Capítulo 10: Perdón Obtenido
Un nuevo día llego en la ciudad, un día que Kuroko se preguntaba como iría a terminar, ya tenía muchas responsabilidades criando a sus hijos y en el trabajo, como para preocuparse aparte por la aparición de Aomine y Kagami.
-Por favor, que todo salga bien hoy.
-Papi ya tenemos que irnos.
-Ah, sí Tai lo que digas, solo déjenme cerrar.
El joven padre cerro su hogar con llave y después tomo a sus hijos para llevarlos a su escuela, durante todo el camino los pequeños se la pasaron hablando animadamente despreocupando un poco a Kuroko por unos momentos, finalmente llegaron a la escuela y cuando temía que hubiese otra escena como la del día anterior, sorpresivamente los niños se despidieron felizmente y entraron sin ningún problema.
-Nos vemos después papi.
-Cuídate papi, te estaremos esperando.
-Oh… si claro, pásenlo bien pequeños. (Que extraño…bueno… quizá hoy todo va a salir bien y solo me preocupo de más).
El padre comenzó a alejarse mientras la campana de la escuela sonaba, los niños entraban a sus salones y las maestras tomaban lista, luego de que fueran mencionados Dai y Tai comenzaron a moverse sigilosamente haciendo uso de su habilidad, ambos abrieron la puerta despacio y salieron sin ser notados por nadie, llegaron hasta la entrada y tras aventar sus mochilas por encima ellos pasaron por entre los anchos barrotes.
-Bien Tai, lo logramos.
-Así es, ahora vayamos a cuidar de papi.
-Sabes ahora que lo pienso es muy fácil escapar de esta escuela.
-Tienes razón, si alguien nos hubiera visto, se asombraría mucho.
Los hermanos comenzaron a caminar hacia el restaurante donde trabajaba su papi y al mismo tiempo Kagami y Aomine estaban dirigiéndose al mismo lugar.
-Espero que consigamos hablar bien con él esta ocasión.
-Yo igual Aomine, con suerte podremos hacerlo y ya sabes, tenemos que empezar disculpándonos por lo ocurrido, no solo unas palabras al aire, una verdadera y sincera disculpa.
-Sí, tienes razón en eso.
-Y después contarle lo que hemos acordado.
-Sobre volver a estar juntos, que lo queremos y deseamos volver a estar con él.
-Ah, nunca me habría imaginado que terminaría compartiendo a Kuroko contigo.
-Lo mismo digo, después de todo, cada uno lo quería para sí mismo.
-Solo que ahora las cosas han cambiado y la situación es por demás… delicada.
-Cuesta creer que en verdad tuvo un hijo de cada uno. Digo, ¿Qué posibilidad hay de que ocurra eso?
-Pocas, pero supongo que podemos decir que es como una señal, una de que estamos los tres unidos más de lo que queramos aceptar.
-No me imagino como debió ser para el los primeros meses, descubrir su estado, llevar a término su embarazo y cuidar de ambos niños.
-Kuroko es muy fuerte, es por eso que pudo hacerlo, logro sacar de nuestra equivocación una enorme felicidad.
-El problema es que no se da cuenta de las verdaderas intenciones de sus pequeñas felicidades.
-Obviamente que no, pues… jamás se dio cuenta de las nuestras. Kuroko puede ser muy fuerte y astuto en muchos aspectos, pero en cuanto a notar los sentimientos de las personas a su alrededor, pues en eso está peor que tú y yo amigo.
-No creerás que esos niños intenten algo ¿O sí?
-Es difícil decirlo, son unos niños ahora no creo que piensen en nada malo realmente.
-Kagami, ellos son prácticamente nosotros cuando niños, y por cómo se ven seguro que son capaces de muchas cosas, por suerte dudo que conozcan algo sobre el tema sexual.
-Son niños, aún no saben qué significa eso.
-Te recuerdo que solo teníamos 10 cuando supimos sobre eso y a partir de ahí nuestras mentes solo pensaban más y más en estar con Tetsu.
-Si pero ellos aún son más jóvenes, además ¿Cómo podrían ellos enterarse de esas cosas? Son unos niños, solo piensan en comer y jugar y…estar con Kuroko todo el día.
-Más o menos lo mismo que nosotros en ese entonces. La diferencia está en que ellos si tienen a Tetsu la mayor parte del tiempo.
-Todos los días… las 24 horas… y saben que el siempre piensa en ellos… ¡Malditos niños! ¡Los odio y les tengo una envidia del infierno!
-Calma Kagami, pronto las cosas volverán a ser como antes y Tetsu será nuestro definitivamente.
-Como siempre debió ser.
-Y tendremos que aprender a compartirlo un poco con ese par de mocosos.
-Ellos pueden tener su amor paternal o maternal o como sea que se diga en estos casos, pero nosotros podremos disfrutar mucho más que eso una vez que lo tengamos de vuelta.
-En verdad espero que así sea.
Los chicos seguían su camino al igual que sus pequeñas versiones, entre tanto el objetivo de ambos, ósea Kuroko ya estaba llegando a su trabajo en el restaurante.
-Buenos días Kuroko.
-Buenos días Furihata.
-Amigo, yo ayer cometí una estupidez, esos tipos… me asustaron y termine diciéndoles donde estaba la escuela de tus pequeños.
-Ah entonces estaba en lo correcto, fue tu culpa, por eso me los tope cerca de ahí.
-En verdad lo siento, no fue mi intención, es solo que mis nervios me traicionaron y termine hablando.
-Descuida no estoy muy enojado, además es casi seguro que hubieran encontrado ese lugar aun si no se los decías.
-Evite decirles donde vivías, eso sí pude guardármelo.
-Te lo agradezco, seria molesto topármelos en mi hogar con mis pequeños.
-Amigo ¿Qué es lo que piensas hacer?
-¿Sobre qué?
-Sobre ellos, seguro volverán a aparecer y te causaran problemas, ¿No piensas hacer nada a acabo?
-…No es que no quiera hacer nada Furihata, al contrario quisiera hacer algo, es solo que no se me ocurre absolutamente nada para hacer, ¿Cómo vuelves a ordenar tu vida cuando las personas que buscabas evitar regresan y se niegan a alejarse de nuevo?
-Buen punto.
-Solo sé que no quiero dejarlos entrar en mi vida de nuevo, no quiero que se relacionen con mis pequeños tampoco, pero…
-¿Pero qué?... ¿Qué sucede Kuroko?...
-Furihata, por alguna razón… desde que los volví a ver… no me siento bien.
-¿Te sientes enfermo?
-No, no es eso, cuando los volví a ver… sentí algo en mi pecho… en mi corazón… como un destello… una descarga… no sé qué significa esto.
-Kuroko… ¿No será que lo que estas sintiendo… es amor?
-¿Amor?
-Sí, amor.
-…No lo creo, yo solo he sentido amor por mis niños y mi familia, nunca por otras personas.
-Amigo, en verdad durante todo el tiempo que conviviste con ellos en la escuela, ¿Jamás sentiste algo más que una simple amistad?
-Yo… no lo sé, para empezar no pensaba que ellos me vieran de otra manera, por eso fue tan doloroso cuando… sucedió eso. Pero, no recuerdo haber pensado en ellos de la misma forma antes.
-Bueno, tal vez si lo hiciste pero no querías aceptarlo. Ni si quiera les contaste que eras doncel ¿Por qué?
-Pensé que me tratarían diferente si se enteraban, nos llevábamos tan bien como amigos, que me preocupaba el cómo me verían luego de que supieran mi verdadera condición. Pensé que podrían hacerme burla o ya no querían ser amigos míos.
-¿En verdad pensabas eso? ¿O te preocupa que llegaran a querer algo más contigo?... ¿Quizá, una relación?
-…Ya deja de cuestionarme Furihata, no importa lo que haya sentido por ellos antes, lo que importa es lo que siento ahora, y ahora lo que siento es que solo puedo darles mi amor a mis pequeños.
-Hay Kuroko si supieras como te ven tus pequeños, es muy evidente.
-¿Qué dijiste?
-¡Nada! ¡Ahora pongámonos a trabajar y después seguimos con los problemas de tu vida amorosa!
-Yo no tengo problemas de mi vida amoros…
-¡Si, si! ¡Lo que tú digas! ¡Ahora trabajemos antes de que nos llamen la atención!
-(No tengo problemas amorosos, ya me las pagaras Furihata, voy a aparecer de la nada cuando menos lo esperes y te asustaras tanto que terminaras calvo).
Mientras ambos se preparaban para comenzar su jornada, afuera del restaurante del lado opuesto de la calle ya estaban llegando los pequeños de Kuroko, estos aprovecharon los grandes árboles para ocultarse y así vigilar a su papi a través de los grandes ventanales del restaurante.
-Bien Dai ya llegamos y papi está ahí.
-Por suerte parece que está bien y no se ven a esos dos por ningún lado.
-Solo tenemos que vigilar a papi un rato y cuando sea hora volvemos a la entrada de la escuela.
-Nunca sabrá que lo hemos estado cuidando.
-¡Tira eso quieres!
-¿Qué se escucha Tai?
Los pequeños voltearon y vieron una pareja peleando, de pronto el hombre tiro una revista al bote de basura y ambos se fueron sin percatarse de las presencias de los pequeños. Tai se acercó rápido al bote y tras subir a una banca consiguió asomarse y sacar la revista que habían arrojado.
-¿Qué es eso hermano?
-No lo sé Dai.
-¡Anda ábrelo! ¡Ábrelo! ¡Ábrelo! ¡Veamos que es!
Los pequeños abrieron la revista y sus rostros se pusieron rojos al ver que se trataba de una revista pornográfica, si bien no entendían del todo lo que miraban no podían dejar de verlo, temiendo que alguien los descubriera viendo eso se subieron a un árbol y escondidos entre las ramas siguieron ojeando la revista.
-Tai… todo esto es...
-Si… de esas cosas que papi dice que no debemos ver en la televisión.
-No puedo dejar de ver hermano.
-Yo tampoco…sigue ojeando quiero ver que más hay.
-¡Ya voy! ¡Ya voy! Ahora entiendo porque papi no nos quiso decir como muestran los papis su amor.
-Así que esto hacen los adultos para demostrar su amor.
-Oh, eso quiere decir que haremos esto con papi cuando seamos más grandes.
-Pero solo veo imágenes de mujeres y hombres.
-Sigue ojeando Tai, seguro que hay una de hombres.
-Está bien, ya voy, estoy buscando.
Los pequeños estaban perdidos viendo cada una de las imágenes en la revista que casi no se dan cuenta cuando los mayores se estaban aproximando.
-Ya encontré una Dai.
-¡Sh!, cállate Tai, mira hacia haya.
-¿Qué cosa?
-Son ellos.
-¿Ellos? ¿Qué están haciendo aquí?
-Probablemente lo mismo que tú y yo, vienen buscando a papi.
-¡Ag! ¡Me desesperan los quiero fuera! ¡Vamos a saltarles encima cuando pasen por aquí abajo!
-¡Alto ahí hermano! ¡No olvides que nadie debe saber que estamos aquí! ¡Se supone que seguimos en la escuela!
-Oh, cierto… ¿Entonces qué hacemos?
-Por ahora, observa y esperar que no nos vean.
-¿Pero y si se acercan a papi?
-Mejor dejar que se acerquen una vez, a que papi descubra que nos escapamos y estamos en este lugar.
-Tiene sentido. Solo espero que no lo hagan sentir mal.
-Descuida, papi es fuerte, el estará bien.
Los mayores se aproximaban al restaurante ignorando por completo que eran vigilados por los niños, dentro del restaurante Furihata los avisto y mientras sus nervios crecían fue directo a prevenir a su amigo.
-Kuroko tienes visitas.
-¿Ahora quién?
-Ellos otra vez.
-¡¿Qué de nuevo?!
-Se quedaron ahí fuera en la entrada, lo mejor será que vayas a hablar con ellos.
-No quiero.
-Eso lo sé, pero te recuerdo que el gerente dice que los problemas se solucionan fuera del restaurante, no quiere otra escena aquí adentro.
-Ag, de acuerdo iré a hablar con ellos. Cúbreme por mientras.
-Buena suerte amigo.
Kuroko salió del restaurante y ahí fuera lo estaban esperando Aomine y Kagami que parecían estar un tanto ansiosos.
-… ¿Qué quieren ahora?
-Kuroko…
-Tetsu…
-…
-¡¡EN VERDAD ESTAMOS ARRPENTIDOS!! ¡¡PERDONANOS POR NUESTRO ERROR!!
Ambos se agacharon hasta el suelo en posición de perdón desconcertando enormemente a Kuroko que no se esperaba aquello.
-¿Qué?... ¡¿Queeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee?!
-Tetsu en verdad nos sentimos mal por lo que te hemos hecho
-Es por eso que vinimos hasta aquí y nos hemos puesta en esta posición.
-No sabemos cómo ni cuándo sucederá, pero estamos dispuestos a obtener tu perdón.
-No importa cuánto tiempo tengamos que suplicarte o si tenemos que hacerlo toda la vida, no descansaremos hasta obtener tu perdón.
-Chicos por favor levántense, no hagan esto.
-¡Pst! ¡Kuroko amigo! ¡La gente adentro ya está murmurando! ¡Arregla esto y rápido!
-¡Ya lo sé, déjame en paz! ¡Aomine, Kagami, levántense ya, esto es muy vergonzoso, para mí y para ustedes!
-Ya te lo hemos dicho Kuroko, estamos aquí para obtener tu perdón.
-No tenemos problema en seguir en esta posición.
-¡Pero yo sí! ¡Váyanse ahora!
-Tetsu…
-Kuroko…
El padre no podía creer la escena que se estaba desarrollando, sabía que tenía que arreglar las cosas pronto o solo terminaría llamando más la atención, lo que menos quería era eso precisamente y menos recibir una llamada de atención por parte de su jefe. No estaba para nada en una situación ideal, sabía que con lo obstinados que eran ellos no se irían jamás, era momento de tragarse el orgullo y salir lo mejor librado de esa situación.
-De acuerdo, de acuerdo, ¡Los perdono! ¡¿Eso querían escuchar?! Los perdono de corazón y nunca voy a recriminárselos, pero ya levántense por favor.
Ambos hombre apenas podían creer lo que escucharon, mientras se levantaban estaban que no cabían en su felicidad, tal vez no era como hubiesen deseado, pero por el momento logran obtener el perdón de su chico.
-Lista, ya está, váyanse de aquí.
-Tetsu, tenemos algo más que decirte.
-Aomine y yo hemos llegado a una decisión.
-¿Ahora que quieren decir?
-Ambos seguimos enamorados de ti.
-Por alguna razón volvimos a encontrarnos. No puede ser solo coincidencia.
-Queremos volver a estar contigo Tetsu.
-Queremos recuperarte, y que esta vez las cosas vayan por un buen camino.
-Es simple, debemos estar juntos.
-¡Hay! ¡No tengo tiempo para sus tonterías! ¡Lárguense ahora o llamare a la policía!
Kuroko entro rápidamente al restaurant y trato de evitar las miradas por parte de los clientes, los otros dos entre tanto habían cumplido su cometido, el primer paso estaba dado, ahora estaban por empezar el arduo camino que les permitirá recuperar el corazón del de ojos celestes.
-Lo logramos Aomine.
-Si, en verdad lo logramos.
-Ahora solo tenemos que seguir adelante, hacer todo lo posible para volver a ganar el corazón de Tetsu.
-Estoy seguro de que lo conseguiremos.
Continuara….