~~~~~~~~~~~~Capitulo Dos~~~~~~~~~
~~~~~~~~z99;Despertar z99;~~~~~~~~
Los suaves rayos de la mañana inevitablemente se colaron entre los huecos finos de la tela, que acariciaron los cabellos de ambos chicos que seguían descansando
De repente el sonido irritante de la alarma de mesa, se hizo presente y por impulso la mano de Seto Kaiba la apago, no quería abrir los ojos, era consciente de lo que la noche le concedió, un lindo cachorrito para él, sonrió y poco a poco abrió los ojos.
Soltó un suspiro de alivio, era cierto, su perdición dorada seguía ahí justo frente a él; se levantó de la cama con sumo cuidado de no despertarlo, ya de pie, extendió su mano a la frente de Joey y quedo más tranquilo de que no había rastro de la endemoniada fiebre que quería arrebatárselo.
Con delicadeza le cambio las vendas, su frente ya se había desinflamado, francamente estaba mucho mejor. Sin embargo no se dio cuenta que Joey empezó a estremecerse, estirando su cuerpo lento.
Ahora le tocaba volver a la realidad, despacio fue abriendo los ojos, todo demasiado borroso al principio, muy brillante; en definitiva esa no era su casa, la cama se sentía como una nube, y por último mirando al frente noto una mota castaña cambiando las vendas de su pierna...
Un grito potente salió de Joey, desconcertando a Seto quien sobresaltado, se cayó de espaldas de la cama dando una perfecta marometa muy cómica digna de un circo, para luego levantarse y mirar al rubio
-¿Qué te pasa Wheleer?
- Wow ¿Me conoces? ¿Sabes quién soy? Vaya que bien... un momento ¿Quién eres tú? Y ¿Tienes idea de quien me golpeo?... acaso ¿me golpeaste tú?
Un silencio incomodo invadió la atmósfera de la habitación, hasta que la puerta se abrió mostrando a Mokuba quien corrió y se lanzó a los brazos de un confundido rubio que lo miraba extraño
-¡Joey! Que alegría que despertaras, estábamos tan preocupados por ti, me asuste tanto cuando mi hermano te trajo anoche, casi se desmaya al mirarte tan mal, lo bueno es que te curaste. ¿No se han peleado de nuevo cierto? Sé que a veces se llevan pesado y parecen esposos, pero discúlpalo tuvo una noche muy pesada.
-¿Son hermanos? ... Ambos saben quién soy, disculpa peque, me da pena decirlo pero no recuerdo haberlos conocido
Mokuba se separó de él y se puso al lado de su hermano.
-Seto...
Miro a su hermano quien seguía en trance y luego sintiendo la mirada preocupada de Mokuba le hablo
-Moki, ¿Podrías decirle a la servidumbre que prepare el desayuno para tres y que hablen al doctor de la familia por favor?
Le acaricio fraternalmente su cabello resolviéndolo solo un poco, dedicándole una sonrisa, para calmarlo
- No te preocupes... Joey –"Que raro es decir su nombre en voz alta" Fue lo que pensó- y yo, bajaremos en un momento
-Está bien hermano mayor
Se fue muy feliz a hacer lo que su hermano le pidió, dejándolos solos nuevamente; al cerciorarse que se había ido, dio un suspiro, miro nuevamente a su cachorro que estaba aún desconcertado
Se acercó con cautela a la cama y se quedó de pie frente a él, mirándolo a los ojos
-Ok, veo que te has dado un golpe fuerte y tienes un ligero bloqueo de recuerdos. Si dices que no nos conoces, por curiosidad ¿Cuantos años recuerdas que tienes?
-Viejo ¿No es obvio? Tengo 15 años, mi mejor amigo es Tristán Taylor y apenas entraremos en la preparatoria de Domino
-Entiendo... veras yo no quiero presionarte pero no tienes 15, tienes 18, y ya estamos por graduarnos.
-¿Bromeas cierto?
-Yo nunca bromeo
-Solo para dejar algo en claro ¿No me golpeaste tu verdad?
-Claro que no...
-¿Somos amigos o algo así? , a menos que... la broma de los esposos que dijo tu hermano... ¿Estamos saliendo? ¿Eres mi novio?
Fue ahí cuando el diablito de su conciencia decidió aprovechar la situación a su favor.
-Al fin empiezas a recordar cachorro, claro que estamos saliendo, eres el novio de Seto Kaiba, el CEO más importante del país, que bien que lo asimilaste Joey, vamos progresando
Se sentó junto a el tomándolo de la mano besándola y le dedico la mirada más seductora que recordara, mientras una parte de su corazón se derretía al ver a su Joey, sonrojado sin palabras.