Prueba de valor.
Cuando asistía a la primaria Law participo en la tontería más grande del mundo según él, “la prueba de valor” ir a un cementerio durante la noche de Halloween y recuperar una de las diez banderas que habían sido colocadas un día anterior, todos habían ido en grupos pero, siendo el el ultimo no tubo acompañante, por lo tanto tenía que cruzar el solo el cementerio.
Sin siquiera parpadear cruzo el camino y tomo la dichosa bandera, estaba por volver cuando se giró y vio que el camino por el que había llegado ya no estaba.
Delante de el solo estaba una lápida casi desmoronada, lo sabía, lo escucho de Robín y los otros niños que ya habían cumplido el reto.
“Si le gustas a Joker, te perseguirá por siempre y hasta que mueras, nunca podrás descansar en paz porque incluso se llevara tu alma”
No lo había creído, pero, ahora mismo delante de él estaba un enorme hombre rubio con una sonrisa escalofriante e incluso su mirada parecía brillar con un color rojo y era aún peor su risa que le hizo erizar la piel.
-fufufu Law-chan…
-¡¡…!!...—El moreno se estremeció con horror, era demasiado elaborado para ser una broma de aquellos locos que se decían sus “amigos”.
-Aun eres pequeño…—Continuo hablando el ente—…Pero veo en tu futuro que te convertirás en un hombre muy elegante y sensual, Esperare con ansias…— Termino de decir relamiendo sus labios como si el pequeño fuese un filete.
No supo cómo o en qué momento fue recostado en su cama pero, luego de esa “visión” los terrores nocturnos comenzaron; Todos y cada uno de ellos con ese hombre tratando de abusar de el, diciéndole cuanto había crecido y todo lo que haría cuando fuese mayor.
Law no dijo nada, era inútil, el mismo investigo y en efecto, Joker era una especie de Santa Claus que daba regalos o dinero a los niños, solo para terminar violándolos de la forma más cruel posible y los sueños en que despertaba con moretones y marcas en su piel morena solo rectificaban su leyenda.
***
Paso el tiempo y Law, alejado de todos se volvió un chico solitario, con unas prominentes ojeras bajo sus ojos, ahora con diez y siete ya era lo que Joker le había dicho, un pecado andante que conquistaría a cualquiera y así fue.
Infinidad de compañeros se le declararon, hombres y mujeres lo acosaban aun con su arisco carácter y su apariencia descuidada.
Sin embargo, no fue hasta la llegada de un pelirrojo cuando se dio cuenta del peligro que corrían aquellos que se le acercaban, Joker lo advirtió:
“Lo matare, si vuelve acercarse a ti.”
Aquel sueño había sido el peor hasta la fecha.
Había visto al pelirrojo siendo torturado hasta gritar cuanto le odiaba, cuanto despreciaba su presencia y el haberlo conocido.
Law no pudo con aquella imagen y en ese momento decidió terminar con lo que sin querer empezó el mismo hacia diez años exactos.
En la noche de Halloween se adentró en el cementerio y cruzo el camino mismo que lo llevo a sus pesadillas hacía ya mucho tiempo.
Sin embargo, no se dio cuenta que alguien lo había visto.
-Mira…—Indico un rubio de cabello largo.
-¿Ese es?... —El pelirrojo que lo acompañaba no dudo ni un instante en perseguir al moreno, tal vez era un indicio para tomar valor y declarársele.
El pelirrojo brinco la barda con facilidad envidiable, cruzo el camino que llevaría hasta el moreno y le diría cuanto lo amaba por su amargura, sobriedad y dedicación a sus estudios, por el chico sincero que era.
Tan ilusionado estaba que su mismo mundo con Law se despedazo cuando vio al moreno siendo arrastrado por un hombre desconocido, llevaba a Law de un brazo aun cuando el moreno trataba de resistirse, lo cual era inútil, la tierra en las ropas de Law y su mejilla con rastros de sangre encolerizaron al pelirrojo.
-¡¡SUELTALO!!... —El chico se lanzó hasta el hombre que arrastraba a Law y con un certero puñetazo al rostro hizo que ambos notaran la presencia del pelirrojo.
-¡¡Eustass-ya!!... —Law fue dejado en el suelo y permaneció sentado, las imágenes de aquel aterrador sueño invadieron su mente.
-fufuffu…—Joker sonreía y como nueva presa tomo el brazo de Kid y con un sutil movimiento de sus dedos hizo aparecer una espada frente al pelirrojo—…Tu brazo por el chico…—Joker sabia los sueños y aspiraciones de Kid, los leyó en su mente en tan solo un segundo.
“los brazos son muy importantes para un hombre que gusta de crear con sus propias manos.”
Ninguna persona abandonaría sus sueños por alguien a quien no conoce…sin embargo…
-Y te largaras para siempre…—Fueron las palabras del pelirrojo al sellar el trato al tiempo que el fulgor de la sangre salpicaba a ambos y el brillo de la espada creada por Joker, separaba la piel y hueso de su dueño.
El mismo había cercenado su brazo.
Joker no había considerado siquiera esa posibilidad y sin poder entenderlo aun su cuerpo fue envuelto en finos hilos que lo fragmentaron en polvo hasta caer en lo que fuera su tumba.
Law no podía reaccionar.
Su pesadilla…
Su temor…
Su acosador se había ido…
Todo había terminado…
Y solo había costado un brazo de hombre al que amaba.
-¡¡KID!!... —Se acercó hasta el pelirrojo ahora hincado y tratando de soportar el dolor. El pelirrojo mordía sus labios.
-Law…—El moreno ya rompía su propia ramera para hacer un torniquete al hombre de Kid.
-Eustass-ya…lo siento…
-Law, me gustas…—Kid recargo su rostro en el moreno.
-¡¡…!! Yo…—Law tenía los ojos cubiertos de llanto.
-Por eso, no dudes que haría por ti lo que fuese necesario.
-Eustass-ya… Kid tú también me gustas…mucho…—Con una sonrisa y un tímido beso Law demostró cuanto amaba al pelirrojo que le robo el corazón tan solo viéndolo un instante.
***
Nadie se explicó como Eustass Kid y Trafalgar Law habían terminado juntos, lo que si era muy evidente era cuanto se amaban pues la manera celosa que tenía el pelirrojo cada vez que alguien se acercaba a La y la actitud sarcástica tan propia de Law eran simplemente formas de demostrarse cuanto se amaban, además de los besos, caricias y noches de pasión.
Ahora Law agradecía sus pesadillas, porque cada vez que recordaba alguna le pedía a Kid la hiciese realidad para él.
Las pesadillas de Halloween son únicas y compartidas con la persona que amas…asegúrate de que tengan su toque sensual.
FIN.