Siempre fuiste la persona ideal, una persona que aceleraba mi Corazón cada que la veía. Seung Hyun, tu eres la única persona que me hace reír con sus tonterías. Cuando me besas y luego haces una broma por lo lindo que son mis labios.
Cuando juegas con mis cabellos mientras estamos echados en la cama viendo una película. Cuando bromeas diciendo que amaras más a nuestros hijos que a mí. Cuando dices que quieres tener hijos con migo. Me encanta escuchar tus sueños y ambiciones. Y me encanta aún más cuando todo lo relacionas conmigo y con nuestra futura familia. Me encanta que me incluyas en tus planes, como cuando vimos esa casa le semana pasada. Dijiste que querías una casa con cinco habitaciones, una para nosotros y cuatro para nuestros hijos.
Incluso cuando hacemos el amor es todo tan divertido. Me abrazas y me haces cosquillas, eres tan tierno que a veces creo que moriré por tanta dulzura. Me das diabetes.
Cuando estoy enojado o estresado por el trabajo tú también lo estas. Discutimos juntos sobre las soluciones a algunos problemas y te enfadas con los que me hacen rabiar. Tú también hallas las soluciones junto con migo, incluso te estresas más que yo. Cuando fallas en algo siempre te repones rápido. Es como si tuvieras un botón de reinicio que te hace olvidar tus fracasos. Comienzas de nuevo y con más entusiasmo, es lo que me gusta de ti, y cada pequeño detalle tuyo hace que me enamore más.
Estoy tan malditamente enamorado de ti que no sé cómo expresarlo. Y tú siempre dices que me amas más. Y aunque suene estúpido, YO TE AMO MAS.
¿Sabes cómo me encanta que me cuentes tus sueños? Como cuando soñaste que estabas en una tienda de dulces y te los podías comer todos y al final terminaste con dolor de estómago. Cuando me contaste ese sueño me reí tanto que te quejaste que yo te molestaba mucho, ¡me dijiste que aun sentías el sabor del azúcar en tu boca y que te dolía el estómago!
Cada día es tan divertido a tu lado. Pero como toda pareja a veces terminamos peleando. No me gusta cuando eso sucede, ambos somos tan tercos que queremos ganar siempre la pelea. Hubo un tiempo en que nos enojamos tanto que ni nos mirábamos. Yo estaba tan enojado contigo que olvide todo. Paso una semana y recién nos arreglamos, fue tal vez, la pelea más fuerte que tuvimos y ya no recuerdo cual fue la razón.
Cuando nos repusimos de ese pleito tú llegaste diciendo que aunque nos enojáramos uno con el otro no nos ignoráramos, lo leíste en un periódico y me lo mostraste. No sabes cuánto te amé en ese momento.
-“aun cuando estemos peleados no debes ignorarme, dicen que si lo haces entonces el lazo de nuestro amor se rompe, yo no quiero eso así que no me ignores”- te veías tan tierno pidiéndome eso.
Cada vez que peleamos aun enojados nos hablamos de si pagamos las cuentas de luz o algo así. Y recuerdo muy bien ese día en el que antes de dormir me tomaste la mano.
-“nunca debemos irnos enojados a la cama”- eso también lo leíste en un periódico, dijiste que llenaríamos de energía negativa toda la casa y que vendrían fantasmas o algo así. Me hiciste reír tanto que todo el enojo se fue de un momento a otro.
¿Recuerdas cuando nos conocimos en la universidad? Yo estaba estudiando medicina y tú estabas por el tercer año. Yo era demasiado hablador y me encantaba conocer gente. Cuando te vi eras tan tímido, apenas pude averiguar tu nombre ya que no hablabas con nadie, eras muy cerrado. Hay algo que nunca te he contado, y que lo are ahora con esta carta. Yo era tu acosador ¿recuerdas que a veces encontrabas en tu mochila papelitos con canciones? Pues eran míos, cuando me hice tu amigo y llegamos a tener confianza yo te pregunte si no te pasaba algo extraño y tu algo asustado me dijiste que alguna chica loca te mandaba canciones románticas. Lo siento por eso, no te dije nada porque pensé que te asustarías de mí y me denunciarías con la policía, pero ahora que lo pienso fue demasiado chistoso a mi punto de vista.
Recuerdo cuando me acerque a ti, te empuje a propósito y te derrame el café en la bata blanca que traías, tu no me reclamaste, solo dijiste que también tenías la culpa, yo como aun no conocía tu personalidad creí que me reclamarías y me dirías que tendría que lavar tu bata, así yo te diría que lo aria y te pediría tu número. No pasó nada de lo que planee así que mi primer intento por acercarme a ti fue fallido.
También te amo por eso, eras tan diferente a aquellas personas que yo conocía, no te voy a mentir, antes de conocerte yo tuve varias novias y novios, incluso cuando me fije en ti estaba con alguien. No sabes, lo completamente estúpido que me sentí cuando dijiste que nunca habías tenido novia o algo parecido por que estabas esperando por tu persona especial. Recuerdo que el día que dijiste eso yo llore mucho por no haber hecho lo mismo por ti. Te fui hablando a menudo pidiéndote ayuda con algunas materias, aunque creo que te diste cuenta de eso porque un día me dijiste.
-“pero si el profesor de anatomía dice que eres bueno en su materia, no entiendo por qué me pides ayuda”- casi me muero de la vergüenza. Yo era muy bueno en todas las materias, no necesitaba ayuda pero tenía que acercarme a ti de algún modo.
Recuerdo cuando yo ya cursaba en tercer año en la universidad y tú ya estabas haciendo tus papeleos para tener tu título. Nos habíamos convertido en grandes amigos y ese día fue especial para mí. Porque recuerdo que te soltaste más conmigo, me contabas chistes y fue ahí cuando caí perdidamente a tus pies, me mostraste lo lindo, tierno y torpe que podías llegar a ser.
Yo aún no te decía nada de lo que sentía. Estaba esperando a que tú lo hicieras primero, sé que era injusto porque yo fui el que te acoso primero.
Al final después de cinco años de conocernos me dijiste lo que sentías. ¿Lo recuerdas? Estabas tan nervioso con ese ramo de rosas frente a mí que quise aliviar la tensión y te regañe.
-“ya te habías tardado Seung Hyun”- tu no entendías nada y te explique todo desde un comienzo. Mi forma de conocerte, y los planes que hice para pasar más tiempo contigo. Aunque nunca te dije eso de las canciones misteriosas que aparecían en tu mochila. Por favor, después de leer esto no me juzgues ¡ESTABA ENAMORADO Y NO SABIA LO QUE HACIA! ¡PERDON POR ASUSTARTE!
Ya llevamos siete años juntos. Uno como novios y seis como esposos. Y ni contar el tiempo de amigos, en ese caso serían doce años.
El motivo de esta carta ni yo mismo lo sé, solo quería expresar todo esto que siento por ti. En verdad te amo demasiado. No sabes cuánto, a pesar de que incluso decían que los primeros dos años en un matrimonio eran los más memorables y los que seguían ya no tanto. Hoy vengo a desmentir todo eso, yo te amo como el primer día y mucho más. Y cada día a tu lado es único. Realmente quiero pasar toda mi vida contigo, y si descubro una manera de estar contigo más tiempo después de morir entonces créeme que lo are.
He tenido unos miedos últimamente, sabes cómo son las vecinas. Especialmente aquella del piso 7. Cuando te fuiste de viaje no sabía que hacer así que hable con ella, le conté toda nuestra historia, y me arrepiento de haberlo hecho porque ella me dijo que si yo era tu primer amor entonces seguro te aburrirías de mí y que tal vez incluso me engañabas con alguien, te juro que casi me voy dejándola con la palabra en la boca, pero afortunadamente ella dijo que solo estaba bromeando y me calme, pero la idea ha rondado en mi cabeza. Sabes que soy muy cabezota, y que cuando una idea está en mi cabeza no la puedo sacar.
Me duele en el corazón pero he pensado mucho en eso. Que tal vez en este viaje tú estabas viéndote con alguien más, que alguien a parte de yo captaba tu atención, tuve pesadillas con eso, que alguien te alejaba de mi lado y que tú no hacías nada para impedirlo. No entiendo por qué soy tan terco pero, si eso un día llegara a pasar… yo te dejare, si eres feliz con otra persona entonces yo te apoyare, aun cuando me duela el corazón y quiera morir. Si eres feliz con alguien más yo te dejare libre.
Yo te amo demasiado, no suelo ser cursi, lo sabes muy bien, y estas palabras decírtelas en persona me resultaría muy difícil, porque me pondría a llorar, y sabes que odio que me vean llorar porque me siento feo y no me gusta. Así que por eso también he escrito esto. Lo he escrito en la computadora porque si escribiera a pulso entonces me dolería la mano y no entenderías mi letra de doctor. Aunque tu también lo eres pero tu letra es más entendible y bonita.
No sé qué más decirte, solo que TE AMO.
Atte. : Kwon Ji Yong
Seung Hyun terminó de leer la carta, la dejo en el pequeño mueble donde la encontró y empezó a buscar a Ji Yong por toda la casa. No había ni un rastro del menor. Reviso nuevamente todo el lugar y se estaba comenzando a asustar. No podía ser una carta de despedida.
Se puso de nuevo su gran saco, dejo las maletas tiradas por alguna parte, eso ya no le importaba. Apresurado abrió la puerta y antes de poder salir vio a alguien caminando en su dirección.
-oh, Seung Hyun, creí que llegarías mañana – el de cabello rojo sonrió mostrando todos sus dientes pero la sonrisa se le fue borrando de a poco al ver que el rostro de Seung Hyun no lucia feliz.
- casi me da un infarto – lo dijo lentamente, tratando de calmarse por los pensamientos anteriores, tratando de olvidar el gran susto que paso al pensar que Ji Yong lo había dejado- ¿dónde estuviste?
-ah pues fui a comprar la cena, no tenía muchas ganas de cocinar. ¿Porque estas con esa cara? ¿Paso algo malo?
Seung Hyun no dijo nada, simplemente entro a la casa y Ji Yong lo siguió después cerrando la puerta no entendiendo nada.
-¿Qué paso?- volvió a preguntar demasiado preocupado por el estado del mayor, parecía asustado y a punto de querer llorar.
-leí la carta – Ji Yong solo miro el centro de mesa, un sobre blanco yacía ahí, se supone que Seung Hyun no debería leer eso, no en ese momento.
-yo, ohm – estaba comenzando a ponerse nervioso, había tantas cosas en esa carta, una confesión de amor indudable era la que le causo un sonrojo en las mejillas, aun a pesar de los años que llevaban de conocerse seguía sintiendo esas abejas punzar su estómago, porque estaba seguro de que no eran mariposas, las mariposas serían gentiles y no le harían poner tan nervioso.
- sabes que te amo ¿verdad?
-por supuesto que lo sé- trago saliva.
-sabes que no puedo vivir sin ti, no podría dejarte nunca por otra persona.
-Seung Hyun, no es bueno que asegures así las cosas, cualquier cosa puede pasar en un futuro, eso ni tu ni yo lo sabemos con seguridad – a pesar del gran dolor que le causaron mencionar esas palabras eran algo en lo que realmente creía, había nacido con una forma de pensar tan realista y el corazón lo tendría de hielo si es que Seung Hyun no estuviera ahí para descongelarlo cada día.
-Ji Yong…- en un tono reprochante menciono su nombre- yo estoy seguro de que pasare la vida entera contigo, yo te amo demasiado que hasta la palabra se me hace pequeña… ¿acaso tu no quieres lo mismo?
-no es eso Seung Hyun, yo …no sé qué me pasa, creo que he estado viendo muchas novelas dramáticas- Ji Yong era una persona tan fuerte pero era fácilmente manipulable, cualquier miedo que observara, cualquier dolor que sintiera alguien cercano entonces también le podía pasar a él.
-creo que fue un error el haberme ido de viaje, no debes escuchar lo que te digan las demás personas, no deben pensar que te pasara lo mismo que a tu madre ni a nadie que tengas seca, solo debes confiar en mí, así esto siempre funcionara.- se acercó hacia su esposo, y le tomo de las mejillas para que lo mirara fijamente- sabes que te amo – volvió a preguntar, Ji Yong asintió – ahora sabes que no puedo vivir sin ti – Ji Yong iba a refutar pero Seung le lanzo una mirada reprochadora, Ji Yong termino asintiendo- ahora tienes que saber que nunca te engañaría – junto sus labios con los de Ji Yong, este solo suspiro ya que no había tenido tiempo de respirar al recibir esos labios de sorpresa.
Seung Hyun lo abrazo de la cintura y acomodo su mentón sobre la coronilla de Ji Yong. Se quedaron así unos momentos, Ji Yong tratando de convencerse de ser un tonto pensando que Seung Hyun lo dejaría. Y Seung Hyun tratando de aun calmarse por el gran susto que paso.
-casi muero de un infarto – rompió Seung Hyun el silencio- pensé que era una carta de despedida y que te habías marchado
- eso nunca pasaría, yo no podría dejarte
-me diste un gran susto… - volvieron a quedarse en silencio y Ji Yong sentía una gran vergüenza ahora mismo – Ji Yong… ¿así que tú eras esa persona que me escribía canciones?- si es que Ji Yong no estaba demasiado nervioso es porque se estaba aguantando, quería que la tierra se lo tragara.
-amm… lo siento, no quería asustarte- se tapó los ojos muy, demasiado, recontra avergonzado.
-¿por qué no me lo dijiste antes? No hubiera votado esos papeles.- dice sintiéndose mal.
-no te sientas mal- le riñe Ji Yong- si quieres te las vuelvo a escribir, las tengo en un cuaderno
-¿en el cuaderno que nunca me dejas ver?- Ji Yong asintió- ¿has guardado mucha poesía para mi eh? – se burló Seung Hyun
-cállate- otra vez avergonzado, se le acabaría la sangre de tanto que se le subía a la cabeza.
- vamos Ji Yong, muéstrame, quiero ver – continuó molestando Seung Hyun, dándole codazos y levantando las cejas, causando que Ji Yong riera.
- demonios está bien. Pero léelas sin mí, no quiero morir de la vergüenza – Seung Hyun estaba por protestar pero Ji Yong se soltó rápidamente del abrazo – iré a preparar la cena, o bueno, a calentarla, ¡como sea!
Seung sonrió y fue a su recamara. Miro algunos cajones en busca de la bonita libreta, cuando la encontró por fin la pudo abrir… la historia de su amor estaba en cada una de las páginas.
-Seung Hyun, ¡ven a comer! – grito Ji Yong, Seung Hyun dejo la libreta, aunque fue difícil soltarla, le faltaba mucho que leer.
- ¿escribiste todo eso para mí? La verdad creí que solo eran unas cuantas canciones – comento Seung Hyun agarrando sus palillos.
- no quiero hablar de eso, estoy tan avergonzado.
-mi dulce esposo – y ahí ese golpeteo rápido de su corazón nuevamente, si no fuera doctor estaría completamente seguro de que su corazón saldría de su pecho y se iría a descansar en el regazo de Seung Hyun. Esa palabra siempre le causaba ese sentimiento, no importa cuánto tiempo había pasado desde el matrimonio, seguía siendo igual. Y Seung Hyun lo sabía.-mi hermoso esposo, tendrás que cantarme esas canciones
- ¿Qué?
-ya lo oíste, esas dulces palabras han estado guardadas en un cuaderno, tienes que cantarlas.
-no creo que pueda
-lo lograras, pero como soy demasiado bueno no lo harás esta noche, lo harás mañana. Hoy quiero hacer algo mas – Seung Hyun rápidamente termino su comida, agradeció y se fue al cuarto de baño a cepillar sus dientes.
Ji Yong estaba poniéndose nervioso ahora si sentía la adrenalina, sabía lo que Seung Hyun quería decir- haremos el amor…- muy despacio dijo esas palabras que solo le causaron un gran hormigueo en la espalda. Termino de comer e hizo lo mismo que Seung Hyun minutos antes.
Al entrar a su recamara, Seung Hyun estaba quitándose la camisa, quedando solo en una polera blanca, que mostraba perfectamente sus músculos. Ji Yong ya estaba comenzando a babear- voy a darme un baño, ¿vienes con migo?- Seung saco unas cuantas ropas limpias, estaba por sacar su pijama pero no la usaría así que solo saco ropa interior limpia.
-y..yo ya me bañe es..sta tarde, ve tú, estaré preparando algo para mirar.
-¿para mirar? – sonrió malicioso y entro a la ducha – prepárate entonces
-yo no dije eso, estaba hablando de una película – Ji Yong no sabía qué hacer, ¿debería desvestirse? Siempre era de la misma manera, cada que hacían el amor se sentía tan avergonzado, tan expuesto.
Seung Hyun tenía ya una erección creciente, solo imaginar a su esposo, tendido en la cama, demonios, tenía que apresurarse, se secó todas las partes del cuerpo, se secó el cabello y puso la toalla sobre sus hombros.
Al salir encontró a Ji Yong sentado en la cama con las sabanas cubriendo sus piernas. Se acercó lentamente, y Ji Yong no podía estar más nervioso a cada segundo .Seung Hyun se echó a su lado bajo las sabanas, haciendo como que iba a dormir. Seung Hyun abrazo su cintura aun echado, y le toco la entrepierna.
-mi lindo esposito, ¿Por qué sigues con la ropa puesta?- Seung Hyun se quitó el bóxer debajo de las sabanas. Su miembro picaba de lo duro que estaba.
-ahh …- casi en un susurro gimió gustoso. Seung Hyun le jalo las piernas haciendo quedar completamente echado a Ji Yong.
-quítate la ropa – Ji Yong obedeció, se quitó la polera el pijama, quedando su pecho completamente libre para ser tocado, los pantalones se los termino de sacar con la ayuda de sus pies al igual con el bóxer.
Seung Hyun se puso encima de Ji Yong, con las manos a cada lado de la cabeza de su esposo.
-no sabes lo mucho que estaba esperando poder llegar y tocar tu cuerpo- se apoyó en sus rodillas y le dio un beso tan necesitado a Ji Yong, frotando sus entrepiernas.
-hyunie ..
-amor… - suspiro, beso su cuello, era tan excitante tener la piel de Ji Yong en sus labios, su cuerpo temblando bajo suyo. – te extrañe tanto, al siguiente viaje te llevare conmigo.
- ahh, eso no se puede, tengo trabajo aquí..
-te secuestrare entonces – subió de nuevo hacia sus labios y por poco y no le saca el alma con ese beso.
-ah.mm…- los gemidos de Ji Yong aumentaban en volumen, Seung Hyun tomo las caderas de su esposo y las apretó, como extrañaba esa cintura, como extrañaba esos suspiros.
-demonios yonguie, creo que voy a morir - beso su pecho y bajo su mano derecha hacia sus entrepiernas, tratando de sujetar juntos sus miembros.
-ahh – chillo de placer, Seung Hyun le besaba el lugar donde está su corazón- Seung Hyun… uhmmm – puso sus manos sobre los cabellos negros de su esposo. Lo empujo hacia sus labios y los juntaron de nuevo, chupando el labio inferior de Seung mientras este seguía el ritmo que implantaba Ji.
- ya no aguanto…amor… - movía su mano frotando juntos ambos miembros, estaba por morir- Se siente tan rico – ji Yong bajo su mano hasta sus entrepiernas y apretó junto a Seung Hyun.
- ahh, mmm..- Seung Hyun se chupo los dedos, no sería suficiente así que se estiro un poco tratado de abrir el cajón donde estaba el lubricante. Sintió un tirón en su miembro por parte de Ji Yong, cerró los ojos disfrutando del placer y volvió a su trabajo con el lubricante en manos, vertiendo un poco entre sus dedos.
- mi amor – antes de bajar lo beso nuevamente. Las sabanas no dejaban que Ji Yong viera a su esposo. Seung Hyun tomo su entrepierna en su boca, y Ji Yong no podía sentir mas placer que en esos momentos, no podía ver a Seung Hyun a los ojos, estaba cubierto con una sábana, formando un bulto entre sus piernas.
Seung Hyun metió uno de sus dedos en la entrada, tenía que hacerlo rápido porque al paso que iban se correría tan solo con escuchar los gemidos de su Ji Yong.
Ji bajo la mano y tomo los cabellos de Seung Hyun, presionándolo contra su entrepierna. Sintiendo el placer matarlo a cada minuto. Seung Hyun subió de nuevo dejándose ver, y sin esperar nada más se acomodó entre las piernas de Ji Yong tomándolas con ambos brazos y sosteniéndolas junto a sus caderas.
Ji Yong agarro el miembro de Seung Hyun y lo puso en su entrada. El placer que inundo a ambos los hizo cerrar los ojos. Seung Hyun sintiéndose apretado, demasiado apretado y Ji Yong sintiéndose lleno. Yong alzo ambas manos y jalo los cabellos de Seung , ambos gimieron en sus bocas cuando el moreno se empezó a mover
- sabes que te amo ¿verdad?
-si lo sé, yo también te amo- suspiro sobre sus labios. Gimiendo cada vez que entraba en el.
-sabes que no puedo vivir sin ti
- yo tampoco puedo vivir sin ti.
-siempre va ser así
-siempre
-nunca lo olvides- lo beso nuevamente, mientras Seung Hyun aumentaba el ritmo de sus embestidas.
-nunca- y cada día lo recordaria,su esposo, su único amor, la persona indicada que lo acompañaría el resto de su vida.
-mi amor …