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MALOS ENTENDIDOS por reydelosPK2

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Motín segunda parte.

Sasuke

Basto con teclear las iniciales que leí en el expediente para saber la verdad. Me quede estático sentado sobre una banca del parque cercano a las empresas Uchiha.

Seré sincero… mis manos temblaban y me moría de miedo. Quería hablar y gritar blasfemias. Las palabras no salían, tampoco podía responder a mi padre… Pese a que yo lo llame por el celular y él preguntaba ¿qué había ocurrido? En tono desesperado, después de llamarme por mí nombre tres veces y no poder articular palabras solo toser como siempre, solo agitarme y sentir que la vista se me nublaba por la falta de oxígeno. 

Según oía de los paramédicos había sufrido un ataque. La gente se asustó al verme revolcar en el suelo… siempre creí que las personas exageraban cuando me daba un ataque de asma. Pero supongo que si todos dicen lo mismo es porque… Es verdad.

Las pequeñas barreras que eran mi martirio se volvían muros de diez metros de alto, imposibles de cruzar. La mente hace mucho en una persona enferma. Puede ayudarte a mejorar o llevar de buena forma la enfermedad, pero también puede hundirte y matarte.

Desde mi primer ataque me informe sobre el asma, supe como sobrellevarla, como mantener una buena alimentación, los medicamentos y cuidados. Tenía intenciones de ser alguien normal. Quizás por ellos sobre lleve sin problema algún el ser un enfermo de asma, eso no me hacía diferente, no me negaba una vida larga y plena. Podía tejer sueños y metas, aspirar a llegar a la cima y a su vez no apresurarme en lograrlo. De hecho mi condición me ponía un peldaño más arriba que muchos, yo podría sacar en cara a mi descendencia que no había imposibles para quien así lo deseara y se esforzara.

Pero de la nada llegaba la verdad y alteraba mi realidad. Todos los sueños y metas… todo por lo que luchaba jamás se realizaría. No llegaría a vivir más de 80 años, con suerte llegaría a vivir hasta los cuarenta. No podría hacer una maestría con mis propios ahorros, menos un doctorado… ¿con que sentido los haría? ¿Por qué trabar ahora? ¿Por qué sacar crédito para un departamento si mi tiempo de vida no alcanzaba para pagarlo? ¿Para qué comprar cosas para amoblar mi departamento? ¿Con que objetivo casarme o tener pareja si moriré en un futuro próximo?.

Para que seguir luchando si el final ya está escrito.

Las manos cálidas de mi madre presionan las mías y miro sus ojos acuosos que llenos de amor y un miedo que al fin descubro. Mi existencia es un calvario para ellos. Soy un estorbo para ellos. Un estorbo al cual criaron por obligación sanguínea. Dudo que padre alguno elija de gana un hijo enfermo o con alguna deficiencia. Nadie desea esa cruz.

Como un estúpido castillo de naipes todas mis fuerzas caen por el suelo… arrojo la toalla. Sé cuándo he perdido la guerra, al menos muramos con decencia y sin dramas de adolecente en luna llena… Eso me recuerda: Naruto ¿cómo tomara la noticia?

Niego esos pensamientos mientras el desfile de mi familia prosigue en la habitación de hospital. Se turnan para velar mi estado, no digo palabra alguna por los tubos… y aun sin ellos tampoco podría decirles nada.

Debo terminar con Naruto, el no merece cargar con el muerto. No merece que le corte las alas, Naruto tiene una beca, ira a estudiar, seguirá sus sueños de viajar por el  mundo… podría convencerlo de que se valla solo y yo lo esperare, Seguirle el juego y de la nada terminar la relación, buscarme una noviecilla, casarme con ella explicándole que se trata de un negocio, obligarlo a odiarme. A maldecir mi existencia y desear mi muerte. Así sería más fácil. Continuaría su vida, se casaría, tendría hijos…  Nunca debía dejar que lo nuestro avanzara… Es mi responsabilidad que el continúe su camino.

Supongo que esto debe ser de esa manera.

 

 

Camino por el pasillo de su residencia. Se detuvo en una de las ventanas al ver a alguien tratando de trepar la reja y rodo los ojos. ¿Cuándo aprendería el rubio a dejar de invadir su propiedad?

Es decir ya no estaban en el pueblo, estaban en la ciudad por ende la mayoría de las residencias tenían cerca eléctrica para protegerse de ladrones.

Le vio brincar y caer de la cerca revolcándose levemente por el dolor. Gracias al cielo que la tensión no era tanta para matarlo, solo para aturdirlo mientras la alarma antirrobo se activaba y el guarda de seguridad acudía a la residencia para reducirlo hasta que llegase la policía y se lo llevara a la comandancia. Giro y saco su celular de su saco. Como imagino, comenzó a sonar. El guarda de seguridad lo llamaba para informarle sobre el suceso y citarlo en la comandancia para presentar cargos contra el intruso.

Según se acercaba a la oficina del oficial en turno podía oír con claridad los gritos del rubio que indicaba que no era un ladrón, solo la pareja de Sasuke y que este se hallaba encerrado en esa residencia en contra de su voluntad. Cosa que le pareció ridículo tanto a los oficiales como al mismo Fugaku. Obvio que Sasuke estaba en la residencia. ¿Contra su voluntad? No. Estaba recuperándose de su último ataque y si el rubio tuviera la decencia de tocar el timbre en vez de trepar la barda nada de esto pasaría.

A su lado Sasuke lo seguía de forma lenta, su hijo la noche anterior fue dado de alta,  pero aun así, no parecía el mismo. De la noche a la mañana se mostraba carente de emociones o deseos de pelear o de hacer cualquier cosa. Solo decía si, quizás o el típico estoy bien solo algo cansado. En parte era bueno pues así podía manejarlo, pero por otra parte era deprimente, tanto que al contarle lo ocurrido se alegró de verlo mostrar emociones y le animo a que lo acompañara a la comandancia para solucionar el mal entendido.

Lo observo sus pirando y después aspirando su inhalador antes de animarse a entrar a la oficina.

El silencio reino dejando a medio pronunciar el insulto del rubio al guarda de seguridad. Todos voltearon a ver al señor Fugaku Uchiha y guardaron silencio por respeto, mas Naruto solo callo al ver detrás de Fugaku a Sasuke cubierto de pies a cabeza y sacándose el inhalador para guardarlo en su bolsillo y verlo fijamente.

-señor. Encontramos a este sujeto tratando de ingresar a su domicilio- indico el guardad orgullosos de su acción.

-Gracias- dijo Fugaku serio como siempre y el extendió un monto de dinero en compensación por sus servicios, luego miro al comandante y a Naruto.

-Este sujeto indica ser el novio - esposo de su hijo- repuso el oficial mirando al susodicho hijo menor del señor Fugaku. A su parecer si era apuesto y con una extraña aura de delicadeza que le convencía de la versión del rubio. Sin embargo el verlo tan pálido también el hizo suponer otras cosas, más al analizar su ropa y lo que el joven rápidamente escondió en su bolsillo. Se enfocó más en el rostro pálido de… Sasuke Uchiha, así lo leyó en el expediente que manejaba. El mencionado tenía los labios secos, rajado y de color moráceo. También tosía una que otra vez de forma disimulada y lo vio sacar de su otro bolsillo una especie de jugo en caja para hidratar su garganta. En resumen ese joven no se veía muy saludable.

Fugaku miro al guarda de seguridad y este comprendió que debía marcharse. Era un asunto familiar delicado. La homosexualidad aún era un tabú.

-comprenderá que es un asunto delicado- dijo Fugaku pidiendo con estas palabras discreción- No negare que existe relación entre mi hijo y este muchacho- Naruto rodo los ojos al ser llamado muchacho. Tenía nombre y apellido y Fugaku los conocía a la perfección- supongo que podemos solucionar este incidente sin muchos papeleos y llenar el reporte como un simple mal entendido- concluyo para descaradamente poner sobre la mesa del oficial un folio con un proyecto de equipamiento a la unidad policial que el oficial miro con bueno ojos. ¿Por qué no sacar provecho de este ligero altercado de enamorados? Se dijo, pero al elevar nuevamente la mirada y observar a Naruto mirando fijamente a Sasuke y al volver a ver a Sasuke, sintió que quizás esto no era un simple altercado. Realmente ese chico de cabellera negra llamado Sasuke no se veía para nada bien.

-Les daré quince minutos- dijo el oficial para que resolvieran sus asuntos. Era mejor que discutieran en la comandancia y no fuera. Allí tenían policías y paramédicos. De verdad ese joven abrigado y de piel pálida no se veía para anda bien. 

Los tres miraron al oficial cerrar la puerta y rápidamente Naruto comenzó a hablar.

-¿Qué paso?-Fue la primera cosa que se le ocurrió preguntar, es decir la última vez que vio a Sasuke este lucia bien, un poco pálido para su gusto pero bien. Ahora estaba tan blanco como el papel y sus labios morados y rajados, su misma mirada ensombrecida por alguna anemia. Solo pasaron dos semanas desde que lo vio y de la nada se le perdió de vista y ahora que lo veía… era la sombra de lo que recordaba.

-Tubo un nuevo ataque-Dijo Fugaku sin cambiar de expresión. Naruto rodo los ojos, de verdad ese hombre parecía que tenía la cara de yeso, jamás cambiaba de expresión y cuando lo hacía daba miedo.

Fugaku sintió la mano de Sasuke sobre su hombro y negó con la cabeza, luego salió de la oficina. Naruto solo abrió los ojos a más no poder por la sorpresa de esa acción. Es decir… ¿Fugaku se marchaba y los dejaba solos?

-Es… ¿Estas bien?-Pregunto Naruto abandonando su asombro y mirándolo fijamente. Esto no tenía buena pinta.

-No quiero hablar mucho- dijo sacando nuevamente él té de manzanilla de su bolsillo y tomándolo para ayudar a cicatrizar sus cuerdas bocales que sufrieron lesiones por el roce de los tubos de respiración y alimentación con las cicatrices de su traqueotomía cacera.

La voz suave, calmada y fría de Sasuke había desaparecido y fue remplazada por una vos ronca y débil.

-Ok…- Dijo conteniendo sus ganas de gritar, reclamar y abrazarlo- escucho…- forzó su auto control

-No poder acompañarte en tu especialización- dijo y Naruto con algo de molestia lo acepto al verlo delicado dudo que Sasuke estuviera en estado de viajar.

-Ok. Me quedare contigo- repuso sin duda, sin miedo, como si sus sueños no importaran. Pero Sasuke negó con la cabeza, Naruto podía ignorar sus sueños pero Sasuke sabía que era injusto privarle de estos- Oye, es mi decisión quedarme al lado de mi esposo. ¿Recuerdas? Es…-Cayo al ver como Sasuke elevaba la mano pidiendo la palabra.

-No lo compliques más. Tengo muchas cosas que pensar ahora Naruto y tú… eres un estorbo.

-¡Me llamas estrobo!- Exclamo y rio de mala gana, mientras se rascaba el cuero cabelludo, no podía explotar contra Sasuke, estaba en pésimo estado y podría provocarle un ataque, pero ganas no le faltaban. Después de unos segundos y un suspiro pesado se levantó de su silla para acercársele y tocar la frente de Sasuke, de verdad no se veía para nada bien.

-Ponte en mis Zapatos. ¿Cómo quieres que este sí sé que te quedaste por mi culpa?… No quiero ser una carga. No me obligues a ser una carga- contradijo  

-¡Y… ¿cómo carajos quieres que yo este sin saber nada de ti?!. ¡Dios!- grito a todo pulmón sin aguantar más y arrojando la silla al suelo de una patada- ¡Te deje para irme con médicos sin fronteras y me muestras una traqueotomía, Novios, te mudas con tus padres!- Le escucho toser al tiempo que deseaba aludir algo en su defensa, pero la tos no se lo permitió. Se mordió los labios y se dijo a su mismo: ¡Calma! ¡Calma!. Mientras Sasuke se ayudaba con su inhalador y lentamente se fue calmando, pero ya no se animó a hablar, su garganta le dolía.

-Sasuke… Solo te perdí de vista por dos malditas semanas y mírate… pareces un muerto viviente…- Cayo al escuchar como el oficial peleaba con Fugaku para entrar a la oficina- ¿Cómo quieres que me ponga en tus zapatos si tú no te pones en los míos?- le acuso al borde del llanto- ¡Te amo carajo! -concluyo al momento que el oficial entro en la oficina y les miro tratando de leer los movimientos corporales de ambos. Al parecer no había violencia física, por lo visto y lo comprendido de las palabras de Fugaku esto era un drama amoroso, el joven de cabellera negra llamado Sasuke tenía una enfermedad terminal y el rubio era su atolondrado novio que se negaba a dejarlo. Sintió lastima por el rubio… Era demasiado joven para cargar con esa pena.

-¿Qué tiene de malo…?-volvió a reclamar Naruto sentándose en el suelo frio. Ya no sabía que más hacer o decir.

Sasuke por su parte solo lo miraba y luego miraba a su padre y a la oficial… tampoco sabía que decir. Sin palabra alguna ambos daban a entender que ya lo sabían todo. Sabían el desenlace de su relación. Sasuke no era tonto, conocía a su padre y al ver a Naruto perder los estribos, si no supiera de su enfermedad, si solo dedujera que es por culpa del asma, no reaccionaria de esa manera tan dramática.

-No voy a morir tan fácilmente…- Sasuke saco fuerzas de donde no creía tenerlas para hablar y sonreírle- es verdad que tuve un ataque y mi garganta no es la misma de antes… pero eres médico, sabes que no moriré pronto… te lo prometo- se agacho y acaricio la dorada cabellera de Naruto- quiero verte cumplir tus sueños antes de encadenarte a una vida aburrida- dijo en broma.

Fugaku miro como de la nada Naruto abrazaba fuertemente a Sasuke contra su persona y como su Hijo trataba de controlar su agitación y deseos de llorar. No necesitaba otro tonto ataque.

-prométeme que te mejoraras y me esperaras...- Naruto hundió su cabeza en el hombro de Sasuke para llorar- No me demorare.- prometió Naruto.

Ese fue el último día que Fugaku vio a Naruto y el último que vio a su hijo expresar emoción alguna. Simplemente cerró su corazón. Sonreía por satisfacer a su familia, pero todos sabían de la falsedad de esas sonrisas. Del vacío de su mirada, del dolor que representaba vivir por los demás y no por ti mismo. De levantarse cada día y tomar un coctel de medicamentos, caminar y fatigarse alrededor de la residencia, leer libros en la biblioteca, practicar algo de manualidades con su madre, ya ni ganas de trabajar tenia. La enfermedad que tardo tanto en despertar y manifestarse con fuerza, de la noche a la mañana avanzaba con rapidez. En cada examen el medio alertaba del tamaño de esos tejidos… algo como como pequeños canceres.

Ir al médico solo era deprimirse más y más y al depresión, la falta de apetito entro otras cosas debilitaban a Sasuke que rara vez hablaba.  

Fugaku vio como de la nada aparecía una chica de cabellera roja en su residencia, también la visita se Suigetsu  y Hinata. No les negó la entrada, incluso les dejaba quedarse a dormir, cualquier cosa para que Sasuke se animara un poco. Los siguientes días su visita de la chica era frecuente y de la nada Sasuke les informaba que esa chica era su prometida. Les hablaba sobre un embarazo in-vitro y quien sabe cuántas locuras más. Algo como un remplazo de su persona.

Todos se miraron y era clara su negación, pero lo que no esperaban era que Sasuke se adelantara y lo llevara a cabo y al final soltara como si nada: ya está hecho, hoy lo comprobamos. Karin tiene un mes de embarazo.

Karin sintió las miradas asesinas de todos los presentes. Sabían que esto acabaría mal, pero amaba a Sasuke desde siembre. Lo amaba tanto que se conformaba con ser su amiga, con contemplarlo de lejos. Como se iba a negar si se enteraba de la verdad y lo único que le quedaría de Sasuke era esa posibilidad.

Karin se aferró a la idea de ser la mujer que compartiera con Sasuke sus últimos días y le dejaría ver a su hijo crecer el tiempo que dios así le dejara. Aunque se tratase de un simple teatro por lo menos le quedaría eso… ella sería la esposa del hombre que siempre amo. La madre de su hijo. Claro que le seguiría el juego.

Simplemente se miraron los unos a los otros. Y es que Sasuke sabia como ponerlos de cabeza cada que se lo proponía.

¿Mandarla a abortar?

No podían. Ni Mikoto ni Fugaku apoyaban ese lineamiento. Pero Fugaku se sintió tentado aunque con el pasar de los meses y al ver las ecografías de Karin la idea del aborto desaparecía. Era su nieto de todos modos. Parte de su familia y un consuelo cuando Sasuke ya no estuviera a su lado.

Karin Sabía cómo comportarse con los Uchiha y con Sasuke. Sumisa y tranquila. Se sentaba al lado de Sasuke y este se sentía motivado. Por lómenos cumpliría con su familia y vería a ese niño nacer… se volvería la nueva luz de su vida y algo por lo cual tratar de existir y sentirse orgulloso.

Naruto no dejaba de llamar cada día o por lo mínimo una vez por semana en época de exámenes. Sasuke hablaba con él de forma normal. Como si ambas cosas fueran separadas. Era lógico que Naruto no se enterrara de nada de lo que ocurría con los Uchiha. No porque Nadie le decía nada. Incluso Suigetsu que lanzo el grito al cielo al enterrarse se cayó al saber del diagnóstico de Sasuke. Miro al Karin y negó con la cabeza. Traer hijos al mundo solo por satisfacer deseos ajenos no era bueno. Un bebe nace por amor, de otra manera mejor no tenerlos. Pero bueno… El también quería a Sasuke y deseaba pasar más tiempo a su lado y con los Uchiha. No fue raro que renunciara a las empresas Hyuga y trabajara con los Uchiha. Hinata también pasaba a verlos de vez en vez.

No fue raro organizar le babyshower y que las fotos se escaparan de control más en las redes sociales en las que estaba inscrito Suigetsu.

No faltaron las notificaciones en las redes sociales de Naruto que miro las fotos.

-Un babyshower…- se dijo creyendo que el albino había metido la capta, o quizás se había casado, después de todo ya había pasado un año y medio desde que se fue. Pudo ignorar estas notificaciones, pero al ver en las fotos a Sasuke, decidió verlas.

Dejo caer su celular sin poder creerlo. Cuando llego a leer todos los comentarios y mirar como en varias fotos salían solo Karin y Sasuke mostrando los regalos.

-Naruto- llamo el medico docente al verlo atontado

-Me tengo que ir- dijo y este le miro incrédulo, estaban a días de los finales y el rubio decía que se iba, apenas si reacciono  a tiempo para jalarle del brazo y mirarlo para luego decirle

-esto no es un juego. Como que te vas. Sabes cuantas personas trabajaron por esa beca y tú que la ganaste dices que te vas. A menos que sea de vida o muerte no creo que valga la pena marcharte

Naruto le miro y quizás si tenía razón, es solo que… cada que se alejaba de Sasuke todo cambiaba de forma siniestra. No debió dejarlo, debió renunciar a la beca, pero su docente también tenía razón.

Con más calma comento a su docente su situación y este lo miro fijamente, Francia no era un sitio cerrado como solía serlo Japón que mantenía estas cosas secretas, pues de que existía la homosexualidad existía y era conocía y antigua, pero no era un tema social de hablarse a los cuatro vientos.

-Acaba la beca. Él no se morirá todavía. Dijo al ver las fotos, se veía bien de salud- y ese bebe quizás nazca para cuando regreses…  Tampoco se marchara del país. Has las cosas con calma y con la cabeza fría.

Naruto miro a su docente. Tenía razón, pero… tenía tantas cosas en la cabeza que los exámenes de seguro los fallaría. ¿Sasuke se había casado… tendría un hijo? ¿Dónde quedaba el amor que se tenían? ¿Cómo era capaz de hablarle de forma normal, como si nada pasara y todavía susurrarle un te amo?

De verdad que tenía Sasuke en la cabeza.

-Hola- dijo Sasuke al contestar la llamada de Naruto

-Hola-Dijo Naruto forzándose a no gritarle mil cosas

-Y ¿cómo te va en los exámenes?

-Bien- dijo en tono frio, cosa que preocupo a Sasuke- ¿y tú como estas?- rio molesto- ¿Alguna novedad?

-No. Todo aburrido como siempre- Naruto no dejaba de tronar los dientes y apretaba su celular con fuerza conteniendo su rabia. Sasuke le estaba viendo la cara. Por alguna tonta razón el moreno le estaba jugando chueco y conociéndolo la razón era la más estúpida del mundo: complacer a su familia y acabar su relación para dejarlo libre y que lo odiara e hiciera su vida… Allí veía al Sasuke maquiavélico de la infancia. Jugando travesuras y poniendo a todos de cabeza. Pero esta vez todo sería diferente, él se le adelantaría. No le dejaría el mando de barco. Esto era un maldito motín.

Nadie le robaría su felicidad ni siquiera Sasuke.

-Acabare los exámenes dentro de dos semanas y viajare a verte- dijo Mintiendo descaradamente, acababa de concluir sus exámenes, con mucho esfuerzo logro probar, y tenía planeado ir a por que es suyo.

Sasuke solo recibió una llamada y resulto ser Naruto que le decía que iría a verlo. Pero no estaba seguro si Fugaku lo dejaría entrar a su residencia. Sasuke comprendió que era momento de decirle la verdad. Karin dio a luz una hermosa niña y aun se hallaba en el hospital. Podría ir a verla y al regresar hablar con Naruto en algún parque para explicarle todo.

Se situaron en el parque, pero por más que Sasuke espero por Naruto este no aparecía, al momento de llamar un taxi, simplemente un auto negro se paró y en él vio a Suigetsu, bajo la guardia pero de la nada sintió como alguien lo tomaba de atrás y un paño era puesto en su cara… Luego perdió la conciencia.

 

Naruto

Recuerdo ese día claramente. Fue el día que supe que si quería algo no bastaba con luchar por lo que se quiere, no bastaba con ser atrevido y lanzarse antes de que la lógica impidiera el movimiento por temor al fracaso. Ese día supe que se debía usar la fuerza bruta para Ganar…

Suspire. Mientras miraba tus ojos asesinos que me observaban. Quizás había exagerado como casi siempre, pero fue tu culpa esta vez.

Cierras los ojos cansado y no me extraña, estuviste tosiendo todo sin descanso y respirando agitado desde que te secuestre, sin mencionar que la droga que te di comienza a surgir efecto. Otra vez. Aún faltaba mucho para llegar y no quería que despertaras y comenzar a discutir en medio de la nada era peligroso.

Mi mano se dirige una caja de cigarrillos y saca uno para mirarlo. No señores, yo jamás he fumado y no fumaria contigo a mi lado, solo lo compre para mirar con detenimiento el aviso de advertencia.

Es claro el mensaje y aun así la gente sigue fumando. Irónico. Supongo que eres como mi caja de cigarrillos y yo soy el fumador empedernido. No puedo dejarte… por más daño que me hagas no podría dejarte… Moriría con gusto si fueras la razón de mi muerte… Creo que estoy algo chiflado… todos estamos locos de cierta forma y nos aferramos a personas sensatas que nos den tierra a la que regresar cuando nos cansamos de andar por las nubes. Algo seguro en un mundo de cambio. 

Siempre me sorprendía tu descaro infantil que dominaba a mi curiosidad y deseos de diversión. Y cuando te perdí comprendí que también llenabas otro espacio en mi corazón que se quedó vacío en tu ausencia. Cuando te volví a ver me arriesgue a todo, sin saber cuánto tu cambiarias mi mundo o yo cambiaría el tuyo.

Me enseñaste que las adicciones son peligrosas y el sexo es la última llave a la obsesión que puede acabar en tragedia. Que el tiempo es cruel y pasa lento cuando quieres que pase rápido. Que sin importar lo aburrido que sea estar con un estirado como tú y mirar el tica tac del reloj… Es mejor que ir a Wall Disney y no hacer fila.

No esperes que me quede de brazos cruzados ahora que llegamos al final del cuento de hadas que yo empecé y tú continuaste. Tu enfermedad no es el fin del mundo, pero tu ausencia si sería mi final. ¿Por quién he hecho todo lo que he hecho si no es por ti?

-Fugaku Quera asesinarme- susurro al recordar las maldiciones que lanzaba cuando él dijo que se llevaba a Sasuke para siempre.

Suigetsu rio divertido. Esto era lo más emocionante que había hecho en toda su vida. Pero Naruto tenía razón, Sasuke aun lo amaba y ese matrimonio era solo una parodia- mira el lado bueno sin el chip no podrá rastrearnos- concluyo arrojando el celular de Sasuke por la avenida.

Naruto asintió, de verdad Suigetsu tenía experiencia con estas cosas. No quiso ni imaginarse cuales eran sus pasatiempo del albino. Solo le importaba llevarse a Sasuke a aquella cabaña donde le haría comprender a la fuerza que no podía sacarlo de su vida.

 


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