Idiotas en el proceso del amor
Ushijima Wakatoshi, no había nadie en la prefectura de Miyagi que jugara volleyball y no lo conociera, la súper estrella del equipo más fuerte Shiratorizawa, respetado, admirado y temido, miembro de la selección de Japón, pero aun así seguía siendo un auténtico idiota, para los pocos que lo conocían.
Bokuto Kotaro, capitán de Fukurodani, y un auténtico idiota para todo el mundo, no tenías que pasar más de dos minutos para notarlo, aunque bien se podría decir que era más ingenuo que idiota, pero lo ingenuo no le quitaba lo idiota.
Ushijima era de Miyagi, Bokuto era de Tokyo, Ushijima era el top 3 en Japón, Bokuto era el 4, Ushijima era una persona seria, no hablaba mucho que digamos, Bokuto era casi un niño grande, su segundo nombre debió ser el que más habla, ambos eran capitanes y ambos eran las estrellas de su equipo, Ushijima jalaba a todos sus compañeros, los compañeros de Bokuto lo jalaban, eran diferentes, no tenían nada en común más que su gusto por el volleyball, como tan siquiera podrían ser amigos, viviendo alejados y siendo rivales en el deporte que amaban. ¿¡Como podría nacer un amor entre prácticamente dos extraños!?
La respuesta………. El destino.
El destino, una estación de tren, un rosto atemorizante y un alma curiosa, era todo lo que necesitan para quedar atados el uno con el otro.
Ushiwaka partió rumbo a Tokyo muy temprano ese día, iba a ir a ver un partido de volleyball, se saltó el entrenamiento del día, aunque quien le dirá algo por ello a la estrella del equipo, la emoción era latente en él, casi no había dormido. Sin embargo tan pronto como se bajó del tren ya estaba perdido, solo a él se le ocurría ir a Tokyo solo y sin mapa, sin saber cómo realmente llegar al estadio, se dispuso a preguntar.
- Disculpe…
Aunque no muchas personas están dispuesta ayudar a un tipo con un rostro atemorizante, y mucho menos si este tipo mide prácticamente un metro noventa. Fue el destino, lo que llevo a Bokuto a estar en la misma estación.
- Pensé que su mama lo mando por el recado
- Calla, no interrumpas esta historia
- Pero Tío, si fue su mama
- A ver quién está contando la historia ustedes o yo
- Tu Tío
- Entonces callaos que no sigo con la historia
- Hai!!!!!!!!!!!!!
A sí en que iba…… Fue el destino quien dispuso que Bokuto estuviera ahí, ese día, en ese momento, y fue la naturaleza curiosa de Bokuto lo que lo llevo a mirar aquel sujeto con mirada espelúznate, claramente a este no le intimidaba el sujeto aunque no supiera quien era, y justamente cuando se disponía a ofrecerle ayuda, Ushiwaka lo miro, claramente él no era tan idiota como Bokuto, sabía perfectamente quien era, Bokuto Kotaro, por lo cual se le acercó a pedir su ayuda.
Que les puedo decir, Ushiwaka no llego a ver el juego de volleyball por el cual fue hasta Tokyo, pero pasó una tarde inolvidable, entre ramen, santuarios, tiendas y volleyball playero, con Bokuto.
Uno no sabía quién era, pensaba que era un turista, el otro sabía que era su rival, pero en ese momento entre las charlas de Bokuto y su risa, lo olvido, y se dejó cautivar. Que quieres que les diga, cayeron el uno por el otro, Ushiwaka se perdió entre su amplia sonrisa y Bokuto entre su penetrante mirada. Para cuando finalizo el día se Ushiwaka se dio cuenta de que se había perdido el partido, mas no le importo, “Ningún partido pudo ser mejor que esta tarde que pasamos” fue lo que dijo Ushiwaka cuándo Bokuto al percatarse que se le había olvidado llevarlo al estadio para ver el partido de volleyball, se disculpó.
Prendado quedo, su sonrojo lo decía a kilómetros del lugar, creo que las chicas de la estación que los miraron en busca de conquistar alguno también se percataron.
Con un sonrojo en las mejillas y una amplia sonrisa Bokuto lo despido segundos antes de que Ushiwaka abordara el tren, y este a su vez le sonrió, “este también quedó prendado”, pensamos los demás cuando vimos esa sonrisa de Ushiwaka para Bokuto.
- Kuroo que estás haciendo ya llegaron por Haru y Ren
- Yakkun!! Interrumpiste mi historia
- Kuroo……. No me interesa!! Haru, Ren vamos que sus padres ya llegaron
- Yakkun!! Aun no termino la historia
- YAKKUN NADA LOS NIÑOS SE LA SABEN DE MEMORIA ES LA UNICA QUE LES CUENTAS CADA VEZ QUE VIENEN
- Es para que no se les olvide
- Y UN CARAJO!! HASTA SE LA SABEN CON MAS DETALLE QUE TU!! ASI QUE VAMOS QUE USHIJIMA Y KOTARO YA LLEGARON POR ELLOS
- Hai, hai, bueno chicos seguiremos otro día con la historia
- Está bien tío Kuroo
Yaku se adelantó para recoger las cosas de Haru y Ren, con ayuda de Momo, nuestro hijo, mientras que yo llevaba a las fieras con sus padres.
- Papa, Papi – gritaron los mellizos al unísono en mis oídos
- Haru!!! Ren!!! Como estuvo la estadía, se divirtieron, que hicieron, ya comieron?, aunque no creo que Morisuke no les haya dado de que comer con lo estricto que es, aunque espero que no, así pasamos por unos tazones de ramen- les decía Bokuto a viva voz, creo que se perfectamente de dónde sacaron los niños su “melodiosa” voz.
- Kuroo-san, Gracias por cuidar a Haru y Ren lamentamos las molestias
- Tranquilo Ushiwaka, que son como mis hijos, fue un placer cuidarlos
- Vamos por Ramen Waka!!! Los niños y yo queremos cenar ramen
- BOKUTO! LOS NIÑOS YA COMIERON AQUI
- Pero Morisuke-chan el ramen – inflo sus mejillas como globos al oír la riña de Yakkun
- Kotaro podemos comer mañana para el almuerzo- y el esposo más consentidor del mundo entra en acción al instante
- YEAH!!
- Kuroo-san, Morisuke-kun, nosotros nos retiramos muchas gracias por cuidar de Haru y Ren
- Chao, Kuroo, Mori-chan Momo-chan nos vemos mañana en la práctica no olviden llevar los aperitivos que sino no comemos.
- QUE NO SE TE OLVIDE A TI LLEVAR LOS REFRESCOS
- Hey hey hey que yo lo tengo todo controlado
- Hasta mañana
Si solo podía ser cosa del destino que ese par terminara junto, y vaya que el destino es grande y misericordioso con ellos, porque de que otra forma terminan juntos esos dos si tan siquiera se acuerdan de que tiene que intercambiar números. Vaya que si son un par de idiotas enamorados.