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Algodón de Azúcar (YoonSeok) por Futuristic lover

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Capítulo 10

 

 

 

 

 

Su hermana tras llamarle avisándole de que su madre estaba buscando una pretendiente a sus espaldas, decidió hacerle una visita preocupada de la confesión de su hermano, pequeña excusa para aparecer en aquel apartamento interrumpiendo un momento sorprendente e inimaginable: su hermano menor yacía bajo un chico que aparentaba tener la misma edad que este. Hoseok, atado con esposas, le miraba estupefacto. Jiwoo se quedó sin palabras para describir ese momento, sin embargo, y lo que no entendía, era la razón por la que el rostro del desconocido se encontraba manchado de sangre mientras que su Hobi parecía tener algún golpe en la cara. Dejó la maleta y salió disparada hacia su hermano menor apartando a Yoongi.

 

—¡Hobi! ¡¿Estás bien?! —acabó al lado de Hoseok quedando de rodillas y acariciando cada zona de su rostro con preocupación. — ¿Quién te ha hecho eso? —masculló para después guiar su mirada hacia la tercera persona que se encontraba ya de pie. — ¿Él te ha hecho eso?

—¡No! Jiwoo, no malinterpretes, estoy bien, él no… —se quedó en silencio y captó la atención de su hermana atrapando el hombro opuesto entre sus manos. — Solo estábamos jugando y él se golpeó, s-se re-resbaló. —declaró nervioso.

—¿Estabais jugando? —contestó Jiwoo enarcando una ceja dudosa.

—Jiwoo. —Hoseok se dio cuenta que esta era su oportunidad, única y perfecta, para resolver el problema de las pretendientes de su madre, por lo que, se levantó quedando frente a frente de la chica y tras un fuerte suspiro, confesó en un hilo de voz. — Jiwoo, él y yo somos novios.

 

Rápidamente, Yoongi le miró con los ojos en blanco mientras su hermana mayor se levantaba con una expresión inexplicable en el rostro, se quedó un rato en silencio analizando alguna seña sospechosa que podía encontrar en su hermano. Era tan malo mintiendo que algunos gestos, tanto en los labios, como en la nariz e incluso mirada le delataban inconscientemente, si bien, Hoseok era inexperto exponiendo una mentira, en ese momento parecía que todo lo que había salido por su boca era verídico.

Antes de que el mayor pudiera hablar, Jiwoo atrapó la muñeca de Yoongi y le llevó, para sorpresa de este, hacia el baño. Estupefacto ante su acción se dejó llevar dejando solo a Hoseok que intentó relajarse de miles maneras.

 

 

 

 

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—¿Hobi se porta bien contigo? —preguntó la chica mientras cogía una gasa húmeda y la pasaba gentilmente en la zona de su frente. —Tened cuidado la próxima vez que juguéis, ¿mmm? No quiero que ninguno se lesione en los juegos de pareja.

 

Al darse cuenta de lo que la chica se estaba refiriendo, Yoongi negó con la cabeza.

 

—No lo niegues. Cuando llegué no había entendido nada, pero después de lo que ha dicho Hobi, puedo comprender por qué estabais de esa manera, con esposas y en esa postura que… —soltó una pequeña risa tímida antes de continuar. —¡Oh! ¡Si! Perdona por no haberme presentado antes. Soy Jung Jiwoo, la hermana mayor de Hoseok. Siento mucho que nos hayamos conocido así. —bajó la mirada y cierto rubor maquilló sus mejillas. —No quería interrumpir un momento tan…

—No, no es…

—No hace falta que lo niegues, de verdad que lo siento. —alejó las manos de él tras terminar de curarle. —¡Ya está! Menos mal que hemos parado la corta hemorragia que tenías. Te he puesto una tirita. —sonrió y se levantó mientras peinaba su cabello dulcemente. —Hya~~~~ Hobi tiene muy buen gusto. Eres muy guapo, emm…

—Yoo…Yoongi. Min Yoongi.

—Yoongi, eso. Lo que decía, eres muy guapo. —cogió las cosas que había utilizado para curar al contrario y comenzó a guardarlas en sitios específicos.

 

Parecía que la chica dominaba, perfectamente, cada rincón que incluía ese pequeño departamento, por lo que, sopesó que más de una vez ha estado aquí. Tal como si fuera su segunda casa.

 

—¿Cuánto tiempo lleváis juntos? —inquirió de manera infantil e ilusionada. —Cuando Hobi me dijo que le gustaban los chicos, pensaba que no era verdad. Es decir, hace un tiempo nos dijo que era gay, delante de nuestros padres, pero todos pensamos que era para desentenderse de las candidatas que le buscaba mamá. Nuestra madre no quiere morir hasta que no vea a Hobi casado y con una familia formalizada. Yoongi escuchó aquello sin poder creer que la chica había caído sencillamente en un malentendido y buscó la manera en comentarle que él no era novio de nadie.

 

—Jiwoo.

—...Y claro, ahora vuelve a buscarle pretendiente porque está cansada de verle tan sol...

—Jiwoo.

—¡Pero nadie sabía que tenía novio! ¡¡¡Y uno muy guapo!!! Mi Hobi aprendió de la mejor, me siento muy orgullosa. —dijo al tiempo que daba palmaditas animada

—Jiwoo, Hoseok y yo no som...

—¡AAAAAAHH! ¡NOONA! ¡¿CÓMO TE PUEDES PRESENTAR AQUÍ SIN AVISAR?!

 

Tan pronto como Yoongi iba a confesarle la verdad a la chica, Hoseok apareció en el baño, abrazó a su hermana al pasar los brazos por encima de la cabeza ajena debido al bloqueo de sus muñecas por las esposas, tras ello, dejó su cabeza sobre el hombro opuesto y comenzó a balancearse mientras le pedía con la mirada a Yoongi, quien atento al espectáculo, que esta vez le siguiera el rollo. El mayor le fulminó con la mirada mientras se negaba y abrió la boca para volver a hablar.

Hoseok se separó rápidamente de Jiwoo para cubrirle la boca. Aprovechó que su hermana se encontraba de espaldas terminando de guardar más cosas para acercarse a su "novio" y suplicarle con la mirada y algunas palabras de sus intenciones altamente claras. Yoongi, con cara de pocos amigos, se intentó alejar de él, no deseaba pertenecer a ese embuste ni mucho menos involucrarse en temas de Hoseok que era lo que menos quería. ¿Cómo ha podido cambiar la situación de antes a una como esta?

De repente, le surgió una idea.

 

—Me haré pasar por tu estúpido novio a cambio de que tú no vuelvas al local. —masculló en un susurro ronco y profundo en su oído. —Nunca más.

 

Hoseok aceptó desesperadamente sin estudiar la condicione que le había exigido Yoongi, se dio la vuelta para divisar a su hermana anonadada de la cercanía de la pareja, esta tosió avergonzada volviendo a sentir ese calor característico en sus mejillas.

 

—Dejad de cuchichear que todavía estoy aquí, chicos. No me he ido. —liberó una risa muy tierna.

 

Yoongi empujó a Hoseok con fuerza, estampándole contra la pared de mármol cuando la chica salió de ahí.

 

—Espero que cumplas con tu maldita promesa, imbécil. —golpeó la pared que se encontraba cerca del rostro ajeno.

—Lo mismo digo. —con un leve codazo, Hoseok marchó de su lado siguiendo los pasos de su hermana.

 

 

 

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—¿Dónde mierdas estabas?

 

Seokjin le interceptó en el pasillo de la universidad. No veía a su amigo desde la última fiesta, aquella que fue con Taehyung y en la que acabó siguiendo los pasos del novio de Samantha. Desde ese día no los había vuelto a ver, dio señales de vida a la mañana siguiente con un par de mensajes sin revelar cierta información para no preocuparles o escuetamente hacerles saber que estaba bien y vivo. Se sentía realmente mal por engañar a sus únicos amigos, a las únicas personas que le trataban bien, pero aún no estaba listo para contarles toda la verdad.

 

—Hola, Jin. Siento haber faltado a primera hora, mi hermana volvió y no pude dejarla sola.

—Joder, algún día me va a dar un ataque de corazón por tu culpa. Desapareces y apareces de la nada. Espera... ¿Jiwoo noona? ¿Ha vuelto? Pero si hacía mucho que no...

—Sí, bueno. Solo va a pasar un par de días conmigo.

—Si se llega a enterar de lo que realmente pasa, estoy seguro que te cogería de una oreja y te llevaría a Gwangju de vuelta.

—No me quiero imaginar si pasara eso. —dijo mientras sentía un fuerte escalofrío recorrer su espalda. —Jiwoo cuando se enoja da mucho miedo y...

—¡CHICOS!

 

La voz de Jungkook retumbó por todo el pasillo, corría a la vez que sujetaba con fuerza la mochila en su hombro. Seokjin y Hoseok se detuvieron cuando escucharon la voz del ajeno acompañado de esos pasos fuertes. El menor dio un pequeño salto para colocarse entre ambos y pasar los brazos por los hombros de sus amigos. Estaba muy animado ese día. Algo muy normal en Jungkook.

 

—¿Preparado para el maratón de ejercicios que haremos en la biblioteca? —le preguntó Seokjin cuando llegó a su lado.

—Me dijiste que hoy no hacía falta seguir con los deberes y estoy harto. —murmuró decaído. —Hey, ¿y tú dónde te habías metido? —le dio un pequeño golpe a Hoseok ya que hacía mucho que no le había visto. — Estuvimos muy preocupados en el bar.

—Se notó la preocupación, JK. Estabas tan entretenido con la chica que te conseguiste esa noche que no percataste de la ausencia de Hoseok.

—Este chico nunca para. —El nombrado le devolvió el golpe mientras le sonreía perverso. — Eres de lo que no hay, Jungkook.

—Sí, sí, sí, pero no dejo abandonados a mis amigos.

—Tuve que resolver una cosa importante, pero sí, lo siento chicos. No solo os deje a vosotros, sino también a Taehyung. Me siento culpable.

—Debe venir más veces con nosotros, Hoseok. Taehyung me pareció un chico simpático y peculiar. A Namjoon le gustó también.

—¡Sí! Es un buen amigo. La próxima vez, le invito con nosotros.

—Ese chico es muy raro. —murmuró Jungkook más para sí mismo, aunque los otros también le escucharon. — Pero me parece correcto.

 

 

 

 

 

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Hoseok terminó por tumbarse en la mesa resoplando, mirando como Jungkook ojeaba el móvil y Seokjin escribía algo en aquel portátil totalmente rosa. Pocas personas estaban en la biblioteca pues aún no era la época tan estresante de los exámenes antes de las esperadas vacaciones de verano. Seokjin ayudaba al novato de Jungkook en algunos cursos mientras que Hoseok repasaba las últimas entregas que debía ceder al profesor en una fecha específica. Estaba aburrido de seguir con el trabajo, aburrido de su vida universitaria, de su vida en general.  Seguía sin poder creer que su vida, aquella que pensaba que era estable y normal, había dado un giro de ciento ochenta grados.

 

—Mi madre ha vuelto a contactar con sus amigas para buscarme novia otra vez. —murmuró en un hilo de voz. Seokjin tosió un poco al escuchar esas palabras débiles por parte de su amigo, se colocó bien las gafas y dejó de escribir en el ordenador al igual que Jungkook.

—¿Y Jiwoo noona está aquí para vigilar si estás soltero?

—Seguramente. Tampoco es la primera vez.

—¿Jiwoo noona ha vuelto? —preguntó con un brillo en los ojos el menor. Seokjin asintió levemente.

 

Hoseok impactó su propia frente contra la mesa haciendo que algunos compañeros prestaran atención al ruido.

 

—Invéntate que Jin hyung es tu novio. —bromeó Jungkook.

—¡Hey! —bramó el nombrado recibiendo como respuesta algunos gestos de silencio de la bibliotecaria. —Ni bromees con eso, chico.

—¿Por qué? ¿Tu novio Nam se pone celoso?

—¿Perdón?

—Jin, ¿estas con...? Maldita sea, sois tan obvios. —se escuchó reír a Hoseok.

 

El mayor se levantó cabreado, cogió su portátil junto a su cartera y comenzó a caminar hacia la salida de la biblioteca, arrastrando sus gafas por el puente de la nariz hacia la posición más cómoda y correcta.

 

—¡No estamos juntos!

 

Jungkook fue en busca del mayor sin dudar en tirar de la camiseta de Hoseok y llevarle con él. Este sonrió porque ambos sabían que Seokjin se comportaba de esa manera cuando ellos tenían razón, se levantó recogiendo sus cosas y salió junto al chico. Algo había entre el barman y el universitario, no sabía si era algo oficial o no, pero todo le causaba mucha ternura. ¿Era tan legítimo como el que Yoongi y él estaban juntos después de lo pactado? Puede.

 

 

 

 

 

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Hoseok suspiró y siguió su camino hacia las taquillas, Jungkook seguía hablando con el mayor pidiendo perdón entre risas y este último solo se dedicaba a mantener silencio disfrutando internamente de la escena. Cuando Hoseok cruzó el pasillo exterior escuchando a sus amigos entretenido, no notó la presencia de una persona que no le había quitado el ojo desde que apareció en ese pasillo. Seokjin le dio un leve codazo a Hoseok y este al guiar la mirada hacia aquel punto de atención, se quedó perplejo descubriendo que Jiwoo estaba ahí, a unos metros, esperándole con una sonrisa de oreja a oreja. Se recogió el mechón de pelo que adornaba su rostro por debajo de la oreja, al tiempo que guiaba sus pasos hacia el moreno. Guardó sus gafas de sol de último modelo en su pequeño bolso de cuero ya preparada para recibir a su hermano pequeño.

 

—¿E...es noona? —preguntó Seokjin en un murmuro y Jungkook se quedó sin habla por la belleza natural de la fémina.

 

Las miradas curiosas y los cuchilleos de los estudiantes cesaron cuando la chica le dio un buen abrazo a su hermano, él avanzó inconscientemente, enrollando sus brazos en ella, intentando asimilar la inesperada presencia de su hermana.

 

¿Qué hacía ahí?

 

Sus amigos se quedaron observando la escena, viendo las cálidas manos de Jiwoo viajar hacia las mejillas ajenas, tocarlas con suavidad para después estrujarlas con ternura entre sus largos dedos. Hoseok sonrió de vuelta percibiendo las miradas puestas sobre ellos, le dio un fuerte abrazo antes de girarse y presentar a sus amigos. Los chicos hicieron una leve reverencia, pero la aludida cortó distancias con cada uno para estrecharles en un fuerte abrazo. Ya era hora de dejar la formalidad aparte, ya que tanto los chicos y ella habían compartido algunos momentos divertidos en el pasado y se habían visto las veces suficientes como para comenzar a recibirles con cierta confianza, con gestos básicos de cariño. Así era la primogénita de la familia Jung. Cálida, amigable y caprichosa.

 

—Me gustaría invitarles a comer ahora, chicos. ¿Qué os parece?

—¿C-cómo? ¿Ahora? —cuestionó su hermano.

—Déjame invitaros, Hobi. Quiero agradecer a Kookie y Jinnie de lo bien que cuidan de mi hermanito. ¿Qué os apetece, chicos? He visto que en esta zona hay muchos restaurantes recomendados.

 

Ellos se quedaron boquiabiertos por la amabilidad y el carisma que desprendía la chica. Jiwoo era, a veces, muy diferente a Hoseok y esta oportunidad no la podían desaprovechar. ¡Comerían gratis, maldita sea! Ambos y a la vez, asintieron levemente con la cabeza, conmovidos e ilusionados por compartir una buena comida con la perfecta compañía de la hermana de su amigo. Tal acción llevó a cabo una mirada asesina por parte del moreno que se negaba ante tal invitación.

 

—¡Acepto! —Inesperadamente, Jungkook se le enganchó del brazo robándole una tierna sonrisa a la contraria. Seokjin sutilmente se colocó al otro lado de la chica para comenzar su marcha hacia el restaurante. Hoseok se llevó una mano en la frente sin poder creerse la decisión que habían tomado estos dos.

 Minutos después, el moreno caminaba detrás de las tres personas que compartían alguna anécdota graciosa o de gustos similares que poseían. Reían, sonreían, gritaban o simplemente escuchaban al otro, absortos de su alrededor. Siempre sus amigos se habían llevado muy bien con su hermana mayor y no era sorpresa que en esos momentos comenzasen a ganar confianza entre ellos. Hoseok sacó su teléfono para revisar los mensajes nuevos que le habían llegado al correo y al desplegar la barra de notificaciones, se encontró con un aviso en el calendario: la próxima grabación en la que trabajaría en plató junto al equipo de producción y actores. ¿Qué seria esta vez? ¿Nuevamente compartiría plató con el gran Suga? ¿Con su aparente novio Jimin? ¿Con otro actor? Inesperadamente, a sus pensamientos vino la existencia de la actriz más popular de los tiempos, Samantha. Hace poco hablaron por teléfono y habían pactado una cena para esta semana, estaba deseoso de volver a verla, nunca había trabajado con ella y no conocía cuan profesional era. Una débil sonrisa brotó de los labios del chico cuando se acordó de ella. Debía comunicarse con la pelirroja cuanto antes.

Tan pronto como guardó el teléfono en el bolsillo trasero de sus pantalones, tropezó con un bulto que venía de lado opuesto. Levantó la mirada algo molesto, encontrándose con el par de ojos oscuros que se escondían tras unas gafas de ver. Automáticamente, se cubrió la boca con la palma de la mano, sorprendido de encontrarle por esos lares. Algo que era fácil de predecir, pues su lugar de trabajo estaba a unos metros de la universidad en la que estudiaba.

 

—¡TaeTae!

—¡Hoseok!

 

Jungkook y Jin se giraron nada más reconocer ese nombre que fluyó de la boca del moreno, Jiwoo se dio la vuelta cuando estos habían captado algo que había llamado su atención. Su hermano abrazaba a un chico un poco más alto que él, castaño, con gafas. Portaba un delantal blanco con un logo que no conocía del todo, aparentaba ser un trabajador de algún restaurante o bar de la zona. Llevada por la misma curiosidad, se alejó de los chicos, quienes se sorprendieron por la grata presencia del ajeno, y fue con su hermano esperando la presentación formal del individuo desconocido.

 

—¿H…Hobi?

—¡Wah! Noona, ven, ven. Te presento a un buen amigo, este es Kim Taehyung. Trabaja en una pastelería. —dijo con una gran sonrisa en los labios y después se dirigió hacia el chico para presentar a Jiwoo. —Ella es mi hermana mayor que ha venido unos días de visita, Jung Jiwoo.

 

Taehyung se aproximó a la chica que nunca antes había visto e hizo una reverencia manteniendo sus brazos a ambos costados de su cuerpo. Jiwoo, aún sorprendida por la belleza del chico, hizo un breve saludo con la cabeza. ¿Por qué su Hobi tenía tantos amigos guapos?

 

—En…encantada. Soy Jiwoo. Mucho gusto. —ladeó la cabeza mostrando una sonrisa amplia y tierna.

—Taehyung. —evitó mirarla directamente a los ojos pues sentía un leve rubor asomándose por las mejillas. Era una chica atractiva y mantenía un cierto fuerte parecido a Hoseok. Como si Jiwoo fuera Hoseok, pero en chica. La belleza de la genética.

—¡Hey! TaeTae~ —saludó Seokjin agitando de un lado a otro la mano.

—Taehyung. —dijo Jungkook con un levantamiento fugaz de cabeza. A lo que el aludido saludó con una ligera inclinación de su cuerpo.

—Nuevamente os veo.

—Espera, ¿os conocéis todos? —preguntó la fémina.

—Sí, desde hace poco.

—Reuní a todos para ir a una fiesta.

—Una fiesta que después Hoseok se encargó de olvidar. —recordó Jungkook.

—¡Hey! ¡Estaba cansado!

—No se te veía tan cansado, Hoseok. —respondió el recién llegado.

—¿Ves? Hasta Taehyung sabe que mientes. —Jungkook le señaló y este asintió.

—Es fácil saber cuándo mientes Hoseok.

—No hace falta conocerte tanto tiempo como para saberlo. —dijo Seokjin.

—¡¿POR QUÉ ESTAIS TANTO EN MI CONTRA?!

 

Jiwoo, quien estaba al tanto de la pequeña discusión que mantenían los chicos, se reía en silencio debido a que los amigos de Hoseok eran muy divertidos. Así que se le ocurrió una buena idea que podría ayudar a limar las asperezas.

 

—¿Qué tal si vamos todos a la feria que se celebra esta noche en Dongjak? ¡Habrá fuegos artificiales y mucha comida! —dijo en voz alta sobre las voces graves de sus acompañantes. —Además, Hobi, puedes llevar a tu novio.

 

La última frase fue lo único que se escuchó alto y claro, pareció ser el único sonido de la amplia calle en la que se encontraban. Esa cálida y suave voz de la chica resonó tan alto en los oídos de Hoseok, quien se detuvo a media frase para darse la vuelta y observar a su hermana con los ojos totalmente abiertos.

 

—¿N…novio? —repitió Seokjin y Jungkook al unísono.

—¿Yong…? ¿Yongki? —intentó recordar Jiwoo.

—Yoongi. Min Yoongi. —corrigió Taehyung, adelantándose a Hoseok quien no podía ni abrir la boca de la tan inesperada revelación de su hermana. Lo único que pudo hacer fue girarse hacia el castaño, él era el único que sabía de la verdadera naturaleza de Yoongi pues trabajaba en la misma empresa que Hoseok, y por tanto, su secreto peligraba. —No sabía que era novio de… —dijo con un tono de voz apagado.

—¡¿Lo conoces?! —inquirió Jiwoo.

 

Tanto Seokjin, Jungkook y el propio Hoseok, se quedaron tan mudos y de piedra que no podían ni entender la conversación de Taehyung con la chica. El mayor se centró en el moreno mirándole con una ceja enarcada y confuso, estaba intentando atar cabos ya que desconocía el noviazgo repentino de ellos. Lo que no sabía el mayor es que Suga y Yoongi eran la misma persona pues Hoseok siempre aludía a Suga y, por tanto, no podía entender realmente lo que pasaba. Jungkook simplemente se hallaba en silencio mirando la escena.

 

—La verdad es que le conozco desde hace mucho tiempo, porque trabaj…

—¡OH! ¡OH! JAJAJAJAJA HERMANITA. Hermaniiiiitaaa. Deberías cuidar de tus palabras, ¿mmm? —se posicionó entre ambos con una sonrisa nerviosa y cortando la conexión. — Ellos no saben de… —murmuró Hoseok en el oído de Jiwoo —Eh… Es que Taehyung y Yoongi han trabajado juntos y… —miró a ambos lados nervioso por saber qué inventar en esos momentos, pero su único deseo era que la tierra le tragase

—Vaya, creo que he hablado de más. —susurró Jiwoo mientras se pinchaba la mejilla con el dedo índice.

—¿Qué tal si vamos primero al restaurante y lo vamos hablando? —dijo cogiendo de la muñeca a Jiwoo y comenzando a caminar ágilmente.

 

 

 

 

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—Entonces, ¿es una artimaña para que tu madre pare de buscar a la esposa de tus futuros hijos? ¿Por qué no le has dicho la verdad a Jiwoo noona?

 

Jungkook daba vueltas a sus largos fideos con los palillos mientras hablaba en voz baja. Seokjin bebía de su refresco comprendiendo por fin la situación y Taehyung se había mantenido en silencio todo el camino hasta el restaurante. Hoseok se apoyó en la mesa tras ofrecerles una escueta explicación a sus amigos, omitiendo información que el menor no sabía. Su hermana se había ausentado un momento al servicio y aprovechó el moreno a relatar la excusa que se había inventado para evadir las constantes ofertas de noviazgo por parte de su madre que Jiwoo se encargaría de arrebatar cuando volviera a casa con la inesperada noticia.

No podía decirle nada a Jiwoo, ya era demasiado tarde y estaba seguro que, si abriría la boca, ella le dejaría de hablar para siempre, por tanto, no deseaba arriesgarse, iban a ser pocos días para que la chica se marchara y todo volviera a la normalidad. ¿Todo podía salir bien, ¿verdad?

 

—¿Cómo conociste a Yoongi? —preguntó Jungkook, dejándose llevar por la curiosidad.

—Emmm… —miró a los lados intentando no balbucear y sonar serio pues como habían dicho sus amigos anteriormente, era un trabajo fácil el cazar a Hoseok con las manos en la masa, así que se giró hacia Taehyung y le señalo. —Él me lo presentó en una fiesta.

 

Taehyung cerró los ojos y aumentó el ceño fruncido con el que había estado conservando desde que se supo de la noticia. No se podía imaginar la gran bola de mentiras sin escrúpulos que Hoseok estaba creando para salvarse el pellejo de una situación estúpida. Estaba enfadado, realmente enfadado por ser un simple cómplice ante esa injusta y sucia treta, ya comenzaba a desconfiar de la persona que tanto le había ofrecido apoyo y cariño, aquella que tanto le había animado. Poco a poco, palabra por palabra que afirmaba Hoseok, producía que la gran bola de sentimientos negativos hacia el moreno incrementara en el corazón de Taehyung. Solo se dispuso a asentir por la nueva mentira de Hoseok y siguió comiendo.

 

—Esta noche le vamos a conocer, ¿no? —hablo esta vez Seokjin.

—No lo sé, no hemos hablado desde esta mañana.

—¿Te lo tenías bien guardado, eh, hyung? —sonrió Jungkook volviendo a prestar atención a su comida sin acabar.

—Es una situación complicada. De verdad que lo es. —bajó la cabeza mientras juntaba sus manos y entrelazaba sus dedos con fuerza. Se sentía mal cada vez que pasaba el tiempo guardando muchos secretos a sus amigos. Sobre todo a Jungkook, que era el único que no sabía de su doble profesión, de su doble vida, tenía mentalizado una conversación pendiente con su amigo frente a Seokjin y Taehyung.

Había notado lo callado y tenso que estaba este último. Comprendía esa actitud y no tardaría en darle las explicaciones necesarias y pedirle perdón, incluso de rodillas. Sin embargo, ahora, su prioridad era guardar el secreto y maquillarlo con una vil mentira hasta que su hermana volviera a casa.

Miro por última vez a Taehyung antes de sentir la cálida y grande mano de Seokjin sobre las suyas entrelazadas, se volvió a él y este le dedicó una sonrisa ladeada llena esperanza en su calmado rostro. Movió la cabeza de arriba y abajo en un simple asentimiento dando a entender que tenía su apoyo, era tan buen amigo que tampoco se lo merecía. Hoseok tragó saliva, volvió su mirada a sus manos tensas y suspiró pesadamente.

El Hoseok de ahora era totalmente irreconocible, no era el mismo de siempre, no mentía de forma tan despiadada, no era cobarde, no era tan débil y sobre todo, se podía confiar en él. Si se quedara un momento en silencio, estudiando el inicio de toda esta situación tan surreal, Hoseok no supo desde donde su vida había cambiado tanto.

Su móvil comenzó a vibrar en el bolsillo espantando los pensamientos de sí mismo. Se levantó y pidió un corto tiempo para salir del restaurante y coger la llamada entrante. Sin mirar la pantalla, se colocó el teléfono en el oído esperando alguna voz al otro lado.

 

—Debes pensar en los peligros que atañen cuando te quedas solo.

 

No fue capaz de escuchar nada más de aquella voz gruesa y desconocida, pues el impacto de un objeto sobre cabeza, le hizo tirar el móvil y caer de lado al suelo. Su mejilla tomó contacto con la superficie áspera mientras veía cómo un individuo conducía una bicicleta y guardaba dicho objeto hecho de algún metal en sus bolsillos. Su visión se tornaba desenfocaba cuanto más segundos pasaban. No podía ver más personas concurrir por esa calle, solo estaba él y esos débiles pensamientos y recuerdos de un Yoongi advirtiéndole esa misma mañana que le vigilaban por haber metido sus narices en asuntos de, intuyó Hoseok, alguna mafia. Olvidó ese aviso, olvidó el ataque que le hizo por simple protección y olvidó la amenaza de que no volviera a ese maldito local. ¿Por qué tomó la decisión de seguir en aquella noche al novio de Samantha y por lo que tanto está pagando las consecuencias en esos instantes?

 

Ah, sí.

 

Por simple protección.

 

Por miedo a que le hicieran algo a Yoongi.

 

¿Por qué su ultimo pensamiento, otra vez, fue dedicado a esa persona? ¿Por qué pensaba en él y en su bienestar incluso experimentando la total oscuridad bañar sus párpados?

 

¿Por qué le gustaba?

 

Mierda.

 

 

 

 

 

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Continuará.

 

 

 


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