Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cuando la vida es peor que la muerte (Jack Skellington x Victor Van Dort) por Shir285

[Reviews - 32]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Autora verdadera:

itziritha: Qué bueno que te haya gustado, la verdad a mí me encantó la idea de un Jack celoso 7u7 jajaja.

mfarias: Jaja así es Victor, un tonto con cara de drogadicto :'v pero así se le quiere. Jahjsha gracias.

No Sounds: Espero que haya sido una buena sorpresa. 7u7
Sep, está bien pendejo. Pero eso es lo que le gusta a Jack de él, ahq. (???)

Inain: Ohhh. OHHHHHH. Me las imaginé y me gustó esa pareja, ambas son tan adorables.
Con respecto a lo de Oogie Boogie, no sé si debería responder a eso. Spoilers. (?)
Jajaja tenía que hacerlo, tantos reviews tan lindos y yo sin responder adecuadamente :c y yo me lo imaginaba más bien naranja, como el de Papyrus. ( v5;° v0;b2; v5;°) (????)

Unmei: Se va a poner intenso, ahr.
Jajaja, es que ese lindo chico con cara de drogadicto es sólo suyo >:v

Y en el capítulo de hoy de La Rosa de Victorlupe... (???)


Luego de una larga espera, el reloj finalmente marcó las diez, y un ave cucú se aseguró de que quedara claro haciendo un gran escándalo que se propagó por toda la casa. Victor tomó el espejo, el cual yacía en su regazo desde hacía horas. Lo miró atentamente, esperando que su reflejo se transformara en el rostro de Emily en cualquier momento.

—Dudo que sea tan puntual —comentó Jack con un suspiro, un tanto fastidiado del entusiasmo que mostraba Victor. Le gustaba verlo feliz, obviamente, pero no podía negar que le dolía no ser el motivo de esa felicidad—. Capaz y ni siquiera…

Pero tuvo que callarse cuando la imagen del espejo volvió a distorsionarse. De haber tenido ojos, los hubiera puesto en blanco. La muchacha esa hasta le ganaba en puntualidad.

Antes de que la imagen fuese nítida nuevamente ya se escuchaba la voz de Emily preguntar: «¿Victor? ¿Estás ahí?»

—¡Sí, aquí estoy! —exclamó el azabache, y sonrió cuando la imagen de Emily apareció por completo—. ¿Qué ha pasado?

Jack se acercó. Victor estaba sentado en un sillón con el espejo entre las manos, así que el esqueleto se colocó justo detrás de él. La mirada de Emily se endureció un poco cuando lo vio; su primer encuentro no había sido precisamente amigable.

—Estoy con Gutknecht —explicó la muerta—, y sí podemos vernos en la tierra de los vivos, pero es un asunto complicado. Y muy delicado.
Jack se inclinó hacia adelante.

—¿Qué hay qué hacer?

Emily miró al esqueleto para luego ver a Victor con una expresión que decía «¿va a venir él también?». Van Dort entendió perfectamente esa mirada, y sólo pudo sonreír con nerviosismo. Ninguno de los dos dijo nada.

—Es un poco complicado de explicar —dijo Emily—. Mejor que lo explique él.

La muchacha le tendió el espejo al anciano encorvado que estaba junto a ella. Su esqueleto estaba mucho más deteriorado de lo que Victor recordaba, y daba la impresión de que podría volverse polvo al más mínimo roce.

—Escuchen —dijo Gutknecht. Sostenía el espejo con una mano mientras que en la otra tenía un libro de aspecto pesado y muy, muy antiguo—. Como deben saber, no es posible salir al mundo de los vivos si no es su efeméride, ¿no?

—Correcto —asintió Victor.

—Bueno. —El anciano abrió el libro y lo acomodó sobre una mesa—. Hay una forma de “burlar al sistema”, por decirlo así.

»Debido al incidente que le ocurrió al joven Van Dort –entiéndase, que fue arrastrado al mundo de los muertos aún estando vivo– se instauró una medida de seguridad, y esa es que cualquier ser puede salir por el portal en cualquier momento del año… si está vivo.

—Pero nosotros no… —Victor fue interrumpido antes de siquiera completar la frase.

—Sh, déjame continuar. Por ese mismo motivo, he estado perfeccionando una especie de… ¿elixir, pócima? Llámenlo como quieran, que puede hacer pasar a un cadáver por un ser viviente. Me explico.

»La pócima es capaz de regenerar el cuerpo, sin importar la etapa de descomposición en la que este esté. Recupera la piel, los órganos y solidifica los huesos. Pero hay una complicación: todo esto, las partes del cuerpo que recupera, es un artificio. No es piel real, ni son órganos reales. Sólo son un placebo capaz de confundir la magia del portal. Y el problema es que no he logrado que dure más que unos veinte minutos, así que deben darse prisa.

Jack y Victor intercambiaron miradas nerviosas. ¿Cómo se suponía que eso iba a funcionar?

—¿Esa… la única complicación? —preguntó Victor con algo de ironía en su voz.

—Sí. En sí la pócima es bastante fácil de hacer, y estoy seguro de que los ingredientes necesarios están también en su mundo. Son estos.

Acomodó el espejo frente al libro de modo que este fuera perfectamente legible. Victor se quedó mirando con cara de idiota, pensando en que, al contrario de lo que Gutknecht afirmaba, la pócima era ridículamente difícil de hacer. Tenía demasiados ingredientes, todos en exceso raros. El más normal era literalmente “pico de cuervo”. Ni siquiera una pluma, no. El pico. Justamente el pico.

Mientras que el azabache se había quedado pasmado, Jack se apresuró en buscar algo con que anotar para escribir la larga lista que Gutknecht les mostraba. Contrariamente a Victor, a él sí le pareció que el mejunje era sencillo de hacer. Sólo había un ingrediente que era particularmente difícil de conseguir: la achicoria mágica, una especie muy rara de flor con propiedades curativas.

—¿Ya lo anotaron? —preguntó el anciano, ya que se estaba cansando se sostener el espejo.

—Una cosa más —dijo Jack mientras terminaba de escribir la última palabra—. Listo. Ya lo tengo.

—Excelente —dijo Gutknecht antes de levantar el espejo para ser nuevamente visible ante los otros dos—. ¿Cuánto tiempo necesitarán aproximadamente?

Jack le echó una última ojeada a la lista antes de responder.

—Creo que con un par de días es más que suficiente.

—Perfecto. Nos vemos dentro de dos días a esta misma hora.

Y puf, la imagen se desvaneció antes de que Victor y Emily pudieran siquiera despedirse. El azabache se volteó a ver al esqueleto, el cual se veía muy despreocupado, como si lo único que tuviera que hacer es recoger margaritas.

—¿Dos días? —inquirió confundido—. ¿Cómo piensas que vamos a conseguir todo eso en dos días?

—A ver. —Jack miró el papel donde había anotado los ingredientes—. Pico de cuervo, eso es fácil. Tengo un tazón lleno de esos.

—¡¿Qué rayos?!

—Verruga de gusano, fácil también. Seguro que hasta la has comido y ni lo recuerdas —continuó Jack, sin hacerle mucho caso a Victor, quien se encogió de hombros e hizo una mueca; ciertamente la había probado en casa de Sally—. Esencia de rana, cerebro de rata… todo esto se consigue fácilmente. Lo único complicado es la achicoria mágica.

—¿Achi qué?

—Vamos, Van Dort, ¿estás prestando atención?

—Sí, pero…

—La achicoria mágica es un tipo de flor que, como su nombre lo dice, es mágica. Tiene propiedades curativas. Me imagino que es el elemento activo de la pócima, lo que hace que la piel, los huesos y los órganos se regeneren. No hay demasiadas por Halloween Town —explicó Jack mientras doblaba el papel en un cuadrado perfecto antes de guardarlo en un bolsillo interno de su traje.

Victor se quedó pensando un momento.

—¿Por qué… por qué habría una flor curativa aquí abajo? —preguntó, como pensando en voz alta—. Estamos… muertos.

—No lo sé, yo no hago las reglas.

—Eres el rey.

—… Esa clase de reglas. Ahora, mejor vamos a dormir. Tendremos que aprovechar el día de mañana si queremos que esa pócima esté a tiempo.

Jack pasó junto a Victor, y al hacerlo le tocó la nariz como gesto amistoso. El azabache reaccionó como un gatito a punto de estornudar. Y nuevamente, de haber estado vivo, se habría sonrojado por completo.

—Oye —dijo, volteándose a ver al esqueleto.

—¿Hm?

—Gracias por tu ayuda.

Jack ladeó una sonrisa.

—Para mí, es un placer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).