Jonghyun miró el cuarto de Kibum a la mañana siguiente. Su pareja ya se había vestido y se había ido.
Sabía que no había sido justo con Kibum anoche, cuando las parejas salieron a su aventura. Había estado tan malditamente asustado cuando Kibum desapareció, así que tenía la cabeza caliente y sobre reaccionó empeorando la situación. Jonghyun se había enterado de que las parejas habían ido a tatuarse. Se preguntó qué se había hecho su pareja pero estaba demasiado avergonzado para preguntar después de la manera en que se había comportado.
La urgencia de reclamar a su pareja era fuerte, pero Jonghyun quería ser cuidadoso, no quería traumatizar a Kibum aún más. Su padre había abusado de él, y Jonghyun no quería que su pareja lo viera también a él como un monstruo. Cuando su pareja estuviera lista, él lo sabría. Hasta entonces Jonghyun aliviaba la presión con su propia mano y con imágenes de Kibum, entonces se liberaba rápidamente. Si alguna cosa no sucedía pronto, él podría jalarse la maldita cosa hasta arrancársela.
Jonghyun frotó la parte de atrás de su cuello mientras veía hacia afuera por la ventana de la recámara. Las cosas de pareja eran complicadas. Si solo tuviera una mágica respuesta. Se sentó en la ventana y jaló sus rodillas hacia su pecho para atarse las botas.
— Hey, ¿estás listo?
Levantó la vista y asintió hacia el guerrero Kang In. — Otro día en la tierra feliz. —Jonghyun acomodó las piernas del pantalón y se puso de pie.
Ellos se dirigieron hacia la oficina de Jong In. El Alfa estaba sentado atrás del escritorio pellizcándose el puente de la nariz. Ese parecía ser su estado natural últimamente.
— El pescador Suk Jin me llamó. Dijo que un par de extraños han rondando por la marina últimamente. Quiero que Jonghyun y Baekho vayan a revisar. Avísenme lo que descubran.
Maldición, Jonghyun quería pasar el día con su pareja, creía que un día fuera de la propiedad le sentaría bien a Kibum. Bueno, un día sin tener que salir a hurtadillas. Era inútil discutir eso con Jong In. El Alfa no cambiaría de opinión. El lobo tenía instintos que sorprendían a todos y los sostenía.
Jonghyun estaba de pésimo humor para cuando dejó la oficina y salió. Ni siquiera fue capaz de encontrar a Kibum antes de irse para avisarle que estaría fuera durante un tiempo.
Cerró fuerte la puerta de la camioneta después de entrar.
— Hey, cuida mi bebé, o te ato al techo y te dejo ahí —dijo Baekho irritado.
— Puedo ver que estás tan emocionado como yo por ser niñera de un bote en el muelle.
— Si, porque yo tenía grandes planes. Disney World, discutir con Minho sobre la mejor manera de tomar una cerveza, y la cremé de la cremé…yo estaba planeando cortarme las uñas de los pies.- Baekho encendió la camioneta, encendió el estéreo antes de que Jonghyun pudiera decir otra palabra.
Jonghyun empujó la bota cuando el loco lobo aceleró levantando la grava del camino. ¿Quén infiernos le enseñó a manejar como en NASCAR? Amigo, él ya estaba manejando a cien. Jonghyun llevó las manos al techo de la camioneta cuando Baekho frenó e hizo que la camioneta girara en el pavimento. El lobo no tenía ningún sentido común para él.
Con sus habilidades de conducir, o la falta de ellas, hicieron cinco minutos. Ellos vivían a veinte minutos de distancia. Sus nervios se dispararon para el momento que Speed Racer llegó al estacionamiento. Jonghyun cerró la puerta de golpe, molestando a Baekho a propósito. Pasó sus manos por su camiseta negra mientras se dirigían al muelle seis.
— Hey, Seuk Jin —Baekho gritó junto al bote.
Jonghyun revisó el área, no veía a nadie sospechoso rondando. Esa iba a ser una larga mañana.
— Hey, amigos. Jong In me dijo que venían. Vamos, suban.- El humano, que no sabía que ellos no eran humanos, los guió a la cocina. Suk Jin creía que eran un grupo de buenos chicos que ayudaban a la gente. Si solo supiera. No es que ellos no ayudaran, pero su principal objetivo era mantener a las parejas seguras y su secreto bien cuidado. A Jong In no le gustaba lo desconocido y es por eso que estaban aquí.
— ¿Quieren algo de beber, chicos? —Suk Jin sacó una botella de whiskey.
— Claro, por qué no. —Jonghyun tomó el vaso ofrecido. Ellos no podían emborracharse. Cuando los shifter lo consumían, era solo por el sabor. Solo porque seguirían sobrios no quiere decir que no podían disfrutar del sabor de un buen whiskey.
— Entonces, ¿has visto a esos traficantes? —Jonghyun quería ir directo al punto.
— Conozco a todo el mundo por aquí. A todos los propietarios y la mayoría de los invitados. Esos tres hombres que han estado rondando por aquí últimamente, nunca los había visto.
— Uh, está bien. ¿Por qué sospechas? —Baekho preguntó.
— Le dije a Jong In que no podía poner mi dedo en eso, solo es por la manera en que actuaban. No hablan con nadie, solo ven los botes. Como si esperaran algo.
Genial, ellos iban a ser niñeras debido al instinto paranoico de alguien. En ocasiones Jong In necesitaba que le examinaran la cabeza. Jonghyun dejó el vaso y se frotó la cara. — Voy a subir, ver si veo algo.
Jonghyun subió corriendo. Básicamente quería dejar de estar con esos dos esta mañana. Podía pensar en muchas mejores cosas que hacer con su tiempo. Como follar a Kibum hasta que se le cayera el pene. No solo era que Jonghyun estuviera enojado por toda esta tontería que Jong In le hacía hacer, sino que estaba tan sexualmente frustrado que podría correrse viendo el canal de animales. Sí, eso estaba mal para él.
Jonghyun tomó una de las sillas del muelle, palmeando con su pulgar la pierna. Él se volvería loco solo sentado ahí. La única cosa que podía ver eran gaviotas. — ¿Quiénes son los sospechosos que andan por aquí? —le preguntó a los pájaros que volaban.
— Si ellos te contestan, estoy fuera —Baekho bromeó sentándose a su lado.
— ¿Suk Jin tiene algo más que su instinto?
— No. Solo su instinto.
La cabeza de Jonghyun cayó hacia atrás de la silla. Se preguntaba qué estaría haciendo Kibum.
Kibum tomó cuidado especial al retirar la gaza. Aplicó linimento sobre el nombre de Jonghyun. El artista había hecho un trabajo asombroso. El nombre de Jonghyun estaba arqueado a un par de centímetros sobre su pezón, una nube suspendida con la luna escondiéndose detrás de ella. La palabra “Amor” estaba escrita en letras más pequeñas formando el nombre de Jonghyun. Él había querido ser diferente, especial.
Tomó la camiseta y rápidamente se la puso cuando oyó a Jonghyun moviéndose en el cuarto de al lado. No estaba listo para mostrarle a su pareja el regalo que estaba tan emocionado de darle. Si las acciones de anoche significaban algo, Jonghyun probablemente ni siquiera apreciaría el gesto.
Kibum metió las manos en el bolsillo mientras se dirigía a las escaleras con su nuevo mantra. Si él se mantenía lejos de Jonghyun, su corazón no seguiría desgarrándose a la mitad.
— ¿Tú, piel ting ting? —Kibum se mordió una risa ante el divertido e inocente rubio. Se necesitaba un intérprete de tiempo completo alrededor de Ren, o alguna realmente buena droga para incluso comenzar a entender una maldita palabra de lo que él decía.
— ¿Quieres decir pica? —A él realmente le agradaba Ren. Nunca se aburría alrededor del pequeño chico. Mantenía a todo el mundo de puntas tratando de descifrar lo que quería decir. Quizás ellos deberían de tomar un curso de Japonés para ayudar al hombre, probablemente sería agradable para Ren tener una conversación decente con todo el mundo y no solo con su primo, Taemin.
Kibum tenía algo en qué pensar mientras le contestaba a Ren. — Si, esto pica, pero me gusta. ¿Qué te hiciste? —A Kibum como a todo el mundo le picaba la curiosidad sobre el tatuaje de Ren.
— No, no. Kibum no fisgoneará. No decir. —Ren movía su dedo.
Valió la pena tratar. Kibum y Ren se dirigieron a la cocina y se encontraron a las otras parejas sentados desayunando. Ellos tomaron un plato y se unieron a la charla.
— Channie me besó toda la noche, le dije que se detuviera, pero él solo gruñó —Baekhyun se carcajeaba.
— Jong In se quedó sin habla. Déjame decirte que fui recompensado por el esfuerzo —Luhan se rió graciosamente mientras llevaba los pancakes a la boca.
Kibum sintió una punzada de celos por cómo las parejas de esos chicos reaccionaron. Deseaba que todo con él también fuera una historia favorable que contar, pero la suya no era del tipo de final feliz, era una historia deprimente.
— Heechul, no hablas. Solo sigues con esa tonta sonrisa en tu cara-. Luhan lanzó un pan a la cabeza de Heechul, quien lo palmeó alejándolo.
— Yo estoy con Heechul —Min Seok se ruborizó— Solo les diré que soy voluntario a ir a dejar toda mi sangre por tener otra noche como esta de nuevo. —Min Seok tomó una pieza de tocino mientras su sonrisa crecía.
— Minho dice que él también quiere un tatuaje con mi nombre. Para honrar nuestro compromiso —Taemin comentó.
Kibum comió en silencio mientras rezaba porque nadie le preguntara cómo había reaccionado Jonghyun. Ellos sabían que él aún no había sido reclamado, pero nadie le preguntaba por qué y Kibum estaba agradecido de eso, considerando que él aun trataba de contestarse eso a sí mismo.
— ¿Puedo ver el tuyo, Kibum? —Min Seok preguntó desde el otro lado de la mesa. Min Seok levantó su camiseta y se oyeron los halagos alrededor de la mesa, pero nadie preguntó por la reacción de Jonghyun. Él realmente los había juzgado mal en su primera impresión. Estos chicos eran la clase de gente que Kibum podía considerar como amigos. Todos ellos tenían sus problemas, desde adicción de drogas, a abuso de los padres, y Kibum imaginaba que ellos sabían cuándo dejar el tema en paz.
— Es hermoso, Kibum —Min Seok sonrió.
Todos ellos mostraron su artístico trabajo y cada uno le puso su propia personalidad, ninguno era igual. Kibum arqueó una ceja ante el de Heechul. Arriba del nombre de Siwon estaba un lobo con los caninos extendidos, ¿Qué era eso? Él había oído acerca del pequeño fetiche de Heechul a ser mordido, así que imaginó que eso lo simbolizaba. No creía que él pudiera ni siquiera entender la necesidad de su hermano por el dolor.
— ¿Ren? —Heechul se inclinó hacia adelante esperando poder verlo.
— No, no. Heechul no fisgonea. —De nuevo, Ren no dejó que nadie viera su escondido tatuaje.
— Bien. Sabes que los secretos por aquí no duran mucho. —Heechul se recargó con un puchero. Taemin le interpretó a Ren lo que había dicho.
— Veremos —Ren replicó.
— Danos alguna pista —Min Seok rogó.
— Lobo solo —Ren se rió graciosamente, él sabía que todos los guerreros eran lobos, dejando que siguiera el suspenso.
Todos ellos empezaron a decir uno y otro nombre, cuando un fuerte golpe retumbó en la cocina. Alguien había tratado de tumbar la puerta del frente. Todos se pusieron de pie y fueron al vestíbulo para ver quién había hecho que las paredes vibraran.
— ¡Tráelo aquí ahora! —Demandó en un profundo timbre de voz que hizo que todos oyeran.
— ¿Quién es ese? —Baekhyun murmuró.
— No sé, pero quien sea es…joder, hombre, es es… —Kibum contestó mientras veía a los guerreros llegar a la puerta del frente en su forma de lobos, gruñendo y ladrando. El extraño ni siquiera parpadeó.
— ¿Qué infiernos sucede, Chang Jo? —Jong In igualó el timbre de voz de Chang Jo en su demandante tono de Alfa mientras caminaba hacia la puerta del frente.
Una chispa de ira cruzó los rasgos de Chang Jo mientras el guerrero de musculoso luchaba por el control.
— He sido paciente esperando a que mi pareja se presente. Suficiente, quiero que venga a mí ahora. —Chang Jo apretó los puños a los lados y sus ojos buscaban a su pareja.
— ¿De quién está hablando? —Min Seok preguntó en un murmullo de voz.
Todo el mundo se encogió de hombros. Kibum se fijó en el tamaño del hombre. Santa mierda, él era casi igual de alto que Jong In. A Kibum le recordaba al Goliat de la biblia. Su cuerpo era fuerte, con músculos voluminosos. Rezó por nunca encontrarse a ese hombre en un callejón oscuro. Debía de requerir el esfuerzo combinado de todos los guerreros para vencerlo.
— Como ya te dije, Chang Jo, esa es decisión de Ricky. Y no puedo forzar a mis Centinelas a emparejarse. Ahora, si deseas podemos ir a mi oficina para discutir sobre esto. —Chang Jo asintió y Jong In lo guió por el pasillo.
— Hombre, ¿Ricky es su pareja? —Kibum tembló al pensar en tener una pareja tan intimidante y siniestra. Jonghyun era feroz, pero este lobo parecía que la misma madre naturaleza había jalado los intestinos de la tierra y lo construyó. Espeluznante mierda.
— ¿Pensé que Baekho era su pareja? —Min Seok preguntó con una expresión de confusión.
— No, solo son los mejores amigos y amantes —Luhan le informó.
Pobre Baekho, pensó Kibum. Debería de estar pasando un infierno al saber que su mejor amigo iba a ser tomado por otro. Los dos Centinelas habían estado juntos por doscientos años y se adoraban el uno al otro, constantemente se acariciaban y besaban.
Kibum había notado desde que Jong In se había reunido con el nuevo Alfa de la manada del Este que Baekho había mantenido su distancia. Se preguntó qué estaba sucediendo y ahora lo sabía. Eso era algo que arruinaba las cosas.
Entonces, Kibum se preguntó ¿Por qué Ricky no estaba con su pareja? Hablando de eso, ¿Dónde estaba Jonghyun?