Capítulo 17: Nuevos Sentimientos y Besos
Kise ayudo a Kuroko a levantarse al mismo tiempo que Aomine y Kagami llegaban junto a ellos preocupados por el accidente.
-¡Kuroko! ¡¿Te encuentras bien?!
-¿No estas lastimado Tetsu?
-No, descuiden estoy bien, no fue nada grave. Am, gracias por detener mi impacto.
-No fue nada, solo un buen golpe de suerte que estuviese justo en tu camino.
-Jaja, si supongo que es verdad.
-¿Quién eres tú? ¿De dónde conoces a Tetsu?
-Ah, mucho gusto, soy Kise Ryota, un… digamos que conocido, cerca de ser amigo de Kuroko.
-¿Es cierto eso Kuroko?
-Sí, es la verdad, Kise es una persona con la que me tope hace poco y recientemente me ayudo en un pequeño problema en la heladería.
-Sí, un pequeño incidente con el costo, nada importante en realidad, solo ayude a Kuroko como cualquier persona lo habría hecho jajaja.
-Mmm bueno.
-Parece que tienes la fortuna de estar cerca cuando Tetsu tiene dificultades.
-Solo son coincidencias, nada del otro mundo, aunque me alegro de estar cerca para ayudar.
-Lamento haber chocado contigo Kise, debí fijarme por donde caminaba.
-No hay cuidado, fue un accidente. Por cierto ¿A dónde te dirigías?
-Quería revisar los precios de la ropa en oferta.
-Oye, yo venía a hacer lo mismo, ¿Te parece si revisamos las tiendas juntos?
-Eso es una estupenda idea.
-Vayamos en ese caso.
-¡Ah! ¡Espera ahí un momento Kuroko!
-¡No puedes ir con ese sujeto así nada más!
-A diferencia de con ustedes, no tengo motivos para desconfiar de Kise. Ahora si quieren ser de utilidad quédense por ahí y vigilen a mis pequeños en lo que revisamos las tiendas.
-Ah, pero…
-Ah, pero…
-Bien, volveremos en un rato, tratare de no tardar.
-Un gusto conocerlos, nos vemos en un rato.
-Ah….pero…no tienen nada de conocerse…
-Ah…pero…no tienen nada de conocerse…
Kuroko se fue junto con Kise al interior de la tienda, dejando con la boca abierta y sin saber que a hacer a los otros. Ellos querían detenerlo, y ser quienes le acompañaran a revisar la tienda, pero no podían meterse en problema discutiendo con una persona a la que no conocían y por la cual se sintieran celosos. Ya desanimados se dirigieron de vuelta a la mesa donde estaban para desde ahí vigilar a los pequeños, solo entonces se dieron cuenta que ambos niños estaban de pie sujetándose de la malla viendo con una expresión congelada de susto y la boca abierta en dirección en donde estaban con Kuroko momentos atrás.
-¿Qué diablos?
-Esos niños tienen problemas.
Dai y Tai habían observado todo el incidente, incluyendo el beso accidental entre su papi y el desconocido del cual estaban preocupándose. Ahora sus temores eran mucho mayores que antes, pues ese sujeto no solo consiguió besar a su papi, sino que al parecer su papi se sentía a gusto con él, pues alcanzaron a notar una sonrisa muy alegre por parte de este al hablar con el rubio. La chica encargada del área de juegos los observo petrificados y decidió llevarlos de vuelta a la piscina de pelotas, ya ahí ambos seguían congelados y sin reaccionar mientras a su alrededor el resto de los niños jugaban sin parar.
Kuroko por su parte la pasaba bien revisando las tiendas en compañía de Kise, pese a tener muy poco de conocerse, ambos parecían disfrutar la compañía del contrario, Kise inclusive se ofreció a pagarle unas prendas que desistió de comprar por falta de dinero. La amabilidad que recibía por parte del rubio, solo era comparable a la que recibía por parte de sus amigos, sin embargo por alguna extraña razón sentía que podía ser inclusive mayor que la de ellos. Tras un buen rato de compras y ya con varias bolsas cada uno, salieron y regresaron donde los otros, ahí Aomine y Kagami estaban sentados completamente aburridos y con una bebida cada uno, al ver a Kuroko de regreso sus ojos se iluminaron y de inmediato se pusieron de pie.
-Tetsu, regresaste.
-Si, finalmente hemos terminado.
-Por fin, Aomine y yo pensamos que se quedarían mucho más tiempo.
-Solo fui a conseguir algunas cosas necesarias es todo. En fin, muchas gracias por ayudarme a pagar algunas cosas Kise.
-No fue nada.
-Puedo pagarte después si quieres.
-No hay necesidad, tómalo con un regalo, además como te dije me encanta ayudar. Bien, me gustaría quedarme pero aún tengo cosas que hacer, nos vemos el próximo fin de semana, aun me debes esa invitación jajaja.
.-Jajaja cierto, que tengas un buen día.
-Igualmente, hasta pronto.
Kise se retiró y Kuroko se despedía animadamente, cuando volteo a ver a los otros los vio con una expresión de incredulidad, pues parecía que no se creían lo que pasaba.
-¿Qué?
-¿¡Van a verse de nuevo el fin de semana!?
-¡¿Lo invitaste para verse de nuevo?!
-Sí, ¿Cuál es el problema con eso?
-¡Tetsu! ¡Es un completo extraño!
-¡No se conocen de nada! ¡No puedes confiar así de fácil en el!
-¡No tienes ni idea de quien pueda ser de verdad!
-¡¿Qué tal si es peligroso en el fondo?!
-¡No sabes lo que pueda estar tramando!
-¡¿Quieren los dos dejar de ser un par de paranoicos?!
-Pero Tetsuya…
-Pero Tetsuya…
-¡Y dejen de llamarme por mi nombre! Ahora escúchenme bien ustedes dos, Kise es solo una persona que acabo de conocer y que me agrada, no pienso que haya nada de malo en él, no como para estar terriblemente preocupado o cosa por el estilo. Ahora si por desconfiar de la gente hablamos, tengo muchos más motivos para desconfiar de ustedes antes que de él.
-Pero nosotros te conocemos de mucho tiempo atrás Tetsu.
-Es verdad, ese rubio te conoce ¿Qué? ¿Tres días?
-No importa cuánto tiempo lleven de conocerme ni tampoco el, si se les ha olvidado, el pasado que tenía con ustedes se destruyó esa noche, ustedes malamente han intentado volver a mi vida por más que se los he negado. Escuchen, por mi situación me es muy difícil entablar nuevas amistades, más una que sea tan fluida y tranquila como la que estoy desarrollando con Kise. En verdad me gustaría poder hacer nuevos amigos y ahora él es el primero que hago en casi medio año, así que por favor, déjenme en paz respecto a este asunto, dudo mucho que Kise sea alguna persona peligrosa o con intenciones malvadas, eso no es nada probable, todo lo contrario se ve que es amable, atento y una excelente persona…tal vez…incluso más de lo que lo son ustedes.
-Ag…
-Ag…
-Ah…ahora iré por mis hijos si no les importa…
Kuroko no se había fijado que al final estaba hablando de muy buena forma sobre ese extraño Kise, pero Aomine y Kagami lo notaron a la perfección, dándose cuenta que su pequeño amor estaba desarrollando sin saberlo sentimientos por ese completo desconocido. Kuroko fue al área de juegos y vio a sus pequeños sentados de rodillas con un aura triste dentro de un juego, solo tirando todas las cosas que tenían cerca.
-Dai, Tai, pequeños es hora de irnos.
Los pequeños se levantaron y salieron sin muchos ánimos, su padre no entendía por qué se veían tan tristes, sí estuvieron jugando todo el tiempo, desconocía por completo que sus pequeños vieron su beso accidental con el rubio y que eso fue como una puñalada directa al corazón de cada uno.
-Tai, Dai hijos míos, ¿Les sucede algo?
-No…
-No…
-¿Los molestaron acaso otros niños?
-No…
-No…
-¿Están seguros de que están bien?
-Si…
-Si…
-Bueno, si insisten, entonces venga, hay que volver a casa.
-Está bien papi.
-Está bien papi.
Los pequeños le tomaron de la mano teniendo cuidado con las bolsas que cargaba su padre, este dio un último vistazo a los mayores que en verdad no tenían idea de que hacer ahora. Kuroko comenzó a alejarse con los niños antes su vista y seguían sin reaccionar, querían seguirlo, definitivamente querían hacerlo, pero sabían que no los dejaría entrar a su hogar por nada del mundo. En solo unos instantes desaparecieron entre la multitud de gente y ellos también se fueron del centro comercial, caminaron por un largo rato hasta llegar a un bar que les gustaba frecuentar, ya ahí pidieron un par de bebidas mientras seguían pensando en lo ocurrido.
-Tetsu no se da cuenta, está enamorándose de ese sujeto.
-Lo sé, no puedo creer la inocencia que posee.
-Lo que es peor, estoy seguro que ese sujeto Kise, también tiene interés por él.
-No podemos dejar que nada llegue a suceder entre ellos, si Kuroko y ese sujeto siguen simpatizando podrían terminar enamorándose y de ser ese el caso será en verdad imposible que podamos recuperarlo.
-Tenemos que hacer algo al respecto, ya es bastante problemático tener que lidiar con ese par de pequeños odiosos, no quiero tener otro competidor en mi camino.
-Entiendo, quizá debamos poner una postura más agresiva.
-¿A qué te refieres con eso?
-Le hemos dado a Kuroko su espacio, esperando que eventualmente nos permita acercarnos a él, pero en vez de eso solo nos permite acercarnos porque no hay nada que pueda hacer para impedirlo, no lo hace porque estemos volviendo a entrar a su corazón, sino porque no tiene otra opción. Si queremos volver a su vida antes de que Kise gane terreno, tenemos que estar cerca suyo todo el tiempo, no dejarlo solo en ningún momento, estar junto a él siempre.
-Entiendo lo que quieres decir.
-Ya no podemos esperar que cambie eventualmente sus sentimientos hacia nosotros, tenemos que provocar ese cambio. Se siente cómodo con Kise, pues se sentirá mejor con nosotros, hay que ser atentos, conscientes, amables, todo lo que sea necesario para que se enamore de nosotros y no de él.
-Mira nada más, no pensé que pudieras tener una idea tan coherente.
-Tratándose de Kuroko, soy totalmente racional.
-En ese caso, tomemos un trago más por esa excelente idea.
-Mañana empieza una carrera por conquistar a Kuroko.
-Y no dejaremos que ese sujeto nos lo gane por nada.
Los dos tomaron su trago sintiendo una gran determinación. Su ya primer objetivo de reconquistar a Kuroko se había convertido en una carrera, en la que si perdían, perderían definitivamente a su pequeño de ojos celestes y de algo estaban totalmente seguros, primero muertos antes que dejar a Kuroko en manos de ese rubio molesto. Entre tanto en la casa de Kuroko, el joven padre estaba preparando la comida y a la vez se preguntaba que le sucedía a sus pequeños, pues desde que salieron del centro comercial los dos estaban con el ánimo completamente bajo, en circunstancias normales estarían jugando y peleando por sus juguetes en esos momentos, pero en cambio ahora solo estaban tirados en el suelo con una cara que parecía querer llorar.
-Tai, Dai, hijos ya casi esta la comida, deberían ir a sentarse de una vez.
-…
-…
-¿Hijos?
Los pequeños seguían en su lugar sin hacer caso de el llamado de su padre, ya más preocupado Kuroko dejo lo que hacía y se acercó hasta los niños que solo se voltearon de cara al suelo para evitar que los viera.
-Pequeños, ¿Qué les pasa? He preparado todo lo que les gusta, ¿Es que no quieren comer?
-…
-…
-Tai, Dai, niños, vamos levántense, ¿Qué tienen hijos?
-…
-…
-¡Ya arriba con un Carajo!
Kuroko harto tomo a sus hijos por el cuello de la camisa y los alzo tomándolos por completa sorpresa, ya sin opción los pequeños voltearon a verlo y sus caras serias por el susto, comenzaron a cambiar rápidamente a una cara triste con pucheros, el padre se dio cuenta rápidamente del terrible error que había cometido.
-¡No, no, no, no, no! ¡Por favor! ¡Por favor! Por lo que más quieran, no empiecen a llorar…
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
-¡OH DEMONIOS! ¡Hijos por favor paren! ¡No era mi intención gritarles! Dai, Tai, deténganse por favor, no sigan llorando, paren de llorar, llorando no se resuelve nada, solo díganme que es lo que tienen. Papi lo va arreglar se los juro, pero dejen de llorar por favor.
-AAAAAAAAAAAAAAAAAA…
-AAAAAAAAAAAAAAAAAA…
-¿Ah? Bien, por fin se detuvieron, bueno…-Kuroko los bajo al suelo y se inclinó a su altura- Dai, Tai, sé que algo les pasa, así que díganmelo, ¿Qué es lo que tienen mis amores?
-Papi…
-Papi…
-Si mis pequeños amores.
-Papi…
-Papi…
-Díganme, ¿Qué es lo que pada?
-…
-…
Los pequeños se miraron uno al otro entendiéndose en un lenguaje exclusivo de ellos y que ni el propio Kuroko entendía. Tras unos segundos, Dai se le acerco rápidamente plantándole un beso y tomando por total sorpresa a su padre, en cuanto se separó y antes de que pudiera reaccionar recibió otro beso pero esta vez por parte de Tai. Cuando se retiró el padre no tenía idea de que pensar, estaba completamente perdido en sus pensamientos, solo observaba a los pequeños que aun parecían querer llorar.
-Papi…nosotros te queremos…
-Papi…nosotros te queremos…
-Dai y yo no queremos perderte.
-No queremos que alguien te quite de nosotros.
-Papi es nuestro.
-No queremos que nos roben a papi.
Los temores que Kuroko estaba empezando a sentir se disolvieron erróneamente, el joven por un segundo había acertado en que sus pequeños se estaban enamorando de él, pero su instinto de padre lo hizo pensar por sus palabras que solo tenían miedo de que alguien pudiera alejarlo de ellos y quitarle su amor. Solo entonces pensó en lo realmente difícil que era esta situación para sus pequeños, todo el asunto con Aomine y Kagami, más encima el beso accidental que tuvo con Kise, sus niños sencillamente estaban temerosos de ya no tenerlo.
-Oh mis niños, tranquilos, papi nunca los va a dejar solos, papi los ama a ustedes más que a nadie en el mundo.
-¿En verdad?
-Solo nos amas a mí y a Dai ¿Verdad?
-Pero claro mis niños, papi solo los ama a ustedes.
-Papi vas a estar conmigo y con Tai siempre ¿Verdad?
-Pero claro, papi siempre va a estar con sus pequeños.
-¡¿EN SERIO?!
-¡¿EN SERIO?!
Los pequeños cambiaron sus expresiones preocupadas por unas expresiones alegres con grandes sonrisas y ojos brillantes.
-Sí, ustedes y yo formamos y siempre formaremos una bonita familia.
-¡Papi te amamos!
-¡Papi te amamos!
Los niños le dieron un fuerte abrazo a su padre junto con una sonrisa aún más grande. Lo que ninguno se daba cuenta, era que ambas partes habían entendido mal el mensaje. Los niños le dieron el beso esperando que su papi entendiera sus sentimientos, pero en vez de eso este creyó que solo tenían inseguridades de niños por todos los acontecimientos recientes, así mismo los pequeños pensaban que su papi estaba de acuerdo en ser solo de ellos y formar una familia. No podían estar más equivocados respecto a los sentimientos contrarios, seguramente ahora habría más malentendidos, así como una gran numero de cosas estaban por suceder.