Vampiros.
Ellos, o al menos su familia, y parece que en el futuro él también, cazaban vampiros. Había tenido cuatro años cuando se dio cuenta que su familia no eran civiles del todo, Yagari casi siempre olía a pólvora y una vez había llegado con un gran revolver casualmente en su hombro.
Luego vio a su padre afilando una enorme espada de maligno aspecto.
Y al final su madre limpiaba lo que él pensaba eran agujas sembou y letales.
Definitivamente no civiles.
Pero ¿Cazadores de vampiros? Itachi no lo esperaba, aun así él lo acepto. Después de todo, él venía de un mundo con técnicas para revivir a los muertos, una antigua diosa en la luna, un tipo que se convirtió en marioneta, un hombre de piel azul y en forma de tiburón.
Vampiros no era lo más extraño en su vida.
Otra situación era que, él siempre fue un guerrero, un protector, Itachi no sabría que habría hecho de tener que vivir una vida pacifica, sin luchas, suponía que habría sido agradable, pero sabía en el fundo, que algo habría faltado.
Itachi no sabía cómo era vivir de forma normal.
Y ahora siendo un cazador, entrenar para un objetivo, ser capaz de proteger, esta vez haría las cosas bien. Esta vez definitivamente no cometería los errores del pasado.
Esta vez seguro…
—¡Achi!...
Ojos negros parpadearon cuando sintió el pequeño cuerpo aferrarse a su estomago, él tenía seis años ahora, con sus hermanos menores tres, los gemelos hablaban un poco más, pero aun ni Zero ni Ichiru podían decir bien su nombre.
Grandes ojos lilas le devolvieron la mirada.
—Zero…—El pequeño rio, levantó sus brazos en clara muestra de querer ser levantado. Itachi estaba a punto de cumplir, cuando se dio cuenta de algo—…¿Por qué estas desnudo?
El menor solo se rio aún más encontrando divertido la pregunta de su hermano.
Reclamar su papel de un hermano mayor lleno de sobreprotección había sido fácil. Si era honesto incluso llegaría a decir que ahora era incluso más protector con sus Ototous, las ganas de hacer las cosas bien esta vez, habían hecho que exagerada un poco con su cuidado.
Incluso si era conocido por tener un complejo de hermano.
Levantando a su desnudo hermano, Itachi intuía la razón de tal estado, comenzó a caminar hacia el baño, donde encontró a su madre con otro pequeño igual de desnudo como el que tenía en brazos.
—Okasaa…
–Oh Itachi, gracias por traer a Zero, ese pequeño se fue antes de que pudiera meterlo a la bañera con Ichiru.
Bañar a los gemelos era…por decirlo de una forma, una guerra constante.
Zero como se vio antes tenía a ser muy inquieto, siempre terminaba corriendo fuera del baño completamente desnudo, y para Ichiru parecía que le disgustaba el shampoo en su cabello, ya que siempre era difícil lavarle el cabello.
La señora Kiryuu suspiro, sus hijos eran adórales pero…
Tan enérgicos.
—Te ayudare okaasaa…—aun con Zero en sus brazos, el mayor de los hermanos Kiryuus camino hacia la bañera y ayudo a su madre a bañar a sus pequeños hermanos menores.
—¡Tachi!...—pequeño Ichiru se dio cuenta de la presencia del otro, rápidamente llamándolo para que lo salvara del malvado shampoo ¡Esa cosa era mala! Haciendo pucheros y gimoteando un poco, trato de convencer al mayor de ayudarlo de esta tortura. La mayoría de las veces funciona.
Esta vez no.
—Debes bañarte otouto, es por tu bien…—su hermano pequeño lindo, él casi cedía, pero su madre ahí era quien mandaba, ni siquiera él podía ir en su contra.
Ichiru hizo un puchero, claramente descontento de no salirse con la suya, aun así acepto tan a regañadientes como un bebé podía hacerlo.
La única mujer en el lugar sonrió, todos sus hijos eran adorables, definitivamente ella los amaba, y amaba estos momentos de tranquilidad, ella que tenía las manos manchadas de sangre, quien había quitado muchas vidas, quizás no se merecía esta pequeña felicidad, pero aun así la tenía y ella no podía estar más feliz.
Momentos así son los que siempre recordaría, siempre.
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Kiryuu Itachi era un genio.
Es lo que Toga Yagari noto en el tercer día de entrenamiento del mayor de los hermanos Kiryuu. Sin siquiera podía comparar al niño como una esponja, capaz de adsorber todas sus enseñanzas con suma rapidez.
Itachi sabía que hacer solo con la mínima indicación.
Una puntería impecable.
Una agilidad envidiable.
Una resistencia asombrosa.
Y una inteligencia sin igual.
¿Estaba en presencia de un segundo “vampiro sin colmillos” aún no lo sabía, Itachi aún no tenía la edad para las pruebas de sangre que determinaban el porcentaje de ADN vampírico en su sistema, pero si lo poco que había visto en esas tres sesiones querían decir algo, entonces el chico seguramente sería el más fuerte cazador de la historia.
Superaría a Cross.
Una media sonrisa se instaló en sus labios.
No podía esperar para que eso suceda, definitivamente no podía esperar.
—Trabajaremos en tu resistencia chico, debemos mejorar ese escuálido cuerpo tuyo.
—Como desee Sensei
Tomando una calada de su cigarro Toga vio al joven haciendo ejercicios de fortalecimiento, no podían hacer algo más grande por ahora, pero él sabía que más pronto que tarde, quizás muy, muy pronto, le estaría enseñando al niño técnicas para jóvenes más viejos.
Pero no podía evitarse.
La rapidez con la ese niño avanzaba era abrumadora, estancarlo era impensable, Toga debía replantear su método de enseñanza.
Pero por ahora.
–Da cinco vueltas por el campo, si después de eso aun puedes, darás otras tres.
—Está bien…
Oh, tal estudiante lindo, si tan solo ese otro estudiante suyo, mucho más problemático fuera como Itachi.
Tomando su dosis de nicotina Toga se perdió en sus pensamientos para el futuro. Observando los ejercicios del joven, planeo una pronta visita a sus amigos, después de todo, Toga siempre se preocupaba por sus pequeños estudiantes lindos.
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—Niisan estas de vuelta…
—Bienvenido a casa Niisan…
—Zero, Ichiru…—una pequeña sonrisa se instaló en su rostro, cada vez que llegaba a casa luego de su entrenamiento sus hermanos lo esperaban en la puerta fielmente cada día.
Tan adorables.
Ahora sin embargo era un poco diferente.
Inclinado su cabeza un poco observo a los menores, sus ropas decidió eran diferente— ¿Van a salir?
Ambos gemelos estaban fuertemente abrigados para salir en ese día nevado, no debería ser tan importante pero…Itachi siempre se ponía un poco nervioso cuando Ichiru y Zero no estaban dentro de su alcance.
Fue Zero quien respondió.
–Cross-san nos llevara al parque, dice que será divertido…
—Niisan debes venir con nosotros ¡Sera más divertido!
—No Ichiru, Niisan debe estar cansado de su entrenamiento, hay que dejarlo descansar…
—Es cierto, Niisan debes descansar…
Siempre calentaban su corazón ver a sus dos hermanos preocupados por él, no solo eran adorables, sino que…lo hacía sentir tan querido.
—No…iré con ustedes. Hace mucho que no salimos.
Los gemelos no podían ocultar la satisfacción en sus rostros, incluso Zero quien se preocupaba por si su hermano estaba cansado del entrenamiento no discutió, era fácil para el gemelo mayor ser egoísta y querer pasar tiempo con su Itachi.
Así los tres hermanos juntos con el ex cazador Caien Cross caminaron hacia el parque, era muy pocas sus interacciones con el nombrado “vampiro sin colmillos” el adulto en cuerpo de niño no sabía aun que pensar del otro.
—¿Cómo están yendo tus clases Itachi-Kun? —despejando su vista de los menores jugando en la nieve él miro al mayor.
—Yagari-semsei es un buen maestro, aunque creo que lo frustro un poco…—lo hacía sin querer de vrdad, Itachi era demasiado educado como para molestar a su maestro.
—Yagari se frustra por todo, debe aprender a aligerarse un poco ¿No crees?—Cross sonrió, amígale, tratando que el niño se abriera a él.
—Supongo…—desafortunadamente Itachi no era el niño más…alegre ni asertivo, él era tranquilo, demasiado maduro, con una visión del mundo un tanto oscura.
Pero…
—Ichiru, Zero, no corran tan rápido, se caerán…
Con un fuerte sentido de protección a sus hermanos menores.
Completamente olvidado e ignorado, Cross vio como Itachi fue al lado de los gemelos, tomando de la mano a los dos, su atención por completo en ellos.
No parecía que los hermanos quisieran interactuar con los otros niños.
El adulto solo un pequeño suspiro y luego discretamente se alejó de los niños jugando, había otra persona a la quien debía ver después de todo.
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Gemelos…
Cazadores gemelos, llevando la maldición a la que sus ancestros fueron condenados por el poder que obtuvieron. No había esperado la existencia de esos chicos, solo había un puñado de dobles cazadores que habían nacido a lo largo de la historia pero…
Esto era oportuno.
Y mientras sus ojos contemplaban a los hermanos gemelos a varios metros a lo lejos, el vampiro nunca se dio cuenta de los fríos ojos que observaban.
El camino de dos criaturas mucho más mayores de lo que sus apariencias mostraban se había reunido.
Ambos con sus manos manchadas con sangre.
Ambos llenos de remordimientos.
Ambos conociendo el mayor dolor de todos.
Ambos hermanos mayores.
Y amos dispuestos a matar por quienes amaban.