Capítulo 8: Intentando Recuperar a Kuroko
Lunes, inicio de semana, el día más odiado por la humanidad sin importar de qué lugar seas. Aomine y Kagami tenían que ir a la tediosa universidad y rendir cuentas algunas clases. Kuroko por su propia parte, tenía que llevar a sus pequeños a la escuela para después dirigirse a su otro trabajo.
-Papi volverá por ustedes a la salida como siempre, así que pórtense bien y hagan caso a su maestra.
-…
-…
-¿Sucede algo mis pequeños?... ¿Tai, Dai, todo en orden?
-Papi… ¿Tú estarás bien?
-¿Qué?
-Como dijo Tai, ¿Te encontrara bien si nosotros?
-Ah, claro, no veo porque no, papi sabe cuidarse por su cuenta, por eso no se preocupen mis niños.
-Es que no queremos dejarte.
-¿No podemos Dai y yo quedarnos contigo el día de hoy?
-Jajá, no mis niños, papi tiene que ir a su trabajo en el restaurante y ustedes tiene que asistir a la escuela. .
-Pero prometemos portarnos bien.
-Ni si quiera veras que Tai y yo estaremos ahí.
-Podemos ocultarnos como siempre.
-Pequeños, no puedo llevarlos, haya hay mucha gente trabajando y no hay donde puedan quedarse, sean buenos niños y ya apúrense y entren a la escuela. Papi ya tiene que irse a trabajar.
-¡No te vayas!
-¡Queremos estar contigo!
-¡Llévanos contigo!
-¡Por favor queremos estar contigo Papi!
-¡Dai! ¡Tai! ¿Qué les sucede? ¡Ya basta! ¡Suelten mis piernas y apúrense en entrar a la escuela!
-¡No queremos!
-¡Queremos estar con papi!
-¡Niños por favor! ¡La gente está mirando! ¡Suéltenme de una buena vez!
Los pequeños traviesos se negaban a soltarse de las piernas de su papi el cual no lograba quitárselos, no fue sino hasta que un par de maestras llegaron por la conmoción que lo ayudaron a liberarse jalando a los pequeños hasta que por fin consiguieron arrancarlos de su progenitor.
-¡Papi!
-¡Papi!
-Hay ¿Qué les paso hoy? Disculpe las molestias profesora no sé qué les pasa hoy, vendré por ellos a la salida como siempre. Cualquier cosa no duden en llamarme al celular.
Los pequeños ya resignados fueron llevados hasta su salón por las profesoras, ya dentro de este solo se quedaron con el ceño fruncido y casi no prestaron atención a nada de lo que decía la profesora. Ambos pequeños estaban preocupados porque esos sujetos aparecieran y lograran aventajarlos en acercarse a su papi, es por eso que no querían ir a la escuela y le pidieron a Tetsuya que no los dejara. Pero al parecer por el día de hoy no tuvieron ningún éxito.
Kuroko subió a un camión para llegar así a su otro trabajo el cual consistía en ser mesero de un bonito restáurate. Ya hay entro y saludo a sus compañeros para ponerse a trabajar cuanto antes, el sueldo era lo suficientemente bueno para complementar con el del otro trabajo y evitar que les faltara lo necesario a él o a sus hijos.
La mañana de trabajo era tranquila, tenían gente en el restaurante pero no demasiada como para tener problemas con las órdenes y clientes esperando demasiado, de hecho estaba lo suficientemente relajado como para tomarse unos minutos y platicar con sus compañeros.
-¿Y cómo están tus hijos? ¿Igual de traviesos que siempre? Jajaja.
-Bueno si un poco Furihata jeje, pero hoy estuvieron un poco extraños.
-¿Extraños? Eso no parece su comportamiento normal.
-Lo sé, normalmente son muy inquietos y con gran energía, pero hoy cuando los fui a dejar en la escuela de pronto se pusieron como cuando los lleve por primera vez, se negaron a soltarme, gritaron, hicieron berrinche y necesite de ayuda de las maestras para que finalmente me soltaran.
-Te digo que los consientes mucho, cuidado quizá se están malcriando un poco.
-Son unos niños, es normal que hagan rabietas en ocasiones.
-Pero tus pequeños solo las hacen cuando se trata de ti.
-¿Qué quieres decir con eso?
-Amigo, hemos visto muchos niños en este restaurante y ya hasta uno sabe porque se ponen chiflados, por lo general se ponen así cuando les niegan algo que están pidiendo, un juguete, un dulce, cosas así. Pero tus pequeños solo se ponen de esa forma cuando no consiguen que te quedes con ellos.
-Solo me quieren mucho, te recuerdo que son mis hijos.
-De acuerdo no me creas si no quieres, pero te juro que tus pequeños son mucho más apegados a ti que la mayoría de los niños con sus padres.
-¿No dirás que tendrán? ¿Mamitis o algo así?
-No lo sé, solo sé que cuando los he visto, ya sabes las veces que los has traído, siempre parecieran dos pequeñas fieras vigilando a su presa, porque siempre se te quedan viendo.
-Hay Furihata-kun, que tonterías estas diciendo.
-Ninguna tontería, ¿O ya olvidaste aquella ocasión donde un tipo te coqueteo y de pronto tus pequeños vinieron desde su mesa y ya no te dejaron ir con él?
-Tenían hambre, no llegaba su comida.
-Si claro y esa vez que un chico le regalo un globo a su novia aquí por su aniversario y no mucho después llegaste con ellos con un globo que te regalo cada uno.
-Se los estaba cuidado es todo.
-Hay amigo, a veces creo que eres la persona más despistada e inocente del mundo, cualquiera diría que tus pequeños están enamorados de ti.
-Por favor, eso no se puede, te lo vuelvo a recordar son mis hijos.
-Bien como tú quieras verlo, yo solo te digo lo que parece ser.
-Solo están muy apegados a mi es todo, ya cuando crezcan cambiaran y serán personas distintas y encontraran a alguien que los haga muy feliz.
-Hablando de ser feliz ¿No has pensado en tener una cita amigo?
-¿Cómo podría tener una cita cuando tengo dos pequeños y dos trabajos que consumen todo mi tiempo? El dinero no me da para tanto, además… ¿Quién quería estar con alguien que ya tiene hijos? Te lo juro Furi, cuando alguien se entera que soy padre soltero ya no me ven igual, la gente pareciera perder todo interés en mí, lo cual no me molesta, pues prefiero estar solo con mis pequeños.
-Si pero esos pequeños crecerán, no serán siempre niños.
-Para mí siempre serán mis niños, no importa cuánto crezcan.
-Lo que tú digas amigo.
~~~~~Ding-dong~~~~~
-Oh nuevos clientes, Bienv…
-¿Furi? ¿Pasa algo?
-Kuroko… creo que estoy mal de la cabeza… estoy viendo a Dai y Tai ya de adultos.
-¡¿Qué?!
Al asomarse un poco el chico vio a las personas que menos quería toparse en el mundo tomando asiento en una de las mesas del restaurante. Aomine y Kagami estaban ahí y algo les decía que no era una simple coincidencia.
-Hay no por favor.
-¿Los conoces Kuroko? ¿Quiénes son?
-Te explicare luego Furi, pero ahora tengo problemas.
-No prefieres que yo los atienda.
-No descuida, igual me hablaran de cualquier forma, es mejor que yo mismo los atienda.
-¿Le aviso al gerente por si acaso?
-Tranquilo, no creo que cometan ninguna estupidez. (Por lo menos no una tan grande como la que me hicieron).
El chico tomo los menús y dejo a su compañero castaño que solo lo observaba acercarse a los misteriosos hombres. Kuroko por su parte solo se calmó y se concentró en no mostrar ninguna expresión, puso si típica cara seria y finalmente llego con ellos.
-Sean bienvenidos al restaurante, seré su mesero el día de hoy, aquí están sus menús, ¿Puedo traerles algo para empezar antes de su pedido principal?
-…Una sopa y un refresco por favor.
-Tráeme lo mismo.
-En seguida se los traigo, tómense su tiempo para ordenar.
Kuroko se retiró un poco para traer la entrada y el refresco, mientras que los dos hombres no paraban de mirarlo, les había costado un poco descubrir donde trabajaba, pero con ayuda de un contacto de Aomine consiguieron hallarlo, sabían que entrando a ese lugar deberían hablar forzosamente, pues no podía echarlos como en su otro trabajo.
-Aquí están sus entradas y sus refrescos, ¿Ya han decidió lo que van a ordenar?
-…
-Quisiéramos hablar contigo un momento.
-Lo lamento pero es algo que no puedo hacer, solo debo limitarme a atender a los clientes en sus órdenes, quedarme a hablar es algo que está prohibido.
-Tetsu, en verdad necesitamos hablar los tres.
-Como ya se los he dicho, no tengo permitido hacerlo, así que si no les molesta ¿Podrían decirme que es lo que piensan ordenar?
-Dale por su lado Aomine, al menos por ahora.
-Ah…bien.
Tras tomar el pedido, Kuroko se retiró y fue a encargarlo en la cocina. Ya en el pasillo de empleados Furihata no hacía más que preguntarle muchas cosas al respecto mientras el otro decía que le aclararía todo en otra ocasión. Tetsuya tuvo que pasar un largo tiempo atendiendo a Aomine y Kagami quienes se quedaban más tiempo del que lo haría cualquier cliente. Luego de un rato el chico estaba cansándose de la situación, pues era evidente que esos dos se quedarían sin importar cuanto tiempo y Dinero les costara, estaban determinados a hablar con él y eso era algo que no dejaría que sucediera.
-Ya llevan mucho aquí, ¿Qué vas a hacer?
-Pedir una salida temprano.
-¿Crees que el gerente te la de?
-Nunca he faltado, ni causado problemas, es más hasta conseguí más clientes al restaurante, estoy seguro de que puede dejarme salir temprano una vez, le diré que debo recoger antes a mis hijos.
-Desearía tener tu historial.
-Furihata-kun por favor te los dejo encargados, pero necesito que me consigas al menos diez minutos de ventaja.
-No hay problema yo te cubro, pero anda ve y date prisa, acabas de servirle otro platillo por lo que no deben hablarte en un rato.
-Muchas gracias amigo.
-Por nada, saluda a los niños por mí.
Kuroko fue hasta la oficina del gerente y tras hacer la pequeña mentira piadosa de que tenía que recoger temprano a sus pequeños por una salida temprana en la escuela consiguió que le dejaran irse. El chico consiguió el permiso y salió del lugar por la salida que estaba en la cocina, ya fuera se puso a correr, pues necesitaba conseguir la mayor distancia posible entre él y esos sujetos. Los diez minutos pasaron y Aomine y Kagami no veían a Kuroko por ningún lado para que siguiera atendiéndolos, finalmente y un tanto extrañados llamaron al chico castaño con el que Tetsuya hablaba.
-¿Puedo ayudarlos en algo más?
-¿Dónde está nuestro mesero?
-Am, temo que su mesero ha tenido un improvisto y ha tenido que salir de emergencia, pero descuiden yo les atenderé.
-¿Qué?
-¿Cuándo se fue?
-Hace unos minutos.
-Tsk, Tetsu.
-Hay que ir tras él.
-Antes de que se vayan señores, temo que necesito que paguen la cuenta.
Furihata mostro en la tablita que llevaba la cuenta dejando a ambos boquiabiertos, no se esperaban esa cantidad. Tras dar una cantidad Furihata fue a conseguir cambio y se tardó intencionalmente tiempo de más para luego volver con el cambio y ver como ellos salían disparados del restaurante.
-¿Hacia dónde iría?
-No lo sé Bakagami, ni si quiera sabemos a dónde es que fue.
-Espera, por lo hora que es, puede que haya ido a recoger a los niños.
-Puede que tengas razón, pero no sabemos en qué escuela están.
-Pero su amigo si…
Los chicos entraron al restaurante y vieron directamente a Furihata el cual se sintió completamente atrapado y perdido, sin que lo asustaran realmente el chico les dio la dirección de la escuela donde estudiaban los pequeños. Ya con esa información el llegar sería mucho más fácil. Tetsuya por su parte ya estaba a mitad de camino de la escuela, cuando finalmente llego los niños estaban por salir.
-Oh, vamos, vamos, porque mis hijos siempre tienen que salir últimos.
-¡Papi!
-¡Papi!
-Dai, Tai, pequeños cuantos me alegra verlos.
-Papi es raro que estés aquí antes de que salgamos.
-Tai tiene razón, por lo general te tardas más tiempo.
-Es que, es que Papi se moría de ganas por verlos y pidió permiso para salir antes y recogerlos.
-¡Eso es genial Papi!
-¡Papi! ¿Puedes llevarnos a mí y a Dai a los juegos del parque de nuevo?
-Am, en esta ocasión no Tai, será para la otra, ahora tenemos que llegar pronto a casa, papi les prepara la comida que más les gusta, onigiris.
-¡Genial!
-¡Tai hoy tiene que ser nuestro día de suerte!
-Si como digan, ahora tómenme de la mano y vámonos.
Los pequeños hicieron lo que dijo su Papi y comenzaron a caminar los tres juntos, pero rápidamente se dieron cuenta que su papi estaba caminando más veloz de lo usual. Generalmente ellos dos eran quienes lo jalaban de los brazos para ir más rápido, pero esta ocasión era el quien los estaba casi arrastrando mientras caminaba. Ambos conocían a su papi a la perfección y sentían que algo tenía que estar pasando para que se pusiera de esa forma tan rara, lo que no lograban comprender era el porqué.
-Más rápido niños, tenemos que apurarnos en llegar.
-Papi ¿Qué te pasa?
-¿Estas bien Papi?
-Estoy bien Dai, solo que tenemos que llegar pronto.
-Papi es solo que vas muy rápido.
-Dai tiene razón papi, no estas lastimando.
-Oh, perdonen pequeños, no es mi intención, papi solo está un poco…
Kuroko choco contra una persona y cuando alzo la vista para disculparse se topó con Kagami y al lado de este se encontraba Aomine. Los mayores lo miraban seriamente mientras que Tetsuya no tenía idea de que hacer, esperaba no tener que topárselos en el camino, pero al parecer el destino no estaba a su favor. Los pequeños vieron a los grandes y entendieron finalmente porque su papi estaba tan raro, lo venían persiguiendo esas personas que lo lastimaron antes, esas mismas personas que querían quitárselos. Por un segundo tanto Aomine como Kagami hicieron contacto con sus pequeñas copias y cualquiera diría que se veía un rayo desafiante entre sus miradas. Kuroko estaba en medio de una guerra y no sabía cómo terminarían las cosas.