Narra Paul.
—Sí, padre, ya revisé las cuentas de los hoteles en España, Inglaterra y Francia; también mandé los productores y muebles que querías para la inauguración del hotel en Rusia, vi algunos bienes raíces como me pediste y revise los cargamentos de los productos que llegaron desde China—Le dije a mi padre a través del teléfono. Me encontraba muy agotado, lo único que me mantenía en pie era la cita con ese Omega que conocí ayer y que llamó bastante mi atención.
—Si eso es todo, está bien. Estoy orgulloso de ti—esas palabras me gustaban mucho ya que como único hijo de un magnate y que no estaba muy bien preparado para esto lo estaba haciendo bien, yo sonreí de lado aflojando mi corbata.
—Tengo que colgar, hoy tengo una cita—escuche a mi padre suspirar del otro lado de línea.
—Recuerda lo que te dije—me dijo muy molesto, yo suspire.
—Sí, que no me metiera con nadie por mi compromiso y que si lo hiciera y traía al mundo un hijo me olvidara de todo—ya estaba fastidiado con todo eso. Desde que se anunció mi horrible compromiso la gente me tenía en la mira, yo corte la llamada y vi la hora, eran las cinco con treinta minutos. Suspiré y me fui a vestir en la oficina.
Narra Bruno.
Por alguna razón me sentía muy feliz por la cita que iba a tener hoy, me había arreglado lo mejor que pude y estaba esperando en la banca donde conocí a Paul, eran las seis en punto. Esperé por veinte minutos y él aun no llegaba, estaba un poco decepcionado y molesto ya que yo lo quería ver, me levante del banco del parque y me iba a ir cuando, él se apareció vistiendo casual. Se veía muy atractivo, sentí como mi cara se ponía un poco roja, le mire molesto.
— ¡Oye! ¿Por qué viniste tarde? Ya me iba a ir—él soltó una pequeña risa.
—Hoy tuve mucho trabajo, pero aquí estoy—explicó.
— ¿Adónde vamos primero?—le pregunte muy feliz, él me sonrió.
—Al mejor lugar para comer en todo el mundo— dijo con los ojos brillosos, yo sonreí al ver la actitud infantil que puso.
—Vamos—él asintió y me guío a su auto. Cuando vi el carro que tenía me sorprendí mucho, era un lindo Mercedes negro deportivo— ¿Eres rico?—él sonrío de lado.
—No... Me lo presto un amigo—me dijo encogiéndose de hombros para restarle importancia.
—Tu amigo es guapo—dije en broma a lo que él me miro molesto.
—Ni lo sueñes, está casado.
—Está bien, me quedaré contigo entonces—dije abrazando su brazo, vi cómo se sonrojaba un poco.
—Vamos, antes de que esto termine mal—yo asentí y nos fuimos.
Narra el escritor.
Los dos jóvenes habían llegado a una zona donde habían bastantes camiones de comida, al bajarse del auto Bruno veía extrañado al chico, ya que pensó que lo llevaría a un restaurante o algo parecido, en cambio, Paul se encontraba fascinado al ver la cara de él chico al ver que no lo había llevado a un restaurante, si no a un lugar de comidas rápidas. Aunque él fuera alguien con poder y dinero, por dentro era una persona muy humilde y pese a que tiene el semblante de un Alfa filme, en realidad era una persona apasionada y muy amable. Paul se bajó del auto y le abrió la puerta a Bruno y este le dio las gracias por abrirle la puerta.
— ¿Qué quieres comer primero? Yo invito—preguntó Paul viendo a Bruno que tenía cara pensativa.
— ¿Qué venden en estos carritos de comida?—le pregunto.
—Hay variedad de comida, tienen comida latina, como tacos, tamales, empanadas, arepas, enchiladas, entre otras cosas; también hay comida italiana, pasta, pizza etc. Hay comida coreana y japonesa que son mis favoritas, también hay algunos que venden postres ¿A cuál quieres ir primero?—a Bruno se le iluminaron los ojos, lo pensó un poco y decidió.
—Vamos a Asia y después pasamos por América Latina— Paul asintió y se fueron a comer.
El Alfa y el Omega la estaban pasando de maravilla en su cita, se contaban cosas, claramente omitiendo cosas como su fortuna y su posición social. Ellos comieron hasta no más poder, Bruno no pudo evitar sentir el aroma del Alfa llamarlo, se puso muy nervioso y un poco rojo, ya que en unos días seria su próximo celo. Paul estaba extasiado por el olor que Bruno emanaba, ese delicioso olor que le decía tómame, los dos se contuvieron para no cometer una estupidez.
Terminaron de comer, Paul le compro unos postres a Bruno, estos dos se dirigían al carro, ya que el tiempo se les fue volando y Paul tenía una junta con unos empresarios asiáticos que quieren comprar una parte de unos de los hoteles más preciados y exclusivos de todos Los Ángeles y unos de los más caros, por cierto.
Cuando Paúl les iba a abrir la puerta, una chica de cabellos rubios y de unos hermosos ojos azules se les acercó, Paul se puso nervioso al ver que la rubia, ella miraba a Bruno de una manera sospechosa, después se acercó a Paul y le plantó un beso. Bruno se sorprendió al ver lo que hizo la chica y Paul también.
— ¿Por qué hiciste eso Melani?—reclamo Paul sacándosela de encima y apartándose de ella.
—Pensé que te alegrarías de ver a tu novia—esas palabras dejaron asombrado a Bruno que molesto salió corriendo de ahí.
—Tú y yo hablaremos después—le advirtió Paul a la chica antes de ir tras Bruno.
—Claro que hablaremos, yo no dejare que más nadie esté contigo y cuando sepa quién es ese supuesto prometido haré que desaparezca—dijo ella maliciosamente viendo como Paul se alejaba.
Bruno estaba corriendo, se sintió muy mal al saber que ese estúpido alfa lo había engañando. En cambio Paul iba corriendo tras de él pero el chico era como una bala, eso no le importo, corrió lo más rápido que pudo y cuando logro alcanzarlo, lo agarro el brazo logrando que se detuviera
—Tenemos que hablar...
Continuara...
Espero que les guste el capitulo y no se olviden de darle me gusta, se les quiere
Capitulo, correguido y editado por: @BornToShipGays muchas gracias, por interesarte en mi novela y ayudarme, te mando besos y muchas bendiciones .