Ante los ojos de un Águila
Para Ushijima, Bokuto era todo un misterio, más allá de lo extraño que era su cabello, aunque no niega que le encanta ese cabello negro con mechones blancos, con el cual juega antes de irse a dormir, pero ante sus ojos Bokuto era una criatura misteriosa, desde el primer momento en que lo vio.
La primera vez que vio a Bokuto fue en un torneo de volleyball, pero no fue precisamente por que estuviera jugando en ese momento, si no que estaba gritándole a un chico, de cabello negro y ojos igual de negros, sobre lo asombroso que era la comida de la cafetería del lugar y que deberían pedir que la de su escuela fuera igual de buena.
- Que ruidoso
Fue lo que dijo Ushijima, al ver tal escena, sin una pizca de maldad, solamente con su franqueza habitual.
La segunda vez que se vieron fue en la cancha de volleyball, Ushijima iba entrando para jugar un partido mientras Bokuto salía de uno gritando sobre su victoria ante el rival, fue la segunda vez que Ushijima lo miro, y la primera en las que sus miradas se toparon. Era un torbellino de emociones en el interior de Ushijima, esos ojos miel, que aparentaban ser dorados, eran transparentes ante un águila como él, pero no el revelaban todo, se podía ver la energía en ellos, la felicidad, el amor y la satisfacción en su mirada, pero no podía ver que tan fuerte era, ni la confianza que había en ese ser que lo miraba con genuina curiosidad, ni mucho menos lo idiota que en realidad era, pero podía ver que esa era la mirada de un depredador.
La tercera vez que lo vio fue finalmente enfrentándose en la cancha, ambos en su primer año, siendo la sorpresa de cada equipo, en la interhigh de ese año, en cuartos de final, intentando llegar a ser el mejor equipo ese año. De ser sincero Ushijima, no esperaba mucho, aunque no podía apartar su mirada de esos ojos miel, que tenían un brillo divertido en su mirada, no quería ilusionarse, pero el partido parecía más prometedor de lo que le hubiera gustado admitir. Y ciertamente fue un duro partido, ambos equipos jugaron muy parejos, hicieron buenas jugadas, y cometieron errores, al final de este se demostró cuál de los dos era más fuerte, Fukurodani perdió ante la fuerza bruta de Shiratorizawa, pero más que nada ante Ushiwaka. Bokuto al igual que su equipo salieron con la frente en alto, a pesar de la amarga derrota, había sido un buen partido.
La cuarta vez que lo vio, fue a pocos minutos de haberlo visto partir de la cancha, en el baño cerca de las canchas, por primera vez se encontraron solamente ellos, Bokuto tenía la cabeza estampada contra, apretaba los puños de frustración y pequeñas lagrimas se escurrían de sus ojos. Ciertamente ya había presenciado escenas similares, alrededor de cada juego de volleyball, muchos de los jugadores hacían lo mismo, en los baños, en los pasillos, en las gradas, incluso en las afueras del estadio, pero esta era diferente para él, podía sentir levemente como su corazón se apretaba, quizás porque sin quererlo era el chico que había estado viendo con interés todo ese tiempo. Pero Bokuto no era alguien ordinario.
Al sentirse observado, giro la cabeza para ver quién era, encontrándose así, al chico que le había dado la victoria al equipo contra quien jugo, ni siquiera se molestó en limpiar sus lágrimas antes de acercarse.
- LA PROXIMA VEZ GANARE
Bokuto le había gritado ha centímetros de su cara.
- Ha
- ESO ES TODO LO QUE VAS A DECIR
- ……….. Buena Suerte
- ……………………….. Soy Bokuto Kotaro y créeme te derrotare la próxima vez
- Ushijima Wakatoshi
- Eh?
- Mi nombre es Ushijima Wakatoshi
- Entonces Ushiwaka te derrotare la próxima vez
Así fue como conoció el nombre del chico al que había observado desde que había iniciado la Interhigh.
- Ushi…Waka?
Y también fue como obtuvo el nombre por el que sería conocido más adelante.
No volvió a ver a Bokuto después de eso en lo que quedo de torneo, aunque ciertamente no duraron lo suficiente para poder volver a verlo, perdieron al día siguiente de derrotar al equipo de Bokuto.
La quinta vez que lo vio fue a inicios de su segundo año, en el torneo de apertura, al igual que la primera vez que lo vio, este estaba haciendo un fuerte estruendo, sonrió levemente, aunque esto no era notable fácilmente, no sabía porque pero está feliz de volver a verlo, podía sentir su corazón palpitar levemente, después de tanto tiempo sin verlo, aunque Ushijima seguramente lo negara, su mirada había buscado a Bokuto durante todo el torneo de invierno, aunque no pudo encontrarlo, y ahora que lo podía ver después de una temporada se sentía emocionado, no sabía si era por la emoción de volver a tener que enfrentarse o quizás, a que se sentía un poco solo sin esa presencia tan ruidosa que acababa de conocer, sin un nuevo rival prometedor.
Aunque su “sonrisa” se desvaneció al ver como Bokuto abrazaba a un tipo de cabello y ojos negro azulado. Bueno quizás denominar a Bokuto únicamente como rival prometedor no era precisamente la única opción aunque Ushijima aún no se diera cuenta de lo que empezaba a sentir por Bokuto y mucho menos por el tipo ese.
Sobra decir que Ushijima aplasto a sus primeros rivales del torneo, ni siquiera Tendo o el entrenador quisieron dirigirle la palabra, Ushijima parecía bastante molesto, aunque Tendo no se quedó con las ganas de averiguar de dónde venía su malestar y enojo, fue el primero en darse cuenta, que Bokuto Kotaro era más que un rival prometedor.
Lo siguió viendo varias veces más, pero nunca llegaban a cruzar palabras, solo miradas, cada vez que llegaba a los torneos sus ojos de inmediato lo buscaban, lo que empezó como sana curiosidad, se volvió una necesidad total en la vida de Ushijima, no estaba tranquilo hasta que no lo veía aunque sea una vez antes de cada juego, y aunque era un increíble jugador, era notorio que estaba desconcentrado si no veía a Bokuto antes de cada juego, aunque ver a veces era contra producente, la razón Akaashi Keiji, el armador del equipo de Bokuto desde su segundo año, existían dos posibilidades, la primera que se enojara a niveles increíbles y arrasara con el partido, y la segunda que se distrajera todavía más y no pudiera jugar normalmente, por intentar encontrar nuevamente a Bokuto, sin ese tipo, aunque Tendo le dijo el nombre de ese tipo en una ocasión, para él seguía siendo ese tipo.
Ese tipo podía hablar con Bokuto, podía abrazar a Bokuto, recibir la atención de Bokuto, mandar a Bokuto, jugar con Bokuto, ese tipo podía hacer que Bokuto lo mirara fijamente y con toda su atención, ese tipo simplemente no le caía bien.
Y no era por celos, aunque Tendo se lo hubiera dicho, porque tendría que sentir celos por ese tipo.
- El amor~ el amor~ hay el amor~ Ne Wakatoshi porque simplemente no aceptas que te gusta
- De que hablas Tendo
- De Bokuto–kun todos en el equipo sabemos que te gusta, la verdad ya nos está cansado ver como aun no sucede nada ya estamos en tercer año Wakatoshi
- Me gusta Bokuto?
- ……….. No puedes hablar en serio Wakatoshi, no me digas que no lo habías pensado!
Y en efecto, Ushijima no lo sabía, no lo había pensado, se había olvidado que la primera vez que vio esos ojos miel reconoció en ellos el alma de un depredador al igual que él, no se había percatado que desde el mismo momento en que lo miro a los ojos miel de Bokuto ya no tenía vuelta atrás.
Porque al mirarlo supo que lo quería.
Y todo se fue al carajo, Ushijima salió del partido sin comprender como demonios habían logrado ganar, ese partido, pero lo habían logrado, a pesar de las millones de equivocaciones que cometió por estar pensando en si quería realmente a Bokuto en un sentido romántico o no, aunque eso no lo salvo de la pequeña riña que le dio el entrenador, aunque peor le callo a Tendo, que fue acusado de haber perturbado a la estrella, momentos antes del partido.
Pero gracias a Tendo estaba seguro de lo que sentía en ese momento, pero no sabía cómo afrontarlo. Ni mucho menos como mirar a Bokuto a la cara sin que este se diera cuenta de sus sentimientos.
Así termino el torneo y Ushijima no pudo hacer más que mirar al búho líder sin saber cómo afrontar sus sentimientos por este.
Y a lo lejos de él, un par de ojos miel, tampoco sabía cómo afrontarlo.
Gracias a Kami-sama, los demás si supieron que hacer.
Fue la segunda vez que estuvo tan cerca de la cara de Bokuto, aunque en esta ocasión no estuvieran solos, nada más pisar el estadio, sus compañeros lo arrastraron.
- Más les vale que esto salga bien!!!
Oyó Ushijima que les gritaba el entrenador a sus compañeros.
- Si esto sale mal Tendo-sempai, el entrenador nos hará correr hasta la escuela desde aquí
- Tranquilos chicos todo saldrá bien
- A dónde vamos?
- Wakatoshi tu solo camina
Ushijima no podía entender que era lo que estaban haciendo sus compañeros de equipo, a los pudo ver como Bokuto era conducido hasta ellos por su equipo.
- Buena suerte Wakatoshi-san no te eches para atrás ahora y gana~
Ushijima y Bokuto pudieron sentir como eran empujados hacia el otro por su espalda, era la segunda vez que estaban tan cerca el uno del otro, podían sentir su corazón palpitar a gran velocidad.
- Q-Q-Que es esto!! Chicos!!
- Buena suerte Bokuto-san
Ushijima lo entendió, al igual que Bokuto, sus compañeros se habían unido para llevarlos hasta el otro. Sus miradas se fundieron, el verde oliva contra la miel dorada, sus sentimientos a flor de piel, desbordando nerviosismo ambos, no era lugar romántico en el que quisiera confesarse a Bokuto, como lo había planeado desde que callo en cuenta de sus sentimientos, pero Ushijima podía sentir que ese era el momento de hacerlo, era todo o nada.
- USHIWAKA TE VENCERE ESTA VEZ!!!
Nadie podía creer lo que Bokuto había soltado producto de los nerviosos, y las mejillas de Bokuto rápidamente se tornaron rojas, él tampoco podía creer lo que había dicho justo en ese momento.
- Jajajajajajajaja
Aunque mayor fue la sorpresa al ver a Ushijima Wakatoshi soltar una carcajada.
- Oe de que te ríes!!
- Kotaro
- O-Oe porque me llam-
- Si gano, tendrías una cita con migo.
La cara de Bokuto era todo un poema.
- Y bien
- Solamente si ganas- fue el veredicto de Bokuto con la cara al vivo rojo.
Para la mayoría Bokuto era completamente sexy, pero ante los ojos de un águila como Ushijima, Bokuto era adorable, misteriosamente adorable.