~~~~~~~Capitulo Cinco~~~~~~~
~~~~~~~~Hechos~~~~~~~~
¡Mokuba! ¡Que gusto que llegaras! Ya estamos todos a dentro, pasa por favor.-Un Yugi sonriente me recibía en la entrada, le devolví el gesto amable, charlamos de cosas triviales hasta llegar a la sala donde muchas veces me había quedado jugando cartas, videojuegos, hasta la madrugada entre comida chatarra y carcajadas.
Dirigí mi mirada para toparme con Tea y Tristan que se mostraron inquietos, aunque estaban felices de verme, sonreí nuevamente para incorporarme a ellos entre el sillón individual y el largo, una vez que estábamos todos sentados, con un vaso de té frio para cada uno, no me quedo de otra mas que tomar la palabra, esperaba desde el fondo de mi corazón que pudieran entender.
-Chicos, se que fue inesperado que les hablara, antes que nada gracias por venir, y también por prestarme tu casa Yugi.-Dijo manteniendo su sonrisa deslumbrante aunque por dentro aun no sabía realmente como empezar.
-No hay de que Mokuba, sabes que tu siempre podrás contar con nosotros ¿No es verdad chicos?.-Dijo Yugi animándolo con su apoyo moral.
-Claro que sí Mokuba, aunque admito que no esperábamos tu llamada, disculpa que suene tan directa pero entonces si ¿Sabes algo de Joey?, es que se nos hizo raro que no nos contestara nadie en su casa, imagino que debió de trabajar otro turno extra.-Dijo Tea juntando sus manos tratando de secar el sudor de ellas, algo le decía que no todo estaba bien.
-Es cierto, fue algo raro, digo no es que no nos veamos seguido, pero es extraño nos dijeras que tenia algo que ver con Joey ¿Se peleo con tu hermano? ¿Lo insulto y tiene problemas? Por que si paso eso, tu hermano debe de saber que el no se enoja, ni ataca sin razón.-Dijo Tristan cruzando los brazos asintiendo la cabeza.
-Pues tienen razón chicos, es sobre Joey, verán hay algo importante que quiero decirles, les pido por favor que no me pregunten, ni digan nada hasta que termine, ya que es algo en extremo delicado.-Dijo Mokuba tomando un tono demasiado sombrío.
El intercambio de miradas entre Yugi, Tristan y Tea no se hiso esperar, pero al final asintieron en silencio invitando al joven Kaiba a continuar con lo que tenía que decir.
-Verán chicos, se donde esta Joey, el en este momento se encuentra en la Mansión Kaiba, mi hermano esta cuidando de su estado, lo encontramos solo, en medio de la lluvia, tirado en la cera sangrando, y muy mal herido; el no esta bien, quiero informarles que desgraciadamente el perdió la memoria, el doctor de la familia nos dijo que debía de mantener reposo, hasta que se recupere por completo, lo último que recuerda es que Tristan es su amigo, no sabe que están a punto de graduarse. Mi hermano esta usando todo lo que tiene a su disposición para saber porque le ocurrió eso a Joey, ademas de por su puesto encontrar a la persona o personas responsables para llevarlas ante la justicia para que paguen con todo el peso de la ley. Eso no es todo, creo que tanto ustedes como yo saben que Joey sentía cierto afecto por mi hermano, nos lo confeso en esta casa hace ya mucho tiempo y juramos nunca decir nada.
-¿Tu hermano tiene alguna pista sobre quien lo hizo?.-Dijo Yugi que empezaba a sentir un sabor amargo en la garganta, contuvo un llanto de angustia, respiro con dificultad, le costo pronunciar esa pregunta sin evitar que el vértigo del pánico surcara por su espalda.
-Aun no ha encontrado nada, pero en este momento esta contactando con un equipo especial para averiguarlo.-Dijo Mokuba ligeramente más tranquilo.
-¿Porque se ofreció tu hermano a ayudarlo? Eso si me resulta extraño, se supone que de un perro callejero no lo baja para nada.-Dijo Tristan en un tono resentido.
-De las pocas buenas noticias que han salido a la luz a raíz de esto, resulta ser que Seto no es para nada indiferente con Joey como le hacía pretender a todo el mundo.-Mokuba no pudo evitar sonreír al recordar como se veían genial juntos en la alcoba de su querido hermano mayor, si ambos se ven tan felices, no debería ser tan malo.
-¿A que te refieres con eso Moki? Sabemos todos el carácter hostil que tiene tu hermano, sin ofender pero es algo difícil de entender, mucho mas al momento de intentar acercarte a charlar con el, ha despreciado cada oportunidad de compañía, tu sabes, nuestros intentos de unirlo a nosotros, que nos considere sus amigos y eso es algo que el repudia, tu mismo has sido testigo de ello.-Dijo Tea con una expresión de escepticismo absoluto.
-Entonces lo que estoy a punto de decirles sonara algo extraído de una dimensión extraña, ustedes saben como es Seto cuando se trata de mi, el es protector; la noche que encontramos a Joey, nunca había visto a mi hermano actuar como lo hizo, estaba angustiado, furioso, triste, desesperado, lo llevamos a la mansión, estuvo con el todo el tiempo sanando sus heridas, no se movió ni un centímetro de su lado, el realmente se preocupo por salvar la vida de nuestro amigo; ojala lo hubieran visto, es algo único y no lo digo solo porque es mi hermano mayor, fue inesperado incluso para mi.-Dijo Mokuba posando sus ojos en los recuerdos de esa noche, el conocía a Seto lo suficiente para ver a través de el.
-Espera un momento ¿Me estas diciendo que tu hermano? ¡Seto Kaiba! Salvo la vida de mi hermano del alma Joey; esta es una señal clara de que se viene el fin del mundo, es...wow, no puedo creerlo.-Tristan se levanto del sillón para respirar mejor, tomo un trago grande de te helado para volver a tomar asiento al lado de Tea que lo miraba rodando los ojos en claro signo de irritación.
-Eso no es todo hay mucho más, de antemano espero que lo tomen de la mejor manera, Joey cuenta con nosotros para que se recupere lo más pronto posible; eso también lo sabe Seto, el esta cooperando como nunca antes, es todo un cambio.-Dijo Mokuba tratando de que el sudor de sus manos no fuera tan evidente, realmente no sabía que esperar.
-Puedes contar con que apoyaremos en todo lo que necesite nuestro buen amigo Joey, de eso no hay duda alguna, así que puedes decirnos con confianza, lo que sea, ¿no es así chicos?.-Nuevamente Yugi usaba la empata como bandera de paz, aunque no tenía idea de lo que esperar.
-¡Claro que sí! Es nuestro amigo, obvio que lo apoyaremos incondicionalmente-Dijo Tea sonriendo radiante, empuñando animada el vaso de te helado en señal de brindis.
-¡Por supuesto que lo apoyamos! Nuestros lazos de amistad son inquebrantables, lo menos que podemos hacer es estar a su lado-Tristan se unió con entusiasmo a la acción de Tea levantando el vaso a la altura de ella.
Los dos chicos que faltaban por unirse chocaron sus vasos de te helado para dar un breve brindis. Un poco más motivados Mokuba sabía que era cuestión de tiempo para que esa charla retomara su curso, un curso incierto.
-Ahora si Moki ¿Que estabas por decirnos?.-Dijo sonriendo Tea en un tono más tranquilo.
-Verán chicos, cuando Joey despertó, yo no sabía que había perdido la memoria, lo salude y en el transcurso de ese saludo, se me ocurrió hacer un comentario a ambos
-¡Joey! Que alegría que despertaras, estábamos tan preocupados por ti, me asuste tanto cuando mi hermano te trajo anoche, casi se desmaya al mirarte tan mal, lo bueno es que te curaste. ¿No se han peleado de nuevo cierto? Sé que a veces se llevan pesado y parecen esposos, pero discúlpalo tuvo una noche muy pesada.
Luego de ello, el llego a la conclusión de que estaba saliendo con mi hermano, como Seto no sabía que tan grave era su problema de perdida de memoria, el no negó que estaban saliendo por impulso protector le dijo que era su novio, yo le advertí tarde de que no era buena idea, pero se ven tan felices que no pude molestarme mucho con el; aunque eso si, le dije que podían visitarlo todas las veces que quisieran en la mansión, hablarle y ayudarlo a que se recupere lo más pronto posible.
Un silencio sepulcral se presento en ese espacio, miradas chocaron entre si, todo permaneció de esa manera hasta que el llanto desgarrador de Tea se manifestó, Tristan intento contenerla estrechándola fuerte, Yugi había caído en un estado de shock, Mokuba respiro sacando el aire contenido por los nervios; sabia que hacerles frente no sería sencillo, pero Joey era parte importante de la vida de ellos, su bienestar ahora valía mas que cualquier tipo de prejuicios.
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Del otro lado de la ciudad, un equipo especial contratado de inmediato por Kaiba Corp se presentaba en el despacho de la Mansión frente al magnate que vestía semi-formal al lado de su sombra siempre eficaz Ronald . Seto los miro para darle la señal a su asistente de darles un folder a cada uno, en ese momento tomo la palabra.
-Según sus expedientes ustedes son lo mejor del mundo en búsqueda, rastreo, persecución, y por supuesto captura, les tengo un trabajo particularmente especial, quiero resultados a la brevedad, obvio que no tolero incompetencias. Ya hice gran parte del trabajo por ustedes, pero siendo yo una figura publica no puedo obrar con tanta facilidad sin que se vea sospechoso. Espero por su bien, que respondan discreta y efectivamente, ahora retírense de mi vista y no vuelvan hasta que tengan lo que les pido ¿Les quedo claro?
-¡Si Señor Kaiba!.-Respondieron en coro y dejaron de inmediato la mansión.
Una vez a solas Seto masajeo su cien fruncida, también su cuello que estaba mas duro y rígido que una roca, no había conciliado el sueño bien por investigar en la madrugada sobre las cámaras de seguridad de la ciudad, se le hacia muy extraño que casualmente estuvieran en mantenimiento la zona donde había encontrado esa noche a Joey; ahora con su cachorro no había dejado la mansión, no se quejaba le encantaba pasar tiempo con su sol y su hermano.
Incluso la terapia con la doctora estaba dando grandes progresos en poco tiempo, aunque eso involucraba que su temor a que se alejara de el aumentara, no quería pensar mucho sobre ese tema, ya que lo importante es que su amado estuviera sano y feliz. De un costado estaba un enorme reloj inglés que le marcaba que ya era casi la hora de la comida; sin mas remedio se permitió estirarse para ir de inmediato a comer con el.
Si definitivamente grandes cosas estaban cambiando, compartir las comidas, trabajar en su cuarto, platicas nocturnas que llenaban su pecho de sensaciones placenteras.Estaba seguro que todo eso lo recordaría hasta el final de su vida como lo mas valioso del mundo.
Salio de su estudio, notando a la distancia el carrito donde venia la comida para ambos, junto con la medicina para aliviar el dolor de su cachorro, sin querer demorarse más de lo indispensable, abrió la puerta de su cuarto, de inmediato la luz del atardecer lleno sus pupilas dejando una visión increíble; sobre su cama se encontraba sentado su adorado astro, que se encontraba leyendo un libro de pasta gruesa, cosa que le sorprendió.
No tardo mucho para que una sonrisa apareciera, junto con un enérgico saludo, cerrando el libro, para luego dejarlo en una mesa que se encontraba de costado; aun no se explicaba como lograba que su tétrica habitación con su sola presencia la volviera hasta ahora el lugar mas confortable de su Mansión.
-¡Hola Seto! Te eche de menos, la doctora me dijo que voy muy bien, me dejo unos ejercicios de visualización y este libro, dice que si sigo progresando como hasta ahora, pronto volveré a tener las cosas claras ¿No es genial?, ademas me siento mucho mejor que ayer, ese Doc si que sabe.-Dijo Joey feliz de poder pronto volver a su vida, seguramente había cambiado para mejor al estar ahora con un hombre tan guapo como su novio.
-¡Hola Joey! yo también te extrañe, si eso me comento antes de irse, yo espero que todo salga bien cachorro, se que estarás bien, te noto cada vez mejor, eso es algo maravilloso...-Dijo sintiendo un pesar gigante en el corazón, quizás al final el lo terminaría odiando cuando recuperara sus recuerdos, no podría vivir en paz sabiendo que su amado sol sintiera eso por el.
-Seto, oye ¿te encuentras bien? ¿Acaso dije algo malo?.-De inmediato percibió que la cálida amorosa mirada de su novio se volvió oscura, como si una tormenta estuviera invadiendo sus hermosos zafiros deslumbrantes.
-No es nada cachorro, estoy perfectamente bien, lo que pasa es que estuve trabajando hasta tarde, he tenido un día largo, y ¿Que libro te dejo leer la terapeuta?.-Dijo Seto sonriendo tratando de sonar lo más natural, tranquilo y convincente posible, no quería angustiar a Joey, y menos por cosas que no tenían el más mínimo sentido.
-Aun no me convences gatito, por eso quiero que te quedes conmigo a descansar luego de que terminemos de comer, trabajas demasiado y necesitas reposar aunque sea un poco; es un libro que se llama "Orgullo y Prejuicio" de una tal Jane Austen, ¿Alguna vez lo has leído Seto?.-Con una expresión que parecía de un puchero y una mirada de cachorro abandonado se dirigió al CEO de Kaiba Corp, algo le decía que con eso podría convencerlo de quedarse al menos un rato con el, en serio se veía agotado.
-Joey, no me hagas esto...mira no creas que con ese gesto voy a caer...Bueno, de acuerdo, prometo quedarme contigo, pero solo un rato cachorro, luego tengo que ir a trabajar de nuevo. Y si lo he leido, aunque no es de la clase de libros que me gustan, ¿En que parte vas?.-Trato de ignorar inutilmente la mirada de Joey pero simplemente no podía, ese rubio encantador lo tenía cautivo, su corazón de hielo nuevamente se derretía.
Por otro lado, tenía grandes intenciones de querer asesinar a la terapeuta ¿Como se le ocurre dejar esa clase de literatura a su cachorro? ¿Acaso sabía algo sobre el y su sol?; imposible, aunque sus peleas con el rubio en el pasado no habían desatado algún escandalo en la prensa, tenía la certeza que todo Domino sabía el como despreciaba a las personas, y el humillar a los que a sus ojos, no eran más que simples mortales aburridos. Esperaba creer en el fondo que las intenciones de esa mujer fueran nobles, ademas no podía ser más egoista, el bienestar de su angel valía más que su propio orgullo.
-¡Genial! ¡Gracias Seto! Me agrada pasar tiempo contigo, sabes algo, eres el mejor novio del mundo; pues estaba en la parte en la que el patán de Darcy desprecia a la pobre Eli, ¿Que se cree ese sujeto?, no tienes idea de como molesta esa clase de actitud, ojala ella se venge de ese engreido ricachon.Me esta gustando mucho, es la primera vez que tengo tiempo para leer un libro tan bonito, ademas me agrada como se expresan, ya nadie habla así, todos nos volvimos muy practicos, aquí realmente se disfruta cada palabra, aunque hay algunas que no entiendo del todo, pero eso es parte de lo que me pidio la terapeuta-El matiz de expresiones de Joey se manifesto de forma diversa haciendo sonreir a Seto con nostalgía y ternura; si tan solo supiera que solia decirle a el esa frase con su rostro rojo de ira y dispuesto a molerlo a golpes, era tan encantador cuando en ese lapso de tiempo eran solo ellos dos, los demás no tenían la más minima importancia, sus miradas chocando en el frente de esa batalla intensa, siendo demasiado orgullosos como para ceder; ahora lo tenía ahi, todo para el, y la libertad de expresar sin temor lo que por años se empeño en matar.
-No sabía que te gustaba leer cachorro, si tienes razón, antes se acostumbraba hablar así, ¿Te parece si lo leemos juntos y me dices que palabras no entiendes y te las explico?, aunque primero vamos a comer antes de que la comida se enfríe.
Se acerco para entrelazar sus manos y besarlas dulcemente para luego estrecharlo en sus brazos; beso su frente para después incorporarse acercando la comida. Ambos agradecieron la comida, para disponer a degustarla, esa clase de momentos los disfrutaban, la alegría de sentir que no estaban solos, la enpatía de buscar lo mejor para ambos, realmente verlos juntos era un espectaculo armonioso y brillante.
Todo estaba delicioso, realmente su personal se esmeraba en dar lo mejor, aunque nunca supo apreciar que tanto hasta ahora que tenía a alguien para compartir ese confort.
-Sabes Seto en realidad me encanta leer, pero creo que seguramente te comente que siempre me dedique a trabajar desde pequeño para poder sustentar el lugar donde vivo, así que nunca tuve tiempo para leer mucho, y la biblioteca cercana a casa, no tenía muchos libros; ademas temia que mi padre los maltratara; pero imagino que ya te lo habria contado; disculpa, y ¿A ti que libros te gustan Seto?.-Aun tenía su mente hecha un laberinto, pero con certeza podía recordar la vida de maltratos con su padre alcoholico, esa clase de situaciones en las que lo encontraba tirado en el sofa roncando con un aliento pestilente roeado de botellas de licor vacias; una imagen dificil de olvidar, casí tanto como las golpizas, los insultos, abusos y humillaciones de parte de la persona que debía protegerlo. Su mirada se oscurecio ligeramente pero despejo esas ideas, no valia la pena preocuparse por eso, ademas su atractivo novio había accedido a pasar más tiempo con el, debía preocuparlo lo menos posible.
-Me da tanto gusto que descubrí algo más que tenemos en común cachorro, pues a mi me gusta mucho un autor alemán, se llama Friedrich Nietzsche, el escribio cosas interesantes, cuestionaba todo lo que veía, tiene toda clase de libros donde expreso sus ideas revolucionarias, muchos lo juzgaron por pensar así, fue un gran escritor aporto grandes ideas al mundo.-Un calor agradable lleno su pecho, nadie le había preguntado con sincero interes sobre sus gustos literarios, Mokuba no era un lector empedernido como el, no lo obligo a hacerlo, su hermano tenia otros gustos, aun así el poder decir en voz alta sus intereses al hombre que amaba sin temor a ser juzgado era una sensación maravillosa.
-Suena muy de tu estilo, yo nisiquera puedo pronunciarlo, alguna vez te han dicho que tu voz se escucha realmente linda cuando hablas en otro idioma, eres increible Seto.-Su sonrisa destello radiante, se sentia realmente feliz con ese hombre.
La comida había desaparecido de los platos desde hace un rato, Seto despejo el espacio, decidio que se tomaria el resto del día en estar con Joey, así que se puso una ropa más comoda cambiandose delante de su cachorro quien no podía quitarle los ojos de encima, y el podía sentir como su mirada recorria cada lugar de su cuerpo, no debía mostrarse timido, aunque era la primera vez que dejaba que lo viera.
-¿Ocurre algo cachorro?.-Uso un tono seductor, mirando de reojo a Joey quien estaba totalmente sonrojado, al ser descubierto.
-Na...nada Seto, no...no ocurre nada.-Rio nervioso, mientras desviaba la mirada del hermoso cuerpo de su novio.
Como felino camino hacia su cama, para tomar el rostro de Joey entre sus manos para luego besar sus labios lentamente, sentía que alcanzaba la gloria.
-No tienes idea de lo mucho que te quiero cachorro, hare todo para que te recuperes pronto y así puedas hacer lo que quieras.-Lo acurruco en sus brazos, no iba abusar de su estado para aprovecharse, no era un degenerado violador, se había jurado que si alguna vez se daba la oportunidad de tener intimidad con Joey, sería cuando el estuviera recuperado, y obvio si su sol aun lo aceptaba.
-¡Yo tambien te quiero Seto! Habli muy en serio cuando digo que eres el mejor del mundo, soy afortunado de tenerte a mi lado, gracias por seguir conmigo gatito.-Lo beso en la mejilla para intentar alcanzar el libro, pero era complicado sin que le doliera aun su cuerpo.
-No te esfuerces demasiado cachorro, debes relajarte.-Tomo el libro para que ambos lo leyeran y al abrirlo noto un separador algo peculiar.
-Por eso quería tomarlo primero, se supone que era un secreto.-Hizo un pequeño mohin para quitarle el "separador" de sus manos y sonreir calidamente.
En las manos de Joey se encontraba, una foto de una camara instantanea de ellos juntos dormidos, ambos estaban sonriendo abrazados entre las sabanas. Seto se estremecio intentando tranquilizar su corazón que latía rapidamente, estaba absolutamente conmovido por ese pequeño gesto.
-Si preguntas como es que tengo esa foto, es facil, tu hermano nos la tomo ayer, y antes de que llegara la terapeuta vino a dejarmela, voy a conservarla por siempre.-Se adelanto a la evidente ola de preguntas, sin dejar de lanzar sonrisas deslumbrantes mientras sostenía la foto apreciandola.
-Yo...vuelvo en un momento Joey, no tardo, olvide apagar la computadora del estudio, regreso en un momento cachorro.-Dijo intentando sonar lo más natural del mundo, debía tomar distancia, estaba caminando en un terreno desconocido.
Manteniendo un porte calmado, se levanto de la cama para caminar a la puerta, sonrio tranquilizando a Joey quien lo miraba extrañado, pero asintio con la cabeza sin dejar de sonreír y abrazar la foto que tenia en sus manos.
Luego de esa acción, salio de la habitación para dirigirse a su estudio, una vez ahí en su segundo refugio, se deslizo por la puerta poniendo sus manos en su rostro, un ataque de ansiedad y dolor lo invadio.
Ya no podía con esto, ¿A cuantos más momentos lindos renunciaría? Cuando el Joey con recuerdos regresara quemaría esa fotografía, lo despreciaría, y todas esas palabras de amor, no serían más que memorías perdidas; no podría soportar su odio, no después de que de sus labios salieran palabras como "Novio", "Eres el mejor", "Te quiero", su propio nombre.
Sabía que no podía resignarse tampoco a alguien sin memorias, eso sería demasiado injusto, cada momento a su lado parecía un sueño divino, siempre quiso poder estar así con Joey; pero no era conformista, claro que estar así no le molestaba, pero ese no era del todo su cachorro, no era el hombre que aun con todas las de perder le daba la cara para decirle sus verdades, que no tenía miedo de soltarle un golpe cuando se pasaba de listo.
No, el no era un conformista, si al menos no tendría el perdón de Joey, de su parte vería que el hombre que amaba recuperara lo perdido; esas eran la clase de cosas que se hacen cuando amas de verdad a alguien; eso lo tenía claro, pero era egoista, tan egoista que la sola idea de perderlo lo torturaba profundamente.
Se incorporo con dignidad, esperando no haber demorado demasiado, leería a Austen con su cachorro, dormiría hasta que el sol envidioso tocara las suaves cedras de cabello de su angel rubio y escanearia a escondidas esa foto.
Eso era un excelente plan...