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Cuando la vida es peor que la muerte (Jack Skellington x Victor Van Dort) por Shir285

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Notas del capitulo:

No Sounds: Jajaja #NoHomo :v
Me alegra que te haya gustado, la verdad quería quitarme ese clavo de que ellos dos anduvieran peleados desde capítulos atrás, pero no tenía mucha idea de cómo hacerlo. ;;

mfarias: Ese Jack está dormido, tiene a alguien tan tierno y despistado y no aprovecha. Alv. ¿?
Aunque eso me hace pensar que estoy respetando (aunque sea un poco) al personaje bc él también es bastante despistado en ese sentido. Idk. :'v Jahjsa me alegra que te esté gustando. uvu

Inain: La verdad es que estos días lo he tenido un poco complicado, pero estoy haciendo lo posible por continuarlo <3 y aunque no pueda actualizarlo tan seguido, de verdad trataré de que por lo menos los capítulos sean más largos.
Manzjaks qué bueno que te haya gustado el capítulo. uvu
PD: Nope, no lo eres 7u7 la verdad no sé cómo no se me ocurrió antes. ¿?

itziritha: ¡Muchas gracias! Qué bueno que te gustó ^^
Y perdona que al final el "muy pronto" no fue tan pronto que se diga. ¿?

chio.murder: Ayayai <3 muchas gracias. Por decidirte a entrar, leer y comentar jajshaja. Bienvenida a esta locura:'v. (?)

Emanuel: Aaaaay basta. Tampoco es para tanto mzkajskas creo que ya hasta me puse roja y todo (?)
Jajaja muchas gracias >< amé tu comentario, alv. <3

Shir285: ¡Hola! Muchas gracias, me haces un gran favor en serio <3
La verdad tengo mi cuenta de Amor Yaoi un poco abandonada xD
Aquí dejo las respuestas a los reviews (no sé si las anónimas puedan responderse, realmente nunca he usado Amor Yaoi, pero por si acaso las dejo):


Caía la noche y ya casi era la hora en la que Jack y Victor habían acordado verse con Emily y Gutknecht a través del espejo. Jack iba de acá para allá, atareado con la creación de la pócima, mientras que Victor lo miraba como un pasmarote. Le habría gustado ayudar, quería hacerlo, pero no tenía idea de nada de lo que estaba haciendo el esqueleto, y temía que si intentaba ayudar terminaría retrasándolo todo. Miraba nerviosamente al reloj de la sala cada dos por tres; faltaba menos de media hora.

Sólo le quedó cruzar los dedos y esperar que funcionara.

—Creo que esto ya está —dijo Jack justo cuando un olor extraño y dulzón empezó a impregnar el lugar.

Victor se acercó a la mesa y vio que la poción era espesa y de color azul, de un color similar al de la achicoria, sólo que de un tono bastante más oscuro. El olor que despedía no era agradable. Es decir, no es que fuera un asco, pero no le daba demasiado confianza beberse eso. Sentía que sería como tomar jabón líquido.

—Nope, no me falta nada —corroboró el esqueleto revisando la lista una vez más—. Ahora sólo queda esperar.

Victor asintió y tomó el espejo para luego sentarse en un mueble. Dejó el objeto en su regazo mientras clavaba la mirada en el reloj, esperando impacientemente a que dieran las diez. Faltaban cinco minutos para eso cuando la imagen del espejo volvió a distorsionarse para luego mostrar a Emily y a Gutknecht.

—¡Hola! —Fue la voz de Emily la que hizo que Victor se sobresaltara y mirara el espejo—. ¿Todo listo?

—Sí, sí, creo —dijo Victor un tanto dubitativo. Luego miró a Jack, y este asintió—. Sí, todo listo.

Al parecer Emily iba a decir algo, pero Gutknecht le quitó el espejo apenas medio abrió la boca.

—Buenas noticias. Conseguí una forma de que el efecto de la pócima dure un poco más, aunque no demasiado. Si le añaden un colmillo de gato puede durar más de una hora.

Victor aún no había terminado de procesar lo que acababa de oír cuando ya Jack se puso a revisar entre los tarros que tenía en la alacena. El azabache lo miró, ¿en serio tendría tal cosa…? Bueno, si el aliento de rana y la verruga de gusano era algo de todos los días, ya ni sabía por qué se sorprendía.

—¿Sólo uno? —preguntó alzando la voz para que el viejo lo escuchara.

—Sí. Traté de hacer que durara aun más echándole dos o tres, pero sólo conseguí arruinar la pócima.

—Perfecto, este es el último que me queda —dijo Jack de forma triunfal mientras introducía el colmillo en la poción. El color que esta tenía se aclaró aun más, consiguiendo un tono todavía más parecido al de la achicoria—. ¿Cuáles son las instrucciones?

Victor se rindió y le dio el espejo a Jack. Al fin y al cabo los únicos que tenían idea de lo que hacían era él y Gutknecht. Victor sentía que estorbaba si se entrometía, y al parecer Emily sentía lo mismo. De momento lo mejor sería estar atento y esperar.

—Deben ir al claro en donde se encuentran las puertas —dijo Gutknecht—. Si la poción surte efecto, ahí es en donde debería abrirse el portal. Emily hará lo mismo, pero mis huesos están muy débiles para hacer ese recorrido. Así que no podré acompañarlos.

En ese momento a Victor le entró algo de pánico. No podía dejar de pensar que sin las instrucciones del viejo todo saldría mal. O en pocas palabras, que su propia inutilidad era capaz de entorpecer a Jack y a Emily.

—Entendido. ¿Qué hacemos una vez allí? —Y como siempre, Jack era el único que tomaba el control de la situación.

—Sólo deben tomarse la poción y esperar que el portal se abra. Una vez en la tierra de los vivos sólo tienen que esperar a que el efecto se pase para volver. No hay forma de que salga mal, es un plan a prueba de tontos.

O sea, a prueba de Victor.

—Bien, gracias por su ayuda.

Gutknecht asintió antes de pasarle el espejo a Emily. Jack apenas la vio desvió la mirada y dejó el espejo sobre la mesa para luego ir a buscar un par de vasos donde verter la poción. Victor tomó el espejo y él y Emily se miraron. El azabache se notaba preocupado, pero Emily sólo se encogió de hombros.

—Vamos, Victor —dijo el esqueleto mientras le daba uno de los vasos. La poción echaba humo, a pesar de no estar caliente—. No perdamos tiempo.

El azabache asintió mientras tomaba el vaso.

—Nos vemos en un rato —le dijo a Emily.

—Ojalá resulte —dijo ella con un suspiro.

Victor asintió, tratando de no pensar en todas las cosas que podrían salir mal. Nuevamente la señal del espejo se perdió, y él decidió dejarlo sobre la mesa. Después de todo se suponía que se vería con Emily en persona en un rato, no tenía mucho sentido llevarlo consigo.

Salieron de la casa al bullicio de la ciudad. Evidentemente, el lugar estaba muchísimo más animado cada vez que caía la noche. Los músicos que estaban siempre junto a la entrada de la casa de Jack tocaban su música melancólica y deprimente de siempre, mientras que las personas iban y venían conversando a viva voz sobre la maravilla de las cosas que otros considerarían aterradoras y perturbadoras.

Cada siete pasos –literalmente, Victor los contó– se encontraban con alguna persona que saludaba a Jack, quien simplemente devolvía el saludo con una sonrisa, pues no tenían tiempo de comenzar una conversación. Mientras que con el Rey tenían una amabilidad que rozaba lo ridículo, a Victor no lo miraban ni dos veces. Y él lo prefería de esa manera.

Estuvieron caminando un buen rato, siendo constantemente interrumpidos por los admiradores de Jack. Finalmente salieron de la ciudad y llegaron al bosque, y no pasó mucho tiempo para que las puertas de las festividades aparecieran en su campo de visión. Se acercaron y se quedaron de pie justo en medio de ellas.

—Bueno, creo que ya es la hora —dijo Victor mientras miraba el contenido de su vaso, sintiéndose repentinamente nervioso.

Era curioso, había pasado los últimos días con una ansiedad enorme, queriendo poder visitar el mundo de los vivos y ver a Emily cuanto antes, pero ahora, que estaba tan cerca, tenía algo de miedo. Hasta ese momento todo había ido muy bien y temía que fuesen a fracasar en el último minuto.

Además, vería a Jack en su forma humana. Y no sabía cómo sentirse al respecto.

—Vamos, de seguro que tu amiga ya habrá llegado —dijo Jack.

En su caso, el esqueleto no se sentía ni nervioso ni ansioso. Sólo quería hacerlo cuanto antes para que Victor estuviera satisfecho. A fin de cuentas, esa era la única razón por la que lo había estado ayudando desde el principio. Quería hacerlo feliz y verlo sonreír, aunque los celos que le provocaba verlo con Emily eran casi agobiantes.

Victor asintió al escuchar sus palabras. Tomó el vaso con ambas manos, como si quisiera calentárselas. Cosa ridícula, ya que él no estaba vivo como retener el calor y la poción no estaba caliente como para irradiarlo.

—A la de tres —dijo el esqueleto—. Uno.

—Dos —dijo Victor.

—¡Tres! —dijeron al unísono.

Cada uno se tomó la poción. A pesar de su aspecto, el sabor no era tan desagradable. Era empalagosa y ridículamente dulce, como comerse una torta de chocolate, rellena de chocolate y cubierta con chocolate, pero al menos no daba ganas de vomitar. Bueno, no si te gustaba lo dulce.
Victor cerró los ojos unos segundos, y al abrirlos se miró las manos casi de manera automática. La tonalidad entre verde y azul y había tomado su piel en los últimos meses se había esfumado, y volvía a ser tan pálida como la recordaba. Tomó una bocanada de aire; se sentía extraño el tener que necesitar del mismo nuevamente, así como también los latidos de su corazón.

El pequeño hilo negro que Sally había usado para coserle la mejilla cayó al suelo, pues el trozo de piel desprendida había vuelto a pegarse como si nada. Aunque lo más probable era que para cuando se pasara el efecto de la poción tuviera que necesitar de la costura nuevamente.

Luego de pasar unos instantes cavilando, fue que se le ocurrió voltearse a mirar a Jack. Cuando lo vio el corazón le dio un vuelco, y esta vez sí literalmente.

Sus huesos habían sido totalmente recubiertos por una piel blanca, que a la fría y pálida luz de la luna daba la impresión de estar hecha de porcelana. Cráneo había sido recubierto por una mata de cabello castaño rojizo. Su rostro estaba salpicado de pecas, y cuando abrió los ojos Victor pudo comprobar que eran de una tonalidad entre azul y verde. Literalmente y por un segundo, pudo sentir que le faltaba el aliento.

—¿Qué? ¿Tan feo soy? —preguntó el Rey Calabaza de manera sarcástica al ver que Victor no dejaba de mirarlo.

—N-no… —El azabache tragó saliva, sintiéndose como un idiota—. Al contrario, te ves… muy bien…

El simple hecho de oír esas palabras hizo que Jack se sintiera estúpidamente feliz. Por fuera sólo esbozó una pequeña sonrisa, pero por dentro era como una niña que no dejaba de pegar brinquitos de emoción.

—¿Te parece? Gracias.

—N-no es nada…

—Uhm, creo que te sonrojaste —bromeó mientras se acercaba a él para acariciarle una mejilla.

—¡¿Eh?! —exclamó el azabache, echándose instintivamente para atrás, sintiéndose terriblemente avergonzado.

—Bromeaba —dijo el ya-no-esqueleto mientras soltaba una pequeña risa—. Aunque creo que ahora sí estás sonrojado —añadió alzando una ceja.

Victor bufó mientras desviaba la mirada.

—Ha de ser un efecto óptico o algo. ¿Desde hace cuanto que no mirabas a través de un par de ojos? —preguntó mientras se rascaba la nuca con nerviosismo.

—Hm, no —negó el castaño mientras atrapaba su rostro entre sus manos—. Sí, estás completamente rojo. Hasta el nacimiento del cabello, las orejas y el cuello. No me engañas.

Para ese momento sus rostros estaban demasiado cerca. Y esta vez a Victor le asaltó el miedo de que los rápidos latidos de su corazón fuesen audibles para el otro. A pesar de la vergüenza que estaba pasando en esos momentos, no podía dejar de pensar en el curioso hecho de que Jack había cambiado un poco su comportamiento desde que su cuerpo se regenerara. Se veía mucho más confiado.

O en pocas palabras: era guapo, lo sabía y se aprovechaba de eso.

—Vale. Luces muy bien y no dejas de hostigarme. Normal que me sonroje —se quejó el azabache frunciendo el ceño—. ¿Eso era lo que querías oír?

Jack ladeó una sonrisa.

—De hecho —asintió mientras lo soltaba.

Por una pequeña fracción de segundo bajó la mirada a los labios del contrario. Ahora que tenía sus propios labios de vuelta, no podía evitar preguntarse qué se sentiría besar nuevamente, pues había olvidado por completo esa sensación. O más concretamente, no podía dejar de preguntarse qué se sentiría besarle.

Victor notó esa mirada, y no pudo evitar morderse el labio inferior. Al hacerlo fue como si hubiese sacado a Jack de un trance, quien rápidamente desvió la mirada.

—Esta vez te sonrojaste tú —comentó el azabache para molestarlo. Aunque en realidad se sentía muy nervioso como para comenzar a fastidiarlo.

—Si te pido un favor —empezó Jack, ignorando olímpicamente el comentario de Victor—, ¿prometerías no reírte?

Victor alzó una ceja, no entendía a qué venía aquello.

—¿Por qué me reiría?

—Es que… es algo tonto —contestó el castaño bajando la mirada al suelo mientras introducía las manos en los bolsillos—. Desde hace años… no, siglos, que no estoy en mi propia piel. O sea lo que sea esto que me recubre los huesos ahora. Y…

Silencio.

—¿Y…? —preguntó Victor, instándole a seguir.

—Seré directo: ¿me dejarías darte un beso?

La respiración se Victor se detuvo por un par de segundos, y durante ese tiempo se sintió muerto nuevamente, a pesar de que su corazón latía de manera desbocada en su pecho. Trató calmarse a sí mismo; era sólo un beso para recordar el tacto de los labios, no significaba nada.

¿Verdad?

—B-bueno… no veo por qué no.

Jack lo miró a los ojos, y fue cuando Victor reparó en el oxígeno que empezaba a hacerle falta. Tomó una bocanada de aire, sintiéndose estúpidamente nervioso. El castaño se acercó a él y puso una mano en su mejilla derecha. Se sentía cálida, como si durante esos breves minutos el frío de la muerte se hubiese esfumado por completo, dejando en su lugar una calidez agradable.

Victor cerró los ojos y frunció los labios, esperando sentir los de Jack sobre los suyos en cualquier momento…

Pero en lugar de eso, los sintió en su mejilla izquierda.

—Gracias. No recordaba esa sensación —dijo el esqueleto como si nada antes de bajar la mano y separarse de él—. Oh, mira, parece que el portal se abrió —comentó cuando una luz azul iluminó el claro, pues una puerta luminosa había aparecido en medio.

Jack se acercó al portal, dejando a Victor plantado con cara de idiota.

Notas finales:

Shir285:

Lamento si antes no respondía sus reviews, lo hice por respeto a la autora, porque me parecía que el que otra persona contestara por ti una historia que es TUYA, no es muy amable (u.u)

Ya contacté a la autora real para que respondiera sus reviews, en un minuto todos los reviews tendrán respueta :)


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