Narra Sanji
-Al fin tenemos el almuerzo listo para todos-dije con una sonrisa a la dama con la que me encontraba.
-Todo gracias a ti, no hubiera podido hacerlo si no fuera por su ayuda estudiante, estoy muy agradecida.
Podía ver que la ayudante de la cocinera se encontraba ahora mas tranquila, todavía era una joven muchacha, y era la primera vez que se quedaba a cargo de todo, a eso se debería su nerviosismo.
-No me tiene que agradecer, yo estoy aquí para servirle en cualquier momento que usted quiera.- siempre me gustaba ayudar a las chicas y más si eso involucraba a la cocina- Pero ya deberíamos arreglarnos para servir, los demás no tardaran en salir.
Solo unos minutos después de terminar por fin todo, todos empezaron a salir de los salones, atendimos a muchos alumnos. Tantos que ni siquiera me había dado cuenta de que mi querida Nami y Robin también habían estado en la cola hasta que estuvieron frente mío, y detrás de ella un peliverde que conocía.
-Sanji, la maestra y yo, escuchamos que ayudarías hoy en la cocina, y no dudamos en venir a comer, tu comida siempre es la mejor.
- Yo siendo una maestra siempre espero poder deleitarme de tu comida nuevamente
-Sus palabras son siempre miel para mis oídos, les serviré lo mejor que tengo.-respondí estaba pendiente de ellas, aunque lo estaba mas por la persona detrás de ellas.
Se fueron muy contentas.
-Sírveme algo cocinero, lo que quieras-dijo el Marimo.
-Al menos puedes decirme por favor, no te cuesta nada A-L-G-A
No respondió, por lo que le serví lo mismo que a mis chicas, no podía pelear ahora, todavía había una fila por atender.
-Gracias por la comida, Sanji-y se dio la media vuelta.
Estaba muy sorprendido.
Lunes 26 de abril
Volví a leer de nuevo lo que escribí el día de ayer, y no me lo creo, me avergüenzo el doble de haber escrito que el Marimo es guapo, espero que no se entere que pienso eso sobre él.
Cuando lo vi en el salón de clases me sentí un poco raro no podía verlo a los ojos, sentía latir un poco mi corazón cuando estaba cerca de él, debía ser porque me sentía mal por a ver preguntado por su madre y hermana, esperaba no a ver echo recordar malos momentos, aunque no lo había visto triste o con bajo ánimo, seguía como siempre con esa carota seria y no había dicho nada sobre el sábado.
Hoy ayude en la cocina de la escuela, la cocinera había tenido un accidente mientras cocinaba por la que la llevaron al hospital y solo quedó su ayudante, como me encontraba caminado cerca de donde todo esto ocurría me ofrecí a ayudar, como sabían que trabajaba en un restaurante aceptaron sin problemas, al final todos los que comían en el comedor lograron comer sin problemas, mis damas Robin y Nami hoy también comieron aquí porque dijeron que yo siempre hacia deliciosa comida, la mayor sorpresa fue que el Marimo también estaba haciendo cola para tener un plato de comida, y al final dijo: “ Gracias por la comida, Sanji”, era la primera vez que me decía por mi nombre y que me agradecía por algo.
¿El alga se estará volviendo un poco mas amable?
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Martes 27 de abril
No fui a clases, por lo que estoy escribiendo algo temprano, amanecí con un fuerte dolor de cabeza y sin ninguna gana de ir al colegio, el viejo me dejo quedarme, también dijo que no fuera a trabajar, debió a verme visto mal porque de lo contrario no hubiera dicho que dejará el trabajo, así que estaba pasando un día relajado sin nada que hacer, mire un poco de televisión y escuché un poco de música que Usopp me había recomendado de un cantante llamado “Gnash”, me gusto mucho su música, seguiré escuchándolos.
Mismo día muy tarde
Luffy me llamo como a 7:00 pm, dijo que vendría a verme y corto, llego a mi casa como en media hora, me trajo unas fichas que habían echo hoy en clase, luego de dármelas fue corriendo a la cocina, comió todo lo que quiso, cuando terminó empezó a contarme que su abuelo había regresado de donde el ejército lo había mandado, un país del cual no podía recordar el nombre, era un capitán que siempre se encontraba viajando, estaba muy contento de que su abuelo estuviera aquí, y yo estaba feliz por él, pasamos unas horas hablando de diferentes cosas, hasta que su hermano vino a llevárselo, Ace, el hermano mayor de Luffy era una muy buena persona, también Sabo, el otro hermano, lo era.
Ojala mis hermanos hubieran sido como ellos. Ya no tenía esperanzas con ellos a estas alturas.
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Narra Sanji
-¡Chicos, felicidades!- podía escuchar a nuestras compañeros-¡No podemos creer que le ganaran al club oficial de fútbol!, ¡esperamos que así dejen ser tan creídos!.
-Gracias a todos por apoyarnos, eso nos ayudó mucho-decía Luffy
El Marimo se encontraba rodeado por unas cuentas personas también, pero no se veía nada cómodo, así que decidí salvarlo.
-Marimo, ya me voy, ¿Piensa regresarte tú solo y perderte?
-¿Que dijiste Cejas de remolino?, ya te dije mil veces que yo no me pierdo- podía escuchar que venía gritando detrás mi.
Miércoles 28 de abril
Organizamos un partido de fútbol a la hora del recreo contras los del club de fútbol, hace un tiempo que se apropiaban de la cancha y no dejaban jugar a los demás, por lo que decidimos retarlos, muchos alumnos vinieron a vernos, formamos un buen equipo con Luffy, Usopp, Marimo, otros amigos más y yo, las chicas y los demás nos apoyaron y animaron, y por supuesto fuimos los ganadores absolutos, metí dos goles era bueno en este deporte, no lo podía negar, tenía piernas muy fuertes y habilidosas, todos terminamos muy cansados pero contentos por la victoria.
También descubrí que tengo una buena conexión con el Marimo. Podía predecir casi siempre la jugada que haría y estar en la posicion correcta.
Me gustaba tener este tipo de momentos con mis amigos, hacia que tuviera momentos felices que recordar.