"Un hilo rojo invisible conecta aquellos que están destinados a encontrarse, a pesar del tiempo, del lugar, a pesar de las circunstancias. El hilo puede tensarse o enredarse, pero nunca podrá romperse. Las dos personas conectadas por el hilo rojo del destino son amantes destinados, independientemente del tiempo, lugar o circunstancias. Este cordón mágico puede estirarse o enredarse, pero nunca romperse."
A veces me pregunto si; toda esa basura será real, si eso en la vida real puede ocurrirle a alguien, si eso algún día podría ocurrirme a mí...
Me llamo: Andrew Bartólomeo Frédéric, prefiero que me llamen Drew.
Soy la persona más sencilla y conformista que podrían conocer, soy el tipo de persona que; "se deja llevar por la corriente", el tipo de persona a la cual no le importa si el día de mañana despierta ó no, si una cosa, relativamente mala, ocurre, a mí no me importa demasiado, sólo me fijo en vivir mi día a día, ir a mi asqueroso trabajo, lidiar con gente estúpida y molesta. Porque; ser del departamento de quejas no es muy divertido que se diga. Es estresante y aburrido.
Vivo en un apartamento pequeño, horrible y barato. La primera vez que mi hermano lo visitó dijo: "¿Qué diablos es ésto? Deberían pagarte por vivir aquí" Y la verdad es que sí, pero no me importa, una habitación, que abarca la mitad del inmueble, un baño, y una cocina pegada a una micro sala, ¿Qué más puedo necesitar? Soy soltero, nada cotizado y ni amigos tengo ¿Para qué más espacio?
No soy feliz, pero tampoco infeliz, vivo mis monótonos días uno seguido del otro, sin más preocupaciones que pensar que; en qué cosa cenaré esta noche ó que libro compraré el día de paga. Así es como vivía cada uno de mis días, insípidos y carentes de emoción alguna.
"La vida siempre trae sorpresas, cosas inesperadas."
Honestamente, hasta ese día no sabía cuanta verdad ocultaban esas palabra que para mí siempre fueron tan banales.
No creo que exista un amor "puro" ó "verdadero", mucho menos "sincero", no creo en esas cosas, hasta la fecha, cuento con veintitrés años, dudo haberme enamorado.
Tuve romances esporádicos, sí, pero nada serio, ninguna de las mujeres con las que salí y estuve en una cama me hizo sentir algo.
Estaba hasta la coronilla de ebrio, en una fiesta de la universidad y allí, con ese total desconocido, descubrí que refería los penes antes que a las vaginas, se lo dije a mis padres y hermano una semana después, mi hermano se descojonó de la risa, alegando que siempre lo sospecho, mi madre lloró como desquiciada, preguntándose una y otra vez en qué se equivocó con migo y mi padre... Él me dio la más grande paliza de mi vida.
La única persona con la que aún tengo contacto es mi hermano, aunque muy de vez en cuando, es comprensible, tiene esposa y dos hijos.
Siempre he sido un ente solitario, pero eso nunca me ha importado, es mas, al contrario, si algo que puedo amar es el silencio, la oscuridad y la soledad. Y no es porque; me crea "único y especial", nada que ver, soy un tipo de lo más común. Pero esos sentimientos siempre me han embargado, desde que era un niño.
¿Por qué escribo ésto? Muy simple, pefiero tomar una pluma y un papel, que una soga ó una pistola. Por que de quererme morir, me quiero morir, pero que pase como sea que tenga qué, ¿Para qué forzarlo si de igual modo va a pasar?
Y ahora yo les pregunto a ustedes, entes miserables producto de mi atrofiado cerebro: ¿Cómo puedo quitarme ésta maldita sensación de qué; estoy desperdiciando mí existencia?
No... Mejor no espero respuestas en la nada, esas las debo buscar yo mismo, así y deba arrastrarme para conseguirlas.