. Un golpe muy bajo por Parte de Fugaku. Una muestra clara de que nada es para siempre, pues varios recuerdos fueron olvidados y solo quedaban algunos significativos en sus memorias, pero esa solía guardarlos todos en cada ladrillo, cada planta fue testigo de tantas cosas que vivieron juntos.

Naruto se acercó a Sasuke y por el ruido Sasuke lo  descubrió. Pudo haber saltado a sus brazos, besarlo, decirle algún sarcasmo, pero no. Solo dijo lo que pensaba desde hacía una hora:

-Cuando seamos mayores y dejemos de buscar cosas triviales… Me gustaría vivir en este lugar hasta la hora de mi muerte- repuso y Naruto asintió. Esa casa fue construida con esa finalidad. Si fugaku olvido que la construyo para vivir en ella con la mujer que amaba hasta los últimos días de su vida allá él. Pero Ellos reconstruirían esa casa y pasarían en ella su vejes. Así  lo acordaron sin más palabras.

Naruto tomo la mano de Sasuke deseando sentir ese anillo en su dedo anular, pero Sasuke vestía guantes, trato de palmarlo y no lo sintió (Quizás por los guantes, excuso), el moreno estaba bien abrigado, no le pareció extraño, esas fechas eran frías y Sasuke odiaba el frio por el tema de los refritos y más. Lo escucho toser algunas veces y suspiro… Tener Asma era un fastidio, supuso que así lo pensaba Sasuke en esas fechas.

Lo que si le pareció extraño era verlo vestir chalina y un cuello de tortuga. Con un gesto señalo la casa de sus padres y Sasuke negó con la cabeza. No estaba preparado para las humillaciones públicas de Kushina que en esos últimos dos años no dejaba de llamarlo: hijo.

Naruto rio, supuso la razón de esa negativa. De alguna forma su madre se hizo con el número de Sasuke y lo llamaba cada mes para saber noticias de Naruto o contarle como iba Naruto. Para preguntarle sobre Mikoto. Sin duda la pérdida de su amiga  también fue un duro golpe para Kushina, así lo comprendió Naruto, al grado que Usaba a Sasuke para saber sobre cómo le iba y para quejarse de fugaku.

-¿Un hotel?-Propuso Naruto y Sasuke le miro desconfiado, pero asintió. Caminaron por el pueblo que los vio crecer. Divisaron la casa de Sakura que se casó con Kiba. El parque donde jugaban, la escuela, el puente donde Sasuke se cayó… en fin recorrieron todo el pueblo hasta llegar a la estación de trenes y ver  el hotel.

-Una habitación doble- Pidió Sasuke y Naruto lo vio medio molesto, pero no dijo nada. Caminaron a la habitación y una vez dentro Naruto manifestó su molestia con un suspiro pesado y sonoro

-Pudiste pedir una matrimonial. Somos esposos ¿Sabes?- repuso serio mostrando su anillo representativo de esa unión simbólica. Sasuke solo desvió la mirada

-Aun cuando lo seamos, es raro dos hombres en un cuarto de una cama… deducirán que somos gay

Naruto rio y negó con la cabeza. Las apariencias eran cosas que no le importaban, pero a Sasuke sí.

-Bueno. De todos modos se darán cuanta. Ya que solo destruiremos una cama- dijo en tono pícaro, comenzando a desvestirse. Pero de nada se detuvo, estaba desnudo de la cintura para arriba y al girar miro a Sasuke que seguía con todas sus prendas puestas, incluso los guantes.

-¿No me dirás que después de todas las cosas que hemos hecho por el tiempo te entro vergüenza?- se burló acercándose a Sasuke para abrazarlo y comprobar que no le era indiferente. Y no, no lo era. Podía sentir como Sasuke lo besaba con la misma intensidad que recordaba su primer beso. Con esa mezcla de desesperación y pasión. Lenta mente comenzó a despojarlo de su bufanda, y luego de su saco. Lentamente lograba hacerlo retroceder hasta esa cama y deseaba besar ese cuello. Morderlo hasta dejarle marcas suyas. Reafirmar su dominio. Pero una mano lo detuvo cuando trataba de quitarle esa prenda de cuello de tortuga.

Sasuke deposito una mano enguantada sobre la cara de Naruto para detenerlo

-tiempo fuera- dijo Sasuke mirándolo seriamente- no me quiero desnudar. Ya sabes… hace frio y  no quiero resfriarme- repuso y Naruto arqueo las cejas. Esa habitación tenía calefacción, estaban a 28 grados centígrados. Nadie se resfriaba a esa temperatura. Pero bueno. Busco el control del termostato y subió la temperatura a 33 grados. Mientras oía nuevamente la ligera tos de Sasuke. Quizás tenia razones para estar nerviosos de un resfrió. 

-¡Listo!- dijo metiendo sus manos bajo esa prenda. Pero nuevamente Sasuke lo detenía

-quiero hacerlo vestido- exigió y Naruto volvió verlo. Qué sentido tenía tener sexo si no podían desnudarse en cuerpo y alma para fundirse en un solo ser. Fuera  de haberse mantenido casto esos dos años esperando volverlo a ver… fuera de que Sasuke fue su primer amor, beso y su primera vez. Fuera de todo lo que el sexo representaba para una relación. Le cabreaba que el moreno le pidiera hacerlo vestido. Obviamente no lo aceptaría. Pero bueno… quizás si cedía un poco por ahora luego Sasuke comprendería que esas prendas estribaban en el camino de sus caricias, en sus besos… en todo.

-Ok… vestido será pero veras que no es nada divertido-advirtió tomando sus manos y mordiendo esos guantes. Al menos le quitaría esos guantes, pero de la nada Sasuke aparto su mano de los labios de Naruto

-ok...-Replico Sasuke nerviosos- Esto no va a funcionar…- dijo y Naruto se quedó perplejo mirando como Sasuke solo se apartaba con ese comentario. De la nada sentía que su mundo se derrumbaba al ser rechazado por la persona amada -siéntate-  le ordeno- solo escúchame, escucharme y no me interrumpas. Necesito que me escuches hasta el final… -rogo Sasuke, pues le soltaría la bomba y conociendo a Naruto como lo conocía terminaría en otro de sus arrebatos- Prométeme  que me escucharas hasta el final sin interrumpir, sin escapar- replico serio- y sobre todo sin tratar de estrellarte contra mi padre- concluyo serio y Naruto pudo imaginar levemente que Fugaku metió su cuchara a la sopa que era su matrimonio. Claro, esa casa destruida no le fue suficiente, tenía que seguir metiéndose en la relación de ambos.

Quizás de todo el relato fueron dos los momentos que más lo impactaron. El primero: cuando Sasuke bajo su cuello de tortuga y mostro la cicatriz. Naruto se levantó de un solo golpes, iba a tomar el primer tren y le partiría la cara a Fugaku. Pero Sasuke lo detuvo

-¡Lo prometiste!-Le grito y Naruto volvió a sentarse en la cama

El segundo: cuando Sasuke admitió haber salido con otras personas para que su padre dejara de fastidiarlo con eso de que confundía sus sentimientos, que lo de ambos solo era cariño de hermanos que disfrazaban como amor. Esa fue una tradición por parte de Sasuke. Es decir, su padre podía hacer lo que se le diera la gana. Ahora que él estaba allí nada de lo que hiciera importaría, se llevaría a Sasuke y punto final. Pero que Sasuke se dignara a jugar el juego de su padre… una tradición era un traición, aunque Sasuke le replicar una y otra vez que jamas paso nada con esos chicos. Como creerle si Sasuke mismo daba a entender desde siempre que él era un libertino en cuento al sexo. Es decir, empezaron como sex friends. Antes de Naruto, Sasuke tuvo otras parejas y tuvo sexo con ellas y ahora le dice: estuve de novios para que mi padre dejara de fastidiar. Quien le aseguraba que no tubo intimidad con ellos. Es decir  eran novios… ¿Y el anillo? Como que lo perdió. Miro la mano de Sasuke ni siquiera tenía marca alguna de la joya. En cambio Cuando Naruto se sacaba el anillo para procedimientos médicos observaba en su piel la marca del anillo que el sol dejaba sobre su piel.

Naruto al final solo dejo salir a Sasuke sin decir palabra alguna. Estaba furiosos, colérico, pero más que nada confuso. No sabía que creer o que no. Lo de su  padre lo creía y lo odiaba por su proceder. Lo de los novio era lo que más le cabreaba y eso era culpa de Sasuke.

Fin del flash back

Las mañanas eran agitadas para Fugaku. Pocos comprendían que mientras más poder son más las responsabilidades. Mientras más fuerte aparentes ser menos puedes quejarte o mostrar cansancio

Fugaku se sentó sobre su sillón y miro por su ventanal. Alguna vez fue joven, alguna vez también amo con locura, pero siempre fue prudente. Siempre espero el momento exacto para realizar sus jugadas. Nunca perturbo a sus padres. Siempre fue fuerte, siempre educado, siempre el hijo obediente que sabía que hacer antes que alguien se lo pidiera. Siempre supo que el esfuerzo es la clave del éxito.

Cuando conoció a Mikoto esta apenas era una niña de 13 años y el un viejo de 25. Supo que era la mujer que deseaba en su vida. No por su belleza natural. No porque sus padre tuviera el nivel para ser dignos de los Uchiha. No. Lo que lo enamoro fue su personalidad amorosa y digna. Esa capacidad de decir sin rodeos, malicia y sin palabras lo que pensaba. A muchos eso les costaba tanto. Pero a ella no, un simple gesto, unas palabras educadas o solo…:

Ese día fue un día de perros. Sus padres estaban en Estados Unidos y lo dejaron solo al mando de la empresa. Hubo asesinato. Trataron de asesinar a sus padres, pero no contaron con el hecho de que ellos viajaron y dejaron a sus dos empleados para concluir unos arreglos en el hogar, los confundieron y asesinaron cuando se percataron que no eran los Uchiha y que en esa casa no había dinero ni joyas. Fugaku tenía una reunión ni se molestó por llegar a casa temprano. Pero cuando llego descubrió la casa destruida, miro  las manchas de sangre y allí hallo a los empleados de sus padres asesinados.

Quizás la impresión de los cuerpos no fue mucha, simplemente veía  a las personas como simples recipientes que contenían un alma que valoraba según las acciones que demostraban. Para fugaku esos dos pasaron a mejor vida. Pero para la familia de los afectados no fue así y la retribución económica fue suficiente.

La pelea legal por responsabilidades fue ardua. Pese a no ser Fugaku el asesino, el odio y rencor de las familias dolientes se volcaron contra Fugaku que era el único presente de los Uchiha.

“! Tu debiste de haber muerto no mis padres!”

Retumbaban esas acusaciones en su cabeza.

Para los familiares Fugaku se volvió el mero demonio, el culpable de todas sus desgracias, que el hijo mayor se dedicara  a las drogas, que la abuela se muriera de la tristeza… etc.

En la audiencia le gritaban de todo, le decían de qué moriría y  como moriría… en fin, solo le desearon lo peor e incluso llegaron a arrojarle comida podrida.  Mientras fugaku veía  a las autoridades impotentes pues no tenían suficientes elementos para determinar quién pudo o pudieron ser los asesinos. Las familias ricas siempre serian objeto de varios enemigos. Algunos los odiaban por razones personales, otros solo ambicionaba su riqueza. Muchos creían injusto que ellos tuvieran dinero y ellos no. Como si el dinero cayera del suelo, como si fuera un golpe de suerte hacer un imperio.

Fugaku desde pequeño contemplo esos comportamientos por eso jamas creyó en las personas, solo eran él y sus padres. No se podía confiar en nadie más. Inclusos sus padres desconfiaban el uno del otro e incluso de él:

“Oye… no debemos poner todas las cosas a nombre de fugaku. Quizás cuando seamos viejos nos tire a la calle”

“No confíes en tu padre. Si yo muero simplemente arrebátale todo. No faltara la golfa que se le arrime y lo enloquezca y todo por lo que hemos trabajado se ira a la mierda”

“No confíes en tu madre. Las mujeres no son de confianza. Todo lo que tenemos son por mi trabajo y el de tus abuelos. Ella solo tuvo la suerte de casarse conmigo”

“El amor no existe. Solo es un negocio. Si soporto a tu padre es por ti. Porque eres mi hijo y quiero lo mejor para ti”

“Si aguanto a tu madre y sus ridiculeces es porque no el dare el gusto de quedarse con mi dinero”

Fugaku sabía que sus padres eran buenos. Que se querían pero también que estaban tan perturbados por verse redorados de enemigos que ya no creían en la humanidad y el tampoco creía en las personas. Se vio así mismo solo el resto de su vida. Pero ese día fue diferente.

Ese día solo llovía y él se sentía cansado tan cansado que se sentó en medio de la calle cual vagabundo y dejo que la estúpida lluvia lo mojara. Cuando se levantó para largarse a casa la noto. Mikoto estaba parada detrás suyo empapada de la misma forma con un lápiz y un cuaderno protegidos por un paragua, al parecer a Mikoto le parecía más importante mantener limpio ese cuaderno y dibujar que protegerse de la lluvia.

-¿Qué quieres?-Pregunto de mal humor

-tienes un aura llena de rencores y heridas… ¿No estás cansado de estar siempre a la defensiva?-Pregunto- pareces un tigre herido frente a cazadores

Fugaku deseaba decirle tantas cosas: que te importa mocosa de pacotilla. Largo no es asunto tuyo… A ti ¿quién te pregunto?.

Que sabrá alguien como tú de la vida. Pero no pudo. Solo se quedó callado y se marchó. Discutir con una niña no estaba en sus planes.

Quizás ese día no se enamoró de Mikoto. Quizás ese día le pareció una molesta joven. Pero el día que ella cumplió 16 fue presentado con la intención de casarlos. Fugaku entro en esa casa sin expectativa alguna. De hecho no sabía que Mikoto era esa niña que lo crítico bajo lluvia. Solo entro a esa sala y en ella miro en los muros diversos cuadros de pinturas hechas por Mikoto. No eran la gran cosa, eran simples pinturas y dibujos de aficionados, pero el arte no comprende de reglas y es libre para cada gusto. Fue cuando miro su dibujo. El hombre bajo la lluvia cubierto de una aura negra, mirando el asfalto. Mas sus ojos no eran de hombre. Eran de felino. El agua que corría por su rostro no era cristalina era color sangre.

“El precio del orgullo” así lo titulo Mikoto.

Fugaku froto sus ojos. Era claro que se negaría a desposar a esa mocosa. Lo que menos necesitaba era alguien que le fastidiara con comentarios fuera de lugar. Necesitaba a alguien que lo siguiera al mismo infierno de ser necesario. Alguien leal. Alguien que fuera su sombra.

Pero antes de rechazarla. Mikoto bajo esas gradas con la energía de toda joven en la época del burro que decide dar a conocer sus derechos y no desea casarse con un desconocido.

-Padre. Madre- dijo Mikoto que mantenía su educación- Señores y joven Uchiha- saludo respetuosamente a todos antes de ver fijamente a sus padres y Fugaku- Debo disculparme con ustedes. Pero debo declinar

-¡Mikoto!-Grito su padre molesto. Pero su madre lo detuvo

-¿es por algún muchacho?-Interrogo la mujer

-¡No!- dijo algo exaltada- Yo quiero estudiar artes o botánica. Quiero conocer y disfrutar de mi juventud. No quiero casarme y ser madre tan pronto, menos con alguien que me dobla la edad- calmo a sus padres y enfado a los Uchiha- tengo 16 años. Aun no me siento preparada para cargar con esas responsabilidades-Mitigo sus motivos.

Los mayores se miraron y Fugaku al final se dignó a mirarla fijamente y la vio casi convertida en una mujer. No dejaba de aparentar ser  frágil y débil. De hecho fugaku creía que se moriría si traía un hijo al mundo. La descartaba como esposa. Pero escucharla hablar de sus derechos sin perder el toque femenino, sin perder su horizonte y mantenerse clara. Le agrado. Aunque nunca lo demostró.

Se marcharon proponiendo una segunda entrevista dentro de un año. Pero mientras tanto Fugaku vio otras candidatas para el título de su esposa. Mujeres atolondradas. Algo frívolas. Pues las programaban para ser complacientes y zorras con el fin de conquistarlo. Fue estúpido el hombre que dijo que todo se lo conseguía por medio  del sexo. Para un hombre como el, para alguien de negocio no puedes conquistarlo con algo que puede conseguir en cualquier momento, prostitutas de alta categoría habían muchas. El sexo estaba a su alcance.

Lo que debían hacer era mostrarle que era una inversión viable. Que casarse contigo sería adecuado, que le darías regalías que valieran la pena. No que fueras un simple déficit en sus tarjetas de crédito que envejecía con cada año que pasaba.

Eso no le servía para perpetuar las empresas Uchiha. Debían ser inteligente, debían ser clara en su juicio, debían mantener la calma, expresar tu punto sin dejarte cegar por emociones tontas. Comprender que las emociones eran algo que se mostraban en privado pero en público era necesaria la frivolidad para sobrevivir en esta guerra de todos contra todos.

Volvieron a verse las caras después de un año. Mikoto volvió a rechazarlo de forma elegante. Mostrando mayor madurez que la anterior ves que lo rechazo. Mostrando sus deseos de superación y su amor por la jardinería. Pues fugaku esta vez observo su jardín. Mikoto era una persona de habilidades manuales. De arte pacifico. De alma translucida. Ese jardín lo lleno de una paz que hacía mucho no sentía y por primera vez se dijo: dios quiero llegar a casa y bajar la guardia…

La tercera vez que fueron a la entrevista fue nuevamente rechazado, pero esta vez tomo nota mental de cada cosa. De los cuadros, del jardín, de los gustos de Mikoto. Desde esa vez simplemente delego su funciones a otros y pese de aun trabajar para la empresa se dedicó a construir una casa.

La cuarta propuesta fue después de dos años.

Fugaku solo los cito en ese pueblo lejano. Pago los pasajes en limosina de Mikoto y sus padres no supieron que decir o hacer. Solo miraron incrédulos esa casa a medio construir y a Fugaku parado en frente de ella con unos planos. En vez de una propuesta de matrimonio simplemente los mando a llamar para coordinar algunas cosas de la construcción. Como el tamaño del jardín, la ubicación y tamaño de la cocina. Las habitaciones.  El tamaño y forma de los ventanales. El tipo de material para el acabado fino.

-Yo no he aceptado casarme- dijo Mikoto

-Sea lo que sea que decidas. Esta casa será tuya. La hago para ti por eso quiero saber estas cosas

Mikoto entro a la casa a medio construir y miro cada cimiento. Cada pilar. Era hermosa o así lo imaginaba en su acabado final. Giro y se dirigió hacia fugaku aun sin creer que se hombre serio fuera capaz de hacer semejante tontería. Tomo sus manos y las pillo callosas. En ellas también algunas cicatrices pasadas. Sus uñas sucias y gruesas y ese semblante serio que jamas parecía desaparecer.

Ciertamente fugaku no era el hombre que se imaginó como su esposo. Su alma era algo oscura, tenía demasiados prejuicios y muchos rencores. Pero una parte de ella era luminosa, sorprendente. Sintió que si caminaba por la vida con esa mano sujetando la suya, siempre estaría salva. Siempre se mantendría de la forma que desease pues él no buscaba cambiarla, solo estar a su lado como lo que era: Mikoto.

-quiero regresar cuando esté lista- dijo y se marcharon. Esas palabras simplemente fueron el sí que fugaku esperaba. Aun sin conocerse parecían uno.

Cuando Itachi nació. Se sintió con la fuerza de dejar todo lo que creía importante y empezar una nueva empresa como un simple hombre y padre de familia. Vivir alejado de la selva de cemento y dejar de ser cazador o presa. Simplemente contagiarse de la paz que Mikoto le ensañaba a comprender. Itachi no fue tarea fácil. Lavar pañales, aguantar lloriqueos… no fue fácil pero tampoco molesto.

-Deben cuidarse. Ese embarazo fue riesgoso. No creo que deba tener más hijos- advirtió el medico a ambos y ambos decidieron no traer a nadie más al mundo. Itachi bastaba y sobraba para su felicidad. Pero los accidentes ocurren y de un simple condón roto que pasó desapercibido por ambos dio inicio a uno de los eventos más maravillosos y complejos de la vida: La concepción.

Cuando Mikoto tenía tres meses de embarazo y sufrió el primer sangrado supieron que serían padres por segunda vez. Fugaku sintió el terror en su ser al saber que la vida de su esposa estaba en riesgo y la del bebe también. Abortarlo fue tentativo, pero Mikoto se negó. El aborto también implicaba alto riesgo para su delicada esposa.  

Mikoto paso en cama el resto de los meses con las patas arriba para evitar un desprendimiento. No hacía nada más que dibujar y leer. Fugaku se mantuvo con ella y cuido de Itachi… La casa pese a todo se mantuvo en orden. Nada les pasaría a esas dos personas. Nada mientras el viviera. Pero las cosas  escapan a nuestra capacidad y escaparon cuando apenas Sasuke tocaba el séptimo mes de gestación. Llamaron al médico  comenzaron al cesaría. Y fugaku miro a su esposa e hijo en terapia intensiva. Miro y se sintió tan impotente. Tan diminuto y con Itachi a su lado preguntando ¿cuándo mama despertaría?.

Qué saben los hijos de la agonía de los padres. De los verdaderos padres. De esos que sienten la vida irse de forma dolorosa por cada poro de su cuerpo cuando los ven heridos o  están a punto de perderlos.

Qué saben los hijos de ese dolor al verlos partir y resignarse a la soledad.

Qué sabrán los hijos que solo están deseosos de vivir y experimentar su libertad. No saben nada pues aun no son padres, aun no viven ese momento. Pero la vida es así… todo es prestado y nada es tuyo. Solo naciste solo debes morir.

-Sasuke-Dijo Mikoto parada  y a su lado Fugaku mirando al niño que debía morir esa noches pues el medico dijo que no desarrollo bien los pulmones. Que presentaba un caso de neumonía. Al pequeñito que nació mal desde fábrica.

Mikoto comenzaba a llorar y fugaku a abrazarla mientras Itachi seguía durmiendo en el pasillo con sus abuelos cuidando sus sueños.

-Llévame a mí pero no a mi bebe…- dijo Mikoto en desesperación y fugaku la abrazo nuevamente con delicadeza.

-Debemos ser fuertes por Itachi Mikoto. No digas tonterías que Itachi necesita de su padre y madre.

Mikoto se hundió en el abrazo de fugaku y siguieron esperando.

Cuando el sol salió Sasuke aun seguía vivo. Pese a los pronósticos seguía vivo.

Fue un niño lindo. El más hermoso que Fugaku vio, pues era el vivo retrato de su madre, la mujer que amaba con el corazón y toda su ser.

Sasuke no camino hasta los tres años. Tenía problemas de la columna. Eso a nadie le importo solo eran cosas insignificantes que tenían solución. Mikoto reía pues debía sacar a Sasuke al sol como si fuera ropa mojada para que se quitara los problemas de ictericia. Era demasiado pálido.

Fugaku se moría de miedo al cargarlo. Era tan pequeño…siempre le pareció pequeño…

Fugaku salió de su oficina. Como padre sabía que tenía que hacer. Como hombre también. Si era verdad que ese atolondrado rubio amaba a su hijo sabría qué camino seguir y alejarse de Sasuke o compartir su destino de quedarse a su lado bajo su vigilancia. Abandonar sus tontos sueños de viajar por el mundo con su niño. 

Dar con Naruto no le fue difícil. Solo tuvo que llamarlo por el celular, y citarlo en el hotel del pueblo. Pago para mantener las instalaciones vacías, para poder hablar seriamente con Naruto y poner las cosas en claro. 

-¡Viejo de mierda!-Grito Naruto al verlo en ese salón sentado mirándolo seriamente y de arriba  abajo como si se tratase de un insignificante insecto.

-Valla educación que recibiste de tu madre

-a mi madre no la meta!- Amenazo, pues estaba bueno de que Fugaku se metiera en su relación con Sasuke, pues era su padre, pero de eso a insultar a su madre… No. 

Naruto ciertamente estaba errado en su perspectiva del señor fugaku como persona. Siempre lo creyó un padre estricto y exigente. Siempre castigaba a Sasuke por cada falta, siempre lo trataba con severidad para que fuera un hombre de bien. Incluso dejo que Sasuke se fuera. Es verdad que hubo peleas cuando Sasuke se fue a la universidad y decidió trabajar en otra ciudad lejos de la vigilancia de Itachi. Era verdad que se clamaban al ver Suigetsu contarles todas las cosas que Sasuke pasaba en la universidad.

Cuando volvió a ver a Sasuke ya era alguien independiente y decidido a seguir ese camino. Pero basto que saliera del closet para que Fugaku dejara de verlo como un varoncito y se convirtiera en la niña de sus ojos. Una niña que se enamoró del truhan del barrio y por ende no aceptaba tal relación.

-Mire señor…-Repuso conteniendo sus ganas de insultarlo más del o que ya o había hecho- Ni siquiera debería estar aquí y discutir esto con usted. Pero por tratarse de su padre me tomo ese detalle- soltó mirándolo fijamente-Dos caminos son los que le quedan Fugaku: Libérelo del contrato y queden en buenos términos con él. O no lo liberé no importa. Simplemente me lo llevare y se perderá muchas cosas de su vida. Usted de decide- concluyo dando media vuelta para salir.

-¿y qué futuro le espera contigo?-Pregunto Fugaku sin perturbar su semblante serio- seguir tu tonto camino de trovador y recorrer el mundo. Acaso no has comprendido que él no es del tipo aventurero por su enfermedad.

-¡Tener asma no es el fin del mundo!-grito furiosos, Sasuke no era un invalido que debía ser visto con pena. Era una persona capaz -Tomaremos los cuidados respectivos y todo saldrá bien a lo menos yo no lo madre a la cárcel, o esperare que se desespere tanto y se practique una traqueotomía- concluyo.

-¿eres médico?- pregunto como si no lo supiera y Naruto de mala gana afirmo con la cabeza- Sasuke no es como tú. Nunca fue un niño normal… -Fugaku se sentó en una de las sillas y le miró fijamente para luego cubrir sus ojos con sus dedos. Estaba cansado, por eso lo mando a llamar. Acabaría con esto de una buena vez- debió morir cuando nació… tubo tantas complicaciones pulmonares. Pero sobrevivió y creció lentamente como un niño normal. Tú quizás no lo percibiste, pero era más pequeño que otros niños. Tardo en crecer… Fue prematuro.

Naruto siguió mirándolo con desconfianza, pero no dijo nada, le parecía extraña es apertura de vulnerabilidad que mostraba Fugaku. Conoció a Sasuke como un niño normal. Algo bajito para la edad que tenía. Pero nunca le pareció extraño, después de todo creció e incluso era algunos centímetros más alto que Naruto, por ello Naruto tenía el cabello como cuerpo espín para disimular esa diferencia de tamaño. La única anomalía que siempre noto eran sus resfriados que aterraban a  medio mundo. Después su problema de asma.

“Prematuro…” “Tenía problemas pulmonares desde que nació…” Lentamente Naruto abandonaba su rabia y miraba fijamente a Fugaku con la cara expectante como quien espera una sentencia de muerte. Esas dos descripciones abrían posibilidades a mil enfermedades o déficit en el sistema inmunológico. La mayoría nada de peligro de muerte, solo simples cuidados.

-Mikoto lo ponía al sol para que dejara de ser tan pálido… Cuando tuvo su primer resfriado fue internado y el medico dijo que tenía infección respiratoria de vías bajas… Por eso sus refriados eran tan terribles…  tan fuertes. ¿Sabes lo que es ver a tu hijo enfermarse y preguntarte si morirá?

-Es cierto. Es una enfermedad compleja. Pero es como refriado. Si se trata adecuadamente todo sale bien- ahora Naruto comprendía lo que antes no entendía. Esa enfermedad hacia a Sasuke propenso a contraer Asma y llego a contraerlo.

-Lo extraño que es una enfermedad que se da en ciudades con altos índices de contaminación. El pueblo tenía un índice de contaminación menor a la media normal-dijo fugaku- y aun así solía enfermarse y apareció el asma, después el asma crónico…

-que dijo el médico en su último ataque-Pregunto sospechando algo malo. Lentamente comenzaba  a anotar en su cabeza los síntomas y determinar un posible diagnóstico y un tratamiento.

Fugaku rio. Y esto puso los cabellos de punta a Naruto, pues esa sonrisa no era de felicidad era de ironía y cargada de dolor. Cada arruga en la cara de Fugaku se manifestaba y su voz brevemente tembló. Pero rápidamente recupero su postura.

-No me importa si Sasuke me odia o no. Simplemente no lo dejare ir… tengo el derecho de estar a su lado y verlo lo que pueda verlo. De enterrarlo: ¡Es mi hijo allá tu si quieres conocer el mundo. Pero a él no te lo llevaras!

-¡Deje de decir estupideces y dígame de una maldita vez que dijo el médico!- exclamo con desesperación, de que le servían los reclamos o el juego de adivinanzas.

-Sus pulmones presentan déficit de alfa-1 antitripsina y presentan un nivel intermedio de enfisema… Sasuke no tenía asma… Tenía EPOC (Enfermedad Pulmonar obstructiva crónica)- Rio- nació en este pueblo por eso confundieron al enfermedad con un caso de asma. Sasuke no ah fumando ni un maldito cigarrillo en toda su vida y morirá como un fumador. ¿Sabes cómo será cierto?. Sus ataques cada vez con rangos de tiempo más largos. Con mayor intensidad. Su inhalador ya no le servirá y tú ¿aun piensas que puede ir por el mundo jugando tu tonto juego de aventurero?. No vivirá más de cuarenta años. No será el con Itachi los que me entierren.  A este paso seré yo quien lo deba enterrar. Sabes lo que es eso para un padre. ¡Sabes lo que es pagar a un médico o enfermero para que pase como su novio ya si vigile su estado! Ponerle un GPS en la muñeca para saber dónde está y medir sus pulsiones diariamente…

Naruto como médico mantuvo la serenidad que debía mantener. Como persona aun no podía crear las palabras de fugaku. Simplemente salió: “No te dejare a Sasuke. No te lo llevaras nuestro lado. Somos su familia… somos quienes le dimos la vida y vimos crecer, tenemos más derechos que tú para pasar con él el tiempo que le quede de vida”

Naruto camino por las calles aun atontado por esa noticia. Es que nadie piensa en la muerte de su ser amando cuando se es joven, cuando se cree que se tiene el mundo en las manos, y ese tipo de cosas no te pasaran.

Estudiar medicina perdía sentido. La beca perdía valor. Solo las ganas de viajar en el tiempo e ir al pasado y quedarse a su lado, ser partícipe de cada momento de su vida se volvía su anhelo. La enfermedad se desarrollaba lentamente en el pueblo… por eso la confundieron pues sin darse cuenta tomaban las medidas necesarias para tratarla. En la ciudad avanzaba con más prisa pero no de forma alarmante pues Sasuke siempre tomaba sus precauciones para no resfriase o para no toser. Nunca fumo, jamas estuvo cerca de personas fumadoras. Siempre hizo deportes de baja intensidad para ejercitar a sus pulmones sin forzarlos demasiado. Siempre comió bien. Siempre se cuidó como si fuera un diabético y aun así estaba en un grado intermedio de la enfermedad. Lentamente sus pulmones se llenaban de huecos, de tejidos inservibles que no cumplían la función de respirar. Una estúpida enfermedad silenciosa que se escondió como si se tratase de asma. Una estúpida enfermedad que no tenía cura.

Una enfermedad que avanzaba con más prisa concluido el tiempo de crecimiento de la persona, pues el índice de multiplicación dejaba de ser elevado. Quizás cuarenta años de vida… quizás más, pero de seguro menos… lo vería atado a una simple cama con una máscara de oxígeno y después de un tiempo con un tubo por su garganta para facilitar el acceso de aire. Hasta que al final simplemente nada sería suficiente y moriría con la desesperación de ahogarse.

Se sentó en la banca y no pudo evitar ponerse a llorar. Sasuke odiaba sentir la falta de aire y moriría de esa forma.

-¡No es justo!-Grito jalándose los cabellos. Al final la tonta acción de Fugaku fue de ayuda para saber la cruda realidad de Sasuke. Entonces abrió sus ojos y de par en par… Sasuke no sabía nada de su destino o quizás sí. ¿Cómo estaba? o ¿Cómo se sentiría al saber su destino?

Le recordó: Su personalidad cabio. Se volvió algo sumisa. Nada parecida a la altanera que siempre parecía salirse con las suyas.

Se paró y empezó a correr sin saber dónde demonios buscar. Debía dar con Sasuke. Deseaba estar con el todo el tiempo del mundo.  Al diablo los novios que tuvo que al final solo eran cuidadores. Al diablo los celos. Al diablo la beca. Al diablo medicina… ahora mismo solo quería estar a su lado.

Sasuke se sentó nuevamente frente a su médico de cabecera.

-¿cómo estamos hoy?-Pregunto el doctor

-Bien. Solo algo de tos, pero nada fuera de lo común- replico- me preguntaba si duplicamos la medicación podríamos apagarla por completo

-Ya te advertí sobre tus cocteles de píldoras. No es bueno para ti, el cuerpo al igual que los virus adquiere resistencia y no surtirá el mismo efecto.

Sasuke suspiro. Odiaba la tos. Odiaba la sequedad en su garganta. El sentimiento de asfixia

-Revisare los cultivos- replico mirando dejándolo solo por unos momentos. Quizás solo por curiosidad o aburrimiento tomo su expediente de la mesa del médico. Deseaba saber que salió en sus últimos análisis o solo leer algo para matar el tiempo hasta que el medico regresara.

Apenas si leyó las abreviaturas de su diagnóstico final: EPOC. No sabía que significaba y cuando estaba punto de leer el significado, su celular sonó y al verlo vio que se trataba de Naruto. Cerro el folio y contesto su llamada.

-dime-dijo dudoso de saber si ya había superado su rabieta o no.

-¿Dónde estás?

-en el medico

-¡¿qué paso?!-Pregunto alterado, asustado y Sasuke lo noto

-Nada, solo es un chequeo de rutina- concluyo para que se tranquilizara. Sinceramente todos parecían hacer un escándalo de su asma. Desde el incidente todos estaban pendientes de su enfermedad. Bueno debía admitir que estos dos últimos años había empeorado. Esa tonta toz parecía nunca desaparecer, pero podía controlarla con medicación.

-en que hospital estas. Iré a por ti- repuso calmándose brevemente.

-No es necesario. Tengo que ir a trabajar después de mediodía. Acaba tus preparativos para tu viaje.  Yo iré el fin de semana al pueblo para vernos. ¿Ya has decidido a que país te iras a realizar tu especialización?

Naruto guardo silencio. No sabía que contestar. Lo que menso pensaba era en la beca. Solo quería estar a su lado, pero no deseaba alarmarlo.

-aun no- dijo

-Piensa rápido. Si es Estado Unidos, Francia o Inglaterra puedo irme contigo para cumplir el tonto contrato con las empresas Uchiha.

-Creí que amabas vivir en Japón- susurro Naruto recordando que antes Sasuke ni tenía intenciones de salir de Japón.

-Las cosas cambian Naruto. La verdad es emocionante conocer otras naciones. Francia fue una experiencia impresionante. Ahora creo saber porque estas fascinado por conocer el mundo entero, supongo que nos tomara años, pero tenemos toda una vida…

Sasuke seguía hablando mientras Naruto lloraba en silencio escuchándolo hablar de planes futuros.

 


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